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MICROBIOTA, PROBIÓTICOS
Y PREBIÓTICOS
5
INFLAMIFLORA
18
IMMUNIFLORA
21
GASTROFLORA
24
MICROBIOTA, PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS
Lo que sabemos de la interesante relación entre el ser humano y los microorganismos que
residen en él se ha multiplicado en los últimos años. Ya no denominamos a estos seres
vivos «flora intestinal» ni los consideramos simplemente comensales, de hecho, han pasado
a considerarse un “órgano metabólico” con funciones en la nutrición, la regulación de la
inmunidad y la inflamación sistémica.
Los humanos somos, de hecho, «superorganismos» gobernados, en parte, por los
microorganismos que hospedamos.
Es sorprendente recordarlo, pero comparado con las bacterias que nos acompañan, solo
somos humanos en un pequeño porcentaje, de hecho, por cada célula humana hay 10
bacterias, y llevan evolucionando con nosotros desde el principio de los tiempos.
La Microbiota humana, formada por 100 billones de bacterias, supera, como ya hemos
dicho, el número de células de nuestro cuerpo, es el conjunto de los microorganismos que
puebla un hábitat, con grupos de especies estables y otras variables. El término microbiota
hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico
determinado. La microbiota residente en el intestino humano es una de las comunidades
más densamente pobladas. El ecosistema microbiano del intestino incluye muchas
especies nativas que colonizan permanentemente el tracto gastrointestinal, y una serie
variable de microorganismos que solo lo hacen de manera transitoria.
Su importancia es extremadamente relevante y prueba de ello es que los tejidos
inmunitarios del tracto gastrointestinal constituyen la parte más grande y compleja del
sistema inmunitario humano, alrededor del 70 %.
El Microbioma humano es el término utilizado para hacer referencia al conjunto de los genes
de todos los organismos componentes de la microbiota. Conceptualmente, en ocasiones se
puede utilizar en lugar de microbiota si se hace referencia al conjunto. El número de genes
del microbioma sobrepasa al de nuestro genoma en varios cientos de miles.
Funciones de la microbiota
Debemos tener en cuenta que debe considerarse un “órgano metabólico” con funciones
relacionadas con la nutrición, la regulación de la inmunidad y con la inflamación.
Capacidad de impedir el asentamiento de microorganismos potencialmente
patógenos. Existen tres mecanismos principales:
Interferencia con la colonización: El establecimiento de un microorganismo en una cavidad
depende de su capacidad de adherirse al epitelio y de aprovechar las condiciones
ambientales. La adherencia depende de factores inespecíficos (carga eléctrica o
hidrofobicidad de la cubierta celular) y otros específicos (reconocimiento entre moléculas
superficiales del microorganismo y los receptores del huésped).
La microbiota lleva conviviendo y evolucionando con los organismos superiores desde que
aparecieron los primeros metazoos y por tanto presentan un altísimo grado de adaptación a
las condiciones de las cavidades orgánicas, mostrando así una ventaja capital en la
competencia con otros microorganismos.
Esto explica que la colonización por patógenos solo ocurra cuando se ha alterado
sustancialmente la microbiota normal o se produce una invasión extraordinariamente
numerosa por microorganismos que sintetizan toxinas.
Producción de compuestos antimicrobianos: Las bacterias de la microbiota generan
multitud de sustancias con capacidad antibiótica; algunas son productos derivados de su
metabolismo como los ácidos y el peróxido de hidrógeno, otras son moléculas diseñadas
para inhibir el crecimiento de otras bacterias, como es el caso de las bacteriocinas.
La inmensa mayoría de los organismos que forman nuestra microbiota son anaerobios, por
lo que obtienen la energía por fermentación de los azúcares, esto genera residuos en forma
de ácidos orgánicos de cadena corta (AGCC), fórmico, acético, propiónico y butírico, algunos
de ellos serán usados para provocar la acidificación e inactivación de los microorganismos no
adaptados.
