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Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
Jesús va a llegar…
Él sueña conmigo
Oración de la mañana
Adviento 2011
Tercera semana
Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
Sentido de la semana: “¡Jesús va a llegar! Él sueña conmigo”
Cultivar, a lo largo de la semana, la idea de que lo mejor que nos puede
pasar es vivir con el Señor: Él nos enseña un modo de vivir.
LUNES 12 DE DICIEMBRE
1. Canción: Preparad el camino al Señor
2. Saludamos a Jesús: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
3. Monición:
Empezamos la tercera semana de Adviento. A lo largo de estos días vamos a estar muy
atentos porque la lectura nos va a ir hablando de cómo vivir a la manera de Jesús… En el
Pregón vimos que Dios soñó cosas bonitas para nosotros, pero a veces nos separamos de Él…
Jesús viene para enseñarnos una manera buena y bonita de vivir…: ¡vamos a aprender de Él!
4. Lectura del Evangelio (“Doce amigos especiales” Tu primera Biblia, EDEBÉ):
“¡Os traigo una buena noticia!”, anunciaba Jesús. “Dios me ha enviado para daros
buenas noticias… Buenas noticias para los que son pobres. Buenas noticias para los que
están prisioneros, porque serán liberados. Buenas noticias para los que no pueden ver,
pues pronto sus ojos se abrirán. Ha llegado la hora de que Dios rescate a su pueblo y lo
salve.”
5. Una sugerencia, una pregunta y unos segundos de silencio…
El texto anuncia que Jesús trae buenas noticias… Vamos a dejar unos segundos de silencio
para que cada uno, en el corazón, piense qué buena noticia puedo contar yo hoy a mis
compañeros, a mi familia, a mis profesores… Lo pienso y se lo cuento a Jesús.
6. Oración final:
Amigo Jesús, me gustaría ser “buena noticia” para los demás...
En esta tercera semana de Adviento sé que estás a punto de llegar.
Enséñame, Jesús, a parecerme cada día más a Ti,
a ser buena noticia para los demás
igual que lo eres Tú para mí.
Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
MARTES 13 DE DICIEMBRE
1. Canción: Preparad el camino al Señor
2. Saludamos a Jesús: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
3. Monición:
En la lectura que vamos a escuchar hoy se nos cuenta cómo Jesús es capaz de darnos
tranquilidad y serenidad cuando nos pasa algo… Vamos a prestar mucha atención…
7. Lectura del Evangelio (“Una tormenta muy peligrosa” Tu primera Biblia, EDEBÉ):
El sol calentaba con fuerza y el lago estaba tranquilo, tan tranquilo que Jesús se acostó
en el barco y se quedó dormido enseguida. Entonces, de repente, el viento comenzó a
aullar. Y el lago dejó de estar tranquilo. Se llenó de grandes olas que sacudían la pequeña
embarcación arriba y abajo. Eran olas tan enormes que entraban en la embarcación. Y el
barco comenzó a hundirse… “¡Despierta, despierta!, dijeron los apóstoles a Jesús.
“¡Sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!” Estaban muy asustados. Nunca habían visto una
tormenta como aquella. Pero Jesús no tenía ningún miedo. “¡Paraos, paraos!”, ordenó a las
olas. “Vais a hacer naufragar el barco.” Y, de repente, el viento dejó de aullar y las olas
dejaron de zarandear el barco. Todo volvió a quedar en calma.
4. Una sugerencia, una pregunta y unos segundos de silencio…
Vamos ahora a dejar unos segundos para que cada uno piense alguna situación que ahora
le tiene preocupado, con miedo… Se la vamos a contar a Jesús y le vamos a pedir que Él venga
a nuestra preocupación y nos dé serenidad igual que hizo con sus amigos los apóstoles… Ven,
Jesús, a las cosas que nos preocupan y danos tranquilidad…
5. Oración final:
Amigo Jesús, me gustaría ser “buena noticia” para los demás...
En esta tercera semana de Adviento sé que estás a punto de llegar.
Ayúdame, Jesús, a parecerme cada día más a Ti,
a ser buena noticia para los demás
igual que lo eres Tú para mí.
Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
MIÉRCOLES 14 DE DICIEMBRE
1. Canción: Preparad el camino al Señor
2. Saludamos a Jesús: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
3. Monición:
Ven, Jesús, a las cosas que nos hacen daño… que no entendemos… que nos cuestan… Esto
es lo que hoy, con la lectura que vamos a escuchar, le vamos a pedir a Jesús: que Él venga a las
cosas que tenemos y que nos cuestan…
8. Lectura del Evangelio: (“Una gran idea” Tu primera Biblia, EDEBÉ):
Había un hombre que no podía caminar. Ni siquiera podía levantarse. “Cómo me
gustaría ser como vosotros”, decía a sus amigos. El hombre no podía caminar, pero tenía
cuatro buenos amigos que le ayudaban. Un día, sus amigos tuvieron una gran idea: “¡Te
llevaremos ante Jesús. Él te curará”. Jesús miró al hombre. Y este miraba a sus cuatro
buenos amigos y sonreía. “Queréis que yo le cure -les dijo Jesús- y así lo haré. Voy a
curarlo.” Después dijo al hombre: “Cualquier cosa mala que hayas hecho te es perdonada.
