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Traducciones y Sobretiros No. 18
LAS DESIGUALES PERSPECTIVAS
DE GANANCIAS DE LA
INVESTIGACION AGRICOLA
EN RELACION CON
LA POLITICA ECONOMICA
Theodore W. Schultz
CENTRO INTERNACIONAL DE MEJORAMIENTO DE MAIZ Y TRIGO
INTERNATIONAL MAIZE AND WHEAT IMPROVEMENT CENTER
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LAS DESIGUALES PERSPECTIVAS DE GANANCIAS DE LA INVESTIGACION
AGRICOLAS EN RELACION CON LA POLITIC A ECONOMICA
*
Theodore W. Schultz
Universidad de Chicago
Nos hemos reunido aqui para compartir nuestras introspecciones acerca de la organizaci6n, desempefio y efectos sobre la producci6n de una nueva red de actividades de investigaci6n agricola a nivel internacional. Esta red, que se ha ido formando durante las Ultimas tres decadas, sirve
a muchos paises y es, en este sentido, una labor internacional. Y aunque de alcance internacional, la
red no fue formada por gobiernos. Comenz6 como una avent\1.ra de una especie rara de investigadores
emprendedores que, merced a su experiencia, conocfan las necesidades de las ciencias agricolas y
quienes, desde un principio, fueron financiados por fundaciones privadas. La red consiste ahora de un
amplio haz de institutos de investigaci6n interrelacionados, ubicados en varios paises en desarroll6.
Es evidente que la funci6n de esta red de actividades de investigaci6n es emplear el conocimiento y el
talento de los cientificos agricolas como un medio para aumentar la productividad de la agricultura de
esos pafses.
Este enfoque internacional de la investigaci6n agricola ya se halla bien establecido. Es
vigoroso y vemos que puede lidiar con circunstancias cam.biantes y aprovechar con exito las nuevas oportunidades. Hay, sin embargo, muchos de esos paises que pudieron haberse beneficiado de esta investigaci6n, y que no lo hicieron. Otros han obtenido algunos beneficios, pero muchos menos de los que
pudieron. Entre ellos, existen naciones dotadas de recursos naturales y con capacidad econ6mica para
aumentar considerablemente su produccion agricola. En mi opinion, no hemos dado atencion adecuada
a los factores que contribuyen a esas fallas. Creo que a menos que esos factores se alteren de manera
positiva, las perspectivas desiguales de obtener beneficios economicos de la investigaci6n agricola,
segt'.in su relaci6n con la politica economica de los respectivos paises, continuaran obstruyendo el exito
potencial de este enfoque internacional de la investigaci6n agricola.
Empezare con un comentario de los "movimientos" anti-ciencia, con referencia especial
a las ahora populares concepciones y criticas err6neas sobre los cientlficos agricolas, malas interpretaciones que prevalecen pese a la aguda escasez de alimentos que se confronta en varias partes del
mundo. Luego hablare sobre asuntos econ6micos que ataften al valor futuro de la investigacK>n, con
referencia especial a la politica economica que incide sobre las perspectivas desiguales anotadas.
I.
La utilidad de la ciencia al ser subestimada
En su reciente ensayo, "Agriculture: The Island Empire" !f (La Agricultura: imperio
insular), Andrey Jean Mayer acotan con mucha imaginac;i6n el papel de la investigacion agricola para
mantener nuestra fe en la utilidad y legitimidad de las Ciencias:
"Pocos cientfficos conciben a la agricultura como la ciencia modelo o principal.
Mas afui, muchos ni siquiera la consideran una ciencia. Sin embargo, fue la
primera ciencia: la madre de las ciencias; y sigue siendo la ciencia que hizo
posible a la vida humana, y bien pudiera ser que antes de que el siglo termine,
el exito 0 el fracaso de la agricultura"
* Documento presentado en la conferencia sobre Asignaci6n de recursos y productividad de la investigaci6n agricola internacional, Airlie House, Virgina, Enero 26-29, 1975, patrocinado por el Consejo de
Desarrollo Agrfcola, Inc. Titulo original en ingles: The Uneven Prospects for Gains from Agricultural
Research Related to Economic Policy. (Agricultural Economics Paper No. 7:1, Revised, University
of Chicago). Traducido y publicado bajo permiso.
}j Ensayoen "Science and Its Public: The Changing Relationship", DaedalusJ Summer, 1974,83•95.
Vease tam.bien el excelente ensayo de Edward Shils, ''Faith, Utility and Legitimacy of Science", en el
mismo numero de Daedalus.