Las bacteriocinas son proteínas que matan a bacterias susceptibles.
Unión a los patógenos: Algunos componentes del microbioma tienen la capacidad de
unirse a los patógenos potenciales bloqueando la unión a la mucosa.
Suministro de nutrientes esenciales: Sustancias absolutamente necesarias para la vida
pero que no somos capaces de sintetizar a partir de otros nutrientes. Por lo tanto han de
sernos suministrados con la dieta o bien obtenidos a partir de los microorganismos de
nuestra microbiota, que las sintetizan.
Sistema inmunitario: La respuesta inmune generada por la microbiota es de las mas
complejas y numerosas, es un espacio de altísima actividad inmunitaria. Realiza funciones
de inmunidad adaptativa e innata. A la primera con su capacidad para responder a infinidad
de antígenos y a la segunda reconociendo determinados antígenos, los PMAP, cuya interacción induce a producción de citoquinas e interferones.
Funciones protectoras. La microbiota intestinal representa una barrera formidable para el
establecimiento de poblaciones patógenas en el huésped. Este fenómeno es conocido como
“interferencia bacteriana”, e incluye la actividad enzimática bacteriana, productos
metabólicos y otras actividades inhibitorias como la competencia por adherirse a las células
epiteiales y la estabilización de la permeabilidad intestinal.
Esta barrera es sorprendentemente efectiva considerando las grandes cantidades de
bacterias no residentes que entran al tubo digestivo diariamente.
Funciones tróficas. Posiblemente el papel más importante de la microbiota intestinal sobre
la fisiología colónica es su efecto trófico en el epitelio intestinal. La diferenciación de las células epiteliales está afectada en gran medida por la interacción con los microorganismos residentes y sus productos metabólicos, principalmente por los ácidos grasos de cadena corta
(butirato, acetato y propionato) que estimulan la proliferación y diferenciación de las células
epiteliales en el intestino humano. Además, el acetato es utilizado por los músculos
esquelético y cardiaco para obtener energía y por los adipocitos para la lipogénesis.
Factores que influyen sobre la microbiota
Las características de la dieta junto con los factores genéticos, influyen en el predominio de
unos microorganismos sobre otros. Los cambios en la alimentación determinarán la
presencia o no de especies bacterianas que se reproducen bien cuando hay disponibilidad
ilimitada de alimentos, o de especies más eficientes cuando los nutrientes son escasos. Los
ratones sometidos a dietas de tipo occidental muestran una disminución de Bacteroidetes.
Al nacer, el tracto gastrointestinal se coloniza inmediatamente. La vía de nacimiento (parto o
cesárea) y el tipo de alimentación (seno materno o fórmula) ha demostrado producir
diferencias en la microbiota intestinal.
Durante la infancia y a lo largo de la vida, la composición microbiana también cambia de
acuerdo con la edad y la dieta.
Son sorprendentes los estudios que demuestran que existe un eje intestino-cerebromicrobiota. Se ha demostrado que existe una ventana crítica en las etapas tempranas de la
vida en la que debe ocurrir la colonización para asegurar un desarrollo normal del eje
hipotálamo-hipófisis-adrenal.
Probióticos
Un probiótico es un microorganismo vivo que, cuando se administra en cantidades
adecuadas, confiere un beneficio a la salud del consumidor.
Cualquier componente de la microbiota podría ser candidato a convertirse en probiótico, sin
embargo, los mas recomendables son dos grupos microbianos: los lactobacilos y las
bifidobacterias, y la razón es que son probablemente los únicos inocuos en cualquier
circunstancia y que no incluyen estirpes patógenas dentro de la especie a la que pertenecen.
Existen requisitos que debe cumplir un organismo destinado a ser usado como probiótico:
Generación de sustancias antimicrobianas: Tanto los lactobacilos como las bifidobacterias
cumplen con esta característica.
Resistencia a las condiciones del “espacio diana”: Es necesario que los candidatos
destinados a colonizar el intestino soporten las condiciones del espacio en el que
permanezcan o por el que pasen.
