Download Tema 1, capítulo 2
Document related concepts
Transcript
Fármacos Oncológicos Tema 1 .- Principios básicos de la farmacología oncológica Capítulo 1.2. Principios en el uso de la quimioterapia Autora: Maria Perayre Badia Farmacéutica del Servicio de Farmacia del Institut Català d’Oncologia. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) 1 Introducción La quimioterapia se usa en 5 situaciones clínicas, fundamentalmente: - como tratamiento primario de inducción en la enfermedad avanzada, en aquellos pacientes para las cuales no hay tratamiento alternativo; - como tratamiento neoadyuvante o primario, en pacientes con enfermedad localizada para los cuales la terapia local alternativa (cirugía, radioterapia, o ambas) no es totalmente eficaz; - como tratamiento adyuvante, de forma concurrente o a continuación del tratamiento local (cirugía, radioterapia o ambas); - en forma de administración directa en la lesión neoplásica, como instilación o perfusión dirigida específicamente a la región afectada del organismo; - como tratamiento de la enfermedad metastásica. Quimioterapia de inducción La quimioterapia es la modalidad de tratamiento primario utilizada en las neoplasias hematológicas, así como en un número importante de tumores sólidos que han metastatizado en el momento del diagnóstico o han recaído en forma de metástasis tras el tratamiento inicial. La quimioterapia primaria puede tener intención curativa o paliativa, según el tipo de tumor. El concepto de quimioterapia de inducción se emplea para describir aquella terapia administrada como tratamiento primario a pacientes con enfermedad avanzada o metastásica para los cuales no se dispone de tratamiento alternativo. El término también se utiliza para describir la quimioterapia que se administra como primer paso para reducir el tumor y evaluar la respuesta tumoral al tratamiento. Estos pacientes podrán recibir quimioterapia adicional con el objetivo de tratar de erradicar el tumor. Éste sería el caso de los pacientes con tumores localmente avanzados de cabeza y cuello, a los que se administran 3 ciclos de quimioterapia de inducción con los esquemas TPF (docetaxel, cisplatino y 5-fluorouracilo) o PPF (paclitaxel, cisplatino y 5-fluorouracilo), la respuesta a los cuales permite predecir la capacidad de cada paciente de beneficiarse de un tratamiento local posterior u otro: en caso de respuesta a la inducción, los pacientes pueden ser tratados con radioterapia o quimio 2 radioterapia concomitante con cisplatino o cetuximab, como tratamiento conservador; mientras que en caso de que el paciente experimente progresión tras la inducción o no se observe respuesta completa con los 3 ciclos de quimioterapia, el paciente será candidato a terapia de soporte o a cirugía radical no preservadora de órgano, en caso de tratarse de una lesión resecable. Por último, el término inducción también hace referencia al tratamiento quimioterápico inicial de los pacientes con neoplasias hematológicas, como la leucemia aguda y el mieloma múltiple, que persigue la remisión de la enfermedad. Tras el éxito de la quimioterapia de inducción, los pacientes generalmente reciben tratamiento post-remisión, para mejorar sus posibilidades de supervivencia, incluyendo las fases de tratamiento de consolidación, de intensificación y de mantenimiento. Quimioterapia neoadyuvante Se refiere al uso de quimioterapia como tratamiento primario en pacientes con enfermedad localizada o localmente avanzada, para los cuales el tratamiento local (cirugía y/o radioterapia) existe pero no es totalmente efectivo. Se trata de aquella administración de quimioterapia previa a la cirugía o, en un sentido más amplio, antes del tratamiento loco-regional del tumor. Entre los argumentos teóricos a favor de la quimioterapia neoadyuvante se encuentran los siguientes: - El hecho de administrar la quimioterapia precozmente disminuye la probabilidad de implantación de micro-metástasis a distancia o, en caso de que ya estén presentes, permite su tratamiento precoz antes de alcanzar la masa tumoral crítica no susceptible de ser eliminada con