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La alegría de vivir Puede jactarse de haber logrado lo imposible: volver de la muerte. Emprendedor rebelde, fundador de la cadena de hoteles Joie de Vivre, autor de varios best-sellers y admirado orador, la hora crítica de Chip Conley llegó en 2008. Había terminado de dar un discurso en St. Louis; todavía estaba en el escenario cuando se desmayó y su corazón se detuvo. “Pero, como el ave Fénix, resurgí de mis cenizas”, comenta riéndose. Conley tiene una personalidad extrovertida. En 1987, apenas graduado con un MBA de Stanford, comenzó a andar un camino que lo llevaría a construir una de las compañías hoteleras más importantes de los Estados Unidos. Con ingresos anuales de US$ 240 millones, el imperio Joie de Vivre Hospitality se compone de 35 hoteles boutique, 20 restaurantes y cinco SPA. Hoy se lo considera un líder ejemplar, creador de una organización que consigue el máximo desempeño de los empleados. Y si bien ya no tiene el cargo de CEO, sigue involucrado como consultor estratégico de la compañía. Con una rara combinación de sensibilidad emocional, visión para los negocios, creatividad y generosidad, impuso una estrategia de marketing muy particular y un estilo de gestión de personas admira- do en el mercado y plasmado en varios de sus libros, uno de los cuales —The Rebel Rules— ha sido prologado por Richard Branson, el fundador del Grupo Virgin. Pero ¿cómo logró convertir un deteriorado motel de San Francisco en una de las cadenas más distinguidas? ¿De qué manera llevó la rotación del personal al 25 por ciento anual, la mitad del promedio de la industria? ¿Cómo hizo para atravesar dos crisis económicas que devastaron el mercado turístico y salir aún mejor posicionado? En cada hotel, una marca El creador de la multipremiada Joie de Vivre habla con cierta parsimonia. Nos recibe en su casa; un refugio que se asemeja a un santuario budista, con altar y laguna incluidos. Una especie de ashram que respeta a la perfección la arquitectura feng shui. Allí medita, trabaja y escribe. A los 51 años, Conley parece haber encontrado el equilibrio. Y recuerda con cariño la apertura de su primer hotel. “Estaba trabajando en una empresa inmobiliaria, pero no me sentía conforme. Opté por usar mi conocimiento del rubro para algo que me desafiara e implicara más creatividad. Fue entonces cuando compré un hotel de mala muerte, ubica- Prácticamente de la nada, Chip Conley fundó la cadena hotelera Joie de Vivre, una de las más exitosas de los Estados Unidos. Reconocido como un líder ejemplar, su gran virtud ha sido atravesar sucesivas crisis —económicas y personales—, y salir fortalecido de ellas. POR FRANCISCA POUILLER en wobi.com 01 Emprendedores Creatividad 02 03 04 Liderazgo Ambiente laboral wobi.com/magazine 75. EMPRENDEDORES Tres vistas del hotel Vitale: la terraza, el lobby y una habitación circular. do en una zona fea de San Francisco. Lo reformé y lo bauticé Phoenix.” El Phoenix partió de una propuesta original, inédita hasta aquel momento en la industria: fue concebido para un mercado de nicho, y su estilo y estética reflejaban la cultura del rock and roll. Dos décadas más tarde, se ha convertido en un hotel emblemático que alojó a músicos de la talla de David Bowie, Linda Ronstadt y Nirvana, y en el primero de la cadena de hoteles boutique más grande de California y la segunda más importante de los Estados Unidos. ¿La razón del nombre Joie de Vivre? “Porque refleja nuestra misión como empresa y, además, porque a través de nuestro servicio creamos experiencias que honran la alegría de vivir”, explica Conley. Con el tiempo, al Phoenix se fueron sumando otros hoteles, cada uno de ellos con un estilo diferente y personalidad propia: románticos, lujosos, sofisticados… hay para todos los gustos. 76. junio-julio 2012 El método utilizado para diseñar la identidad de marca que le darían a cada establecimiento es curioso. Primero buscaron una revista que mejor representara la experiencia que querían ofrecer a los huéspedes; luego eligieron cinco palabras para describir al hotel y su esencia. Y con esas premisas en mente los fueron desarrollando. Dos ejemplos: en el caso del Phoenix, la inspiración llegó con la revista Rolling Stone, en tanto que el Rex imitó la categoría literaria e intelectual de la publicación The New Yorker. Esta estrategia simple, aplicada en la creación de cada hotel, ayuda en los miles de decisiones a tomar; desde el mercado al cual apunta