Ausencia de resistencia transmisible a antibióticos: Es conveniente conocer el patrón de
susceptibilidad/resistencia frente a antimicrobianos de la cepa.
Capacidad tecnológica: Dado que ha de ser administrado en gran cantidad y es necesario
repetir las dosis frecuentemente para lograr el beneficio que se persigue, es importante que
sea fácilmente cultivable y que no pierda viabilidad durante el almacenamiento.
Actividad in vivo: El ensayo clínico que certifique que las expectativas derivadas de sus
buenas propiedades in vitro, se cumplen tras su administración a voluntarios sanos y/o a
pacientes que sufren el cuadro que se pretende controlar, es condición indispensable.
Prebióticos
Compuestos no digeribles presentes en la dieta, que estimulan el crecimiento o la actividad
de los microorganismos autóctonos, resultando en un beneficio para la salud.
Composición:
Estructuralmente son oligo o polisacáridos, principalmente FOS e inulina respectivamente,
pero también se utilizan polímeros de galactosa (GOS) y de manosa (MOS) y compuestos
mixtos como la lactulosa y el lactitol.
Favorecen el desarrollo de las bifidobacterias. El efecto inmediato de la llegada de estos
compuestos es la proliferación de la microbiota establecida, lo que contribuye a optimizar la
microbiota residente. Los prebióticos serán fermentados lo que generará ácidos grasos
de cadena corta, H2 y CO2, además, neutralizarán los grupos amonio generados por
desaminación de diversos nutrientes, entre ellos los aminoácidos.
Por otro lado, tanto los oligosacáridos como los ácidos orgánicos generados por su
catabolismo inducen la secreción de agua e incrementan el peristaltismo, lo cual aumentará
la frecuencia de las deposiciones y por consiguiente el efecto laxante.
salud e innovación
COLECCIÓN DE PROBIÓTICOS EGLE
EGLE es una empresa con gran interés en los productos innovadores y que respondan a
necesidades del mercado con una criterios de seguridad y selección muy rigurosos. Esa es
la razón por la que los productos que aquí presentamos han sido seleccionados y definidos
por BIOPOLIS, S.L.
¿PORQUÉ BIOPOLIS?
La razón de escoger BIOPOLIS para el desarrollo de los productos EGLE es su dilatada
experiencia en la búsqueda y producción de probióticos, y su infraestructura a la hora de
seleccionar, identificar, y producir los mismos. Además, nos ha permitido incluir en las
fórmulas probióticos específicos y genéricos.
Por último, el dosier que acompaña a los probióticos específicos es de gran solidez, lo que
permite un apoyo para el profesional inestimable.
CARACTERÍSTICAS GENÉRICAS DE LOS PROBIÓTICOS UTILIZADOS
La elección de un probiótico debe guardar criterios de selección muy rigurosos que nos
aseguren su eficacia y seguridad. Los probióticos EGLE cumplen con estas características:
Tolerancia: permite la tolerancia a los ácidos gástricos y sales biliares.
Colonización: Además de la supervivencia de las bacterías lácticas es primordial que éstas
se implanten, allí donde es necesario, en la microbiota intestinal.
Versatilidad: El correcto proceso de manipulado y fabricación (bajo normas GMP) garantiza
la óptima calidad de los probióticos.
Origen: Las bacterias lácticas deben ser de origen humano, siendo las mejores
colonizadoras, adaptándose y acomodándose mucho mejor en el intestino humano.
Simbiosis: La correcta combinación entre probióticos y prébioticos es necesaria para
garantizar la eficacia y la implantación de las bacterias sobre el anfitrión (microflora
intestinal), por lo cual nuestras formulaciones incluyen FOS (fructooligosacáridos).
Alta potencia, Viabilidad, Disponibilidad.
Eficacia garantizada: Contrastado por estudios clínicos.
CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS
BIFIDOBACTERIAS Y LACTOBACILUS
Tienen la capacidad de limitar las cantidades excesivas de radicales reactivos en vivo, por lo
que pueden prevenir y controlar enfermedades asociadas con el estrés oxidativo1.
La población bifidobacteriana en el intestino humano es mucho más abundante que la
población de lactobacilos. Para llevar a cabo sus actividades funcionales, las bifidobacterias
deben ser capaces de sobrevivir el tránsito gastrointestinal y persistir, al menos transitoriamente, en el huésped. Esto se logra utilizando mecanismos de respuesta al estrés y factores
de adhesión y colonización, así como mediante el aprovechamiento de las vías específicas
de obtención de energía3.
Se ha estudiado la utilización de Lactobacilos y bifidobacterias para el tratamiento de
alteraciones gastrointestinales en pacientes en hemodiálisis, los resultados tras el
tratamiento fueron: disminución en el número de vómitos, ardor de estómago y dolor sin
ningún efecto secundario6.
Investigadores de la Universidad de Granada, han demostrado que la administración de tres
cepas de probióticos disminuye la acumulación de grasa en el hígado de ratas obesas.
La acumulación de grasa en el hígado constituye el primer estadio de la enfermedad del
hígado graso no alcohólico, asociada a la obesidad y a la diabetes. Dado que la prevalencia
de estas dos patologías es cada vez mayor, se han convertido también en un problema de
salud que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Trabajaron tres cepas: Lactobacillus paracasei, Bifidobacterium breve y Lactobacillus
rhamnosus. Los resultados fueron una menor acumulación de lípidos en el hígado y menor
presencia de moléculas proinflamatorias.
Nuevos hallazgos sobre la microbiota intestinal y su capacidad inmunomoduladora coinciden
con los datos epidemiológicos que conectan la obesidad y el asma o la obesidad y la diabetes
tipo 1. Las bifidobacterias pueden ser protectoras frente al desarrollo de la obesidad.
La microbiota es capaz de promover un estado de inflamación sistémica de bajo grado,
resistencia a la insulina e incrementar el riesgo cardiovascular a través de mecanismos que
incluyen la exposición a productos bacterianos, lo que provoca la llamada endotoxemia
metabólica. Estos cambios en la microbiota intestinal, el aumento de la permeabilidad
intestinal y la endotoxemia juegan un papel en el desarrollo de un estado inflamatorio crónico
de bajo grado en el huésped que contribuye al desarrollo de la obesidad y de enfermedades
metabólicas crónicas, como el hígado graso no alcohólico. Se piensa que el principal
producto bacteriano implicado en la EHNA y el HGNA es un componente activo de las
endotoxinas de la pared bacteriana, liberado con la muerte bacteriana en el intestino.
Se han demostrado diferencias importantes en la microbiota de los pacientes con SII en
comparación con los controles sanos. Los pacientes con SII tienen menos Lactobacillus y
Bifidobacterium spp. que los controles sanos.
Las bacterias antes mencionadas se unen a las células epiteliales e inhiben la adherencia de
bacterias patógenas, no producen gas al fermentar los hidratos de carbono e inhiben a los
Clostridium spp.
El CH4 es uno de los gases presentes en el intestino humano y es producido por la
fermentación bacteriana anaerobia, este puede afectar a la velocidad del tránsito intestinal,
reducir la secreción de serotonina y se ha asociado con el SII, la diverticulosis y el cáncer de
colon.
La composición microbiana intestinal afecta, además de a la salud del intestino, a los
sistemas involucrados en el estado de ánimo y la salud mental.
Es posible que la microbiota intestinal tenga un papel en la patogénesis de los trastornos
psiquiátricos como la depresión, especialmente cuando están vinculadas a condiciones tales
como la EII. Los estudios en animales han aportado pruebas que sugieren un papel
modulador de las bacterias probióticas a nivel neuroendocrino y neuroquímico fuera del
tracto gastrointestinal.
