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Material de Estudio del Budismo
Examen de Capacitación
Sector Centro – SGICH
2006
VII. KUDOKU (BENEFICIO)
(Artículo aparecido en la revista Tercera Civilización (Francia) junio 2001)
Introducción
Cada categoría socioprofesional emplea una jerga propia. Eso implica toda una
serie de términos que simplifican las explicaciones de ciertas acciones, dado que sería
demasiado largo redefinir cada vez lo que sobreentiende uno o varios de esos
términos. A través de los siglos, toda lengua se enriquece con palabras venidas de
afuera, tanto en el dominio técnico, deportivo, cultural, etc. En realidad “resumimos”.
Lo mismo ocurre en el Budismo. Sin embargo, es interesante volver de tanto en tanto
al sentido original de esos términos con el fin de evitar las amalgamas que no significan
nada y que tiene poco o nada que ver con la enseñanza budista.
Kudoku es uno de esos términos que empleamos muy seguido, el cual aún si se
comprende en nuestro vocabulario común, termina degradándose.
Definición de Base.
Traducimos comúnmente kudoku como beneficio. Sin embargo, en el término
kudoku no existe ningún concepto de beneficio en el sentido material.
KU
TOKU
Acumular (sentido etimológico)
Virtud (fuerza interior) sobreentendiéndose como 10° estado
La contracción de los dos términos ku y toku se vuelve kudoku.
Practicando, hacemos aparecer la fuerza del décimo estado. Cuando la
acumulación de esa fuerza es suficiente en relación a un problema o un sufrimiento, el
resultado aparece y decimos que hemos obtenido un kudoku. Sin embargo, cuando
estamos frente al Gohonzon, no tenemos a nadie con quien poder dialogar. El
Gohonzon como objeto, no ha creado nuestra vida, entonces no podemos pedirle nada,
porque no tiene ningún poder sobre nuestra vida. Igualmente, cuando nos miramos
frente a un espejo, no podemos decir: “Espejo, hazme morena o rubia, hazme los ojos
de esta manera”, es imposible. Sin embargo, todos los esfuerzos que hagamos delante
del espejo, afeitándonos o maquillándonos, lavándonos o peinándonos, etc., hacen que
aparezcamos tal cual nos hemos hecho a nosotros mismos. Kudoku es una idea. Esa
noción existía ya al comienzo del Budismo, pero significaba más que nada “acumular
méritos” (Los diez méritos que encontramos en el Sutra de Los Infinitos Sentidos,
prólogo del Sutra del Loto).
Noción de Esfuerzo y Resultado.
KU
TOKU
también es interpretado como esfuerzo.
como el resultado.
Ku es la acumulación de acciones positivas durante una vida. Por ejemplo,
ayudo a salir adelante a un amigo que está en dificultad, la retribución se manifiesta es
forma de suerte en mi vida, sea una semana después como cinco mil años más tarde.
Toku, es la fuerza interna acumulada por las acciones positivas que se
manifiestan en nuestra vida cotidiana. En lo cotidiano, acumulamos incesantemente
(salvo durante el sueño) palabras, pensamientos y acciones, que se manifiestan
concretamente en nuestra vida. Por ejemplo, nací con cierta inteligencia, eso es
inherente a mi vida, es toku. Podemos decir en forma simple, que la práctica acelera la
manifestación de ese principio.
Noción de Alegría y Positivismo.
Nichiren Daishonin dice también que ku significa alegría, y toku hacer aparecer
lo positivo. ¿Por qué alegría? Es la alegría que aparece con la idea de acumular algo
que nos hará felices. Por ejemplo, cuando encontramos un gran problema y nos
esforzamos para solucionarlo, aunque no sea fácil, eso es ku. Toku es hacer aparecer
lo positivo, el antídoto a los problemas debidos a nuestra falta de perspicacidad, de
clarividencia respecto a la vida, a los tres venenos (ira, avaricia e ignorancia o
estupidez). Podemos encontrar dificultades sin obtener la solución en el día, la semana
o incluso en el mes. No obstante, la confianza desarrollada por la acumulación de
resultados ya obtenidos, procura la certeza de que vamos a ganar. Esta fuerza interior
(toku) se manifiesta a través de una gran alegría incluso antes que el resultado
aparezca.
