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MONOGRAFÍA DE PRODUCTO
LACTANZA hereditum®
Índice
1.
La lactancia materna
4
2.
Problemas durante la lactancia: Mastitis 7
3.
La microbiota de la glándula mamaria
12
4.Probióticos
14
4.1
14
4.2
Efectos beneficiosos de los probióticos de la leche materna 5.
Lactobacillus fermentum 16
Probióticos
14
5.1
Estudios preclínicos de Lactobacillus fermentum 17
5.2
Ensayos clínicos de Lactobacillus fermentum CECT5716 en mastitis
18
5.2.1 Tratamiento de la mastitis infecciosa durante la lactancia
18
5.2.2 Tratamiento de los primeros síntomas de mastitis
22
5.2.3 Ensayo clínico en la prevención de mastitis
25
5.3
Seguridad de Lactobacillus fermentum CECT5716
26
6.LACTANZA hereditum®28
7.Bibliografía
30
01
La lactancia materna
La nutrición durante los primeros meses de vida de un bebé es muy
importante, tanto que incluso puede determinar efectos en el desarrollo
humano a largo plazo1. Durante mucho tiempo, la nutrición pediátrica
tan solo se ha preocupado de proporcionar una dieta que suministrara
los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo de
los niños.
En los países desarrollados se está produciendo un incremento de
trastornos de base inmunológica. Este incremento está relacionado
con la higiene y la nutrición, puesto que la estimulación del sistema
inmune es necesaria para que este madure plenamente y pueda
desarrollar respuestas adecuadas en futuras exposiciones, tanto a
microorganismos como a alérgenos2. Además, actualmente ha surgido
el concepto de alimentos funcionales, que además de aportar los
nutrientes recomendados, ejercen efectos beneficiosos sobre una o más
funciones del organismo, fomentando la salud y/o reduciendo el riesgo
de enfermedad3. Ambos conceptos, la hipótesis de higiene/nutrición y el
concepto de alimentos funcionales, han llevado a un replanteamiento de
la nutrición pediátrica.
La leche materna contiene una combinación única de proteínas,
carbohidratos, lípidos, minerales y vitaminas que asegura el correcto
crecimiento y desarrollo del niño. Además, también contiene compuestos
bioactivos responsables de una amplia gama de beneficios, tales como
la promoción de la maduración del sistema inmune y la protección contra
las infecciones4.
La lactancia materna es una fuente importante de bacterias lácticas para
el bebé5, por lo que no es de extrañar que existan diferencias entre
la microbiota intestinal de niños que reciben lactancia materna y la
microbiota de niños alimentados con fórmulas infantiles2.
El desarrollo de múltiples fórmulas infantiles, junto con la comodidad de
su administración, llevó durante un tiempo a la disminución de la lactancia
materna, sin embargo, tras la demostración de sus beneficios múltiples
en el desarrollo y crecimiento del niño, se ha vuelto a incrementar el
interés en la lactancia materna.
La leche materna contiene
una combinación única
de nutrientes que asegura
el correcto crecimiento
y desarrollo del niño
4
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y
que, llegada esta edad, el destete se realice de forma gradual, de manera
que la lactancia se mantenga durante un tiempo no inferior a los 2 años6.
Debido a todo lo citado anteriormente, la lactancia constituye un derecho
fundamental para el niño6.
La lactancia constituye
un derecho fundamental
para el niño6
Los beneficios de la lactancia materna se extienden también a la salud
de las madres lactantes:
• Ayuda a recuperar el aspecto físico, facilitando la pérdida de peso7.
• Favorece la involución del útero, ya que la succión estimula las
contracciones uterinas8.
• Reducción del riesgo de cáncer de ovario y de mama9,10.
• Reducción del riesgo de fractura de cadera durante la menopausia11.
• Ofrece ventajas psicológicas: tranquiliza al bebé, da seguridad a la
madre y fortalece su vínculo12.
En la actualidad se reconoce que la leche materna es el mejor alimento
para el recién nacido, sin embargo, en el momento en que surge cualquier
problema en la lactancia materna se produce su abandono. Estos
problemas originan molestias importantes y disminuyen la confianza de
las madres en su capacidad de amamantar12.
La lactancia materna es un acto natural, pero al mismo tiempo es un
comportamiento aprendido. Numerosas investigaciones han demostrado
que las madres y otros cuidadores necesitan apoyo activo para iniciar
y mantener prácticas apropiadas de lactancia materna6. Para que el
amamantamiento sea eficaz es necesaria una postura correcta, tanto de
la madre como del lactante y un enganche eficaz.
Muchos de los problemas que con frecuencia conducen al abandono de
la lactancia se deben a una mala posición o a un agarre defectuoso12,
la mayoría de estos problemas podría prevenirse evitando la separación
madre-hijo tras el parto hasta la primera toma del pecho. Una técnica de
amamantamiento inapropiada, en la mayoría de los casos, puede ser la
causa subyacente de las grietas que aparecen durante el periodo de
lactancia. Una mala técnica también puede ser el desencadenante del
Síndrome de Raynaud del pezón, episodios de vasoespasmo seguidos
de vasodilatación en la zona del pezón después de iniciada la toma y
tras finalizarla12.
Cuando la leche no se extrae del pecho eficientemente, otro de los
problemas que puede surgir es la estasis de la leche. Las causas
incluyen mal agarre del niño al pecho, succión inefectiva, restricción de la
frecuencia o duración de las tomas, el bloqueo de los conductos lácteos,
sobreproducción de leche y/o estar lactando a más de un niño13.
Durante la plétora fisiológica los pechos pueden estar muy llenos, esto
es fisiológico y se resuelve rápidamente mediante la succión efectiva
y el vaciamiento de la leche por el niño, aunque esta situación puede
desembocar en ingurgitación13.
Cuando se produce ingurgitación, el pecho está repleto tanto de leche
como de líquido tisular, estando obstruido tanto el drenaje venoso como
el linfático, el flujo de leche obstaculizado y la presión en los conductos
lácteos y alveolos aumentada13.
5
La aparición de mastitis es la
principal causa del abandono
de la lactancia14
Tanto en la plétora fisiológica como en la ingurgitación, se afecta habitualmente la totalidad de ambos pechos y, aunque ambas afecciones
se confunden a menudo, hay diferencias importantes entre ambas situaciones13:
• Un pecho lleno se nota caliente, duro y firme, no estando brillante, ni
edematoso ni enrojecido. Habitualmente, la leche fluye bien, incluso
goteando espontáneamente, por lo que al niño le resulta fácil succionar
y vaciar el pecho.
• Un pecho ingurgitado está agrandado, hinchado y doloroso, pudiendo
estar brillante y edematoso con áreas enrojecidas difusas, además, el
pezón puede estar estirado y aplanado.
