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“Tendré gran devoción a la Virgen”
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“TENDRÉ SIEMPRE
UNA GRAN DEVOCIÓN
A LA VIRGEN”
Alabanza a María con el V. H. Policarpo.
INTRODUCCIÓN
Señor, danos tu Espíritu Santo
-- Y con María, tu sierva, cantaremos tu alabanza.
Sí, de todo corazón, te cantaremos un cántico nuevo.
-- Con María, nuestra educadora, te ensalzaremos por toda la tierra.
Haznos conocer tu voluntad.
-- Y como María, nuestra Madre, obraremos según tu palabra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
-- Al Dios que es, que era y que viene, por los siglos de los siglos. Amén.
MONICIÓN DE ENTRADA
Desde 1833, con ocasión del retiro anual, el V. H. Policarpo había hecho el siguiente
propósito: “Tendré siempre una gran devoción a la Santísima Virgen”. (1) Sus biógrafos
añaden que, para alimentar esta piedad, le gustaba contemplar a María en los misterios
donde aparecía con su divino Hijo. Siguiendo el ejemplo de nuestro “Segundo
Fundador”, y acompañados por la Virgen María, os proponemos tres breves
contemplaciones.
CON MARÍA JUNTO A LA CUNA DE JESÚS
HIMNO: María del sol radiante
R/: Salve, estrella del mar, puerta del cielo abierta,
ruega a tu Hijo por nosotros.
“Tendré gran devoción a la Virgen”
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1. María de noche oscura, María de sol radiante,
que entregas al Padre Dios, el Hijo por él engendrado.
R/
2. María de nuestros gozos, María de nuestras penas,
que meces a tu Señor, en la cuna de tus brazos.
R/
Monición
Como el H. Policarpo, dejemos que nuestro corazón “se abrase de amor a la vista del
Niño Dios, pobre, anonadado en el pesebre de Belén y, en presencia de María,
compartamos sus sufrimientos y humillaciones”. (2)
DEL EVANGELIO DE JESÚS SEGÚN SAN LUCAS: 2, 4-7 (3)
José salió de la ciudad de Nazaret (Galilea) para ir a la ciudad de Belén (Judea), donde
había nacido el rey David, pues él era descendiente de David. Fue allí para censarse con
María, su prometida. Ella esperaba un hijo, y mientras estaban en Belén, le llegó la hora
del parto. Dio a luz un niño, su primogénito. Le envolvió en pañales y le acostó en un
pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada donde se alojaban los viajeros.
CONTEMPLACIÓN
(Primera parte, un solista. Contesta la asamblea con la segunda parte del avemaría)
1) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
nacido en un establo de Belén para que se cumpliesen las profecías. (Lc 2,4)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
2) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo, envuelto en pañales. (Lc 2,7)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
3) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
recostado en un pesebre. (Lc 2,7)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
4.) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
“Tendré gran devoción a la Virgen”
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por quien los ángeles cantan: "Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres
de buena voluntad". (Lc 2,14)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
5.) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
a quien encontraron los pastores contigo y con José. (Lc 2,16)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Un solista) Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
(Todos)
al Dios que es, que era y que viene, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN CON EL V. H. POLICARPO
“Me ofrezco a ti, Virgen santa, para llevar al divino Niño: deposítalo en mis brazos, a fin
de que tome parte también yo en tu solicitud y en tus alegrías maternales. Alcánzame la
gracia de conservarle siempre presente en mi corazón como germen de amor. Me
conseguirás, además, que este germen de amor se convierta en un gran árbol cuyos
frutos sean para la eternidad”. Amén. (2)
CON MARÍA AL PIE DE LA CRUZ
HIMNO: Quién hubiera dicho
R/: Estabas Madre dolorosa, junto a Jesús.
Tu corazón de madre siempre está ahí,
junto a una cruz.
1.
¿Quién hubiera dicho que tu pequeño
sería vendido por un amigo?
¿Quién hubiera dicho que un olivo
sería el único en velar con él?
¿Quién hubiera dicho, María, que tu niño
sería juzgado como un bandido?
¿Quién hubiera dicho, María, que “gente bien”
se lavaría las manos?
R/
2.
¿Quién hubiera dicho que a tu muchacho
“Tendré gran devoción a la Virgen”
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dejarían desfigurado?
¿Quién hubiera dicho que con fiereza
flagelarían su espalda?
¿Quién hubiera dicho, María, que a tu Jesús
expondrían desnudo y ensangrentado?
¿Quién hubiera dicho, María, que unos soldados
le clavarían en cruz?
R/
MONICIÓN
“La compasión y los dolores de la Madre de Jesús eran también tema frecuente de
meditación del H. Policarpo. Su alma sacaba de ahí abundantes luces y fuerza de
voluntad en las pruebas”. (2)
DEL EVANGELIO DE JESÚS SEGÚN SAN JUAN: 19, 17-18a.25-27 (3)
Jesús salió de la ciudad, cargando él mismo con su cruz, para ir a un sitio llamado "lugar
de la calavera" (que en hebreo se dice "Gólgota"). Allí, los soldados clavaron a Jesús en
la cruz. Junto a la cruz de Jesús estaban: su madre; la hermana de su madre, María, que
era mujer de Cleofás; y otra María, que era de la ciudad de Magdala. Jesús vio a su
madre y, junto a ella, al discípulo que él tanto quería. Jesús dijo a su madre: "Mujer, ahí
tienes a tu hijo". Después dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquel
momento el discípulo la acogió en su casa.