Kudoku, es un principio por el cual hacemos aparecer en nuestra vida cotidiana
el resultado de lo que hemos pensado, dicho y hecho de positivo.
Mala Comprensión y Consecuencias.
Con una mala comprensión del término kudoku corremos el riesgo de orientar
nuestra práctica solamente hacia resultados materiales. Encontrar trabajo, curarse de
una enfermedad, etc., todo eso está bien pero al mismo tiempo, ¿cómo se desarrolló
nuestro humanismo? En este sentido incluso si estoy enfermo o no tengo trabajo, pero
interiormente no me siento vencido, eso es kudoku. Mi vida está llena de fuerza interior
(toku).
Hacer humanamente todo lo que está a nuestro alcance para sobrepasar los
problemas y sufrimientos, es ku. El resultado no es forzosamente visible y proporcional
a los esfuerzos, porque puede suceder que no tengamos ningún resultado aparente.
Por ejemplo, hace 15 años que tal persona tiene problemas de salud, de trabajo, pero
sentimos algo muy fuerte en ella. Con o sin problemas, esa persona tiene mucha
fuerza interior, mucha alegría.
Si el sentido del término kudoku es mal comprendido (por ejemplo, tengo un
grave problema, practiqué pero me quejo de no obtener el resultado que quería, ¿qué
sucede?), nos preguntamos seguramente cuál es el interés de practicar y finalmente
terminamos dejando la práctica.
La enseñanza desarrollada por Nichiren Daishonin es muy vasta y profunda, es
entonces muy difícil explicar el budismo en el primer día. Y de ahí la importancia de
estudiar para no limitar el Budismo a nuestra comprensión del momento. Aquellos y
aquellas que limitan la comprensión de kudoku al hecho de recibir beneficios materiales
caen fácilmente en el estado de avidez y padecen frustración o detienen la práctica
cuando estiman haber obtenido lo que querían (por ejemplo, “busco una familia,
comienzo a practicar y cuando he obtenido todo eso, estoy muy ocupado y no tengo
tiempo para dedicar a la práctica”). Una de las primeras características del buda es
permanecer imperturbable frente a los hechos. Cuando Nichiren Daishonin se
encuentra en el Monte Minobu, escribe que aunque se alimente con cáscaras de
árboles y de agua de la nieve, siente en sí una alegría infalible.
Cinco tipos de beneficios que aparecen naturalmente en nosotros.
Nichiren Daishonin cita cinco tipos de beneficios que están explicados en el
“Tratado del estado de buda a Vatsubandhu”. Esos beneficios surgen naturalmente
cuando perseveramos en la práctica.
1. La capacidad de practicar correctamente con espíritu de búsqueda y un
corazón lleno de compasión. Tal práctica nos permite orientar y dirigir
correctamente nuestra vida y, como consecuencia, mejorarla
profundamente.
2. La capacidad de respetar profundamente la Ley budista, contrariamente a
una actitud orgullosa. Eso nos lleva a moderar nuestro comportamiento,
nuestra manera de tratar a los demás, de escucharlos o no.
3. La capacidad de obtener la sabiduría para obtener la budeidad, sin atarse a
sí mismo. Progresivamente, se adquiere intuición la que nos permite sentir
lo que debemos hacer y cómo debemos actuar.
4. La capacidad de progresar sin oponerse a la ley correcta y despertar la
sabiduría de la budeidad, más que la sabiduría mundana. No atarse
demasiado a las alegrías o los tormentos de la vida cotidiana. Por ejemplo,
“Cuando mi vida cotidiana va bien, estoy contento y cuando no va más, no
estoy bien y toda mi vida oscila entre altos y bajos”. Despertar la sabiduría
de la budeidad es encauzar la máxima atención a nuestra prosperidad
interior: alegría de vivir, budeidad, equilibrio, armonía, desarrollo.
5. La capacidad de desarrollar un corazón lleno de compasión para aliviar el
sufrimiento del pueblo, rechazando el egoísmo. Solamente cada uno conoce
su sinceridad frente al sufrimiento de los demás. En vez de siempre criticar,
calumniar, condenar, tratemos de ayudar. Desarrollar un corazón con
compasión es desarrollar el deseo sincero de ayudar a los que sufren.
