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Grupo Coppan SC Coyuntura Octubre 24, 2005 Migración y fronteras en EEUU: proyecto de ley El martes 18 de octubre el presidente Bush presentó ante el Congreso de Estados Unidos un proyecto de ley para el Department of Homeland Security (DHS) sobre migración y fronteras, que contiene tres componentes principales: mayor vigilancia en la frontera, mayor aplicación de la ley de migración al interior del país y un programa para trabajadores temporales. La propuesta no plantea amnistía. En esta entrega se destacan los elementos más importantes presentados por el presidente Bush, los secretarios Michael Chertoff y Elaine Chao, y la reacción de los congresistas Ted Kennedy y John McCain. George W. Bush “The most solemn duty of the president and the Congress is to protect the American people”. Así comenzó su discurso el presidente Bush el 18 de octubre en la Casa Blanca cuando dio a conocer su nuevo proyecto de ley para el DHS. El proyecto de ley, que deberá ser aprobado por el Congreso, tiene como objetivo central hacer de Estados Unidos un país más seguro. El presupuesto con el que contará el DHS para el año fiscal 2006 será de 30.8 billones de dólares, es decir, se incrementará en 1.8 billones de dólares respecto del 2005. Después de agradecer su presencia a Josh Bolten, el director de la Office of Management and Budget, a John Negroponte, a Peter Gross, y a algunos congresistas, Bush sentenció: “para defender a este país tenemos que reforzar nuestras fronteras; cuando nuestras fronteras no son seguras, los terroristas, traficantes de drogas y criminales, encuentran muy fácil venir a Estados Unidos.” Para proteger a los estadounidenses el presidente Bush afirmó que es necesaria una estrategia clara. Los componentes de su estrategia son: • Reforzar la seguridad a lo largo de las fronteras para detener el ingreso ilegal de las personas. En palabras del Presidente, “we got to stop people from coming here in the first place”. • Mejorar su habilidad para encontrar y aprehender a los inmigrantes ilegales que han cruzado la frontera. • Trabajar para asegurar que aquellos que son capturados, regresen a sus países de origen lo más pronto posible. Desde que el Bush tomó posesión, se han incrementado los fondos para la seguridad fronteriza en un 60% y se han contratado más de 1,900 nuevos agentes para la Border Patrol. También se han introducido nuevas tecnologías para facilitar la labor de los agentes y se han tomado acciones en el área de infraestructura física, como lo demuestra la construcción de una barda en San Diego de 14 millas (más de 22 kilómetros). El nuevo proyecto de ley proporciona 2.3 billones de dólares para la 2 Border Patrol y 3.7 millones de dólares adicionales para el Bureau of Immigration and Custom Enforcement, que servirán para contratar 100 agentes más y a 250 investigadores. Este proyecto de ley se encamina a lograr un claro objetivo: regresar a cada inmigrante ilegal, sin excepciones. Debido a que el 94% de los inmigrantes ilegales capturados en el FY 2005 son mexicanos (900,000), la estrategia debe ser diferente a la que se aplica a los no mexicanos. Generalmente los mexicanos son capturados y devueltos a México por las ciudades fronterizas, lo que facilita su re-ingreso a EEUU. La estrategia planteada busca expandir el programa denominado “repatriación al interior”, que consiste en utilizar aviones y autobuses para devolver a los migrantes a sus comunidades de origen, con el fin de dificultar su re-ingreso a Estados Unidos. Dentro de este proyecto de ley se contempla un programa de trabajadores temporales. El Presidente señaló que los inmigrantes juegan un papel importante en la economía de EEUU al ocupar puestos de trabajo que los estadounidenses no desean. Sin embargo, este programa es uno de los varios que integran el proyecto de ley que tiene como objetivo central reforzar la seguridad de los Estados Unidos. Michael Chertoff, Secretario del Departamento de Seguridad Interior Horas antes el secretario del DHS, Michael Chertoff, expuso ante el Congreso la necesidad de acciones duras para reducir los incentivos a las inmigración ilegal, mediante los tres pilares centrales de la estrategia: mayor control en la frontera; fortalecimiento en la aplicación de las leyes de inmigración al interior y el establecimiento de un Programa de Trabajadores Temporales. La efectividad