citostáticos. Asimismo, presenta la capacidad de disminuir la enfermedad subclínica. - La quimioterapia neoadyuvante hace posible la cirugía en neoplasias de otro modo inoperables, o bien permite la realización de técnicas quirúrgicas más conservadoras, al reducir el tamaño del tumor. El tratamiento neoadyuvante permite reducir al máximo el volumen tumoral para incrementar las posibilidades de curación con el posterior tratamiento radioterápico o quirúrgico, haciendo resecables tumores 3 inicialmente comprometidos para una cirugía con intención radical. En el caso de conseguirse una respuesta completa patológica, definida como la ausencia de tumor en la pieza quirúrgica, se aumentan las tasas de supervivencia global y libre de enfermedad. Esta modalidad de tratamiento permite reducir la cantidad de cirugía o radioterapia radical que el paciente requiere, permitiendo un alto índice de cirugía conservadora, comprometer la evitando supervivencia a intervenciones largo plazo. mutilantes, Este aspecto sin es particularmente importante en los cánceres de mama, laringe, canal anal o vejiga, entre otros, donde la quimioterapia neoadyuvante puede ayudar a la conservación de la mama, la laringe, el esfínter anal o la propia vejiga, respectivamente, con las consecuencias funcionales y cosméticas, junto con las implicaciones en la calidad de vida, que ello puede tener en el paciente. - La quimioterapia primaria permite también conocer la sensibilidad del tumor a los fármacos antineoplásicos administrados, en base al grado de necrosis celular conseguida en la pieza quirúrgica. Esto indicará si, tras la cirugía y en caso de necesidad, se debe continuar con el mismo tratamiento citostático o se deben cambiar los fármacos utilizados inicialmente, evitando tratamientos ineficaces. Así, parece demostrado, al menos en ciertos tumores, el indudable valor pronóstico de la quimioterapia neoadyuvante: aquellos pacientes con tumores que responden a ella sobreviven más que los que lo hacen sólo parcialmente o que los que no responden. Este hecho permitirá seleccionar los enfermos que, tras el tratamiento local, van a requerir otras terapias más o menos agresivas en función de este valor pronóstico. - Se postula también que la quimioterapia administrada en el contexto neoadyuvante podría tener una mayor eficacia, al actuar sobre un lecho vascular intacto, a la vez que permitiría tratamientos más intensivos al estar el paciente en mejor situación que tras la cirugía. Sin embargo, el uso de quimioterapia en el contexto neoadyuvante puede presentar algunos inconvenientes, como los citados a continuación: 4 - La quimioterapia neoadyuvante retrasa el tratamiento loco-regional, con el riesgo que ello implica de diseminación a distancia y crecimiento local en caso de no existir respuesta a los citostáticos utilizados. Puede ocurrir que el tumor sea resistente a la quimioterapia primaria y continúe creciendo durante la neoadyuvancia, retrasando así el tratamiento quirúrgico propiamente curativo, y haciéndolo más difícil. Además, la quimioterapia neoadyuvante puede dificultar una cirugía radical, puesto que en ocasiones difumina los márgenes iniciales del tumor. - La toxicidad secundaria a la quimioterapia neoadyuvante puede retrasar el tratamiento loco-regional o dificultar la cicatrización post-quirúrgica. - Asimismo, se ha observado que algunos pacientes rechazan el tratamiento loco-regional tras obtener una buena respuesta a la quimioterapia neoadyuvante inicial, disminuyendo así sus posibilidades de curación. - Otro argumento esgrimido en contra de la quimioterapia primaria es que ésta encarece y alarga el tratamiento del paciente con cáncer. En resumen, se podría concluir que la necesidad de iniciar precozmente el tratamiento sistémico existe en aquellas neoplasias que responden bien a la quimioterapia, pero que no son curables exclusivamente con ella; o en aquellos tumores en los que la enfermedad loco-regional se controla mal con tratamiento local exclusivo. La neoadyuvancia juega un papel desigual en la práctica clínica habitual. A modo de ejemplo, mientras en el tratamiento