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Unidad 3 - Pg. 1 INTRODUCCIÓN LA DIDÁCTICA DE LA ESCRITURA EN EL MARCO DE LA PEDAGOGÍA POR PROYECTOS Enseñar a escribir textos diversos en distintos contextos, con variadas intenciones y con diferentes destinatarios, es hoy la única forma posible de contribuir desde el mundo de la educación a la adquisición y al desarrollo de los conocimientos y de las destrezas que favorecen una escritura apropiada y coherente en nuestras sociedades. Carlos Lomas16 El reto que plantea Carlos Lomas en este fragmento, se asume en los proyectos de aula en toda su complejidad e importancia. ¿Cómo se hace posible?, ¿Qué didáctica lo permite?, ¿Qué textos se producen y para qué? Son algunas de las preguntas que intentaremos responder en esta unidad. Se espera que al finalizar el trabajo con esta unidad usted pueda: - Comprender cómo la didáctica de la escritura se favorece en el marco de una Pedagogía por Proyectos. - Ser conciente de la diversidad textual que entra en juego en un proyecto de aula y aprovecharla para generar aprendizajes que ayuden a sus estudiantes a ser cada vez mejores productores de textos. - Analizar las vinculaciones entre la Pedagogía por proyectos y una Didáctica de la escritura orientada desde una perspectiva socio-constructiva. Tiempo previsto para esta unidad: 10 horas TEMARIO El texto La didáctica de la escritura en el marco de la pedagogía por proyectos incluye tres apartados. A medida que los vaya leyendo confronte las ideas que expuso en la carta correspondiente al Autodiagnóstico No. 3 con las que en el texto se van exponiendo. Este ejercicio le será útil en una actividad posterior que deberá realizar. 3.1 ¿Qué, por qué y para qué escribir en el marco de un proyecto? 3.2 Cómo orientar la enseñanza de la producción de textos escritos en el marco de los proyectos. 3.3 ¿Cuáles son las posibilidades principales que la pedagogía por proyectos ofrece a la didáctica de la escritura? Algunos términos de los textos del temario se encuentran subrayados. Si quiere ampliar estos conceptos, diríjase a la sección GLOSARIO en la cual se encuentran definidos los términos subrayados. La didáctica de la escritura en el marco de la pedagogía por proyectos. Son las dificultades que surgen, los problemas que hay que resolver en el proceso de producción textual, lo que permite activar los conocimientos necesarios y ampliarlos (Camps, 1996:47)17 16. Carlos Lomas, 2003 Leer y escribir para entender el mundo En CUADERNOS DE PEDAGOGÍA N.º 331 ENERO 17. CAMPS, A. (1996) Proyectos de lengua: entre la teoría y la práctica. Tomado de Cultura y Educación, Madrid. Unidad 3 - Pg. 2 Cuando se lleva a cabo un proyecto se generan necesidades comunicativas concretas, es decir surge la necesidad de escribir para hacer algo (informar, solicitar algo, compartir con otros, etc.), y para alguien. Ahora bien, para lograr el propósito que motiva la escritura del texto, es necesario que el escritor aplique una serie de estrategias o acciones intencionadas que le permitan finalmente producir un texto coherente y cohesionado, y así conseguir su desafío. Estas situaciones de producción textual contextualizada permiten: Hacer uso de una gran variedad de textos escritos. Trabajar sobre el contenido a comunicar con ellos. Tener en cuenta las imposiciones contextuales del discurso escrito tales la tipología textual válida para cumplir esa necesidad comunicativa, la forma como habitualmente se organizan los textos como el que se necesita producir, el trato que se le debe dar al lector Todo lo anterior demuestra que este tipo de situaciones generan un contexto favorable para la enseñanza de la escritura, en tanto ésta se aborda desde la complejidad de la comunicación, pero en situaciones auténticas, lo que permite que se pueda aprender significativamente sobre estos asuntos complejos. Se produce entonces una Didáctica de la escritura orientada desde una perspectiva socioconstructiva, en la que la selección de los contenidos que se van a enseñar, su secuenciación y organización (cuándo se van a enseñar, en qué orden), y el modo como se presentarán (cómo), está definida por las necesidades comunicativas