Si la agricultura es la madre de las ciencias, en estos dfas la maternidad es tratada con
vileza. Se trate del actual deficit alimentario de la India o del desastre que pende sobre nosotros, hay
una abundante ret6rica que culpa a los cienti'ficos agri'.colas. Dado que algunos grupos juzgan de antemano que son malos los efectos de la ciencia sobre la agricultura, el concepto siguiente para ellos es
que los cientificos agri'.colas son responsables del apetito de la agricultura moderna para consumir energia y productos agroquimicos que contaminan nuestro suelo y nuestro abastecimiento alimentario. Se
dice tambien que los cientificos hacen la producci6n agrfoola mas vulnerable a los cambios climaticos y
mas propensa a causar alto desempleo. Durante la decada de los sesentas, en los Estados Unidos,. se
culp6 a los cientificos de los crecientes excedentes agricolas. Algunos criticos proclaman que la
Revoluci6n Verde s6lo hace confuso el asunto del crecimiento excesivo de la poblaci6n, y peor a6n, esti
de moda sefl.alar que es injusta con la gente pobre. En sus escritos publicados el 20 y 27 de diciembre
(de 1974) por la revista Science, Nichols Wade trata de presentar una vision equilibrada, pero en realidad deja a sus lectores una imagen tenebrosa de la Revoluci6n Verde Y.
Los cientfficos agricolas tienen buenas razones para sentirse ambivalentes con respecto al tratamiento que reciben. Si bien nuestras principal.es fundaciones privadas ban sido generosas y
ban tenido exito en la formaci6n de centros internacionales de investigaci6n agricola, la ayuda oficial
de los Estados Unidos a los cientificos agricolas ha sido, en el curso del tiempo, mas desigual e insegura que el desempefl.o canadiense a traves del CIDA o del IDRC (Agencia Canadiense para el Desarrollo
Agricola Internacional y Centro Internacional de Jnvestigaciones para el Desarrollo). En su (departamento de) actividad foranea, nuestra prestigiosa Academia Nacional de Ciencias, no ha comprendido del
todo el papel y las necesidades de los cientfficos agricolas, y seg(in las declaraciones de su comite domestico, ha tendido a percibir a los cientificos agricolas como una especie de baja escala, en general
fuera de contacto con las ciencias fisicas y naturales real.es. El movimiento ecol6gico ha afl.adido nuevas aflicciones. Y tambien sufren el embate de economistas que proclaman que los cientfficos agricolas estan contribuyendo a la desigualdad de la distribuci6n personal del ingreso en la medida en que no
ban desarrollado tipos de trigo, arroz y otros cultivos que resuelvan los problemas de la desigualdad
en los paises en desarrollo. Luego volvere a este asunto.
El punto de vista que tomo se basa en dos proposiciones: 1) los avances de las ciencias
agricolas son una de las condiciones necesarias para que la agricultura tenga exito como la fuente primaria de alimentos, y 2) los incentivos econ6micos 6ptimos para la agricultura (productores) son una
de las condiciones necesarias al determinar las posibilidades cabal.es para los avances utiles de las
ciencias agricolas. Debo apuntar que no hemos dado atenci6n suficiente a la segunda proposici6n. En
apoyo a mi punto de vista he de comentar brevemente secciones de los documentos y luego hacer la
consideraci6n de un enfoque econ6mico que es mas general que lo que deseahamos al analizar el valor
econ6mico real de la investigaci6n agricola.
II. Con respecto a los documentos
De acuerdo con el plan de esta conferencia, los documentos entregados previamente a la
reunion, se clasificaban en tres puntos: 1) organizaci6n, financiamiento y proceso de toma de decisiones de esta red internacional de actividades de investigaci6n agricola; 2) los estudios econ6micos de
los efectos productivos de esta investigaci6n en afl.os recientes en paises determinados, inclusive costos
y ganancias, y 3) una serie de modelos econ6micos que pudieran ser utiles al emprender investigaciones futuras. A juzgar por la calidad de la discusi6n y de su utilidad, hay que dar una al.ta calificaci6n
al plan y a los documentos.
1. Los documentos que atafl.en a la organizaci6n, financiamiento y toma de decisiones
presentan una cr6nica detallada de lo que se ha aprendido a partir de la experienci~. Seg(in la ventajosa posici6n de Crawford, lo vemos claramente como una empresa internacional. Wortman acentUa el
hecho de que las decisiones criticas llegan a ser "juicios ponderados", en lo cual concuerdo vigorosamente. Estas decisiones entrafl.an riesgo e incertidumbre y otras consideraciones que trasciendan la
medici6n precisa. Cada documento de la serie contribuye apreciablemente nuestras introspecciones
Y
Nicholas Wade, "Green Revolution (I)" y "Green Revolution (II)", en Science, Dec. 20, 1974, Vol.
186, pags. 1093-1096, y Dec. 27, 1974, Vol. 186, pags. 1186-1192.
2
acerca de como este complejo de investigaci6n es operado, evaluado y ajustado a las oportunidades
cambiantes percibidas. No obste.nte, faltan tres cosas.
