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Información Comercial El Silicio y los diferentes tipos de estrés abiótico Según muchos autores el Silicio es el desestresante universal, lo cual quiere decir que ningún otro elemento natural tiene las características del Silicio para ayudar a las plantas a sobrevivir en condiciones adversas. Esas condiciones pueden ser causadas por el medio ambiente o por organismos vivos. atribuye a aumento de la acción de defensas antioxidantes, disminución del daño de moléculas funcionales en las membranas y mantenimiento de muchos procesos fisiológicos y fotosintéticos. El silicio reduce el contenido de peróxido de hidrógeno y prolina y aumenta el contenido de agua relativo de las hojas. En los momentos actuales, cuando se avecina el fenómeno del Niño, el silicio es un elemento básico en los programas de fertilización con el fin de preparar a las plantas para superar la sequía a la cual van a ser sometidas. El estrés causado por organismos vivos se refiere al efecto que ejercen sobre las plantas los organismos que se encuentran en el medio, tales como hongos, bacterias, virus, nemátodos y otros, que al actuar sobre las plantas producen las enfermedades de diferentes tipos; este tipo de acción, en la cual la planta hospedera resulta afectada negativamente se conoce como estrés “biótico”. El otro factor causante de estrés en las plantas es el medio ambiente, que se manifiesta como sequía, inundación, exceso de calor, exceso de frío, exceso de sales, viento fuerte, falta de luminosidad y otros, que afectan negativamente a las plantas, produciendo lo que se conoce como estrés “abiótico”, en el cual no intervienen seres vivos sino factores climáticos naturales. El silicio, conocido como el desestresante natural es absorbido por las plantas como ácido monosilícico u ortosilícico, una molécula simple que se encuentra en bajas concentraciones en el suelo y que cuando se forma se pierde muy rápidamente por lixiviación o porque las plantas lo toman rápidamente. Una vez dentro de la planta el silicio se localiza en los diferentes estructuras de ellas, desde la raíz y el tallo, hasta las hojas que es el órgano donde se presenta la mayor acumulación de este elemento. El Silicio penetra a las plantas disuelto en el agua por el fenómeno conocido como “flujo de masas” y se mueve a través del xilema hasta llegar a las hojas; una vez dentro de ellas se difunde a través de los tejidos esponjosos de la hoja y se localiza como una capa continua entre la cutícula y la epidermis, formada por dos subcapas, una un gel amorfo de dióxido de silicio y otra en complejo sílica – celulosa. Ambas capas tienen un espesor de 5 micras aproximadamente, y forman una barrera entre la planta y el medio ambiente. Esta capa “aislante” defiende la planta de los efectos nocivos de los factores medio ambientales, cuando estos le son adversos. Según Costa y Pérez (2010), la acumulación de silicio proporciona una protección mecánica a la epidermis que disminuye la transpiración; aumenta la capacidad de defensa antioxidante de la planta, incrementa el contenido de prolina, asociada con un mecanismo regulador de la pérdida de agua mediante la reducción del potencial hídrico de las células. Las hojas de plantas tratadas con silicio presentan mayor contenido de proteína. La mayor tolerancia a la sequía también se El silicio reduce el estrés salino, relacionado muchas veces con el estrés hídrico. Reduce el transporte de sodio en la planta; aumenta la producción de materia seca, diluyéndolo dentro de la planta. El silicio también puede aliviar el estrés producido por frío y congelación y aumentar el crecimiento de las plantas. Los posibles mecanismos involucrados se relacionan con mayor actividad de defensas antioxidantes y menor peroxidación lipídica y permeabilidad de las membranas, lo que ayuda a retener agua principalmente en las hojas. Este elemento está involucrado en la estabilidad térmica de la membrana celular. Con temperaturas altas se alteran las proteínas y lípidos que forman las membranas, afectándose el metabolismo. El silicio mantiene su integridad. Tiene efectos muy marcados en el metabolismo de las plantas; aumenta las concentraciones de clorofila en las hojas. Niveles suplementarios de silicio han demostrado aumentar la concentración de la enzima RUBP carboxilasa. Esta enzima regula el metabolismo del dióxido de carbono y permite a la planta hacer un uso más eficiente de los niveles de CO2. El silicio ayuda a balancear los elementos nutritivos en los tejidos, optimizando la absorción de fósforo, magnesio, potasio, hierro, cobre y zinc. El Silicio afecta la arquitectura de la planta y su resistencia al volcamiento. Al depositarse en los tallos los hace más rígidos y fuertes, al depositarse en las hojas las hace más erectas, lo cual evita que las hojas superiores hagan sombra a las inferiores, y la luz puede penetrar más profundamente dentro de la estructura de la planta. El Silicio es un elemento agronómicamente esencial cuando las plantas deben enfrentar condiciones medioambientales adversas. Javier Bernal Eusse I.A, ph.D Asesor técnico Mejisulfatos