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Obteniendo los Datos
Linfoma de Hodgkin
Panorama general
Tipos de linfoma de Hodgkin
El linfoma de Hodgkin, también llamado enfermedad
de Hodgkin, es una categoría de linfoma, un cáncer del
sistema linfático. El linfoma se origina cuando las células
del sistema linfático cambian y se multiplican sin control,
lo que puede formar un tumor.
Hay diferentes tipos de linfoma de Hodgkin. Es importante
conocer el tipo, ya que de ello depende la elección del
tratamiento. Los médicos determinan el tipo de linfoma
de Hodgkin observando bajo microscopio una muestra
de tejido en busca de células anormales con determinadas
proteínas.
El sistema linfático está formado por tubos delgados que
se ramifican por todo el cuerpo. Su tarea es combatir
las infecciones y las enfermedades. El sistema linfático
transporta la linfa, un líquido incoloro que contiene
linfocitos (glóbulos blancos). Los linfocitos combaten los
gérmenes en el cuerpo. Los linfocitos B (también llamados
células B) producen anticuerpos para combatir bacterias
y los linfocitos T (también llamados células T) destruyen
virus y células extrañas, y activan a las células B para que
produzcan anticuerpos.
En diferentes áreas del sistema linfático, en todo el cuerpo,
existen grupos de órganos con forma de frijol llamados
ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos se encuentran
en grupos en el abdomen, la ingle, la pelvis, las axilas y
el cuello. El sistema linfático también incluye el bazo, que
produce linfocitos y filtra la sangre; el timo, que es un
órgano ubicado debajo del esternón; y las amígdalas, que
se encuentran en la garganta.
El linfoma de Hodgkin afecta principalmente los ganglios
linfáticos; por lo general comienza en el cuello o el área
entre los pulmones y detrás del esternón. También puede
originarse en grupos de ganglios linfáticos en las axilas, la
ingle o en el abdomen o la pelvis.
Si el linfoma de Hodgkin se disemina, puede extenderse
al bazo, el hígado, la médula ósea o los huesos. Aunque
raras veces, también puede suceder que se disemine a otras
partes del cuerpo.
Linfoma de Hodgkin clásico. El linfoma de Hodgkin
clásico (LHC) se diagnostica mediante el hallazgo de las
células de “Reed-Sternberg.” Aproximadamente entre el
20% y el 25% de las personas con LHC en los Estados
Unidos también tuvieron el virus de Epstein-Barr (VEB, el
virus que causa mononucleosis infecciosa).
La siguiente lista describe diferentes subtipos de LHC.
Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular. El linfoma de
Hodgkin con esclerosis nodular es la forma más frecuente
de LHC (hasta el 80% de las personas con LHC tienen
este tipo). Aparece más comúnmente en adultos jóvenes,
en especial en mujeres. Además de las células de ReedSternberg, hay franjas de tejido conectivo en el ganglio
linfático.
Linfoma de Hodgkin clásico rico en linfocitos.
Aproximadamente el 6% de las personas con LHC tienen
esta forma. Su aparición es más frecuente en hombres
y, generalmente, compromete otras áreas además de la
torácica (mediastino). El tejido contiene muchos linfocitos
normales además de células de Reed-Sternberg.
Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta. Este
tipo de linfoma se presenta en adultos mayores y, más
frecuentemente, en el abdomen. Contiene muchos tipos
diferentes de células, entre las que se incluyen grandes
cantidades de células de Reed-Sternberg.
Linfoma de Hodgkin con depleción linfocítica. Este
linfoma es el subtipo menos frecuente de LHC, y
aproximadamente el 1% de las personas tienen esta forma.
La mayoría de las veces, aparece en adultos mayores,
personas con el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH) y en personas de países no industrializados. El
ganglio linfático contiene casi todas las células de ReedSternberg.
Linfoma de Hodgkin con predominio linfocítico nodular.
Aproximadamente el 5% de las personas con linfoma
de Hodgkin tienen linfoma de Hodgkin con predominio
linfocítico nodular. No forma parte del grupo de LHC, sino
que, desde el punto de vista genético y de las proteínas, se
parece más al linfoma no Hodgkin de células B. Es más
frecuente en pacientes más jóvenes y a menudo se encuentra
en los ganglios linfáticos del cuello.
