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UN PROBLEMA EN LA EDUCACION CRISTIANA. ¿Es la familia la educadora de la fe, o la iglesia? La crisis que hoy día sufre la mayoría de las familias en cuanto a la fe se debe, en mucho, al hecho de haber transferido la enseñanza de fe y vida cristiana de su lugar esencial, el hogar a la iglesia. Es el hogar, no el templo, el centro de enseñanza vital de la fe. La Biblia en su conjunto es bien clara al respecto. El templo sirvió como centro de adoración y alabanza comunal. La fe de la iglesia del primer siglo se desarrolló básicamente en el seno de los hogares. ¿Por qué usted cree que hemos dejado que la iglesia eduque a nuestros hijos en cuanto a la fe? o Llevamos a nuestros hijos a la escuela dominical, los servicios de jóvenes, los ministerios. Y queremos que cuando tenga problemas vayan con el pastor, pastor de jóvenes. (para eso se les paga) Varias y complejas son las razones por las cuales los padres han perdido la oportunidad de colaborar y de ser claves en la educación de la fe familiar. En la mayoría de los casos, los padres se muestran incapaces de guiar a sus hijos por los caminos de la vida, a partir de la fe. o No hay lectura de la Biblia, no hay oración familiar, no sabemos que responder bíblicamente sobre temas morales, de diversión, de la vida en general. Por tanto dejamos que la iglesia o el pastor se haga cargo de enseñarnos sobre ese tema. Si usted quiere buscar una familia saludable, hijos que amen a Dios, usted tiene que crecer y aprender de las cosas de Dios y ser parte de la educación de la fe en sus hijos. Su relación en el hogar como padre no consiste solamente en hacer, sino también en ser. Así que cuando los padres aman a Dios, se aman el uno al otro y, a la vez, aman a sus hijos. En forma natural los niños devuelven este amor a sus padres, y se aman entre ellos mismos. Este amor es una buena relación. Este amor es el plan de Dios. Alguien dijo: «Cuando un científico viola las leyes de la naturaleza, crea caos, y cuando un padre altera el plan de Dios para la vida humana da lugar a cierta clase de deformación social.» EL HOGAR ES IMPORTANTE. HAGA SU PARTE PARA QUE SU FAMILIA SEA SALUDABLE. 3 cosas que le ayudaran en la crianza de sus hijos que amen a Dios. 1. ACEPTE QUE EN LA FAMILIA SIEMPRE HABRA SITUACIONES DIFICILES. Por favor deje de buscar la familia perfecta. No existe, todas tienen sus problemas. Dios me dio mi familia para que yo haga la diferencia. La Biblia dice“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” (Rom. 12:18, 14:19) Pablo estaba diciendo, “Hermanos, yo sé que ustedes tienen conflictos y diferencias de opiniones pero no dejen que sus diferencias abran una grieta entre ustedes.” Santiago también dice: “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.”(Sant. 3:18–4:2) . Desafortunadamente la situación es casi igual hoy en día; todavía vemos a cristianos morderse y consumirse unos a otros en el hogar y en la iglesia cuando luchan y riñen continuamente. En muchas familias, aun las cristianas, la discordia es algo normal. ¿Qué de ti y tu familia? ¿Batallas algunas veces con otros miembros de tu familia?. Los desacuerdos son inevitables Algunos matrimonios dicen: “Tenemos diferencias en casi todo. No podemos ponernos de acuerdo. Ciertamente, eso es prueba de que nuestro matrimonio no era la voluntad de Dios.” Mi respuesta es: “Adán y Eva fueron hechos uno para el otro, la pareja perfecta, especialmente por Dios. Aun así se decepcionaron uno del otro. Adán culpó a Eva por haberle dado a comer la fruta prohibida. Eva echó la culpa a la serpiente. Inclusive culparon a Dios. Pero al contrario de los pensamientos de muchos, la diferencia entre un hogar feliz y uno infeliz no es la presencia o ausencia de diferentes problemas. La diferencia básica es que en el primer hogar la gente enfrenta y resuelve sus conflictos, mientras que en el otro no saben cómo hacerlo. La manera en que respondes a los desacuerdos afectará tu rendimiento personal. En el trabajo, familia, iglesia etc. Clave: ¿Cómo