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¿Mejorar la inteligencia?
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Victoria Puig, neurocientífica e investigadora del MIT, Estados Unidos, afirma que
“estamos acostumbrados a tomar todo tipo de estimulantes y calmantes para engañar a
nuestra mente”. Y se pregunta, la cafeína, y todos estos fármacos, ¿qué hacen en nuestro
cerebro? ¿Son seguros?
La llamada “vida moderna”, llena de estímulos y obligaciones de variado tipo, nos
revela que parece que nunca tenemos suficiente memoria, concentración y tiempo para
realizar todo lo que pretendemos o debiéramos hacer. Aquí entran los llamados
estimulantes cognitivos. Son fármacos que alteran la actividad del cerebro potenciando las
capacidades mentales cuando se necesita una ayuda extra.
Existen varios tipos de potenciadores cognitivos en el
mercado, y su utilización se ha disparado en los últimos
años. En estos momentos – según la investigadora Victoria
Puig -, los estimulantes más utilizados son los siguientes:
Inteligencia_farmacia.jpg
Imagen: blogodisea.com
Cafeína
Se encuentra en altos niveles tanto en el café como
en el té. La cafeína induce vasodilatación. Se conocen bien sus efectos anti sueño y sus
efectos secundarios, que afectan a los sistemas cardiovascular (palpitaciones),
respiratorio, y gastrointestinal (laxante).
Anfetaminas
El Ritalin es el más conocido. Se prescribe comúnmente a personas con trastorno
por déficit de atención con hiperactividad. Aumenta los niveles de dos neurotransmisores
esenciales para la concentración y la memoria: la dopamina y la noradrenalina, pero se
desconoce el mecanismo exacto. Tienen serios efectos secundarios: alucinaciones,
anorexia, problemas del corazón y adicción.
¿Son las anfetaminas efectivas y mejores que la cafeína? Hay varios estudios que
demuestran que no. Además, se conocen poco los efectos a largo plazo de estas drogas. Y
hay que tener en cuenta los efectos secundarios ya conocidos. Conclusión: el consumo de
estas sustancias como estimulantes cognitivos no es demasiado seguro...
Actualmente numerosas compañías farmacéuticas tienen varios fármacos en
estudios clínicos, previéndose que saldrán al mercado en los próximos años.
Entrenamiento cerebral
En el último tiempo asistimos a un gran desarrollo – y publicidad incluida – de
estimuladores cerebrales, como maquinitas para hacer sudokus y crucigramas… además
de las que publican periódicos y revistas. Nintendo y la Wii tienen aplicaciones para el
“ejercicio cerebral”.
¿Cuál es la verdad de todo esto? Hoy día la evidencia de que el entrenamiento
cerebral realmente funciona es muy limitada. Un estudio reciente realizado con personas
de edad avanzada mostró que el entrenamiento no mejoró sus capacidades cognitivas,
pero redujo el deterioro asociado con la edad. Otro estudio con niños con desórdenes en
la atención mostró beneficios a nivel cognitivo. Sin embargo, no se conoce si esta mejoría
puede generalizarse a otras personas.
Existe un grupo de científicos especialmente crítico con el entrenamiento cerebral,
argumentando que hacer sudokus todo el día mejora únicamente las capacidades
cognitivas requeridas para esa tarea; es decir, que hará cada vez mejor los sudokus, pero
que eso no tiene por qué beneficiar otros aspectos de la vida mental… También está
claro… que es preferible resolver crucigramas y sudokus en lugar de estar mucho tiempo
tumbado en la cama mirando la tele… Entonces, mantenerse activo física y mentalmente,
es saludable.
Suplementos nutricionales
Años atrás en Chile se recomendaban (no siempre por los médicos), los
multivitamínicos. Hoy la gente sabe que si tiene una alimentación balanceada dispondrá
de las vitaminas que su organismo requiere. Los suplementos nutricionales siguen siendo
muy populares. Por ejemplo, la gente (y la publicidad) tiende a creer que las vitaminas B6
y E, además de otros compuestos (B12, neuroesteroides), potencian la memoria. Todos
estos suplementos nutricionales se han estudiado muy poco y de forma poco rigurosa. Por
lo tanto no está probado que realmente ayuden a las capacidades mentales. Las tiendas
de los llamados “productos naturales” suelen ofrecer una gran variedad de estos
productos… Muchas veces la propaganda boca a boca, equívoca o no necesariamente
veraz, es un acicate para la compra.
