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H
Octubre
30
Domingo
Diario editado por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en
Nicaragua / Edición 1021 Año 4 / [email protected] /
@ChavezViveNews / Teléfono: +505-22760266
oy, tras amplios debates y diligencias, la oposición venezolana aceptó dialogar con el Gobierno Nacional.
Al menos, parte de ella se sentará en
una mesa de diálogo, impulsada por el
Gobierno de Nicolás Maduro y avalada
por la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur) y El Vaticano.
El momento del diálogo es oportuno.
Sectores ultraconservadores insisten en
sacar del poder a Maduro, y anunciaron
una marcha hacia Miraflores este 3 de noviembre.
Algunos de los principales activistas de
la oposición se autoexcluyeron del diálogo, y no acudirán a la mesa.
El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que asistirá y estará al frente
del diálogo.
Los últimos siete días, definitivamente,
han sido intensos en Venezuela.
Un sector trabaja, pero el otro conspira.
Hora
de trabajar
ANÁLISIS
ChávezVive
S
an Jacinto es una barriada ubicada al norte de Maracaibo, capital
del petrolero estado Zulia, al occidente venezolano.
En el sector 10, de ese barrio, se
conoce la noticia. En una de las residencias del sector, las bases sociales
que sostienen al Gobierno de Nicolás
Maduro, empacan un kit de alimentos
que serán vendidos en la comunidad.
El kit tiene un valor de 5 mil bolívares, y contiene una serie de productos
de primera necesidad. Esos mismos
productos, en el mercado especulativo que impera en el país, tienen un
costo que supera los 40 mil bolívares.
La economía venezolana está distorsionada, y la única forma de obtener
alimentos, a precios alcanzables por
la mayoría, es a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), que fueron activados
el Gobierno Nacional para acabar con
el mercado especulativo, aún, una de
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sus tareas pendientes.
Ayer, el Clap se desplegó en San Jacinto. Lo mismo ocurría, de manera
simultánea, en buena parte del país.
Según el más reciente reporte de Hinterlaces, el 53% de los venezolanos
aseguran que se benefician con este
sistema directo de abastecimiento
que, en julio, activó el Gobierno de Nicolás Maduro.
La caída, en más de 70%, de los precios del crudo, no ha impedido que el
Gobierno mantenga una amplia política social a pesar de contar con una
economía que depende, casi exclusivamente, de la renta petrolera. El 97%
de los dólares que produce la economía venezolana, provienen del mercado de hidrocarburos.
Durante los últimos dos años, con el
desplome de los precios del crudo, los
ingresos mensuales al país disminuyeron, de 3 mil millones (enero 2014)
a 77 millones de dólares (enero 2016).
ANÁLISIS
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M
aiquetía. Jueves 20 de octubre. La caravana presidencial arriba al aeropuerto, y se despliegan todos los dispositivos de
seguridad.
El tren ministerial y el Alto Mando militar de
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, habían llegado mucho antes, para despedir al
Presidente de la República, Nicolás Maduro.
El Mandatario venezolano iniciaba una gira
por cuatro naciones productoras de petróleo, para presentar un plan que busca concretar un acuerdo entre países Opep y No
Opep.
La gira contempla encuentros con las altas
autoridades de Azerbaiyán, Arabia Saudita,
Irán y Qatar.
Un par de horas antes, el Consejo Nacional
Electoral (CNE) venezolano había decidido
acatar las sentencias emitidas por tribunales penales en el país, y postergó el proceso
de activación de un referendo revocatorio.
Un gigantesco fraude, cometido por la Mesa
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de la Unidad Democrática, coalición de partidos ultraconservadores, obligó a una investigación y a la suspensión temporal del
proceso refrendario.
Un sector de la población repudió la decisión
del CNE. Otro amplio porcentaje manifestó
su apoyo. No es noticia decir que en Venezuela existe una polarización, en términos
políticos.
Azerbaiyán fue el primer destino de Maduro.
En Bakú, su capital, el Presidente venezolano concretó acuerdos políticos, energéticos,
económicos y agroalimentarios.
Una agenda similar cumplió Maduro en
Riad, Doha y Teherán.
Caracas calificó la agenda como exitosa y,
parte del pueblo, lo apoyó. Sin embargo,
no toda Venezuela lo celebró. Durante los
cuatro días de esa gira presidencial, estuvo
conspirando la cúpula política que adversa
al Gobierno Nacional.
Presidente Nicolás Maduro reunido con su homólogo iraní Hasán Rouhaní.
Presidente Nicolás Maduro recibido por el mandatario de Azerbaiyán
Ilham Aliyev.
Presidente Nicolás Maduro recibiendo honores a su salida del aeropuerto
de Maiquetía.