previenes y resuelves los conflictos familiares? No ponga la situación debajo de la alfombra, sáquelos y dialogue apropiadamente. La Biblia dice “el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Sant. 3:18). ¿Quieres tener una cosecha de justicia en tu familia? Santiago dice que no debes esperar que esto ocurra en un hogar marcado por riñas y pleitos. Tienes que ser portador de paz. 2. TEMOR DE DIOS - AME A DIOS SOBRE SU FAMILIA Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6:5 El temor a Dios, es un temor reverente. Un temor que honra, un temor que es prudente, consciente de la misericordia, la gracia, el amor, de Dios. 1. El necio no tiene ese temor reverencial a Dios. Salmos 36:1 2. Otras personas tienen un temor a Dios pero un temor que es pesado, hasta opresivo. Como el trabajador que escondió su talento en vez de invertirlo. Mat. 25:24–25 Ven a Dios como vengativo, tienen miedo y nunca se animan a servir, o hacer algo para Dios porque tienen miedo de no hacerlo bien. 3. Una persona con temor reverente. Salmos 128 v1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. El temor a mi Dios, me dice que le amo sinceramente. - No hago las cosas o dejo de hacerlos por miedo. - Sino porque mi amor y mi temor reverente a Dios me invitan a honrarlo con mi vida y todo lo que hago. - El temor a Dios me invita a esforzarme para crecer como padre o madre y ser ejemplo real para mi familia de lo que significa amar a Dios. 3. SEA INTENCIONAL EN LAS RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS 1. Respete sinceramente el valor del hijo como individuo 2. Suplir las necesidades del hijo. No se trata de darle todo lo que él quiera sino lo que es necesario para un crecimiento saludable. 3. Exponer a los hijos a situaciones de la vida real Aproveche las ocasiones específicas, como nacimientos, casamientos, fallecimientos, desastres, etc., para darles una enseñanza. Haga que el hijo tenga conciencia de la realidad de los peligros o cosas que suceden en la vida. 4. Ayude al hijo a lograr sus metas. Regañamos al hijo porque saco malas calificaciones pero no tenemos la disponibilidad de estudiar con ellos. Queremos que sea campeón en un deporte, pero no salimos a practicar con ellos. Como hacemos con la iglesia le dejamos la educación a la escuela. Usted es responsable de que su hijo logre sus metas. 5. Establezca limites. Ponga límites razonables a la conducta de su hijo y cumpla si hay consecuencias de su desobediencia. Iglesia del Nazareno DOWNEY 10 de Abril del 2016 GUIANDO LOS HIJOS HACIA DIOS Herramientas para una educación cristiana “5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa…” Deuteronomio 6:5-7 LA FAMILIA ES IMAGEN DE DIOS. Genesis 1:26-28 La idea de familia no es un invento humano, es una idea de Dios. Por tanto es importante que demos lugar al Autor original de la familia, para que nos enseñe como educar y vivir como familia. Vivimos en momentos en que muchas familias están en crisis o se ven amenazadas con su desintegración. Los cristianos debemos redescubrir la responsabilidad que Dios nos asigno como familia para un feliz funcionamiento. Esta responsabilidad, consiste en formar de cada integrante de la familia un cristiano genuino. En otras palabras, tenemos la misión de evangelizar a nuestra propia familia. La evangelización se da desde el Antiguo Testamento: Dios dijo en Deuteronomio 6:1-9 («Estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos…») Si la ley de Dios estuviere en el corazón de los padres, como señala el v. 6, entonces la trasmisión será de corazón a corazón. Es mas que solamente repetición de Palabras o de haz lo que digo, pero no lo que yo hago. El hecho de pertenecer a una familia cristiana no es garantía absoluta de que sus miembros serán definitivamente cristianos. Por eso debemos hacer nuestra parte como padres cristianos. Al llegar a la adultez cada hijo será libre para renovar su compromiso con Cristo. La presencia de padres cristianos en la familia considera que ese hogar cristiano cumple un ministerio impactante sobre sus hijos.