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Hacía un Foro de líderes mundiales que promueve une gobernanza mundial
democrática y una recuperación económica equitativa y sostenible
Enunciado de la sociedad civil internacional
antes de la apertura de la Cumbre 2010 de los líderes del G20 en Toronto
Sumario:
El mundo necesita urgentemente tomar las decisiones democráticas mundiales para poner el sistema
financiero y económico al servicio de la equidad, de la justicia social y económica, de los derechos
humanos y de un medio ambiente sostenible. Un Foro que sea reconocido por todos como legítimo y
creíble será mucho más eficiente para tratar los problemas mundiales críticos.
En ese espíritu, el G20 puede solamente constituir la primera medida. Para lograr un objetivo más
amplio de gobernanza democrática, un G20 tipo de Foro de Líderes mundiales tendrá que incluir la
participación de los países de bajo ingreso. La inclusión inmediata de la Unión Africana, seguida quizás
por otros organismos regionales, sería un paso más adelante hacia un sistema más inclusivo basado
sobre agrupamientos. Tendrá que respetar los principios democráticos de inclusión, representación,
transparencia y rendición de cuentas, y también tendrá que indicar claramente las vías necesarias para
quedarse a la escucha de la voz de los ciudadanos. A largo plazo, es menester que la transición de un
tal foro hacia el proceso de una cumbre democrática de los líderes mundiales se efectúe dentro de la
Convención Marco de las Naciones Unidas.
Contexto:
El mundo ha sido maltratado por una serie de crisis interdependientes y continuas: la crisis alimentaria, la crisis
del petróleo, la crisis financiera, y la crisis del cambio climático. Esas crisis han puesto en evidencia los puntos
vulnerables y los desequilibrios profundamente enraizados en el sistema financiero mundial y en su
gobernanza, y han llevado a los necesarios esfuerzos para emprender la reforma de la arquitectura financiera
internacional existente.
Esos últimos años, numerosas entidades han subrayado la necesidad de tener un nuevo foro multilateral de
líderes para ayudar a gobernar la economía mundial, poniendo de relieve los fallos de las estructuras
existentes. En repuesta a las dimensiones globales de la crisis actual así que a la creciente importancia de
varias economías emergentes, el G8 ha sido transformado en G20 y se ha autoproclamado como el «foro
principal para una cooperación económica internacional». Desde 2008, tres encuentros han tenido lugar a nivel
de jefes de Estado para discutir de las reformas del sistema económico mundial.
Comparado con el G8, esa mayor diversidad de los miembros del G20 agrupa el 65 % de la población mundial
y el 85 % del Producto Interno Bruto mundial. Sin embargo, el G20 se queda un organismo autoseleccionado
que no tiene otro mandato que el suyo propio en lo que se refiere a la economía mundial o a cualquier otra
cuestión. El G20 excluye todos los países de bajo ingreso. En efecto, más de 170 países miembros de la ONU,
de los cuales muchos sufren de repercusiones desproporcionadas debidas a la crisis, no están para nada
representados.
En lugar de traer soluciones para la economía mundial y estimular una recuperación inclusiva y sostenible
como lo habían prometido, los líderes del G20 han preferido inyectar 1100 millares de dólares en esas mismas
instituciones que, por sus políticas comercial, financiera y económica, habían ya exacerbado los impactos de la
crisis, su rapidez y su amplitud. Las reformas han sido superficiales y todos los cambios de orientación del
paradigma económico actual parecen estar más temporarios que efectuados a largo plazo.
Las reformas de gobernanza mundial deben hacerse conjuntamente con un paradigma económico que
promueve a escala mundial la equidad, la justicia y un medio ambiente sostenible, en el cual los gobiernos
cumplen sus obligaciones en materia de derechos humanos y los ciudadanos pueden reivindicar sus derechos.
Para que un grupo de líderes pueda trabajar de una manera eficiente en su forma y de une manera
responsable en su función, tiene que respetar los principios democráticos de inclusión, representación,
transparencia y rendición de cuentas, y también indicar claramente las vías necesarias para quedarse a la
escucha de la voz de los ciudadanos. Un tal foro tiene que ser flexible y razonable en cuanto al nombre de
miembros, mientras se asegura de poder demostrar su liderazgo político frente a los desafíos mundiales. Sus
políticas deben a la vez proteger los intereses de la comunidad mundial en general y tener en cuenta la
diversidad de los países en particular. En definitiva, la constitución de un foro internacional de líderes tiene que
hacerse dentro del contexto donde sea reforzado el multilateralismo en general, y el papel de las Naciones
Unidas en particular.
1 El año 2010 da la oportunidad de asegurarse que las Cumbres del G20 de Toronto y Seúl representen una
fuerza para los cambios democráticos sostenibles en lo que es el modo de gestión mundial. Las
organizaciones abajo firmantes del mundo entero, apelan a todos los gobiernos para adherirse a los principios
y referencias clave, remodelar un nuevo multilateralismo y elevar un foro de líderes verdaderamente mundial.
