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Guerra de los Talibanes Contra la Mujer
Informe Sobre la Guerra de los Talibanes Contra la Mujer
Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo
17 de noviembre 2001
El día era muy similar a cualquier otro.
Para la joven madre afgana, la única
diferencia era que su hijo tenía fiebre y
había sido durante algún tiempo y es
necesario consultar a un médico. Pero las
tareas simples en Afganistán controlado
por los talibanes de hoy no son tan
fáciles.
La madre estaba sola y el médico estaba
al otro lado de la ciudad. No tenía ni
pariente varón para escoltarla. Para pedir
a otro hombre para hacerlo sería arriesgarse a un castigo severo. Para ir por su cuenta hizo que
ella se arriesgaría a la flagelación.
Porque amaba a su hijo, que no tenía elección. Vestida con el burka de tienda de campaña como
ley talibán requerido, se dispuso, acunando a su hijo en brazos. Ella no debería tener.
Cuando se acercaron al mercado, fue descubierta por un guardia talibán adolescente que intentó
detenerla. Con la intención de salvar a su hijo, la madre no le hizo caso, con la esperanza de que
iba a ignorarla. No lo hizo. En su lugar, levantó su arma y le disparó en repetidas ocasiones.
Tanto la madre y el niño cayó al suelo. Ellos sobrevivieron porque los espectadores en el
mercado intervinieron para salvarlos. El joven guardia talibán era impenitente - totalmente
apoyado por el régimen. La mujer no debería haber estado fuera sola.
Esta madre era más que otra víctima de la guerra de los talibanes a las mujeres de Afganistán,
una guerra que comenzó hace 5 años cuando los talibanes tomaron el control de Kabul.
Los Abusos de un Régimen Opresor
Antes del surgimiento de los talibanes, las mujeres en Afganistán estaban protegidos bajo la ley y
los derechos en la sociedad afgana cada vez proporcionaron. Las mujeres recibieron el derecho al
voto en la década de 1920; y ya en la década de 1960, la Constitución afgana establece la
igualdad para las mujeres. Había un ambiente de tolerancia y apertura que el país comenzó a
moverse hacia la democracia. Las mujeres estaban haciendo importantes contribuciones al
desarrollo nacional. En 1977, las mujeres representaban más del 15% del máximo órgano
legislativo de Afganistán. Se estima que para principios de 1990, el 70% de los maestros de
escuela, el 50% de los trabajadores del gobierno y estudiantes universitarios, y el 40% de los
médicos en Kabul eran mujeres. Las mujeres afganas habían participado activamente en
organizaciones de ayuda humanitaria hasta que el Talibán impuso severas restricciones a su
capacidad para trabajar. Estas mujeres profesionales proporcionan una reserva de talento y
experiencia que serán necesarios en la reconstrucción del Afganistán post-talibán.
El Islam tiene una tradición de proteger los derechos de las mujeres y los niños. De hecho, el
Islam tiene disposiciones específicas que definen los derechos de las mujeres en áreas como el
matrimonio, el divorcio y los derechos de propiedad. Versión de los talibanes del Islam no es
apoyado por los musulmanes del mundo. Aunque los talibanes afirmó que estaba actuando en los
mejores intereses de las mujeres, la verdad es que el régimen de los talibanes reduce cruelmente
las mujeres y las niñas a la pobreza, empeorado su salud, y los privó de su derecho a una
educación, y muchas veces el derecho a la practicar su religión. El talibán está fuera de sintonía
con el mundo musulmán y con el Islam.
Afganistán bajo el Talibán tenía uno de los peores historiales de derechos humanos en el mundo.
El régimen reprimió sistemáticamente todos los sectores de la población y se les niega incluso
los derechos individuales más básicos. Sin embargo, la guerra de los talibanes contra las mujeres
fue particularmente atroz.
Las mujeres son encarceladas en sus hogares, y se les niega el acceso a la atención básica de la
salud y la educación. La comida enviada a ayudar a las personas que mueren de hambre son
robadas por sus líderes. Los monumentos religiosos de otras religiones son destruidos. Los niños
tienen prohibido volar cometas, o cantar canciones ... Una niña de siete años es golpeado por
llevar zapatos blancos.
