Download 1 Resumen extenso Diferencias en el consumo energético de las

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Resumen extenso
Diferencias en el consumo energético de las cohortes Mexicanas
Landy Sánchez y Rosalba Jasso
CEDUA, El Colegio de México
Existe un interés creciente en las implicaciones ambientales del consumo de los
hogares, particularmente de su demanda energética dada la tendencia creciente
en todo el mundo y México no es la excepción, así como el impacto que esta tiene
para las emisiones de gases de efecto invernadero. Más aún, se espera que el
consumo energético
de los hogares continúe creciendo, a pesar de las
innovaciones tecnológicas y de las recientes políticas desarrolladas para reducirla.
Ello ha llevado a preguntarnos sobre qué elementos permiten explicar dicha
tendencia, particularmente que características sociodemográficas de los hogares
permiten explicar sus patrones de consumo. Aún cuando existe una extensa
literatura que permite identificar determinantes, es menos evidente cómo estos
cambios evolucionan a través del tiempo y hasta donde las distintas generaciones
difieren en sus niveles de consumo y en los determinantes.
Demanda energética y Características de los hogares
Aunque el ingreso de los hogares es un determinante clave de su demanda
energética, los estudios existentes también muestran que características tales
como tamaño del hogar, características de la vivienda, estructura familiar y
arreglos residenciales, ocupación y jornadas laborales y, más generalmente
hablando, el estilo de vida de sus miembros (Sánchez 2010, Lenzen et al. 2006,
Jensen 2008, van den Berg 2008, Przkawetz et al. 2001, Pucher et al. 1998,
Greening and Jeng 1994). Aunque la significancia y peso de estos elementos varia
a través de los países, pero también a través del tiempo.
1
Los escasos estudios hechos con datos de hogares para México sugieren
que, como en otros países, el consumo energético se ve afectado tanto por el
tamaño del hogar como por su composición y la etapa del ciclo familiar del hogar
(Sánchez 2010, Shipper 2006, de Sherbinnin 2007). La investigación sugiere que
la relación entre demanda energética y tamaño del hogar es no lineal dado que los
hogares pueden hacer economías de escala, de tal forma que de hecho hogares
pequeños de hecho tendrían mayores consumos per cápita que hogares más
grandes (Ironmonger et al. 1995). Más allá del tamaño del hogar, la estructura
familiar y los arreglos residenciales influyen la demanda energética de los hogares
debido a la forma en que la vida cotidiana de los hogares se organiza, la cual
puede requerir distintas cargas energéticas.
Por otro lado, la investigación sugiere que características del jefe del hogar
como su sexo, educación, ocupación y edad también están asociados con el
consumo energético del hogar. Estas características pueden ser indicadores de la
posición socioeconómica de los hogares y/o de las prácticas, valores y estilos de
vida de los hogares. Así, se ha sugerido hogares encabezados por individuos con
mayores niveles educativos o jerarquía ocupacional tenderían a tener mayores
niveles de consumos, debido a los estilos de vida más demandantes de recursos
que tienden a caracterizar a estos segmentos de la población (Ropke y Reisch
2005). Por otro lado, algunos estudios relacionados al transporte han encontrado
que los hogares encabezados por mujeres suelen tener menores niveles de
consumo energético (Przkawetz et al. 2004). Asimismo, los estudios sugieren que
la edad del jefe del hogar está asociado con mayores niveles de consumo
energético, ya sea porque el ingreso suele aumentar con la edad (y el ingreso está
asociado con la demanda energético) o bien porque es un indicador del momento
del ciclo de vida del hogar (Pachauri 2007).