Ahora, levántate. Coge tu camilla. ¡Puedes marcharte a casa! ¡Y eso hizo!
4. Una sugerencia, una pregunta y unos segundos de silencio…
Vamos a dejar unos segundos de silencio para que cada uno piense en las cosas que ahora
mismo le duelen (un enfado con mis padres… algo que ha pasado con mis compañeros de
clase… algo que he hecho a mis profes…) y se las cuente a Jesús… Le pedimos, en lo profundo
de nuestro corazón, que Él venga y nos consuele…
5. Oración final:
Amigo Jesús, me gustaría ser “buena noticia” para los demás...
En esta tercera semana de Adviento sé que estás a punto de llegar.
Ayúdame, Jesús, a parecerme cada día más a Ti,
a ser buena noticia para los demás
igual que lo eres Tú para mí.
Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
JUEVES 15 DE DICIEMBRE
1. Canción: Preparad el camino al Señor
2. Saludamos a Jesús: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
3. Monición:
Vamos a pedir a Jesús hoy que venga a nuestro corazón y nos haga estar seguros de él así
como le pasó a este soldado romano del que vamos a escuchar su historia…
4. Lectura del Evangelio: (“El soldado de buen corazón” Tu primera Biblia, EDEBÉ):
Un soldado estaba muy preocupado. Uno de sus criados estaba enfermo, tan enfermo
que ni siquiera los doctores podían ayudarle. ¿Qué podía hacer? (…) El soldado salió
corriendo. Encontró a Jesús con una multitud de gente a su alrededor. “Mi criado está muy
enfermo -le dijo el soldado a Jesús-, tanto que ni siquiera los médicos pueden ayudarle.”
“Yo puedo ayudarle” -contestó-. Iré contigo a tu casa y haré que se ponga bien. “No es
necesario que te tomes la molestia de venir. No me lo merezco -le respondió el soldado-. Es
suficiente con que digas una palabra (…).” Jesús se quedó muy sorprendido. Nunca había
encontrado a nadie tan seguro como este soldado romano. “Puedes irte a casa -le dijo
Jesús-. Allí encontrarás a tu criado curado, ya que estás tan seguro de que yo puedo
sanarlo.” Así pues, el soldado se fue a casa y encontró a su criado curado, tal como Jesús
había dicho.
5. Una sugerencia, una pregunta y unos segundos de silencio…
Dejamos unos segundos para que cada uno le pida a Jesús que venga a su corazón y le
haga desear cosas buenas para los demás… Ven, Jesús, a nuestro corazón…
6. Oración final:
Amigo Jesús, me gustaría ser “buena noticia” para los demás...
En esta tercera semana de Adviento sé que estás a punto de llegar.
Ayúdame, Jesús, a parecerme cada día más a Ti,
a ser buena noticia para los demás
igual que lo eres Tú para mí.
Oración de la mañana
Tercera semana de Adviento
VIERNES 16 DE DICIEMBRE
1. Canción: Preparad el camino al Señor
2. Saludamos a Jesús: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
3. Monición:
Terminamos la semana escuchando de nuevo el texto del primer día. En él se nos va a
recordar que Jesús trae buenas noticias, que Él es la Buena Noticia… y que, porque le
queremos, vamos a preparar bien nuestro corazón para que también aprenda a dar buenas
noticias. Escuchamos con atención…
4. Lectura del Evangelio (“Doce amigos especiales” Tu primera Biblia, EDEBÉ):
“¡Os traigo una buena noticia!”, anunciaba Jesús. “Dios me ha enviado para daros
buenas noticias… Buenas noticias para los que son pobres. Buenas noticias para los que
están prisioneros, porque serán liberados. Buenas noticias para los que no pueden ver,
pues pronto sus ojos se abrirán. Ha llegado la hora de que Dios rescate a su pueblo y lo
salve.”
5. Una sugerencia, una pregunta y unos segundos de silencio…
Terminamos recogiendo juntos la semana, respondiendo cada uno personalmente a esta
pregunta: ¿en qué noto que estoy preparando mi corazón para la venida de Jesús? En silencio,
se lo cuento personalmente a Jesús.
6. Oración final:
Amigo Jesús, me gustaría ser “buena noticia” para los demás...
En esta tercera semana de Adviento sé que estás a punto de llegar.
Ayúdame, Jesús, a parecerme cada día más a Ti,
a ser buena noticia para los demás
igual que lo eres Tú para mí.