Los talibanes primero llegaron a ser prominente en el año 1994 y se hizo cargo de la capital
afgana, Kabul, en 1996 La toma de posesión siguió más de 20 años de guerra civil e inestabilidad
política. Inicialmente, algunos esperaban que los talibanes proporcionarían estabilidad al país.
Sin embargo, pronto se impuso un orden estricto y opresivo basado en la mala interpretación de
la ley islámica.
El asalto a la condición de la mujer se inició inmediatamente después de que los talibanes
tomaron el poder en Kabul. Los talibanes se cerró la universidad de las mujeres y obligó a casi
todas las mujeres a dejar sus puestos de trabajo, el cierre de una importante fuente de talento y
experiencia para el país. Se restringe el acceso a la atención médica para las mujeres,
brutalmente impuso un código de vestimenta restrictiva y limita la capacidad de las mujeres para
moverse por la ciudad.
Los talibanes han perpetrado actos atroces de violencia contra las mujeres, incluida la violación,
el secuestro, y el matrimonio forzado. Algunas familias recurrieron a enviar a sus hijas a
Pakistán o Irán para protegerlos.
Las mujeres afganas bajo los talibanes tenían prácticamente el mundo del trabajo cerrado para
ellos. Obligado a renunciar a sus trabajos como maestros, médicos, enfermeras y trabajadores
administrativos, cuando los talibanes se hicieron cargo, las mujeres podían trabajar sólo en
circunstancias muy limitadas. Una gran ventaja se perdió en una sociedad que necesita
desesperadamente profesionales capacitados.
Nada menos que 50.000 mujeres, que tenían maridos perdidos y otros familiares varones durante
la larga guerra civil de Afganistán, tenían ninguna fuente de ingresos. Muchos quedaron
reducidos a vender todas sus posesiones y la mendicidad en las calles, o peor, para alimentar a
sus familias.
Educación Denegado y Cuidado de la Salud
Restricción del acceso de la mujer al trabajo es un ataque a las mujeres de hoy. Eliminando el
acceso de las mujeres a la educación es un asalto a las mujeres de mañana.
Los talibanes terminó, a todos los efectos prácticos, la educación de las niñas. Desde 1998, las
niñas mayores de ocho se han prohibido asistir a la escuela. La educación en casa, aunque a
veces tolerada, fue más a menudo reprimida. El año pasado, los talibanes encarcelado y luego
deportado un trabajador de ayuda exterior femenina que había promovido el trabajo en el hogar
para las mujeres y escuelas en el hogar para las niñas. El Talibán prohibió a las mujeres de
estudiar en la Universidad de Kabul.
"Los talibanes han tomado medidas drásticas en el conocimiento y la ignorancia está gobernando
en su lugar."
- Sadriqa, una mujer de 22 años de edad, en Kabul
Como resultado de estas medidas, los talibanes era asegurar que las mujeres seguirían a hundirse
más en la pobreza y la privación, garantizando de este modo las mujeres del mañana no quiso
saber nada de las habilidades necesarias para desenvolverse en una sociedad moderna.
Bajo el régimen talibán, las mujeres se les dio sólo el acceso más rudimentaria a la atención de
salud y la atención médica, poniendo así en peligro la salud de las mujeres, ya su vez, a sus
familias. En la mayoría de los hospitales, los médicos varones sólo podían examinar una paciente
si estuviera completamente vestida, descartando la posibilidad de un diagnóstico y tratamiento
significativo.
Estas regulaciones talibanes llevaron a una falta de atención médica adecuada para las mujeres y
contribuyeron al aumento del sufrimiento y las tasas de mortalidad más altas. Afganistán tiene la
segunda peor tasa mundial de mortalidad materna durante el parto. Alrededor del 16 de cada 100
mujeres mueren al dar a luz.
La inadecuada atención médica para las mujeres también significó la deficiente atención médica
y una tasa de mortalidad alta para los niños afganos. Afganistán tiene una de las tasas más altas
del mundo de la mortalidad infantil. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
Internacional de Emergencia (UNICEF), 165 de cada 1.000 bebés mueren antes de su primer
cumpleaños.
