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CARTAS AL DIRECTOR
Larga vida a la neuropsicología
José E. García-Albea
Departamento de Psicología. Centre de Recerca
en Avaluació i Mesura de la Conducta (CRAMC).
Universitat Rovira i Virgili. Tarragona, España.
Correspondencia: Prof. José Eugenio García-Albea.
Departamento de Psicología. Universitat Rovira i Virgili.
Ctra. Valls, s/n. E-43007 Tarragona.
E-mail: [email protected]
Aceptado: 05.07.11.
Cómo citar este artículo: García-Albea JE. Larga vida a la
neuropsicología [réplica]. Rev Neurol 2011; 53: 384.
© 2011 Revista de Neurología
En su carta a mi artículo ‘Usos y abusos de lo
«neuro»’ [1], creo que los autores [2] han confundido el target, al considerar que mi escrito
es poco menos que un alegato contra la neuro­
psicología. Respecto a ello, lo primero que intentaría hacerles ver es que, de ser un alegato
contra algo, no lo es, desde luego, contra ninguna (neuro)disciplina en concreto –ni siquiera
contra la ‘neuromagia’, que también merece
un respeto [3]–, sino contra los excesos en suponer que por mucho ‘neuro’ que se le (ante)
ponga a una disciplina, ello vaya a garantizar
una adecuada explicación de los fenómenos
que le conciernen, se trate de la presumible
ciencia de la magia, de la economía o de la propia psicología. Y en segundo lugar, les sugeriría
una nueva lectura del escrito para que pudieran
comprobar con más calma que, precisamente
de la neuropsicología, las referencias que se
hacen van justo en el sentido contrario a lo que
ha debido ser su primera impresión. La neuro­
psicología se toma como referencia obligada
para entender el origen de las ‘neurociencias’ y
como pauta a seguir para su extensión por
otros ámbitos de las ciencias sociales ([1], p.
578). Asimismo, y por la mayor proximidad entre psicología y neurología –mayor que la que
hay, por ejemplo, entre ésta y la economía, la
jurisprudencia o la ciencia política–, se destaca
la importancia de un ‘intercambio productivo’
entre ambas, es de suponer que en el marco
interdisciplinar de la neuropsicología ([1], p. 580).
Por lo tanto, que no cunda el pánico, que la
neuropsicología está bien viva y que más larga
vida le deseamos.
384
La confusión sobre el objetivo principal del
artículo se acompaña de una valoración también confusa sobre mi postura acerca de las relaciones entre psicología y neurología, o, si se
prefiere, de las relaciones entre mente y cerebro. Al final de la réplica, uno no sabe si la crítica se refiere a una supuesta postura dualista
(cartesiana) o a una supuesta postura reduccionista, cosas ambas que, desde luego, son a todas luces incompatibles. Por un lado, se me critica que abogue por una psicología hecha al
margen de la neurociencia (restos del dualismo) y, por otro, que esté supuestamente a favor de reducir la neurociencia a neurología. En
último término, y tras haberme responsabilizado de no tratar a la psicología como una auténtica ciencia (la alusión al tarot no puede ser
más elocuente), parece como si la única salida
científica que me queda es la neurología, que
para mí sería ‘la única y verdadera neurociencia’. ¿En qué quedamos?
Ante tal confusión, trataré de aclarar mi postura, argumentada ya en el artículo y que se
podría resumir en los cuatro puntos siguientes:
– Ni dualismo cartesiano ni reduccionismo y,
por tanto, posibilidad de una psicología científica, compatible con los supuestos materialistas de la ciencia y expuesta a todos los
rigores del método científico.
– Hay distintos niveles de agregación en lo
real, distintos niveles de explicación y distintas ciencias, de ahí la posibilidad de autonomía para la psicología científica.
– Se puede hablar, por tanto, de ‘ciencia de la
mente’ (psicología) y de ‘ciencia del cerebro’
(neurología) como dos disciplinas bien diferenciadas por su objeto, por el método, por
el nivel de explicación y por el tipo de leyes a
que alcanzan.
– Ello resulta compatible con que pueda haber
comunicación e interacción productiva entre ambas disciplinas: en eso se supone que
está la neuropsicología, como proyecto interdisciplinar con una larga y reconocida tradición.
Las consideraciones anteriores no son óbice, sin
embargo, para que se sigan manteniendo las
reservas expresadas en el artículo contra los excesos de la así denominada –en algunos círculos considerados como expertos– cultura neu-
rocientífica o ‘neurocultura’ [4]. Reservas que,
en este caso, podrían hacerse extensivas a la
propia carta de Ruiz-Sánchez de León et al [2],
al dar a entender que no hay psicología científica fuera del marco de la neurociencia. Parece
que, para ellos, defender un nivel propio (y autónomo) para la ciencia psicológica es lo mismo
que caer en el dualismo y tomar la psicología
como una mera ‘rama humanística no científica’. Lo curioso es que también le ponen peros al
hecho de considerar a la neurología como genuina ciencia del cerebro si no es dentro del paraguas multidisciplinar de las neurociencias (¿es
que tampoco se le puede conceder autonomía
explicativa a la neurología?). Y más curioso todavía, que se muestren tan críticos contra la
‘propiedad’ de los dominios científicos y no tengan reparo en aceptar el monopolio de la neurociencia sobre ellos (en este caso, los de la psicología y la neurología). Un ejemplo más de los
abusos de lo ‘neuro’.
Está muy bien lo del trabajo multidisciplinar,
pero no deja de ser sintomático que, más allá
de la colaboración y los buenos deseos, los autores de la carta, al igual que los promotores de
la neurocultura, no se cuestionen en ningún
momento las bases epistémicas de esa actividad multidisciplinar y en qué medida, por ejemplo, se puede considerar al ‘todo’ de la neurociencia como un nuevo paradigma científico,
independiente de lo que puedan aportar cada
una de las disciplinas integrantes. Sinceramente, sería muy de agradecer algo de luz en ese
sentido, rodeados como estamos de tanto avance neurotecnológico. Confiemos en que un desarrollo equilibrado de la neuropsicología nos
permita avanzar algo más en la formulación de
las preguntas relevantes y en la búsqueda de
las respuestas. Así pues, lo dicho, ¡larga vida a
la neuropsicología!
Bibliografía
1.
García-Albea JE. Usos y abusos de lo ‘neuro’.
Rev Neurol 2011; 52: 577-80.
2. Ruiz-Sánchez de León JM, Pedrero-Pérez EJ, FernándezBlázquez MA, Llanero-Luque M. Neurología,
neuropsicología y neurociencias: sobre usos y abusos
de lo ‘neuro’ [carta]. Rev Neurol 2011; 53: 320.
3. Martínez-Conde S, Macknik SL. Magic and the brain.
Sci Am 2008; 299: 72-9.
4. Mora F. Neurocultura. Madrid: Alianza Editorial; 2007.
www.neurologia.com Rev Neurol 2011; 53 (6)