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Alteración de las hormonas humanas a causa del glifosato
El profesor Gilles-Eric Seralini trabaja actualmente en la evaluación de organismos
genéticamente modificados (GM) y la toxicidad del glifosato --el ingrediente activo del
Roundup—, a la vez que realiza comparaciones entre la formulación del producto denominado
Roundup y el glifosato solo. Recientemente hizo una presentación en la conferencia organizada
en Copenhaguen por PAN Europa sobre Reducción del uso de plaguicidas en Europa (PURE,
por su nombre en inglés). Posteriormente conversó con John Harvey.
John Harvey: Usted señaló que el glifosato se utiliza mundialmente en el 75% de los
cultivos genéticamente modificados. ¿Es eso así?
Giles-Eric Seralini: En realidad el 99% de los cultivos genéticamente modificados alrededor del
mundo está diseñado ya sea para tolerar o para producir plaguicidas. El 75% tolera los
plaguicidas, principalmente el Roundup. Por ejemplo, el 90% de la soya transgénica está
diseñada para tolerar el Roundup. El otro 25% de los cultivos GM produce su propio insecticida,
derivado de la bacteria biopesticida Bacillus thuringiensis (Bt) o insecticidas producidos en
bacterias.
John Harvey: ¿Considera usted que productos químicos tales como el glifosato o el
Roundup están siendo sometidos a pruebas adecuadas, tales como las pruebas estándar
para roedores que utilizamos para otros productos químicos?
Giles-Eric Seralini: Si el 99% de los cultivos genéticamente modificados está diseñado para
producir o tolerar plaguicidas, en realidad puede decirse que estos cultivos sólo ayudan a la
producción agrícola industrial, no así a la agricultura orgánica o a la extensiva. Son
herramientas para apoyar las prácticas agrícolas intensivas. Me estuve preguntado si alguien
habría alimentado a las ratas con estos cultivos durante el período estándar de tres meses.
Descubrí que en el caso de los cultivos genéticamente modificados no existe realmente ninguna
prueba estándar buena para medir la toxicidad en las ratas. Así que si esto no se ha hecho,
¿cómo le puedes garantizar mañana a 450 millones de europeos que los cultivos serán buenos
para la salud?
Mi equipo ha podido notar que el Roundup altera las hormonas (mensajeros químicos) que
modulan la síntesis del estrógeno. Los estrógenos son conocidos como hormonas femeninas,
pero hoy sabemos que en dosis muy bajas son importantes para el crecimiento de los huesos y
la función testicular. De aquí que una modulación de la síntesis del estrógeno podría ser
responsable de una disminución del esperma, un aumento de los cánceres y las
malformaciones sexuales. Es por esto que tenemos que ser cuidadosos con los efectos
hormonales de los cultivos genéticamente modificados y los herbicidas asociados.
John Harvey: Usted usó una enzima llamada aromatasa. La enzima elegida debe ser
esencial para el funcionamiento saludable del cuerpo humano. ¿Por qué eligió la
aromatasa?
Giles-Eric Seralini: Si el 99% de los cultivos genéticamente modificados está diseñado para
producir o tolerar plaguicidas, en realidad puede decirse que estos cultivos sólo ayudan a la
producción agrícola industrial, no así a la agricultura orgánica o a la extensiva. Son
herramientas para apoyar las prácticas agrícolas intensivas. Me estuve preguntado si alguien
habría alimentado a las ratas con estos cultivos durante el período estándar de tres meses.
Descubrí que en el caso de los cultivos genéticamente modificados no existe realmente ninguna
prueba estándar buena para medir la toxicidad en las ratas. Así que si esto no se ha hecho,
¿cómo le puedes garantizar mañana a 450 millones de europeos que los cultivos serán buenos
para la salud?
John Harvey: De acuerdo a lo que usted encontró ¿qué efecto tiene el glifosato o el
Roundup
sobre
la
función
de
la
aromatasa?
Giles-Eric Seralini: Primero, hallamos que dosis muy bajas de glifosato resultaban tóxicas para
las células de embriones humanos, al igual que para las células fetales y placentales. También
encontramos que la síntesis de las hormonas estaba perturbada con el Roundup y que esto se
amplificaba con la formulación del producto. Existe la creencia general de que sólo el
ingrediente activo del Roundup, el glifosato, es tóxico. Pero esta creencia general debe ser
revisada ya que la formulación del producto amplifica el efecto.
De acuerdo con las reglas toxicológicas, uno diluye los efectos del ingrediente activo al hacer la
formulación del producto; sin embargo ahora conviene reestudiar esto, porque probablemente
está equivocado en varios casos. Por ejemplo, hay detergentes ligados a ingredientes activos
que les dan un efecto tóxico: éste es un proceso que tiene que ser reconsiderado a fin de
evaluar en forma adecuada todos los ingredientes activos de los que se sabe que son
alteradores hormonales.
John Harvey: Usted dijo haber encontrado que dosis muy bajas de glifosato habían
causado estos efectos en la aromatasa. ¿Se trata del tipo de dosis que se utilizaría en las
prácticas agrícolas en la Unión Europea?
Giles-Eric Seralini: Son entre 10 y 100 veces más bajas que las dosis utilizadas por los
trabajadores agrícolas. Hay que ser cauteloso porque estos son resultados in vitro, pero no
queremos esperar que ocurran muertes, cuando el principio precautorio sugiere la necesidad de
adoptar medidas para evitar cualquier efecto dañino para los fetos y los niños.
John Harvey: La conferencia PURE es sobre la reducción del uso de plaguicidas y la
aplicación del principio precautorio; ¿qué debería hacer la Unión Europea respecto del
uso de glifosato y de Roundup?
Giles-Eric Seralini: En primer lugar, pienso que no debería creerse que los organismos y
plantas genéticamente modificados reducen el uso de plaguicidas, porque realmente no lo
hacen. En segundo lugar, hemos pensado acerca de este tema en el CRII-GEN (el Comité
francés de investigación e información independiente sobre ingeniería genética) y creemos que
en Europa necesitamos un nuevo cuerpo de expertos.
Con demasiada frecuencia los únicos expertos designados por los gobiernos son personas que
conocen la industria química y trabajan con ella. Debemos tener expertos independientes y
contradictorios en todas las instancias donde son evaluados los plaguicidas y otros productos
industriales que pueden causar efectos dañinos a los seres humanos.
Gilles-Eric Seralini, Presidente del Consejo Científico de CRII-GEN (Comité de Recherche et
d’Informations Indépendantes sur le Génie Génétique), Universite de Caen, Laboratoire de
Biochimie et de Biologie Moleculaire – IBFA Esplanade de la Paix, Caen F-14032 Cedex,
France, tel: 33 (0) 231 56 56 84, fax: 33 (0) 231 56 53 63, [email protected], www.criigen.org
[Este artículo fue publicado por primera vez en Pesticides News No. 63, marzo 2003, p. 4]