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Sí, es posible
Cuando tenemos que tomar una decisión
arriesgada, normalmente nos preguntamos:
“¿Seré capaz? ¿Me será posible?”. Y surge
la duda.
Hay decisiones que son tan personales, que
sólo el que se lanza a tomarlas tiene que
asumir toda la responsabilidad del riesgo.
En el momento de decir sí, a veces nos
bloquea la tentación y perdemos valentía.
La tentación nos deja en punto muerto de
espera y nos justificamos diciendo:
“Mañana me arriesgaré...” Y como decía
J.M. Pemán: “Para lo mismo responder
mañana”.
Para ti, si estás en punto muerto esperando
el momento de valor para decidirte, van
dirigidas estas sencillas líneas.
Alguien dijo “Sí”, se arriesgó y hoy es luz.
Grupo Juvenil
Sor Ángela de la Cruz
Ronda
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Sí, es posible
El amor mueve nuestro corazón, nuestros pies,
nuestras manos, nuestros pensamientos. El
amor construye ideales que hacen posible un
futuro de esperanza. El amor es el motor que
mueve a los hombres grandes que tienen la
valentía y el coraje de construir un mundo
mejor.
Cuando se dice “Sí” con el corazón,
cambiamos la vida.
¡Muchos... están
esperando tu corazón
para vivir!
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Encuesta contestada por una de las jóvenes
que conocieron a Madre Mª de la Purísima.
- ¿Conoces alguna persona a la que se le
pueda llamar “una mujer grande”?
- Sor Ángela de la Cruz.
- El camino que trazó ella, ¿es alcanzable
para nosotras?
- No lo sabemos.
- ¿Sabes de alguien que haya pisado sobre las
huellas que dejó marcadas Sor Ángela para
vivir el Evangelio de Jesús de Nazaret?
- Madre Mª de la Purísima.
- ¿Con qué se identifica el amor de Sor
Ángela?
- Con la Cruz.
- ¿Puede decir que ama, el que no tiene
actividades que repercutan en los más
necesitados?
- No.
- Para amar con el corazón de Sor Ángela,
¿qué es necesario además de tener fe en
Jesús?
- Conocerle.
-¿Qué le motivó a Madre Mª de la Purísima a
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amar con el corazón de Sor Ángela?
- Compadecerse de los más pobres.
- Madre Mª de la Purísima era muy delicada y
tenía un corazón muy sensible. ¿Sería ese el
motivo de su preferencia por los pobres?
- El motivo de optar por los pobres era que
Jesús estaba en ellos.
- ¿Recuerdas alguna frase del Evangelio que
diga que Él, está en los pobres?
- “Tuve hambre y me diste de comer
(Mt 25, 34-36);
“Pablo, ¿a mi me persigues...? (Hch. 9, 4)
- Para dar de comer, para caminar y buscar a los
que están sufriendo necesitamos:
1º. Un corazón de madre. Como el de Sor
Ángela: para amar a todos.
2º Unos ojos de fe. Que descubran a Jesús
en cualquiera de los más débiles que
estén sufriendo.
3º Unos pies de mensajero. Que caminen
con agilidad superando las dificultades del
camino para llegar a ellos.
4º Unas manos de hermano. Para levantar,
apoyar y ayudar al que no tiene fuerzas para
seguir.
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La cruz que identifica el amor de Sor
Ángela son: los más pobres, los que tienen
más necesidad, los que más sufren.
Madre Mª de la Purísima amó con el amor
de Sor Ángela, pisó en sus mismas huellas y
caminando sobre ellas, buscó, y encontró a
los que la esperaban.
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Con las mismas manos de Sor Ángela los
acarició, los apoyó y fortaleció en sus
debilidades. Les devolvió la sonrisa, la alegría
y la esperanza que necesitaban, y comenzaron
a vivir de nuevo.