En primer lugar --sin duda merced a su modestia--. los autores rehusan discutir la muy
importante funcion del "empresariado" de investigacion en el exito de esta empresa. Quisiera saber
cufiles son las calificaciones esenciales de los empresarios de la investigacion. Es algo mas que el
talento para el manejo y la administraci6n. Se trata sin duda de un talento raro. En esta area hay
mucha experiencia por derivarse. La generacion de empresarios de investigaci6n que acometieron la
tarea con tanto exito pronto sera reemplazada por una nueva generaci6n. l Se estan reclutando los nuevos miembros, estan adquiriendo experiencia, se estan probando? No poseo evidencia de que esto
ocurra. Nuestra discusi6n me convencio de que no se comprenden adecuadamente las funciones del empresario de investigacion y de que se subestima considerablemente el valor de sus contribuciones.
En segundo lugar, no hay un tratamiento sistematico para introducir y aprovechar la £2!!!:
petencia del mercado al organizar esta actividad. Por el contrario, ·a algunos les atraen los sistemas
de comunicaci6n todavi'.a mas complejos para suministrar informacion e integrar el proceso de toma de
decisiones. La presuncion implicita de este enfoque es que el mercado no es, en ningun punto, tan eficiente para proveer tal informaci6n como lo es un extensivo sistema de comunicacion que no sea el mercado. Se trata, en mi opinion, de una presunci6n falsa. Hay muchos puntos en los que la competencia
del mercado es mucho mas eficiente en este respecto. Lo vemos en la produccion y distribuci6n de granos de alto rendimiento para alimento humano y del ganado. Las empresas privadas, sujetas a la competencia, han demostrado'su ventaja comparativa. El anfilisis de Sehgal se apoya en este punto. Una
vez que comencemos a buscar las maneras de aprovechar la competencia del mercado para configurar
la organizaci6n de esta investigaci6n, podremos encontrar que nos sirve eficazmente. Algo mas con
respecto a la competencia. En otras ocasiones he expresado preocupaci6n acerca de la creciente centralizacion de la asignaci6n de recursos para la investigacion agricola. Esto implica menos competencia; presume una indivisibilidad general entre las actividades de investigaci6n, y construye las elecciones investigativas de los cientfficos agricolas en particular. Confieso que me sesgo en favor de la
competencia. l Cufil seria el servicio considerado que quienes poseen la experiencia interna para que
nos digan acerca del papel y limites de la competencia en esta area?
La tercera cosa que falta se relaciona con la diferencia inherente en las posibilidades de
investigaci6n entre varios cultivos tanto a corto como a largo plazo. Se debe conocer mucho a partir
de la experiencia y a partir del estado de nuestro conocimiento cientffico. Hay sin duda muchas variables que deben considerarse para llegar a juicios ponderados. l Cufiles son esas variables yen que
grado esta cada una sujeta a la incertidumbre? ;,Que peso dan los empresarios de la investigacion al
esfuerzo investigativo anticipado que se requerira, al tiempo que puede tomar, los efectos de rendimiento y el riego e incertidumbre involucrados?. Los economistas padecen una lamentable carencia de informacion en cuanto a las posibilidades de investigacion contra las cuales estan los cientfficos agricolas y los empresarios de la investigaci6n.
2. Para ver la segunda serie de documentos como yo la veo, la eleccion de lenguaje y de
conceptos es importante. En la asignacion de recursos, la investigacion agricola es fundamentalmente una inversion sobre ganancias futuras. Cl>viamente no es una actividad de descanso para complacer
y ampliar el bienestar de los cientfficos agricolas. El concepto de formacion de capital en investigacion es 6.til como guia de nuestro pensamiento economico. Nos lleva aver las diferentes formas de tal
capital, v. gr •• bancos de materiales geneticos, instalaciones de laboratorios, lotes experimentales y
varias mezclas de pericias cientfficas. Me atrae la definicion que Wortman hace del "capital erudito";
es escueta. convincente y util. Cada forma del capital de investigacion tiene su propia tasa de depreciacion y cuando el rendimiento genetico llega a su maximo, seg6n lo ilustra la vaca genetica de Kislev,
la investigacion que le siga sera de "mantenimiento", el concepto de escala y la combinacion optima de
insumos de investigacion sirven para facilitarnos la distincion entre organizaciones mas eficientes y menos eficientes. El concepto de un equilibrio economico general esta siempre --cual debe de ser-- en el
fondo de nuestras mentes, aunque el comportamiento observable de la gente, inclusive acciones para
recuperar el equilibria. Creo que crasamente soslayamos la extension de la teor:i'.a para analizar este
proceso de equilibria. Los precios de los factores de producci6n son obviamente importantes, pero
tambien lo son los precios de los productos agricolas. Aunque los precios de los productos agricolas
padecen un serio desorden en el mundo, los documentos de este grupo no hablan vitualmente nada acerca de las implicaciones que tienen estas distorsiones de los precios para la contribucion optima de la
investigacion agricola.