Dificultando aún más la salud, los talibanes destruyeron carteles de educación pública y otra
información de salud. Esto dejó a muchas mujeres, en una sociedad ya afectado por el
analfabetismo masivo, sin información básica de salud.
En mayo de 2001, los talibanes asaltaron y cerró temporalmente un hospital de capital extranjero
en Kabul porque el personal masculino y femenino supuestamente mezcla en las salas de
comedor y de operación. Es importante señalar que aproximadamente el 70% de los servicios de
salud ha sido proporcionada por las organizaciones internacionales de socorro -- recalcando la
indiferencia general de los talibanes para el bienestar del pueblo afgano.
"La vida de las mujeres afganas es tan mala. Nos están encerrados en casa y no puedes ver el
sol".
--Nageeba, una viuda de 35 años de edad en Kabul
Los talibanes también requieren que pintar ventanas de casas encima para evitar que los
forasteros de posiblemente viendo a las mujeres dentro de casas, aislando a las mujeres que una
vez llevaron vidas productivas y contribuyendo a un aumento de problemas de salud mental. Los
médicos por los derechos humanos informa de las altas tasas de depresión y suicidio entre las
mujeres afganas. Un médico europeo había reportado muchos casos de quemaduras en el esófago
como resultado de la ingestión de ácido de la batería o limpiadores del hogar, la mujer un método
barato, si dolorosa, de suicidio.
Encadenado por Restricciones a la Circulación
En las zonas urbanas, los talibanes forzadas brutalmente un código de vestimenta que requiere a
las mujeres a cubrirse bajo un burka--una voluminosa, tienda-como cuerpo entero ropa externa
que cubre desde la cabeza a los pies. Un periodista anglo-afgana informó que el velo de la burqa
es tan espesa que el usuario encuentre dificultad para respirar; el panel de malla pequeña
permitido para ver permite tal visión limitada que es difícil cruzar la calle con seguridad.
Mientras que los burka existió antes de los talibanes, su uso no era necesario. Como en otros
lugares en el mundo musulmán y en los Estados Unidos, las mujeres optaron por usar el burka
como una cuestión de preferencia personal o religiosa individual. Sin embargo, los talibanes en
Afganistán, cumplir el uso de la burka con amenazas, multas y golpes en el terreno. Incluso la
proyección accidental de los pies o los tobillos fue severamente castigada. Excepciones no
fueron permitidos. Una mujer que llegó a ser violentamente marea no fue permitida a quitarse la
ropa. Cuando pagar por alimentos en el mercado, una mano de mujer no podría demostrar
cuando entregar dinero o recibir la compra. Incluso niñas de ocho o nueve años debían llevar el
burka.
El destino de las mujeres en Afganistán es infame e intolerable. El burqa que encarcela es una
prisión de tela, pero es sobre todo una prisión moral. La tortura impuesta a niñas que se atreven a
mostrar los tobillos o las uñas pulidas es atroz. Es inaceptable e insostenible.
--El rey Mohammed VI de Marruecos
El burka no es sólo una carga física y psicológica para algunas mujeres afganas, que es una carga
económica considerable también. Muchas mujeres no pueden pagar el costo de uno. En algunos
casos, barrios enteros comparten una sola prenda, y las mujeres deben esperar días para su turno
para salir. Para las mujeres con discapacidad que necesitan una prótesis u otras ayudas para
caminar, el desgaste requiere de la burqa hace prácticamente confinados en la casa si no pueden
superar el burqa la prótesis u otras ayudas, o utilizar el dispositivo con eficacia al usar el burka.
Las restricciones a la ropa coinciden con otras limitaciones de adorno personal. Maquillaje y
esmalte de uñas estaban prohibidos. Medias blancas también estaban prohibidos, como eran los
zapatos que hacen ruido como se había considerado que las mujeres deben caminar en silencio.
