Download globalizacion y condiciones de trabajo

Document related concepts

Desempleo wikipedia , lookup

Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales wikipedia , lookup

Pleno empleo wikipedia , lookup

Desempleo estructural wikipedia , lookup

Desempleo en España wikipedia , lookup

Transcript
GLOBALIZACION Y CONDICIONES DE TRABAJO1
Isaac Sandoval Rodríguez
Past Presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho del Trabajo
La OIT en uno de sus últimos documentos oficiales, señala que al despuntar
2012 el mundo se encuentra ante un gran problema de desempleo y déficit
generalizado de trabajo decente. Calculando el total mundial de desempleo en
200 millones en 2012, con proyección a aumentar a 206 millones en 2016,
debido al proceso de desaceleración que se arrastra desde tres años atrás.
Debido a que la recuperación económica fue más débil de lo previsto, es poco
probable que los mercados de trabajo se recuperen de la tensión a la que han
estado sometidos desde el inicio de la crisis. En el mundo, casi 27 millones de
personas empezaron a buscar trabajo, sumándose al ya elevado número de 171
millones de desempleados que había antes de la crisis. Pudiendo preverse que
esta brecha baya ensanchándose a medida que más gente se sume a la
búsqueda de un empleo productivo.
Dado que la crisis había comenzado en el ámbito financiero, en las economías
avanzadas, el destino de los programas de apoyo fue el sector bancario, en
algunos casos llegó a destinarse el 90 por ciento del gasto público al rescate de
bonos y la compra de activos financieros en peligro. Como solución los
gobiernos han estimado necesario adoptar medidas de austeridad que
deprimen más el crecimiento del PIB y la creación de empleo. En este
contexto de fuerte inseguridad, las empresas ajenas al sector financiero han
acumulado cuentas sustanciales de efectivo, sin inyectar fondos en la
economía.
En lo que nos interesa, estas medidas de austeridad han realizado recortes del
orden de los 8 millones de euros en los programas de la seguridad social en
Alemania; recortes en las pensiones públicas, aumento de la edad de
jubilación a los 62 años, en Francia; recorte en los salarios del sector público,
de las pensiones e impuestos sobre las rentas, en España; para no hablar de
los recortes presupuestarios en Grecia, Hungría donde se eliminaron
determinados beneficios sociales, o la India, Rumania, Países Bajos, entre
otros.
1
Conferencia inaugural del III Congreso Sudamericano de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social,
realizado en La Paz, Bolivia, del 16 al 18 de Agosto 2012.
1
Al decir de la OIT, tanto la crisis como las medidas estructurales
desfavorables han afectado a la inversión. Cuya desaceleración es mala señal
para el fortalecimiento de la creación de empleos, las rentas y en particular
para los salarios. Pues, actualmente uno de cada tres miembros de la fuerza de
trabajo está desempleado o es pobre. Agravándose la situación con el ingreso
en los próximos 10 años de 400 millones de personas a la fuerza de trabajo.
Conforme a las mismas fuentes de la OIT, en 2011, 74.8 millones de jóvenes
en edades comprendidas entre los 15 y 24 años de edad estarán
desempleados: cuatro millones más que en 2007. A escala mundial, los
jóvenes tienen casi tres veces más probabilidades de estar desempleados que
los adultos. La mala suerte de esta generación no sólo producen la actual
sensación de malestar provocada por el desempleo, el subempleo y la tensión
de riesgos sociales asociada por la falta de trabajo y la inactividad prolongada,
sino que además podría tener otras consecuencias a largo plazo en términos de
salarios más bajos y desconfianza en el sistema político y económico.
Esta crisis de la globalización que viene a ser una tendencia de los mercados y
de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que
sobrepase las fronteras nacionales, coloca a las relaciones de trabajo, y por
ende al derecho laboral, en una situación crítica. Esto es, de profunda
preocupación sobre los habitantes del planeta, borrando la era del
industrialismo para sustituirla por el ritmo de la producción robotizada y
cibernética, trasladando a los servicios donde se encuentra la mayoría de la
fuerza de trabajo.
Y este tránsito de la producción agrícola a la industrial y de ésta a los
servicios, no es obra del azar, sino de determinaciones históricas. Pues,
repitiendo a Carlos Marx, el desarrollo de las fuerzas productivas genera
cambios en las relaciones de trabajo, dando lugar a nuevos proyectos de vida
en el conjunto de la sociedad. Tal el caso actual de la informática y las
comunicaciones, que trascienden territorios, tiempos y espacios
interplanetarios no imaginables hace una centuria.
Por lo que estos fenómenos del centro del sistema capitalista, repercuten en la
periferia globalizada de una u otra manera: Unos como países emergentes
abriéndose espacio en el mercado mundial, a partir del mercado interno,
población y territorio, como Brasil, la India, China; otros, organizados en
bloques tal el caso de el ALBA, que agrupa a Cuba, Venezuela, Ecuador,
2
Nicaragua y Bolivia, con su prédica populista sublimacional, o socialista,
pero incapaces de desequilibrar el poder hegemónico mundial hegemonizado
por los Estados Unidos, o más propiamente por el Grupo de los ocho. Sin que
en el conjunto se pueda observar un pacto social que genere estructuras nuevas
acordes con las exigencias de la contemporaneidad, en orden al trabajo y la
seguridad social.
En efecto, las tendencias mundiales del empleo en 2012, señaladas por la OIT,
en las economías emergentes de Asia Oriental y América Latina, no obstante
la mayor resistencia a la crisis mundial, algunas repercusiones de las
economías avanzadas ya son visibles. Pues, atendiendo a que las economías
