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R.P. Rafael López M.Sp.S.
¡VEN ESPIRITU SANTO!
R.P. Rafael López M.Sp.S.
Segunda Edición
Marzo 2013
5,000 Ejemplares
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¡VEN ESPÍRITU SANTO!
El Espíritu Santo multiplicará en sus almas sus
santas inspiraciones.
Las llenará de sus Dones y El mismo morará en
ellas, para ser su Guía.
¡Felices las almas devotas del Espíritu Santo!
Empiezan ya su cielo sobre la tierra, haciéndose
acreedoras a gracias escogidas y recibiendo
fuerza especial para corresponder a sus divinas
inspiraciones.
Felix de Jesús Rougier, M.Sp. S.
VEN ESPÍRITU CREADOR
visita nuestras almas
y llena con la gracia divina
los corazones que Tú creaste.
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Eres el Paráclito,
el don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego, amor
y espiritual unción.
Autor de los siete dones,
dedo de la diestra paterna,
fiel promesa del Padre
que enriquece nuestra palabra.
ilumina los sentidos,
infunde amor en los corazones
y conforta sin cesar
nuestra fragilidad.
ahuyenta al enemigo,
danos pronto la paz,
contigo como guía,
evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre
y también al Hijo,
y confiemos siempre en ti,
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espíritu de ambos.
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Paráclito
por todos los siglos. Amén.
Envía tu Espíritu y todo será creado.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios que has iluminado los
corazones de tus hijos con la luz del Espíritu
Santo, haz que seamos dóciles a tu Espíritu para
gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Ven, Espíritu Santo, y desde el
cielo envía un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres; ven
fuente de gracias; ven, luz de los
corazones.
consolador supremo, dulce huésped
del alma, dulce refrigerio.
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en el trabajo, descanso; en el calor, frescura;
en las lágrimas; consuelo.
¡Oh luz felicísima!, llena lo íntimo de los
corazones de tus fieles.
Sin tu ayuda, nada tiene el hombre,
nada que no lo perjudique.
lava lo que está manchado, riega lo que
está seco, cura lo que está enfermo.
doblega lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está torcido.
Concede a tus fieles que confían
en ti tus siete sagrados Dones.
Concédeles el mérito de la virtud,
el éxito en su salvación, el gozo en
la eternidad. Amén
Espíritu del Padre y del Hijo y
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amor infinito del Uno y del Otro,
santifícanos.
Espíritu Santo, que procedes del
Padre y del Hijo, ven a nosotros.
Espíritu de sabiduría, (ven a mí)
Espíritu de consejo y fuerza, (ven a mí)
Espíritu de ciencia y piedad, (ven a mí)
Espíritu de gracia y de oración, (ven a mí)
Espíritu de paz y de dulzura, (ven a mi)
Espíritu de modestia y de inocencia (ven a mí)
Espíritu consolador, (ven a mí)
Espíritu santificador, (ven a mí)
Espíritu que gobiernas la Iglesia, (ven a mí)
Espíritu que llenas el universo, (ven a mí)
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, (ven a
mí).
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Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror del
pecado.
Espíritu Santo, derrama tus luces en nuestra
inteligencia,
Espíritu Santo,
corazones,
graba
tu
ley
en
nuestros
Espíritu Santo, enséñanos a orar como se debe,
Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones
celestiales,
Espíritu Santo, inspíranos la práctica de las
virtudes,
Espíritu Santo, haz que perseveremos en la
justicia.
Espíritu Santo,
recompensa,
sé
Tú
mismo
nuestra
Cordero de Dios, que borras los pecados del
mundo,
derrama en nuestras almas los Dones del
Espíritu Santo.
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Cordero de
mundo,
Dios, que borras los pecados del
infúndenos el Espíritu de Sabiduría y devoción.
Ven ¡Oh Espíritu Santo! Llena con tus dones los
corazones de tus fieles.
Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
¡Oh Dios! Que iluminas e instruyes el corazón de
los fieles con la luz del Espíritu Santo, haz que en
el mismo Espíritu sepamos siempre apreciar el
bien y llenarnos de tus consuelos divinos. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.
Espíritu Santo Creador, dígnate asistir a toda la
Iglesia Católica;
sostenla, fortalécela con tu poder celestial contra
los ataques de sus enemigos.; renueva también,
por tu amor y por tu gracia, el espíritu de tus
siervos que han recibido tu unción santa, para
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que te glorifiquen a ti, al Padre y a su Hijo Único,
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Espíritu Santo Creador, dígnate asistir a toda la
Iglesia Católica; sostenla, fortalécela con tu poder
celestial contra los ataques de sus enemigos;
renueva también, por tu amor y por tu gracia, el
espíritu de tus siervos que han recibido tu unción
santa, para que te glorifiquen A ti, y al Padre y a
su Hijo Único, Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
ORACION ÍNTIMA AL ESPÍRITU SANTO
(C. Cabrera de Armida)
Espíritu Santo, te consagro mi cuerpo con sus
sentidos y te suplico que me hagas emplearlos
en la mayor gloria de Dios y sacrificarlos en su
honor.