de determinados estadíos del cáncer de mama está establecido el uso de tratamiento sistémico previo a la cirugía, en otros tumores sólidos como es el caso del cáncer de pulmón célula no pequeña, la administración de quimioterapia neoadyuvante todavía suscita controversia. En el cáncer de mama, la administración clásica del tratamiento oncológico sistémico ha sido en régimen de adyuvancia o postoperatorio. Sin embargo, a pesar de no estar plenamente definida la correcta secuencia de tratamiento, en los últimos años ha surgido una mayor tendencia a iniciar el tratamiento sistémico antes de la cirugía, en determinados estadíos de la enfermedad. Los estudios aleatorizados no han demostrado beneficios en supervivencia entre los tratamientos sistémicos primarios o en adyuvancia, aunque los 5 primeros han evidenciado su capacidad de incrementar el porcentaje de tratamiento quirúrgico conservador sin aumento destacable en las recaídas locales. Fisher et al demostraron en el estudio NSABP B-18, fase III con 1523 pacientes con cáncer de mama estadíos I y II, que la administración preoperatoria de un régimen de quimioterapia con adriamicina y ciclofosfamida era tan efectivo como administrarlo postoperatoriamente (no diferencias significativas en supervivencia libre de enfermedad ni en supervivencia global), si bien, la administración neoadyuvante permitía la realización de más lumpectomías (1). En una actualización de este ensayo clínico tras 9 años de seguimiento, se observó una tendencia a favor de la quimioterapia preoperatoria, en términos de supervivencia libre de enfermedad y supervivencia global, en las pacientes menores de 50 años (2). La primera situación clínica en la que el tratamiento sistémico precedió a la cirugía en el cáncer de mama fue en los tumores localmente avanzados. En este estadío de la enfermedad, la cirugía presenta un elevado porcentaje de fallida local y la supervivencia de las pacientes no es buena. Por ello, hay consenso en la necesidad de administrar tratamiento sistémico primario a estas pacientes con el objetivo de controlar de forma rápida la enfermedad sistémica y la enfermedad local, facilitando el papel de la cirugía y la radioterapia. De hecho, el tipo de cirugía que se indicará dependerá de la situación del tumor tras la quimioterapia neoadyuvante, y tenderá a ser más conservadora que en el caso de no administrarse tratamiento primario. Asimismo, en el caso de que tras la cirugía la paciente se encontrase en situación de respuesta patológica completa, no sería necesario administrar quimioterapia adyuvante. Se considera que las pacientes con cáncer de mama que responden al tratamiento sistémico primario tienen mejor supervivencia que las que no responden, a la vez que las respuestas patológicas completas tienen un valor pronóstico excelente: la respuesta a la neoadyuvancia puede ser considerada un factor pronóstico. El tratamiento sistémico primario también permite el estudio de distintos factores de predicción de respuesta que podrán ser útiles en el futuro, para escoger el tipo de tratamiento adyuvante. 6 Caso aparte es el papel que la quimioterapia neoadyuvante juega en el cáncer de pulmón célula no pequeña. Durante la década de los 90, una serie de pequeños ensayos aleatorizados mostraron un prometedor aumento de la supervivencia con el uso de quimioterapia neoadyuvante respecto a cirugía sola (3,4,5,6). Esta aproximación terapéutica permitía, respecto a la cirugía sola, la posibilidad de obtener una regresión tumoral que facilitara la resección quirúrgica, el tratamiento precoz de las micro-metástasis y la inhibición del potencial estímulo de crecimiento que las células tumorales encontrarían tras la liberación de factores de crecimiento durante la cirugía y la cicatrización de la herida post-quirúrgica. Desde hace unos 10 años se han diseñado varios ensayos clínicos para evaluar el papel de la quimioterapia preoperatoria en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (7,8,9,10,11,12,13), los resultados de algunos de los cuales fueron incluidos en el meta-análisis que Burdett et al publicó en 2006 (14). En