Factores de riesgo
Un factor de riesgo es cualquier factor que aumenta la
posibilidad de que una persona desarrolle cáncer. Si bien los
factores de riesgo pueden influir en el desarrollo del cáncer,
la mayoría no es una causa directa de esta enfermedad.
Algunas personas con diversos factores de riesgo nunca
desarrollan cáncer, mientras que otras sin factores de riesgo
conocidos sí lo hacen. Sin embargo, si usted conoce sus
factores de riesgo y consulta a su médico, podrá tomar
decisiones inteligentes sobre su estilo de vida y los cuidados
de la salud.
Se desconoce la causa exacta del linfoma de Hodgkin, pero
aparentemente los siguientes factores aumentan el riesgo
de desarrollar esta enfermedad.
Edad. Las personas de entre 15 y 40 años y los mayores
de 55 tienen más probabilidades de desarrollar linfoma de
Hodgkin.
Sexo. Los hombres tienen una probabilidad ligeramente
mayor de desarrollar linfoma de Hodgkin que las mujeres
en general, aunque el subtipo con esclerosis nodular es más
frecuente en las mujeres.
Antecedentes familiares. Las hermanas y los hermanos
de personas con linfoma de Hodgkin tienen una
probabilidad más alta, aunque aún pequeña, de desarrollar
la enfermedad.
Exposición a virus. Las personas infectadas con el VEB
podrían tener un mayor riesgo de desarrollar algún tipo
de linfoma de Hodgkin. Sin embargo, probablemente hay
otros cuantos factores involucrados. La mononucleosis es
una enfermedad muy común, pero el linfoma de Hodgkin es
muy poco frecuente. Cuando el linfoma de Hodgkin no está
asociado con VEB, quizás haya otros virus involucrados.
Es importante destacar que, si bien puede haber virus
involucrados en el desarrollo del linfoma de Hodgkin,
no existen pruebas que indiquen que este tipo de cáncer
sea contagioso. El contacto cercano con una persona que
tiene este cancer no aumenta el riesgo de desarrollar la
enfermedad.
Síntomas
Las personas con linfoma de Hodgkin pueden experimentar
los siguientes síntomas. En algunos casos, unas personas
no presentan ninguno de estos síntomas, y estos síntomas
pueden estar causados por otra condición que no es
cáncer. Si le preocupa algún síntoma de esta lista, hable
con su médico. Entre los síntomas frecuentes asociados con
linfoma de Hodgkin, se pueden mencionar:
• Inflamación no dolorosa de los ganglios linfáticos del
cuello, las axilas o el área de la ingle que no desaparece
en unas semanas
• Fiebre sin razón aparente que no desaparece
• Pérdida involuntaria de peso
• Sudores nocturnos (que generalmente empapan)
• El prurito (comezón generalizada) es otro síntoma
ocasional del linfoma de Hodgkin
• Cansancio
• Dolor en los ganglios linfáticos asociado con la ingesta
de alcohol
Si los ganglios linfáticos del tórax están afectados, pueden
ejercer presión sobre la tráquea y causar dificultad para
respirar, tos o molestia torácica.
Diagnóstico
Los médicos utilizan muchas pruebas para diagnosticar el
cáncer y determinar la magnitud de la enfermedad. Algunas
pruebas también pueden establecer cuál es el tratamiento
más eficaz. En la mayoría de los tipos de cáncer, la biopsia
es el único método para formular un diagnóstico definitivo.
Si no se puede realizar la biopsia, el médico podría sugerir
que se lleven a cabo otras pruebas que ayuden a establecer
un diagnóstico. Las pruebas con imágenes pueden utilizarse
para averiguar si el cáncer se ha diseminado.
Se pueden utilizar las siguientes pruebas para diagnosticar
el linfoma de Hodgkin:
Antecedentes médicos y examen físico. La historia clínica
completa y el examen físico pueden mostrar evidencia de
los síntomas típicos, como sudores nocturnos y episodios
de fiebre, y de los ganglios linfáticos o bazo afectados o
agrandados.
Biopsia. La biopsia consiste en la extracción de una pequeña
cantidad de tejido para su examen con microscopio. Otras
pruebas pueden sugerir la presencia de cáncer, pero el
diagnóstico de linfoma de Hodgkin sólo puede efectuarse
después de la biopsia de una muestra del tejido afectado. Si
no hay ganglios linfáticos agrandados en el cuello, la axila
o la ingle, podría ser necesaria la biopsia de otros, como
los que se encuentran en el centro del tórax. Por lo general,
una biopsa requiere cirugía menor, aunque en ocasiones es
posible hacer una biopsia bajo anesthesia local utilizando
una aguja, mientras se le realiza un estudio al paciente (la
mayoría de las veces, una tomografía computarizada [CT
o CAT]). La tomografía computarizada se utiliza durante la
biopsia para guiar al médico al lugar correcto.
