Download Tema El Santo Rosario - Nuestra Señora del Cielo

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
CENACULOS DE OCTUBRE 2015
“El Santo Rosario”
HISTORIA DEL ROSARIO
La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara
como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia.
Domingo trabajó por años en medio de ellos. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy
a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa
para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde
Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.
La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo,
prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.
Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito porque muchos de los que no creían
volvieron a la fe católica.
Lamentablemente la situación entre los apartados de la fe y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a
la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario.
Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el
resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.
LAS PROMESAS DE LA VIRGEN A LOS QUE RECEN EL ROSARIO
El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano
de la Rupe y le dijo que la reviviera. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados
por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.
Promesas de Nuestra Señora:
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2. Prometo mi especial protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del
mundo con el Amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada,
se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el Cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
¿POR QUÉ ORAR EL ROSARIO?
Hay muchas razones por las cuales rezar el rosario. Ahora queremos contarles aquéllas que tanto Jesús como María le transmitieron a una mujer,
llamada Catalina Rivas para que nosotros pudiéramos tener conocimiento de ello.
La Virgen Santa le dijo: “Oren mucho, es el primer paso. Sus oraciones pueden mucho. El poder de la oración es tan grande que allí residen
los milagros. ¿Qué padres podrán negar nada de cuanto sus hijos les pidiesen con amor...? El Rosario... no sólo lo repitan... mediten cada
palabra y oren el Rosario a Jesús. Yo los acompaño y me manifiesto en cada Rosario. En cada Ave María ganan una caricia Mía.”
Jesús también le habla a Catalina sobre el Rosario y le dice:
“Cuando rezan el Rosario por alguien, cada cuenta es una gota de sangre Mía y esas gotas caen sobre la persona por la que se ofrece. Es
por eso que las almas del purgatorio se salvan con sus Rosarios, porque imploran Mi sangre salvadora.”
“Difundan su devoción, porque es promesa de Mi Madre, que si al menos un miembro de la familia lo reza todos los días, Ella salvará a esa
familia. Y esa promesa está rubricada por la Divina Trinidad.”
La Madre de Dios le ha pedido a Catalina que lleve este mensaje a todos los que oran el Rosario diciendo:
“Recen el Santo Rosario, meditando antes cada misterio; háganlo muy despacio, para que llegue a Mis oídos como un suave susurro de amor;
háganme sentir su amor de hijos en cada palabra que reciten; no lo hagan por compromiso, ni para complacer a sus hermanos; no lo hagan
con gritos de fanáticos, ni en forma sensacionalista; todo lo que hagan con alegría, paz y amor, con humilde entrega y sencillez de niños, será
recibido como un bálsamo suave y refrescante para las llagas de Mi vientre”.
“Hay momentos en los que Mi adversario los paraliza con la desconfianza, que siembra dudas en su caminar. Oren, no permitan que nada
turbe la dicha de entregar sus corazones, de consagrarse diariamente a Jesús y a Mí. Sus armas más poderosas son la Comunión, el ayuno
y el Rosario.”
Intención: Hoy,Jesús y María queremos entrar en Sus Corazones, para que nos guarden en Ellos y así poder estar bajo Su protección y guía.
Que podamos ser fieles a esta devoción del rezo del Santo Rosario y recibir de él las gracias que nos prometes y tanto necesitamos.
EL REZO DEL SANTO ROSARIO
En una entrevista que se le hizo a Sor Lucia, vidente de Fátima, ella nos dice sobre el Rosario lo siguiente:
“… La Santísima Virgen nos dijo, tanto a mis primos como a mí, que 2 eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el Santo Rosario y el
Inmaculado Corazón de María…”
“… Mire, Padre, la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia: el rezo del Santo Rosario,
de tal manera que ahora no hay problema por más difícil que sea: sea temporal y, sobre todo, espiritual; sea que se refiera a la vida personal de
cada uno de nosotros o a la vida de nuestras familias del mundo o comunidades religiosas, o a la vida de los pueblos y naciones; no hay problema,
repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario “.
“Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación de muchas almas. Por eso,
el demonio hará todo lo posible para distraernos de esta devoción; nos pondrá multitud de pretextos: cansancio, ocupaciones, etc., para que no
recemos el Santo Rosario “.
“Si nos dieran un programa más difícil de salvación, muchas almas que se condenarán tendrían el pretexto de que no pudieron realizar dicho
programa. Pero ahora el programa es brevísimo y fácil: rezar el Santo Rosario. Con el Rosario practicaremos los Santos Mandamientos, aprovecharemos la frecuencia de los Sacramentos, procuraremos cumplir perfectamente nuestros deberes de estado y hacer lo que Dios quiere de cada
uno de nosotros “.
“El Rosario es el arma de combate de las batallas espirituales de los Últimos Tiempos”.
Intención: Señor, ayúdanos a comprender la importancia del rezo del Santo Rosario, para las almas y para nuestra santidad. Ayúdanos a tener
un corazón constante y atento a Tus Sagrados misterios. Amén.
MENSAJES DADOS AL PADRE GOBBI POR LA VIRGEN SOBRE EL REZO DEL SANTO ROSARIO
No dejéis jamás el rezo del Santo Rosario, esa plegaria por la que tengo predilección y que Yo misma he venido del Cielo a pediros que la recitéis.
Siempre que rezáis el Rosario me invitáis a orar con vosotros, y cada vez que lo hacéis, me uno verdaderamente a vuestra oración. Sois así los
pequeños hijos que rezan en torno a la Madre Celeste. Por ello el Santo Rosario es el arma más poderosa que habréis de usar en la terrible
batalla que estáis llamados a combatir contra Satanás y su ejército del mal. Recurrid ante todo a la oración. Rezad más; rezad con mayor
confianza; rezad con humildad y con espíritu de completo abandono.
Asociación de Fieles
Misioneros de Nuestra Señora del Cielo
www.belendemaria.net
Nuestra Señora del Cielo
El Rosario entero que recitáis en los Cenáculos secundando la urgente petición de vuestra Madre, es como una inmensa cadena de amor y de
salvación con la que podéis rodear personas y situaciones, y hasta influir en todos los acontecimientos de vuestro tiempo.
Ahora puedo usar la fuerza que me viene de vuestra oración y quiero intervenir como Madre para abreviar el tiempo de la prueba y para aliviaros
de los sufrimientos que os esperan. Todo puede cambiarse todavía si vosotros, mis pequeños, escucháis mi Voz, y os unís con la oración, a la
incesante intercesión de vuestra Madre Celeste.
Rezad, con frecuencia, la oración del Santo Rosario, que también aquí vine a pediros.
Si no se consigue aún resolver los más graves problemas para la Iglesia y para el mundo, a pesar de todos los medios humanos puestos en práctica,
es señal de que debéis poner ya ahora toda vuestra confianza en la fuerza de la oración.
¿Por qué el Santo Rosario es tan eficaz? Porque es una oración sencilla, humilde y os formo espiritualmente en la pequeñez, en la
mansedumbre, en la simplicidad del corazón.
Hoy Satanás logra conquistarlo todo con el espíritu de soberbia y de rebelión contra Dios, y tiene terror a todos los que siguen a vuestra Madre
Celeste por el camino de la pequeñez y de la humildad. Mientras los grandes y los soberbios desprecian esta oración, la recitan con mucho amor
y alegría mis pequeños: los pobres, los niños, los humildes, los que sufren y muchísimos fieles que han acogido mi invitación.
Cuando Yo pido algo, siempre lo obtengo, porque Jesús jamás puede negar nada que le pida Su Madre.
Sobre todo, recitad el Santo Rosario. Podéis así obtener del Señor la gran gracia de la conversión de los corazones, para que todos se abran a
sentimientos de amor y bondad. De esta manera la paz podrá penetrar en el corazón de los hombres, y después difundirse en las familias, en
las naciones, en todo el mundo.