Incluso cuando vestida según las reglas de los talibanes, las mujeres eran rigurosamente
restringidas en su movimiento. Las mujeres se les permitió salir sólo cuando están acompañados
por parientes masculinos o riesgo talibanes golpes. Las mujeres no pueden usar taxis públicos sin
el acompañamiento de parientes masculinos y taxistas arriesgaron perder sus licencias o palizas
si tomaron a pasajeros femeninos sin escolta. Las mujeres sólo pueden usar autobuses especiales
para su uso, y estos autobuses tenían sus ventanas cubiertas con gruesas cortinas para que nadie
en la calle podía ver a los pasajeros de las mujeres.
Una mujer que fue sorprendida con una relación hombre de la calle fue azotada públicamente
con 100 latigazos, en un estadio lleno de gente. Ella tuvo suerte. Si ella había estado casada y
encontró con un hombre sin relación, el castigo hubiera sido la muerte por lapidación. Tal es la
perversión de los talibanes de la justicia, que también incluye los rápidos juicios sumarísimos,
públicas amputaciones y ejecuciones.
Violación de Derechos Básicos
Los talibanes afirmaron que estaba tratando de asegurar una sociedad en la que las mujeres
tenían un papel digno y seguro. Pero los hechos demuestran lo contrario. Las mujeres fueron
despojadas de su dignidad bajo los talibanes. Se hacían incapaces de sostener a sus familias. Las
niñas fueron privadas de atención básica de salud y de cualquier apariencia de escolaridad.
Incluso fueron privados de su infancia bajo un régimen que llevaron sus canciones, sus muñecas
y sus animales de peluche--todos prohibida por los talibanes.
La declaración de Amman (1996) de la Organización Mundial de salud cita autoridad fuerte
dentro de la ley islámica y de las tradiciones que apoyan el derecho a la educación de niños y
niñas, así como el derecho a ganarse la vida y participar en la vida pública.
De hecho, muchos de los principios básicos del derecho internacional de los derechos humanos
violan las políticas discriminatorias de los talibanes. Estos derechos incluyen el derecho a la
libertad de expresión, asociación y reunión, el derecho al trabajo, el derecho a la educación,
libertad de movimiento y el derecho a la salud. Por otra parte, como ha señalado Human Rights
Watch, "la discriminación [que enfrentan las mujeres afganas] es acumulativa y tan abrumadora
que literalmente es potencialmente mortal para muchas mujeres afganas". Este asalto sobre el
papel de las mujeres no ha sido dictada por la historia y las costumbres sociales de Afganistán
como la afirmación de los talibanes.
Ni restricciones de los talibán a las mujeres en consonancia con la realidad en otros países
musulmanes. Las mujeres están sirviendo como Presidente de Indonesia y primer ministro de
Bangladesh. Hay ministros de gobierno de las mujeres en los países árabes y en otros países
musulmanes. Las mujeres tienen derecho a voto en los países musulmanes como Irán, Qatar y
Bahrein. En el mundo musulmán, las mujeres llenan innumerables posiciones como médicos,
profesores, periodistas, jueces, empresarios, diplomáticos y otros profesionales.
Un número grande y creciente de estudiantes mujeres asegura que en los años venideros, la
mujer seguirá una importante contribución al desarrollo de sus sociedades. En Arabia Saudita,
por ejemplo, más de la mitad del cuerpo estudiantil de la Universidad es una mujer. Aunque las
sociedades musulmanas difieren entre sí sobre la situación de la mujer y el papel que deberían
jugar, el Islam es una religión que respeta a las mujeres y a la humanidad. Los talibanes ni
respetan.
Los largos años de guerra y la inestabilidad en Afganistán han causado un número masivo de
personas desplazadas internamente y en los países vecinos. Hay aproximadamente 1,1 millones
de desplazados internos. Un estimado 3,5 millones los afganos han huido a cientos de miles más
dispersos a lo largo de las regiones fronterizas, 1,5 millones a Irán y Pakistán. Por otra parte, los
talibanes saqueo de las organizaciones de ayuda humanitaria contribuyó al aumento en el número
buscan refugio en el extranjero. Los niños y las mujeres afganas constituyen la abrumadora
mayoría de la población de refugiados dependen de la asistencia internacional.
