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Publicación trimestral
julio · septiembre 2015 (anno 53)
Precio: 1€
beatos
FRANCISCO Y JACINTA MARTO
Boletín de los Pastorcitos
«Siento a Nuestro Señor
dentro de mí. Comprendo
lo que me dice mas no lo
veo ni lo escucho; pero es
tan bueno estar con Él.»
Jacinta Marto
Palabra de Apertura
Vivir el Jubileo de la Misericordia a la luz del
corazón del Mensaje de Fátima.
Reflexión
El mensaje de Fátima y la misericordia como
vocación.
Testimonio
Los pastorcitos son ejemplo de la forma
humilde y escondida con la que Jesús actúa
en los corazones.
palabra de apertura
Ângela de Fátima Coelho, asm
Listos para comenzar el Jubileo
Extraordinario de la Misericordia,
convocado por el papa Francisco,
y que dinamizará a la Iglesia entre
el día de apertura, el 8 de Diciembre
del 2015, y su encierre el 20 de
Noviembre del 2016, se nos llama
a dirigir la mirada hacia el corazón
del mensaje de Fátima habitado
por la misericordia de Dios.
Desde temprano, los pastorcitos
fueron convidados a contemplar
y a comprometerse con los
designios de misericordia con los
que Dios se ofrece al mundo. Como
Maestra en la contemplación y en
el compromiso tuvieron a Maria
quien, «apareciéndose a los tres
pastorcitos, abrió en el mundo un
espacio privilegiado para encontrar
la misericordia divina que cura y
salva» (Benedicto XVI).
El desafío que se nos ofrece en
el transcurso de este Jubileo que
coincide con el centenario de las
Apariciones del Ángel en Fátima,
es el de dejarnos habitar por esos
designios de misericordia que
Dios tiene sobre cada uno de
nosotros. Es este el estímulo con
el que nos deja el Santo Padre,
en la bula Misericordiae Vultus,
que nuestra mirada se llene con la
contemplación del afecto que Dios
tiene por cada uno de nosotros.
«Necesitamos siempre – nos
dice el Obispo vestido de blanco
– contemplar el misterio de la
misericordia. [...] Es condición de
nuestra salvación».
En la economía de la salvación, el
Dios que se revela misericordioso
nos hace participar de su vida y
de su misión compasiva. Por eso,
la Iglesia que somos «es llamada,
en primer lugar, a ser testigo
verdadero de la misericordia,
profesándola y viviéndola como
el centro de la Revelación de
Jesucristo.»
Así fueron los beatos Francisco
y Jacinta Marto: testigos de la
misericordia, la cual profesaron
y vivieron en la certeza de
estar tocando el corazón de la
Revelación de Dios.
BOLETÍN DE LOS PASTORCITOS • JULIO · SEPTIEMBRE
Reflexión
«Sobre vosotros, designios de misericordia»
amor que se compromete con el
desamor.
Cinco panes y dos peces, o la misericordia como vocación
A la manera del niño de los cinco
panes y dos peces, también los
pequeños pastores de Fátima
saben que el don que tienen para
ofrecer es humilde: « ¿Cómo
nos hemos de sacrificar? ¿Qué
tenemos nosotros para ofrecer?»
(cf. Memorias de la Hna. Lucía,
78). Sin embargo saben también,
como sabe el niño del evangelio,
que nada más se les pide el don de
«El Espíritu del Señor está sobre mi [...]
para proclamar un año de misericordia del Señor.» (Is 61, 1-2)
Pedro Valinho Gomes
N
o se sabe su nombre. El
nombre de aquel niño que
siguiera a Jesús hasta la
otra margen del lago de Galilea,
con una multitud hambrienta de
la palabra de eternidad, sedienta
de sentido en un mundo árido
y convulsionado (Jn 6,5-15).
Por entre la multitud, caminaba
también ese niño sin nombre.
Nada le distinguiría del hambre y
de la sed de aquella gente. Nada,
sino cinco panes de cebada y dos
peces. Y, a pesar de los panes
y de los peces, el niño tenía
hambre y sed. Al entregar los
panes y peces en las manos de
Jesús, para celebrar el compartir
que da la vida en abundancia,
el niño lo entrega todo. Allí, en
el alimento que resta, ofrece
certezas y voluntad, proyectos y
seguridades. Ese gesto sencillo
se traduce en un fiat humilde y
confiado. Tal vez el niño sepa que
su hambre verdadera es otra, y
que otra es su sed. Tal vez vea,
con la profundidad de una mirada
que toca sus propias entrañas,
que solamente cuando los panes
y los peces son tocados por la
Fuente de Vida pueden realmente
saciar el hambre que cuenta.