Nuestra propia evolución no es siempre visible a los ojos de los demás, pero
ver a alguien practicar, hacer todo para ayudar a alguien y constatar los
resultados obtenidos, eso impresiona.
Cuando nuestra budeidad se
desarrolla, se manifiesta hacia los otros. Podemos decir que kudoku es lo
que se trasluce como virtud a los demás.
¿Sabías qué?
¿Cuál es el punto de vista budista acerca del “beneficio”?
El gran beneficio de esta práctica nunca puede llegar a la gente a menos que nosotros,
quienes la conocemos, estemos dispuestos a compartirla.
La idea del beneficio, en términos del Budismo de Nichiren Daishonin, proviene
originalmente de la palabra japonesa “kudoku”, una transliteración de la palabra
sánscrita “guna”. Ambas significan beneficio tal como lo expone el Budismo, siendo su
punto central nuestra habilidad innata para atraer beneficio a nuestras vidas. También
significan que obtenemos provecho de las buenas causas que generamos.
El concepto de beneficio se puede ilustrar partiendo de cinco perspectivas
diferentes:
1. Mientras tradicionalmente se afirma que hay dos clases de beneficios,
conspicuo (visible) e inconspicuo (invisible), el beneficio inconspicuo es
primordial en la práctica del Budismo del Daishonin. Aunque el beneficio
conspicuo juega a menudo un papel crucial en el desarrollo de nuestra fe, el
beneficio inconspicuo crece en nuestras vidas como muestra de buena fortuna.
Esta fortuna es un aspecto de nuestra Budeidad; es cultivada desde dentro a
través de la práctica seria y sincera.
2. El beneficio Budista llega de la oposición al mal. El Daishonin declara en el
“Registro de las Enseñanzas Transmitidas Verbalmente” que “el elemento ku
(en kudoku) significa eliminar el mal, mientras que el elemento doku significa
producir el bien”. El objetivo de la práctica Budista es, en fin, despertar a los
demás de nuestros apegos a creencias y emociones superficiales. Nosotros
mismos disminuimos la negatividad y producimos gran valor en nuestras vidas y
en la sociedad a través de práctica para nosotros mismos y para los demás.
3. El beneficio Budista es igual a purificar nuestros seis sentidos. En otras
palabras, nuestras vidas. El Daishonin declara: “Beneficio significa alcanzar la
Budeidad tal como somos. También significa purificar los seis sentidos.
Podemos obtener el beneficio de la purificación de los seis sentidos si
practicamos el Sutra del Loto exactamente como éste enseña”. Purificar los
seis sentidos es sinónimo de purificar nuestras vidas y desarrollar gran fuerza
dentro de nosotros.
4. El beneficio Budista sólo puede ser revelado a través de una fe robusta. En “El
Verdadero Aspecto del Gohonzon”, el Daishonin afirma: “Por eso se designa al
Gohonzon con la palabra “mandala”, término sánscrito que significa
“perfectamente dotado” o “cúmulo de beneficios”. El Gohonzon sólo se
encuentra en la fe. Como afirma el sutra: “Sólo mediante la fe uno puede
ingresar en la Budeidad”.
Este párrafo extraído de los “Principales Escritos de Nichiren Daishonin”,
apunta a la verdad que invocar Nam-Myoho-Renge-Kyo con fe en su poder es la
verdadera clave. Ninguna otra cosa puede extraer todos los beneficios
contenidos en la Ley de Myoho-Renge-Kyo.
5. Obtenemos beneficio para nosotros al beneficiar a otros. El Budismo nos
exhorta a desarrollar nuestros atributos únicos para desempeñar nuestra misión
individual de propagar el Budismo. De esta manera, el Daishonin dice en la
“Herencia de la Ley Suprema de la Vida”, que la “función del fuego es arder y
dar luz. La función del agua es eliminar la suciedad. El viento dispersa el polvo
e infunde vida a plantas, animales y seres humanos. La tierra nutre las hierbas
y los árboles, el cielo brinda la humedad vital. Myoho-Renge-Kyo también actúa
de todas estas formas. Es el cúmulo de beneficios que trajeron los Bodhisattvas
de la Tierra”.