él se concluía que la quimioterapia neoadyuvante proporcionaba una disminución relativa del riesgo de muerte del 18% (HR 0,82 [IC 95% 0,69-0,97], p=0,02), con un beneficio absoluto en supervivencia a 5 años de un 6%. Sin embargo, en 2007 se hicieron públicos los resultados del MRC-LU22, último gran ensayo clínico publicado al respecto, con 519 pacientes, que comparaba el tratamiento con quimioterapia neoadyuvante respecto a cirugía sola, y que obtuvo un resultado negativo (HR 1,02 [IC 95% 0,81-1,31])(11). Al actualizar el meta-análisis de Burdett con estos nuevos datos, se obtenía una nueva hazard ratio no significativa, de 0,88 (IC 95% 0,76 – 1,01, p=0,07) (11). La controversia es todavía mayor si se tiene en cuenta que la magnitud del beneficio observado en los meta-análisis con quimioterapia postoperatoria (HR 0,87-0,89) es similar al que parece tener la quimioterapia preoperatoria (HR 0,88). Con todo, las dudas acerca del papel de la neoadyuvancia en el abordaje integral del paciente con cáncer de pulmón no microcítico estadíos Ib-IIIa no están resueltas a día de hoy. Quimioterapia adyuvante Se trata de la administración sistémica de tratamiento citotóxico, hormonal o con agentes biológicos después del tratamiento curativo loco-regional del tumor primario, mediante cirugía, radioterapia o ambas. Su objetivo es 7 erradicar cualquier posible micro-metástasis residual que pueda haber escapado de la lesión inicial, evitando su transformación en enfermedad clínicamente evidente, evitando la aparición de metástasis a distancia, retrasando la recidiva local y, en definitiva, mejorando la supervivencia a largo plazo. Se ha demostrado que en ciertas neoplasias, la diseminación a distancia es responsable de la muerte del enfermo con más frecuencia que el tumor primario. Esto es debido a que la terapia local es incapaz de eliminar focos metastásicos subclínicos presentes ya en el momento del diagnóstico. Tras la eliminación de la masa tumoral primaria mediante tratamiento locoregional, la carga tumoral es relativamente baja. Si tenemos presente que los agentes citostáticos parecen ser más eficaces al actuar sobre una pequeña masa tumoral que cuando se emplean en masas clínicamente detectables, parece razonable pensar que al aplicar tratamientos quimioterápicos eficaces en la enfermedad a distancia cuando las metástasis aún no son detectables clínicamente, podemos curar o al menos retrasar la recaída de un cierto número de pacientes. Por ello, es fundamental que la quimioterapia adyuvante, en caso de estar indicada, sea administrada lo más prematuramente posible, después del tratamiento primario (ver ejemplo del cáncer de colon, más adelante). Se considera que la quimioterapia adyuvante está indicada en el caso de tumores con un riesgo alto de recidiva local o a distancia tras el tratamiento local, que responden a quimioterapia, pero que no son curables cuando la enfermedad está diseminada. Sin embargo, para la administración de tratamiento adyuvante deben seleccionarse adecuadamente aquellos pacientes con elevado riesgo de recaída que se beneficiarán más de esta terapia, ya que la administración indiscriminada trataría innecesariamente a enfermos que podrían ya estar curados mediante tratamiento local exclusivo. En estos pacientes, el tratamiento adyuvante sólo produciría toxicidad e incremento del gasto sanitario, sin beneficio en supervivencia. Generalmente, son los factores pronóstico los que ayudan a seleccionar las poblaciones con alto riesgo de recidiva y a elegir los candidatos que más se beneficiarían de un tratamiento 8 adyuvante. En la práctica clínica, es frecuente la valoración de aspectos histológicos y citogenéticos del tumor primario relacionados con el riesgo de recidiva tumoral, para determinar qué pacientes deberían ser candidatos a quimioterapia adyuvante. A pesar de todo, desafortunadamente, habrá pacientes que recibirán terapia adyuvante y que, de no haberlo hecho, nunca habrían recaído. El tratamiento adyuvante se considera el estándar en el manejo de determinados estadíos del cáncer de mama y de colon, entre muchos otros. En