A pesar de estos trabajos, existen pocos estudios que analizan las
variaciones a través del tiempo en el consumo energético de los hogares. Esta
pregunta sin embargo es central tanto a la tendencia creciente en la demanda
energética como a los cambios sociodemográficos que han tenido lugar, sobre
2
todo en países como México. Las variables claves antes mencionadas se han
modificado de manera substantiva a través del tiempo: los hogares son más
pequeños, las estructuras familiares han cambiado perdiendo importancia la
estructura familiar nuclear tradicional, la edad de los jefaturas de hogar ha
aumentado, etc. Ello nos lleva a preguntarnos por si las diferencias en la
composición sociodemográfica de los cohortes más jóvenes se refleja en una
demanda energética distinta y si en adición a esta diferencia composicional hay un
efecto de cohorte que impacte cómo los hogares responden a sus restricciones
presupuestales. En este sentido es necesario distinguir los efectos tempo del
cambio en el consumo energético, distinguiendo entre edad, cohorte y periodo. Así
por ejemplo, necesitamos distinguir el hecho de que al incrementarse la edad el
consumo tiende a aumentar respecto del efecto de cohorte per se, donde se
espera que cohortes más jóvenes tengan de hecho consumos más altos. Por otro
lado, es importante separar el efecto del periodo en tanto que cambios en el
consumo pueden deberse a momentos de bonanza o de crisis económica, que
afectan a todos los hogares y no ser necesariamente representativos de cambios
generacionales en el consumo.
Preguntas, datos y métodos
En este trabajo analizamos si los cambios en la composición socio-demográfica de
de las cohortes más jóvenes se asocia a un consumo energético más alto que las
cohortes previas y si las cohortes varían en cómo incrementan su consumo
energético en relación a las restricciones presupuestales. Para examinar estas
preguntas combinamos datos de la ENIGH 1992, 1996, 1998, 2002, 2006 y 2008 y
analizamos las tendencias en el consumo energético de los hogares urbanos
empleando una medida del contenido calórico de los combustibles adquiridos por
los hogares (electricidad, gas, petróleo, carbón y leña).
Los múltiples años de la encuesta son conjuntados para construir cohortes
sintéticas e implementar un análisis jerárquico de edad-cohorte-periodo, siguiendo
la propuesta de Yang y Land (2006, 2008) y Yang (2007). A diferencia de otros
métodos de edad, cohorte, periodo, este método tiene la ventaja de que puede
3
emplearse con microdatos, en lugar de datos agregados, a la vez que toma en
cuenta la naturaleza jerárquica de los datos dado que los hogares están
simultáneamente anidados en los tiempo-periodos y en las cohortes, en una
estructura “cruzada”: los miembros de una cohorte de nacimiento pueden ser
entrevistados pueden ser entrevistados en múltiples encuestas (periodos) y los
que responden en cada año son muestreados de distintas cohortes (Land 2008).
Al emplear esta estructura de clasificación cruzada es posible emplear distintas
medidas de tiempo para la edad, la cohorte y el periodo, lo que permite encontrar
una solución al problema de identificación en los análisis de edad-cohorte-periodo
(Yang y Land 2006, 2008). Adicionalmente, este tipo de análisis permite la
estimación de efectos fijos y variables, por lo cual es posible estimar efectos
promedio y variantes a través de las unidades.
Resultados Preliminares
Los datos de la encuesta muestran que el consumo energético per cápita medio
de los hogares urbanos ha crecido de manera significativamente entre 1992 y
2008, con un incremento de 21%.
Asimismo,el análisis exploratorio sugiere
(gráfica 1) importante variaciones en el consumo energético total de los hogares
de las cohortes por el nacimiento de sus jefes (intervalos de 10 años). Mientras la
demanda de energía media comienza a incrementarse de manera importante
después de las cohortes después de 1920 y hasta la cohorte nacidas en 1940,
para luego la demanda energética comienza a declinar y mantiene esa tendencia
hasta las cohortes más jóvenes. Las diferencias entre las cohortes son distintas
cuando analizamos el consumo energético per cápita medio: éste se incremente
hasta la cohorte de 1920 para luego decrecer paulatinamente hasta las cohortes
de 1970, pero hay un ligero incremento en las cohortes más jóvenes. Estas
tendencias reflejan las diferencias en el tamaño y en la estructura de los hogares
entre las cohortes. Asimismo, el análisis descriptivo de variables explicativas
muestra importantes diferencias a través de las cohortes, lo que hace esperar que
la composición del tipo de hogares pertenecientes a cada cohorte permita explicar
sus diferentes comportamientos en los niveles de consumo energético (ver
4
gráficas 2 para una ilustración). Este patrón apoya por un lado la relevancia del
análisis de cohorte, pero al mismo tiempo este análisis descriptivo no puede
distinguir entre edad-cohorte-periodo.
