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Holy Prophet_July 2012_spanish3:Layout 1 10/11/2013 17:28 Página 1 Palabras del Santo Profeta (la paz y bendiciones de Al-lah sean con él) Igualdad Todos sois iguales. Todos, cualquiera que sea vuestra nación o tribu de la que procedáis, y cualquiera que sea la clase social a la que pertenezcáis, sabed que nadie tiene superioridad sobre otro. Un árabe no posee en absoluto superioridad sobre un no árabe, ni un hombre blanco es superior de ninguna manera a un hombre negro, ni tampoco es superior un hombre negro a un hombre blanco. Los más honorables de entre vosotros son los más justos en el cumplimiento de su deber para con Dios y la humanidad. [Sermón de despedida del Santo Profeta(saw)] Caridad La caridad es una obligación para todo ser humano cada día que sale el sol. Es caridad reconciliar con justicia a dos adversarios. Es caridad ayudar a alguien a cargar su animal o su equipaje. Una buena obra es caridad. Cada paso dado hacia la mezquita para la Salat (oración) es caridad. Retirar algún obstáculo de la calle que origine molestias a los demás es caridad. (Bukhari & Muslim) Buscar el conocimiento Es deber de cada musulmán, hombre y mujer, buscar el conocimiento. (Ibne Maayah) Amor al prójimo Quién cree en Al-lah y el Día del Juicio no debe molestar de ningún modo a sus vecinos. (Bujari) Lealtad La lealtad a la patria es parte de la fe. (Sajavi) Trato a los demás Ninguno de vosotros será un verdadero creyente hasta que no quiera para los demás lo que desea para sí mismo (Bujari) Honestidad Abandona todo lo que te origina duda y únete a lo que está libre de duda, pues la verdad es reconfortante y la falsedad perturbadora. (Tirmidhi) Lealtad Libertad Igualdad Respeto Paz Respeto a los niños Respetad a vuestros niños y cultivad en ellos los mejores modales. (Ibne Maayah) Gratitud El que no es agradecido con las personas, no es agradecido con Dios. (Tirmidhi) Perdón Al-lah concede un gran honor y eleva el estatus de la persona que perdona los excesos cometidos en su contra, y no trata con vanidad al transgresor. (Musnad Ahmad) www.AmorParaTodosOdioParaNadie.org Comunidad Ahmadía del Islam en España Mezquita Basharat 14630 Pedro Abad Córdoba Tel: 957 186 203 Fax: 957 186 300 www.alislam.es • www.mta.tv Email: [email protected] El Santo Profeta Mohammad saw saw: La paz y las bendiciones de Dios sean con él El Mensajero para toda la humanidad Holy Prophet_July 2012_spanish3:Layout 1 10/11/2013 17:29 Página 2 ¿Quién era el Profeta Mohammad ? (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) El Santo Profeta, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, fue el profeta fundador del Islam y a quién Dios reveló la última religión. Nació de una familia noble en el año 570dc, en la Meca (Arabia), y era descendiente del Profeta Abraham (la paz sea con él). El significado literal de la palabra “Mohammad” es “digno de elogio”. Vida antes de su misión profética Su padre, Abdullah, murió unos meses antes de su nacimiento y su madre falleció cuando tenía seis años. Luego estuvo bajo el cuidado de su abuelo, Abdul-Muttalib, el cual falleció dos años después. Posteriormente, su tío Abdul-Talib, se hizo cargo de la custodia de Mohammad (saw). A pesar de estas adversidades, Mohammad (saw), creció hasta convertirse en una persona honesta, solemne, veraz e inteligente. Ayudaba a su tío en sus negocios y, en ocasiones, le acompañaba en sus viajes a otras tierras. Mohammad (saw) llevó una vida piadosa y sencilla. Era conocido por su voluntad de ayudar a los demás, y su carácter le otorgó el título de As-Siddiq (el más piadoso) y Al-Amin (el más digno de confianza). Al cumplir los veinticinco años, Mohammad (saw) se casó con una respetable viuda, quince años mayor que él, llamada Jadiya. Ella se sintió tan impresionada por su noble carácter que puso a su disposición todas las riquezas y esclavos que poseía, a los cuales él liberó. El Santo Profeta (saw) repartió la mayoría de sus propiedades entre los pobres y los necesitados. Revelación Esfuerzos y éxitos Mohammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) solía dedicar una gran parte de su tiempo al recuerdo de Al-lah (palabra árabe que se utiliza para referirse al Dios Único). Solía meditar en la cueva de Hira, a unas cuantas millas de distancia de la Meca. Con cuarenta años tuvo una visión en la que el Arcángel Gabriel se le apareció y le transmitió