La muestra extraída durante la biopsia es analizada por
un patólogo (un médico que se especializa en interpretar
análisis de laboratorio y evaluar células, tejidos y órganos
para diagnosticar enfermedades).
Luego de realizar el diagnóstico, otras pruebas pueden
ayudar a determinar la magnitud o estadio de la enfermedad
y a obtener otra información que facilite a los médicos la
planificación del tratamiento. Entre las pruebas se incluyen
las siguientes:
Pruebas de laboratorio. Los análisis de sangre podrían
incluir un hemograma completo (CBC, por sus siglas en
inglés) y análisis de los distintos tipos de glóbulos blancos,
además de pruebas de la función hepática. Es posible que
el médico también indique una prueba de la velocidad de
sedimentación eritrocitaria (VSE).
Pruebas por imágenes. Para determinar dónde está
ubicado el cáncer y si se ha diseminado, el médico podría
emplear las siguientes pruebas por imágenes:
Tomografía computarizada (CT o CAT). La tomografía
computarizada crea una imagen tridimensional del interior
del cuerpo con una máquina de rayos X. Una computadora
luego combina estas imágenes en una vista detallada de
cortes transversales que muestra anormalidades o tumores.
A menudo, se inyecta un medio de contraste (una tinción
especial) en una vena del paciente para obtener mejores
detalles. La tomografía computarizada del pecho y el
abdomen puede ayudar a detectar un cáncer que se ha
diseminado a los pulmones, los ganglios linfáticos y el
hígado.
Tomografía por emisión de positrones (PET). La PET
es una forma de crear fotos de los órganos y los tejidos
internos del cuerpo. Se inyecta en el cuerpo del paciente
una pequeña cantidad de una sustancia radiactiva (llamada
glucosa radiactiva) que los órganos o los tejidos mas actives
(como el cancer) absorben. Esta sustancia emite energía,
la cual detecta un escáner para crear las imágenes. Los
estudios PET también pueden utilizarse para determinar el
estadio del linfoma de Hodgkin, aunque es recomendable
que siempre se efectúen con una tomografía computarizada.
Esta prueba también puede realizarse para determinar la
respuesta del linfoma al tratamiento.
Imágenes por resonancia magnética (MRI). Las MRI
utilizan campos magnéticos, en lugar de rayos X, para
producir imágenes detalladas del cuerpo. Se puede inyectar
un medio de contraste en una vena del paciente para crear
una imagen más clara. En ocasiones se utiliza en el linfoma
de Hodgkin.
Biopsia de médula ósea. En una biopsia de médula ósea, se
inserta una aguja a través de la piel en la parte posterior del
hueso pélvico (cadera). Con anestesia local para adormecer
el área o con sedación se extrae una pequeña cantidad de
hueso y de médula ósea, y se examina con un microscopio.
La decisión respecto de la necesidad de una biopsia de
médula ósea depende de la extensión de la enfermedad y
de los resultados de determinadas pruebas de laboratorio.
Determinación del estadio
La determinación del estadio ayuda a definir dónde se
ubica el linfoma de Hodgkin, si se ha diseminado y hacia
dónde, y si está afectando las funciones de otros órganos del
cuerpo. Los médicos utilizan exámenes de diagnóstico para
determinar el estadio del cáncer. El conocimiento del estadio
permite al médico decidir cuál es el mejor tratamiento
y predecir el pronóstico del paciente (posibilidad de
recuperación). Existen diferentes descripciones de estadios
según los diferentes tipos de cáncer.
El estadio del linfoma describe el grado de diseminación
del tumor en números romanos del uno al cuatro (I, II, III
o IV).
Estadio I: E
l cáncer se encuentra en una región de
ganglios linfáticos.
Estadio II: Cualquiera de estas condiciones:
• El cáncer se encuentra en dos o más regiones
de ganglios linfáticos del mismo lado del
diafragma.
Estadio III:
• El cáncer se encuentra en áreas de ganglios
linfáticos a ambos lados del diafragma.
