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15/06/2016 Industria Una actualidad negativa y una expectativa positiva que se dilata La actividad industrial acumuló un descenso del 4,7% en el primer cuatrimestre. Con un comportamiento heterogéneo, la proyección de recuperación ya pasó para 2017. Será clave fomentar un “compre nacional” y tener una inserción inteligente en el mundo. Por: Guillermo Gammacurta Con cuatro años de amesetamiento en las espaldas, se preveía que 2016 no iba a ser un buen año para la industria, aunque desde el Gobierno apostaban al segundo semestre como el punto de inflexión. Sin embargo, factores exógenos y endógenos, agravan el presente y postergan el tan ansiado rebote para el año 2017. Según el Centro Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), en abril la industria registró una caída del 5,4% y el primer cuatrimestre culminó con una contracción del 2,3%, que se estira hasta el 4,7%, si se descuenta el crecimiento atípico que registró el complejo de oleaginosas que en el primer trimestre creció el 61,2%. El año pasado estimábamos una caída en torno al 1,5% y ahora estamos más cerca del 2% al 2,5% para fin de 2016. Una caída un poco más fuerte sobre todo por el impacto de los costos energéticos y la situación de Brasil, explicó Diego Coatz, economista jefe del Centro de Estudios de la UIA, en diálogo con Ámbito Biz. Es un comienzo de año con las vicisitudes que nos tocan cada vez que cambiamos de gobierno. Hay cuestiones que lamentablemente no logramos fortalecer para que la economía no tenga tantos cambios bruscos. Con lo cual era previsible un parate, contó Federico Cuomo, vicepresidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires (UIPBA). Mientras el Gobierno busca entretejer con dirigentes de la oposición apoyos para allanar la implementación de su política económica, las medidas adoptadas desde el 10 de diciembre provocaron un enfriamiento de la economía en pos de contener la inflación, lo que derivó indefectiblemente en una contracción del consumo interno. A ello se le suma el sinceramiento tarifario. Este combo se completa con factores externos negativos, como lo son que el comercio internacional está en caída y Brasil en franca recesión, con China con una sobreproducción de bienes e insumos industriales que busca mercados alrededor del mundo, entre ellos el de Argentina. Así las cosas, hay un consecuente impacto en el nivel de actividad industrial. Los empresarios enfrentan un presente negativo, que les complica el día a día, sobre todo en el caso de las pymes industriales. El mayor problema que vemos es la inflación y la suba de las tasas de interés que generó una suba de costos que neutralizó la totalidad de la devaluación que tuvimos, con lo cual el tipo de cambio real está en valores similares a los que teníamos antes de la devaluación. El nivel de tasas, con Lebac que fijan un piso al endeudamiento de las pymes del 33%, impactan tanto en el capital de trabajo de las pymes como en el stock de deuda financiero, analizó Pedro Cascales, secretario de CAME Industrial. En cuanto al impacto del tarifazo, Cuomo sostuvo que fue muy brusco, se han tomado decisiones en términos generales, cuando yo espero un Estado más moderno que trate de identificar mejor al empresariado. Al respecto, Cascales aportó su visión: Que las tarifas había que ajustarlas estábamos todos conscientes que sí, el tema es la forma en la que se hizo y no permite en muchos casos trasladarlo a precios, porque el mercado no absorbe el nivel de incremento. Hay un segmento de pymes que son energía intensivas, ya sea en gas o en electricidad, esas son las más afectadas. Pero los grandes usuarios de energía son las grandes empresas que también a lo largo de los 10 años pasados se han beneficiado con ese precio, entonces la carga no sé si se debería repartir en forma pareja. En cuanto al panorama, la mirada es coincidente en que el horizonte de recuperación se va corriendo, pero se mantiene una mirada alentadora. Hay una expectativa positiva con una realidad negativa. Había un montón de cosas que sincerar, lo que pasa que se sinceró de una forma que genera dudas a la hora de invertir. Ahora la discusión es si el rebote será en el primer semestre del año que viene o el segundo, dijo Cuomo. En el mismo sentido, Cascales afirmó que es cierto que se han postergado ciertas expectativas que se pensaban que se iban a realizar en el primer o segundo semestre de 2016 y se están corriendo al año próximo. Sin embargo, hace poco terminó la FIMAQH que es la feria de máquinas más grande que hacemos en Carmahe y fue un éxito rotundo. En cuanto a los desafíos por delante, Cuomo afirmó que la institucionalidad empresaria tiene que replantearse qué tipo de respaldo les da a sus socios. En parte, hay que dejar de apuntarle al Gobierno y mirarnos hacia nosotros mismos. Los argentinos y los empresarios en particular nos estamos perdiendo la oportunidad de tener tres personas muy influyentes en el mundo: el papa Francisco, Máxima Zorreguieta y Lionel Messi. Cuántas naciones tienen ese poder simbólico para con eso traccionar su producción. Por su parte, Coatz pronostica un rebote para 2017 pero condiciona el nivel de intensidad a una serie de factores. La clave será que con el financiamiento externo se ponga en movimiento otra vez la obra pública y se incentive la inversión privada, y que en algún momento se empiece a recuperar el consumo. Lo más importante es que esta recuperación se dé en un marco en donde haya abastecimiento de bienes industriales porque la situación con Brasil y China hace que si uno no tiene una administración del comercio inteligente y además crea nuevos instrumentos para que las inversiones, en particular las que hace el Estado, sean con bienes y empleo nacional, parte de esta recuperación se va a drenar por importaciones.