La desaparición de la secreción protectora de las glándulas de
Montgomery en madres afectadas de dermatitis o tras el lavado excesivo
de la zona, puede favorecer la irritación de la piel del pezón y de la
areola, lo que da lugar al eccema del pezón12.
La aparición de mastitis, que es la principal causa médica del abandono
de la lactancia14, junto con los problemas mencionados anteriormente y
el estilo de vida socio-económico actual, es lo que causa que tan sólo el
18% de mujeres en periodo de lactancia cumplan la recomendación de la
OMS de realizar una lactancia exclusiva hasta los seis meses.
6
02
Problemas durante
la lactancia: mastitis
La mastitis consiste en la inflamación de uno o varios lóbulos de la
glándula mamaria, acompañada o no de infección13.
La mastitis consiste en la
inflamación de uno o varios
lóbulos de la glándula
mamaria, acompañada
o no de infección13
En los seres humanos, la mastitis lactante se define como una inflamación
aguda del tejido conjuntivo interlobular dentro de la glándula mamaria15,
mientras que la mastitis no lactante es una reacción inflamatoria
localizada de las estructuras secretoras o no secretoras del seno16.
La mastitis lactante es una enfermedad que conlleva un elevado impacto
económico, social y de salud pública, siendo la causa médica más
frecuente del destete precoz17.
La mastitis es más frecuente en la segunda y tercera semana postparto,
y la mayoría de estudios señalan que entre el 74% y el 95% de los casos
ocurren en las primeras 12 semanas. Sin embargo, puede ocurrir en
cualquier momento de la lactancia, incluso en el segundo año13.
Se han planteado las mastitis infecciosas como el resultado de una
disbiosis de la microbiota fisiológica de la glándula mamaria18-20.
La prevalencia de la mastitis se encuentra infravalorada debido a diversos
factores: ausencia de protocolos para la recogida de leche materna, falta
de tradición en el análisis microbiológico de leche humana y dudas a la
hora de interpretar los resultados21.
Determinados autores proponen una clasificación de las mastitis según
su sintomatología, clasificándolas en mastitis agudas, subagudas y
subclínicas14.
Si atendemos al diagnóstico
actual de las mastitis,
dicha etiqueta diagnóstica
se refiere a las mastitis
agudas. La sintomatología
menor que conlleva
esta nueva clasificación
(mastitis subagudas o las
subclínicas) precisa de un
correcto diagnóstico de tipo
sintomático
Si atendemos al diagnóstico actual de las mastitis, dicha etiqueta
diagnóstica se refiere a las mastitis agudas. La sintomatología menor
que conlleva esta nueva clasificación (mastitis subagudas o las mastitis
subclínicas) precisa de un correcto diagnóstico de tipo sintomático. Para
el tratamiento de los diferentes tipos de mastitis sería deseable disponer
de los resultados de un cultivo y de un antibiograma, pruebas que no se
realizan normalmente14.
La prevalencia de mastitis ha oscilado entre el 3 y el 33%, lo que se debe
a que las mastitis subagudas y subclínicas, que representan el 90% del
total de mastitis, son muy difíciles de diagnosticar13,22.
En la última revisión realizada por la Cochrane se estima que la prevalencia
de mastitis puede llegar hasta el 33%23.
7
Las mastitis son el resultado, en la inmensa mayoría de los casos, de
un proceso de disbacteriosis de la glándula mamaria. En estos casos,
algunas de las especies bacterianas que normalmente están presentes
en la leche humana aumentan su crecimiento por encima de los límites
normales (Staphylococos), mientras que otras lo disminuyen, incluso
llegando a desaparecer (Lactobacilos)14.
Epitelio mamario
Areola mamaria
Bacterias
•Bacterias en
leche (≤103/ml)
Flujo de leche
fisiológico
•Población
heterogénea
Bacterias
Epitelio mamario
Grieta
Infiltrado
inflamatorio
Ampolla de leche
(calcio + bacterias)
Bacterias
•Bacterias en
leche (>104/ml)
•Población
homogénea
Flujo de leche
anómalo
Bacterias
Infiltrado
inflamatorio
Obstrucción
Figura 1. Representación esquemática del epitelio y los conductos mamarios en condiciones fisiológicas (A) y en una situación de mastitis (B). Las
flechas rosas indican el aumento de presión de la leche al pasar por una luz disminuida. Esta presión sobre una zona inflamada es la responsable de
los típicos «pinchazos»
8
Hay dos factores que pueden
favorecer la mastitis.
El primero es la respuesta
del sistema inmunitario y
su interacción con la cepa
bacteriana que causa la
infección20 y, el segundo, se
refiere al uso indiscriminado
de antibióticos por parte de la
madre durante el último tercio
del embarazo, en el momento
del parto y/o la lactancia18,20
Los síntomas de las mastitis agudas se deben a que Staphylococcus
aureus, principal causante, sintetiza toxinas y provoca una gran alteración
del tejido mamario. Puesto que la glándula mamaria tiene una gran
vascularización durante la lactancia, una parte importante de las toxinas
se absorbe, pasa a la circulación sistémica y provoca un cuadro muy
semejante al de la gripe14.
La incidencia de mastitis con absceso es de 0,4-0,5% de las lactantes,
mayoritariamente por Staphylococcus aureus meticilina-resistente, debido
a que el tejido mamario reacciona tratando de aislar a las bacterias
causantes de la mastitis24,25.
Se han propuesto diversos factores que pueden favorecer el desarrollo
de una mastitis infecciosa8, sin embargo, en la actualidad sabemos que
hay dos que destacan por su importancia. El primero es la respuesta del
sistema inmunitario y su interacción con la cepa bacteriana que causa la
infección15 y, el segundo, se refiere al uso indiscriminado de antibióticos
por parte de la madre durante el último tercio del embarazo, en el
momento del parto y/o la lactancia18,20.
Normalmente, cuando hay sintomatología de cuadro agudo se prescribe
un tratamiento antibiótico, hay que tener en cuenta que la concentración
de antibióticos en la leche no es directamente proporcional a la dosis
administrada14. El tratamiento con antibióticos puede no solucionar el
problema y causar resistencias.
Actualmente, el porcentaje de mastitis que se curan con antibioterapia
es bajo26. Este hecho se debe a tres razones fundamentales14: la primera,
un aumento de cepas resistentes a los antibióticos27, en segundo lugar
la formación de biofilms, dentro de los cuales se produce adhesión y
aglomeración bacteriana28, y en tercer lugar la coexistencia de cepas con
distinta sensibilidad a los antibióticos.
Las denominadas, en esta nueva clasificación, mastitis subagudas se
presentan con dolor local en forma de pinchazos, calambres o sensación
de quemazón, pero sin enrojecimiento de la zona (o muy leve) y sin
afectación sistémica. Debido a que estos síntomas no son tan fáciles
de diagnosticar como los síntomas de las mastitis agudas, hay una
infravaloración e infradiagnóstico de este tipo de mastitis19,20.