Sor Ángela es del siglo pasado. Han
transcurrido muchos años, muchas
generaciones. Y podemos caer en la pasiva
indiferencia de decir: “No es posible vivir
como en el siglo pasado”. Mi abuela guisaba
con carbón y eso ya casi ni existe, daba mucha
suciedad, desprendía humo, dejaba mal olor.
La técnica lo ha superado: tenemos gas y
microondas eléctricos. Limpios, prácticos,
cómodos, rápidos.
En su tiempo no tenían luz eléctrica, utilizaban
candiles. No existían los móviles y los fijos
sólo los tenían los más favorecidos
económicamente. Los coches se podían contar
con los dedos de la mano.
¿Por qué estancarnos en los tiempos de Sor
Ángela? ¿Por qué no potenciar lo moderno, lo
práctico, lo más efectivo?
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Cocina que se usaba
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en tiempos de
Sor Ángela de la Cruz
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Vamos a pasar un rato con Madre Mª de la
Purísima que es de nuestro tiempo,
contemporánea. Muchas de nostras la hemos
conocido. Ella sabía bastante del valor del
tiempo, de avances tecnológicos, de nuestros
problemas juveniles, de nuestros gustos, de
nuestras carencias, de nuestras modas, de
nuestros aturdimientos...
Preguntémosle cómo se puede vivir hoy,
después de un siglo, con el aire de Sor
Ángela. Porque ella supo vivirlo tan bien, tan
requetebién, que ha sido premiada con el
título de “Venerable”.
Reflexionemos:
En primer plano nos encontramos con
distintas generaciones, distintas culturas,
distintos niveles sociales, distintos ambientes
de expansión y recreo.
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Si hacemos un paralelo con Sor Ángela y
Madre Mª de la Purísima, además de las
diferencias de siglo se dan estas realidades:
Vivieron con culturas distintas. La primera
nació en Andalucía, hija de padres
trabajadores.No pudo tener estudios
superiores.
La segunda, era castellana, hija de padres
acaudalados. Adquirió una refinadísima
formación en Colegios especializados.
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Casa donde nació
Madre Mª de la Purísima
Patio de la casita donde nació Sor Ángela.
Hija de padres trabajadores.
Aquí se educó en una
7 pobreza limpia.
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Casa señorial
donde nació
Madre Mª
de la Purísima
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Estas bases, desde la niñez, sin querer,
marcan la personalidad. Una, con
experiencias de pobreza y carencias
materiales sin opción a caprichos y muchas
privaciones. La otra, con sanas diversiones y
expansiones en fincas de recreo con alta clase
social que, sin preocupaciones, se divierten.
Amistades y referencias van creando
experiencias de vida diferentes.
Externamente divergentes. Interiormente en
punto de convergencia, por las exigencias del
Evangelio.
¿Qué le mueve a Madre Mª de la Purísima
para decidirse a vivir con el corazón de Sor
Ángela, a caminar pisando sus huellas, a
mirar el horizonte de la pobreza con ojos de
fe y a sostener con sus manos a los más
débiles?
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Hay diferencias que marcan
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Y en el corazón de Dios todos estamos
marcados con su amor. “No me habéis
elegido vosotros a mí. Yo os he elegido a
vosotros” ( Jn. 15, 16 )
Y esto sucedió con Madre Mª de la Purísima.
Dios, en un tiempo (Dios no tiene tiempo,
desde siempre...) llamó a Sor Ángela, no por
su condición social, ni por su cultura. Dios la
llamó porque quiso. La llamó porque la
amaba. Porque la pensó para una misión
concreta antes de crearla: “Ser Fundadora de
las Hermanas de la Cruz”.
Y para ello necesitaba ser amasada con la
pobreza de los más pobres para que
experimentara en su propia carne lo que es:
Necesitar y no tener.
Mirar las cosas con fe.
Esperar en la providencia.
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- Necesitar hasta lo necesario: Y pedir el pan
nuestro de cada día. (Lc. 11. 1-2
- Apoyarse siempre en la fe: Si tuvierais fe
como un grano de mostaza. (Mt. 17, 20)
- Esperar en la providencia: Los lirios del
campo ni tejen ni hilan. (Mt. 6, 9-12)
Pero en el pensamiento de Dios, también
estaba Madre Mª de la Purísima.