reales que surgen en los proyectos. Es por esto que en la escuela se analiza la situación comunicativa completa (quién escribe a quién, para qué, por qué, cuándo, dónde, cómo) y no sólo el texto aislado, y menos aún un fragmento del mismo. Desde esta didáctica, se produce una ruptura con una tradición escolar que poco o nada ha contribuido para la formación de niños y jóvenes productores de textos, debido a que las prácticas pedagógicas más comunes en este marco son: Escribir cuando el maestro dice, sobre lo que éste dice y como si fuese fácil hacerlo, por cuanto se concibe la escritura como producto, no como proceso. Se da poca o casi nula importancia a los borradores de los escritos, ya que la escritura no se considera como objeto provisorio sino como producto que debe obtenerse en el primer intento. Es por esto que no se reescriben los textos para mejorarlos. Se escribe como respuesta a una solicitud del maestro, después de una explicación o ejemplo que él lee o hace copiar (generalmente descontextualizado, tomado del manual escolar), en el momento que éste decide y por motivos que sólo el maestro conoce ("lograr un objetivo", "saber si aprendieron lo que enseñé"). En este sentido no hay funcionalidad, no hay un destinatario real y sólo se piensa en el maestro pero no para lograr una intencionalidad comunicativa sino para que encuentre lo que enseñó, como no hay intencionalidad propia del que escribe, no se sabe que decir, además que mientras menos escriba menos errores se cometerán y mejor será la calificación. La revisión, corrección y evaluación son momentos externos a la producción, momentos finales y que implican sanciones. Son función del maestro. A veces se acude a los Unidad 3 - Pg. 3 compañeros (trocar los cuadernos o copiar un texto en el tablero para corregir colectivamente), pero éstos tienen los mismos criterios que tradicionalmente han prevalecido en la escuela: lo caligráfico y lo ortográfico. En el marco de esta tradición escolar se fragmenta el proceso de producción escrita para convertirlo en objeto de enseñanza, creyendo que de este modo será más fácil que se aprenda y además, que será más fácil controlar lo que se aprende. Por ejemplo, se enseña por un lado la gramática oracional, por otro, la ortografía y la caligrafía; se cree que así se aprenderán las bases fundamentales de la escritura, sin embargo, cómo intervienen todas ellas en una situación de comunicación escrita concreta, no es objeto de enseñanza. Esta fragmentación alimenta dos ilusiones muy arraigadas en la tradición escolar: eludir la complejidad de los objetos de conocimiento reduciéndolos a sus elementos más simples y poder así ejercer un control estricto sobre el aprendizaje. De modo lamentable, la simplificación hace desaparecer el objeto que se pretende enseñar y el control de la reducción de las partes nada dice sobre la comprensión que los niños tienen de la lengua escrita ni sobre sus posibilidades como productores de textos; por ejemplo, saben las reglas ortográficas, el abecedario, las normas gramaticales, pero no saben cómo usar estos contenidos al escribir, no saben cómo ellos les ayudan a conseguir objetivos en la comunicación escrita. 3.1 ¿Qué, por qué y para qué escribir en el marco de un proyecto? Una de las actividades más permanentes en los proyectos es la escritura. Al llevar a cabo un proyecto surge la necesidad de acudir a la escritura para cumplir unos propósitos específicos. Es decir, las preguntas ¿para qué?, ¿por qué escribir?, cobran sentido. No se escribe por escribir. Se escribe para alguien y por algo. Se genera así un contexto para la escritura en el que se pone en juego lo que se sabe tanto sobre el sistema de escritura como sobre el lenguaje que se escribe según la intención comunicativa y según las convenciones que la sociedad ha adoptado para cumplir esos propósitos. Detengámonos en cada una de las fases de un proyecto para analizar las situaciones de escritura que ellas involucran: En la fase de la planificación, la escritura constituye la posibilidad de llegar a consensos y dejarlos registrados, en un lugar visible. En este caso se producen listas de objetivos, de preguntas, de hipótesis, de