Los estudios empiricos que trazan la difusion y que estiman los costos
3
~·
ganancias a
partir de las nuevas ;·ariedades de altos rendimientos en determinados pa.lses de bajos ingresos, aportan
una contribuci6n importante. Estos documentos reserum una historia consistente: la tasa de beneficios
lograda en relaci6n con los costos de la investigaci6n es mucho mas alta que la tasa de beneficios que
se hubiese logrado a partir de la mayorfa de las oportunidades de inversion en esos pa.lses. Los resultados del enfoque de Dalrymple son, para todos los prop6sitos practicos, los mismos que las del enfoque de Evenson sobre la funci6n de la producci6n. Aunque abundan las limitaciones de datos y los sesgos de especificaci6n estan siempre presentes, los resultados son tan robustos que se les debe tomar
en serio. La tarea acometida por Evenson para distinguir entre la investigaci6n cientifica y la investigaci6n aplicada a este contexto es suficientemente importante entre las prioridades de nuestra agenda
de informaci6n econ6mica. Con respecto a los avances en Colombia, el estudio de Hertford aporta dos
nuevas introspecciones: 1) los fuertes efectos adversos llevados a ese pais via la Ley PUblica 480 sobre
el precio del trigo al nivel de la finca, y como consecuencia la tasa de beneficio de la investigaci6n sobre trigo en Colombia ha sido muy baja ~; y 2) en el caso del algod6n, los rendimientos casi se han
cuadruplicado a partir de 1968 como respuesta a los favorables efectos de los precios resultante s de
las reformas a la tasa de intercambio hechas en ese afto, y Colombia se torn6 exportador de cantidades
considerables de algod6n. Pero en esta historia exitosa en particular, "no se deriv:aron beneficios significativos y positivos del programa colombiano de investigaci6n sobre algod6n". Me aventuro a decir
que una revision cuidadosa de la evidencia pertinente sobre el exito algodonero en Mexico, revelaria
una historia similar. Analfticamente lo que es notable en el estudio de Hertford es el hecho de que haya
considerado los precios en la finca tanto del trigo como del algod6n. Su estudio no se limit6 a los cambios en los factores de precios.
Los dos documentos sobre Brasil tienden a tratar con la dinamica del desarrollo econ6mico, inclusive la reducci6n de las barreras a la exportaci6n de productos agrfoolas y con los efectos favorables resultantes en los precios al nivel de la finca. Las implicaciones para la investigaci6n agrfcola son acentuadamente positivas. De acuerdo con Pastore y Alvers una de las razones principales de
los aumentos recientes de apoyo federal a la investigaci6n agricola es la de ganar porciones considerables en el mercado internacional. El enfoque de Castro y Schuh es util para interpretar la experiencia
brasifona.
3. Hay algunos documentos que consisten en modelos sin un ana.Iisis empirico que pruebe
su utilidad. Suelo ver esos documentos de manera un tanto a.vinagrada. En la discusi6n, sin embargo,
fue evidente que los autores los habfan aplicado. Espero que
aplicaciones etnpiricas sean incluidas
para la fecha en que se publique la memora de esta reunion • Al organizar el suplemento sobre capital
humano del Journal de Political Economy de 1962 ~/ me apegue firmemente a la decision de que no se
a.ceptaria ning(in documento a menos que su autor mostrara que habia usado su modelo en un analisis
·~rr.plrico. Los modelos aparecidos en ese suplemento han sido ampliamente aplicados y estoy convencido de que esto aconteci6 porque los autores demostraron que, en efecto, eran utiles. Mi experiencia
con dos suplemen.tos mas recientes del Journal of Political Economy, dedicados a la ecollomi'.a de la
fertilidad §./, apoyan vigorosamente la posici6n que adopte. Nuestra literatura econ6mica esta plagada
de abundantes modelos sin usar ((,inutiles? ). Me asombra el hecho de que estos tres grupos de documentos no digan nada sobre las politicas econ6micas de aquellos pafses en vias de desarrollo que obstruyen los beneficios que pudieran obtenerse de la investigaci6n agrfcola. Se de antemano que los empresarios de la investigaci6n internacional son renuentes a criticar abiertamente las politicas de los gobiernos. Es obvio que se trata de un asunto muy delicado. Pero el asunto se debe confrontar si se ha
de acrecentar la producci6n de alimentos, lo cual se piiede hacer, a fin de satisfacer las necesidades de
la gente de esos pafses. El hecho de que documentos preparados por economistas no toque el punto es
en realidad una cosa rara.
sus
ill. Temas de politica econ6mica
Nosotros mismos nos hemos impedido ver los efectos de las politicas gubernamentales
sobre el valor econ6mico de la: investigaci6n agri'cola. Si nos los permitieramos --seg(in debe de ser--
!/
El estudio de Leonard Dudley y Roger J. Sandil8nds, citado por Hertford, ha sido public ado ya;
vease "The Side Effects of Foreign Aid: The Case or Public Law 480 Wheat in Colombia", Economic
Development and Cultural Change, 23, January, 1975, 325-336
~
''Investment in Human Beings" Journal of Political Economy, 70, Supplement, Part Two, Oct., 1962
157 pags.
