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En el nombre de Allah, El Clemente, El Misericordioso. Alabanzas a Allah, Señor del universo.
La paz y las bendiciones de Allah sean con Su mensajero Muhammad, su familia, sus
compañeros y todos los que siguen su vía hasta el Día de la Retribución.
Aquí tenéis algunas reglas fundamentales que todo musulmán y toda musulmana
deben conocer si quieren seguir la buena vía, la de los Piadosos Predecesores (Salaf
Salih). Han sido extraídas de un casete titulado “Consejo sobre la vía a seguir o las
reglas de base de la vía de los Salaf” por Shaikh Ubayd Al Jabiri.
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º1
Quienquiera que está de acuerdo con un texto revelado (Corán o hadith) o con un
consenso de los sabios su palabra será aceptada. Y quienquiera que esté en desacuerdo
con un texto revelado o con un consenso, su palabra será rechazada, sea cual sea.
ó :
Hay que entender que las palabras y los actos son evaluados según dos criterios: El
texto revelado, es decir, el Corán y la Sunnah, y el consenso de los sabios.
Todo lo que está de acuerdo con estos dos criterios es aceptado, y todo lo que
contradice estos dos criterios es rechazado. Sea cual sea la persona que diga tal palabra
o cometa tal acto. Si tal persona en desacuerdo es reconocida como Imam de gran
valor, que predica el consejo a la comunidad y apela a la Sunnah, entonces no afectará
a su prestigio, pero simplemente diremos: “Es un sabio que se equivocó, un imam que
hizo un error, pero la verdad es lo contrario de lo que él dijo o hizo”.
Por el contrario, si éste es reconocido como alguien fantasioso que sigue sus pasiones,
los desviados, los innovadores, u otros desviados, entonces actuaremos con él con
fuerza y determinación, advertiremos contra él, excepto si ello pudiera entrañar cosas
aún más nefastas, entonces se contentaría con rechazar su innovación y sus errores sin
dirigirse a él personalmente.
Lo que incumbe al musulmán, es adquirir los beneficios que se le ofrecen, si le es
posible (2), sino, que se contente con lo mejor de los dos, de la misma manera que
cuando tiene le opción de elegir entre dos cosas nefastas, rechaza la más nefasta de las
dos. Todo gira entorno a los beneficios a extraer y a los perjuicios a evitar.
º2
Es obligatorio identificarse con el grupo de los Salaf y contentarse con ello, dado que
los Salafis no son un simple grupo como cualquier otro grupo.
ó :
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En efecto, algunas personas no manifiestan su pertenencia al grupo de los Salafis y se
niegan a reclamarse a él. Dicen: “Allah nos llamó musulmanes y no Salafis, ¡vosotros
dividís a los musulmanes!”.
Y dicen que los Salafis no son más que un grupo de entre tantos, cuando en verdad es
exactamente lo contrario, y les respondemos de la manera siguiente:
-
Sin duda alguna, Allah nos llamó musulmanes, pero los musulmanes son de
dos tipos:
El musulmán que sigue únicamente la Sunnah sin ninguna desfiguración, y el
musulmán cuya creencia y línea de conducta están adheridas a alteraciones y defectos.
El primero es un Salafi del grupo salvado. En cuanto al segundo, cayó en la innovación.
Como prueba, tenemos el hadith de las 73 sectas:
“Los judíos se separaron en setenta y una sectas, los cristianos se separaron en setenta y dos
sectas, y mi comunidad se separará en setenta y tres sectas, todas irán al infierno excepto un
grupo”. Se preguntó: “¿Quiénes son, oh Mensajero de Allah?”. Él dijo: “El grupo (La
Jama’ah)”.
Ibn Mas’ud dijo: “El grupo (de origen), es lo que está conforme a la verdad, aunque fueras el
único en seguirla”.
En otra versión ligeramente débil pero que fue confirmada por otras versiones
auténticas:
“Quienes me siguen a mí y a mis compañeros”.
La comunidad está repartida en dos grupos. Un grupo: se trata de las 72 sectas, un
grupo salvado en la buena vía que se trata de la única facción representada por los
Salafis.
