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Oración por las vocaciones Mes: marzo 2010 Querida Santa Rafaela María, En estos días, cercanos a la fecha de tu cumpleaños quiero volver a ti, hacerme cercana y ponerte unas letrillas… Ante todo decirte una vez más GRACIAS. Gracias porque cuando Dios te susurró al oído su sueño para ti, dejaste que tu corazón ardiera y le respondiste valiente y decidida, gracias porque frente al hermano sólo y desamparado, frente al enfermo que te necesitaba en tu Pedro Abad natal, seguiste adelante aunque tuvieras que salir por la puerta de atrás, gracias porque cuando no entendiste le preguntaste a Dios cuál era el camino y fuiste capaz de salir de tu tierra, a pesar de las dificultades, para construir un gran pueblo, gracias porque aunque siempre te sentiste pequeña, te dejaste amasar por Quien tanto te quería para hacer cosas grandes, siempre en favor de los demás, gracias porque ante la realidad de tu tiempo supiste estar atenta y leer sus necesidades, y quisiste formar una gran familia que todavía hoy desea reparar los corazones rotos y restaurar las viviendas en ruinas… Te escribo hoy, cercana la fecha de tu cumpleaños, para agradecerte y ¡felicitarte por todo ello! Y además para pedirte también por tantas jóvenes que buscan a su Dios y desean unirse a esta gran misión. Dales la Gracia de encontrar el Tesoro, como tú lo encontraste, como yo lo encontré, y tu audacia, valentía y confianza para entregarse generosamente a su Señor -¡al Señor de la Vida!- encontrando en ésta, nuestra gran familia, ese lugar desde donde responder. Gracias Rafaela María. Sigue llevándonos de tu mano… “Señor, Jesús, Tú que significas TODO para nosotras, te pedimos que ilumines a los jóvenes para que sientan tu llamada y descubran la felicidad de una entrega a tu servicio y la necesidad de testigos que anuncien tu misericordia, tu amor, y tu interés por los más necesitados. Conscientes de la importancia de nuestro testimonio te pedimos también que nos des humildad, espíritu de oración, servicio y alegría para contagiar nuestra vocación de Esclavas. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.” Esclavas del Sdo. Corazón de Jesús