§} "New Economic .Approaches to Fertility", Journal of Political Economy, 81, Part II, March/ April,
1973, 299 pagsJ y ''Marriage, Human Capital, and Fertility 11, Journal Or Political Economy, 82, Part II,
March/ April, 1974~ 233 pags.
4
encontrariamos que estos efectos son muy adversos al logro de los beneficios 6ptimos de los esfuerzos
tanto nacionales como internacionales de investigaci6n. Hal.lamos conveniente soslayar estas consecuencias debido a que la politica econ6mica de cualquier gobierno que no sea el nuestro es un asunto
muy sensible. Jugamos a la segura al proclamar que es impropio criticar tales politicas. Esta actitud poco critica de lo que hacen los paises soberanos nos lleva a una seria incosistencia. Nuestra tarea de ayudar a resolver los problemas alimentarios de esos paises tiende a ser, bajo tales circunstancias, inconsistentes con su conducta soberana. En mi opini6n, gran parte del deficiente comportamiento de la investigaci6n agricola en muchos paises pobres, es una consecuencia de politicas econ6micas tambien deficientes. En este contexto, cometemos un error al no adoptar un punto de vista cuidosamente consideradp y critico de tales politicas, dado que al hacerlo entraremos en asuntos altamente
sensibles relacionados con la soberania.
Limitare los comentarios que restan a tres de esos asuntos: 1) las ganancias que obtienen
los consumidores a partir de la investigaci6n agricola; 2) los efectos de esa investigaci6n sobre la distribuci6n de personal del ingreso, y 3) los efectos adversos de las distorsiones del precio de los productos agricolas sobre la contI,'ibuci6n 6ptima de la investigaci6n agricola.
1. Somos negligentes al no mostrar la magnitud en que los consumidores obtienen beneficios de la investigaci6n agricola. No es suficiente, decir solo que pudiera haber un excedente para los
consumidores. Sostener. como lo hacemos, que los agricultores como productores son los beneficiarios real.es de la investigaci6n agrfoola dista de ser la verdad. Las familias de los productores como
consumidores pudieran beneficiarse y, bajo circunstancias especial.es, derivar el beneficio cabal.
Sup6ngase que los costos de producir arroz se redujeran considerablemente merced a una nueva variedad, y sup6ngase que los pequefios productores de arroz que adoptasen esta variedad consumieran totalmente lo que producen. En este caso especial, todos los beneficios se acrecentarian hacia la familia
productora en forma de beneficio de consumo. El ingreso real de la familia aumentaria. La transferencia de estas ganancias a partir de una disminuci6n de los costos real.es es mucho mas compleja en
una economia de mercado bajo competencia. El evento conducente a una reducci6n en los costos origina, en primer lugar, un desequilibrio, . Los agricultores suelen hacer ajustes para recuperar el equilibrio. La tasa y la magnitud con las cuales las ganancias son transferidas a los consumidores dependen de la elasticidad de la demanda y del cambio de la demanda durante todo el period de ajuste. Si
todo el producto se consumiese dentro del pais, como una primera aproximaci6n, las ganancias se
transferirian a los consumidores domesticos, inclusive a las familias de los productores en su papel
de consumidores. Si todo el producto fuese exportado, serian los consumidores de los paises importadores quienes se beneficiaran, y la magnitud del beneficio dependerfa de los efectos que tuviesen las
exportaciones adicionales sobre el precio mundial. Aunque hay varias posibilidades, la teoria econ6mica general nos dice que los beneficios en productiviad agricola que se derivan d~ la investigaci6n son,
de ordinario, transferidos a los consumidores ea el curso del tiempo, via la competencia. Los agricultores no pueden retener las ganancias por mucho tiempo, aunque los primeros en reducir sus costos se
benefician por un tiempo y hasta que la competencia deja sentir sus efectos. Los agricultores, por
supuesto, se benefician en su capacidad de consumidores.
Sabemos, merced a la investigaci6n doctoral de Peterson, que la marcada disminuci6n del
precio de la carne de aves fue en gran medida una c.onsecuencia de la investigaci6n agricola 2,/. Entre
1910-1914 y el ciclo de 1971, "el precio real de los granos alimenticios disminuy6 en un 37% Jj. Me
gustaria saber cuanto de este beneficio para los consumidores se deriv6 de la investigaci6n agricola.
