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CLOTTES J. (dir.) 2012. — L’art pléistocène dans le monde / Pleistocene art of the world / Arte pleistoceno en el mundo Actes du Congrès IFRAO, Tarascon-sur-Ariège, septembre 2010 – Symposium « Art pléistocène dans les Amériques » Arte rupestre, movilidad y cambio climático en Patagonia austral durante el Holoceno. ¿Por qué cambiar? Rafael A. GOÑIa y Juan Bautista BELARDIb Resumen Las representaciones rupestres de Patagonia austral han variado en técnicas, diseños y distribución espacial en concordancia con cambios climáticos sucedidos en la región durante el Holoceno tardío. ¿Debido a qué factores cambiaron las técnicas y diseños (pinturas y escenas) que durante milenios previos perduraron? ¿Por qué el Holoceno temprano y medio brinda una destacada diversidad de pinturas que durante momentos tardíos ya no se encuentran? ¿Es sólo un cambio cultural? Sobre la base de la discusión regional y suprarregional de la evidencia rupestre se propone que la causa de tan importante modificación estaría relacionada con los cambios registrados en la movilidad de las poblaciones cazadoras producto de la conjunción de factores climáticos y tecnológicos. La disponibilidad y ubicación de cuevas y aleros habrían condicionado la movilidad humana durante el Holoceno temprano y medio, a la vez que fueron soportes de la mayor frecuencia y diversidad de representaciones pintadas. La tendencia hacia la disminución paulatina de la humedad, que se enfatiza durante el Holoceno tardío, debió incidir fuertemente en la necesidad de incorporar nuevos espacios –mesetas- y formas de movilidad, prescindiendo de los puntos fijos de habitación y abrigo. Este proceso habría generado, no solo la expansión del arte rupestre a todo el espacio abierto disponible y, por ende, el énfasis en el empleo del grabado, sino también las condiciones para la sustitución de las representaciones rupestres pintadas que por milenios, desde el comienzo del Holoceno, dominaron este tipo de manifestaciones regionales. Résumé – Art rupestre, mobilité et changements climatiques en Patagonie méridionale au cours de l’Holocène. Pourquoi changer ? Les représentations rupestres de Patagonie australe ont varié dans leurs techniques, thèmes et répartition spatiale en même temps que les changements climatiques régionaux au cours de l’Holocène tardif. Quelle fut la cause des modifications de ces manifestations qui s’étaient maintenues stables pendant des millénaires ? Pourquoi l’Holocène ancien et moyen présente-t-il une plus grande variété de peintures que la période postérieure ? Serait-ce dû exclusivement à des changements d’ordre culturel ? Une étude régionale et inter-régionale de l’art rupestre suggère que ces changements sont en relation avec la variation de la mobilité des populations causée par la conjonction de facteurs techniques et climatiques. La disponibilité et la situation des abris auraient déterminé la mobilité des populations au début de l’Holocène, tout en constituant les supports de la plus grande partie de l’art rupestre diversifié. La tendance à la diminution progressive de l’humidité au cours de l’Holocène tardif a dû provoquer la a Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional del Centro e Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano. 3 de febrero 1370 (1426). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina – [email protected] b Universidad de la Patagonia Austral y CONICET. Lisandro de la Torre 1970 (9400) Río Gallegos, Santa Cruz. Argentina – [email protected] Symposium Amériques nécessité d’investir de nouveaux espaces – les mesetas – et de développer la mobilité, diminuant l’importance des habitats fixes comme les abris. Ce processus aurait provoqué non seulement l’expansion de l’art rupestre dans tout l’espace ouvert existant, mais aussi une plus grande importance de la technique de gravure ; celle-ci remplace alors les peintures qui avaient dominé la scène régionale depuis le début de l’Holocène. Abstract – Rock art, mobility, and climate change in Southern Patagonia during the Holocene. Why change? Rock Art representations in southern Patagonia have varied in technique, design, and spatial distribution in accordance with successive climatic changes in the region during the late Holocene. What factors changed the techniques and designs (paintings and scenes) which had persisted