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¿Señor Jesús, qué espera de mi?
Vencer juntos Rusia y China
tras vitrificar Siria e Irán.
YES, WE CAN!
Si Alemania es el único país que resiste a la crisis del
euro, es porque su economía está sólidamente
implantada en Rusia. Nord Stream, la nueva
autopista del gas ruso, es su mejor ilustración. De
modo que es eso lo que se debe aniquilar, para aislar
Alemania y destruir su economía. La manera de
llegar a ello es de una sencillez extrema: lanzar una
bomba atómica encima de Damasco y Teherán, y
proclamar el Estado de urgencia en Francia, que
tendría como consecuencia anular las próximas
elecciones presidenciales, perdidas de antemano,
para Nicolas Sarkozy. Es obvio que Rusia no se
quedará de brazos cruzados y replicará cerrando sus
fronteras y cortando el gas a North Stream y a
Europa, privándola de este modo de un valioso
recurso, para relanzar una economía que el Palacio
del Elíseo ha decidido aniquilar, con el fin de destruir
el euro para siempre. Peor todavía, Alemania se verá
en la obligación de levantar un ejército, para luchar
contra Siria e Irán, junto a Israel. Será el final de la
prosperidad alemana y de la Unión Europea. A partir
de aquí, todos los escenarios son posibles, porque
Alemania deberá también pronunciar el estado de
urgencia. Se verá en la obligación de entrar en guerra
contra Rusia, junto a Israel. El objetivo de la
operación, en la visión del Elíseo, será de incitar al
pueblo ruso a derrocar el poder, como sucedió en
Libia, Túnez y Egipto. Damasco y Teherán serán de
este modo, dos nuevos campos de batalla, contra
Moscú que deberá movilizar sus ejércitos. ¡Porque
Rusia no tendrá otra elección, si quiere sobrevivir!
La "revolución" en Libia no ha sido más que el fruto
de una vulgar manipulación, iniciada por Israel, con el
apoyo sin vergüenza del filósofo judío Bernard Henri
Lévy, agitador sionista sin escrúpulos, que se ha
jactado de ello abiertamente en su último libro. Que
reprochaba Sarkozy a Mouammar Kadhafi en el
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2007, cuando éste financió su campaña, por
25.000.000 € para acceder al poder ? No le
reprochaba haber fundado un Estado "democrático
popular socialista y laico", separado de la religión,
como lo reclama Francia. ¡Incluso quería entregarle
una central nuclear! Esta hipocresía amenaza ya de
la misma forma Rusia y China, de una ingenuidad
desconcertante, desde que se ha, convertido al
capitalismo y que mantienen relaciones amistosas
con Occidente.
Desde luego Francia no es quién para dar lecciones
de democracia al mundo, puesto que su Presidente
sigue reinando, de acuerdo a una constitución,
nacida en 1958 del estado de urgencia, proclamado
durante la Guerra de Argelia. Francia es pues una
dictadura, en el sentido jurídico y más infame
posible, ya que su presidente dispone de más poder
que el de EE.UU., del Reino de Inglaterra y del
Papa, reunidos, pudiendo permitírselo todo en total
impunidad.
En estas condiciones, la respuesta a la pregunta que
se plantea la ingenua y valiente Ángela, es la
sumisión de Berlín, a las órdenes de los vencedores
de ambas últimas Guerras Mundiales. Alemania,
vencida, deberá pues pagar de nuevo una
reparación digna de aquella que le impuso el
Tratado de Versalles, y derramar su sangre por
Israel.
El problema aquí es que Rusia y China son "too big
to fail " (demasiado gordos para caer) y que se han
dotado de submarinos furtivos propulsados con
hidrógeno, absolutamente indetectables, que pueden fácilmente depositar bombas termonucleares en
el fondo de los mares, sin que nadie se percate de
ello. Nicolas Sarkozy debería saber, pues, que
Francia e Israel corren ahora el riesgo de ser
aniquilados en 10 minutos, porque no existe ninguna
posibilidad de protección contra semejantes
"represalias nucleares furtivas".