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Михеева Н.А. Каузативные глаголы в синтаксических конструкциях в испанском
языке = Verbos causativos como componente de construcciones sintácticas en el idioma español
/ Н.А. Михеева // Испанский язык в контексте диалога культур: исследования и
преподавание = El español en el espacio intercultural: investigación y enseñanza: материалы 3
междунар. науч. конференции испанистов, Москва, 20-22 марта 2008 г. / МГИМО(У)
МИД России, каф. исп. яз. – М.: МГИМО-Университет, 2008. – С. 225-230.
Михеева Н.А. (Россия)
Каузативные глаголы в синтаксических конструкциях
в испанском языке
N. Mikheeva (Rusia)
Verbos causativos como componente de construcciones sintácticas
en el idioma español
En el español actual funciona una serie de construcciones sintácticas, que expresan la
causación de estados y actitudes emocionales, tales como: producir alegría, dar gusto, causar
enfado, aumentar inquietud, calmar rabia, inspirar amor, infundir pavor, despertar simpatía y
otras más. La estructura semántica de estas construcciones, como regla, incluye los componentes
siguientes: causa de la emoción, verbo causativo, nombre predicativo de la emoción (estado
emocional o actitud emocional), sujeto de la emoción, objeto de la emoción (en caso de una
actitud emocional), por ejemplo: El campo le produce alegría (6, 291). En esta frase el campo es
la causa de la emoción, producir – el verbo causativo, alegría – el nombre predicativo de la
emoción, que expresa el estado emocional del sujeto de la emoción, le es el sujeto de la emoción.
Si el nombre de la emoción designa una actitud emocional, en este caso aparece un
componente más, denominado el objeto de la emoción, por ejemplo, en la frase El largo trato
con mi raptor me habrá inspirado amor hacia éste (2, 151). el largo trato es la causa de la
emoción, inspirar – el verbo causativo, amor – la actitud emocional, me es el sujeto de la
emoción, éste – el objeto de la emoción.
Los componentes básicos de las construcciones causativas son el verbo que constituye el
núcleo de la construcción, y el nombre predicativo de la emoción. En el español funciona una
serie de verbos causativos que se emplean en combinación con los nombres de las emociones.
Estos verbos se clasifican de modo siguiente:
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1. Verbos causativos que se combinan con los nombres de las emociones, según su
capacidad de designar la intensificación o deintensificación de la emoción, se dividen en tres
grupos:
a) verbos causativos neutrales, que no expresan la intensificación de la emoción, ni
tienen carácter metafórico. Los verbos más usados son producir, dar, causar: Procuraba evitar
las cosas que le habían causado vergüenza (1, 665). Los verbos proporcionar, ocasionar,
provocar, originar, motivar, estimular también forman parte de este grupo: Al parecer, la comida
le había caído bien, proporcionándole el grado de euforia necesario para rehacer la conversación
maltrecha (5, 100).
b) verbos causativos intensificadores, que expresan diferentes grados de la intensificación
de la emoción. Los verbos aumentar, acrecentar, incrementar, reforzar, intensificar, multiplicar
expresan la intensificación de la emoción y no adquieren ningún matiz más mientras que los
verbos agudizar, acentuar, exacerbar, (re)avivar, ahondar, agigantar, además de expresar la
intensificación tienen otros matices que en la mayoría de los casos son de carácter metafórico: …
se le habían sumido unas ojeras que ahondaban su tristeza (7, 116).
c) verbos causativos deintensificadores, que expresan diferentes grados de la
deintensificación de la emoción. El verbo aminorar expresa sólo la deintensificación de la
emoción y los verbos mitigar, atenuar, templar, apaciguar, aplacar, calmar, paliar, aliviar,
además de la intensificación, implican también otros matices metafóricos: Su menuda compañía
aliviaba la soledad de la larga espera (6, 242).
El segundo grupo lo componen los verbos causativos de carácter metafórico. Al
metaforizarse, estos verbos extrapolan su forma interior que refleja diferentes esferas materiales
de la vida humana y los elementos de la naturaleza a la esfera emocional y dan a las emociones
diferentes matices estilísticos. Así, empleados con los verbos causativos infundir, instilar,
imbuir, inundar de, llenar de, colmar de, sumir en, hundir en, los nombres de las emociones se
imaginan como una sustancia líquida: Аquella sonrisa muda e inmóvil concluyó por infundirle
temor (2, 39). En la combinación con el verbo inspirar los nombres de las emociones se asocian
con las sustancias gaseosas: Ambas guardaban el secreto de su amor, porque el hombre que lo
había inspirado, tal vez hubiera hecho mofa de un cariño... (2, 215). Los nombres de las
emociones adquieren la imagen del fuego empleándose con los verbos encender и suscitar:
Cualquier otro contratiempo encendería más la ira de Addaio… (7, 109). La idea del reino
vegetal surge con los verbos sembrar и cultivar: Fue la señorita Leocadia quien sembró en el
ánimo de Jujú cierta desazón (4, 18). La materia física está representada en las combinaciones de
los nombres de las emociones y tales verbos como inculcar, traer, poner, transmitir, meter.