Y la pensó y la creó, y “la miró” con el mismo
amor con que a Sor Ángela para que siguiera
sus huellas.
Y la llamó también porque quiso.
Los anteojos de Dios
son el amor
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No podemos olvidar que la iniciativa de la
llamada parte de Dios, pero que la condición
para realizar sus pensamientos sobre nosotras
depende de nuestra repuesta, dada con
libertad.
Madre Mª de la Purísima dijo sí. No para
guisar con carbón, como en tiempos de Sor
Ángela, porque eso es accidental, sino para
vivir lo fundamental, que es llegar como llegó
Sor Ángela al corazón de los pobres y
liberarlos para Dios. “Hacerse pobre con los
pobres para llevarlos a Cristo”. (E.I. Pág. 41b; 42-a) Y para llevarlos a Cristo, primero es
necesario compartir su pobreza material,
experimentar sus carencias y preocuparse de
remediar sus necesidades.
Si le preguntáramos a Madre Mª de la
Purísima cómo le fue posible vivir en el
ambiente y en el espíritu de Sor Ángela, con
su bondad y dulzura nos diría: “Porque Dios
me ayudó con su gracia. Y yo también quise
corresponderle siendo fiel a su llamada, a
pesar de mis debilidades.
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Hacerse pobre con
los pobres para
llevarlos a Cristo
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Siempre es importante confiar en Dios pero
aún más, a la hora de elegir la vocación. Que
en realidad la vocación no se elige, es Él
quien nos llama. Yo no tuve problema. Como
me fiaba tanto de Dios, me puse en sus
manos y me arriesgué.
La vida de Hermana de la Cruz en principio
se puede mirar hacia afuera (por lo que tiene
de social) pero tienes que terminar
viviéndola desde dentro. Lo importante es
permanecer con firmeza valorando las cosas
a la luz de Dios. (Nos puede desorientar la
eficacia que se busca con los criterios del
mundo).
Sor Ángela nos decía que las Hermanas de la
Cruz tenemos que ser como ángeles de este
mundo que llevan el consuelo a todas partes.
(Escritos Íntimos Pág. 46).
Yo me arriesgué confiada en el Señor, pero
también fascinada por la figura de Sor
Ángela de la Cruz. El espíritu de Sor Ángela
está en ver a Dios en los que sufren y ser
criadita de los más pobres.
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Pobres en el amplio sentido de la palabra
“carencia”. Ya nos dijo Cristo que los
pobres siempre estarían con nosotros.
“Pobres, en todo tiempo los tendréis
con vosotros!, ( Mt. 26,11)
Nunca faltarán enfermos, perseguidos,
marginados, hambrientos... que nos griten
que necesitan nuestra ayuda.
Y esta es la mirada que tiene hacia afuera
Sor Ángela, de hacerse pobre con ellos, de
compartir su hambre, su cansancio, su
enfermedad. Y es aquí donde se pueden
apreciar los cambios culturales y
tecnológicos a los que Sor Ángela se ha ido
adaptando, aunque externamente no lo
parezca. Ese adaptarse a los cambios
accidentales, es necesario para abrir la
puerta y poder llegar a la pobreza interior.
Y eso es lo que intenta Sor Ángela: llegar a
la pobreza de dentro, que es la pobreza del
corazón, la pobreza del alma. Y llegar por
la contemplación de Cristo crucificado.
“Contemplar a Cristo y proyectarlo en los
hermanos que sufren”.
“Ahí está lo que le da sentido al Carisma”.
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Esta es la actualidad de Sor Ángela, aquí está
la novedad de las Hermanas de la Cruz y la
fuerza de Madre Mª de la Purísima: En amar
con corazón de Madre a todos los huérfanos
que tienen necesidad de ella. En buscar
incansable a todos los tristes que han perdido
la ilusión de vivir y no quieren mirar el
horizonte del futuro porque para ellos ya nada
tiene sentido en la vida. En acariciar a todos
los débiles que por falta de salud no pueden
relacionarse con su entorno. Y estos pobres
estarán siempre con nosotros. Ni a la tristeza,
ni a la soledad ni a las lágrimas la cambiarán la
cultura ni las tecnologías ni el correr del
tiempo.