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Espíritu Santo, te consagro mis ojos para que
miren sólo a Jesús y a María en todas las cosas.
Espíritu Santo, te consagro mis oídos para que
solamente estén atentos a tus divinas
inspiraciones.
Espíritu Santo, te consagro mi alma con todas
sus facultades para que sea un templo vivo de
pureza en que descanse el Corazón de Jesús.
Espíritu Santo, te consagro mi corazón con todos
sus afectos para que, cautivado únicamente por
los encantos de tu amor, halle siempre en Ti la
Paz y la Fuerza, la luz y todos sus dones y frutos;
y así te ame más y más cada día y haga que
seas amado de muchas almas, me ames Tú
también y me santifiques en unión de todos los
que amo. Así sea.
ORACION AL ESPIRITU SANTO
(San Agustín)
¡Oh divino amor, oh Lazo sagrado que unes al
Padre y al Hijo. Espíritu Todopoderoso, fiel
Consolador de los afligidos, penetra en los
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abismos de mi corazón! Envía los rayos
celestiales de tu amor hasta el santuario de mi
alma para que penetren en ella y enciendan
llamas ardientes que consuman todas mis
debilidades y negligencias.
Ven, Doctor de los humildes y Vencedores de los
orgullosos.
Ven, Padre de los huérfanos, Esperanza de los
pobres, Tesoro de los que están en la indigencia.
Haz a mi alma sencilla, dócil y fiel, y
compadécete de mi debilidad y con tanta bondad,
que mi pequeñez encuentre gracia ante tu
grandeza infinita, mi impotencia fuerza, y mis
ofensas alcancen perdón de tu misericordia.
Por Nuestro Señor Jesucristo, mi Salvador.
Amén.
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ORACION POR LA SANTÍSIMA TRINIDAD
PARA PEDIR LA CONSAGRACION DEL
MUNDO AL ESPIRITU SANTO
(P. Félix de Jesús Rougier M.Sp.S.)
¡Oh santísima Trinidad, humildemente postrados
ante tu Majestad, te pedimos con toda el alma
que tu representante en la tierra, el Sumo
Pontífice. CONSAGRE EL GENERO HUMANO
AL ESPÍRITU SANTO.
Te hacemos esta petición, ¡oh amadísima
Trinidad! por medio del purísimo y dolorosísimo
Corazón de María, Esposa del Espíritu Santo,
pues Ella, más que nadie, se interesa por la
exaltación de la Tercera Divina Persona y por el
bien espiritual de todos los hombres, sus hijos.
No dejaremos un solo día de pedir esta gracia,
hasta que nuestros deseos se vean realizados,
pues creemos firmemente que el Reinado del
Espíritu Santo en el universo apagará los odios,
difundirá la caridad fraterna en los corazones y,
uniéndonos a todos como hermanos, derramará
en el mundo la única, la verdadera paz. Así sea.
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ORACION PARA PEDIR LOS DOCE FRUTOS
DEL ESPÍRITU SANTO
(C. Cabrera de Armida)
Espíritu Santo, amor eterno del Padre y del Hijo,
dígnate concederme el fruto de la caridad que me
una a ti por medio del amor;
el fruto del gozo espiritual que me llene de una
santa alegría aún en medio de las aflicciones; el
fruto de paz que produzca en mí la tranquilidad
de la conciencia;
el Fruto de paciencia que me haga amar la cruz y
me ayude a llevarla;
el fruto de benignidad que me incline a socorrer
las necesidades de mis prójimos;
el fruto de bondad que me haga benéfico para
todos;
el fruto de longanimidad que me sostenga, sin
impacientarme, en medio de las contradicciones;
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el fruto de mansedumbre que me haga soportar
tranquilamente todo cuanto haya de molesto en
el prójimo;
el fruto de fe que me penetre de respeto y amor
por la palabra de Dios;
el fruto de continencia que conserve mi cuerpo
en la santidad;
y el fruto de la castidad a fin de que,
permaneciendo siempre puro mi corazón en la
tierra, merezca verte eternamente en la mansión
de tu gloria. Amén.
PARA ANTES DE LA COMUNIÓN
¡Oh Espíritu Divino, lazo de unión entre el Padre
y el Hijo, que brotas de la Esencia infinita, ¡A ti,
que viviste siempre en Jesús y en María, te ruego
que me comuniques vida divina cuando mi alma
reciba en la Hostia tu sacrosanto Amor!
Sé que, complacido en tu obra de la Encarnación
del Verbo divino, que tanto te agradó, quisiste
hacer una como reproducción de Ella en cada
alma, por medio de la Eucaristía.
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Hazme puro, ¡oh Santo Espíritu! Para que sea
menos indigno de recibir tu Don Celestial.
Quiero unirme con Dios, recibiéndole en
Comunión y tener contigo, Santo Espíritu, un
mismo latido amoroso para amar al Verbo divino
hecho carne, para tener derecho de poner en su
Corazón junto al mío.