Esto es corroborado por los estudios clínicos que muestran que los probióticos como
Bifidobacterium y Lactobacillus mejoran el estado de ánimo y reducen los síntomas de
ansiedad en los pacientes con síndrome de fatiga crónica y el síndrome de intestino
irritable.
De hecho, la ausencia de microbios gastrointestinales en ratones provoca una respuesta del
eje hipotalámico-pituitario-adrenal exagerada al estrés.
Una vía particularmente interesante de la investigación se ha centrado en el posible papel de
la microbiota intestinal en el mecanismo del autismo. Clostridium bolteae es
significativamente más prevalentes en el intestino de niños autistas y aunque el mecanismo
por el que la flora intestinal sea capaz de iniciar el autismo es todavía inexplicable, se ha
planteado la hipótesis de que esta vía puede ser de importancia.
BIFIDOBACTERIUM LACTIS
Es capaz de ejercer in vitro efectos antagónicos frente a importantes patógenos
gastrointestinales pertenecientes a los géneros Listeria, Clostridium, Salmonella, Shigella,
Proteus, Escherichia y Candida.
Efecto Inmuno-modulador en individuos que sufren de rinitis alérgica estacional al polen de
hierba: un ensayo exploratorio, aleatorizado, controlado con placebo concluyó indicando que
la administración oral de esta cepa, mitiga los parámetros inmunológicos y síntomas
alérgicos durante la exposición estacional2.
La utilización de Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium lactis, reduce de forma
significativa la duración y la gravedad de los síntomas en las enfermedades del tracto
respiratorio superior4.
Prebióticos asociados a Bifidobacterium lactis en personas mayores de edad avanzada,
mejoró la actividad fagocitaria de monocitos y granulocitos. Además, y aunque no se sabe
por qué, los efectos de este probióticos se mantuvieron más tiempo de lo esperado5.
Bifidobacterium lactis ha demostrado un potente efecto sobre la Salmonella typhi afectando
a la supervivencia y disminuyendo de forma considerable las unidades formadoras de colonias de Salmonella typhi.
BIFIDOBACTERIUM BREVE
Bifidobacterium breve se encuentra comúnmente en los intestinos de los bebés recién
nacidos. Cuenta con beneficios especiales para lactantes de bajo peso al nacer. De hecho,
se administra rutinariamente a los recién nacidos de bajo peso en las UCI de neonatos de
aproximadamente 100 hospitales en Japón.
Se ha podido comprobar: restauración de las bifidobacterias a niveles normales, mejor
soporte inmune, normofunción respiratoria y de la piel.
El cólico infantil es un trastorno gastrointestinal común de los recién nacidos, en su mayoría
relacionados con los desequilibrios en la composición de la microbiota intestinal y sobre todo
a la presencia de coliformes productoras de gas y de menores niveles de bifidobacterias y
lactobacilos.
El probiótico Bifidobacterium breve que fue seleccionado específicamente por su capacidad
para inhibir las coliformes productoras de gas, demostró ser eficaz respecto al grupo de
control7.
Se han estudiado los efectos de Bifidobacterium breve sobre la enteritis por Campylobacter,
logrando erradicar la bacteria y normalizar la microbiota del paciente.
Los ratones alimentados con Bifidobacterium breve e inmunizados por vía oral con virus
influenza, estuvieron mejor protegidos frente a daños de vías respiratorias bajas que los
inmunizados sólo con el virus8.
Ratones alimentados con una dieta alta en grasas y suplementada con Bifidobacterium
breve, redujeron el peso, la grasa y los niveles séricos de colesterol total, glucosa en ayunas
e insulina, lo que demuestra que es eficaz para reducir el riesgo de obesidad9.
BIFIDOBACTERIUM LONGUM
Como ya sabemos, la enfermedad celíaca es una enteropatía crónica del ID mediada por una
respuesta inmunológico frente al gluten de la dieta. Se presentan un gran abanico de
síntomas que no sólo afectan al intestino y la única forma de que revierta es con una dieta
libre de gluten. En los individuos con EC se producen cambios sustanciales en la microbiota,
con mayor presencia de bacteroides y E. coli, y con menos bacterias beneficiosas.