during previous millennia? Why does the early and middle Holocene bring a diverse development of paintings which are not encountered during subsequent periods? Is it only a cultural change? Based on the regional and pan-regional discussions of rock art evidence, it is posited that the cause of such an important modification would be related to registered changes of mobility of hunter populations, which is a product of the combination of climatic and technological factors. The availability and orientation of caves and shelters had conditioned human mobility during the early and middle Holocene, while they concurrently supported higher frequencies and diversity of painted representations. The trend towards decreasing moisture, which is emphasized during the late Holocene, should strongly influence the need to utilize new spaces -plateaus- and mobility forms apart from fixed points of habitation and shelter. This process would have generated, not only the expansion of rock art to all available open spaces, and the emphasis upon engraving but also the conditions for the substitution of pictographs, which for millennia, since the beginning of the Holocene, had dominated this type of regional event. El extremo sur de Patagonia, caracterizado por un semidesierto de estepas arbustivas y graminosas, siempre ha sido un espacio ocupado por poblaciones cazadoras-recolectoras. Esta trayectoria, sólo interrumpida por el proceso de extinción de dichas poblaciones a partir del momento de contacto, reconoce diferencias que se expresan regionalmente. Fig. 1. Ubicación del espacio de estudio, Patagonia (extremo centro sur de Provincia de Santa Cruz, República Argentina). CD-826 GOÑI R.A. & BELARDI J.B., Arte rupestre, movilidad y cambio climático en Patagonia austral durante el Holoceno. ¿Por qué cambiar? La información arqueológica muestra que las representaciones rupestres de Patagonia austral han variado en técnicas, diseños y distribución espacial. ¿Debido a qué factores cambiaron las técnicas y diseños que durante milenios previos perduraron? ¿Por qué el Holoceno temprano y medio brinda una destacada diversidad de pinturas que durante momentos tardíos ya no se encuentran? ¿Es sólo un cambio cultural? A continuación se presenta una discusión focalizada sobre tendencias regionales en la variación espacial y cronológica de la dispersión de motivos rupestres en la parte meridional de la provincia de Santa Cruz, Argentina (Fig. 1). Planteo del problema El argumento central de este trabajo postula que durante el Holoceno es posible establecer un patrón de distribución espacial del registro arqueológico que refiere a una alta frecuencia de manifestaciones tempranas -con técnica de pintura-, sobre soportes de abrigos rocosos (cuevas y aleros) y, por otro lado, una alta frecuencia de técnicas de grabado-en manifestaciones tardías sobre soportes de rocas o paredones basálticos a cielo abierto. Si bien este patrón ya había sido observado (ver Gradin 1988; Carden et al. 2009), se sostiene que el mismo se explicaría si se plantea la importancia del cambio climático en Patagonia austral en relación con la movilidad de poblaciones cazadoras-recolectoras. A través del Holoceno las condiciones de clima y ambientales fueron variando ostensiblemente, derivando en desecaciones progresivas e intensas durante los últimos 2500 años. Este cambio ambiental y ecológico significó una notable ampliación de espacios de tránsito debido a la desaparición de vastos reservorios de agua (lagos, lagunas, etc.) con una consecuente ampliación y colonización de una estepa arbustiva semidesértica. Por tal motivo, las condiciones de movilidad de las poblaciones cazadoras se vieron fuertemente afectadas, ampliando los rangos de acción para la obtención de la principal presa animal que ha sostenido su dieta, el guanaco (Lama guanicoe). Entonces, el desarrollo de este argumento se focalizará tanto sobre la discusión del empleo de reparos y uso del espacio como sobre las distribuciones de motivos rupestres, considerando las técnicas empleadas y los motivos representados. El estudio considerará dos grandes áreas, la meseta Central y la meseta del Strobel y mesetas aledañas. En la primera de ellas se brindará una perspectiva general sobre los motivos rupestres (ver Carden et al. 2009) y, sobre esta base, se discutirá la información recuperada en la meseta del Strobel (entre