emergentes siguen dependiendo de las exportaciones a las economías
avanzadas, también en ellas hubo una desaceleración en las tasas de
crecimiento en el último trimestre de 2011. Haciéndose necesario impulsar
otros recursos de política, para que haya una redistribución más rápida de los
puestos de trabajo y de los trabajadores en toda la economía y, a su vez, un
crecimiento más rápido del empleo.
Según el mismo informe, en América Latina y el Caribe, la reducción del
crecimiento de la producción entre 2008 y 2011 se vio visible en una
desaceleración del crecimiento de la productividad y del empleo.
Observándose el crecimiento del empleo vulnerable, que se define como la
suma de trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares no
remunerados. Llevándonos esta situación a constatar el caso boliviano, como
espacio político adscrito al ALBA y su dramática situación socio-laboral
expresada en los verosímiles indicadores de empleo.
Señalando el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario,
CEDLA, que durante el año 2009, los efectos de la crisis internacional se
trasladaron a la economía boliviana a través de diferentes mecanismos. Entre
éstos, la caída en la demanda de las exportaciones tradicionales y no
tradicionales, de los precios de las materias primas, así como una moderada
reducción de los ingresos que provienen de las remesas de los que trabajan en
el exterior, y finalmente, la caída de la inversión privada nacional y de la
inversión extranjera.
En cuanto a las causas internas, la falta de una política socio-laboral y de
productividad, sumada a las causas tradicionales, conduce a una situación de
precariedad de las condiciones laborales y su persistencia en el tiempo.
Pudiendo verificarse que ocho de cada diez trabajadores sufren estas
3
consecuencias. Seis de los cuales enfrentan tres déficit simultáneamente:
inestabilidad laboral, bajos salarios y desprotección social.
El estudio de la situación socio-laboral se complica en Bolivia, al identificarse
cinco formas de organización del trabajo que configuran un mercado laboral
segmentado. Así el sector empresarial o típicamente capitalista, que
corresponde a segmentos del sector privado y del sector estatal; siguiendo el
sector semi-empresarial en el cual los propietarios de los medios de
producción participan también como productores directos junto a los
trabajadores; el sector de trabajadores independientes que trabajan solos o con
apoyo de su familia; y, las actividades del servicio doméstico, en hogares
particulares.
Según los estudios de CEDLA, la estructura económica en las ciudades del eje
es predominantemente terciaria (servicios y comercios). El 2010, el 72 por
ciento del empleo asalariado estaba en actividades terciarias, la proporción de
la manufactura era de apenas el 16 por ciento y la actividad en la construcción
llegaba al 11.3 por ciento del total. A esto hay que agregar la progresiva
prevalencia de contratos en el sector público: becarios, consultores, interinos
y provisorios, que perjudican a los funcionarios de carrera; así como los
obreros de las nuevas empresas estatales contratados en calidad de
funcionarios o servidores públicos, restringiendo sus derechos laborales
individuales y colectivos.
Sin olvidar, desde luego, el aumento de la ocupación en el sector informal, que
en solo un año aumentó del 58.6 por ciento al 62 por ciento. Porcentaje que en
un 42 por ciento corresponde al segmento familiar y el 20 por ciento al semiempresarial. El problema del trabajo en el sector informal se combina con la
subutilización global de la mano de obra, que en las ciudades del eje llega al
52 por ciento de la población económicamente activa (PEA). Señalando Silvia
Escobar de Pabón, que más de la mitad de la fuerza laboral quedaría
desocupada si todos los trabajadores tuvieran un empleo adecuado.
Al problema del trabajo informal y la subutilización de la mano de obra, se
suma el desempleo abierto que en 2009 se elevó al 11 por ciento, recayendo el
mayor porcentaje en las mujeres y jóvenes de 15 a 24 años. Computándose
como trabajador ocupado al que realiza una labor de por lo menos una hora a
la semana. Estos hechos son concomitantes con la desigual distribución del
ingreso, pues mientras la parte del ingreso que queda a los trabajadores es del
24 por ciento en 2008, la ganancia o excedente que se apropian los capitalistas
4
se elevó del 49 por ciento al 55 por ciento en 2009. Dando lugar estos hechos
a la emigración de 600.000 personas en los últimos cinco años, con destino a
España, EE.UU., Argentina y Brasil.
Teniendo razón Carlos Jahnsen Gutiérrez, en su estudio “De la miseria del
neoliberalismo Gonista al miserabilismo del cambio masista”, cuando señala
la ausencia de una economía diversificada y la acuciante situación de la clase
media: “Existe el latente peligro que la economía de Bolivia se convierta en
una economía de consumo apoyada sobre un enclave, en vez de que ésta este
apoyada sobre una economía diversificada y productiva como se propuso el
gobierno del MAS a su entrada al gobierno”.
FUENTES BIBLIOGRAFICAS.
OIT. Tendencias mundiales del empleo 2012. Prevenir una crisis mayor del
empleo. Ginebra 22. Suiza.
La relación de trabajo. Una visión global comparativa. OIT. 2011. Ginebra.
Suiza.
Los mercados al servicio del empleo. OIT. Instituto Internacional de Estudios
Laborales. 2011. Ginebra. Suiza.
Situación de los derechos laborales en Bolivia. CEDLA: Silvia Escobar de
Pabón. Bruno Rojas Callejas. 2009.
Más asalariados, menos salario. CEDLA. Silvia Escóbar de Pabón. Bruno
Rojas Callejas.2010.
Situación de los ingresos laborales en tiempos de cambio. CEDLA. Silvia
Escóbar de Pabón. 2009.
Jahnsen Gutiérrez Carlos. De la miseria del neoliberalismo gonista al
miserabilismo del cambio. Crítica a los fundamentos neoliberalesindidgenistas. Hanoi- Vietnam .2011
5