recursos a utilizar, de actividades unidas a responsabilidades y vinculadas con fechas (cronogramas), para construir el contrato didáctico. La lista, como sabemos, es un texto enumerativo que exige poco esfuerzo para articular y relacionar las ideas entre sí. El texto de la planificación, sirve para que las familias puedan vincularse al desarrollo del proyecto (medio de comunicación). También, cuando se transcribe en un cartel grande que permanece a la vista de todos, cumple la función de regular el comportamiento, anticipar y prefigurar las acciones. Dado su carácter público, su proceso de producción debe incluir, además de la construcción de los acuerdos, la legibilidad caligráfica y la corrección ortográfica y gramatical. Unidad 3 - Pg. 4 Durante la ejecución del proyecto, dependiendo del eje que éste tenga, se producirán textos con organización narrativa (crónicas, cuentos, relatos de experiencias), expositiva (informes, textos de divulgación científica, de descripción de objetos, carteles o carteleras para exponer, etc.), o argumentativos (publicidad de eventos, cartas para obtener permisos o colaboraciones, artículos para reaccionar ante determinadas situaciones, etc.). A estos textos se puede acudir para cumplir funciones de comunicación de lo que se ha investigado (escribir para otros) o, como medio para la auto-reflexión (escritura para uno, personal). Como veremos en el apartado siguiente, la producción de alguno de estos textos puede ser asumida como objeto de enseñanza y aprendizaje durante esta fase del proyecto. Para la socialización de lo aprendido durante el proyecto, en el momento de la culminación del mismo, se publican las producciones (en la sala, pasillos de la escuela, sitios web, revista o periódico escolar, etc.) para que sean leídas por otros. La evaluación, sea la del proyecto o la de los aprendizajes logrados, es en gran medida atravesada por la escritura: si se realiza a través de asambleas escolares, se hacen actas para registrar los acuerdos y dificultades para tenerlas presentes en los proyectos siguientes, si se hace individual se puede realizar a través de cuestionarios; también se recurre a pruebas o trabajos escritos para demostrar los aprendizajes logrados. Para la auto-evaluación o coevaluación se utilizan también las rejillas en las que se han definido unos indicadores y unas valoraciones de los mismos. Ahora bien, durante todo el proyecto se mantiene una comunicación permanente con los padres y otros miembros de la comunidad a través de circulares, boletines, notas y cartas. Por toda esa diversidad textual y variedad de usos antes mencionada, consideramos que el trabajo por proyectos permite comprender como la producción escrita no se restringe a un área escolar, ni es responsabilidad únicamente del área de lenguaje. En este marco se hace evidente la presencia de la escritura en el currículo, tal como lo desarrolla el libro El aprendizaje de la lengua escrita en la escuela18. La escritura puede encontrarse por lo menos de tres maneras y con tres funciones diferentes en el currículo: Como uno de los sistemas de comunicación de la clase y de la escuela Función comunicativa Como un medio de aprendizaje Función epistémica Como un objeto de enseñanza y de aprendizaje Función cognitiva 18. LERNER, D. y PALACIOS, A. El aprendizaje de la lengua escrita en la escuela. (1992) Ed. Aique, Buenos Aires, Argentina. Unidad 3 - Pg. 5 3.2 Cómo orientar la enseñanza de la producción de textos escritos en el marco de los proyectos Producir o componer textos escritos en el marco de un proyecto, hace que este proceso se presente con las siguientes características principales, que Camps (1996)19 resume en los siguientes puntos: 1. La escritura se sitúa dentro de un marco comunicativo, no hay que escribir una «redacción» para ser corregida por el profesor, sino que el texto tendrá lectores reales, unos destinatarios, que será necesario tener en cuenta. 2. Puesto que se concibe que es durante el proceso de construcción del texto cuando se aprende a escribir, se hace que los alumnos escriban en clase y se facilitan ayudas para gestionar las distintas operaciones de escritura. 