otros, Belardi & Goñi 2006; Re et al. 2009) y en las mesetas circundantes (meseta del lago Guitarra al norte y del Cardiel Chico y San Adolfo hacia el sur). Los motivos rupestres son considerados como un artefacto más (Aschero 1988) y contribuyen con la construcción de nichos humanos a través de su importancia en cuanto a la transmisión y circulación de información (ver Belardi et al. 2010). Así, un fértil acercamiento al estudio de su variación se logra a partir del estudio de paisajes arqueológicos (entre otros, Foley 1981). A la vez, las fluctuaciones paleoambientales sucedidas desde fines del Pleistoceno proveen el marco ecológico donde evaluar la interacción entre poblaciones humanas y medioambiente a lo largo del tiempo. Por lo tanto, es aquí donde las variaciones en los motivos rupestres, diseños, técnicas y sus correspondientes frecuencias de cambio, brindan información acerca de la evolución de las poblaciones humanas, especialmente en cuanto a su relación con las estrategias de uso del espacio. CD-827 Symposium Amériques Los espacios estudiados Las regiones tratadas poseen clima seco, con vientos predominantes del oeste y precipitaciones que oscilan entre los 100 y los 270 mm. La Meseta central, que se corresponde con el Denominado Nesocratón del Deseado, es un amplio espacio que ocupa el centro de la provincia de Santa Cruz; su paisaje ha sido caracterizado Serranías (Rial 2001) (Fig. 2). Junto con el campo volcánico de Pali Aike posee las evidencias más tempranas del poblamiento del sur de Patagonia (ver Borrero & Manzi 2007). El Nesecotratón del Deseado presenta diversas y grandes unidades fisiográficas (Miotti & Hermo 2000) y la disponibilidad de rocas de buena a excelente calidad para la talla, especialmente relacionadas por la Fm. La Matilde (Cattáneo 2000). Fig. 2. Unidad de paisaje Serranías (Rial 2001). Fig. 3. Unidad de paisaje Mesetas basálticas (Rial 2001). El otro espacio al que se hace referencia y que ha sido directamente estudiado por los autores, corresponde a la meseta del Strobel. La misma es un amplio plateau basáltico que se ubica entre los lagos Cardiel y Strobel, alcanzando cotas de 1100 m (Fig. 3); forman parte de la Unidad de paisaje Mesetas basálticas (Rial 2001). La evidencia provista por los contextos arqueológicos, donde se destacan las altas frecuencias de parapetos –estructuras semicirculares de piedra asociadas con actividades de caza- y de motivos rupestres grabados, sostiene el uso de estos amplios espacios principalmente durante el Holoceno tardío y, específicamente, durante los últimos 2500 años AP (entre otros, Belardi & Goñi 2006; Goñi et al. 2007). Las fluctuaciones paleoambientales Uno de los más importantes archivos paleoambientales del centro sur de Patagonia se encuentra en el lago Cardiel. El mismo limita por el sur la meseta del Strobel. Los distintos estudios llevados a cabo han registraron variaciones en los niveles de humedad ambiental a lo largo del Pleistoceno y del Holoceno que ocasionaron tanto ascensos como descensos en el nivel de agua del lago, quedando CD-828 GOÑI R.A. & BELARDI J.B., Arte rupestre, movilidad y cambio climático en Patagonia austral durante el Holoceno. ¿Por qué cambiar? registro de ello, entre otros rasgos, en los conjuntos de paleoplayas o bermas actualmente visibles (Stine & Stine 1990; Gilli et al. 2001; Gilli 2003). En los últimos 2500 años (Holoceno tardío) el descenso de humedad se hizo más marcado, llegando a “sequías épicas” durante la denominada Anomalía Climática Medieval, a partir de los 900 años 14C AP (Stine 1994). La berma de 10 m sobre el nivel actual del lago, datada en 2200 años 14C AP, corresponde a estos momentos (Stine & Stine 1990). En consecuencia, a medida que los niveles del lago variaron, la configuración física y la disponibilidad de espacios fueron ampliándose. Estas consideraciones paleoambientales enmarcan la discusión en una escala suprarregional. La evidencia El Holoceno temprano y medio Durante el Holoceno temprano y medio, las ocupaciones humanas se habrían centralizado en los reparos de roca: cuevas y aleros. Este patrón ha sido observado a lo largo de las primeras ocupaciones humanas en Patagonia -ca. 10,500 años AP. Así, la disponibilidad y ubicación de cuevas y aleros habrían condicionado la movilidad humana durante el Holoceno temprano y medio. Dado que las cuevas y aleros son puntos fijos en el