Que el alimento solamente sacia
al hambre que cuenta en el
compartir, en la compasión, en
la misericordia. Los panes y los
peces, acogidos en la bendición
transformadora de Jesús, son
señal visible y eficaz de otro
pan que sacia un hambre más
fundamental, que es el hambre
de Dios.
La forma de ser de este niño sin
nombre es la misma que abrazaron
Lucia, Francisco y Jacinta. Si
de ellos sabemos su nombre,
es apenas porque también ellos
supieron ofrecer todo cuanto
tenían al Dios que sobre ellos
“tiene designios de misericordia»
(Memorias de la Hna. Lucía, 78),
para que sea El quien realice el
milagro de la multiplicación del
don. En el anonimato de sus
vidas, su oferta a Dios en pro de
los demás se realiza a través de
gestos sencillos, porque el milagro
del amor repartido por las mujeres
y los hombres se construye con la
fuerza de Dios que actúa sobre los
si a ser multiplicado en las manos
de Dios. Y que eso lo es todo. La
entrega confiada y humilde de si
mismos en las manos de Dios que
se hace presente dará inicio, a
través de la fuerza transformadora
del amor que multiplica, a un
banquete que ha de alimentar a
muchos. Porque, el pan tocado
por las entrañas de Dios sacia otra
hambre, más atroz y decisiva. La
vida de los pequeños pastores, la
de cada uno, tocada por la luz de
Dios, es pan que ha de alimentar
débiles y sencillos (cf. 2 Cor 12,
10) – panes y peces, la ternura de
los niños, la generosidad de los
sencillos.
Esa manera de ser que se reparte
a sí mismo en cinco panes y
dos peces con una multitud
hambrienta, es asumida como
programa de vida de los videntes
de Fátima. Tocados por los
designios de misericordia, es la
misericordia de Dios que pasa
a marcar el ritmo de su entrega.
Precisamente porque adoran a
Aquel que es la Misericordia, en
un diálogo intenso de corazón a
Corazón, y sus vidas encarnan
la compasión de quien desea
intensamente ser señal del amor
de Dios para los demás, y delante
de Dios, interceder a favor de
los otros. Llamados a ser como
a imagen y como a semejanza
(cf. Gen 1, 26) de Aquel que se
revela como Amor (1 Jn 4, 8), es
la misericordia que viven, como
“Tocados por los designios de misericordia, es la misericordia de Dios que
pasa a marcar el ritmo de su entrega.”
el hambre de Infinito de muchos.
Aceptar convertirse en pan es
entrar en una lógica diferente de
la del mundo, la lógica eucarística
del exceso del don, la lógica de
la misericordia inaugurada por
Jesús. Es desear que la alegría
inmensa que brotó del seguimiento
y de la intimidad con Dios, sea
compartida abundantemente
con aquellos cinco panes y dos
peces en la otra margen del mar
de Galilea. Es afirmar – para
espanto de un mundo carente de
gratuidad, como se espantaron
también los discípulos en la otra
margen al recoger los doce cestos
de pan y pescado que sobraron –
la fuerza del don de sí que revela
el exceso, la sobreabundancia da
vida en Dios.
Lo que recogieron los discípulos
en doce cestos, al margen del
lago, fue un don ofrecido en
compasión hacia una multitud
hambrienta, y multiplicado por la
Gracia y la Misericordia del Dios
de la vida. Es con este excesivo
don que también se sella la
vida de los niños de Fátima, a
modo de una vocación. Todavía
hoy recogemos de su ofrenda
repartida por la humanidad y
transformada por el toque de la
vida de Dios. Y recoger la gracia
es ser llamado a la gracia. Al final,
aunque solo tengamos apenas
cinco panes de cebada y dos
peces, seguridades y proyectos,
voluntades y certezas – y « ¿Qué
es eso para tanta gente?» (Jn 6,9)
– el Corazón de Dios tiene sobre
cada uno de nosotros designios
de misericordia.
Testimonio
La fecunda simplicidad de los Pastorcitos
Hermanas Carmelitas Descalzas de Fátima
Nuestra Comunidad siempre
tuvo una gran devoción hacia
los Beatos Francisco y Jacinta
Marto, mas esta se hizo más
profunda cuando se colocó la
Capilla del nuevo Carmelo bajo el
Patrocinio de los Pastorcitos. Es,
en realidad, el único templo en
Fátima bajo dicha invocación. En
la Misa en que se dedicó nuestra
capilla, el Obispo D. Antonio Marto
señaló que «el Carmelo está en
el corazón del Santuario». Quería
decir con esto que nuestra vida
“Las cosas
de Dios
siempre tienen
comienzos
humildes”
está estrechamente relacionada
con las de los Pastorcitos como
también con el aspecto más
central del mensaje: la oración y
el sacrificio. Las dos imágenes
de Jacinta y Francisco que se
encuentran en nuestra Capilla son
una reproducción de las que se
encuentran en la Loca do Cabeço
y los representan en una actitud
orante y de gran recogimiento.