Estadio IV:
• El linfoma se denomina estadio IV cuando
hay compromiso diseminado (multifocal),
lo que significa que el linfoma se encuentra
en múltiples áreas. Las regiones comunes
para la enfermedad diseminada son el
hígado, la médula ósea o los pulmones.
Enfermedad Recurrente: El linfoma recurrente es aquel
que ha vuelto a aparecer después del tratamiento. Puede
regresar al área en la que se originó o aparecer en otra parte
del cuerpo. La recurrencia puede producirse poco después
del primer tratamiento o años más tarde.
Tratamiento
El tratamiento del linfoma de Hodgkin depende del tamaño
y la ubicación de los ganglios linfáticos agrandados, los
resultados de los análisis de sangre, el tipo de linfoma de
Hodgkin, y la edad del paciente, sus síntomas y su estado
general de salud. En muchos casos, un equipo de médicos
trabaja con el paciente para determinar el mejor plan de
tratamiento. Los métodos de tratamientos más frecuentes
para el linfoma de Hodgkin son la radioterapia, la
quimioterapia o una combinación de ambos métodos.
Esta sección describe los tratamientos que son la norma de
atención (los mejores tratamientos disponibles) para este
tipo específico de cáncer. Se aconseja también a los pacientes
que consideren participar en estudios clínicos cuando tomen
las decisiones relacionadas con el plan de tratamiento. Un
estudio clínico es un estudio de investigación para evaluar
un tratamiento nuevo, a fin de comprobar que sea seguro,
eficaz y, posiblemente, mejor que un tratamiento estándar.
Su médico puede ayudarlo a revisar todas las opciones de
tratamiento.
Actualmente, se recomendará a la mayoría de los pacientes
con linfoma de Hodgkin, incluido el estadio I o el II, que
reciban algo de quimioterapia, seguida por radioterapia
en las áreas de ganglios linfáticos afectados. (Para algunos
pacientes con enfermedad en estadio temprano, quizá
sea posible administrarles un tratamiento relativamente
breve de sólo quimioterapia, sin la necesidad de aplicar
radioterapia. Este tratamiento puede realizarse en unos
pocos pacientes elegidos cuidadosamente y debe ser
analizado con el médico). Para la enfermedad de estadio III
o IV, la quimioterapia sigue siendo el tratamiento primario,
aunque podría recomendarse radioterapia adicional,
especialmente en áreas de ganglios linfáticos grandes.
A continuación se describen los tratamientos más frecuentes
para el linfoma de Hodgkin.
Radioterapia
La radioterapia es el uso de rayos X con alta potencia u otras
partículas para destruir las células cancerosas. El médico
que se especializa en administrar radioterapia para tratar el
cáncer se conoce como radiooncólogo. La radioterapia para
el linfoma de Hodgkin siempre es de rayos externos, que es
aquella que se aplica desde una máquina fuera del cuerpo.
Siempre que sea posible, la radioterapia generalmente se
dirige a las áreas de ganglios linfáticos afectados para
reducir el riesgo de efectos secundarios.
Los efectos secundarios inmediatos producidos por la
radioterapia dependen del área del cuerpo que se está
tratando. Estos pueden incluir cansancio, reacciones leves
en la piel, malestar estomacal y diarrea o deposiciones
líquidas. Los pacientes que recibieron radioterapia en
el cuello quizá tengan dolor en la boca o la garganta. La
mayoría de los efectos secundarios desaparece poco tiempo
después de finalizar el tratamiento.
Si bien el riesgo de efectos secundarios a largo plazo,
también llamados efectos tardíos, disminuye a medida
que se mejoran los tratamientos. Para minimizar el riesgo
de efectos secundarios de largo plazo, se están realizando
estudios clínicos que intentan determinar las dosis óptimas
y el campo más pequeño posible para la radioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de medicamentos para destruir
las células cancerosas. La quimioterapia sistémica se
administra a través del torrente sanguíneo y se focaliza
en las células cancerosas por todo el cuerpo. El médico
que se especializa en el tratamiento del cáncer con
medicamentos es un oncólogo clinic. Algunas personas
quizás reciban la quimioterapia en el consultorio del
médico; otros posiblemente se traten en el hospital. Un
régimen (plan) de quimioterapia normalmente consiste en
una cantidad específica de ciclos administrados en un plazo
determinado.
Para el linfoma de Hodgkin pueden utilizarse muchos
tipos diferentes de quimioterapia. Las combinaciones
de medicamentos que se usan con más frecuencia en
los Estados Unidos se llaman “ABVD” y “Stanford V”.