el caso del carcinoma de mama infiltrante, distintos estudios aleatorizados, así como un meta-análisis, han demostrado el beneficio de los tratamientos sistémicos adyuvantes en la supervivencia de las pacientes, tanto en tumores con ganglios positivos como negativos (15). Se ha observado que la poliquimioterapia es más eficaz que la monoterapia, también en este contexto, sin demostrarse diferencias entre la administración de los agentes citostáticos de forma concomitante o secuencial. En el caso de tumores con ganglios positivos, 2 meta-análisis han puesto de manifiesto el beneficio en términos de supervivencia de administrar esquemas adyuvantes que contengan taxanos (16,17). Sin embargo, el papel de la quimioterapia adyuvante en pacientes mayores de 70 años, tradicionalmente no incluidas en los ensayos clínicos, y por tanto, grupo para el cual no se dispone de suficiente evidencia, continúa siendo algo más controvertido. En cualquier caso, cuando está indicada, la duración óptima de la adyuvancia se sitúa alrededor de los 6 meses de tratamiento posterior a la terapia loco-regional. En relación al cáncer de colon, el manejo quirúrgico se considera el tratamiento de elección en pacientes con cáncer colorrectal resecable estadíos 0, I, II y III. La relación beneficio-riesgo de la quimioterapia complementaria a la cirugía depende del estadío del tumor, por lo que la decisión de tratar los pacientes con quimioterapia sistémica en adyuvancia dependerá del estadiaje. En el caso de tumores de colon estadíos 0 y I, la quimioterapia adyuvante no incrementa la supervivencia de los pacientes y, se considera que los pacientes deberán ser sometidos a seguimiento clínico tras la cirugía, sin recibir tratamiento adyuvante (18). 9 Por su parte, no existe ningún ensayo clínico aleatorizado y prospectivo que haya demostrado de forma concluyente y significativa que la quimioterapia adyuvante aporte beneficios en términos de supervivencia, en pacientes con cáncer de colon estadío II. En un meta-análisis publicado en 2004, en el que se evaluaban los resultados de 7 ensayos clínicos aleatorizados con pacientes con cáncer de colon estadío II, se evidenció una supervivencia global a 5 años del 81% en los pacientes tratados con quimioterapia adyuvante basada en 5-FU, mientras que ésta fue del 80% en los pacientes que solamente fueron sometidos a cirugía (p=0,11)(19). Estos resultados coinciden con los obtenidos en la práctica clínica, como se demuestra en una evaluación de los resultados obtenidos en pacientes tratados o no con quimioterapia adyuvante en la comunidad (supervivencia global a 5 años, 78% vs 75%, respectivamente; HR = 0,91 [IC 95% 0,77-1,09]) (20). En sentido similar van los resultados de un estudio del grupo QUASAR, que comparó distintos regímenes de quimioterapia adyuvante basada en 5-FU respecto a observación tras la cirugía, en 3239 pacientes con cáncer colorrectal (91% estadíos II, 71% de pacientes con cáncer de colon)(21,22). Con una mediana de seguimiento de 5,5 años, el riesgo relativo de muerte por cualquier causa en el subgrupo de pacientes con cáncer de colon estadío II fue de 0,86 (IC 95% 0,66-1,12), al comparar el grupo tratado con quimioterapia adyuvante respecto al grupo observación; mientras que el riesgo relativo de recurrencia fue de 0,82 (IC 95% 0,63-1,08). A pesar de la falta de significación estadística, los autores concluían que el modesto beneficio del tratamiento adyuvante observado en los pacientes en estadío II (mejora absoluta del 3-6%, IC 95% 1,0-6,0) podía ser suficiente para valorar la relación beneficio-riesgocoste de la adyuvancia en pacientes jóvenes y de alto riesgo. Partiendo de la premisa de que el tratamiento adyuvante aporta unos beneficios inciertos en los pacientes con cáncer de colon resecado estadío II, se ha publicado una revisión Cochrane que evalúa el papel de la terapia adyuvante en esta situación clínica (23). Esta revisión sistemática de los ensayos clínicos y meta-análisis con datos de pacientes con cáncer de colon estadío II tratados en adyuvancia respecto a cirugía sola, arroja los siguientes