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ORANDO CON LA VIDA ‐ EL APOSTOLADO DE LA ORACION EN ECUADOR (Ivan Escobar, S.J.)
Poco antes de sufrir la hemorragia cerebral, en su último discurso en Roma, el
Padre Pedro Arrupe señalaba:
Si quieren un consejo, aquí va: en esta devoción al corazón de Cristo se
encierra una fuerza inmensa; a cada uno de nosotros toca descubrirla, si no lo
ha hecho ya, y enraizarla aplicándola a la vida personal de modo que el Señor
le enseñe y conceda. Se trata de una gracia extraordinaria que Dios nos
brinda.
No sucumbamos a la tentación de creernos superiores a una devoción que se
expresa en un símbolo o en una representación gráfica de dicho símbolo.
No nos unamos a los sabios y prudentes de este mundo, a quienes el Padre
esconde sus realidades misteriosas, mientras las enseña a los que son o se han hecho pequeños.
Mantengamos la sencillez de corazón, condición primera de la conversión profunda: "si no se hacen como
niños de nuevo". Son palabras de Cristo que podríamos traducir así: si quieren entrar como personas en
los tesoros del Reino y contribuir a su instauración con eficacia extraordinaria, háganse ustedes mismos
pobres como los pobres a quienes desean servir.
Han repetido con frecuencia que los pobres les han enseñado más que muchos libros. Aprendan de ellos
esta lección tan sencilla: reconozcan mi amor en mi corazón".
Frente a las múltiples y a cambiantes circunstancias que vive la Iglesia actual, la figura de Jesús se
levanta para muchísima gente como el modelo en la búsqueda de sentido y esperanza en la vida. Pero,
también en ello podemos ver una nueva orientación palpable en nuestra realidad actual, y que nace de la
contemplación más que de su muerte de Jesús, de su vida.
La redención de Jesús, que brota desde su corazón dolorido, fecunda con alegría y vida. Podemos sentir
este paso también en el quehacer de las búsquedas y de las dimensiones sociales liberadoras en nuestras
sociedades: la vida a pesar de la muerte, la esperanza a pesar de la desesperanza, el sentido a pesar de
la sinrazón, el interés de muchos a pesar del egoísmo de pocos, los derechos de los excluidos a pesar de
los privilegiados.
Este es, podemos decir, el corazón de la espiritualidad del Apostolado de la Oración: El mismo Corazón
de Jesús, palpitante como lo dice el Padre Arrupe, de eficacia extraordinaria, que genera una fuerza
inmensa, profunda, fecunda. Es esta misma espiritualidad, la del Corazón de Jesús, la que, cargada de
retos, nos lanza a la esperanza y al servicio a través de esos sencillos medios de los que se vale el
Apostolado de la Oración en el Ecuador.
La historia del Apostolado de la Oración en el Ecuador se encuentra matizada por una enorme entrega y
difusión que tiene más de 50 años de existencia. Sin embargo, y a pesar de esta larga y fructífera
historia, el interés del presente artículo, es simplemente, bosquejar el escenario de los retos y sueños
actuales de este Apostolado.
The medias
El material que el Apostolado de la Oración difunde en la actualidad está contenido en una hoja de
tamaño A5 (21 x 15 cm.) que ha incluido algunas modificaciones a partir de lo receptado como
requerimientos y necesidades de las personas entre las que se difunde.
Este material es repartido entre personas que asisten a las celebraciones eucarísticas, y que ellas a su
vez las llevan a sus hogares y las leen personas de la tercera edad, personas solas, enfermos y
discapacitados. A partir de allí, entonces, se determinó la necesidad de ampliar el tamaño de la tipografía
a fin de facilitar la lectura, e igual razonamiento promovió la impresión de las hojas a todo color.
El servicio que ofrece el AO en Ecuador ubica sus canales de distribución a través de dos grande ejes:
Quito y Guayaquil y que buscan cubrir el territorio nacional, si bien es cierto que hasta ahora, la
cobertura efectiva se remitía, fundamentalmente, a las zonas en la que la Compañía de Jesús tiene
obras, esto es en cinco provincias: tres de la sierra y dos de la costa.
De tal forma que a través de la ciudad de Quito se distribuyen aproximadamente 12.000 hojas y en
Guayaquil aproximadamente 18.000. El total nacional es, entonces, de 30.000 hojas repartidas.
