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VOCES
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EL NUEVO DÍA
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EL NUEVO DÍA
MIÉRCOLES, 25 DE ABRIL DE 2007
DESDE WASHINGTON
Consulte el weblog de José A. Delgado que
responde al título de “Deshojando margaritas”.
MIÉRCOLES, 25 DE ABRIL DE 2007
EDITOR: FRANCISCO VACAS
[email protected]
MIGUEL A. SOTO CLASS
DIRECTOR EJECUTIVO
DEL CENTRO PARA LA NUEVA ECONOMÍA
Confusión
G
ran parte del trabajo del Centro para la Nueva
Economía en los últimos meses ha sido presentarle al
público la realidad sobre las finanzas del Gobierno de
Puerto Rico. Nuestra intención en ese proceso es que
logremos aceptar que tenemos un serio problema de tal
manera que podamos, con generosidad y sabiduría, enfrentarlo y desarrollar acciones concertadas para solucionarlo de una vez y por todas.
No es fácil llevar a cabo esta iniciativa. Resulta incómodo en
un ambiente tan politizado como el nuestro, llevar la contraria
cuando lo que quisiéramos es ampliar la información, explicarla mejor. Nuestros números irremediablemente no se
explican igual que los oficiales y tenemos que mostrarlo así.
Resulta imperativo explicar por qué estamos en la misma situación en esta época que el año pasado. Después de
doce meses, el IVU, la reforma contributiva y todo lo
demás, no hemos logrado mucho. Estamos donde mismo
empezamos. De hecho, peor.
Más aún, enfrentamos ahora una serie de improvisaciones
de nuestros políticos para tratar de subsanar el embrollo en el
que se encuentran.
El deterioro en la situación económica ha sido acelerado. Se
han conjugado varios elementos, la mayoría de los cuales han
sido autoinfligidos, para posicionarnos en la crisis actual.
La realidad es que no estamos pensando a largo plazo.
Estamos en un proceso de sobrevivir año a año y así no se
dirige un país. El cuco aquí no es un posible cierre del
Gobierno. La verdadera tragedia es la impunidad con la cual
se ha llevado a Puerto Rico a la crisis actual.
¿Qué será diferente el año que viene? Si no logramos controlar los gastos, el problema seguirá. Si no dejamos de
aumentar los impuestos y contribuciones, el problema seguirá. Y si no empezamos a ser transparentes con las finanzas
del país, el problema seguirá y empeorará.
¿Realmente será el gobierno compartido responsable del
fiasco fiscal en el que nos encontramos? ¿Acaso no habitarían
las mismas fallas en una administración donde el partido de
Gobierno arropara la Legislatura? ¿Acaso siendo así, nos
enteraríamos de muchas menos cosas porque no habría a
quien culpar?
Tampoco creo que el problema sea una falta de ideas y
estrategias. Puerto Rico es el país más estudiado. Se han
sugerido un sinnúmero de iniciativas para lidiar con la crisis
sin poner parchos. Nosotros publicamos el año pasado una
lista de recomendaciones para subsanar la crisis fiscal. Algunas de las mismas se adoptaron, pero para comenzar en el
2009. Otras se ignoraron.
Entonces, ¿cual es el problema?
A mi entender el problema es que al momento no hay
ninguna razón que obligue a los políticos a cambiar su actitud. Como los temas económicos son inherentemente difíciles de entender, proveen una excelente oportunidad para
distorsionar y opacar. Y al fin y al cabo, nadie entiende nada,
todo se queda igual y resolvemos un tiempo en lo que se
“resuelven” las elecciones.
Si no fuera por las agencias clasificadoras de crédito, como
Moody’s y Standard & Poor’s, nunca nos enteraríamos de la
condición fiscal de país. Eso no debe ser así. Aunque estas
agencias clasificadoras juegan un rol importante en nuestra
economía, debería ser a nosotros los ciudadanos a quienes se
le rindan cuentas, y nosotros los que le diéramos una clasificación al Gobierno.
Es por esa razón que el Centro para la Nueva Economía ha
decidido viabilizar un nuevo programa con dos objetivos
principales que muy pronto se dará a conocer.
Primero, será un organismo permanente para analizar y
fiscalizar las finanzas de Puerto Rico y desarrollar estrategias
y soluciones a los retos que enfrentamos.
Segundo, será una iniciativa que incluirá en su misión la
educación al público sobre los temas económicos y fiscales, de tal manera que sea el propio pueblo el que le
exija a su Gobierno las acciones necesarias para crear una
economía saludable.
Ahora Puerto Rico contará con una fuente de información
independiente, confiable y de alto rigor empírico.
Ahora nadie podrá confundir al pueblo.
