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El agua en el corazón de la ciencia
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Peligros
del agua
El agua es indispensable para la vida
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pero puede provocar también acontecimientos extremos de consecuencias a veces
catastróficas: crecidas, inundaciones y deslizamientos de tierra. Los investigadores estudian
estos fenómenos para poder prevenirlos mejor y limitar sus efectos.
Comprender
Prever
Prevenir
Las devastadoras crecidas
se producen por la
conjunción entre fenómenos
naturales aleatorios (lluvias
excepcionales por ejemplo)
y un medio vulnerable (valle
enclaustrado, urbanización
en zona inundable, etc.).
Utilizando datos pluviométricos
y meteorológicos, mediciones
del caudal de los ríos y el
estudio del medio (relieve,
geología, suelos, vegetación…),
los investigadores consiguen
simular en un ordenador las
crecidas utilizando modelos
matemáticos.
Para estudiar su frecuencia,
los investigadores recogen
datos históricos, a menudo por
parcelas, sobre las inundaciones
pasadas. El análisis estadístico
de estos datos permite estimar
la probabilidad de retorno de
las lluvias o de las crecidas en
función de su intensidad. Todas
estas informaciones son muy
valiosas para los que tienen que
tomar luego decisiones para
definir las zonas habitables sin
peligro, calcular las dimensiones
de un puente, una presa o un
dique, o establecer niveles
de alerta para los planes de
evacuación.
Por cuestiones de costes, no
es posible protegerse de las
crecidas más extraordinarias,
cuyo periodo de retorno supera
por ejemplo los 100 o los 1000
años. Es pues muy importante
saber anticiparse a estos
acontecimientos para poder
proteger tanto a las personas
como los bienes.
1 En las aglomeraciones urbanas,
la impermeabilización de los suelos
tiende a aumentar el volumen de
agua que se dirige hacia los ríos, y
eso aumenta la importancia de las
crecidas. Dakota del Norte (Estados
Unidos).
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2 En los países del Sur, los ríos
no son normalmente objeto de
seguimiento, lo que generalmente
provoca balances muy
considerables en vidas humanas y
numerosos daños materiales cuando
hay crecidas. Iquitos (Perú).
3 Las inundaciones de septiembre
de 2009 en Ouagadougou (Burkina
Faso) provocaron 150.000
siniestros. 50.000 personas
perdieron por completo su hogar.
4 Las lluvias torrenciales
debilitan los suelos y provocan
desplazamientos de tierra.
5 Las consecuencias humanas
de los desplazamientos de tierra
suelen aumentar cuando se
urbaniza de manera anárquica en
zonas de riesgo.
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6 Existen soluciones para proteger
las grandes ciudades de las
inundaciones. En Vietnam, se
estableció un desvío del río Rojo
hacia otro río. Los excedentes de
las crecidas pueden inundar una
zona de 70.000 hectáreas.
7 Los radares meteorológicos
localizan y evalúan la intensidad
de las lluvias en un radio de 80
kilómetros. Estos datos permiten a
los investigadores prevenir posibles
crecidas.
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Crecidas relámpago
en el Mediterráneo
En 2002, lluvias diluvianas
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azotaron el Languedoc, desbordando les Gardons (el Gard y sus afluentes). Los daños fueron
considerables y todavía hoy se lamentan 22 víctimas. Los investigadores tratan de comprender
y prevenir mejor estos fenómenos.
La crecida de les Gardons
es típica del perímetro
mediterráneo que se
caracteriza por lluvias breves
pero intensas y crecidas de
los ríos de varios metros
en tan sólo unas horas. Los
investigadores intentan mejorar
la medición de las lluvias y los
caudales, precisar los factores
que determinan las crecidas y
poner en práctica medidas de
protección eficaces.
Estas investigaciones han sido realizadas en el
marco del Observatorio hidrometeorológico
de Cévennes-Vivarais (OHM-CV), que reagrupa
una decena de laboratorios de investigación
franceses, bajo la dirección del laboratorio de
estudios de transferencias en hidrología y en
medioambiente (LTHE, UMR CNRS-IRD-UJF). El
laboratorio HydroSciences Montpellier (HSM,
UMR CNRS-IRD-UM), participa en la OHM-CV y
colabora desde 2005 con el SCHAPI para elaborar
herramientas de ayuda a la previsión de crecidas.
A pesar de la fuerte capacidad
de absorción de los suelos
en la zona de las Cévennes,
las intensas lluvias de 2002
provocaron una importante
crecida pluvial hacia les
Gardons. La topografía
desempeñó igualmente un
papel fundamental en el
desencadenamiento de la
crecida: la entrada de las
gargantas del Gard, con
forma de cuello de botella,
no absorbió la totalidad del
caudal, inundando la llanura
situada en las faldas de las
montañas.
Estas investigaciones permiten
anticipar tales fenómenos.
Mejoran igualmente la difusión
de la información a los servicios
de protección civil, la toma
de conciencia del riesgo por
parte de los habitantes y la
gestión de la crecida en tiempo
real. Desde las inundaciones
de 2002, los planes de
emergencia comunitarios
se han multiplicado en
Francia, para identificar las
intervenciones en función de
los niveles de alerta: reducción
de la circulación, alerta en los
colegios, evacuación de barrios
vulnerables…
1 Reflejo de la irregularidad
de las lluvias, el régimen de la
mayoría de los cursos de agua en
el Mediterráneo se caracteriza
por una intermitencia muy fuerte.
Durante la primavera y el otoño,
las precipitaciones son a menudo
torrenciales y en ocasiones,
destructoras; y durante largos
meses, en verano principalmente,
son muy poco frecuentes, incluso
inexistentes.
Gardons
2 Niveles alcanzados por las
crecidas del Gardon en 1958
(arriba) y 2002 (abajo), indicadas
en la pared de una casa de Anduze.
3 El Gardon en Anduze al principio
del otoño.
5 Crecidas comparables a la
de 2002 pueden producirse
en el conjunto del perímetro
mediterráneo, y justifican estas
investigaciones, igualmente
desarrolladas en los países de Sur.
Crecida en el valle del Tafilalet
(Marruecos).
4 La crecida de les Gardons
golpeó de manera particular el
departamento del Gard.
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