Este sencillo material, ofrece los elementos fundamentales de la espiritualidad del Sagrado Corazón de
Jesús latente en el Apostolado de la Oración:
- Página 1: Portada: imágenes que remitan a la Intención General del mes, con énfasis en los escenarios
de la vida cotidiana, con gente común, en actividades comunes. Además un titular que hace referencia,
no siempre literal, al texto de la Intención General.
- Página 2-3: La palabra de Dios para cada día: información sobre el santoral, así como las lecturas del
Salmo y del texto correspondiente del Nuevo Testamento al que se agrega una brevísima cita de la
lectura, que ya en sí misma podría ser trabajada como oración.
La oración del ofrecimiento de cada día.
- Página 4: Intenciones General y Misional, así como un comentario del Papa
a la intención general.
Finalmente, algunas direcciones electrónicas de páginas web que nos
permitimos recomendar para su consulta.
Como complemento de este material, se ha publicado también, pequeñas tarjetas con la siguiente
información:
- Oración del "tomad y recibid" de Ignacio
- Oración del ofrecimiento diario
- Oración del "Alma de Cristo"
- Oración del padre Arrupe sobre "el modo nuestro de proceder"
- Tarjetas mini-afiches con portadas de las intenciones generales, al reverso, la oración del ofrecimiento
diario.
Los retos
He leído mucho estos días sobre el AO, sus estatutos, cartas, recomendaciones, encuentros, iniciativas,
comunicaciones, la "carta de ruta", libros sobre la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús.
Textos inspirados, bellos y profundamente motivadores. Y entonces me pregunto, a todo eso, ¿qué puedo
agregar yo sobre el servicio que busca ofrecer el AO en el Ecuador con sus sencillos medios?
No Quero agregar más teoría que los pocos renglones ya escritos, ni volver a decir lo mismo. Y entonces
se me ocurre transitar en contramarcha, no desde el AO a la gente, sino, desde la gente al AO. Desde
personas comunes y corrientes, a menudo sufridas, derrotadas, cansadas. ¿cómo esas vidas podrían ser
iluminadas con esperanza a través del AO?
Mi ofrecimiento diario, transformando mi vida, es camino de santidad
Hace unos meses, mientras regresábamos con mi familia a casa, vimos junto a la carretera a una señora
de humilde aspecto, que a pie, subía cansadamente. Era cerca de medio día, y el sol abrasaba. La zona
en la que vivo es todavía algo deshabitada y, no hay servicio de transporte público regular por allí. La
señora llevaba a cuestas sobre su espalda a una niña que tendría unos seis años.
Dios, Padre Nuestro,
yo te ofrezco mi jornada.
Te ofrezco mis oraciones,
pensamientos y palabras,
Le invitamos a subir, porque aún faltaba mucho para llegar a la parte poblada. En el vehículo, le
preguntamos a dónde iba, y nos contestó que al INNFA (Instituto Nacional del Niño y la Familia) para que
la niña reciba terapia.
La niña sufría parálisis cerebral y confiaba en que las terapias que recibía lunes, miércoles y viernes le
ayudaran, y como casi no podía caminar, la llevaba sobre su espalda.
Vivía, nos contó, en una pequeña población vecina y esos tres recorridos semanales los hacía a pie hasta
donde podía tomar un bus y llegar al hospital. El retorno, de igual manera: en bus, y luego a pie con la
niña a cuestas. Le tomaba una hora y media minutos llegar, y otro tanto regresar.
obras, sufrimientos y alegrías
en unión de tu Hijo Jesucristo,
que sigue ofreciéndose a Ti
en la Eucaristía,
para la salvación del mundo.
Se ganaba la vida lavando ropa, siempre acompañada de su pequeña. ¿Su esposo, algún hijo mayor o
pariente que le pudieran ayudar? Ninguno. Su esposo ¿o pareja? La había abandonado hace rato, aunque
nunca fue de mucha ayuda, era alcohólico. Otro hijo si tenía, pero sufría de epilepsia, y mientras ella
lavaba o iba a las terapias, lo dejaba encerrado en su cuarto, "ofreciendo" que no le pase nada, ni sufra
un ataque en su ausencia.
Que el Espíritu Santo,
que guió a Jesús,
sea mi guía y mi fuerza en este día,
para que pueda ser testigo de tu Amor.
Abrumados ante el dolor y la desgracia, pero, recordándolo luego con agradecimiento: más abrumados
por la enorme carga de amor y esperanza en la vida que mostraba esa madre.