Otra combinación de medicamentos, conocida como
“BEACOPP”, actualmente se usa en forma generalizada en
Europa y cada vez más en los Estados Unidos.
• ABVD: doxorrubicina (Adriamycin), bleomicina
(Blenoxane), vinblastina (Velban, Velsar) y dacarbazina
(DTIC-Dome). Generalmente, la quimioterapia ABVD
se administra cada dos semanas durante dos a ochos
meses.
• Stanford V: mecloretamina (Mustargen, Nitrogen
Mustard), doxorrubicina, vinblastina, vincristina
(Vincasar), bleomicina, etopósido (VePesid, Toposar),
prednisona (varias marcas comerciales) y G-CSF
(factor estimulante de colonias de granulocitos). La
quimioterapia se administra en forma semanal durante
dos a tres meses y, normalmente, se administran dos o
tres de estos medicamentos cada semana.
• BEACOPP: bleomicina, etopósido, doxorrubicina,
ciclofosfamida (Cytoxan, Clafen, Neosar), vincristina,
procarbazina (Matulane) y prednisona. Existen varios
programas de tratamiento distintos; sin embargo,
habitualmente, se administran diferentes medicamentos
cada dos semanas.
Por el momento, no se sabe a ciencia cierta cuál de estos
tratamientos de quimioterapia es mejor para los pacientes
con linfoma de Hodgkin, y el mejor tratamiento podría ser
diferente dependiendo del tipo y el estadio del linfoma. Por
este motivo, muchos estudios clínicos están en curso para
comparar estos diferentes tratamientos quimioterapéuticos.
Estos estudios clínicos se diseñan para determinar qué
combinación resulta más efectiva y cuál produce menos
efectos secundarios a corto y a largo plazo.
En distintos momentos durante el ciclo de quimioterapia,
habitualmente sus médicos repetirán algunas de las
pruebas realizadas en un principio, especialmente las
tomografías computarizadas y las tomografías por emisión
de positrones. Estas pruebas se utilizan para saber cómo
está respondiendo el linfoma al tratamiento.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del
paciente y la dosis utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo
de infección, náuseas, vómitos, inapetencia y diarrea. Estos
efectos secundarios suelen desaparecer cuando finaliza el
tratamiento. Si bien el riesgo de efectos secundarios a largo
plazo disminuye a medida que se mejoran los tratamientos,
la quimioterapia aún causa, en algunos casos, efectos
secundarios tardíos y permanentes.
Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan
constantemente. A menudo, hablar con su médico es la mejor
forma de conocer los medicamentos que le recetaron, qué
objetivo tienen y cuáles son los posibles efectos secundarios
o interacciones con otros medicamentos.
Trasplante de médula ósea/células madre
Efectos secundarios
Un trasplante de células madre es un procedimiento
médico en el cual la médula ósea enferma se reemplaza con
células altamente especializadas, llamadas células madre
hematopoyéticas. Las células madre hematopoyéticas se
encuentran tanto en la sangre en circulación como en la
médula ósea. Hoy en día, este procedimiento se llama más
frecuentemente trasplante de células madre en lugar de
llamarse trasplante de médula ósea, porque en realidad lo
que se trasplanta son las células madre sanguíneas y no el
tejido de la médula ósea.
El cáncer y su tratamiento pueden producir diversos
efectos secundarios. Sin embargo, los médicos han logrado
importantes avances en los últimos años en la reducción del
dolor, las náuseas y los vómitos, así como en otros efectos
secundarios físicos de los tratamientos del cáncer. Muchos
tratamientos que se utilizan ahora son menos intensivos,
pero tienen la misma eficacia que los tratamientos usados
en el pasado. Los médicos también cuentan con muchas
maneras de proporcionar alivio a los pacientes cuando se
presentan estos efectos secundarios.
Existen dos tipos de trasplante de células madre, según
el origen de las células madre sanguíneas de reemplazo:
alotrasplante (o trasplante alogénico, ALLO) y trasplante
autólogo (AUTO). El trasplante de células madre no se
El temor a los efectos secundarios del tratamiento es
común después de un diagnóstico de cáncer, pero puede ser
útil saber que prevenir y controlar estos efectos es uno de
los principales objetivos de su equipo de atención médica.
utiliza como el primer tratamiento para el linfoma de
Hodgkin; sin embargo, es posible que se recomiende el
alotrasplante para los pacientes con linfoma remanente
en la médula ósea después del tratamiento o en los que se
detecta la recurrencia de la enfermedad.