3. Se combinan las tareas de producción del texto con actividades de reflexión explícita y de aprendizaje de una selección de contenidos específicos de los géneros discursivos y de los tipos de texto objeto de enseñanza y aprendizaje. 4. Se propone una forma de trabajar en clase que favorece la interacción entre profesor y alumnos o entre los propios alumnos. Estas situaciones interactivas son las que permiten que la evaluación formativa pueda desarrollarse durante el proceso de aprendizaje. Podemos afirmar que la fuerza de la Pedagogía por Proyecto estriba en su potencial de integrar variables socioculturales, cognitivas y emocionales en el proceso de producir textos escritos. En consecuencia, es indiscutible que si queremos formar buenos productores de textos se requiere poner el acento en la conexión entre uso del lenguaje y propósito social de los textos. De este modo, en situaciones escolares, el Proyecto es el marco que da el contexto social y que pone en acción los elementos afectivos y cognitivos requeridos para escribir de verdad. Para comprender el planteamiento didáctico de un proyecto de producción de texto, nos abocaremos a revisar las variables que están presentes en uno de los modelos teóricos que más se ha aplicado a la enseñanza de la escritura, correspondiente a Flower y Hayes de 1981. Las variables identificadas por los autores son: El entorno de la tarea (Situación de comunicación): en esta etapa, se define la situación en que se inserta el escritor y su texto. Consta de dos elementos fundamentales: la tarea de la escritura o situación retórica, que considera el tema, el propósito y el destinatario del texto, y el almacén externo que le sirven de recursos para su realización (fichas, borradores de trabajo, esquemas, etc.). La memoria a largo plazo (M.L.P): Corresponde al conocimiento de mundo que posee el escritor. Bereiter y Scardamalia (1987) la dividen en dos partes: conocimientos de los contenidos (saber declarativo, de los hechos, el qué) y conocimiento de los procesos del discurso (saber procedimental, el cómo). 19. CAMPS, Anna. (1996) Proyectos de lengua: entre la teoría y la práctica. Tomado de Cultura y Educación, Madrid. Unidad 3 - Pg. 6 El proceso de escribir (la memoria de trabajo): donde tiene lugar la actividad cognitiva principal de la escritura. Contiene tres subprocesos fundamentales: a. Planificación, representación mental del texto que se va a generar. Se subdivide en tres procesos que interactúan entre sí: generación de ideas (formulación de ideas sin someterlas a juicios valorativos), organización de las ideas (establecimiento de un orden jerárquico en función de la temática y formulación de objetivos (fijar metas). b. Traducción, supone transformar las propias ideas en texto escrito. Requiere acceder a la memoria semántica, hallar el vocabulario para expresar ideas, poner las palabras en frases y leerlas mientras se escriben. c. Revisión, el escritor vuelve a estudiar lo que ha escrito y lo compara con sus criterios internos. Se produce durante todo el proceso, y no solamente cuando está finalizando la tarea. Consta de dos subprocesos: evaluar (releer el texto y juzgar su calidad) y revisar o examinar (reescribir y reestructurar, ya sea un trozo del texto o su totalidad). La relación establecida por este modelo entre el lenguaje y el desarrollo cognitivo del individuo, plantea a la escritura como resolución de un problema o tarea, que involucra el uso amplio de la mente propio del pensamiento de nivel alto. Esto lo podemos observar en la propuesta didáctica de Jolibert, et al (1988). Ella y sus coautores plantean una secuencia didáctica para trabajar la escritura en módulos; proyectos centrados en un tipo de texto y objetivo (desafío real) específico. La estrategia de aprendizaje es la siguiente: presentar a los alumnos un proyecto de escritura (módulo); precisar el contenido y los parámetros de la situación de producción; motivar a los estudiantes para que desarrollen una primera escritura individual del tipo de texto trabajado en el módulo; destacar las características del tipo de texto confrontando las primeras escrituras de los niños con otros escritos sociales canónicos del mismo tipo (se explicita la estructura, los aspectos lingüísticos característicos); la reescritura parcial o global de los textos por parte de los alumnos; la realización de actividades de sistematización lingüística (ortografía, gramática); la producción individual final y su evaluación. Como puede verse, la pedagogía por proyectos es una excelente opción para trabajar la escritura no sólo como instrumento sino también como objeto de enseñanza. Para que esta afirmación sea plenamente verdadera, es necesario que las situaciones de producción textual se conciban no únicamente como uso, como práctica que se ejecuta para comunicar o elaborar un contenido, sino que el proceso mismo se vuelva objeto de enseñanza, reflexión y aprendizaje. Esta idea la esquematiza muy bien Josette Jolibert (1995: 55) en el libro Formar niños productores de textos (Edit. Dolmen, Chile), que reproducimos a continuación: Unidad 3 - Pg. 7 En todos los proyectos no se siguen exactamente los mismos procedimientos para producir los textos, porque dependiendo de la situación comunicativa concreta, hay que seleccionar los aspectos concretos que es necesario profundizar a través del diseño de un módulo de aprendizaje (así lo llama Josette Jolibert) o de una secuencia de aprendizaje (así lo llama Anna Camps y otros), en el que se incluyen unos contenidos relacionados con las características formales de las prácticas sociales discursivas que se abordan, unas ejercitaciones y la producción guiada de los textos acordados. Sin embargo, como dice Camps (1996)20 hay unos elementos comunes que hay que tener en cuenta en cualquier proyecto de trabajo de producción textual, si se quieren cumplir los objetivos de hacer algo y al mismo tiempo aprender algo sobre la lengua y su uso. Estos elementos y cómo se relacionan con las diferentes fases del desarrollo de un proyecto se muestran en la figura que sigue: 20. CAMPS, A. (1996) en el artículo antes citado. Unidad 3 - Pg. 8 En la siguiente unidad, la número 4, se presentan varios ejemplos que ilustran distintos modos de trabajar esos elementos comunes que hay que tener en cuenta en cualquier proyecto de trabajo de producción textual. Es importante resaltar el papel que juega la oralidad en estas escenas de escritura promovidas por la pedagogía por proyectos. Cuando producir un determinado texto es una tarea que se asume con otros, es decir como problema que juntos vamos a resolver, el habla, los intercambios comunicativos, se convierten en herramientas vitales. Es por eso que hoy muchos investigadores en este tema decimos que a escribir se aprende hablando. Estas interacciones verbales entre compañeros y con el maestro o maestra sirven tanto para la gestión como para el control sobre la producción. Pueden ser preguntas para hacer notar algunos problemas (¿te parece que si queda así se va a entender lo que quieres que se entienda?), propuestas de soluciones (profe: démosle a leer a una niña de otro curso para ver cómo lo entiende), modos de evaluar y proponer mejoras (me parece que dice lo que habíamos acordado y suena como una carta, pero se podría cambiar la despedida). Además de lo que se dice es importante estar atentos a quién pregunta, quién aporta soluciones, a quiénes se recurre, qué recursos se utilizan, entre otros aspectos, porque ellos son indicadores que permiten una aproximación a cómo se avanza en este proceso. La confrontación y consulta permanente cuando se producen textos constituyen, además de un aprendizaje propio de una comunidad alfabetizada, modelos vivos sobre cómo se resuelven problemas propios de este proceso, así como contenidos específicos. Unidad 3 - Pg. 9 3.3 ¿Cuáles son las posibilidades principales que la pedagogía por proyectos ofrece a la didáctica de la escritura? Considerando lo dicho hasta ahora, La didáctica de la escritura en el marco de la Pedagogía por Proyectos permite que: La escritura se viva como un proceso de construcción de sentido, un proceso en el que se ponen en juego los conocimientos previos, lo que ya se sabe, pero también un medio para aprender, para incorporar nueva información, para integrarla con lo que ya se sabe. Se logre un aprendizaje contextualizado sobre los