PARA DESPUES DE LA COMUNIÓN
¡Gracias te doy con alma y vida, Espíritu Amante
y Consolador, por haberme dado por María a
Jesús, a Quien acabo de recibir! ¡Feliz de mí con
tan hermoso don!
¡Oh, Sí, Espíritu purísimo! ¡Tú te infundiste en el
alma de Jesús con la absoluta plenitud de tus
dones, que sólo por la unión hipostática pudo
abarcar un alma creada!
Pues bien, ¡oh Jesús de mi corazón! ¡Oh
Corazón de mi Jesús! envía por favor un nuevo
Pentecostés; que el mundo se hunde, porque le
falta la luz del Espíritu Santo, su influjo, su calor,
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su vida. ¡Que las almas le invoquen, Señor; que
amen y atraigan el rocío del cielo con El!
FORMULAS BREVES PARA ORAR POR LOS
SACERDOTES
Señor, transforma en ti a todos los sacerdotes.
Que el Espíritu Santo los posea. Y que por ellos
se renueve la faz de la tierra.
Divino corazón de Jesús, Corazón lleno de celo
por la gloria de tu Padre, te rogamos por todos
los sacerdotes. Derrama en ellos la efusión de tu
Espíritu y cólmalos de fe, de celo y de amor. Así
sea.
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CONSAGRACION PARTICULAR PARA
REPETIRLA FRECUENTEMENTE
(C. Cabrera de Armida)
Recibe, ¡oh Santo Espíritu de amor!, la
consagración perfecta y absoluta de todo mi ser,
que te hago en este día, para que te dignes ser
en adelante, en cada uno de los instantes de mi
vida y en cada una de mis acciones, mi director,
mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi
corazón.
Me abandono sin reservas a tus divinas
operaciones, y quiero ser siempre dócil a tus
inspiraciones santificadoras.
¡Oh Santo Espíritu! Dígnate formarme con María
y en María, según el modelo de Jesús.
Gloria al Padre Creador, Gloria al Hijo de
Redentor, Gloria al Espíritu Santo santificador.
Amén.
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CONSAGRACION AL ESPIRITU SANTO
(C. Cabrera de Armida)
¡Ni un instante más, Espíritu Santo amadísimo,
quiero que pase sin hacerte una formal
consagración de mi cuerpo y de mi alma por
manos de la Inmaculada Virgen María; de mis
sentidos y potencias; de mi corazón y de mi vida;
de mis afectos, sentimientos, oraciones y
sacrificios; de mi familia, de mis seres queridos y
de todo cuanto me rodea!
Quiero de una manera especial pertenecerte
para siempre, en todos los momentos de mi vida;
que cada latido de mi corazón te repita que te
amo, con el Padre y con el Hijo; que te adoro y
que quiero extender tu gloria y atraer millones de
almas para que se consagren en ti.
Yo sé que eres el beso de la boca de Dios; río de
alegría, lazo de vida, corriente de amor,
consumación de la vida divina. ¡Dame, pues, esa
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vida interior, que tanto anhelo, un rayo de tu luz,
una chispa de tu lumbre, un destello de tu infinito
amor, que me haga arder entre tus celestiales
llamas!
¡Oh divino Consolador, que fuiste enviado desde
el cielo sobre los Apóstoles, presididos por María,
e hiciste fecundas sus lenguas para dar gloria a
Dios! ¡Ven a mí y a todos los que me rodean,
que también vivo con María y me glorío de
pertenecerle! ¡Ven, que eres mi esperanza! A ti
recurro confiado, y anhelo humildemente tu
compasión, tu clemencia, y tu socorro para
trabajar por la Iglesia, mi Madre, sacrificándome
hasta la última pulsación de mi vida a favor de las
almas. Amén.
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ORACION FINAL
Padre de Misericordia y de Bondad, que nos has
enviado al Espíritu Santo para que desde el
fondo de nuestros corazones eleve nuestra
plegaria filial hacia ti.
Escúchanos, Padre,
intensifica en nosotros la devoción al Espíritu
Santo, que seamos dóciles a sus divinas
inspiraciones y maleables a su prodigiosa acción.
Te lo pedimos por el amor que le tienes a tu
Cristo, el Ungido, que contigo vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
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Todos los días en la mañana y al acostarte;
pedirle a nuestro Padre Dios, que te envíe su
Espíritu a tu corazón, a tu mente, a tu cuerpo y a
tu alma y que no se separe de ti, las veinticuatro
horas del día.
Después del Padre Nuestro que es la oración
que Jesús nos enseñó, hacer la petición al Padre
para que nos envíe su Espíritu y nos ilumine.
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El P. Rafael López, Misionero del Espíritu Santo,
Nació en Morelia, Mich. El 13 de Octubre de
1931.
Los Superiores lo han dedicado al Ministerio de
la Docencia, que ha impartido en varias
Universidades: Roma, Suiza, España, Lima,
México, Bogotá. Posee cinco Doctorados, cuatro
Maestrías y seis Licenciaturas.
Es autor de más de 60 libros y más de 40 folletos,
así como de numerosos artículos. Ha ejercido el
Ministerio Sacerdotal durante 53 años.
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