Antes de comenzar el tratamiento, hable con su médico
sobre los posibles efectos secundarios de los tratamientos
específicos que recibirá. Los efectos secundarios específicos
que pueden presentarse dependen de diversos factores,
entre ellos, el tipo de cáncer, su ubicación, el plan de
tratamiento individual (incluidas la duración y las dosis del
tratamiento) y el estado de salud general de la persona.
En un alotrasplante, las células madre se recolectan del
donante cuyo tejido tenga el mayor grado de compatibilidad
posible con el del paciente a nivel genético; esta prueba se
llama clasificación del antígeno leucocitario humano (HLA).
En la mayoría de los casos, el hermano o la hermana del
paciente puede ser el donante, aunque también pueden serlo
personas no emparentadas. Millones de personas en todo
el mundo se presentan voluntariamente para donar células
madre para aquellos pacientes que no tienen compatibilidad
de estas células en sus familiares. Su equipo de atención
médica buscará un donante compatible en un registro
computarizado. Además, en ocasiones se considera una
donación de células madre provenientes de la sangre del
cordón umbilical si no hay familiares donantes disponibles.
En el trasplante autólogo, se usan las propias células madre del
paciente. Las células madre se obtienen del paciente cuando
él o ella están en remisión del tratamiento previo. Luego, las
células madre se congelan hasta que se necesiten, generalmente
después de finalizar el tratamiento de dosis altas.
Pregunte al médico qué efectos secundarios son más
probable que se manifiesten (y cuáles no), cuándo es
probable que ocurran y cómo serán tratados por el equipo
de atención médica si efectivamente ocurren. Además,
asegúrese de comunicarse con el médico para informarle
sobre los efectos secundarios que desarrlle durante y
después del tratamiento.
Además de los efectos secundarios físicos, es posible que
también se produzcan efectos psicosociales (emocionales
y sociales).
Efectos tardíos del tratamiento
Los pacientes que reciben tratamiento para el linfoma de
Hodgkin corren más riesgo de padecer otras enfermedades
o afecciones más adelante, dado que la quimioterapia o
la radioterapia pueden causar daños permanentes. Los
tratamientos han mejorado en los últimos 30 años y en
la actualidad los pacientes tienen menos probabilidades de
tener efectos tardíos, sin embargo, todavía existen algunos
riesgos. Varias de estas enfermedades y condiciónces
incluyen cánceres secundarios, daño cardíaco o pulmonary,
disfunción de la tiroides, problemas con fertilidad y
depresión u otros problemas psicológicos. Por lo tanto,
es importante que los pacientes visiten regularmente a sus
médicos para su seguimiento, a fin de controlar la aparición
de cualquier enfermedad o afección.
Después del tratamiento
Después de finalizado el tratamiento para el linfoma de
Hodgkin, elabore con su médico un plan de atención de
seguimiento. Este plan puede incluir visitas al médico y
pruebas médicas para supervisar su recuperación durante
los próximos meses y años. La atención de seguimiento
luego del tratamiento para el linfoma de Hodgkin es
importante para detectar la posible recurrencia del linfoma
y los efectos tardíos del tratamiento.
La frecuencia de la atención de seguimiento y las pruebas
realizadas depende de varios factores, incluida la extensión
original del cancer y el tipo de tratamiento. Por lo
general, todas estas pruebas, incluidas las tomografías
computarizadas, los estudios PET y las biopsias de médula
ósea, se repiten después de finalizado el tratamiento para
asegurarse de que el linfoma haya desaparecido. Luego,
la frecuencia de los exámenes de detección adicionales
depende de los resultados de las primeras pruebas realizadas
después del tratamiento.
En general, cada visita de seguimiento incluye una discusión
con el médico, un examen físico y análisis de sangre. En
algunas visitas, se realizan tomografías. En la mayoría de
los centros oncológicos, las visitas de seguimiento en el
comienzo se programan a intervalos de dos a tres meses
durante el período en que el riesgo de recurrencia es mayor,
y el intervalo entre visitas se incrementa con el paso del
tiempo. Las visitas subsiguientes podrían ser sólo dos o tres
veces por año hasta que transcurran cinco años; luego, se
debería continuar con visitas anuales a un oncólogo. Se
debe prestar especial atención a los exámenes de detección
del cáncer, así como a los factores de riesgo cardíaco,
durante toda la vida de la persona. Para los pacientes que
recibieron radioterapia en el cuello o tórax, es importante
vigilar la función de la tiroides.