resultados: el riesgo relativo de muerte es del 0,96 (IC 95% 0,88-1,05), al 10 comparar la adyuvancia con la observación; mientras que en términos de supervivencia libre de enfermedad, los resultados son significativamente diferentes (riesgo relativo de 0,83 [IC 95% 0,72-0,92]). Debido a esta supervivencia libre de enfermedad significativamente mejor en los pacientes tratados con quimioterapia complementaria, y a pesar de la falta de impacto en supervivencia global, los autores concluyen que la valoración del tratamiento adyuvante en los pacientes en estadío II con factores de riesgo parece totalmente razonable, aunque destacan la necesidad de más estudios para definirlos claramente. Con el fin de seleccionar los pacientes con cáncer de colon estadío II candidatos a recibir quimioterapia adyuvante, se pueden establecer los siguientes factores de mal pronóstico tras la resección quirúrgica, a partir de las recomendaciones de la American Society of Clinical Oncology (24), del American College of Pathologists (25), y del soporte indirecto obtenido de los resultados en pacientes con cáncer de colon estadío III: T4, histología poco diferenciada (grado 3), invasión venosa, linfática o perineural extramural, CEA preoperatorio elevado, obstrucción o perforación intestinal, etc. En cambio, en relación al cáncer de colon estadío III, a partir de los resultados del estudio MOSAIC se aceptó plenamente el papel de la quimioterapia adyuvante basada en 5-FU y oxaliplatino, administrada durante 6 meses (26). MOSAIC fue un ensayo clínico fase III que evaluó la eficacia y la seguridad de añadir oxaliplatino a 5FU+folinato (FOLFOX4) en adyuvancia, durante 6 meses, en 2246 pacientes con cáncer de colon estadíos II y III (60%). En el subgrupo de pacientes en estadío III, la supervivencia libre de enfermedad fue del 72,2% con FOLFOX4, respecto al 65,3% con 5FU+folinato (HR de recaída 0,76 [IC 95% 0,62-0,92]). En la actualización de resultados a 6 años se observaron diferencias en supervivencia global entre ambos grupos de tratamiento, con un HR de muerte con FOLFOX4 respecto a 5FU+folinato de 0,80 [IC 95% 0,66-0,98](27). Por último, tal como se ha apuntado anteriormente, es interesante remarcar que el tiempo transcurrido entre la cirugía y el inicio de la adyuvancia tiene un impacto en la supervivencia de los pacientes. En un análisis epidemiológico publicado por Hershman et al, se evaluaron 4382 pacientes con cáncer de colon mayores de 65 años, tratados en adyuvancia, y se observó que una 11 demora en el inicio de la quimioterapia se asociaba a un incremento del 50% de la mortalidad específica por cáncer (HR=1,5 [IC 95% 1,2-1,9]) y de la mortalidad global (28). Respecto a un intervalo de tiempo de referencia entre cirugía e inicio de la quimioterapia adyuvante <1mes, intervalos de 2-3 meses se asociaban con un aumento de más del 40% en el riesgo de muerte por cualquier causa (HR=1,42 [IC 95% 1,15-1,74]), y cuando la demora era >3 meses, la mortalidad global incrementaba más del 60% (HR=1,62 [IC 95% 1,312,0]). Así, se considera que el tiempo óptimo que debería transcurrir entre la cirugía y el inicio de la quimioterapia adyuvante debería ser inferior a las 4-6 semanas. Quimioterapia local A pesar de que la quimioterapia fue inicialmente desarrollada para su uso sistémico, se han implementado distintas técnicas para la administración local de agentes citotóxicos en lugares del organismo afectados por el tumor. La quimioterapia local o regional, administrada en forma de instilación o perfusión dirigida específicamente a la región afectada, permite alcanzar grandes concentraciones del agente citostático en el lugar del tumor, reduciendo la exposición sistémica al fármaco y, en consecuencia, disminuyendo la toxicidad. Sin embargo, en el caso de administrar la quimioterapia localmente y de existir micro-metástasis a distancia no detectables, éstas podrían no estar expuestas a la quimioterapia, continuando con su crecimiento y produciéndose un incremento de la masa tumoral a pesar del tratamiento. De entre los tumores o situaciones clínicas tratados mediante administración local de quimioterapia por distintas vías o rutas, podrían citarse los siguientes: tratamiento intratecal o intraventricular de leucemias o linfomas con infiltración a SNC, tratamiento intravesical del cáncer de vejiga, administación intraperitoneal de quimioterapia en el cáncer de ovario, administración intrapleural de bleomicina en situaciones de derrame pleural maligno, quimioembolización (intraarterial o intravenosa) con adriamicina en el hepatocarcinoma, o administración de quimioterapia intraarterial hepática tras la resección quirúrgica de las lesiones hepáticas en el cáncer colorrectal. 