CONTEMPLACIÓN
(Primera parte, un solista. Contesta la asamblea con la segunda parte del avemaría)
1) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
crucificado entre dos bandidos en el lugar llamado Gólgota. (Mt 27,33)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
2 ) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
que suplica al Padre: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
3) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
que te dice: "Mujer, he ahí a tu hijo"; y a Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre".
(Lc 23,34)
(Jn 19,26)
“Tendré gran devoción a la Virgen”
(Todos)
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Santa María, Madre de Dios...
4) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
que da un fuerte grito diciendo: "Padre, en tus manos entrego mi espíritu".
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Lc 23,46)
5) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
a quien un soldado atraviesa el costado con una lanza. (Jn 19,34)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Un solista) Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
(Todos)
al Dios que es, que era y que viene, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN EN SILENCIO
ORACIÓN CON EL V. H. POLICARPO
"¡Oh, quién me diera tener un corazón semejante al de mi Jesús!, ¡estar totalmente
abrasado en las llamas que le consumen!... Enséñame, ¡oh divino Maestro!, a disfrutar,
como tu santa Madre, del gozo de padecer contigo y por ti. Que a tu ejemplo, viva yo
únicamente para cumplir la adorable voluntad del Padre... Que todas mis ansias, que
todo mi consuelo, que toda mi gloria, consistan en amar a Dios, mantenerme siempre
unido a Dios, trabajar y sufrir para agradarle en todo". Amén. (4)
CON MARÍA EN EL GOZO DE LA RESURRECCIÓN
HIMNO: Regina caeli (Cantado en Gregoriano)
Regina caeli, laetare, Alleluia!
Quia quem meruisti portare, Alleluia!
Resurrexit sicut dixit, Alleluia!
Ora pro nobis Deum, Alleluia!
También se puede cantar en castellano con la misma melodía:
Reina del cielo, exulta, ¡aleluya!
Aquel que recibiste en tu seno, ¡aleluya!
“Tendré gran devoción a la Virgen”
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resucita, como dijo. ¡aleluya!
Ruega Dios por nosotros, ¡aleluya!
MONICIÓN
“Después de haber admirado la sumisión y la invencible fidelidad de la Reina de los
mártires, de pie junto a la cruz, con el corazón traspasado por la espada profetizada por
Simeón, al H. Policarpo le gustaba asociarse al júbilo con que el alma de María fue
inundada el día de la Resurrección”. (2)
DEL EVANGELIO DE JESÚS SEGÚN SAN MATEO: 27, 62.66; 28,1-2.5-7a. (3)
Al día siguiente de ser puesto en el sepulcro, los jefes de los sacerdotes pidieron
soldados a Pilato, aseguraron el cierre de la tumba sellando la piedra y pusieron de
guardia a los soldados. Pasado el sábado, el domingo al amanecer, María de Magdala y
la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto, hubo un fuerte temblor de tierra, bajó
del cielo un ángel del Señor, hizo rodar la piedra hacia un lado y se sentó encima. El
ángel tomó la palabra y dijo a las mujeres: “Vosotras no tengáis miedo. Yo sé que
buscáis a Jesús, el que clavaron en la cruz; ya no está aquí, ha vuelto a la vida, tal como
lo había dicho. Venid, ved el sitio donde yacía. Id deprisa a decir a sus discípulos: 'Ha
resucitado, ha vuelto de la muerte a la vida”.
CONTEMPLACIÓN
(Primera parte, un solista. Contesta la asamblea con la segunda parte del avemaría)
1) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
cuya resurrección es anunciada por un fuerte temblor de tierra y por un ángel que hace
rodar la piedra. (Mt 28,2)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
2) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
cuya resurrección llena de terror a los soldados. (Mt 28,4)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
3) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
al que no hay que buscar entre los muertos porque está vivo.
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Lc 24,5)
“Tendré gran devoción a la Virgen”
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4) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
que se aparece a sus discípulos y les dice: "La paz sea con vosotros".
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Lc 24,36)
5) Alégrate María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre las mujeres y bendito es Jesús, tu hijo,
que les muestra su costado abierto. (Lc 24,40)
(Todos)
Santa María, Madre de Dios...
(Un solista) Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo,
(Todos)
al Dios que es, que era y que viene, por los siglos de los siglos. Amén.
CONTEMPLACIÓN EN SILENCIO
Como el H. Policarpo, contemplemos a María cuando se le aparece el Resucitado:
“¡Quién me diera gustar las delicias inefables que inundaron el corazón de mi divina
Madre en la primera aparición de su Jesús resucitado!” (2)
ORACIÓN CON EL V H. POLICARPO
Permíteme, ¡oh María!, que te felicite y te repita con la Santa Iglesia: "Gaude et Lætare,
alégrate, Virgo María, Alleluia! Sí, estremécete de gozo, Virgen María, ¡Aleluya!
Séame permitido mezclar mis cantos con los de la corte celestial y celebrar con el
corazón inundado de gozo la resurrección de Jesucristo, y tu felicidad, ¡oh Madre!, que
también es mía. Amén. (2)
CONCLUSIÓN
Que descienda sobre nosotros la bendición del Padre, † del Hijo y del Espíritu Santo.
-- Amén.
Que este anhelo del V. H. Policarpo sea también el nuestro: “Mis queridos hermanos,
imitemos a esta Madre admirable, y pronto, llenos del amor divino, ya no tendremos
apego a la tierra. Seremos de esas almas privilegiadas sobre las que el cielo parece haber
imprimido de antemano como un reflejo de sus claridades”. (5)
Bendigamos al Señor.
-- Demos gracias a Dios.
“Tendré gran devoción a la Virgen”
__________
1. Positio, p. 372.
2. Positio, p. 443.
3. Traducción libre a lenguaje sencillo.
4. Positio, p. 379-380.
5. Positio, p. 446.
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