Con María,
la madre del Señor y de la Iglesia,
pido specialmente
por las intenciones que el Santo Padre
encomienda a la oración de todos los fieles por este mes
Las personas que no mantienen un contacto personal cercano con Dios, se sienten a menudo,
inmerecidos de tratar con El. Parecería que sus vidas o lo que de ellas pueden ofrecer no pueden ser
digna materia de oración, menos de ofrecimiento. La oración diaria, reivindica la esencia más puramente
humana y divina de nuestras vidas: lo que pienso, lo que digo, lo que sufro, lo que me alegra. todo es
oración para mi propia salvación y para la salvación del mundo en el que vivo.
¿Qué le puedo decir a Dios, cómo puedo orar con El? Son preguntas constantemente repetidas por
quienes el tema de la oración se eleva por preparaciones complicadas y sublimes fuera de sus propias
capacidades. ¿No se te ocurre qué decir o qué ofrecerle a Dios en el día que nace? Ofrecer eso mismo, el
día que vamos a vivir, sencillo y maravilloso a la vez, pleno de Dios y de sus dones.
La espiritualidad trinitaria del AO sintetizada en esta oración, de la misma manera como en el "Tomad
Señor y recibid" toda la espiritualidad ignaciana, trinitaria también.
El Señor recibe mi ofrecimiento, y su gracia a través del Espíritu Santo me toca. Yo soy tocado por la
amorosa mano que acompañó a Jesús, y ese contacto renovado y compartido diariamente exige de mí
una actitud de mayor consecuencia con los planes de Dios.
La espera de sucesos extraordinarios y milagros pasan, entonces, al ejercicio de una vida más
consecuente y comprometida con lo que en la misma oración pedimos: "para que pueda ser testigo de tu
Amor".
Nuestra vida se va transformando desde la percepción y la responsabilidad que asumimos frente a cada
uno de nuestros días, y de lo que en ellos hacemos, o dejamos de hacer. El escenario de la "encarnación"
del Reino es la propia vida y nuestros gestos cotidianos con el próximo.
Y la santidad, aquello que parece tan lejano e irrealizable, tan difícil de lograr, tan sin asidero, empieza
con una disposición elemental, deseando también para mi vida la santidad.
Una definición muy sencilla de santidad dice que es aquello "sin mancha, sin culpa". El AO propone con la
gracia de Dios, lavar las manchas y limpiar nuestras culpas. El contacto cercano con nuestro Creador, así
como con el acontecer de Jesús en la historia y la realidad de los problemas sociales, políticos, éticos,
económicos, que las personas viven en su día a día nos hace ser obreros en la construcción del Reino, y
es desde ese obrar, con todas las frustraciones y retos que implica, que se va levantando ese camino de
santidad.
En comunión universal de oración, alimentados por Cristo en la Eucaristía
Se le conoce como doña Angeles, aunque no se llama así, se llama Gloria. Debe
tener cerca de ochenta años, vive en la "Ciudadela Hospitalaria" ¿dónde sino allí
debería vivir? Un día de hace un par de semanas, bajaba despacito por la calle
apoyando su bastón de palo de escoba, se detiene junto a una casita humilde
cerca de la capilla y llama a unos niños que salen corriendo a recibir caramelos y
chicles que saca de un papel periódico meticulosamente doblado. Va a la misa de
18:30.
Dios, Padre Nuestro,
yo te ofrezco mi jornada.
Te ofrezco mis oraciones,
pensamientos y palabras,
A la salida de la Eucaristía, nos ofrecimos a llevarle a su casa, vive con su hija quien tiene una pequeña
tienda (de allí los caramelos). Durante el trayecto nos hablaba de la maravilla de poderse llegar a la misa
diariamente, y participar de la comunión, de Jesús que se va conmigo a mi cuartito, comenta. Y aunque
no habíamos asistido más de ocho personas a la eucaristía, ella se mostraba alegre, muy alegre.
obras, sufrimientos y alegrías
en unión de tu Hijo Jesucristo,
que sigue ofreciéndose a Ti
en la Eucaristía,
para la salvación del mundo.
Constantemente y a todo el mundo, habla de la presencia y la compañía de los ángeles, y les tiene gran
devoción. Dice que son sus compañeros inseparables. Oyéndola y viéndola actuar siento que tiene que
ser cierto, pues por esta persistencia precisamente se la llama así: Doña Angeles.
Doña Angeles colabora con el AO, reparte con celo y diligencia cincuenta hojitas cada mes, de una en
una, entregando en cada una de ellas, una miguita de Dios dice.
