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Novena del armado del Pesebre de Navidad
16 de Diciembre.
DIOS BUSCA UNA
MORADA
He aquí que estoy a la puerta y llamo (Ap 3,20)
Dios desde siempre ha buscado en el corazón del hombre habitar. Pero lo ha querido hacer
considerando su libertad, el libre albedrío del ser humano. Porque Dios no ha deseado
imponerse sobre el hombre. Dios ha venido a proponernos una camino
Este adviento ha sido
de plenitud. ¿DONDE PUEDE HACER DIOS ENTONCES MORADA?
un tiempo propicio
Respuesta: Dios ha hecho morada en medio nuestro para que podamos
para preparar el
encontrarnos con su presencia. Una vez que Dios hace morada entre
nacimiento del Señor
nosotros podemos encaminarnos para llegar a su presencia. ¿Quién
en nuestros corazones
puede estar en su recinto sagrado y santo? El hombre de manos
inocentes, que no jura en falso, que no acepta soborno contra el inocente
(salmo 14) Dios quiere en definitiva plantar su tienda entre nosotros para
regalarnos habitar en su casa por siempre. En este primer día de novena del pesebre de Belén, contemplamos el
humilde establo, la humilde gruta donde el Señor eligió nacer. Sin embargo,
el mejor lugar para ofrecerle es nuestro corazón.
DIA PRIMERO
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Novena del armado del Pesebre de Navidad
Que esta novena que estamos iniciando nos haga
tomar conciencia lo importante que es invitar al Señor
ha hacer morada en medio nuestro. De hecho esto
último lo actualizamos cada vez que pedimos a un
sacerdote o DIACONO bendecir nuestra casa.
Nuestra casa quiere en definitiva ser una morada
dispuesta para que el Señor venga ha habitar entre
nosotros. Todo lo que hagamos para que esto sea
una realidad Dios lo va a considerar como algo
tremendamente positivo. La presencia de Dios en
todo lo que construimos nos regala poder hacer
carne la palabra del propio Jesús: "has edificado tu
casa sobre roca".
Precisamente, porque este
ejercicio no consiste mecánicamente en invocar el
nombre del Señor: no todo el que me dice Señor,
Señor, entrará en el Reino de los cielos... La dinámica
de poner al Señor como roca firme de nuestra casa
es en labios del Señor: escuchar la Palabra,
guardarla en el corazón y hacerla vida.
Con un pesebre vacío
iniciamos la preparación
para la fiesta de Navidad.
Sin embargo sabemos
que donde el Señor quiere
verdaderamente nacer es
en nuestros corazones.
DIA PRIMERO
16 de Diciembre.
Nuestra humilde morada la podemos ofrecer
al Señor. Si preparamos espacio en nuestra
vida para que el Señor llegue a tomar
posesión de ella.
La morada de Dios entre nosotros, finalmente es la máxima
expresión de su presencia viva. Sí, porque Dios viene a
nosotros para "convivir con nosotros" pero de manera
esponsal. Por eso que en definitiva, la morada que Dios
busca se hace don del cielo que viene a nosotros como
nos muestra la imagen apocalíptica de la NUEVA
JERUSALÉN. Pues bien, para que esto cobre realidad,
Dios nos regala un verdadero adviento que prepara el
corazón de toda la humanidad para que los corazones
reciban al Señor como previa necesaria a su presencia que
lo llenará absolutamente todo. Todo de sentido, donde la
muerte ya no tenga ningún corazón donde habitar. Esta es
la propuesta divina, de un Padre amoroso y misericordioso,
que quiere enjugar toda lágrima. Para que la muerte quede
absolutamente desterrada, eliminada
y extinta gracias al amor de Dios
que lo llena todo.
Que el pesebre navideño nos
recuerde entonces que Dios quiere
habitar en medio nuestro para tener
con nosotros un vínculo indisoluble,
al modo de cómo se ha unido Cristo
con su Iglesia. Así nuestra
comunidad cristiana también se
prepara para recibir al Señor. Que
nuestra Iglesia sea casa de acogida
y misericordia del Señor.
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