La terapia para estas pobrezas está en el amor.
Por eso Madre Mª de la Purísima pudo encajar
su vida en el molde de Sor Ángela, viviendo
con su mismo corazón, caminando en silencio
con las mismas alpargatas. Porque el misterio
de la vida de Sor Ángela, es que ella se había
encajado en el corazón de Cristo. El corazón
de Cristo, que tiene forma de cruz. “Tanto nos
amó que entregó su vida por nosotros”.
(Jn. 3,16)
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dad
imas
Lágr
Sole
Ni la soledad
del alma.
d
Ni la tristeza
ilida
del espíritu.
Deb
Ni las lágrimas del corazón.
Ni la debilidad de los más
indefensos, la cambiarán
la tecnología moderna.
La terapia está en
el AMOR.
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eza
Trist
No hay mayor amor que el que da su vida por
otro. Y eso es lo que hizo Sor Ángela, y eso es
lo que vivió Madre Mª de la Purísima. Y eso es
lo que tienen que hacer todas las Hermanas de
la Cruz. ¿Decir Imposible?
Si Madre Mª de la Purísima dijo sí, y pudo. Es
posible que tú y yo podamos ser también hoy
Hermanas de la Cruz. Hay muchos que gritan
pidiendo una limosna de amor, de consuelo.
¡Qué hermosa es la misión de los ángeles!
“Hacer el bien a todos”.
Sor Ángela era una enamorada de Dios.
“Levantaría un altar a su voluntad”. (E.I. Pág.
622) Lo ama tanto que para demostrárselo se
hace criadita de los más pobres. “Ellos serán
mis señores”.
“Si no amas a tu hermano a quien ves, no
puedes amar a Dios a quien no ves”.
Madre Mª de la Purísima centra toda su vida
en Él. “Que el centro de nuestra vida sea
Dios”. Y se siente tan segura del amor que
Dios le tiene que repite incansable: “La fe es
la que nos hace vivir convencidas del amor
que Dios nos tiene”.
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Desde el corazón Sor Ángela ama con todo su
ser a Dios y se derrama en los más pobres,
porque Dios también los ama y está en ellos.
Madre Mª de la Purísima se siente amada por
Dios y se derrama en los más pobres porque
son los más queridos de Dios.
Convergencia de amor. Punto de partida.
¿Qué son las Hermanas de la Cruz? Ángeles
en la tierra que saben descubrir a Dios en los
hombres y llevan a los hombres hacia Dios.
De aquí la frase: “Hacerse pobre con los
pobres para llevarlos a Cristo”. (E.I Pág 41b; 42-a).
No importa la cultura, no importan los
tiempos. Lo que importa es mirar las cosas
desde Dios y responder a una llamada.
“Sí, es posible”.
Dios pensó en Sor Ángela para los pobres y le
hizo experimentar en su vida las
consecuencias de la pobreza (Él, también la
escogió, naciendo en un Portal, trabajando de
carpintero y muriendo en una Cruz.
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Durante su vida repetirá que: Sólo los pobres
serán felices, y que lo que hagamos con ellos
lo hacemos con Él. “Lo que hagáis con uno
de estos, conmigo lo hacéis”. Que la pobreza
que no lleve el desprendimiento del corazón
no será evangélica... “Bienaventurados los
pobres de espíritu”. Mt. 5, 5
Dios eligió a Madre Mª de la Purísima para
Sor Ángela, por eso puso en ella, un corazón
de pobre. Únicamente desde la pobreza se
puede gozar de la riqueza del amor de Dios.
La Virgen lo expresa en el Magníficat:
“Porque miró la humillación, la pequeñez, la
pobreza de su sierva...”