-
-
Les respondemos también afirmando que nosotros no tratamos a ningún
musulmán de incrédulo mientras que no cometa una innovación blasfematoria
que le haga salir del Islam. Los Khawarij, los Asha’irah son nuestros hermanos
en el Islam, pero no forman parte del grupo salvado, de la facción victoriosa:
“Ahlus-Sunnati wal-Jama’ah”.
Hay ahadith que muestran la pertenencia a los Salaf, tal como el dicho del
Profeta –la paz y las bendicioens de Allah sean con él- a Fátima:
“¡Qué excelente predecesor (Salaf) (3) soy para ti!”.
Asimismo la declaración de los grandes Imames (Majmu’ Fatawa de Ibn Taymiyyah,
tomo 4, pág. 149)
-
Y seguimos respondiéndoles con que la gente se reparte en dos facciones:
La facción del Misericordioso (Hizbu Rahman) y la facción del diablo (Hizbu Shaytán).
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La facción del diablo, se trata de los incrédulos y de los hipócritas por convicción. Y la
facción del Misericordioso, se trata de los musulmanes. En cuanto a los Salafis, es la
parte más pura de esta última facción.
Todos los miembros de esta última facción son musulmanes, pero no todos son
considerados como Salafis, salvo si su creencia es pura y su línea de conducta es
correcta también.
-
Asimismo respondemos que el grupo de los Salafis no funda sus bases ni
principios en la creencia o en la vía a seguir, ni incluso en los actos corrientes, ni
en las palabras ni en las opiniones de simples mortales, ¡Jamás! Más bien, se
funda en el texto revelado y en el consenso de los sabios. Así pues, nadie creó
este grupo, ni siquiera Muhammad –la paz y las bendiciones de Allah sean con
él- sino que viene directamente de Allah, es la verdadera creencia ortodoxa, la
vía clara de noche como de día, nadie se aleja sin que aligere su pérdida.
En cuanto a los grupos propagandistas innovados, no se fundan más que en las
opiniones de personas, los Khalafis (4) no otorgan ninguna importancia a la vía ni
al comportamiento de los Salaf, sin ninguna excepción, se trate de los Hermanos
musulmanes (5), de los Bannaístas egipcios (5), de los Sururís (6), de los Qutbís (7)
que son el origen de los Sururís, de los Tablighís de la Indía (5), o de los Iliasístas
(5), todos pretenden seguir la Sunnah, pero es falso, ellos no tienen de la Sunnah ni
una cantidad ínfima e insignificante, y hay en los Salafis lo que nos dispensa de
ello.
No os incomodéis al reclamaros del grupo de los Salaf y decid: “Sin alabarnos,
somos Salafis”.
De la misma manera que vuestro Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean
con él- dijo:
“Sin alabarme, soy el mejor de los hijos de Adam”.
En algunos puede surgir una duda, los hay que pretenden que Shaikh Muhammad
Ibn Abdelwahhab no era más que el simple instaurador de un movimiento
reformista en Najd (Arabia Saudí) es decir que él predicaba algunas tesis como
tantos otros predican sus tesis. Nosotros decimos que no tiene nada que ver, que él
era de los que predican a causa de los Salaf, dado que en toda época, Allah pone al
servicio de la causa de los Salaf, a alguien que la restaure y vivifique.
El primer revivificador fue el Imam Ahmad, el Imam de Ahlus-Sunnah. En efecto,
él se opuso a los que pretendían que el Corán fue creado, proclamando la verdad.
Pero no se reveló contra los gobernadores que sostenían el estandarte de esta
innovación, sino que les respondió con argumentos poderosos y pruebas evidentes.
El segundo revivificador fue Shaikh Al-Islam Ibn Taymiyyah, él hizo conocer el
monoteísmo, y testimonió su pertenencia a los Salaf, y se opuso a los charlatanes y
a los innovadores.