hasta el tipo de servicios que ofrecerán a sus clientes. Empleados felices Desde su fundación, Joie de Vivre mantuvo un crecimiento firme y constante. Ya estaba bien posicionada en San Francisco cuando, a finales de los ’90, explotó la burbuja de las puntocom. El atentado terrorista a las Torres Gemelas en 2001, y poco después la paranoia por la pandemia de SARS, harían que la industria turística sufriera duros reveses. En pocas palabras, los ingresos anuales de la cadena cayeron de US$ 100 millones a US$ 75 millones. Pero tanto Conley como el comité directivo de la compañía tomaron la decisión de que el problema los afectara sólo a ellos: recortaron sus salarios o, directamente, trabajaron sin cobrar. “En mi caso, durante tres años”, confiesa Conley. El sacrificio fue valorado por el personal, porque nadie fue despedido a pesar de la crisis. Atribulado por tantos pesares, en la sección de autoayuda de una librería, cierto día tropezó con Hacia una psicología del ser, de Abraham Maslow. Y fue en la “pirámide de las necesidades”, el modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas, donde encontró El hotel Phoneix, piscina y suite. “ El nombre Joie de Vivre refleja nuestra misión como empresa y, además, lo elegimos porque a través de nuestro servicio creamos experiencias que honran la alegría de vivir. “ la inspiración para escribir Peak: How Great Companies Get their Mojo from Maslow. “Básicamente, Maslow dice que las personas aspiran a la ‘autorrealización’, y cuando la logran tienen experiencias extremas, o de apogeo. Por lo tanto, pensé que si generaba un ambiente laboral en el que los colaboradores vivieran ese tipo de experiencias, conseguiría que toda la organización tuviera un desempeño altísimo. Está demostrado que los empleados felices generan clientes más felices, lo que a su vez lleva al crecimiento y a más rentabilidad de la empresa”, relata Conley. ¿Cuáles son las experiencias que explican el excelente desempeño de quienes trabajan en Joie de Vivre? “Les ofrecemos disfrutar de las habitaciones de manera gratuita un par de noches cada tres meses. Es algo simple, pero la mayoría de los hoteles no lo hacen. Además, tenemos el SPA más grande de San Francisco, el Kabuki, y pueden usarlo a mitad de precio. Por otra parte, cada tres años les damos un mes de vacaciones pago.” Gracias a esta política de recursos humanos, Joie de Vivre salió nuevamente a flote, y entre 2001 y 2008 triplicó sus ingresos anuales. De CEO a jefe emocional “Estamos viviendo una era que no sólo nos exige ser jefes ejecutivos, sino también jefes emocionales”, apunta Conley. Y hace cuatro años, luego de más de dos décadas al mando de la compañía, decidió que era momento de cambiar. “Me di cuenta de que ya no quería el puesto de CEO. Dos años después vendí la mayor parte del paquete accionario de la empresa, y pasé por un período de transición: de CEO a jefe emocional. Sigo muy en contacto; soy dueño de una parte, pero no estoy involucrado en el día a día.” La cadena Joie de Vivre fue adquirida por Geolo Capital, y en octubre de 2011 se fusionó con Thompson Hotels, uno de cuyos fundadores asumió como CEO de la nueva compañía. De todas maneras, la cultura de la nueva etapa es igual de vibrante y entusiasta que la fomentada por su creador. “Una empresa tiene la cultura que se merece —asegura—. Si los líderes consideran que sus empleados no son confiables, ellos tampoco confían y se genera un ambiente de fricción. Y, al final del día, el que siente ese malestar es el cliente. La mía es una estrategia a largo plazo. Yo la llamo ‘capitalismo kármico’, porque el karma dura toda tu vida, y creo que lo mismo ocurre con la reputación.” No hay dudas de que valió la pena esperar los resultados de su estrategia: en 2011, por sexto año consecutivo, Joie de Vivre fue distinguida como una de las 10 mejores empresas para trabajar en el área de la Bahía de San Francisco por el San Francisco Business Times y el Silicon Valley/San José Business Journal. También en 2011 fue premiada por wobi.com/magazine 77. EMPRENDEDORES Ecuaciones emocionales En 2008, mientras daba charlas sobre la importancia de la autorrealización y seguía inaugurando hoteles, el descontento de Chip Conley aumentaba. Y muchas tragedias personales —el fin de una larga relación amorosa, un hijo condenado a prisión “por algo que no había hecho”, cinco amigos cercanos que se suicidaron—, sumadas a la crisis económica que azotaba a los Estados Unidos, lo hundieron