procesos de producción escrita, por cuanto se vincula la realidad psico-socio-cultural del aprendiz, sus necesidades y competencias con las normas sociales que regulan la escritura, con los conocimientos lingüísticos que ayudan a lograr producir adecuadamente textos complejos o poco comunes en el entorno de los estudiantes. En la escuela se produzcan textos auténticos, es decir que tienen un propósito concreto y buscan responder a un desafío real, lo cual permite que el estudiante descubra la funcionalidad de la escritura y que la descubra como una práctica significativa y estimulante. La escritura se enseñe como proceso y no como producto; en lugar de pedir productos (en quince días me entregan el cuento), lo que se hace es guiar y acompañar procesos de escritura, necesarios para un pleno desarrollo de la competencia escritural de los estudiantes. Se logre motivación para dedicarle tiempo a la escritura; los estudiantes para reescribir y mejorar textos; los maestros para acompañar a los estudiantes a lo largo de su proceso escritural; todos necesitamos dedicarle tiempo a leer como si fuéramos escritores, a reflexionar acerca de la manera como se escribe y a los mecanismos para mejorar. Sea posible aprender a escribir de un modo cooperativo, gracias a que los proyectos son definidos, realizados y evaluados colectivamente. Se incorpore la reflexión metacognitiva como vía privilegiada para formarse como productor de textos, en cuanto se comprende que en este proceso es fundamental saber anticiparse, tener una percepción global de lo que se busca, saber planificar, saber confrontar ideas y valorar las proposiciones de los demás, así como saber autoevaluarse. Para que esta Didáctica sea real en nuestra práctica pedagógica, las interacciones que se deben promover en el aula tienen que hacer evidente que la atención se dirige, no a un tema de estudio, sino a lograr en la acción educativa una relación más horizontal con los estudiantes. Y esto no implica no enseñar, dejarlos hacer lo que puedan. No, implica para los maestros asumir un nuevo papel en tanto mediadores del proceso de aprendizaje de los estudiantes: a partir de una clara percepción de los objetivos, facilitar que los aprendices actúen, ayudarles a dialogar con los desarrollos teóricos pertinentes para resolver las situaciones problemáticas que se han planteado, y así, a través de esta actividad compleja, hacer posible que vayan poniendo en juego lo que saben, reformulen sus conocimientos previos y en fin, construyan sus aprendizajes. Unidad 3 - Pg. 10 GLOSARIO Didáctica de la escritura Si revisamos la unidad 3 del módulo básico, podemos recordar que una didáctica de la escritura tiene como objeto, de una parte, el conocimiento de las teorías en las que se apoya la comprensión de la actividad de enseñar y aprender a escribir, y de otra, la reflexión sobre las prácticas que se llevan a cabo para enseñar a escribir basados en esos principios teóricos. Género discursivos Tipo específico de textos o discursos: narrativo, descriptivo, expositivo, argumentativo, etc., Marco comunicativo Se refiere al contexto en el cual estamos participando como hablantes. Para ello se debe considerar: la situación, el propósito, el desafío, las necesidades, los roles de los interlocutores, las presuposiciones, etc. Memoria de trabajo Es un recurso limitado que contiene memorias específicas, tales como la fonológica (la «voz interior» que va repitiendo), la semántica (una lista de palabras de sonido semejante es más difícil de recordar que una en la que éstas no sean tan parecidas) y la visoespacial (así, será más difícil recordar un pincel, un lapicero y un lápiz que un libro, una pelota y un lápiz.). En 1976, Baddeley introdujo el término memoria de trabajo (working memory) para describir la memoria temporal en línea que los humanos utilizan en ciertas tareas y para resolver ciertos problemas. Con este término también se introdujo la teoría de las operaciones cognitivas relacionadas en esa forma de memoria activa llamada memoria provisional, memoria operativa o simplemente memoria a corto plazo. Esta memoria permite mantener activada una cantidad limitada de información necesaria