La cepa ES1 se aisló en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos del CSIC
de Valencia, a partir de heces de un niño sano, menor de 3 meses y con lactancia materna.
Clasificada e incluida en los listados GRAS y QPS y protegida por patente y bajo licencia
exclusiva de Biopolis.
Propiedades:
Soporta un pH ácido en un rango de 2,0 a 3, resiste concentraciones elevadas de sales
biliares, tiene buena adherencia a las mucinas del tejido epitelial, y sobre todo, se ha
comprobado que la cepa ES1 mantiene su viabilidad tras el paso por el tracto digestivo.
Propiedades antiinflamatorias:
Suprime el patrón de citoquinas proinflamatorias, incrementa la síntesis de IL-10, con una
potente capacidad inmunoreguladora.
TNF
α
IL-10
T
N
Fα
(n
g/
g)
IL10
(p
g/
g)
Placeb
o
E
S
En estudios proteómicos, las gliadinas sin la cepa ES1 indujeron la producción de sustancias
relacionadas con la apóptosis y la inflamación, por el contrario, cuando ES1 estaba presente
se producían proteínas relacionadas con la supervivencia y la normofunción celular.
Se estudió en ratas con enteropatia inducida por gliadinas alimentadas con ES1 frente a un
grupo de control alimentadas con placebo, se puedo detectar en las primeras, la restauración
de la altura de los enterocitos.
La respuesta antiinflamatoria estudiada en la microbiota de las heces de ratas alimentadas
con ES1 contenían menos TNFα y mas IL-10.
En estudios clínicos en niños con enfermedad celíaca, se comprobó que además de todo lo
anterior, los niños que habían sido tratados con ES1, incrementaban significativamente su
talla.
LACTOBACILLUS PARACASEI
Estudios in vitro han demostrado que L. paracasei es muy resistente a condiciones de pH
bajo, además presenta una buena adhesión, lo que le permite residir más tiempo en el
intestino. Es muy útil para contrarrestar daños contra patógenos entéricos, limitando su capacidad para colonizar el intestino.
L. paracasei fue investigado in vitro por su capacidad para inducir una respuesta inmune más
específica, los resultados se compararon con otros lactobacillus y paracasei indujo una
mayor capacidad de excreción de las mismas.
Las conclusiones son que L. paraseis mejora la calidad de vida de los pacientes con rinitis
alérgica y otras enfermedades infecciosas10.
Científicos de la Universidad Nacional de Taiwán han demostrado que el lactobacillus
paracasei puede proteger contra la caries mediante la reducción de los niveles de
Streptococcus mutans11.
El Lactobacillus paracasei, reduce el efecto tóxico de los péptidos de gliadina no digeridos,
fundamentales en la patogénesis de la enfermedad celíaca.
Estudios japoneses han demostrado que Lactobacillus paracasei con adición de fosfato de
piridoxal, permite mejorar la síntesis de GABA12.
LACTOBACILLUS RHAMNOSUS
Los probióticos hace tiempo que se han sugerido como medida profiláctica para el cáncer
colorrectal. En un estudio se utilizaron diferentes probióticos para comparar su potencial
protector frente a un cáncer colorrectal inducido por químicos. La conclusión es que los
Lactobacillus rhamnosus y L.acidophilus, son los mejores agentes profilácticos para la
carcinogénesis experimental13.
A pesar de que la enfermedad alérgica es de difícil manejo, ha quedado demostrado en el
estudio que se referencia, que en una cohorte de nacimientos de alto riesgo, la
suplementación materna durante 35 semanas de gestación y hasta los 6 meses, con
Lactobacillus rhamnosus, redujo a la mitad la prevalencia de eccema a lactantes14.
SACCHAROMYCES BOULARDII
Saccharomyces boulardii es una levadura no patógena que sobrevive al medio ácido del
estómago y a la temperatura. Tiene capacidad para alcanzar rápidamente una concentración
elevada en el sistema gastrointestinal, que representa un medio ideal para su proliferación.