Etapas clave de un foro de líderes para una cooperación internacional más democrática:
1) Inclusivo de los países más pobres, empezando con la Unión africana. Existe una gran diversidad entre los
países en vías de desarrollo. Brasil, India, China y África del Sur son nuevos actores importantes, pero no se
puede esperar que hablen eficientemente de los intereses de los países subsaharianos, de los países de bajo
ingreso o de los países en desarrollo menos avanzados en otras regiones. La recuperación en estos países
necesita estrategias distintas que reflejen sus realidades específicas. Esas últimas incluyen deudas elevadas,
una gama estrecha de productos a la exportación, industrias básicas más flojas, una población rural
importante, el desafío grave de las enfermedades, más dependencia de la ayuda oficial al desarrollo y
conflictos internos recurrentes. Mientras esos países no se encuentren alrededor de la mesa, los problemas y
las soluciones que serán discutidos no podrán responder a sus necesidades y les faltara credibilidad. Invitar a
la Unión Africana a las Cumbres del G20, en calidad de participante y no en calidad de observador, tiene que
ser la primera medida en 2010. Poco a poco, la representación de los países en desarrollo menos avanzados
tendrá que intensificarse.
2) Representativo en lo tocante a la composición. Aunque pueda ser limitado en nombre de miembros, un foro
de líderes mundiales, para ser representativo, tiene que ser legítimo y creíble. Las diferentes regiones tienen
que comprometerse a través de un sistema de agrupamientos representativos donde la toma de decisiones se
hace por consenso, de una forma similar a las practicas de otras instituciones internacionales, pero con la
diferencia esencial que los países estén libres de escoger a sus propios grupos. La presidencia de cada
agrupamiento tendría que efectuarse por rotación sobre una base periódica.
3) Transparente y responsabilizado. Mientras el G8 empezó a confrontar modestamente los desafíos de la
transparencia y de la rendición de cuentas respeto a las decisiones tomadas (a través de la publicación
pendiente de un más amplio Marco de Rendición de cuentas hacía una mejor transparencia del G8), el centro
del poder se ha desplazado hacia una institución que es todavía menos transparente y responsable. A corto
plazo, el G20 debe poner en marcha medidas que palien a las deficiencias, extendiendo el Marco de
Rendición de cuentas para todos los compromisos del G20, con el apoyo de « grupos de expertos » habilitados
para solicitar y recibir informes externos. El G20 y sus grupos de expertos tendrían que asegurar una mayor
transparencia, estableciendo calendarios de encuentros, listas de participantes y expertos, órdenes del día y
documentos de información y poniéndolos a la disposición del público sobre los sitios de Internet. Un informe
de responsabilización con referencia a la labor de los grupos de expertos tendría que estar a la disposición del
público 30 días antes de la Cumbre anual del G20.
4) Reforzando del papel de la ONU. El G20 necesita posicionarse como un foro que reconoce y refuerza el
papel de la ONU. La cumbre de los líderes tendría que hacer parte de la Convención Marco de las Naciones
Unidas. Recientemente, la Comisión de Expertos sobre el sistema financiero y monetario internacional de la
ONU a solicitado el establecimiento de un Consejo económico mundial de Coordinación dentro de la ONU que
podría servir como modelo. Ese Consejo podría entonces reunirse cada año a nivel de jefes de Estado para
evaluar los progresos, ofrecer su liderazgo sobre cuestiones económicas, sociales y medioambientales, así
como contribuir en asegurar la coherencia y la coordinación de los objetivos estratégicos de todas las mayores
organizaciones internacionales. A medio plazo, ese foro podría reemplazar las medidas ad hoc propuestas más
arriba.
5) Abierto a la sociedad civil. La influencia de los actores no gubernamentales va creciendo en los procesos
internacionales. Las criticas y las proposiciones de la sociedad civil han afectado positivamente la comprensión
de los gobiernos con respeto a los problemas, programas de políticas y métodos de trabajo. La
institucionalización de la evolución de las mejores practicas de dialogo del actual «G8 civil» dentro del G20, así
que alentar a los grupos de expertos descritos arriba a solicitar y recibir propuestas oficiales de la sociedad civil
con vistas a ser examinadas por el G20, serian importantes etapas hacia el progreso. Los gobiernos y los
parlamentos del G20 tendrían también que comprometerse claramente en planificar consultaciones efectivas
con la sociedad civil antes y entre la cumbres.
Si los líderes no consiguen tomar ese viraje, le faltará al mundo el foro eficiente de líderes que él
necesita para encarar la actual crisis y evitar crisis futuras.
2 Primeros signatarios:
Internacional
ActionAid International
CIVICUS
Confederación Sindical Internacional
Global Call to Action Against Poverty (GCAP)
Third World Network
Regional
Arab NGO Network for Development
European Network on Debt and Development, Europa
Nacional
Australian Council for International Development, Australia
BOND, Reino Unido
Both ENDS, Holanda
Bretton Woods Project, Reino Unido
Canadian Council for International Co-operation, Canadá
CRBM, Italia
Halifax Initiative Coalition, Canadá
Global Financial Integrity, Estados Unidos
Institute for Policy Studies, Global Economy Project, Estados Unidos
InterAction, Estados Unidos
International NGO Forum on Indonesian Development (INFID), Indonesia
Jubilee Australia, Australia
Jubilee Debt Campaign, Reino Unido
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