Que el Espíritu Santo,
que guió a Jesús,
sea mi guía y mi fuerza en este día,
para que pueda ser testigo de tu Amor.
No puedo dejar de recordar a Ignacio proponiendo el primer preámbulo de la Contemplación para
alcanzar amor: "ver cómo estoy delante de Dios nuestro Señor, de los ángeles, de los santos
interpelantes por mí".
Con María,
la madre del Señor y de la Iglesia,
pido specialmente
por las intenciones que el Santo Padre
encomienda a la oración de todos los fieles por este mes
Mensaje para muchos, a quienes no le queda tiempo para orar: para ese ejercicio tan pasivo y aburrido,
para esa evasión y ese desengaño. Y es que hay atender a los niños y a la familia, y divertirse, y ganarse
la vida, y perderse la vida y pelearse y amargarse, y lograr tantas dificultades, tantas, que no queda
tiempo para orar.
¿Cuáles son nuestras certezas? La comunión universal de la oración alimentados por Cristo desde el
mundo y con el mundo debería ser una de ellas.
Reconciliados con Cristo en el sacramento de la penitencia
Su esposo se ganaba la vida arreglando zapatos, ella atendía la casa y las niñas. La vida de un zapatero
es dura y ajustada, ¡cuánto más si enferma! A este hombre joven le detectaron cáncer de hígado y
falleció en poco tiempo.
Miriam, quedó viuda y con dos niños. Lava ropa, arregla jardines, cose ropa, lo que pueda hacer para
mantener a su familia.
Queremos organizar una pequeña fiesta para mi hijo. ¿Pero qué fiesta de niños sin ollas encantadas?
Como sabemos que ella, Miriam, la viuda, también vende ollas encantadas, vamos a comprarle una
docena. Las ollas -de barro- se compran decoradas con papeles de colores y serpentinas, ojitos, orejas,
como animales o como personajes de caricaturas. Y luego uno las rellena de caramelos y pequeños
juguetes.
Dios, Padre Nuestro,
yo te ofrezco mi jornada.
Te ofrezco mis oraciones,
pensamientos y palabras,
Las ollas que nos ofrece son formas y colores variados y chillones que contrastan con la adustez y
pobreza de su pequeña casa. El precio de las ollas nos remueve: las vende a un dólar cada una. ¿Cómo
puede subsistir ganado tan poco?: para vendérnolas a un dólar, ella tiene que salir en bus a comprar las
ollas sin decorar en el mercado de Sangolquí, luego, regresar cargada de ollas en otro bus, esperando
que no se le rompa ninguna. Después comprar papel, cartulina, serpentinas, ojitos, narices, y pintar,
doblar, pegar, fruncir, coser.
obras, sufrimientos y alegrías
en unión de tu Hijo Jesucristo,
que sigue ofreciéndose a Ti
en la Eucaristía,
para la salvación del mundo.
Las ollas sin decorar no costarán menos de 50 centavos cada una, y a ello se agregan los otros
materiales: cartulinas, colores, pega, serpentinas, y luego su propio trabajo y los costos de transporte.
¿Cuánto gana Miriam en cada olla? ¿25, 30 centavos? Es decir, su ganancia será de unos tres dólares por
un par de días de trabajo mientras simultáneamente cocinaba, lavaba, barría, y atendía amorosamente a
sus dos niñas.
Que el Espíritu Santo,
que guió a Jesús,
sea mi guía y mi fuerza en este día,
para que pueda ser testigo de tu Amor.
Y vive con paz, se la ve, puede estar triste a ratos, pero también ríe, reconciliada desde sus penitencias
con la vida, también con Dios en su corazón, ganándose la vida honrada y dignamente, a pesar de la
tristeza y la soledad.
Con María,
la madre del Señor y de la Iglesia,
pido specialmente
por las intenciones que el Santo Padre
encomienda a la oración de todos los fieles por este mes
A ejemplo de María
A la vuelta de mi oficina, como tantas veces, me detengo a mirar los retratos de los jesuitas asesinados
en El Salvador, y entre ellos, veo, los retratos de dos mujeres. Y me nace del corazón el pensar que de
esa forma es menos patriarcal el sacrificio y el sufrimiento, y más humano, y más desde la realidad de
vida y muerte íntimamente compartida en la cotidianidad por hombres y mujeres. Y es entonces, como
recibir un corazón completo, con ventrículos y aurículas, opuestos pero complementarios, distintos pero
necesarios, parte de un solo latir en la vida y la esperanza, recibidos por Señor así: orando con la vida.
Amen