Es muy interesante porque los antibióticos no le afectan de forma negativa ni lo inhiben, y no
altera la microbiota natural de los intestinos.
Saccharomyces boulardii es una levadura recomendada para la prevención y el tratamiento
de la diarrea. Diversos estudios han demostrado su eficacia en el tratamiento de la diarrea
causada por Clostridium difficile, la colitis asociada a tratamientos con antibióticos y en la
enfermedad de Crohn. También puede reducir la incidencia de diarrea de los viajeros y
prevenirlas en pacientes alimentados por sonda nasogástrica. Aprovechando su actividad
inhibitoria de entero patógenos y sus características antidiarreicas, ha sido también utilizado
en el tratamiento de la diarrea en niños. Se ha demostrado que esta levadura tiene
adicionalmente un efecto trófico sobre el intestino delgado de individuos normales.
El mecanismo exacto por el cual esta levadura previene o alivia la diarrea no está claro. Se
estima que su acción se debe principalmente a su rápido crecimiento, lo que disminuiría la
concentración de otros microbios al competir eficientemente por los diversos nutrientes
requeridos por los microorganismos. El efecto trófico sobre el intestino delgado parece ocurrir
por la liberación de poliaminas. Diversos estudios han demostrado que el tratamiento con S.
boulardii es seguro y bien tolerado.
FUENTES:
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Departamento de Microbiología y Parasitología-UNT.
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Nutrition 112: 30-40.
-
INFLAMIFLORA 60 CÁPSULAS
Composición por cápsulas
Mix cepas probióticas (aporta 4700 Millones de ufc):
Bifidobacterium longum ES1
Bifidobacterium lactis
Lactobacillus rhamnosus
Saccharomyces boulardii
Base natural :
Fructooligosacáridos (inulina)
Descripción:
Inflamiflora es un complemento alimenticio que contiene cuatro cepas probióticas: Bifidobacterium longum
ES1, Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus y saccharomyces boulardii.
La presencia en este coctel de la cepa B.longum ES1 permite mejorar la respuesta antiinflamatoria.
En tres modelos celulares distintos se ha comprobado que esta cepa suprime la producción de citoquinas
proinflamatorias e incrementa la producción de la interleuquina
antiinflamatoria IL-10.
Además, se ha comprobado en modelos animales que esta cepa atenúa la producción de citoquinas
inflamatorias y de células T CD4+ reguladoras de respuesta inmune, demostrando nuevamente su
capacidad antiinflamatoria. Finalmente, en un estudio clínico, doble ciego, aleatorizado, controlado con
B. longum CECT 7347 in an Enteropathy Animal Model
placebo, llevado a cabo en 33 niños con enfermedad celíaca recién diagnosticada y tratados con una dieta
libre de gluten, el probiótico ES1 ha generado un descenso estadísticamente significativo de la producción
de los linfocitos T CD4+ periféricos, del factor inflamatorio TNF-α y un descenso en la microbiota intestinal
de Bacteroides fragilis.
Figure 3. Tumour necrosis factor (TNF)-a and interleuki ne (IL)-10 production
treatments. The results are expressed as mean 6 standard deviation (n = 6). *Indicates sta
Aplicaciones:
Enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, Enfermedades inflamatorias intestinales, asma, diabetes tipo
II, inflamaciones crónicas de bajo grado, alergias, artritis, desórdenes autoinmunes, obesidad, infecciones
fúngicas y levaduras (candida albicans), enfermedades del tracto respiratorio, intolerancia a la lactosa,
protección y prevención del cáncer de colon.
Modo de empleo:
Adultos , tomar una cápsula con un poco de agua, con las comidas, una o dos veces al día como
complemento alimenticio funcional o según recomendación profesional.
Presentación:
Caja con 60 cápsulas emblistadas.