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En cuanto al tercer revivificador, es el Imam Muhammad Ibn Abdelwahhab. Pero
la diferencia entre él y sus predecesores, es que Allah puso a su disposición todo un
Estado que le socorrió, en cuanto a los demás, ningún Estado musulmán se levantó
a su lado para apoyarles. Es entonces cuando Allah restauró la causa Salafi por el
intermediario del Imam ‘AbdelAziz Ibn Abderrahman Al Faysal y esos hermanos
de entre otros que predican la verdad, y luego la causa Salafi se elevó de nuevo.
º3
Conociendo la verdad es como se conoce el valor de los hombres y siguiendo a los
hombres no es como se conocerá la verdad.
ó :
Esto significa que no debemos considerar a nadie en función de su propia
personalidad sino únicamente en relación a lo que emana de ella como palabras y
actos, si provienen de la verdad, se le acepta, pero si proviene de lo falso, se le
rechaza. Es así como hay que actuar, sin sectarismo ni grupismo alguno.
Jamás se considera a la persona en función de su personalidad, como por ejemplo a
causa de la intensidad y del valor en sus sermones ni por su elocuencia ni por la
belleza de las expresiones que emplea, en ése momento se empezaría a estimar que
es siguiendo a ese hombre como se conocerá la verdad, ¡y ese es el verdadero
sectarismo!
En efecto, ninguno de los seres humanos es infalible después del Profeta –la paz y
las bendiciones de Allah sean con él-. La única persona infalible es el Profeta, así
como la comunidad tampoco estará completamente en el error, dado que el Profeta
–la paz y las bendiciones de Allah sean con él- dijo:
“Mi comunidad jamás estará unánimemente en el desvío”. (Auténtico)
Cada individuo tomado aisladamente no es infalible, el único modelo exento de
toda falta es la persona del Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con él-,
tal como Allah dijo:
“En el Enviado de Allah tenéis, ciertamente, un bello modelo para quien cuenta con Allah y
con el último Día y que recuerda mucho a Allah.” (33:21)
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º4
Aceptar la verdad de aquel que nos la aporte, sin importar quién es.
ó :
Aquel que te aporta la verdad puede ser de dos tipos:
1 Un Imam que aconseja, que es reconocido por tener conocimiento y como líder
religioso.
2 El otro es totalmente diferente, es sólo alguien que una vez tuvo una conclusión
correcta, contrariamente a lo habitual.
Este último puede ser musulmán, tal como los innovadores o los desviados, o
incluso puede ser un no-musulmán, un judío o un cristiano.
Pero ¡atención! Ya que algunos dirán: “¿Por qué te ocupas de esos grupos? ¡Toma lo
que tienen de bueno y déjales tranquilos!”.
¡Pero no! Todos los Salaf Salih estaban de acuerdo en que es necesario oponerse
activamente a las innovaciones e incluso a todo lo que contradice a la Sunnah sin
cesar
Unos cuantos relatos al respecto:
Omar –Allah esté complacido con él- dijo: “Os advierto contra la gente que emite sus
propias opiniones, ya que se cansaron de querer aprender los ahadith del Profeta, y
finalmente emitieron sus propias opiniones, se desviaron y desviaron a los demás”.
Al-Lalaká-i relató que Ibn Abbas dijo: “¡Por Allah! No creo que haya alguien que el
diablo querría ver perecer más que a mí. Se le dijo: “¿Y eso?” Él dijo: “Debido a que las
innovaciones surgen de Oriente u Occidente, luego la gente las propaga, después cuando
llegan hasta mí, las quiebro con la Sunnah y son rechazadas sobre él”. (Es decir, rechazadas
sobre el diablo que es el verdadero inspirador de las innovaciones).
Según Jabir Ibn ‘Abdillah, la gente discutía acerca del lavado durante el estado de
Janabah. Les dijo: “Un Sa’ de agua te será suficiente (2.5 litros aproximadamente). Un
hombre dijo: “Eso no me será suficiente”. Él respondió: “Eso le era suficiente a aquel que era
mejor que tu, que tenía más cabello y más barba que tú”. (Es decir, el Profeta)
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Los sabios extrajeron como lección de este hadith, que hay que responder
duramente a quienes contradicen la Sunnah. Y esto fue relatado de manera
recurrente por los compañeros del Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean
con él- y quienes les siguieron.