El gran beneficio de esta práctica nunca puede llegar a la gente a menos que
nosotros, quienes la conocemos, estemos dispuestos a compartirla. Al realizar
la suprema de las causas, experimentaremos, por supuesto, el beneficio más
profundo que la Ley Mística tiene para ofrecernos.
VII. CONCEPTO DE BENEFICIO
El objetivo fundamental de nuestra práctica es la búsqueda de nuestra Budeidad.
La palabra clave en este concepto es “búsqueda” y no sólo Budeidad, como puede
suponerse. En tanto ésta es un término abstracto referente al estado de las cosas de
un tiempo futuro, aquella es un proceso que tiene lugar desde que empezamos a
practicar la fe budista.
De hecho, la Budeidad se refiere a la elevación de la condición de la vida a la del
Buda. Esto, básicamente, alude a la facultad del Buda de percibir y comprender la ley
del universo, al tiempo que ejercita la sabiduría para utilizar esa ley en sus actos.
Más allá de ello, la gente busca y requiere respuestas prácticas frente a los
obstáculos de la vida real. Aún cuando el objetivo trascendental pueda ser la
Budeidad, la búsqueda de esta meta demanda que nos desarrollemos paso a paso,
sobre una base en la que nuestros progresos individuales son los que llamamos
“beneficios”. Así, cada logro nuevo nos suministra el impulso para profundizar la fe en
el Budismo verdadero.
En el Gosho, Nichiren Daishonin define los beneficios (kudoku) como los
resultados de purificar las seis raíces (o seis órganos sensoriales) de la vida: los ojos,
los oídos, la nariz, la lengua, el cuerpo y la mente. De esta forma, kudoku simboliza el
hecho de que uno puede manifestar la Budeidad siendo como uno es, contando con los
potenciales inherentes, sin buscar un cambio milagroso.
“Purificar las seis raíces” no es algo tan complejo como parece. Constituye un
elemento importante del concepto budista que enseña “los deseos mundanos son igual
a la iluminación” (bonno soku bodai). En definitiva, la purificación de las seis raíces se
refiere al proceso de “redefinir” nuestros deseos, elevándolos a un nivel más
constructivo.
Es importante comprender que nuestros deseos, en sí y de por sí, no son ni
buenos ni malos, sino neutros; lo que cuenta es hacia dónde los dirigimos: si los
canalizamos en forma constructiva, recibiremos beneficios.
En esencia, estamos llevando esa “purificación de las seis raíces” al invocar
Nam-Myoho-Renge-Kyo. “Purificar las seis raíces” significa transformar completamente
nuestra vida para que ésta sea un “vehículo” del kosen-rufu. Cuando trabajamos con
sinceridad y pureza por el kosen-rufu, sin escatimar la vida, todo nuestro ser rebosa de
fuerza vital sin límites; la vida se irriga de vitalidad, sabiduría y benevolencia.
El Daishonin también explica kudoku de la siguiente manera: “Ku (de kudoku)
significa extinguir el mal, mientras que doku indica la virtud acumulada al generar el
bien” 2. Al respecto, el presidente Ikeda afirma en sus diálogos sobre la sabiduría del
Sutra del Loto: “Es vital que luchemos contra el mal. Cuando lo hacemos, nos
convertimos en una fuerza del bien. Pero cuando no lo hacemos, somos cómplices del
mal. Es más, si no luchamos contra el mal y la injusticia, tampoco recibiremos grandes
beneficios en nuestra vida. Eliminar las impurezas de nuestra vida y dejar que surja
nuestra pureza: esto es beneficio”.
Los beneficios se originan de la transformación de la vida humana, de lo
negativo a lo positivo. A través de la práctica budista, podemos convertir todos los
problemas y preocupaciones en fuente de valor y beneficio. Éste es el beneficio mayor:
la facultad de desafiar y sobrepasar la adversidad.
En conclusión, el mayor de todos los beneficios es la Budeidad. Las cosas
materiales y espirituales (la prosperidad y la salud, por ejemplo) son ciertamente
kudoku, pero son escalones en nuestra revolución humana.
2
Gosho Zenshu, pág.762.