Combinados con los verbos alimentar, generar, despertar los nombres de las emociones se
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interpretan como materia viva: Este muchacho me despierta una simpatía irracional … (7, 374).
El estudio de las construcciones causativas comprobó que en combinación con los
nombres de las emociones algunos verbos causativos adquieren diferentes matices semánticos y
peculiaridades siguientes:
1. En las construcciones causativas que incluyen los verbos producir, proporcionar la
causa de la emoción es, como regla, inanimada, y en las con el verbo inculcar es animada: ...
quien contempla una propiedad que ya no le produce placer... (3, 112); ... un exquisito cineasta
que le inculcó el amor por la literatura... (1, 1168).
2. En las construcciones causativas con el verbo ocasionar la causación de la emoción no
es premeditada y en las con el verbo inculcar, lo es: Pero los verdaderos estimulantes de su
sexualidad van a ser los celos que le ocasiona el joven rival y el coñac... (3, 79).
Gilberto ... le inculcó a la muchacha un amor reverencial por esta ciudad de mierda (7,
177).
3. En las construcciones causativas con los verbos estimular, generar, meter, infundir,
sembrar, cultivar, alimentar, en caso de la causa de la emoción animada, la causación de la
emoción es premeditada: ...esa historia que me contaba mi abuela para meterme un miedo poco
duradero y teñido de broma... (3, 70).
4. El verbo motivar empleándose con los nombres de las emociones significa, como
regla, “causar emoción por alguna acción” y expresa una causación premeditada: ... avanzando
hacia la salida y advirtiendo que él se le colocaba al lado, lo que motivó no poca curiosidad entre
las demás feligresas (5, 121).
5. En las construcciones causativas con el verbo transmitir si la causa de la emoción es
animada, la persona suele experimentar las mismas emociones que “hace experimentar” al sujeto
de la emoción: Curra y Marcelino sentían vagos temores, y se los transmitían, sin querer, a
Alejandro (5, 288).
El análisis de las combinaciones de los verbos causativos y los nombres predicativos de
las emociones permite hacer las siguientes conclusiones:
1. Los verbos causativos más frecuentes de la literatura española son dar, causar,
provocar, inspirar, infundir, despertar. Constituyen un 70% de la totalidad de todos los verbos
causativos que se emplean con los nombres de las emociones.
2. Los verbos que se combinan con mayor cantidad de las emociones son producir,
causar, provocar, con menor cantidad se emplea el verbo meter (miedo).
3. Los verbos producir, dar, inspirar, infundir, generar, suscitar, sembrar, cultivar,
transmitir, traer se emplean con los nombres de las emociones neutrales como sosiego,
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indiferencia (dar sosiego, inspirar indiferencia). Los demás verbos con los nombres de estas
emociones casi no se emplean.
4. Los verbos proporcionar, inculcar, colmar de, inundar de, cultivar se emplean más a
menudo con los nombres de las emociones positivas (proporcionar alegría, colmar de simpatía),
y los verbos provocar, ocasionar, generar, traer, meter, sumir en y muchos verbos
de/intensificadores se combinan con los nombres de las emociones negativas (provocar ira,
aliviar tristeza).
5. Los verbos producir, causar, provocar no se combinan con los nombres de las
siguientes emociones: amor, afecto, cariño, pasión, odio. Al contrario, los verbos causativos de
carácter metáforico se emplean muy a menudo con los nombres de estas emociones (despertar
simpatía, infundir afecto, llenar de amor, alimentar odio).
6. Los verbos causativos intensificadores y deintensificadores aumentar, exacerbar,
avivar, apaciguar, aplacar, calmar se emplean a menudo con los nombres de las emociones
negativas que expresan descontento, irritación, ira, rabia aumentar enfado, avivar descontento,
apaciguar indignación, aplacar cólera).
7. El verbo encender, como regla, se emplea con los nombres que designan emociones
fuertes amor, pasión, ira, cólera, odio.
El análisis realizado indica que el español dispone de una gran cantidad de los verbos que
se emplean para expresar la causación de estados y actitudes emocionales. Estos verbos tienen
sus peculiaridades semánticas y sintácticas acondicionadas por su combinación con los nombres
de las emociones.
Литература:
1. Bosque Muñoz, Ignacio. Diccionario combinatorio del español contemporáneo. –
Madrid: Ediciones SM, 2004.
2. Bequer, Gustavo Adolfo. Leyendas. – Moscú: Ráduga, 2002.
3. Marías, Javier. Corazón tan blanco. – Madrid: Santillana Ediciones Generales, 1992.
4. Matute, Ana María. Cosas sin nombre. – Moscú: Raduga, 2001.
5. Pardo, Jesús. Ahora es preciso morir. – Barcelona: Seix Barral, 1982.
6. Pérez-Reverte, Arturo. El maestro de esgrima. – Madrid: Grupo Santillana de Ediciones,
1999.
7. Prada, Juan Manuel de. La tempestad. – Barcelona: Planeta, 1997.
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