EL SANTO ROSARIO: MÁS PODEROSO QUE LA BOMBA ATÓMICA
Testimonio del Padre Schiffer S.J., sobreviviente de Hiroshima.
Durante la Segunda Guerra Mundial dos ciudades japonesas fueron destruidas por bombas atómicas: Hiroshima y Nagasaki.
En Nagasaki, como resultado de la explosión, todas las casas en un radio de aprox. 2.5 Km del epicentro fueron destruidas. Quienes estaban
dentro quedaron enterrados en las ruinas. Los que estaban fuera fueron quemados.
En medio de aquella tragedia, una pequeña comunidad de Padres Jesuitas vivía junto a la Iglesia parroquial, a solamente ocho cuadras (aprox.
1Km) del epicentro de la bomba. Eran misioneros alemanes sirviendo al pueblo japonés. Como los alemanes eran aliados de los japoneses, les
habían permitido quedarse.
La Iglesia junto a la casa de los jesuitas quedó destruida, pero su residencia quedó en pié y los miembros de la pequeña comunidad jesuita
sobrevivieron. No tuvieron efectos posteriores por la radiación, ni pérdida del oído, ni ninguna otra enfermedad o efecto.
El Padre Hubert Schiffer fue uno de los jesuitas en Hiroshima. Tenía 30 años cuando explotó la bomba atómica en esa ciudad y vivió otros 33
años más de buena salud. El narró sus experiencias en Hiroshima durante el Congreso Eucarístico que se llevó a cabo en Filadelfia (EU) en 1976.
En ese entonces, los ocho miembros de la comunidad Jesuita estaban todavía vivos.
El Padre Schiffer fue examinado e interrogado por más de 200 científicos que fueron incapaces de explicar cómo él y sus compañeros habían
sobrevivido. Él lo atribuyó a la protección de la Virgen María y dijo: "Yo estaba en medio de la explosión atómica... y estoy aquí todavía, vivo y
a salvo. No fui derribado por su destrucción."
Además, el Padre Shiffer mantuvo que durante varios años, cientos de expertos e investigadores estudiaron las razones científicas del por qué
la casa, tan cerca de la explosión atómica, no fue afectada. El explicó que en esa casa hubo una sola cosa diferente: "Rezábamos el Rosario
diariamente en esa casa". En la otra ciudad devastada por la bomba atómica, Nagasaki, San Maximiliano Kolbe había establecido un convento
franciscano que también quedó intacto, los hermanos protegidos gracias a la protección de la Virgen. Allí ellos también rezaban diariamente
el Santo Rosario.
Asociación de Fieles
Misioneros de Nuestra Señora del Cielo
www.belendemaria.net
Nuestra Señora del Cielo
EL PODER DEL AVEMARÍA
Extractos del libro: "Las Glorias de María" de San Alfonso María de Ligorio
El rezo del Ave María transforma a un joven.
Es famoso lo que refiere el Padre Señeri en su libro “El Cristiano Instruido”. El Padre
Nicolás Zuchi fue a confesar en Roma a un joven cargado de pecados deshonestos y malos
hábitos. El confesor lo acogió con caridad, y compadecido de su estado lamentable, le dijo
que la devoción a Nuestra Señora podía librarlo de ese vicio, y le impuso de penitencia
que hasta la próxima confesión, cada mañana y por la noche, al levantarse y antes de
acostarse rezara un Ave María a la Virgen, ofreciéndole sus ojos, sus manos y todo su
cuerpo, pidiéndole que le custodiara como suyo, y que besara tres veces el suelo. El
joven practicó la penitencia, al principio con poca enmienda. Pero el padre continuó
inculcándole que no dejara esa costumbre piadosa, animándole a confiar en la protección
de la Virgen.
Andando el tiempo, el joven penitente se fue con otros compañeros a recorrer el mundo
durante varios años. Vuelto a Roma, fue en busca de su confesor, el cual, con gran júbilo y
asombro, lo encontró del todo cambiado y libre de las antiguas manchas. “Pero hijo,
¿cómo has obtenido de Dios tan hermosa transformación?”. “Padre –le dijo el joven–,
Nuestra Señora me consiguió la gracia debido a aquella devoción que me enseñó”.