12 Tratamiento de la enfermedad metastásica A pesar de que el objetivo primordial del tratamiento antineoplásico es conseguir la curación, en situación de enfermedad metastásica, las posibilidades de curación o prolongación de la supervivencia son muy escasas. En este punto, frecuentemente se plantea la necesidad de administrar fármacos citotóxicos con intención paliativa, con distintos objetivos como podrían ser el alivio de síntomas tales como el dolor, frecuente en esta situación clínica, o la reducción del tamaño de las metástasis para permitir su resección quirúrgica, siempre con el fin último de evitar el deterioro de la calidad de vida del paciente. 13 Bibliografía del apartado 1.2. 1. Fisher B, Bryant J, Wolmark N et al. Effect of preoperative chemotherapy on the outcome of women with operable breast cancer. J Clin Oncol 1998;16:2672-2685. 2. Wolmark N, Wang J, Mamounas E et al: Preoperative chemotherapy in patients with operable breast cancer: nine-year results from National Surgical Adjuvant Breast and Bowel Project B-18. J Natl Cancer Inst Monogr 2001;30: 96-102. 3. Rosell R, Gómez-Codina J, Camps C, et al. A randomized trial comparing preoperative chemotherapy plus surgery with surgery alone in patients with nonsmall-cell lung cancer. N Engl J Med 1994;330:153-8. 4. Rosell R, Gómez-Codina J, Camps C, et al. Preresectional chemotherapy in stage IIIA non-small-cell lung cancer: a 7-year assessment of a randomized controlled trial. Lung Cancer 1999;26:7-14. 5. Roth JA, Fossella F, Komaki R, et al. A randomized trial comparing perioperative chemotherapy and surgery with surgery alone in resectable stage IIIA non-small-cell lung cancer. J Natl Cancer Inst 1994;86:673-80. 6. Roth JA, Atkinson EN, Fossella F, et al. Long-term follow-up of patients enrolled in a randomized trial comparing perioperative chemotherapy and surgery with surgery alone in resectable stage IIIA non-small-cell lung cancer. Lung Cancer 1998;21:1-6. 7. Nagai K, Tsuchiya R, Mori T, et al. A randomized trial comparing induction chemotherapy followed by surgery with surgery alone for patients with stage IIIA N2 non-small cell lung cancer (JCOG 9209). J Thorac Cardiovasc Surg 2003;125:254-60. 8. Sorensen JB, Riska H, Ravn J, et al. Scandinavian phase III trial of neoadjuvant chemotherapy in NSCLC stages IB-IIIA/T3. J Clin Oncol 2005; 23 (suppl): abstract 7146. 9. Depierre A, Milleron B, Moro-Sibilot D, et al. Preoperative chemotherapy followed by surgery compared with primary surgery in resectable stage I (except T1N0), II, and IIIa non-small-cell lung cancer. J Clin Oncol 2002;20:247-53. 10. Pisters K, Vallieres E, Bunn PA, et al. S9900: Surgery alone or surgery plus induction (ind) paclitaxel/carboplatin (PC) chemotherapy in early stage non-small cell lung cancer (NSCLC): Follow-up on a phase III trial. J Clin Oncol 2007; 25 (suppl): abstract 7520. 11. Gilligan D, Nicolson M, Smith I, et al. Preoperative chemotherapy in patients with resectable non-small cell lung cancer: results of the MRC LU22/NVALT 2/EORTC 08012 multicentre randomised trial and update of systematic review. Lancet 2007;369:1929-37. 12. Scagliotti GV, Pastorino U, Vansteenkiste JF, et al. A phase III randomized study of surgery alone or surgery plus preoperative gemcitabine-cisplatin in early-stage nonsmall cell lung cancer (NSCLC): Follow-up data of Ch.E.S. J Clin Oncol 2008; 26 (suppl): abstract 7508. 