La atención de seguimiento también debería abordar la
calidad de vida, incluidas las cuestiones emocionales. En
particular, se recomienda a los sobrevivientes de linfoma
de Hodgkin a que conozcan los síntomas de depresión y
hablen de inmediato con su médico si los tienen.
Los pacientes tratados por linfoma de Hodgkin deberían
aplicarse la vacuna antigripal todos los años. Ademas, es
posible que a algunos pacientes se les recomiende aplicarse
la vacuna contra la neumonía, que podría repetirse cada
cinco a siete años.
Se aconseja a las personas en recuperación de linfoma de
Hodgkin que sigan las pautas establecidas para una buena
salud, entre ellas, mantener un peso saludable, no fumar,
tener una alimentación balance, y realizarse los estudios
de detección para el cáncer recomendados. Consulte a su
médico a fin de elaborar el mejor plan para sus necesidades.
El ejercicio moderado puede ayudarlo a recobrar sus
fuerzas y energía. Su médico puede ayudarlo a diseñar un
plan de ejercicios adecuado en función de sus necesidades,
sus aptitudes físicas y su estado físico.
Preguntas para hacerle al médico
Oficina Nacional
115 Broadway, Suite 1301
New York, NY 10006
(212) 349-2910
(212) 349-2886 fax
La comunicación periódica con el médico es importante para tomar decisiones informadas
sobre la atención de la salud. Considere preguntarle a su médico lo siguiente:
• ¿Qué tipo de linfoma de Hodgkin tengo?
• ¿Mi biopsia ha sido estudiada por un patólogo experto en linfoma?
• ¿En qué estadio se encuentra mi linfoma de Hodgkin?
Helpline:(800) 500-9976
[email protected]
• ¿Qué factores de pronóstico favorable y desfavorable tengo?
Website: lymphoma.org
Email:[email protected]
• ¿Cuántos pacientes con linfoma de Hodgkin atiende cada año?
• ¿Me puede explicar mi informe de patología (resultados del análisis de laboratorio)?
• ¿Qué opciones de tratamiento tengo?
• ¿En qué estudios clínicos puedo participar?
Con apoyo de becas recibidas de:
• ¿Qué plan de tratamiento recomienda? ¿Por qué?
• ¿Qué tratamiento de quimioterapia recomienda, cuántos tratamientos y por qué?
• ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la quimioterapia sola frente a la
quimioterapia más radioterapia?
• ¿Qué radioterapia recomienda, si es que la recomienda, y por qué?
• ¿Cuáles son los efectos secundarios posibles del tratamiento para el corto plazo y
para el largo plazo?
• ¿De qué manera este tratamiento afectará mi vida cotidiana? ¿Podré trabajar, hacer
ejercicio y realizar mis actividades habituales?
• ¿De qué manera puedo mantenerme lo más saludable posible durante el tratamiento?
• ¿Debo pedir una segunda opinión?
• ¿Si me preocupa cómo afrontar los costos relacionados con el tratamiento del
cáncer, ¿quién me puede ayudar con estas inquietudes?
• ¿Cómo afectará este tratamiento mi capacidad de tener hijos en el futuro? ¿Tendría
que almacenar mi esperma en un banco (hombres) o tomar píldoras anticonceptivas
(mujeres)? ¿Debería hablar con un especialista en fertilidad antes del tratamiento?
• ¿Qué pruebas de seguimiento necesitaré y con qué frecuencia?
• ¿Qué servicios de apoyo tengo a mi alcance? ¿Y para mi familia?
©2011 Lymphoma Research Foundation
Consiguideno los Datos es publicado por
la Lymphoma Research Foundation (LRF)
con el proposito de informar y educar a los
lectores. Porque el cuerpo y respuesta al
tratamiento de cada persona es diferente,
uno no debe diagnosticar si mismo o
embarcar en un curso de tratamiento sin
antes consultar con su médico. LRF no es
responsable por el cuidado médico de
ninguna persona.
Actualizado por ultimo Junio 2011
Linfoma de Hodgkin:
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imprimido con permiso. © 2011 American Society of Clinical Oncology. Todos los
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