espacio, la movilidad humana habría estado supeditada a la distribución de estos puntos. Debe destacarse que los mismos se ubican sobre cañadones (que facilitan la erosión de las formaciones rocosas y así permiten la formación de abrigos), por lo que esta oferta de reparo se ve complementada con la de agua y pasturas. Así, estos espacios también brindan reparo a las poblaciones guanacos. Entonces, si los lugares de reparo son recursos de primer orden para ese momento, aquellas unidades de paisaje que presenten mayor número o mejor calidad de abrigos, deberían presentar un registro arqueológico más representativo de esa porción del Holoceno que otros sectores que no lo tienen. En tal sentido, en la provincia de Santa Cruz, la unidad de paisaje denominada “Serranías” (Rial 2001) corresponde a un paisaje quebrado e irregular, ocupando más de 2,8 millones de hectáreas (Rial 2001). Dentro del mismo se ubican innumerables cañadones con cuevas y aleros en su interior, como por ejemplo Los Toldos (Cardich et al. 1973), El Ceibo (Cardich 1979), La Martita (Gradin & Aguerre 1984), El Verano (Durán 1988), La María (Paunero et al. 2005) y Piedra Museo (Miotti 1991; Carden 2009). Estas localidades han brindado muy importante evidencia referida al poblamiento humano del Holoceno temprano y medio. Si los abrigos rocosos fueron el principal refugio para las poblaciones humanas del Holoceno temprano y medio, entonces, dichas poblaciones no debieron contar con una tecnología de reparo lo suficientemente eficiente como para prescindir de estos puntos fijos que, en el largo plazo, condicionarían su movilidad. Los abrigos rocosos ocupados en estos momentos de poblamiento inicial muestran una importante diversidad de motivos pintados que corresponden a escenas dinámicas de caza de guanacos (Fig. 4) y conjuntos o motivos individuales de zoomorfos (ver Gradin 1988; Aschero 2009; Carden et al. 2009, tabl. 2). Ya hacia el Holoceno medio las escenas de caza desaparecerían y darían lugar a la ampliación del abanico de representaciones zoomorfas (ver Gradin 1988; Carden et al. 2009, tabl. 3-4). CD-829 Symposium Amériques Fig. 4. Escena de Caza, cueva La Evelina VII. Ea. La Evelina. Pinturas. Pueden verse dos guanacos con negativos de manos blancas superpuestas –centro- y antropomorfos con “tocados” entre y por debajo de los guanacos. Se nota claramente (al centro y abajo) un negativo de mano de tono rojo-anaranjado. El Holoceno tardío El Holoceno tardío presenta evidencia arqueológica ubicua en buena parte de la Patagonia meridional (ver Borrero 1994-1995). Por lo tanto, debió existir una tecnología de reparo que no se focalizara sobre abrigos rocosos; de lo cual se desprende que ya esos puntos fijos no debieron ser los principales condicionantes de la movilidad cazadora (Goñi 1995). Asimismo, se hace más fuerte el argumento si se le suma la incorporación de vastos nuevos espacios por las reiteradas retracciones y desecaciones de cuencas hídricas en especial en el sector cordillerano y pericordillerano. Debido a esta ampliación espacial, esas poblaciones debían recorrer mayores distancias que sus predecesoras, en cuyas rutas no siempre se ubicaban reparos rocosos. Es en estos momentos, hacia los últimos 2500 años AP, que se propone la incorporación efectiva de las mesetas a la dinámica cazadora-recolectora. Los motivos rupestres registrados, por ejemplo en la mesta del Strobel y las que la circundan, corresponden principalmente a grabados realizados mayoritariamente sobre los paredones basálticos que enmarcan lagunas, entre los que se destacan figurativos y abstractos (Belardi & Goñi 2006; Re et al. 2009) (Fig. 5-6). Además, hay una creciente y marcada tendencia hacia la abstracción (Gradin 1988). La hipótesis que aquí se maneja, especialmente para el área de estudio y ecozonas similares, es que una combinación de condiciones ecológicas, vegetales y tecnológicas fueron las que subsanaron el problema de la dependencia de puntos fijos en el paisaje como recursos de reparos. CD-830 GOÑI R.A. & BELARDI J.B., Arte rupestre, movilidad y cambio climático en Patagonia austral durante el Holoceno. ¿Por qué cambiar? Fig. 5. Meseta del Strobel. Laguna Uli. Motivos grabados: guanacos –sector derecho-, tridígitos (pisadas de ave) –centro- y geométricos. Figura central. Fig. 6. Meseta del Strobel. Laguna de Faldeo Verde. Motivos grabados: pisadas humanas –sector