Antes de la primera guerra mundial, el precio de uria ionelada de trigo era considerablemente menor
que el de la tonelada de arroz. Desde mediados de la decada de 1950, sin embargo, el precio del trigo
ha sido en general la mitad del del arroz. Mi suposici6n es que durante ese perfodo la investigaci6n
agricola fue mucho mas efectiva para reducir el costo real de producir trigo en el mundo, que para reducir el costo de producci6n del arroz. Todavia falta por determinar cuanto hay que acreditar a la investigaci6n y cuanto a los numerosos procesos de equilibrio en la agricultura. Alli estan, sin embargo,
la reducci6n en los costos para productos avicolas, t:'."igo y muchos otros productos agropecuarios.
Siendo esto cierto, la posibilidad de reducir mas estos costos en el futuro debe entrar como consideraci6n basica al formular la politica econ6mica.
6/ Willis Peterson, "Return to Poultry Research in the United States", Ph.D. Thesis in Economics,
University of Chicago, 1966 (inedita).
1f
D. Gale Johnson, "World Food Problems", Agricultural Economics Research Paper No. 74: 8,
Jul. 10, 1974 (inedito).
5
2. Si bien sabemos poco acerca de los factores que alteran la distribuci6n person$]. del
ingreso, sf conocemos suficiente los efectos que sobre la distribuci6n del ingreso ha tenido la modernizaci6n agricola, para corregir algunas de las malas interpretaciones ampliamente difundidas con respecto a este asunto. Limitara mis comentarios a los consumidores, terratenientes y agricultores.
(1) Los efectos primarios de la investigaci6n sobre la desigualdad en la distribuci6n de
ingreso ocurren como consecuencia de las ganancias en la productividad agrfoola que se transfieren a
los consumidores. As(, cualquier reducci6n en los costos reales para producir productos agropecuarios
beneficia a los consumidores, y por consiguiente se acrecienta mas el ingreso real de las familias de
bajos ingresos que el ingreso real de las familias ricas. Sabemos que un impuesto sobre la venta de
alimentos es regresivo, por la misma 16gica econ6mica los efectos de la investigaci6n considerados
aqu( son progresivos en el sentido de que los beneficios son distribufdos entre familias pobres y ricas.
Por tanto, para reducir la de~aldad del ingreso personal, son importantes los costos mas bajos de
los productos agrfoolas. Existen muchas evidencias de que los efectos acumulados primarios de la
modernizaci6n agrfoola de la cual es componente la investigaci6n, no han sido injustos con la gente
pobre; al contrario, la beneficia masque a la gente rica. En este respecto debemos mucho a nuestros
oeientfficos agrfoolas.
(2) Otro efecto de la distribuci6n del ingreso se registra como consecuencia de los cambios
en la manera en que el ingreso es comparativo. Se ha observado ampliamente que la cantidad de ingreso que va a los terratenientes declina a medida que ocurre la modernizaci6n de la agricultura. Pienso que
a la investigaci6n agrfoola se le puede atribuir una parte considerable de esta disminuci6n de la importancia econ6mica de la tierra como un factor en la producci6n, medida en terminos de la fracci6n del ingreso que se destina a renta de la tierra. No vemos este proceso p.orque nuestro enfoque anal(tico descansa en la Ley de Hicks. Nadie ha sido mas perceptivo que el profesor Jan Pen 8/ en mostrar las limitaciones de la Ley de Hick para analizar la declinaci6n hist6rica de las rentas de la tierra de cultivo en el sentido de la fracci6n del ingreso que reciben. Parte del credito por la desaparici6n de esta
clase terrateniente debe darse a nuestros cientfficos agrfoolas porque ellos generaron factores de producci6n substitutos para la tierra y porque aumentaron el capital humano necesario para trabajarlos.
(3) Los efectos de la investigaci6n agrfoola sobre la distribuci6n del ingreso personal entre las familias rurales es un asunto donde predomina la confusi6n. Las familias pueden ganar como
consumidoras y, en este contexto, segful lo han mostrado Hayami y Herdt Jl./, los cultivadores de arroz
minifundistas tienden a beneficiarse mas que los grandes productores. En la medida en que la investigaci6n suministra un substituto para las tierras del cultivo, yen la medida en que los agricultores son
propietarios de esas tierras de cultivo, la renta destinada a ellos tiende a declinar en el curso del
tiempo. Conforme la agricultura moderna se torna mas compleja, el capital humano de los agricultores
se vuelve crecientemente importante. Bajo tales circunstancias dinamicas, los agricultores mejor educados, en terminos de su capital humano adquirido, ganan bajo condiciones de competencia 10/.
Contrario a lo mucho que se ha dicno sobre los efectos adversos de las variedades de alto
rendimiento sobre la distribuci6n del ingreso personal en la agricultura de la India, hay estudios detallados 11/ que muestran en efecto que la desigualdad del ingreso se ha reducido en alg6.n grado. Estos
efectos no pudieron haberse pronosticado; hubimos de esperar las evidencias para determinarlos.