Este tipo de mastitis suelen ser crónicas y/o recurrentes debido a que
el principal organismo que las causa, Staphylococcus epidermidis,
tiene tendencia a realizar este tipo de infecciones29. También pueden
ser causadas por estreptococos de los grupos viridans/mitis (como S.
mitis o S. salivarius) y algunas especies del género Corynebacterium30,31.
En ocasiones, S. epidermidis y otros estafilococos coagulasa-negativos
también pueden causar abscesos24,25.
Tanto las mastitis agudas como las subagudas suelen ir acompañadas
de zonas de induración dentro del pecho y, en ocasiones, de grietas19,20.
9
Finalmente se habla de mastitis subclínicas, las que no presentan dolor
pero sí problemas en la secreción de leche20. Suelen ser causadas por
las mismas especies bacterianas que las subagudas, pero no alcanzan
concentraciones que llegan a provocar dolor, aunque el resto de síntomas
sí que son iguales que en las subagudas.
Tabla 1. Tipos de mastitis, agentes etiológicos, sintomatología característica y tratamiento empírico propuesto
Tipo
Principales agentes
etiológicos
Sintomatología1
Tratamiento2
Agudas3
• Staphylococcus aureus
• Enrojecimiento, aumento de
tamaño del pecho
• Antibiótico:
• Zonas de induración
• Disminución de la secreción
de leche
• Síntomas similares a la gripe
(fiebre, dolores musculares,
dolores articulares, escalofríos...)
• Abscesos
Subagudas4
• Staphylococcus epidermidis
• Streptococcus mitis
• Streptococcus salivarius
• Rothia spp.
• Corynebacterium spp.
• Dolor en el pecho (pinchazos, calambres, sensación
de quemazón)
• Zonas de induración en el
interior del pecho
• Disminución en la secreción
de leche
• La leche sale por 1-2 orificios
y escurre/gotea
• Niños: tomas largas y/o
frecuentes
• Alternan momentos en los
que están relajados con
fases en las que hacen un
amamantamiento agresivo
(tiran del pezón, movimientos
característicos de cabeza)
Subclínicas
• Staphylococcus epidermidis
• Ausencia de dolor
• Streptococcus mitis
• Resto similar al de las subagudas
• Streptococcus salivarius
• Rothia spp.
– Amoxicilina/ácido clavulánico
(1.000/62,5 mg, cada 8-12 h
durante 7-10 días)
– Cloxacilina
– Cefalosporinas
• Antiinflamatorios:
– Alternar paracetamol e ibuprofeno, 600 mg 2-4 veces/
día
• Probióticos (1 x 109 ufc, 3 veces
al día):
– Lactobacillus salivarius
– Lactobacillus fermentum
– Lactobacillus reuteri
– Otras especies de Lactobacillus (de venta en farmacias)
• Antibióticos (en caso de ser
ineficaz el tratamiento con
probióticos):
– Ciprofloxacino (750 mg, cada
12 h durante 7-10 días)
– Cotrimoxazol
• Antiinflamatorios: ibuprofeno
600 mg, 2-4 veces/día
• Probióticos (1 x 109 ufc, 3 veces
al día):
• Lactobacillus salivarius
• Lactobacillus fermentum
• Lactobacillus reuteri
• Otras especies de Lactobacillus (de venta en farmacias)
1. Todos los tipos de mastitis pueden cursar con presencia o ausencia de grietas. 2. Siempre es conveniente realizar un cultivo y un antibiograma por
si las cepas causantes de la mastitis fuesen resistentes a los antibióticos propuestos. 3. El tratamiento de las mastitis agudas con antibióticos puede
conducir a una mastitis subaguda. 4. Las mastitis subagudas pueden evolucionar a mastitis crónicas o recurrentes.
10
Se ha demostrado que ciertos
lactobacilos aislados de
leche humana representan
una alternativa igual o más
eficaz que los antibióticos
para el tratamiento de las
mastitis, y no presentan
los efectos secundarios de
estos (candidiasis, trastornos
digestivos...)32,33
Para el tratamiento de los cuadros clínicos compatibles con mastitis
subagudas y subclínicas se ha propuesto el uso de probióticos.
Actualmente ya se dispone de dos ensayos clínicos que han demostrado
que ciertos lactobacilos aislados de leche humana representan una
alternativa igual o más eficaz que los antibióticos para el tratamiento de
las mastitis, y no presentan los efectos secundarios de estos (candidiasis,
trastornos digestivos...)32,33.
Mención aparte merece la creencia de que la Candida albicans es una
de las principales causas de mastitis o de dolor en los pezones, pero
el aislamiento de levaduras en casos de mastitis es muy raro. Además,
los casos de candidiasis mamarias publicados no presentan ninguna
evidencia microbiológica34,35.
Posiblemente un exceso de C. albicans en la cavidad bucal del niño
transfiere levaduras a la piel del pecho de la madre, lo que explica que en
la leche de estas mujeres se pueda detectar una pequeña concentración
de levaduras19.
11
03
La microbiota de la
glándula mamaria
Hasta hace muy pocos años se consideraba que la leche materna era
estéril, pero actualmente se sabe que la leche materna de una mujer
sana contiene microorganismos. De hecho, la microbiota mamaria, a
diferencia de la existente en otras localizaciones, tiene una naturaleza
transitoria, puesto que la glándula mamaria, en situaciones fisiológicas,
únicamente secreta fluido biológico desde el último tercio del embarazo
(precalostro) hasta el final del destete36.
Un lactante que ingiera
aproximadamente 800 ml
de leche al día recibe entre
105 y 107 bacterias, siendo
las bacterias que se aíslan
con mayor frecuencia de los
géneros Staphylococcus,
Streptococcus, Enterococcus,
Lactococcus, Lactobacillus,
Weissella y Leuconostoc5,32
Un lactante que ingiera aproximadamente 800 ml de leche al día recibe
entre 105 y 107 bacterias, siendo las bacterias que se aíslan con mayor
frecuencia de los géneros Staphylococcus, Streptococcus, Enterococcus,
Lactococcus, Lactobacillus, Weissella y Leuconostoc5,37. Estas bacterias
se aíslan fácilmente de leche obtenida en países muy diferentes, lo que
sugiere que realmente constituyen la microbiota natural de este fluido
biológico18.
Todavía no se conocen con exactitud los mecanismos por los que
ciertas bacterias no patógenas podrían atravesar el epitelio intestinal de
personas sanas, por lo que existe controversia sobre el origen de las
bacterias en la leche materna. Estudios recientes sugieren que, al menos,
una parte sustancial de las bacterias comensales existentes en la leche
materna podrían proceder de la microbiota intestinal de la madre18.