de los primeros dos pilares (la seguridad fronteriza y el fortalecimiento de la ley al interior) está vinculada con la creación de un PTT funcional. Con el PTT se busca hacer frente a la tensión entre dos cuestiones del sistema actual de inmigración: la alta demanda de los empleadores estadounidenses por estos trabajadores, y una participación activa de alrededor ocho millones de trabajadores indocumentados en la economía estadounidense. Un PTT bien diseñado proveería los canales legales a los empleadores y a los trabajadores extranjeros para satisfacer las necesidades de la economía estadounidense, sin dejar en desventaja a los trabajadores nacionales. La fórmula para tener el control de la frontera es un PTT bien diseñado junto con un régimen de aplicación de la ley, pero esto último no debe esperar a que se concrete un PTT. Chertoff mencionó las operaciones para el fortalecimiento de la aplicación de la ley que se han tomado hasta ahora, y subrayó la importancia de incrementar los recursos del DHS, sobre todo para el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. Señaló que los huracanes Katrina y Rita han acaparado la atención, pero que las labores de fortalecimiento se han mantenido, al igual que nuevas iniciativas de seguridad fronteriza (menciona las acciones que el gobierno estadounidense ha realizado). Asevera que las herramientas clave para el control de la frontera son el buen uso de la tecnología, la infraestructura y el personal. La seguridad fronteriza se ha enfocado en la detención de aquellos que cruzan la frontera, pero para dar seguridad a Estados Unidos y para que el sistema legal de inmigración permanezca íntegro, se requiere que el número de deportaciones sea, por lo menos, equivalente al de las detenciones. Señaló que vez que las detenciones son hechas, el inmigrante ilegal debe ser retenido hasta ser 3 deportado. En este sentido, destacó que la política de “catch and release” debe ser eliminada completamente para convertirse en una de “catch and return”. De manera anticipada a la creación del PTT, se buscará reforzar el monitoreo de los lugares de trabajo para garantizar que los empleadores que están actualmente violando la ley, sean sancionados. También se buscará dar a los empleadores mayores herramientas para detectar el estatus legal de sus empleados. Elaine Chao, Secretaria del Departamento de Trabajo La Secretaria del Trabajo destacó la propuesta del Presidente Bush de enero del 2004 que incluía los principios que deben guiar una reforma migratoria integral: proteger el territorio controlando las fronteras; contribuir a la economía nacional colocando a un trabajador dispuesto con un empleador que lo necesita; proteger los derechos de los inmigrantes legales; crear incentivos para que los trabajadores regresen a su país de origen; y la oportunidad de incorporarse a un programa de trabajadores temporales. La propuesta no contempla la posibilidad de amnistía. En la visión del ejecutivo un programa de trabajadores temporales basado en estos principios traería grandes beneficios: una patria más segura y una economía más próspera. De acuerdo con la secretaria Chao un programa de estas características es necesario como un componente integral para la seguridad del país y para el control fronterizo, ya que dicho programa permitirá un proceso legal y viable para la contratación de trabajadores extranjeros. El plan de reforma del Presidente reconoce que los trabajadores extranjeros llegan al país por las oportunidades económicas y que encuentran empleo porque en muchos sectores importantes de la economía hay escasez de mano de obra o no hay interés por parte de los trabajadores nativos en realizar dichas tareas. Señaló que el actual sistema de contratación y admisión de trabajadores extranjeros es complejo y complicado tanto para los empleadores como para los trabajadores. En este sentido destacó que el plan del Presidente busca resolver los problemas existentes al mejorar el proceso mediante el cual los trabajadores puedan responder en forma eficiente y legal a la demanda de los empleadores cuando los nativos no ocupen esos empleos. Este programa permitiría que los inmigrantes indocumentados, que actualmente trabajan en la economía informal, puedan trabajar en la economía formal. Sin embargo, esto no debe considerarse como una vía automática para la obtención de la residencia o ciudadanía por parte de