Están colocadas junto al sagrario,
junto a “Jesús escondido”, que
fue su gran amor. Cuando las
contemplamos y recordamos
sus vidas, nos tocan de muchas
formas, especialmente en la
pequeñez y simplicidad de estos
niños; traen a nuestro espíritu
la forma humilde, silenciosa y
escondida al mundo, con la que
Jesús actúa en los corazones.
Las cosas de Dios siempre tienen
comienzos humildes. El «no mira
nuestra grandeza, sino la grandeza
de nuestra humildad», como
decía S. Juan de la Cruz. También
nuestra vida Carmelita escondida y
silenciosa no tiene visibilidad alguna
ante el mundo, pero creemos que
la gracia del Señor, fecundando
nuestros humildes esfuerzos, actua
en los corazones de muchos y allí
realiza las maravillas de Su Amor.
Los Pastorcitos nos enseñan la
fecundidad de la oración y del
sacrificio.
Pedimos que recen por nosotras,
para que seamos fieles a aquello
que el Señor y la Iglesia esperan
de nuestra vida. Nosotras también
rezamos por vosotros.
oración
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y
con todo el afecto de mi alma, os agradezco las apariciones de la Santísima Virgen, en Fátima.
Por los méritos infinitos del Santísimo Corazón de Jesús y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María, os pido que, si es para vuestra
mayor gloria y bien de nuestras almas, os dignéis glorificar ante la Santa
Iglesia a los beatos Francisco y Jacinta, concediéndonos, por su intercesión, la gracia que os pedimos. Así sea.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
acontecimIentos
JULIO
AGOSTO
SEPTIEMBRE
TALLERES MUSICALES CREATIVOS
EN EL SANTUARIO DE FÁTIMA
JÓVENES DEL MMF REALIZAN
VOLUNTARIADO EN LA CASA DE LAS VELAS
SANTUARIO DE FÁTIMA SE DISPONE
A ACOGER REFUGIADOS
El Santuario de Fátima organizó los
Talleres Musicales Creativos, una iniciativa
dirigida a los niños que pretende trabajar
el acontecimiento de Fátima a través de la
música, del teatro, de la danza y de la pintura.
Los participantes de las dos ediciones del
evento tuvieron la oportunidad de conocer la
narrativa de Fátima y de profundizar también
el Mensaje de la Señora del Rosario, al
mismo tiempo que construían “una historia
creativa entre los sonidos de los Valinhos”.
También hubo espacio para una investigación
creativa en la Casa de las Velas.
Durante todo el mes de agosto, varios
miembros de la sección juvenil del
Movimiento del Mensaje de Fátima
colaboraron con el núcleo museológico
de la Fundación Francisco y Jacinta
Marto, acogiendo y acompañando
a los visitantes de la Casa de las
Velas. La iniciativa se revela como
momento oportuno para una actividad
evangelizadora que permite a los jóvenes
un contacto próximo con el mensaje de
Fátima.
En el ámbito de la crisis de refugiados
en Europa, el Santuario dispondrá de
una casa para acogida estable de
refugiados, como beneficio para acoger
de forma transitoria a aquellos refugiados
que esperan alojamiento definitivo.
El Rector del Santuario, el P. Carlos
Cabecinhas, afirmó que “la dramática
crisis de refugiados a la que Europa
debe dar respuesta no nos puede
dejar indiferentes y exige respuestas
concretas”.
Agradecemos todas las donaciones que nos fueron enviadas para ayudar en los gastos de la Causa de los Pastorcitos.
Sin su ayuda nos sería imposible mantener esta Causa.
Quien desee continuar con su
contribución lo puede hacer en:
Postulação Francisco e Jacinta Marto
Banco Millennium BCP
NIB: 0033-0000-45340426373-05
IBAN: PT 50-0033-0000-45340426373-05
SWIFT: BCOMPTPL
FICHA TÉCNICA
Isento de registo na ERC ao abrigo do Dec. Reg. 8/99 de 9/6 art.º 12 n.º 1 A
Publicación trimestral – ISSN 1645-1317
DIRECTORA: Hna Angela de Fátima Coelho, asm
EDITOR Y PROPIETARIO: Postulação Francisco e Jacinta Marto
DIRECCIÓN: Rua S. Pedro, 9, Apartado 6 – 2496-908 Fátima (Portugal)
Contactos:
t: 00351 249 539 780 • f: 00351 249 539 789 • e: [email protected]
www.pastorinhos.com
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