Presidente Nicolás Maduro reunido con altas autoridades de Arabia Saudita.
ANÁLISIS
ChávezVive
C
aracas. Domingo 23 de octubre.
El Parlamento nacional convocó a
una sesión urgente para analizar vías factibles que faciliten, a su entender, el término
del mandato de Nicolás Maduro. En otras
palabras, viabilizar un golpe.
“Espero que no se vuelvan locos”, advirtió
el Primer Mandatario venezolano, Nicolás
Maduro, antes de esa sesión.
Ese domingo, el Parlamento decidió abrir
un juicio político e iniciar la destitución del
Presidente por un supuesto abandono del
cargo. Una opción que no es viable dentro
del marco constitucional.
La jornada sólo sirvió para crispar, aún
más, a los sectores políticos venezolanos.
“Pretenden dar un golpe parlamentario”,
advirtió Héctor Rodríguez, jefe de la bancada gubernamental en la Asamblea Nacional.
“El golpe lo dio el Gobierno al impedir el referendo”, expuso Henry Ramos Allup, Presidente del Parlamento.
En este contexto, poderes fácticos internacionales cumplieron roles precisos. El Se-
Correo: [email protected]
cretario General de la OEA, Luis Almagro,
solicitó la garantía de los derechos públicos
y la institucionalidad en Venezuela.
Hay que leer bien el discurso de Almagro y
de otras instancias internacionales, porque,
“garantizar los derechos públicos y la institucionalidad”, significa, en su real contexto,
sacar a Maduro del poder y colocar un gobierno de transición, advirtió la doctora Marianela Urdaneta, experta en el análisis de
discurso político.
Washington está impartiendo directrices y
financia la subversión en Venezuela, alertó
el alto mando político del Partido Socialista
Unido de Venezuela.
“El Parlamento está activando un golpe,
pero, la prensa privada, describe ese accionar golpista como algo necesario y legal
para alcanzar una verdadera democracia”,
explicó la semióloga Johana Castillo.
Un sector de la población apoya al Parlamento. El otro sector, amplio y activo, no.
El pueblo chavista no soportó que el parlamento arme un golpe de estado
y forzó las entradas del parlamento para dar una respuesta política.
Parlamentarios opositores corrieron a resguardarse, luego que parte del
pueblo entrara a la Asamblea Nacional.
El alcalde Jorge Rodríguez tomó la voz en las afueras de la Asamblea Nacional, para calmar al pueblo.
Hector Rodríguez, jefe de la bancada revolucionaria, conversó directamente con el ultraconservador Henry Ramos Alluo, presidente del parlamento.
ANÁLISIS
ChávezVive
C
aracas. Miércoles 26 de octubre.
La oposición, una vez más, convocó
varias movilizaciones en las principales capitales del país, y los cuerpos de seguridad
del estado elevaron sus alertas ante posibles escenarios violentos.
Focos terroristas ya habían sido activados,
48 horas antes, en Mérida, San Cristóbal,
Maracaibo y algunos sectores de la capital
venezolana.
Ese miércoles, múltiples comercios no
abrieron, por precaución. Algunas rutas de
transporte internas laboraron a medias, en
la capital.
El Nacional, La Patilla, El Pitazo, Dólar
Today, Runrunes, entre otros portales informativos en tiempo real, instaban a salir
a la calle para sacar al Gobierno. Un trabajo similar hizo la prensa privada en abril de
2002, cuando lograron tumbar al Presidente
Hugo Chávez.
En 2002, francotiradores golpistas asesinaron 17 personas con certeros disparos en
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la cabeza.
El miércoles, grupos ultraconservadores
asesinaron un policía e hirieron a otros, en
el este de Caracas.
Las autoridades nacionales reportaron
destrozos en varias capitales, y admitieron
abuso policial en San Francisco, uno de los
21 municipios que conforman el estado Zulia, región fronteriza con Colombia, ubicada
al occidente de Venezuela.
Ningún dirigente opositor se hizo responsable del llamado a tumbar al Gobierno. Lo
mismo ocurrió en 2002.
En horas de la tarde, la oposición convocó
a una huelga general para paralizar el país.
El llamado a la huelga fue un fracaso. El
país no se paralizó.
Los últimos siete días ejemplifican la realidad real venezolana. Un sector del país,
conspira, sabotea y golpea, mientras que,
el otro, trabaja. En San Jacinto, durante ese
lapso, estuvieron preparando los kit. Esos
que ayer fueron vendidos en la comunidad.
Créditos
Escrito por: Arlenin Aguillón
Fotografías: AVN/Agencias
Diseño y montaje: Diario Chávez Vive