Ash-Shabi’ dijo: “Tened cuidado con el raciocinio por analogía, dado que por Aquel que
posee mi alma en Su mano, si optáis por el reconocimiento mediante la analogía,
autorizaréis lo ilícito y prohibiréis lo lícito. Más bien, todo lo que os llegue de quienes
tomaron las palabras de los compañeros de Muhammad, tomadlo”.
Ibn Abbas decía: “Poco falta para que una piedra caiga sobre nosotros. Yo os digo, el
Profeta dijo, y vosotros osáis decir Abu Bakr y Omar dijeron”.
Imam Ahmad decía: “Me quedo perplejo delante de esa gente que conoce la cadena de los
transmisores y su autenticidad y aún así escogen la opinión de Sufian (6)”.
Y sin embargo se trata del Imam Sufian ibn Said Ibn Masruq Ath-Thawri, un gran
Imam, un sabio, una montaña de entre las montañas de la Sunnah.
º5
La base en toda adoración es la prohibición y la abstención salvo si hay un texto
revelado al respecto. Y la base en todo acto de la vida cotidiana y en las costumbres
es la autorización salvo si hay un texto revelado que nos lo prohíbe.
ó :
Podemos resumir esta regla con aquel que apela a la gente a efectuar un acto de
adoración y pretende que éste acerca a Allah, debe imperativamente aportar una
prueba evidente, sino a lo que él apela será considerado como una innovación
reprobada por dos razones:
La primera: Ninguna adoración es válida sin dos condiciones: la exclusividad de
culto a Allah sin copartícipes, y seguir al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah
sean con él- con exactitud.
La segunda: Allah completó perfectamente todo lo que Él esperaba por parte de
Sus siervos a través de la palabra de Su Profeta.
La segunda parte de la regla nº5 significa que quien quiera prohibir a la gente algo
en lo cual la legislación islámica no se pronunció, debe imperativamente aportar
una prueba evidente. De modo que si aporta un texto al respecto de esos actos
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entonces nosotros no debemos permanecer más en el principio de base, que es la
autorización, sino que hemos de seguir el texto que se nos proporcionó.
Algunos de los que entraron en grupos propagandistas innovados dicen:
“La base en los actos de la vida es la autorización”.
Pero ellos fingen ignorar la continuación: “…salvo si hay un texto revelado”.
En efecto, aconsejar al gobernador forma parte de los actos que tenemos un texto
claro, en ocurrencia al dicho del Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con
él-:
“Aquel que tiene un consejo que dar al gobernador que no lo haga en público, sino que lo
coja por la mano y hablen a solas. Si él lo acepta, entonces habrá hecho lo que se esperaba,
sino habrá cumplido con su deber”.
Aquel que sigue realmente la Sunnah, busca un eventual texto antes de actuar
incluso en los actos cotidianos, luego si lo encuentra, no transgrede los límites,
dado que la legislación islámica le habrá transpuesto del principio de base que es la
autorización, hacia la aplicación del hadith.
º6
No se renuncia a la minoría, ni tampoco se dejar abusar por la superioridad en
cantidad.
ó :
En efecto, la minoría no es una prueba de error, ni tampoco la superioridad
numérica indica la prueba exacta, sino que lo importante es ver quién está en la
verdad.
Esta regla fue deducida por Shaikh Muhammad Ibn Abdelwahhab mediante el
hadith de las “70.000 personas que entraron al Paraíso sin juicio ni castigo”. Y como
testimonio de ello está el dicho del Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean
con él-:
“Yo he visto un Profeta con toda una armada de fieles, otro profeta con un hombre nada
más, otro Profeta con dos hombres y otro Profeta totalmente solo al que nadie le seguía”.
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Esto demuestra perfectamente que la poca cantidad de personas no es sinónimo de
error, por supuesto, no hay ninguna duda de que los Profetas estuvieron todos en
la buena vía y sin embargo algunos de ellos fueron muy poco seguidos.
Lo importante es seguir a quienes están en la verdad, pese a ser poquísimos. (7)
º7
El Islam está fundado en dos cosas: Apelar a la gente a unificar a Allah, y prevenir
contra todo tipo de politeísmo en la adoración de Allah.