■ LO DIJO ASÍ
“Soy conocida por cambiarles los nombres
a mis estudiantes. a Juan, desde el primer
día de clases, lo llamé Ángel. Y es que era
un ángel”
DOMINIQUE FORINA
PROFESORA DE ITALIANO Y HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA
Al recordar al estudiante puertorriqueño de esta institución hasta el 2005
Juan Ramón Ortiz, abatido en la matanza de Virginia Tech.
“Rechazaré con fuerza cualquier
cronograma artificial para el retiro y que
los políticos de Washington intenten
decirles a los que usan uniforme cómo
tienen que hacer su trabajo”
GEORGE W. BUSH
PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS
Al reaccionar al anuncio del líder de la mayoría demócrata en el Senado,
Harry Reid, de que el cuerpo se apresta a emitir legislación para la
evacuación de tropas de Irak.
Aumento
injusto
JOSÉ LORENZO HERNÁNDEZ
CATEDRÁTICO DE LA UPR
L
a UPR evalúa un alza permanente de matrícula que impactará su política de accesibilidad y
gravará a las nuevas generaciones.
En el 2004, matricularse a quince créditos costaba $970 anuales, tres años
después pagamos $1,344 (un incremento de $374 que equivale al 39%). Con la
fórmula propuesta, en siete años pagaremos el doble, $1,920 (un 98% más
que en 2004). Además hay que contar
con que el 9.6% de nuestras contribuciones se destinan a la UPR.
Para una estudiante que se hospeda
con estrechez, el costo de estudios (libros y otros gastos) es de $11,000 anuales. Si es muy pobre, la Beca Pell le
provee $4,050, y sus padres tendrán que
completar con $7,000.
Por ello, la fórmula del alza tronchará
las posibilidades de miles de jóvenes
talentosos que no podrán costear la matrícula de la universidad pública.
Esto hace que el alza sea contraria a la
misión social de la UPR según consagrada en la ley de la institución. En el
1966 el ELA consagró una porción fija
de sus recaudos para el sostenimiento
de la universidad “para que toda la población apta… pueda recibir educación
de la mejor calidad… al menor costo
posible” (Exposición de motivos,
Ley #2 del 1966).
Las aportaciones que el Estado destina para que la universidad provea una
educación de excelencia, accesible para
todos y “al menor costo posible” han ido
aumentando de 7.80% en 1968 hasta
9.6% en 1995.
Esto ha permitido que el sistema amplíe sus ofrecimientos y mantenga su
competitividad académica.
Asimismo, como ilustra el Informe del
Comité Asesor (CAFI), la aportación
gubernamental aumentó 8% en el 2004,
y un 9% en el 2005.
Esto amortigua el impacto inflacionario, a pesar de que éste es menor del
5% en la principal materia prima de la
educación, el personal.
No se justifica, pues, el alza permanente en la matrícula.
Radicación
electrónica
BRIAN HARRISON
TEÓLOGO CATÓLICO
JUAN A. NAZARIO
CPA
¿Uniones compartidas?
L
os señores obispos católicos de Puerto Rico han
presentado una propuesta innovadora para la revisión del Código Civil: sustituir las “uniones de
hecho”, previstas en el actual borrador, por el nuevo
concepto jurídico de “unión compartida”, definida como
“dos o más personas que residan bajo un mismo techo,
existiendo entre ellas un conjunto de derechos y deberes
que nacen de la vida en común o de un pacto expreso”.
Tales “uniones compartidas” gozarían de algunos nuevos
derechos y beneficios, pero no tantos como los proyectados
hasta ahora para las “uniones de hecho”. La primera ventaja
anticipada por nuestros obispos sería la protección del justo
y necesario status privilegiado del matrimonio. Además, se
evitaría toda clase de discriminación injusta, ya que los
nuevos (pero menos extensos) derechos para “uniones
compartidas” serían concedidos no sólo a parejas “afectivas” sino también a dos o más personas unidas por el
simple parentesco, amistad o fraternidad.
Muy bien. Pero ciertas preguntas ya están circulando entre
muchos católicos y otros ciudadanos. Por ejemplo, ¿cuántos
y cuáles serían los nuevos derechos y beneficios a ser
concedidos a toda “unión compartida”? ¿No existe el pe-
L
ligro de que cualquier nuevo beneficio sustancial otorgado
a parejas afectivas no casadas (heterosexual u homosexual),
aunque fuera extendido simultáneamente a otras “uniones”
moralmente rectas, pudiera sentar un precedente para la
futura reclamación de otros beneficios? ¿Y ese proceso no
llevaría poco a poco el concubinato y a las relaciones homosexuales -y hasta polígamas- hacia el mismo status social
y legal del matrimonio? Dado que la conservación íntegra
del status privilegiado de dicha institución es el objetivo
primordial de nosotros los católicos (y de muchos otros
creyentes en la ley natural), ¿no sería más lógico y eficaz
perseverar con nuestra estrategia existente, abogar tenazmente por la simple retención de la ley vigente, oponiéndonos a toda clase de nuevo beneficio legal para personas no
casadas viviendo juntos (sin o con intimidad sexual)?
