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BEATOS
francisco y jacinta marto
Boletín de los Pastorcitos
POSTULAÇÃO
DE FRANCISCO E JACINTA MARTO
Publicación trimestral – precio 1 E
| issn 1645-1317
ABRIL - JUNIO 2014 – 213 (Anno 52)
La Casa
de dos Candelas
Pedro Valinho Gomes
Postulación de Francisco y Jacinta Marto
«¡Resplandezca sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro!»
E
(Sl 4,7)
l día 4 de abril del 2014, 95º aniversario de
la muerte del Beato Francisco Marto, fue la fecha
escogida por la Postulación de Francisco y Jacinta Marto para la inauguración de la Casa de
las Candelas, un museo destinado a evocar la
vida y espiritualidad de los dos pastorcitos.
En sus palabras de introducción del nuevo espacio, la
Hermana Ángela de Fátima Coelho, asm, Postuladora,
recordó que «Francisco y Jacinta son “dos candelas
que Dios encendió para iluminar a la humanidad en
sus horas sombrías e inquietas”. De ésta forma se refirió sobre ellos el Papa Juan Pablo II, en el día en que les
beatificó, en Fátima, el 13 de mayo del 2000. La luz que
brota de estos niños tiene los contornos del mensaje que
la Señora del Rosario les confió, en la Cova de Iría. La luz
de estas candelas, que aceptaron el desafío de ofrecer
sus vidas a Dios, permanece como memoria de un recorrido de santidad que nos desafía a nosotros también
hoy. Es esa luz la que pretendemos aquí evocar, en esta
Casa de las Candelas».
“son dos candelas que Dios
encendió para iluminar a la
humanidad en sus horas sombrías e inquietas”
«Estos niños que se dejaron fascinar por la
luz de Nuestro Señor, el sol, y de Nuestra
Señora, la luna, se tornaron de tal forma
testigos de la luz de Dios que se convirtieron ellos mismos en Candelas encendidas
por Dios. Por eso, nos sentimos envueltos
y atraídos por el esplendor de la luz que
irradia de sus vidas, expresión de una Luz
mayor que les ardía en el pecho.» Y, así, el
espacio museológico ahora inaugurado alberga una invitación «a vivir y a profundizar
el misterio de las vidas de los pastorcitos y
a reconocer, de hecho, que “la santidad no
destruye la infancia, sino que la perfecciona” (Christian Bobin)».
No debemos de extrañarnos de que este espacio reciba
el nombre de Casa, «porque – en las palabras de la Postuladora – quisimos que fuese más que una exposición
para ver obras de arte y mostrar objetos interesantes;
quisimos que este fuese un espacio con sabor a hogar y
con la intimidad propia de un lugar donde nos sentimos
acogidos.»
D. Antonio Marto, Obispo de Leiria-Fátima, quien presidiera la bendición inaugural del núcleo museológico, realzó también la intimidad a la que invita dicho espacio: «La
Casa de las Candelas es, en primer lugar, una casa. La
casa evoca, sobre todo, una vida y una historia. Entrar
con el corazón en esta casa significa entrar en una historia
de amor, de dimensión universal, en la cual tuvieron un
protagonismo particular dos niños que se dejaron seducir
por la Señora de la encina, por la Señora del Mensaje, y
por el mismo Mensaje sobre el cual ellos, desde su entendimiento infantil, descubrieron la importancia para un
mundo entonces dominado por la tragedia de la guerra
y de la muerte; un Mensaje que ellos procuraron, ante
todo, vivirlo con simplicidad, con su encanto, su candor; un Mensaje que impregnó su vida y su espiritualidad
de niños de aquella época, y que les permite brillar en
el firmamento de la historia como dos candelas, o sea,
como pequeñas luces, pero luces de esperanza, que nos
transmiten la Luz que ellos mismos recibieron. Y dicha luz
irradia aquí, en este núcleo museológico, a través del lenguaje del arte y de la belleza. La simbología iconográfica
del espacio, los objetos personales, las representaciones
artísticas, que les evocan y que evocan otros personajes
a ellos ligados, como la figura del Papa, encierran contenidos ricos en su significado.»