En mujeres embarazadas, con placenta totalmente normal, se ha visto
que se produce la translocación de lactobacilos del aparato digestivo
al líquido amniótico. Este hecho se ha asociado a una menor tasa
de prematuridad, por lo que este mecanismo de translocación es
beneficioso38.
El primer mecanismo del paso extraintestinal de bacterias descubierto
fue el que se realiza a través de las células M (invA-dependent). En la
actualidad también se sabe que pueden pasar a través de las células
dendríticas existentes en la lámina propia, éstas penetran el epitelio
intestinal intacto y captan bacterias directamente de la luz intestinal (invAindependent, CD18-dependent)39.
Las bacterias pueden propagarse de este modo a través del tejido linfoide
asociado a mucosas40. Las hormonas lactogénicas, que se producen
durante los últimos meses de gestación y la lactancia, establecen la ruta
enteromamaria, acumulándose células del sistema inmunitario de origen
12
intestinal en la glándula mamaria41. Estos procesos enteromamarios
implican la interacción de las células del epitelio intestinal, las bacterias
intestinales y las células del sistema inmunitario del tejido linfoide
asociado a la mucosa intestinal40.
Además de esta capacidad de translocación, las bacterias del intestino
materno deberían reunir, al menos, otras dos propiedades para alcanzar
primero el epitelio de la glándula mamaria y, después, el intestino del
niño: capacidad para sobrevivir durante el tránsito por la circulación
sistémica y capacidad para sobrevivir durante el tránsito por el aparato
digestivo18.
13
04
Probióticos
4.1Probióticos
Debido a los problemas que presentan los antibióticos frente al
tratamiento de las mastitis, se está comenzando a introducir el uso de
probióticos en el tratamiento de las mastitis.
La bacterioterapia utiliza bacterias comensales o probióticas para
prevenir o tratar la colonización del hospedador por parte de bacterias
patógenas. Se basa en el principio de exclusión competitiva, según el
cual ciertas bacterias no patógenas se imponen sobre las patógenas
cuando compiten por el mismo nicho ecológico19,20,42.
Es conveniente diferenciar entre probióticos y prebióticos:
Probióticos: Productos que contienen microorganismos definidos y
viables en grado suficiente para modificar la microflora de un compartimento del huésped, ejerciendo así un efecto beneficioso sobre la salud
de éste43.
Prebióticos: Ingredientes alimentarios no digeribles que, selectivamente,
favorecen el desarrollo de un determinado grupo de microorganismos
existente ya en el individuo43.
Debido a los problemas que
presentan los antibióticos
frente al tratamiento de las
mastitis, se está comenzando
a introducir el uso de
probióticos en el tratamiento
de las mastitis
La leche materna satisface todos los requerimientos nutricionales de los
recién nacidos y, adicionalmente, diversos estudios han demostrado que
la lactancia protege a los neonatos44,45. Por este motivo, el aislamiento de
bacterias probióticas a partir de leche materna resulta muy interesante,
además, estas bacterias son de origen humano, su ingestión infantil
prolongada no produce efectos adversos y están adaptadas a mucosas
y a sustratos lácteos18.
4.2. Efectos beneficiosos de los probióticos de la leche materna
El efecto protector de la leche materna sobre los recién nacidos
podría deberse a la acción combinada de una serie de componentes
presentes en el calostro y/o en la leche materna (inmunoglobulinas,
células inmunocompetentes, ácidos grasos antimicrobianos, poliaminas,
oligosacáridos fucosilados, lisozima, lactoferrina y otras glucoproteínas y
péptidos antimicrobianos), los cuales podrían inactivar las bacterias y/o
los virus patogénicos de manera individual, aditiva o, incluso, actuando
de forma sinérgica46. Además, la leche materna también constituye una
fuente excelente y continua de bacterias comensales para el intestino
del recién nacido5,37.
14
Las bacterias lácticas
aisladas de leche materna
desempeñan un papel
muy importante en las
barreras microbiológicas
primarias que se forman en
las mucosas con el fin de
prevenir infecciones42,47,48.
Esta actividad antimicrobiana
de la leche materna se
pierde tras un proceso de
pasteurización44
Las bacterias lácticas aisladas de leche materna desempeñan un papel
muy importante en las barreras microbiológicas primarias que se forman
en las mucosas con el fin de prevenir infecciones42,47,48. Esta actividad
antimicrobiana de la leche materna se pierde tras un proceso de
pasteurización49.
De hecho, una de las principales causas de muerte en la edad infantil
son las enfermedades infecciosas, dentro de las cuales las infecciones
respiratorias y gastrointestinales son las más frecuentes46. Los niños que
no han sido alimentados con leche materna tienen una probabilidad
17 veces mayor de ser hospitalizados por neumonía que los que han
sido amamantados50, además, algunos estudios sugieren que el riesgo
de muerte por diarrea aumenta 14,2 veces en niños no amamantados51.
Asimismo, la lactancia materna se ha relacionado con una menor
incidencia de otitis media, infecciones urinarias y meningitis causada por
Haemophilus influenzae52.
Las bacterias intestinales son uno de los estímulos más importantes
para el desarrollo del tejido linfoide asociado a la mucosa intestinal.
Por otro lado, la homeostasis del sistema inmunitario depende también
de la colonización microbiana intestinal, en este sentido se ha descrito
que la administración de determinados probióticos a los lactantes
supone una reducción de la incidencia de fenómenos alérgicos53 e
incluso una reducción de la incidencia de procesos inflamatorios, como
la enterocolitis necrosante46. Diferentes estudios han demostrado una
mayor producción de anticuerpos en niños amamantados y vacunados
frente a la poliomielitis, el tétanos y la difteria54.
La lactancia materna exclusiva durante los primeros meses de vida se
ha asociado con tasas significativamente más bajas de asma y dermatitis
atópica en la población infantil18. Las bacterias comensales de la leche
materna podrían desempeñar un papel en este efecto protector, ya
que se ha descrito que algunos lactobacilos de origen humano pueden
prevenir la aparición de atopia mediante diversos mecanismos53,55.
Los lactobacilos aislados
de leche materna poseen un
potencial probiótico similar
o superior al de ciertas cepas
de lactobacilos comerciales,
como L. rhamnosus GG,
L. casei inmunitas o L.
johnsonii47,48
Los lactobacilos aislados de leche materna poseen un potencial
probiótico similar o superior al de ciertas cepas de lactobacilos
comerciales, como L. rhamnosus GG, L. casei inmunitas o L.
johnsonii47,48. Además, conviene tener en cuenta que entre las bacterias
aisladas normalmente de la leche materna existen algunas especies,
como Lactobacillus fermentum, L. gasseri, L. plantarum, L. rhamnosus,
L. salivarius o E. faecium, que se incluyen habitualmente entre las
potencialmente probióticas18.