para guiar la conducta "online". El sujeto necesita disponer de una representación mental tanto del objetivo como de la información relevante no sólo acerca del estado actual sino también en relación a la situación futura. Baddeley, A. (1986) Working Memory. Oxford University Press. ISBN 0198521332 Memoria de largo plazo Amplía el tipo de datos que puede almacenar el escritor, incorporando los datos lingüísticos que él guarda, es decir, los datos acerca de la gramática y el diccionario personal. La memoria a largo plazo (MLP) es un almacén al que se hace referencia cuando comúnmente hablamos de memoria en general. Es la estructura en la que se almacenan recuerdos vividos, conocimiento acerca del mundo, imágenes, conceptos, estrategias de actuación, etc. Dispone de capacidad desconocida y contiene información de distinta naturaleza. Se considera como la «base de datos» en la que se inserta la información a través de la «Memoria Operativa», para poder posteriormente hacer uso de ella. Unidad 3 - Pg. 11 Perspectiva socio-constructiva Es aquella que se nutre de la sociolingüística principalmente, a partir del concepto de competencia comunicativa concebida como la capacidad de usar el lenguaje en las diversas situaciones sociales que se nos presentan cada día. Por lo tanto, no basta saber gramática para poder usar el lenguaje con propiedad. Procesos cognitivos Podemos recordar algunos como: la revisión (que corresponde a la interpretación textual: incluyendo la lectura para comprender textos, para comprender la tarea y para evaluar el texto), la planificación (que contempla la solución de problemas, la toma de decisiones o la elaboración de inferencias) y la producción textual (elaboración del producto lingüístico: texto). En un sentido amplio, se denominan procesos cognitivos a todos aquellos procesos a través de los cuales, la información es captada por los sentidos, transformada de acuerdo a la propia experiencia en material significativo para la persona y finalmente almacenada en la memoria para su posterior utilización. Sistema de escritura Comprendido como el sistema rotacional, es decir, las letras, sus combinaciones posibles, las correspondencias fonéticas, las reglas ortográficas y de puntuación. Tipos de Textos a) Una clasificación amplia agrupa a los textos por ámbitos de uso o sectores de actividad humana como ser: Ámbito Personal: diario personal, apuntes, comentarios, etc. Ámbito coloquial: cartas, postales, invitaciones, felicitaciones, etc. Ámbito académico: resúmenes, reseñas, esquemas, fichas, monografías, ensayos, etc. Ámbito social: anuncios, afiches, artículos (revistas o periódicos), avisos, etc. Ámbito Legal/administrativo: curriculum, formularios, solicitudes, leyes, reglamentos, instructivos, etc. Ámbito literario: géneros tradicionales de la literatura (narrativo, lírico, dramático). b) desde la lingüística del texto existen varias clasificaciones considerando tanto los factores contextuales como textuales: Descripción Narración Exposición Argumentación Instrucción. Unidad 3 - Pg. 12 DERECHOS El contenido de los textos, la programación académica y las guías de trabajo son de autoría de GLORIA RINCÓN BONILLA Y GLORIA IVONNE INOSTROZA DE CELIS, bajo la coordinación editorial de BEATRIZ HELENA ISAZA MEJIA. La diagramación y el diseño del material estuvieron a cargo de LILIANA OROZCO CORREA. El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina, el Caribe, España y Portugal (CERLALC) detenta el derecho patrimonial de autor de los textos y contenidos de los módulos del Curso virtual para la renovación de la didáctica de la escritura. La utilización del contenido se encuentra limitada de manera expresa para los propósitos educacionales del Curso. Se permite imprimir y/o almacenar los contenidos en computadoras personales con finalidades de aprendizaje, estudio, reflexión, investigación o referencia para las actividades de capacitación de los participantes, citando debidamente la fuente. Está estrictamente prohibido almacenar, reproducir o poner a disposición tales contenidos con fines distintos a los señalados, sin la autorización previa y expresa del CERLALC. Segunda edición: marzo de 2008