Sor Ángela, por su experiencia personal sabía
de cansancios y sobrecarga de trabajo. Por eso
exclamaba: “Cansarme para que ellos
descansen, tener comida pobre para que a
ellos no le falte …”.
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Madre Mª de la Purísima se actuará llegando al
refectorio (comedor), con espíritu de mendiga.
Nunca se quejó de nada. Nadie sabrá lo qué le
gusta más o le gusta menos. Siempre daba
gracias a Dios por lo que le servían, pensando
que muchos pobres no tienen que comer y ella
puede satisfacer la necesidad.
Con la ropa era en ella habitual escoger lo más
gastadito y usado. Aprovechaba los avíos de
limpieza hasta el final. Sus alpargatas las tenía
muy remendadas y cosidas... Y su corazón
como, el de Sor Ángela, “expropiado para
utilidad publica”, E.I. Págs 69-b y 65-b para
derrocharse en amor y servicio de todo el que
la necesitara.
¿Que tendrá la pobreza evangélica que con
tanta fuerza captura los corazones?
¿Qué tendrá la pobreza evangélica que Dios la
eligió como programa de vida?
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Todos los Institutos de vida Consagrada, en
sus distintos carismas, viven la pobreza
evangélica.
Pero, Sor Ángela de la Cruz recibió el
carisma de vivir en “suma pobreza”. Es
decir: vivir con la pobreza de los pobres
reales de su entorno para acompañarlos con
sus mismas carencias, y junto a ellos, llegar a
la pobreza evangélica, que es la que nos hace
libres desde el corazón, para gozar de la
riqueza de Dios.
Ahora nos podemos preguntar:
¿Por qué Madre Mª de la Purísima quería
vivir la pobreza en el aire de Sor Ángela, a lo
sumo?
¿Por qué de la mano de su madre llamó a las
puertas del Noviciado de las Hermanas de la
Cruz, pidiendo ser admitida para vivir como
una pobre más de las seguidoras de Sor
Ángela?
- Porque había experimentado que:
Muchos son los que hablan de pobreza. (Eso
es muy fácil)
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Pocos los que viven la pobreza voluntaria.
(Eso es ya más difícil).
Menos los que se arriesgan dejándolo todo por
acompañar a los pobres cada día,
compartiendo su vida y sus problemas para ser
testigos del Evangelio de Jesús.
La vida de Madre Mª de la Purísima es hoy un
reclamo para las jóvenes que sientan en su
interior el deseo de vaciar su corazón, de tanta
bagatela que sólo da inseguridades, y
capacitarse en el amor desinteresado y
cristiano para servir a los más necesitados, a
los que todavía les quedan alguna esperanza de
que alguien llegue a su lado para poner
remedio a sus problemas.
El camino más corto lo encontrarán: pisando
sobre las huellas que dejó Sor Ángela.
Por ellas caminó Madre Mª de la Purísima. Y
hoy desde lo alto nos estimula a ser valientes, a
lanzarnos al riesgo de vivir en lucha abierta
con los criterios del mundo. En esta batalla no
estamos solos. Nuestra fuerza es el Señor. El
nos acompaña siempre.
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Y como Sor Ángela decía:
[Mundo te he vencido. Con mi pobreza, he
derrotado tu ambición de poseer riquezas.
Con mi vida sacrificada, tu sensualidad y la
obstinación de buscar placeres.
Y con mis servicios desinteresados a los más
pobres y mi docilidad para ser creadora de
paz, tu ambición de SER. ]
Después de haber saboreado estas
experiencias, serenada el alma y
experimentado el gozo de saber que Él nos
llama porque nos necesita, nos dará la fuerza
para saltar y no temerle al riesgo.
La vida de esta Hija de Sor Ángela de la Cruz,
Madre Mª de la Purísima nos dice:
¡SÍ, ES POSIBLE ser hoy Hermana de la
Cruz!
¡LO IMPORTANTE ES QUE TÚ
QUIERAS Y TE ARRIESGUES!
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