13. Felip E, Massuti B, Alonso G, et al. Surgery (S) alone, preoperative (preop) paclitaxel/carboplatin (PC) chemotherapy followed by S, or S followed by adjuvant (adj) PC chemotherapy in early-stage non-small cell lung cancer (NSCLC): Results of the NATCH multicenter, randomized phase III trial. J Clin Oncol 2009; 27 (suppl): abstract 7500. 14. Burdett S, Stewart LA, Rydzewska L. A systematic review and meta-analysis of the literature: chemotherapy and surgery versus surgery alone in non-small cell lung cancer. J Thorac Oncol 2006;1:611-21. 15. Early Breast Cancer Trialists’ Collaborative Group. Effects of chemotherapy and hormonal therapy for early breast cancer on recurrence and 15-year survival: an overview of the randomised trials. Lancet 2005;365:1687-1717. 16. De Laurentiis M, Cancello G, D’Agostino D et al. Taxane-Based combinations as adjuvant chemotherapy of early breast cancer: a meta-analysis of randomized trials. J Clin Oncol 2008; 26: 44-53. 14 17. Bria E, Nistico, C, Cuppone F, el Benefit of taxans as adjuvant chemotherapy for early breast cancer: pooled analysis of 15,000 patients. Cancer 2006; 106: 23372344. 18. NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology: Colon Cancer v.1.2008. The National Comprehensive Cancer Network, Inc. http://www.nccn.org. 19. Gill S, Loprinzi CL, Sargent DJ, Thomé SD, et al. Pooled analysis of fluorouracil-based adjuvant therapy for stage II and III colon cancer: who benefits and by how much?. J Clin Oncol. 2004;22:1797-806. 20. Schrag D, Rifas-Shiman S, Saltz L, et al. Adjuvant chemotherapy use for Medicare beneficiaries with stage II colon cancer. J Clin Oncol 2002; 20:3999-4005. 21. QUASAR Collaborative Group. Adjuvant chemotherapy versus observation in patients with colorrectal cancer: a randomized study. The Lancet 2007; 370:2020-29. 22. Gray RG, Barnwell J, Hills R, et al. QUASAR: A randomized study of adjuvant chemotherapy (CT) vs observation including 3238 colorrectal cancer patients. Proc Am Soc Clin Oncol 2004;22:14s (suppl). Abstract 3501. 23. Figueredo A, Coombes ME, Mukherjee S. Adjuvant Therapy for completely resected Stage II Colon Cancer. Cochrane Database Syst Rev. 2008;3:CD005390. 24. Benson AB, Schrag D, Somerfield MR, et al. American Society of Clinical Oncology recommendations on adjuvant chemotherapy for stage II colon cancer. J Clin Oncol 2004; 22:3408-19. 25. Compton C, Fielding L, Burgart L, et al. Pronostic factors in colorrectal cancer. College of American Pathologists consensus statement 1999. Arch Pathol Lab Med 2000; 124:979-994. 26. André T, Boni C, Mounedji-Boudiaf L, et al. Multicenter International Study of Oxaliplatin/5-Fluorouracil/Leucovorin in the Adjuvant Treatment of Colon Cancer (MOSAIC) Investigators. Oxaliplatin, fluorouracil, and leucovorin as adjuvant treatment for colon cancer. N Engl J Med 2004; 350:2343-51. 27. De Gramont A, Boni C, Navarro M, et al. Oxaliplatin/5FU/LV in the adjuvant colon cancer: Updates efficacy results of the MOSAIC trial, including survival, with a median follow-up of 6 years. Proc Am Soc Clin Oncol 2007;25:18s(suppl). Abstract 4007. 28. Hershman D, Hall MJ, Wang X, et al. Timing of adjuvant chemotherapy initiation after surgery for stage III colon cancer. Cancer 2006;107:2581-8. Fuentes terciarias consultadas con las que ampliar conocimientos sobre los temas tratados: - Concepts in Oncology Therapeutics. Editors: Rebecca S. Finley, Carol McManus Balmer. American Society of Health-System Pharmacists. 3rd Edition, January 2007. - Principles and Practice of Oncology. Authors: Vincent T DeVita, Theodore S Lawrence, Steven A Rosenberg. Lippincott Williams & Wilkins. 8th Edition, May 2008. - Applied Therapeutics: The Clinical Use of Drugs. Editors: Mary A Koda-Kimble, Lloyd Y Young, Wayne A Kradjan, B Joseph Guglielmo, Brian K Alldredge, Bradley R Williams. Lippincott Williams & Wilkins. 8th Edition, 2004. - Handbook of anticancer drug development. Editors: DR Budman, AH Calvert, EK Rowinsky. Lippincott Williams & Wilkins. 1st Edition, 2004. - Pharmacotherapy: a pathophysiologic approach. Authors: Joseph T DiPiro, Robert L Talbert, Gary C Yee, Gary R Matzke, Barbara G Wells, L Michael Posey. McGraw-Hill. 7th edition, 2008. 15