Bajo otras condiciones econ6micas, los resultados pudieran ser diferentes. Tan importante es que las
poHticas econ6micas no pasen por alto ni discriminen a los agricultores minifundistas, como que los
cientfficos agricolas que luchan por formar plantas (y animales) mas "eficientes" en terminos de sus
capacidades geneticas, y por cientfficos quimicos que se dedican a desarrollar productos mas baratos
y mejores, puedan trabajar sin la constricci6n de que los frutos de su investigaci6n se apliquen solamente a las fincas pequeflas.
Ji/
Jan Pen, Income distribution: facts, theories policies, traducido (al ingles) por Trevor S. Preston,
Praeger Publishers, New York, 1971. Veanse especialmente las pags. 208-214.
!l.f Yujiro Hayami Robert W. Herdt, "The Impact of Technology Change in Subsista.nce Agriculture on
Income Distribution," Workshop paper, University of Chicago, Jan. 30, 1975.
12.f
Trato este asunto en considerable detalle en "The Value of the Ability to Deal with Desequilibria",
unpublished human capital paper No. 74:1, Rev. Dec. 20, 1974, University of Chicago.
J:l/
K. Satyanaragana & M.A. Muralidhanan, ''Impact of New Farm Technology on the Economy of Cultivator Households in Punjab", Indian Agric. Res. Institute New Delhi, 1974, 109 pags. (documento
inedito ); Kater Singh, "The Impact of Agricultural Technology on Farm Income Distribution in the Aligarh
District of Uttar Pradesh'~ Indian Journal of Agricultural Economics, Vol. XXVIII, No. 2, April-June,
1973.
6
3. El punto final y mas importante de mi agenda es el problema de los precios. Seg(.m
mi punto de vista, las distorsiones en los precios de los productores agrfoolas reducen considerablemente el valor econ6mico potencial de la investigaci6n. Pero no hemos tocado el problema excepto
en lo que atafie a las distorsiones del precio del trigo en Colombia y a sus efectos adversos sobre la
investigaci6n en trigo, y a la advertencia de la importencia de los precios de exportaci6n en Brasil.
Jap6n y los pa.lses de Europa Occidental sobreprecian los productos agricolas y, por tanto, el valor
econ6mico de la investigaci6n se sobrevalora. El alto precio interno del arroz en Jap6n y del trigo en
Francia son indicadores engafiosos para determinar el valor real que la investigaci6n aiiade al ingreso.
Pero tal raz6n, hay que hacer descuentos substanciales al exito de la investigaci6n en el Jap6n. Los
efectos del sobreprecio en Europa Occidental son mucho mas serios en el sentido de que reducen los incentivos del preci::> en la finca en algunos paises en vias de desarrollo.
Nuestra preocupaci6n fundamental es, sin embargo, me.jorar la organizaci6n de la investigaci6n agri'.cola y la inversi6n que se hace en ella a fin de aumentar el abastecimiento alimentario de
los pa.lses de bajos ingresos. Pero la continua y seria disminuci6n de los precios de los granos alimenticios en muchos de esos paises reduce considerablemente las posibilidades potenciales de lograr
ese objetivo. Ninguna de las ret6ricas recientes sobre la escasez de granos alimenticios ha tocado
el problenia medular, es decir, que la politica de alimentos baratos en la mayoria de dichos pa.lses no
solo obstruye sino que mantiene a la agricultura muy por debajo de su producci6n 6ptima. Seg(in mi
punto de vista, es tarea de economistas foraneos hacer el anfilisis que determinara el grado con el cual
los propios pa.lses pobres son responsables de su escasez de alimentos. En esta conferencia no hemos
afrontado esta interacci6n impHcita entre la investigaci6n agricola y la producci6n. Tomar los precios
internos de estos pa.lses seg(in' se dan, significa desviar nuestra responsabilidad analitica.
Dificil como es averiguar los precios reales de los productos agricolas en estos pa.lses,
los precios que tengo a la mano );1/ tienden a apoyar las siguientes inferencias econ6micas.
(1) Los .monopolios estatales de mercado a traves de Africa Occidental y Oriental han
puesto precios mortales a sus mejores cultivos; al decir mejores me refiero. a las cultivos en los
cuales estos pa.lses tienerr una ventaja comparativa real. Si esos comites de mercado se hubiesen establecido con el solo prop6sito de reducir los incentivos econ6micos para producir dichos cultivos, hubiera sido dificil que hubieran cumplido su tarea con tanto exito. Para dar un ejemplo, en marzo pasado, cuando estuve en Senegal, observe que el precio en la finca para el cacahuate era definitivamente
menor de la mitad que el precio real de exportaci6n. El comite de mercadeo estaba colectando rentas
y los agricultores estaban siendo desalentados todavia mas por el aumento en el precio de los fertilizantes. Las implicaciones para la investigaci6n en estos cultivos clave en esos pafses de Africa son
obvias.