INMUNIFLORA 60 CÁPSULAS
Composición por cápsula:
Mix cepas probióticas (aporta 4700 Millones de ufc):
Bifidobacterium breve
Bifidobacterium lactis
Lactobacillus rhamnosus
Lactobacillus paracasei
Saccharomuyces boulardii
Base natural :
Fructooligosacáridos (inulina)
Descripción:
Inmuniflora es un complemento alimenticio que contiene cinco cepas probióticas: Bifidobacterium breve,
Bifidobacterium lactis, Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus paracasei. La presencia en este coctel de
las cepas B. breve, L. rhamnosus y L. paracasei permite mejorar la respuesta del sistema inmunitario.
Estas tres cepas son capaces de inhibir in vitro el crecimiento de microorganismos patógenos tales como
Listeria monocytogenes, Salmonella typhi, Salmonella typhimurium y Shigella sonnei, así como la
replicación de cepas de rotavirus.
Además la co-incubación de la cepa B. breve con células dendríticas disminuye la producción de citoquinas
pro-inflamatorias tales como IL-8 y TNF-α y de quimiocinas como CCL2 y CCL5. Finalmente, en un estudio
clínico multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo realizado en 100 voluntarios, se ha
demostrado que la ingesta de estas tres cepas probióticas ejerce un grado variable de efectos
inmunomoduladores positivos.
A su vez, la cepa de L. rhamnosus es capaz de colonizar el intestino y la de B. breve aumenta la producción
de citoquinas inmunomoduladoras.
Aplicaciones:
Inmunoestimulante e inmunomodulador (enfermedades y alteraciones del sistema inmunitario),
anticarcinógeno, afecciones víricas, fatiga crónica y alteraciones hepáticas, antibacteriana (infecciones
intestinales y vaginales), antifúngica (candidiasis albicans), antitóxica (acción destoxificadora), antidiarreica,
enfermedades atópicas, tratamiento de infección por virus de la gripe, caries, mejora la síntesis de GABA.
Modo de empleo:
Adultos, tomar una cápsula con un poco de agua, con de las comidas, una o dos veces al día como
complemento alimenticio funcional o según recomendación profesional.
Presentación:
Caja con 60 cápsulas emblistadas.
GASTROFLORA 60 CÁPSULAS
Composición por cápsula:
Mix cepas probióticas (aporta 4.700 Millones de ufc)
Bifidobacterium lactis
Bifidobacterium breve
Bifidobacterium longum
Lactobacillus paracasei
Lactobacillus rhamnosusSaccharomyces boulardii
Base natural :
Fructooligosacáridos (inulina)
Descripción:
Gastroflora es un complemento alimenticio que contiene seis cepas probióticas:
Bifidobacterium lactis, Bifidobacterium breve, Bifidobacterium longum, Lactobacillus paracasei,
Lactobacillus rhamnosus, Saccharomyces boulardii.
La presencia en este cóctel de cepas probíoticas permite mejorar la salud integral del tracto digestivo.
El tracto gastrointestinal es un hábitat natural de un gran número de bacterias. Este ecosistema incluye
muchos microorganismos necesarios para un correcto mantenimiento de la homeostasis y promover la
salud. Este equilibrio permite reforzar nuestro sistema inmunitario y proveerle de capacidad defensiva frente
a múltiples patógenos que alteran nuestro estado de salud.
Aplicaciones:
Diarrea, estreñimiento, Gastritis, úlcera (coadyuvante en el tratamiento de Helicobacter pilori), intolerancia
a la lactosa, estomatitis y glositis, halitosis crónica, diarrea, fatiga crónica, enfermedades hepática,
flatulencias, colitis, disbiosis intestinal, parásitos intestinales, recolonización tras el tratamiento con
antibióticos o quimioterápicos.
Modo de empleo:
Adultos, tomar una cápsula con un poco de agua, con las comidas, una o dos veces al día como
complemento alimenticio funcional o según recomendación profesional.
Presentación:
Caja con 60 cápsulas emblistadas.