15
05
Lactobacillus
fermentum
Tal como se ha comentado anteriormente, los problemas asociados a
la difusión de bacterias resistentes a antibióticos está aumentando el
interés por la bacterioterapia, siendo la leche materna una excelente vía
para la búsqueda de nuevas cepas probióticas.
De todas las bacterias presentes en la leche materna sana se han
seleccionado aquellas cepas con mayor capacidad probiótica mediante
un método de cribado, en el cual se han considerado más de 40 criterios
diferentes relacionados con la seguridad, funcionalidad y aspectos
tecnológicos56.
Una de las cepas aisladas
de la leche materna por
su enorme potencial
probiótico fue Lactobacillus
fermentum47,48
A. Seguridad
- Taxonomía: Bioquímica (API CH50, SDS-protein) y genética (16S, RAPD, AFLP,
TGGE)
- Producción de aminas biógenas: tiramida, histamina, cadaverina, putrescina
- Actividades enzimáticas: degradación de mucinas, actividad proteolítica,
actividad glucuronidasa
- Resistencia a antibióticos: valor MIC
- Otros: infectividad, virulencia
B. Funcionalidad
- Resistencia al tracto digestivo: ácidos, sales biliares, modelo digestión global
- Capacidad fermentiva: azúcares simples, oligosacáridos, azúcares complejos y fibras
- Colonización intestinal: adhesión a células intestinales (caco-2, HT-29), estudios
de competencia
- Producción de metabolitos: SCFA, cobalamina, glutatión, oligosacáridos, PUFAs
- Producción de sustancias antimicrobianas: actividad bactericida, reuterina,
bactericinas, H2O2
- Parámetros inmunológicos: producción de citoquinas, activación de linfocitos,
fagocitosis
- Otros: estimulación mucinas
C. Aspectos tecnológicos
- Crecimiento en medio de cultivo mínimo, velocidad, producción total de biomasa
- Estabilidad: calor, sales, pH, presión osmótica
En función de la respuesta de cada cepa a los diferentes análisis se les
otorgó una puntuación. La suma de todas las puntuaciones sirvió para
hacer una comparativa entre las diferentes cepas y ver su capacidad
probiótica.
El resultado fue la selección de tres cepas aisladas de leche materna
por su enorme potencial probiótico47,48.
• Lactobacillus fermentum CECT5716
• Lactobacillus gasseri CECT5714
• Lactobacillus salivarius CECT5713
16
Estas 3 cepas probióticas se han registrado con el nombre hereditum®.
Las cepas probióticas hereditum® poseen estatus QPS (“quallified
presumption of safety”) de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA). Esta certificación se otorga a aquellas cepas que por su historia
de uso y consumo en la población cuentan con todas las garantías de
seguridad no necesitando la realización de más estudios adicionales de
seguridad.
Distintos estudios preclínicos y clínicos, así como de tipo galénico y
de estabilidad, han permitido comercializar el Lactobacillus fermentum
CECT5716 con el nombre de LACTANZA hereditum®
5.1. Estudios preclínicos de Lactobacillus fermentum
De las tres cepas citadas anteriormente se seleccionó a Lactobacillus
fermentum como potencial probiótico para el tratamiento de la mastitis.
Primero se tenía que comprobar que Lactobacillus fermentum poseía la
capacidad para sobrevivir durante el tránsito por el aparato digestivo.
Se realizó un estudio “in vitro” donde se simulaban las condiciones
presentes en el estómago e intestino humano y se comprobó la
resistencia de Lactobacillus fermentum a las condiciones del tracto
gastrointestinal y su capacidad de adhesión a las células intestinales.
También, se analizó la capacidad antimicrobiana de la cepa frente a
diferentes microorganismos patógenos.
En este estudio se comprobó que Lactobacillus fermentum presenta
excelentes propiedades probióticas como demuestra su resistencia a las
condiciones presentes en el tracto gastrointestinal, su elevado porcentaje
de adhesión a las células intestinales y su capacidad antimicrobiana
frente a diferentes patógenos47.
En este estudio se comprobó
que Lactobacillus fermentum
presenta excelentes
propiedades probióticas,
como demuestra su
resistencia a las condiciones
presentes en el tracto
gastrointestinal, su elevado
porcentaje de adhesión a
las células intestinales y su
capacidad antimicrobiana
frente a diferentes
patógenos47
Antes de realizar ensayos clínicos en humanos con Lactobacillus
fermentum se realizó un ensayo preclínico de seguridad. El objetivo
de este estudio fue evaluar la sensibilidad a antibióticos, la potencial
toxicidad y la capacidad de translocación de Lactobacillus fermentum
después de su administración oral a ratones57.
Los resultados de este estudio demostraron que la administración oral de
Lactobacillus fermentum CECT5716 no tuvo efectos adversos en ratones,
no hubo diferencias significativas en el peso corporal o la ingesta de
alimentos entre el control y los ratones tratados con probióticos, no
se observó bacteriemia y no había translocación bacteriana asociada
al tratamiento con el hígado o el bazo. Además, los marcadores de
estrés oxidativo no fueron diferentes en los ratones control y tratados
17
con probióticos. Estos resultados sugieren que la cepa Lactobacillus
fermentum CECT5716 no es patógena para los ratones, incluso en
dosis 10.000 veces mayor que la normalmente consumida en humanos
(expresado por kg de peso corporal)57.
5.2. Ensayos clínicos de Lactobacillus fermentum CECT5716 en mastitis
Debido al potencial probiótico de Lactobacillus fermentum CECT5716,
se han realizado tres ensayos clínicos para determinar el uso de
Lactobacillus fermentum CECT5716 en mastitis y las complicaciones que
se generan durante la lactancia materna.
Actualmente se disponen de tres ensayos clínicos de Lactobacillus
fermentum en mastitis, dos de ellos ya finalizados, y un tercero en marcha.
5.2.1. Tratamiento de la mastitis infecciosa durante la lactancia32
Objetivo
Evaluar y comparar la eficacia de la administración oral de Lactobacillus
fermentum CECT5716 o Lactobacillus salivarius CECT5713, dos cepas de
lactobacilos aislados a partir de leche de mama, con la eficacia de la
terapia antibiótica para el tratamiento de mastitis durante la lactancia.
Métodos
En el estudio participaron un total de 352 mujeres con síntomas de
mastitis. Todas ellas cumplieron los siguientes criterios:
En el estudio participaron
un total de 352 mujeres
con síntomas de mastitis
Criterios de inclusión
Inflamación de mama
Lactancia dolorosa
Bacterias en leche >4 log10 ufc/ml
Leucocitos en leche >6 log10 células/ml
Criterios de exclusión
Abscesos mamarios
Síndrome de Raynaud
Cualquier otra patología mamaria
Muchas de las mujeres (n=74) presentaban grietas en la areola mamaria
o el pezón. No consumiendo ninguna de ellas alimentos probióticos
comerciales o suplementos durante el estudio.