Una vez conseguido dicho objetivo, ¿no desaparecería
automáticamente toda necesidad de reconocer “uniones
compartidas”? Pues no existiría entonces ninguna “discriminación” contra personas unidas bajo el mismo techo
por el simple parentesco, amistad, etc. (Bajo la ley vigente,
tales grupos no se están quejando de injusticias ni reclamando nuevos derechos de clase alguna).
SAMUEL GONZÁLEZ
EX DIRECTOR DE PARQUES NACIONALES
El cuco
C
uando era pequeño los adultos tenían un personaje
para intimidar a los niños. A ese personaje, nunca le
conocimos rostro ni sus características físicas. Si era
negro o blanco, alto o bajo, flaco o gordo. La mera evocación
de que por ahí viene o se acerca, era suficiente para
hacernos entrar a la casa. Nunca vi el tan temido cuco.
Era otro Puerto Rico, una vida distinta en el barrio con
un pobre alumbrado. La oscuridad y el respeto eran
aliados perfectos para darle credibilidad a la palabra y
sentir el miedo o simplemente vivir una de las etapas
más hermosas, la inocencia.
Por años pensé que el cuco ya era cosa del pasado. Sin
embargo, en los últimos años lo he visto resucitar. O, mejor
dicho, encarnarse en otros personajes. O, pensándolo bien,
posiblemente sea algún pariente o descendiente de él.
Ese pariente ha sido bautizado como la crisis fiscal, descuadre en el presupuesto hasta el cierre gubernamental. En
el pasado, la existencia del cuco se garantizaba con la
oscuridad y la inocencia. Hoy sus parientes se mantienen
vivos por el abuso y la politiquería.
Pero también hay otras diferencias, aquellos que nos asustaban con el cuco, nos querían, protegían y convivían con
nosotros. Hoy los que nos asustan, intimidan con los parientes del cuco, nos saquean y viven en un mundo distinto
al del trabajador, al ciudadano que ve cerrar su fábrica, al de
la madre desesperada que necesita miles de dólares para la
operación de su hijo.
Un mundo distinto al del anciano abandonado, al del
paciente de Centro Médico sin cuarto.
Es cierto, ya no existe la oscuridad, por la ausencia de
lumbreras o faroles que había en mi vecindario.
Hoy el miedo llega por la oscuridad del desconocimiento,
producto de la ignorancia y del estrabismo de nuestra realidad social que provoca el fanatismo político. Confío que el
próximo viernes, el Gobernador en su mensaje no me hable
más del cuco.
• Para que la colaboración de un
lector sea evaluada para publicarse en la sección “Voces” no
debe superar las
300 palabras.
• Enviar por fax:
(787) 641-3147
• Por e-mail:
fvacas@
elnuevodia.com
perspectiva@
elnuevodia.com
uego del proceso de planillas,
algunos contribuyentes han expresado insatisfacción con el
proceso de su radicación electrónica.
La radicación electrónica depende de
dos procesos completamente independientes: la transmisión desde el programa utilizado para preparar su planilla y la recepción de la planilla en
Hacienda. Para que exista una radicación efectiva, ambos componentes deben estar operacionales.
También el contribuyente debe cumplir con unos requisitos establecidos
por Hacienda. En caso de que el servicio de recepción en Hacienda no permita radicar electrónicamente, el programa le permite al usuario imprimir la
forma para radicarla en papel.
Aunque este año Hacienda certificó
varios programas para la radicación
electrónica, TaxMania es el único que
trabaja 100% a través de Internet. O sea,
que no hay que hacer ningún tipo de
“download” para utilizarlo.
Ya desde el 2001, Computer Expert
Group había desarrollado el programa
de “Planillas en línea” que proveía Hacienda y que fuera utilizado los años
contributivos 2002, 2003 y 2004.
Aunque existe un acuerdo entre
Hacienda y los proveedores certificados para proveer la planilla corta libre
de costo a los contribuyentes, TaxMania permite a los usuarios de planillas
largas evaluar el producto antes de
comprarlo.
Durante el periodo contributivo, TaxMania estuvo operacional el 100% del
tiempo gracias a la infraestructura provista por el Data Center de Centennial
Business Solutions.
Para el año contributivo 2006, TaxMania satisfizo las necesidades de
más de 10,000 usuarios. Más de la
mitad utilizaron el programa libre de
costo y más de 2,000 usuarios radicaron exitosamente sus planillas
electrónicamente.
Para apoyo técnico, TaxMania le facilita al usuario ayuda con el producto desde la misma página del programa. Además, CEG proveyó asistencia vía email y teléfono en horario
extendido durante el periodo contributivo hasta la medianoche del día de
radicación.