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Oraciones Espíritas – Sobre las oraciones
Jueves 08 de Octubre de 2009 12:51
Los espíritus han dicho siempre: "La forma nada vale, el pensamiento es todo. Rogad,
pues, cada uno según sus convicciones y del modo que más los conmueva. Un buen
pensamiento vale más de que numerosas palabras con las cuales nada tenga el
corazón."
Los espíritus no prescriben ninguna fórmula absoluta de oraciones. Cuando dan alguna, es
solo para fijar las ideas y, sobre todo, para llamar la atención sobre ciertos principios de la
Doctrina Espírita. También lo han hecho con el fin de ayudar a los que sienten dificultad para
transmitir sus ideas, pues hay algunos que no creerían haber rezado en realidad, desde que no
formulasen sus pensamientos.
La colección de oraciones, que este capítulo encierra, es una elección hecha entre muchas que
han sido dictadas por los Espíritus en diferentes circunstancias. Ellos, sin duda, pueden haber
dictado otras y en términos variados, apropiadas a ciertas ideas o a casos especiales; pero,
poco importa la forma, si el pensamiento fundamental es el mismo. El objeto de la oración es
elevar nuestra alma a Dios; la diversidad de las fórmulas no debe establecer ninguna diferencia
entre los que creen en Él, ni, todavía menos, entre los adeptos del Espiritismo, porque Dios las
acepta todas cuando sinceras.
No debe considerarse esta colección como un formulario absoluto y único, pero, solo, una
variedad en el conjunto de las instrucciones que dan los Espíritus. Es una aplicación de los
principios de la moral evangélica desarrollados en este libro, un complemento a sus dictados,
sobre los deberes para con Dios y al prójimo, en donde se recuerdan todos los principios de la
Doctrina.
El Espiritismo reconoce como buenas las oraciones de todos los cultos, cuando se dicen con el
corazón y no con la boca solo. No impone, ni vitupera ninguna. Dios, según él, es demasiado
grande para rechazar la voz que le implora o que le canta alabanzas, porque lo hace de un
modo y no de otro. Quien quiera que lance anatema a las oraciones que no están en su
formulario probará que desconoce la grandeza de Dios.
Creer que Dios
escucha a una fórmula es atribuirle la pequeñez y las pasiones de la Humanidad.
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Oraciones Espíritas – Sobre las oraciones
Jueves 08 de Octubre de 2009 12:51
La condición esencial de la oración, según S. Pablo (cap. XXVII, n° 16), es que sea inteligible,
a fin de que pueda hablar a nuestro espíritu. Para eso, no basta que se diga en un lenguaje
que aquello que ruega comprenda. Hay oraciones en lenguaje vulgar que no dicen mucho más
al pensamiento que si estuviesen en lengua extraña, y que, por lo mismo, no se dirigen al
corazón. Las raras ideas que ellas tienen quedan, con frecuencia, sofocadas por la
superabundancia de las palabras y por el misticismo del lenguaje.
La principal cualidad de la oración es ser clara, sencilla y concisa, sin frases inútiles, ni lujo de
epítetos pomposos. Cada palabra debe tener su objeto, despertar una idea, conmover una fibra
del alma. En una palabra: debe hacer reflexionar. Solo con esta condición la oración puede
alcanzar su objeto; de otro modo,
no pasa de
murmullo.
Ved con qué aire de distracción y con qué volubilidad se dicen la mayor parte de las veces. Se
ven mover los labios; pero, en la expresión de la fisonomía, por el sonido mismo de la voz, se
reconoce que allí solo hay un acto maquinal, puramente exterior, el cual se conserva
indiferente el alma.
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