Las voluntarias fueron asignadas aleatoriamente a uno de los tres grupos:
Grupos
Grupo A
Grupo B
Grupo C
18
Tratamientos
Lactobacillus fermentum CECT5716 9x109 ufc
Lactobacillus salivarius CECT5713 9x109 ufc
Control (tratamiento antibiótico: amoxicilina,
cotrimoxazol, cloxacilina, eritromicina)
n
124
127
101
El estudio duró 21 días y, durante este periodo, los grupos de probiótico
(A y B) consumieron diariamente una cápsula con probiótico liofilizado (9
log10 ufc), Lactobacillus fermentum CECT5716 en el grupo A y L. salivarius
CECT5713 en el grupo B. El grupo de antibiótico, grupo C, recibió el
tratamiento prescrito por su centro de atención primaria.
0
intervención
3 semanas
Muestras de leche
Encuesta dolor
3 meses
Seguimiento
Lactobacillus
fermentum Lc40
CECT5716
Lactobacillus
salivarius
CECT5713
Control
group
Tanto al inicio del estudio (día 0) como al final del estudio (día 21) se
recogieron las siguientes variables:
Variable principal
Variables secundarias
Carga de bacterias en leche materna
Dolor asociado a la lactancia
Abandono de lactancia
Tasa de recurrencia de mastitis
Candidiasis vaginal
Flatulencia
Resultados
Recuento bacteriano en las muestras de leche
Los valores medios del recuento total de bacterias en la leche fueron muy
similares en los 3 grupos al inicio del estudio, encontrándose diferencias
al final del estudio en los tres grupos. Se observaron reducciones medias
en el recuento total de bacterias en los grupos A y B respectivamente,
mientras que en el grupo de antibióticos la reducción fue significativamente
menor.
Recuento total de bacterias
4
Cambio (log10 ufc/ml)
2
**
**
**
0
-2
-4
-6
A
B
Figura 2. Reducción en el
recuento total de bacterias
(Staphylococcus epidermidis,
Staphylococcus aureus y
Streptococcus mitis) de muestras de leche materna de las
participantes en el estudio tras
el tratamiento con probióticos
(Lactobacillus fermentum
CECT5716 en el grupo A y Lactobacillus salivarius CECT5713
en el grupo B) o el tratamiento
con antibióticos (grupo C).
Prueba de comparación
múltiple no paramétrica,
** P = 0,001.
C
Grupo
19
Todas las mujeres que
decidieron interrumpir la
lactancia materna durante
el estudio pertenecían al
grupo de antibióticos
Hubo diferencias estadísticamente significativas en los recuentos
bacterianos de cada especie bacteriana dominante (S. epidermidis,
S. aureus y S. mitis) en los 3 grupos al final del estudio, siendo siempre
inferiores en los grupos de probiótico que en el grupo de antibióticos.
Staphylococcus
epidermidis
4
**
**
Staphylococcus
aureus
Staphylococcus
mitis
**
*
**
**
**
Cambio (log10 ufc/ml)
2
0
-2
*
*
*
*
*
*
*
*
*
-4
-6
A
B
C
A
B
C
A
B
C
Grupo
Figura 3. Reducción en el recuento de bacterias Staphylococcus epidermidis, Staphylococcus
aureus y Streptococcus mitis de muestras de leche materna de las participantes en el estudio tras
el tratamiento con probióticos (Lactobacillus fermentum CECT5716 en el grupo A y Lactobacillus
salivarius CECT5713 en el grupo B) o el tratamiento con antibióticos (grupo C). Prueba de comparación múltiple no paramétrica, * P = 0,01; ** P = 0,001.
Las reducciones más altas en los recuentos de bacterias se encontraron
en el grupo B. Aunque se observa una diferencia estadísticamente
significativa en la disminución de S. epidermidis entre los dos grupos de
probiótico, las mujeres de ambos grupos registraron el mismo cambio
en la puntuación de dolor de pecho. El mayor descenso en el recuento
bacteriano se produjo en S. aureus.
Los antibióticos prescritos a las mujeres del grupo C fueron:
Antibiótico
Amoxicilina-ácido clavulánico
Amoxicilina
Cotrimoxazol
Cloxacilina
Eritromicina
%
38,6
22,8
18,8
17,8
2
Al final del estudio no se encontraron lactobacilos en las muestras de
leche del grupo con antibióticos, pero sí fueron aislados en más de la
mitad de las muestras de los grupos de probiótico.
Evolución de los síntomas clínicos
La puntuación media de dolor de mama reportada por los tres grupos
al inicio del estudio fue similar, habiendo mejorado al final del estudio
en los tres grupos. Al final del estudio se encontraron diferencias
estadísticamente significativas entre las puntuaciones de dolor en los
grupos de probiótico y el grupo de antibióticos, que dependían del
antibiótico administrado. En contraste, la mayoría de las mujeres de los
20
Dolor de pecho
11
**
**
Figura 4. Cambios en la escala
del dolor de pecho reportados
por las participantes en el
estudio tras el tratamiento
con probióticos (Lactobacillus
fermentum CECT5716 en
el grupo A y Lactobacillus
salivarius CECT5713 en el
grupo B) o el tratamiento con
antibióticos (grupo C). Prueba
de comparación múltiple no
paramétrica, ** P = 0,001.
Cambio (puntuación)
9
7
5
3
1
-1
A
B
C
Grupo
grupos de probióticos (88% del grupo A y 85% del grupo B) tuvieron
una recuperación completa al final del estudio, mientras que el resto
reportaron un malestar leve. El 11% de mujeres del grupo de antibiótico
no reportaron cambio o incluso se sintieron peor.
GRUPO A
L. fermentum
CECT5716
GRUPO B
L. salivarius
CECT5713
GRUPO C
Antibiótico
140
Número de participantes
120
100
Puntuación: 0 - 4
Puntuación: 5 - 7
Puntuación: 8 -10
80
60
40
20
0
0
21
0
21
0
21
Día
Figura 5. Distribución de las puntuaciones de dolor de pecho reportadas por las participantes al
inicio (día 0) y al final (día 21) del estudio. Grupo A, Lactobacillus fermentum CECT5716; Grupo B,
Lactobacillus salivarius CECT5713 y Grupo C, antibiótico. Las categorías de dolor de pecho fueron:
0-4, extremadamente doloroso; 5-7, molestias, y 8-10, ausencia de dolor.
a tasa de recurrencia de
L
la mastitis en el grupo de
antibióticos (30,7%) fue
significativamente mayor que
la tasa correspondiente en los
grupos de probióticos, pero
no hubo diferencia entre los
grupos de probióticos con
respecto a este parámetro
La puntuación de dolor en el pecho estaba fuertemente relacionada con
el valor de la carga total de bacterias en la leche materna, tanto al inicio
como al final del estudio.