La Casa de las Candelas ofrece al visitante – invitado a
entrar con un corazón de peregrino – la posibilidad de
acompañar el camino de santidad de los dos pastorcitos
de Fátima. Acogidos, desde la entrada, por la luminosidad del Ángel y de la Señora del Rosario que, tal como
los pastorcitos, nos invitan a profundizar en la vida de fe,
el camino se realiza a lo largo de los objetos expuestos
que, a cada paso, apuntan hacia la madurez espiritual y
hacia la entrega total de sí mismos a Dios por aquellos
que fueron los primeros niños no mártires beatificados por
la Iglesia.
Evocar la memoria de Francisco y de Jacinta es, como
bien recordó el Obispo de Leiria-Fátima, hacer «memoria
de alguien que está vivo; es sobre todo evocar la gracia de
un tiempo y ellos como protagonistas sus mediadores…
para encontrar inspiración y, quizás también, indicaciones
para un momento presente, y además, impulso y luz de
profecía para los desafíos del futuro.» Esta memoria viva,
que se proyecta sobre el futuro con líneas de esperanza,
es potenciada por «la vía de la belleza, una vía privilegiada
para hablar a lo más íntimo del corazón humano y para
hacer vibrar las cuerdas más profundas del corazón y del
alma, y hasta ese lugar llevar la belleza del mensaje de la
redención, esto es, de la renovación, del renacimiento del
mundo, que la Señora vino a traer a toda la humanidad.»
Todos los días, desde las 9:00 hasta las 13:00
y de las 14:00 a las 18:00, la Casa de las Candelas abre sus puertas a los peregrinos, con la
certeza de que las vidas de Francisco y de Jacinta, y el Mensaje que ellos acogieron e hicieron fructificar, interpelará todavía a la vida de
una multitud inmensa.
El recorrido de la Casa de las Candelas evoca además
el especial cariño que tenía por ellos el Papa Juan Pablo
II, quien beatificara a los dos pastorcitos, y que se tornó
también manifiesto a través de la donación de diversos
objetos suyos a la Postulación. Este «herencia», nos recuerda la Hna. Ángela de Fátima Coelho, «llena de ternura y de gratitud, es expresión de la amistad que aquél
“Obispo vestido de blanco” tenía por estos niños que,
como candelas, tanto iluminaron su vida de pastor de la
Iglesia universal», y también se expone como memoria
del profundo sentido eclesial que sellaba la espiritualidad
de los pastorcitos.
La Casa de las Candelas se abre sobre esa doble puerta:
por un lado, la de la memoria del recorrido de los pastorcitos, para tornarlo memoria viva, y, por otro lado, la de la
peregrinación de la fe, en la medida en que la evocación
de la vida y de la espiritualidad de Francisco y de Jacinta ha de interpelar como una invitación a la santidad, a
todo visitante que entre con corazón de peregrino. Para
D. Antonio Marto, los peregrinos de Fátima «van a sentir
esta visita como “obligatoria” por un impulso interior y no
por imposición exterior de nadie. Cuando descubran la
belleza del espacio y del mensaje que aquí se transmite
y se vive, pienso que la noticia va a circular espontáneamente, atrayendo así a muchos peregrinos, a quienes se
les proporcionará, también aquí, un recorrido interior, una
peregrinación interior, que les hará fortalecer su fe y readquirir la frescura de su vida cristiana.»
BEATOS FRANCISCO Y JACINTA MARTO
Publicación trimestral – ISSN 1645-1317
Isento de registo na ERC ao abrigo do Dec. Reg.8/99 de 9/6 art.º 12 n.º 1 A
Directora: Hna Angela de Fátima Coelho,asm
Editor y Propietario: Postulação Francisco e Jacinta Marto
Dirección: Rua S. Pedro, 9, Apartado 6 – 2496-908 Fátima (Portugal)
Fotos de Luís Oliveira
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