la primera revelación coránica de Al-lah con las siguientes palabras: Los idólatras de la Meca no escucharon a Mohammad (saw) y se opusieron a él en todas las circunstancias. Él y sus seguidores fueron duramente perseguidos, aunque lo soportaron con ejemplar firmeza y paciencia, sin siquiera defenderse. Fueron sometidos a todo tipo de humillaciones y los esclavos Al-Masyid al-Nabvi ‘La Mezquita del Profeta’ (foto que se convirtieron en musulmanes superior y de la portada) está situada en la ciudad de Medina. Su recinto tambien aloja la última morada del fueron quienes más sufrieron. Tras Santo Profeta (la paz y bendiciones de Al-lah sean con trece años de persecución a manos de él). La mezquita es considerada el segundo lugar los habitantes de la Meca, sagrado del islam y una de las mezquitas más grandes Mohammad (saw) fue guiado por Dios a emigrar a Medina, a unos 260 kilómetros al norte de la capital. Pero incluso allí los habitantes de la Meca no le dejaron vivir en paz. Entablaron una serie de batallas en su contra, en las que fueron derrotados. Mohammad (saw) luchó únicamente en defensa propia, y tras lograr la victoria trató a sus enemigos con perdón y misericordia. Finalmente, la Meca fue conquistada pacíficamente por Mohammad sin librar batalla. De nuevo Mohammad (saw) se mostró extremadamente misericordioso y magnánimo con sus enemigos. El Santo Profeta (saw) invitó al mundo entero al Islam, pero también aseguró para todos la plena libertad para practicar su religión, fuere cual fuere, bajo la protección del Islam. La vida del Santo Profeta (saw) también es excepcional porque en el período de sesenta y tres años que vivió, hubo de hacer frente a toda clase de experiencia humana: de la pobreza a la riqueza; del fracaso al éxito; de ser una voz solitaria en pro de la paz y la justicia, a poseer un poder indiscutible; de sufrir la persecución a poseer una autoridad real. Se resignó a ser un huérfano, fue un afectuoso niño adoptado, un comerciante honesto, un marido cariñoso, un buen padre, un vecino atento, un general distinguido, un juez justo, un estadista ilustrado, un amigo fiel y, sobre todo, un rofeta y predicador de la Palabra de Dios. El Santo Profeta (saw) falleció en 622dc., dejando atrás una comunidad piadosa y justa de creyentes que continuó con su misión de propagar el Islam en todo el mundo a pesar de todas las adversidades. Hoy en día hay más de mil millones de musulmanes en el mundo. ‘Recita en el nombre de tu Señor, que creó. Creó al hombre de un coágulo adhesivo. ¡Recita! Pues tu Señor es el Más Noble, quien enseñó con la pluma. Enseñó al hombre lo que no sabía.’ (S. Corán C. 96: V. 2-6) Mohammad (saw) estaba tan desconcertado por esta experiencia que volvió apresuradamente a su casa y relató el suceso a su mujer Jadiya, la cual decidió llevarle a casa de su primo Warqa bin Naufal, un eremita cristiano. Tras escuchar lo ocurrido Warqa dijo: “el ángel que ha descendido sobre ti es, sin duda alguna, el mismo que descendió anteriormente sobre Moisés.” Se refería a la profecía del Deuteronomio 18:18 (“Por eso, suscitaré entre sus hermanos un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él dirá todo lo que yo le ordene”) que predecía el advenimiento de un gran profeta. De hecho, este suceso marcó el comienzo de la misión de Mohammad (saw) como Profeta y Mensajero de Al-lah. Los versículos antes citados son los primeros versículos del Sagrado Corán que se revelaron a Mohammad (saw). Durante los siguientes 23 años se le reveló el Sagrado Corán por completo, y desde entonces su texto permanece inalterable, sin cambio alguno. Su Misión Cueva de Hir’a, cerca de la Meca, donde el Santo Profeta meditaba a menudo y donde recibió su primera revelación coránica.. El Santo Profeta Mohammad (saw) predicó la unidad de Dios. Dijo que todas las religiones divinas predican el mismo mensaje de unidad de Dios, y que para lograr la paz, el hombre debe cumplir con sus obligaciones para con Dios y para con la humanidad. Mohammad (saw) ayudó a los pobres, liberó a esclavos, protegió a los débiles de la explotación y estableció derechos de igualdad para la mujer. Dijo a sus seguidores que debían conservar la paciencia ante las penurias, hacer plegarias a Dios y confiar en Él. Su misión era erradicar el mal y la desigualdad, y establecer el bien y la piedad en el mundo. Por ello el Corán se refiere a él como “una misericordia para la humanidad”.