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Meditación
La meditación, al igual que los suplementos nutricionales, es otra técnica moderna
‘curalotodo’. Por ahora no hay evidencias científicas que demuestren que meditar
beneficie las funciones cognitivas. Pero hay varias investigaciones en curso y habrá que
esperar las conclusiones. De todas formas, hacer meditación no puede más que aportar
cosas positivas al cuerpo. Por lo pronto, ayuda a reducir el estrés.
Ejercicio
Numerosos estudios han demostrado que realizar ejercicio es beneficioso para la
salud mental, a cualquier edad, incluso si se sufre una enfermedad neurodegenerativa. El
ejercicio mejora especialmente funciones complejas como la memoria de trabajo y la
planificación de tareas. Además, promueve el crecimiento de neuronas en el hipocampo,
un área cerebral importante para la memoria y el aprendizaje.
Hoy por hoy, el ejercicio sigue siendo la mejor terapia para estimular la mente.
¡Peligros relacionados con los estimulantes cognitivos!
Los estimulantes mentales pueden ayudar enormemente en nuestra vida diaria.
Pero su utilización indiscriminada está creando una gran polémica médica, ética y hasta
filosófica.
En primer lugar por su dudosa seguridad: los potenciadores cognitivos tienen como
diana al órgano más complejo y desconocido del cuerpo humano: el cerebro. Todavía hay
pocos estudios que hayan analizado con rigor los efectos secundarios de los fármacos
estimulantes tanto en pacientes como en personas sanas. Otro problema adicional es su
prescripción a los niños. No sabemos cómo los fármacos pueden afectar al desarrollo de
sus cerebros a largo plazo, algo que por sí ya genera un conflicto ético. En Chile hay
quienes hablan de “la generación Ritalín”, aludiendo a quienes se les prescribió este
medicamente… sin que fuera necesario…
Otro problema importante es la limitación de la libertad. Existen muchas personas
forzadas a tomar algunos de estos medicamentos, lo que claramente restringe su
libertad. Por ejemplo, niños, soldados, y pacientes que son un peligro para sí mismos y
para otros.
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En cuanto a los niños, se trata de decisiones que toman sus padres. De hecho, ya
que la estimulación cognitiva en forma de educación en el colegio es obligatoria para
todos los niños, ¿deberían los colegios exigir potenciación cognitiva a sus alumnos?
Otro problema grave es que los estimulantes de la mente pueden poner en peligro
la justicia del sistema. El hecho de que algunos alumnos tomen estimulantes cognitivos y
otros no lo hagan hace pensar si el examen en sí mismo es justo. Es como si en un examen
en la universidad se permitiera a algunos alumnos tener una calculadora y a otros no. De
hecho, es muy parecido al caso de dopaje en los atletas, que sí es ilegal. Por otro lado, si
los estimulantes cognitivos son caros, sólo los alumnos ricos pueden comprarlos,
aumentando aún más las ventajas que tienen con respecto al resto. ¿Debemos prohibir
que los alumnos tomen estos fármacos para que los exámenes sean más justos?
Los estimulantes de la mente se prescriben a miles de personas con déficit
cognitivo, pero también los toman miles de personas sanas de forma indiscriminada. De
hecho, existe la denominada ‘psiquiatría cosmética’, personas sanas que toman fármacos
(como el antidepresivo Prozac) para ‘sentirse mejor’. Estos tratamientos son muy
populares en mujeres de edad avanzada. ¿Pero son realmente necesarios? Del mismo
modo, ¿no sería recomendable reducir la cantidad de estrés en nuestra vida y una carga
imposible de trabajo sobre nuestras espaldas? ¿Y qué hay de nuestro espíritu de
superación, de conseguir nuestros objetivos con esfuerzo?
(Fuente básica de información: Fármacos para mejorar tu inteligencia. Por Victoria Puig, diario El
País, Madrid, junio de 2011)
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