Y no acaban aquí las cosas portentosas. El mismo confesor narró desde el púlpito el
suceso. Lo oyó un capitán que, desde hacía muchos años vivía en mal estado con una
mujer. Él también se resolvió a practicar la misma devoción para librarse de aquella terrible
cadena que lo tenía esclavo del demonio. Esta intención de librarse del pecado es necesario
tener para que la Virgen pueda ayudar al pecador. Pero ¿qué pasó? Al cabo de medio año,
presumiendo el capitán de sus propias fuerzas se dirigió en busca de aquella mujer para
ver si ella también había cambiado de vida. Pero al llegar a la puerta de aquella casa donde
corría manifiesto peligro de volver a pecar, se siente rechazado por una fuerza invisible y
se encontró a más de cien metros de aquella casa y fue dejado a la puerta de la suya. Comprendió con toda claridad que María lo había librado
de la perdición. De esto se deduce cuán solícita es nuestra buena Madre, no sólo para sacarnos del pecado si con esta buena intención nos
encomendamos a Ella, sino también para librarnos del peligro de nuevas caídas.
EL SANTO PADRE PÍO DE PIETRELCINA Y EL SANTO ROSARIO
Desde muy pequeñito el Santo Padre Pío experimenta un amor muy grande por la Santísima Virgen María, su “mammusia”, como cariñosamente
la llamaba, que significa en dialecto “mamita”. Su primer peregrinaje siendo un niño de 8 años fue a la Virgen de Pompey, la Virgen del Rosario,
cerca de Nápoles.
En su casa de Pietralcina, como en todas las familias italianas de la época, el rosario era la oración familiar. Se encontraban alrededor del fuego
todas las noches antes de ir a dormir rezando el Rosario. Pero cuando la Virgen apareció en Fátima como la Virgen del Rosario y recomendó el
rosario como oración potente para obtener todo bien y alejar todo mal, Padre Pío hizo del rosario su oración incesante e incansable de día a día.
Decía el Santo Padre Pío: “¿si la Virgen Santa lo ha siempre calurosamente recomendado donde quiera que ha aparecido, no nos parece que
deba ser por un motivo especial?”.
Entre más crecía su clientela mundial, como la llamó el Papa Pablo VI, de sus hijos espirituales, más él aumentaba las coronas del Rosario de
recitar. Era su secreto, con esta cadena que lo unía al Corazón de Jesús a través del Corazón Inmaculado de María, él alejaba los males y obtenía
las gracias para sus hijos. Llegó a recitar, en el curso de un día un número incalculable de Rosarios. Su oración asidua lo hizo un “Hombre hecho
Rosario” o como podría ser llamado el “Santo del Rosario”.
Una vez lo oyeron decir: “quisiera que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los Rosarios”. Todos los dones y prodigios para las almas
los obtenía a través del Santo Rosario.
Un día le pidieron sus hijos espirituales les dejara su herencia espiritual. Padre Pío respondió inmediatamente sin pensar siquiera: “El Rosario”.
Y poco antes de la muerte a su amigo y hermano Fray Modestino le dijo: “¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”. El
Padre Pío vivió su vida del altar al confesionario. Siempre con el rosario en la mano, unido al Corazón Inmaculado de María, quien lo formó
imagen encarnada de la misericordia del Corazón Eucarístico de Jesús para con el siglo XX. Este siglo de tantos pecados y desafíos a los derechos
de Dios como nuestro Creador y de ataques horrendos a la dignidad del hombre.
Asociación de Fieles
Misioneros de Nuestra Señora del Cielo
www.belendemaria.net
Nuestra Señora del Cielo
ORACIÓN PIDIENDO EL FAVOR DE MARÍA
Inmaculada Virgen y Madre mía, María,
criatura la más humilde y la mayor ante Dios,
Él te exaltó hasta hacerte Madre suya y Reina del Cielo.