(2) El potencial econ6mico de la Argentina coma uno de los principales abastecedores de
trigo y ma.lz ha sido obstaculizado en gran medida por los bajos precios de ambos cultivos dentro de ese
pa.ls. Los incentivos de precios a nivel de la finca han sido por mucho tiempo de un tercio o mas por
debajo del precio real de esos cultivos. ;, Hay alguna duda de por que los rendimientos de estos cultivos
han recibido tan pocos beneficios de la investigac16n agrlcola realizada en esos cereal.es.
(3) Con respecto a la produccibn de arroz, veo que Tailandia y Birmania tienen un gran
potencial econ6mico sin explotar. Pero esto no es automatico. La economia de Birmania sufre desarreglos serios, en tanto que en Tailandia el politicamente conveniente impuesto de exportaci6n sabre
el arroz ha sido mucho tiempo el procedimiento para mantener al precio que los productores de arroz
reciben por su producto en alrededor de un tercio a dos quintos por debajo de su valor econ6mico real.
Los nuevos arroces enanos de alto rendimiento y su costoso complemento, es decir, las inversiones
para controlar el agua, continuan siendo no econ6micas. Como contraste, el precio, el uso que se hace
de los resultados de la investigaci6n y los impresionantes aumentos de la producci6n de mafz en
Tailandia son un caso de exito econ6mico real.
(4) Otro caso de las distorsiones de los precios de productos agrfoolas se presenta cuando
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Christine Collins del Servicio de Investigaci6n Econ6mica, Depto. de Agricultura de los EUA, ha
sido generosa al dedicar tiempo para ayudarme con datos sabre los precios. Se necesitar!a un documento mas extenso y profundo para interpretar cabalmente los precios que me proporcion6 junta con
los que tengo a la mano. Ella no es, por supuesto, responsable de lo que digo en los parrafos que siguen.
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uno observa los precios internos relativos prevalentes. Tomo como mi patron de referencia el hecho
de que el valor economico real de una tonelada de arroz es alrededor del doble que la del trigo y que
el precio del maiz es algo menor que el del trigo. La implicaci6n parece obvia: si el precio del arroz
en la finca fuese el doble que el del trigo, el incentivo para modernizar la produccion de arroz variar{a
acusadamente en favor del arroz. Regresando al caso de Tailandia, el precio bruto del arroz en
Bangkok ha sido virtualmente el mismo que el del maiz. En siete de los af'tos ~urridos entre 1960
y 1973, el precio del maiz fue en realidad mayor. Empero, el valor economico real del arroz es mas
del doble que el del maiz, en tanto que el precio del mafz esta a la par con su valor real; el arroz,
cultivo clave, tiene un precio por debajo del real.
Para resumir, hemos aprendido mucho con respecto a la organizacion de la investigaci6n
agricola. Es cierto que las decisiones basicas se convierten en "juicios ponderados". Tambien es
cierto que los empresarios de la investigacion y, la competencia son importantes, pero fueron omitidos
en los varios documentos sobre organizacion. Contamos ahora con vigorosa evidencia de que los beneficios obtenidos de la inversion en investigacion agrfoola ban sido muy altos. Pero todavi'.a falta mucho
que decir acerca de las interacciones entre la investigaci6n agrfoola y la economfa. Los beneficios derivados de la investigaci6n en el curso del tiempo son primordialmente para los consumidores. Conforme los consumidores se benefician de los menores costos de los productos agrfoolas, las familias de
bajos ingresos se benefician relativamente masque las familias ricas, yen esta medida, se reduce la
desigualdad del ingreso. La importancia econ6mica de la clase terrateniente disminuye en parte como
consecuencia de las contribuciones de los cientificos agricolas. Dentro de la agricultura, los efectos
sobre la distribuci6n del ingreso en los paises en desarrollo no son necesarimente adversos a los agricultores minifundistas. Desde el punto de vista de la politica, sin embargo, lo importante es que hay
politicas econ6micas apropiadas para reducir la desigualdad entre las familia s rurales. Es un error
culpar a los cientlficos agricolas de este problema de desigualdad, por las razones que he e:xpuesto.
La omision mas seria, en mi opinion, es soslayar el problem.a de los precios de los productos agrfoolas
entre y dentro de los paises. Las distorsiones existentes en estos paises reducen mucho el valor econ6mico potencial de la investigaci6n agricola. Advierto que este es un problema muy delicado, y con
toda probabilidad demasiado sensible para que lo toquen quienes estim dentro del asunto. No obstante,
hay que encontrar soluciones si muchos de los paises de bajos ingresos han de tener exito en la produccion de suficientes alimentos para satisfacer sus demandas.
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