los trabajadores temporales participantes en el programa. Gracias a la avanzada tecnología, los trabajadores tendrían la documentación de su visa que les permitiría ser elegibles para trabajar. Los empleadores tendrían acceso a un sistema que les permita revisar la identidad de los trabajadores potenciales. Por otro lado, los trabajadores tendrían una tarjeta biométrica, infalsificable, que les permitiría cruzar las fronteras del país hasta que expire su permiso. El programa requiere el regreso de los trabajadores a sus países de origen después que haya concluido el periodo de trabajo. De igual forma se prevé la participación de organizaciones privadas para la búsqueda y contratación de los trabajadores temporales por considerarse más adecuadas ante este desafío. Ted Kennedy - John McCain Los congresistas establecieron que el Congreso debe tratar lo más pronto posible los problemas y retos del fracturado sistema de inmigración y que esta 4 problemática se debe abordar con un enfoque integral. Señalaron que especialmente en estos tiempos difíciles, el sistema de seguridad nacional y el crecimiento económico son demasiado importantes para aprobar componendas a medias que parecen y suenan duras, pero que en realidad no ofrecen ni mayor protección ni soluciones a la migración. Los senadores afirmaron que ninguno de los esfuerzos hasta la fecha realizados han sido exitosos para frenar la inmigración ilegal. Esto, por la simple razón de que las empresas estadounidenses, con el objetivo de reducir costos y optimizar ganancias, han hecho de la contratación de trabajadores ilegales una práctica. Esa cultura de la ilegalidad se ha insertado profundamente en la sociedad estadounidense, a grado tal que arrancarla ahora provocaría un daño irreparable a la economía. Señalaron que los estadounidenses demandan leyes migratorias justas y efectivas que realmente puedan ser aplicadas, aumenten su seguridad, respeten sus ideales y honren su herencia como nación de inmigrantes. De modo que, la mejor manera de ayudar a todos los trabajadores, es eliminando la cultura de la ilegalidad que mina los salarios y las condiciones laborales de todos los trabajadores. La propuesta abarca tres temas principales: la seguridad nacional (los inmigrantes ilegales representan una amenaza), la frontera (tiene que incluir un programa de trabajadores temporales), y qué hacer con los individuos que ya viven y trabajan ilegalmente en territorio estadounidense. Un mejor control de la frontera y un mejor trato al inmigrante son cuestiones afines y ambas son necesarias. El senador Kennedy aseveró que una diferencia importante de la propuesta de ley que presentó junto con McCain, es que México y Centroamérica deben involucrarse. Hasta la fecha no han estado involucrados en ninguna de las reformas migratorias. Afirmaron que México debe ser visto como un socio y señalaron: “vamos a luchar por esta reforma y tal vez logremos conseguirla. Sin embargo, a menos de que tengamos el apoyo de un gobierno mexicano activo, así como el de los países centroamericanos, será difícil lograrlo.” Señalaron que sus metas son consistentes con las propuestas del presidente Bush: sacar a los inmigrantes de la oscuridad, cerrar los mercados negros y reestablecer el Estado de derecho en sus fronteras y comunidades. Sin embargo, añadieron que para agotar la oferta que viene de fuera hay que tener una propuesta viable para empleadores y trabajadores. Si una persona tiene una vacante y no es tomada por un ciudadano estadounidense, entonces alguien de otro país debe tener la posibilidad de ir a la embajada de Estados Unidos en su país, obtener una tamperproof card y venir a cubrir ese trabajo. El senador Kennedy sentenció: “nuestro proyecto de ley ofrece una alternativa real…..ofrecemos planes sensatos para alentar a los trabajadores indocumentados a que obtengan permisos de trabajo y se ganen un estatus legal. Pagarán una multa considerable y tendrán que pasar por revisiones rigurosas de seguridad y de antecedentes penales. Todos aquellos que quieran un estatus legal deberán pagar impuestos, aprender inglés, tener un historial de trabajo estable, mantenerse alejado de problemas y esperar su turno.” Esto último significa abrir vías a la regularización para aquellos que ya se encuentran en Estados Unidos. Ambos senadores subrayaron que un esfuerzo bipartidista es esencial para alcanzar una reforma integral.