Los síntomas clínicos desaparecieron o mejoraron notablemente entre la
mayoría de las mujeres asignadas a los grupos de probiótico, mientras
que la evolución fue variable entre las asignadas al grupo de antibióticos:
21
El 8,9% de las mujeres
que estaban recibiendo
antibióticos desarrollaron
candidiasis vaginal, mientras
que este efecto no se observó
en los grupos de probióticos.
La mayor parte de los casos
de candidiasis vaginal se
asociaron con el uso de
amoxicilina, el resto con
cloxacilina o amoxicilina-ácido
clavulánico
•
Todas las mujeres que decidieron interrumpir la lactancia materna
durante el estudio pertenecían al grupo de antibióticos.
• La tasa de recurrencia de la mastitis en el grupo de antibióticos (30,7%)
fue significativamente mayor que la tasa correspondiente en los grupos
de probiótico, pero no hubo diferencia entre los grupos de probiótico
con respecto a este parámetro.
• El 8,9% de las mujeres que estaban recibiendo antibióticos desarrollaron candidiasis vaginal, mientras que este efecto no se observó en
los grupos de probiótico. La mayor parte de los casos de candidiasis
vaginal se asociaron con el uso de amoxicilina, el resto con cloxacilina
o amoxicilina-ácido clavulánico.
• El 5,6% de las mujeres del grupo A informó flatulencia asociada con
la ingestión del probiótico Lactobacillus fermentum cepa CECT5716,
aunque todas ellas completaron el periodo de prueba.
Conclusión
El uso de Lactobacillus fermentum CECT5716 o L. salivarius CECT5713
parece ser una alternativa eficaz a la utilización de antibióticos comúnmente prescritos para el tratamiento de la mastitis infecciosa durante la
lactancia.
5.2.2. Tratamiento de los primeros síntomas de mastitis58
Objetivo
Evaluar la eficacia de Lactobacillus fermentum CECT5716 para reducir la
carga de Staphylococcus en leche materna de las mujeres lactantes que
sufren de dolor de pecho.
Métodos
En el estudio participaron un total de 97 mujeres, todas ellas cumplieron
los siguientes criterios:
Criterios de inclusión
Mujeres en periodo de lactancia
Dolor/disconfort en el pecho
Ausencia de fiebre
Bacterias totales en leche > 103 ufc/ml
Sin abscesos mamarios
Las voluntarias fueron asignadas aleatoriamente a uno de los cuatro
grupos:
Grupos
Grupo A
Grupo B
Grupo C
Grupo D
22
Tratamientos
Control (Maltodextrina)
Lactobacillus fermentum CECT5716 3x109 ufc
Lactobacillus fermentum CECT5716 6x109 ufc
Lactobacillus fermentum CECT5716 9x109 ufc
n
26
23
24
24
El estudio duró 21 días, recogiéndose muestras de leche y rellenando
los cuestionarios de dolor cada siete días, desde el inicio hasta su
finalización.
0 días
7 días
- Muestras leche
- Cuestionario
dolor
14 días
- Muestras leche
- Cuestionario
dolor
21 días
- Muestras leche
- Cuestionario
dolor
- Muestras leche
- Cuestionario
dolor
Las variables del estudio fueron las siguientes:
Variable principal
Variables secundarias
Resultados
Recuento bacteriano en las muestras de leche.
El tratamiento con Lactobacillus fermentum redujo significativamente la
carga de Staphylococcus a lo largo del estudio. En el caso del grupo D
se observó el efecto más tarde, a las 2 semanas de la intervención, pero
alcanzó niveles similares a los grupos B y C al final del estudio con un
valor significativamente menor que el grupo control.
No se encontraron diferencias significativas en la carga de Staphylococcus entre los grupos de Lactobacillus fermentum con diferente carga
bacteriana.
4,1
Control
3x109
6x109
9x109
3,9
3,7
Staphylococcus
El tratamiento Lactobacillus
fermentum redujo
significativamente la carga
de Staphylococcus
a lo largo del estudio
Carga de Staphylococcus en leche materna
Carga bacteriana total
Carga de Streptococcus
Evaluación de dolor mediante escala visual
Cuestionario español de dolor
IL-8
IgA
Información sobre la dieta
3,5
*
*
*
3,3
3,1
2,9
P < 0,05
2,7
2,5
0
5
10
15
20
25
Tiempo (días)
Figura 6. Recuento de Staphylococcus en lecha materna (log10 ufc/ml)
23
Las mujeres que tomaron
L. fermentum mejoraron
de forma significativa su
sintomatología de dolor
respecto al grupo control
desde la primera semana
de tratamiento
Las diferencias en la eficacia de la dosis más alta (grupo D) podrían ser
debidas a que el inicio de la mastitis en las mujeres del grupo D fue
anterior al inicio de la mastitis de las mujeres de los grupos B y C. Un
tiempo más prolongado de mastitis en las mujeres del grupo D implica
mayor permanencia de Staphylococcus en la mama, por lo que esto
podría hacer más difícil el desplazar el patógeno de la microbiota.
Evaluación del dolor
Las mujeres que tomaron Lactobacillus fermentum mejoraron de forma
significativa su sintomatología de dolor respecto al grupo control,
desde la primera semana de tratamiento, no encontrándose diferencias
significativas entre los grupos con diferente carga de Lactobacillus
fermentum.
p = 0,03
No dolor 9
Escala dolor
8
p = 0,001
7
*
*
*
*
6
5
*
*
*
*
*
Control
3x109
6x109
9x109
4
3
Dolor
0
5
10
15
20
25
Dolor
Tiempo (días)
Figura 7. Valoración de la evolución del dolor a lo largo del tiempo del estudio. Escala visual
comprendida entre 1, mucho dolor, hasta 10, sin dolor.
En cuanto a los resultados obtenidos con el cuestionario español de dolor,
las mujeres en los grupos de probiótico mejoraron de forma significativa
la intensidad de dolor sensorial, la afectiva y la evaluativa.
Evaluación del dolor (21 días)
6
Escala de Intensidad
5
*
4
3
Control
3x109
6x109
9x109
* *
P < 0,0001
2
1
*
*
* *
0
Valor intensidad
sensorial
Valor intensidad
afectiva
Valor intensidad
actual
Valor intensidad
evaluativa
Grupos
Figura 8. Evaluación de la intensidad del dolor a lo largo del estudio por el cuestionario español
de dolor.
24
La ingesta de Lactobacillus
fermentum CECT5716 reduce
la carga de Staphylococcus
en la leche de mujeres con
dolor en el pecho durante
la lactancia, aliviando los
síntomas
Resultados
La ingesta de Lactobacillus fermentum CECT5716 reduce la carga de
Staphylococcus en la leche de mujeres con dolor en el pecho durante la
lactancia, aliviando los síntomas.
No se han observado diferencias significativas entre las diferentes dosis
de Lactobacillus fermentum CECT5716.