¡Bendito sea Dios que quiso ensalzarte tanto!
Desde mi reconocida indignidad me atrevo a saludarte:
“Dios te salve, María, llena eres de gracia...”
Tú que posees la plenitud de gracia, dame parte de ella.
“El Señor está contigo...”
ya desde que te creó, y por entero al hacerse Hijo tuyo.
“Bendita tú entre todas las mujeres...”
alcánzame del Señor Su divina bendición.
“Y bendito es el fruto de tu vientre...”
¡Venerable planta que diste al mundo
Fruto tan noble y santo!
“Santa María, Madre de Dios...”
me asombra la grandeza de tu maternidad divina,
y estoy dispuesto a morir por defender esta verdad.
“Ruega por nosotros, pecadores...”
al ser Madre de Dios, eres Madre de nuestra salvación,
porque Dios se hizo hombre en ti para salvarnos,
tu oración de Madre por nosotros todo lo puede.
“Ahora y en la hora de nuestra muerte...”
Ayúdanos en el presente cargado de peligros,
pero aún más en nuestra última hora.
Salvados por los méritos de Jesucristo y con tu intercesión,
podremos saludarte y alabarte con tu Hijo en el Cielo.
Amén.
MARÍA ES UNA MUJER ALEGRE
Autor: Juan J. Ferrán, L.C. | Fuente: Catholic.net
María es una mujer alegre. La alegría es la virtud de los resucitados, de los que tienen a Dios, de los que han puesto su corazón en el Cielo. Vemos
esta alegría en María Magdalena cuando descubre al Resucitado, en los discípulos de Emaús cuando reconocen a Cristo en la fracción del pan,
en los apóstoles cuando Cristo resucitado se les presenta en el Cenáculo.
La alegría no puede abandonar nunca a quien cree en Dios. Y éste debería ser el rostro de nosotros los cristianos que ya vivimos de alguna forma
nuestra fe en la resurrección. Por el contrario, la tristeza, como vivencia habitual y permanente, no entra nunca, pase lo que pase, en la vida de
quien cree en Cristo.
María es una mujer con el corazón en el Cielo. María veía todo a través del Cielo. Todo es parte de ese camino hacia el Cielo, ese camino estrecho
que tanto asusta al ser humano, que conduce a Dios. Ella ha sido nuestra precursora en este camino, dándonos ejemplo. Sigamos a María en
esta vida que sin duda es para todos "un valle de lágrimas", pero tengamos siempre el corazón arriba, junto a Dios, con espíritu de resucitados.
Dios nos ha dado a María como Madre, Abogada, Intercesora, Mediadora, Amiga y Compañera. De ahí la necesidad de tener con María momentos
de encuentro, diálogos cordiales, intimidad y confianza. No puede pasar un día en nuestra vida que no nos dirijamos a Ella con la sencillez de
un niño a contarle a nuestra Madre del Cielo nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestras luchas, nuestros planes.
Pero la devoción a María no debe quedarse sólo en un afecto y amor, porque entonces se empobrecería. Debe convertirse en imitación de sus
virtudes. Para nosotros María es la obra perfecta de Dios y en Ella resaltan con luz muy especial todos aquéllos aspectos de una vida que agradan
a Dios. Aunque nunca seremos tan perfectos como Ella, sin embargo podemos seguir sus pasos para llegar a Cristo a través de María. Su mayor
deseo es que amemos a su Hijo, que seamos como Él, que vivamos Su Evangelio. ¡Qué María sea nuestra guía en este camino!
Y no olvidemos esas formas de oración particular centradas en María como pueden ser el Santo Rosario. Una devoción que hay que llegar a
gustar y gozar, metiendo el corazón en cada Avemaría, en cada invocación, en cada recuerdo de María. En casa en familia, ante el Santísimo,
en los viajes, el Rosario debe ser nuestro acompañante.
Asociación de Fieles
Misioneros de Nuestra Señora del Cielo
www.belendemaria.net
Nuestra Señora del Cielo