ó :
Esta regla es la base esencial de la religión y su pilar. Tal y como lo hemos citado,
ello no demuestra su débil importancia. A veces sucede que en una exposición, se
guarde lo más importante para el final.
El Islam está fundado en dos cosas:
La primera: Apelar a unificar a Allah –El Altísimo- dedicándole un culto exclusivo,
luchando por esta causa, ser aliados de quienes comparten esta causa y repudiar a
los que rechazan el monoteísmo.
La segunda: Prevenir contra todo tipo de politeísmo en la adoración de Allah, y ser
severo con quienquiera que lo cometa, ser su enemigo y repudiarles.
El Corán y la Sunnah están llenos de alusiones al respecto. Vemos el testimonio de
ello en el Corán y en la vida del Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con
él-, en sus actos y en sus palabras. Asimismo el apostolado de todos los mensajeros
está de acuerdo con ello, las pruebas están claras en el Corán: la primera cosa a la
que cada Profeta apeló a su pueblo, fue la de unificar a Allah en la adoración.
Además, las tres ramas del monoteísmo (8) son inextricables las unas con las otras,
pero la atención se centra más particularmente en el monoteísmo en la adoración.
Citaré como prueba el hadith del Profeta que servirá de vía a seguir a quienquiera
que desee apelar a la gente a Allah, siguiendo sus capacidades:
“Ciertamente ningún Profeta fue enviado antes que mí sin que no fuera un deber para él
guiar a su comunidad hacia las mejores cosas que conocía y que les advirtiera contra las
peores cosas que conocía”.
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De modo, que la mejor de las cosas que podemos conocer, es el monoteísmo, luego
el conjunto de las obligaciones religiosas, como la oración, el ayuno, el Zakat, el
Hajj… y la peor de las cosas que podemos conocer es el politeísmo, luego las
innovaciones religiosas y el conjunto de los pecados.
Lo más grave para la comunidad es el politeísmo, luego las innovaciones religiosas
(9)
Aquí están algunas reglas a seguir, no he pretendido con esto englobar de manera
exhaustiva todas las reglas de la vía de los piadosos predecesores, fue solamente
con el propósito de alertar a la gente y de indicarles la verdadera vía.
Que Allah nos facilite a todos la puesta en práctica de lo que él acepta.
(1) Shaikh Ubayd Al Jabiri forma parte de los eminentes sabios contemporáneos de la
ciudad del Profeta: Medina.
(2) Es decir, en el caso anterior, advertir a la gente contra este innovador y contra su
innovación.
(3) En árabe la palabra “Salaf” tiene varios sentidos, de entre ellos está: antecesor,
predecesor, antepasado.
(4) Quienes siguen a los innovadores que aparecieron después de los tres primeros siglos de
la Hégira.
(5) Nombres de sectas contemporáneas.
(6) El Imam Ahmad hizo alusión a quienes rechazan los ahadith auténticos y prefieren
seguir la palabra de tal o tal sabio, de la misma manera que sucede en nuestra época que
algunos siguen ciegamente una escuela (madhab) sin tener en cuenta los ahadith.
(7) Se puede citar asimismo, el dicho del Profeta: “El Islam empezó siendo extraño (con
minoría) y en futuro volverá a ser extraño. Ése día, Tuba (un árbol inmenso en el
Paraíso), para quienes son extraños”.
(8) Las tres ramas del monoteísmo son: Unificar a Allah como Señor del Universo, unificar
a Allah en la adoración, unificar a Allah en Sus nombres y Atributos.
(9) Según Ibn Al Qayyim, el diablo trata de desviar al hombre en seis etapas: el politeísmo,
sino funciona, con la innovación religiosa, sino surge efecto, con los grandes pecados,
sino tiene ningún resultado, con los pecados pequeños, si no consigue nada le incita a
perder su tiempo en cosas inútiles, y sino, finalmente le incita a que efectúe obras
piadosas menos meritorias que otras.
Artículo extraído de 3ilmchar3i
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