superiory de puma (Felis concolor) –ángulo inferior derecho. Discusión y conclusiones La tendencia hacia la disminución paulatina de la humedad, que se enfatiza durante el Holoceno tardío, debió incidir fuertemente en la necesidad de incorporar nuevos espacios –mesetas- y formas de movilidad, prescindiendo de los puntos fijos de habitación y abrigo. Este proceso habría generado, no solo la expansión del arte rupestre a todo el espacio abierto disponible y el énfasis en el empleo del grabado, sino también las condiciones para la sustitución de las representaciones rupestres pintadas que por milenios, desde el comienzo del Holoceno, dominaron este tipo de manifestaciones regionales. La ampliación de los rangos de acción y los cambios en la movilidad conlleva una paulatina menor dependencia de puntos fijos en el espacio para residencia y reparo, como son las cuevas y aleros rocosos. Tal como lo demuestra la distribución ubicua del registro arqueológico del Holoceno tardío, se generalizó una utilización amplia de los espacios a cielo abierto. Las cuevas y aleros rocosos están geológica y espacialmente acotados a formaciones específicas en Patagonia, por lo que, durante el Holoceno temprano y medio los recursos espaciales y de abrigo habrían estado acotados a tales formaciones. Ante la sostenida variación climático/ambiental, la jerarquización de los espacios cambió, incorporando en forma plena nuevos espacios conformados por amplias estepas arbustivas y mesetas basálticas. La incorporación de las mesetas a la geografía cultural de las poblaciones cazadoras-recolectoras trajo aparejada la aparición de nuevos usos del espacio. En este sentido, la importante frecuencia de parapetos y puntas de proyectil sugieren un papel central en las actividades de caza; focalizadas en el aprovechamiento de chulengos (crías de los guanacos). La disposición de los parapetos, sus dimensiones y frecuencias sugieren la implementación de diferentes formas de monitoreo y acecho de las presas a lo que se suma el número de cazadores involucrados. No obstante esta fuerte impronta en el paisaje, no parece existir un CD-831 Symposium Amériques reflejo de ello en los motivos rupestres. Este panorama es muy distinto a lo que habría sucedido durante el Holoceno temprano y medio, donde la evidencia rupestre señala la importancia de tácticas focalizadas sobre cazadores que rodean a las presas en actitud de intercepción (Aschero 2009; Paunero et al. 2005; ver Fotos 1 para el caso aquí presentado de Ea. La Evelina –Carballo Marina & Belardi 2009). Ambas tácticas tienen su correlato espacial, que es coincidente con los espacios ocupados por las poblaciones humanas en estos diferentes momentos. Espacios quebrados y acotados en cañadones en momentos tempranos y amplias pampas basálticas durante momentos tardíos. En el cambio tratado, la pintura, como técnica adecuada para soportes internos de rocas friables de cuevas y aleros, disminuyó marcadamente en frecuencias y comenzó a establecerse un manejo más sostenido de una técnica adecuada para la supervivencia de las representaciones rupestres a cielo abierto –los nuevos espacios incorporados a la movilidad-, como es la de grabado. Este proceso de movilidad expandida ha sido planteado como un proceso de extensificación (Goñi 2010) con amplios sectores de convergencia poblacional (Belardi & Goñi 2006; Goñi et al. 2007). Asimismo, no sólo se establecen cambios en las técnicas de representación sino también en los motivos y diseños representados, pasando de tempranas escenas naturalistas de caza a la proliferación de motivos abstractos y “pisadas” tardías. En síntesis, el argumento que aquí se sostiene plantea que una buena parte de los cambios registrados en las representaciones rupestres a través del tiempo pueden ser explicados, no tanto desde una perspectiva exclusivamente “cultural”, sino también a partir de los cambios en los sistemas de movilidad y reparo de las sociedades cazadoras debidos a los cambios climáticos y ambientales establecidos a lo largo del Holoceno Agradecimientos • Al equipo de trabajo. • Las investigaciones se realizan en el marco provisto por los proyectos ANPCyT 26295, CONICET PIP D 325/10 y UNPA-UARG 29/A245-1. BIBLIOGRAFÍA ASCHERO C. 1988. — Pinturas rupestres, actividades y recursos naturales: un encuadre arqueológico. In: YACOBACCIO H. 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