en una profunda depresión. “Luego de 20 años al mando de la compañía que fundé, sentía que no había lugar para la creatividad. Mis tareas se habían vuelto burocráticas y, además, tuve un problema de salud que me dejó al borde de la muerte. Fue como una intervención divina. Un aviso de que estaba en la tierra para hacer algo más”, recuerda. En ese momento de angustia y desesperación, cuando “todo lo que podía ir mal iba mal”, otro “psicólogo judío”, además de Maslow, le brindó las herramientas para salir a flote. Estaba leyendo El hombre en busca de sentido, de Victor Frankl, quien postula en ese libro que el mejor motivador es encontrarles sentido a las cosas. Basado en esa idea, elaboró una ecuación que se repetiría todos los días: “Desesperación es igual a sufrimiento menos sentido”. Dado que el sufrimiento, según el budismo, es una constante en la vida, Conley consideró al sentido como la variable, y se concentró en incrementar el sentido en su vida para minimizar la desesperación. “¿Qué es lo que tengo que aprender de esta situación?”, se preguntaba constantemente. Paralelamente, decidió profundizar en el estudio de las emociones. Con una comisión de las Naciones Unidas viajó a Bután, el pequeño país ubicado entre India y China. Allí, Jigme Singye Wangchuck, el rey que gobernó entre 1972 y ver video en wobi.com Finding Lasting Happiness, by Chip Conley 78. junio-julio 2012 2006, había acuñado el eslogan “Felicidad Interna Bruta” —en contraposición al de “Producto Interno Bruto”—, un término que define el modelo de desarrollo del país y es el resultado de su conciencia cultural y social, resumida en tres valores: felicidad, igualdad de género y preservación del medio ambiente. “Me reuní con el primer ministro —recuerda—, y regresé con la ecuación de la felicidad: felicidad es igual a querer lo que uno tiene, dividido por el tener lo que uno quiere. En otras palabras, la gratitud que uno siente por lo que tiene, sobre la búsqueda para tener lo que quiere.” Y añade: “No está mal fijarse objetivos y tratar de lograrlos, siempre y cuando los equilibremos con lo que ya tenemos, sentirnos agradecidos por ello y manifestarlo”. Y así siguieron más ecuaciones emocionales: la de la ansiedad, la de la alegría, el arrepentimiento, la curiosidad. Esas fórmulas, que tenían un sustento académico, ayudaron a Conley a entender y articular lo que sucedía en su interior, y a enfocarse en las variables con las que podía lidiar, en lugar de luchar con las constantes que no dependían de él, como una crisis económica o la muerte. Su libro Emotional Equations, publicado en 2012, está en la lista de los más vendidos del New York Times y tiene muchos seguidores. Entre ellos, el profesor de management Robert Sutton, que dice: “No estoy seguro de haber visto un libro como éste en toda mi vida; cuando empecé a leerlo, me resultaba difícil decidir si se trataba de un manual de autoayuda o de negocios. Al final, me di cuenta de que es sobre ambas cosas. Y en el caso de Chip, la clave de su éxito, como líder y mentor, ha sido poder lidiar con sus emociones y canalizarlas correctamente”. Market Metrix como la número uno en servicio al cliente, superando a Marriott, Hilton, Hyatt y Sheraton, entre otras cadenas hoteleras. Pero Conley no es un hombre dispuesto a dormirse en los laureles, y se esfuerza por superar sus límites: “El mundo empresarial tiene un papel fundamental en la sociedad. Nosotros nos distinguimos por una fuerte política de respeto al medio ambiente y por ayudar a las comunidades donde están nuestros hoteles. Uno de los criterios a la hora de evaluar a los gerentes generales, por ejemplo, no sólo es medir cuánto dinero generaron por la operación hotelera, sino cuánto donaron a organizaciones sin fines de lucro. Creo que una comunidad sana se refleja en negocios sanos”. Más allá de los éxitos acumulados y las satisfacciones personales, a Conley le gusta que lo consideren un rebelde. Y cuando siente que su vida se está volviendo demasiado seria, trata de volver al origen, encontrarle sentido, y avanzar. “Todos los emprendedores tienen que ser conscientes del vehículo que su empresa implica para ellos. Una compañía puede ser un medio para ganar plata, obtener fama, o para cambiar el mundo. Mi objetivo era generar oportunidades para celebrar la vida, pensando tanto en los clientes como en los empleados.” Objetivo cumplido. z © WOBI Francisca Pouiller integra el equipo de producción de contenidos multimedia de WOBI.