La carga de Staphylococcus se relaciona con el grado de dolor, puesto
que cuando disminuye esta carga también lo hace el dolor.
5.2.3. Ensayo clínico en la prevención de mastitis
Objetivo
Evaluar el efecto de Lactobacillus fermentum sobre la incidencia de mastitis.
Métodos
En el estudio participarán un total de 600 mujeres, todas ellas deben
cumplir los siguientes criterios:
Criterios de inclusión
Criterios exclusión
Mujeres sanas con desarrollo del
embarazo normal
Patologías mamarias que dificulten
o imposibiliten la lactancia materna
Parto entre las 37 y 42 semanas
de gestación
Patologías graves en el bebé que
dificulten o imposibiliten la lactancia
materna
Mujeres sanas que han recibido
antibioterapia durante el parto
Baja expectativa de cumplimiento
con el protocolo del estudio
El parto tuvo lugar 1-4 días antes
del reclutamiento
Firme intención de dar el pecho
a sus hijos durante al menos 16
semanas
Las voluntarias están siendo asignadas aleatoriamente a uno de estos
grupos:
Grupos
Grupo A
Grupo B
n
Tratamiento
Control (maltodextrina)
300
9
Lactobacillus fermentum CECT5716 3x10 ufc
300
25
El estudio durará 16 semanas, recogiéndose muestras de leche cada
cuatro semanas, desde el inicio hasta la finalización del estudio.
1-4 días
postparto
4 semanas
V1
8 semanas 12 semanas
V2
V3
16 semanas
V4
V5
L. fermentum CECT5716 3x109 ufc/día
Placebo (maltodextrina)
Las variables del estudio serán las siguientes:
Variable principal
Variables secundarias
Incidencia de mastitis
Recuentos de especies bacterianas en leche
materna
Recuentos de especies bacterianas en
muestras fecales de los niños
Crecimiento de los niños
Incidencia de infecciones en niños
Marcadores inflamatorios en leche
Resultados
Este estudio está en marcha actualmente, se prevé su finalización a
último trimestre de 2014 o primero de 2015.
5.3. Seguridad de Lactobacillus fermentum CECT5716
Hay varios estudios de Lactobacillus fermentum en los que se ha visto
que su administración presenta una serie de beneficios probióticos.
Hay varios estudios de
Lactobacillus fermentum
en los que se ha visto que
su administración presenta
una serie de beneficios
probióticos
En un estudio llevado a cabo en adultos sanos con Lactobacillus fermentum
CECT5716 se demostró que el consumo diario de esta cepa durante
28 días es seguro y perfectamente tolerado a dosis de 1x1010 ufc/día, no
observándose ningún efecto adverso relacionado con la administración
del probiótico. En este mismo estudio se demuestra que el consumo de
Lactobacillus fermentum CECT5716 potencia la respuesta frente a la vacuna
de la gripe59.
También se han llevado a cabo estudios de intervención en bebés.
El primer estudio se llevó a cabo con una fórmula de continuación
suplementada con la cepa Lactobacillus fermentum CECT5716 y se
administró a niños de 6 meses hasta que cumplieron el año de edad60.
El segundo estudio se llevó a cabo con una fórmula de inicio
26
suplementada con la misma cepa y fue consumida por niños de un
mes hasta que cumplieron los 6 meses de edad61. Ambos estudios
demuestran que el consumo de Lactobacillus fermentum CECT5716 es
seguro y bien tolerado por niños de hasta un año de edad. Además,
el consumo de dicha cepa probiótica disminuyó de forma significativa
la incidencia de infecciones respiratorias y gastrointestinales en
estos niños. También, se ha de tener en cuenta que ya hay fórmulas
comercializadas que contienen este probiótico.
La cepa Lactobacillus fermentum CECT5716 está presente en el
producto LACTANZA hereditum® y es el único comercializado hasta el
momento para la flora mamaria y la clínica de la mastitis.
27
06
LACTANZA hereditum®
LACTANZA hereditum® es un complemento alimenticio a base de
Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716), una cepa que se encuentra
de manera natural en la leche materna. Es el primer probiótico que
contribuye al equilibrio de la flora mamaria.
En los primeros síntomas de dolor durante la lactancia, Lactobacillus
fermentum Lc40 (CECT5716) reduce el dolor desde la primera semana
de tratamiento.
Además, se ha demostrado que en mujeres con mastitis aguda
Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716) es más eficaz que la
antibioterapia que se acostumbra a usar. En los casos que ya se esté
tratando con antibiótico, Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716) se
puede administrar como coadyuvante para restablecer la flora mamaria
y evitar las recurrencias.
La administración de Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716) reduce
la concentración bacteriana de Staphylococcus en la flora mamaria y
contribuye a restablecer su equilibrio, permitiendo una lactancia más
cómoda y saludable, reduciendo el índice de recurrencias en mastitis. Esto
ayuda al mantenimiento de la lactancia ya que la mastitis es la principal
causa médica de abandono precoz e indeseado de la lactancia.
Ambos estudios demuestran
que el consumo de
L. fermentum CECT5716
es seguro y bien tolerado
por niños de hasta un año de
edad. Además, el consumo
de dicha cepa probiótica
disminuyó de forma
significativa la incidencia de
infecciones respiratorias y
gastrointestinales en estos
niños
28
Ingredientes: Maltodextrina; agente de recubrimiento: hidroxipropil
metil celulosa; Lactobacillus fermentum Lc40 (CECT5716) 3x109ufc;
estabilizador: estearato de magnesio; colorante: dióxido de titanio.
Presentación: 28 cápsulas (x282mg)
Advertencias: No superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta
variada y equilibrada ni de un estilo de vida saludable.
Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños.
Conservar a temperatura ambiente.
Tabla 2. Posología
Patología
Posología
Tratamiento antibiótico/probiótico:
Tres días antes de la finalización del
tratamiento antibiótico, 1 cápsula de
Lactobacillus fermentum CECT5716
cada 8 horas.
Mastitis aguda
La administración de Lactobacillus fermentum
CECT5716 se realizará 4h después de la
administración del antibiótico.
Tras el periodo de tratamiento con antibiótico,
1 cápsula/día hasta remisión de la mastitis.
Después de tratamiento antibiótico:
1 cápsula/día de Lactobacillus fermentum
CECT5716 hasta la remisión de la mastitis.
Mastitis subaguda
o subclínica
(Primeros síntomas)
Prevención
Dosis de ataque:
1 cápsula de Lactobacillus fermentum
CECT5716 cada 12 horas.
Tratamiento:
1 cápsula/día de Lactobacillus fermentum
CECT5716 hasta la remisión de la mastitis.
1 cápsula/día de Lactobacillus fermentum
CECT5716 durante toda la lactancia.
29
07
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MONOGRAFÍA DE PRODUCTO
991492 Elab. Sep’14
LACTANZA hereditum®