Sociedad civil afgana y activistas comunitarios están trabajando duro para comenzar a
reconstruir su sociedad en campamentos de refugiados en preparación para el día cuando se
puede recuperar y reconstruir su propio país. Las mujeres han desempeñado un papel importante
en estos esfuerzos, tanto en los asentamientos de refugiados y, clandestinamente, en
comunidades en Afganistán. Estos hombres y mujeres, dice Sima Wali, una mujer afgana que
dirige la organización sin fines de lucro las mujeres refugiadas en el desarrollo, "han ya demostró
capacidad y liderazgo notable. Son nuestra esperanza para Afganistán".
En Afganistán... la falta de respeto de los derechos humanos ha adquirido dimensiones extremas.
En general, las mujeres en Afganistán no básicamente son tratadas como personas... Para superar
esto, es necesario desarrollar programas específicos de género que incluyen, sobre todo y ante
todo, cuestiones relacionadas con la educación adecuada para las mujeres.
El Presidente ruso Vladimir Putin
Preocupación de los Estados Unidos
Estados Unidos continúa proporcionando ayuda humanitaria a todos los afganos, incluyendo a
mujeres y niñas. Estados Unidos es el mayor donante individual nacional a los esfuerzos de
asistencia humanitaria afgana. Estados Unidos ha proporcionado más de $ 178 millones en ayuda
humanitaria en 2001. Además, el Presidente Bush anunció $ 320 millones más en respuesta a
esta crisis. El gobierno estadounidense está trabajando estrechamente con organizaciones de
ayuda humanitaria internacional para asegurar que la ayuda está distribuida bastante y con la
consideración de las necesidades de las mujeres.
La preocupación del público para las mujeres afganas y las niñas está creciendo en los Estados
Unidos. Numerosas organizaciones no gubernamentales han estudiado los efectos perjudiciales
de la política de los talibanes a las mujeres y han trabajado duro para sensibilizar al público.
Escritor Mavis Leno, una destacada activista en nombre de las mujeres afganas, recientemente
dijo: "Todo lo que constituye los derechos humanos, sino la vida misma, ha sido barrido lejos
[mujeres afganas] por los talibanes."
El Congreso de Estados Unidos--incluyendo los miembros de ambos partidos, se da cuenta de
que las niñas y las mujeres afganas necesitan el apoyo de la comunidad internacional. Senador
Kay Bailey Hutchison ha presentado recientemente el "las mujeres afganas y niños Relief Act de
2001". Este proyecto de ley autoriza los gastos de ayuda humanitaria de Estados Unidos en salud
y educación para mujeres y niños. Los 13 senadores de Estados Unidos femeninos son
copatrocinadores de este proyecto de ley.
Los miembros de la cámara de representantes de Estados Unidos han hablado así como contra
los talibanes maltrato de las mujeres. El Presidente del Congressional Black Caucus,
representante Sheila Jackson-Lee, dijo que las mujeres afganas son tratadas hoy como
"subhumanos, aptos únicamente para la esclavitud doméstica". California representante Ed
Royce, un miembro del Comité de relaciones internacionales, dijo que el Talibán ha
"institucionalizado del apartheid de género generalizada y sistemática".
El pueblo afgano quiere y los apoyos del gobierno de Estados Unidos, un gobierno
representativo de base amplia, que incluye a las mujeres en Afganistán post-talibán. Como
Subsecretario de Asuntos Globales Paula Dobriansky afirmó, "Creemos que cualquier futuro
gobierno afgano debe ser representativo, multiétnico y respetar los derechos humanos, los que
afectan a las mujeres y niñas incluidos." Sólo los afganos pueden determinar el futuro gobierno
de su país. Y las mujeres afganas deben tener el derecho a elegir su papel en el futuro.
Hoy en día, con Kabul y otras ciudades afganas liberados de los talibanes, las mujeres regresan a
su lugar legítimo en la sociedad afgana--el lugar que ellos y sus familias eligen hacer. Las
escuelas se están preparando para reabrir y las mujeres están rezando de nuevo en las mezquitas.
La comunidad internacional se encuentra con Afganistán y con los afganos en reclamar sus
derechos y sus tradiciones.
"La sociedad afgana es como un pájaro con dos alas. Si un ala está cortado, entonces la sociedad
no funcionará."
--Un anciano afgano, entrevistado por Sima Wali de mujeres refugiadas en desarrollo.