Download Prueba de esfuerzo
Document related concepts
Transcript
Prueba de esfuerzo La prueba de esfuerzo cardiaca sirve para controlar los efectos del ejercicio físico sobre el corazón, ofreciendo resultados que indican si el corazón está sano o no en función de la actividad que se registra cuando el organismo demanda más oxígeno mientras se camina sobre una cinta para correr o se pedalea en una bicicleta estática. Motivos para realizar la prueba Se puede necesitar la realización de la prueba cardiaca de esfuerzo con el fin de: - Observar si las arterias están bloqueadas. - Encontrar la causa de dolores en el pecho. - Analizar el funcionamiento del corazón después de una operación. - Ver cuál es el límite del ejercicio físico que se puede realizar. - Controlar la eficacia de los fármacos administrados para controlar el dolor torácico y las arritmias. Preparación para la prueba Antes de acudir a realizar la prueba de esfuerzo, debes tener en cuenta estas premisas: - No consumas alimentos, ni fumes, ni tomes cafeína ni bebidas alcohólicas tres horas antes del examen. - Continúa con los tratamientos farmacológicos que estés tomando a no ser que el médico te indique lo contrario (como es el caso de la nitroglicerina o la viagra, que puede causar un descenso considerable en la presión sanguínea). - Utiliza calzado cómodo y ropa suelta o chandal para realizar el ejercicio. ¿Cómo realizar la prueba? Cuando acudas a realizar una prueba de esfuerzo, el médico te pedirá que camines sobre una cinta o pedalees sobre una bicicleta estática, empleando el electrocardiograma para registrar la actividad cardiaca y medir la presión sanguínea ante el incremento de la actividad. Para realizar la prueba de esfuerzo, te colocarán electrodos (parches conductores) en el tórax, los brazos y las piernas para registrar tu actividad cardiaca. De forma paralela, el sanitario inflará a intervalos de pocos minutos el brazalete de presión sanguínea que te colocan en el brazo para medir la presión sanguínea durante y después de realizar el ejercicio. La prueba se continúa hasta que se alcance la meta de la frecuencia cardiaca predeterminada establecida, a menos que se presenten complicaciones como dolores en el tórax, palpitaciones, mareos, insuficiencia respiratoria o elevación excesiva de la presión sanguínea. La monitorización del esfuerzo continúa de diez a quince minutos tras finalizar la prueba hasta que el ritmo cardiaco vuelve a sus niveles iniciales. Se trata de una prueba segura que, a pesar de que puede provocar dolor torácico o desmayo, no suele provocar desfallecimientos a no ser que tu corazón esté delicado, lo cual ya se sabe antes realizar la prueba, por lo que el personal sanitario encargado de controlarte estará preparado para actuar en el caso de que se produzca algún tipo de complicación. Si te cansas o tienes dificultades para seguir el ritmo que te marcan los médicos, debes decírselo para que, o bien reduzcan la intensidad de la prueba, o la suspendan. Resultados Normalmente, la frecuencia cardiaca aumenta en proporción al ritmo de trabajo y alcanza los niveles apropiados de resistencia para la edad y el nivel de preparación física, aunque pueden darse resultados anormales que muestren arritmias durante el ejercicio, estrés en el corazón provocado por el ejercicio, bloqueo de las arterias o carencias en la condición aeróbica.