Cuadro 1 muestra los resultados preliminares de los modelos jerárquicos de
Edad-Cohorte-Periodo. El modelo 1 muestro efectos periodo-cohorte significativos,
mientras que el modelo 2 muestra también efectos significativos de edad, mientras
los efectos de edad y periodo permanecen significativos. El modelo 3 incluye
además un conjunto de variables explicativas que van desde características
económicas de los hogares, tamaño del hogar y de la vivienda, estructura familiar,
sexo, educación y ocupación del jefe del hogar y localización geográfica. En la
ponencia se analiza con detenimiento los resultados de cada una de las variables
explicativas, pero por ahora basta señalar que los efectos de cohorte y periodo
continúan siendo significativos, aunque notoriamente menores que el modelo 1 y
2. Finalmente en el modelo 4, permitimos efectos aleatorios y hacemos variar el
efecto del gasto total de los hogares a través de las cohortes. Los resultados de
los estimadores bayesianos permiten ver que efectivamente las cohortes
responden de manera distinta, de tal forma que el consumo energético de las
cohortes se expande más ante el incremento de su presupuesto (gasto) (gráfica
3).
5
Gráfica 1
Megajoules
Consumo energético por Cohortes
16000
14000
12000
10000
8000
6000
4000
2000
0
Percapita
Total
Cohortes
Gráfica 2
6
Cuadro 1
M1.
Intercept
only
M. 3 Full
sociodemo
graphic
2. Age
Fixed part
coef (log) coef (exp)sig
Intercept
8.687 5927.537
***
coef (log) coef (exp) sig
183.96
0.89
2.45
coef (log)
***
***
coef (exp)sig
4.020
55.696
0.348
1.416
pc expenditures
0.388
1.475
Poor
-0.097
0.907
Middle
0.042
1.043
High
0.134
1.144
Low (reference)
-
No education
-0.125
0.883
Secundary edu
0.025
1.025
0.046
1.047
Female HH
0.017
1.017
Household Size
0.101
1.106
Dwelling Size
0.235
1.265
Profesional-magerial
0.062
1.064
Manual
-0.049
0.952
Personal &Trade
-0.048
0.953
Others
Educ Services and middle
range (refer)
-0.063
0.939
Couples without kids
0.180
1.198
Couples with kids
Single-parent households
with kids
0.220
1.246
0.160
Extended households
non-family and composed
Households
Age
5.21
M.
4Random
expendit
Higher edu
Primary (reference)
***
***
***
***
***
***
***
***
***
coef (log) coef (exp) sig
3.833
46.204
0.177
1.194
0.380
1.462
-0.100
0.905
0.041
1.041
0.127
1.136
-0.112
0.894
0.023
1.023
0.051
1.052
0.018
1.018
0.098
1.103
0.236
1.266
***
**
***
***
***
***
***
***
***
-
***
***
***
***
***
***
***
***
***
***
0.063
1.065
-0.052
0.950
-0.050
0.951
-0.069
0.934
***
***
0.182
1.200
0.216
1.242
***
***
1.174
***
0.153
1.166
***
0.202
1.224
***
0.202
1.223
***
0.296
1.345
***
0.306
1.357
***
North-west
0.568
1.764
central
-0.136
0.873
northeast
0.284
1.328
South
-0.048
0.953
***
***
***
***
***
***
***
***
-
single household unit
-
West
1.768
0.871
0.283
1.327
-0.050
0.951
-
Random Part
Residual level1
(household)
0.988
Cohort
0.052
Period
0.003
expenditures
0.570
-0.138
0.985
***
***
0.152
0.007
0.704
***
***
0.005
0.097
0.702
***
***
0.128
0.101
0.002
***
***
***
7
Gráfica 3
8