Download La Cruzada de Fatima (N.° 72): Edición especial sobre el Rosario

Edición 72 Invierno 2003
LA CRUZADA DE FATIMA
Edición Especial sobre el Rosario
Índice
El Rosario de Nuestra Señora, esperanza del mundo por el Padre Nicholas Gruner……………….……… 2
25 millones de Rosarios por la Paz………………………………………………………………………….. 8
El Papa Juan Pablo II proclama el 2003, el Año del Rosario…………..…………………………………. 9
El Santo Rosario de María, flagelo de satanás por el Padre Gino Burresi…………………………………. 11
Un don del Cielo por el Padre Stefano Manelli……………………………………………………………..... 15
Ninguna espada como él por el Padre Lawrence Underdonk, C.Ss.R………………………………………… 19
La Hermana Lucía habla sobre el Rosario………………………………………………........................... 19
Brazo de Paz por el Padre P. Leite, S.J…………..…………………………..……………………………...… 20
Yo presencié el milagro del Rosario por Stephen Wells………………………………………………...…... 25
La recitación del Rosario ante el Santísimo Sacramento, aprobada …………………………………….. 26
Las oraciones del Rosario…………..……………………………………………………………………….. 27
Novena del Rosario de 54 días……………………………………………………………………………..... 29
Los Misterios del Rosario……………………………………………………………………………………. 31
15 promesas por el rezo del Santísimo Rosario…………………………………………………………….. 33
El Rosario por manzanas ¡Usted puede hacerlo!………………………………………………................... 34
¿Está protegida su familia? por Mary Michele…………………………………………………...................... 36
Las intenciones del Rosario por Joseph Cain…………………………………………………………………. 39
Querida María, yo te amo por Josephine……………………….…………………………………………….. 41
Los fieles abandonados por el Padre Nicholas Gruner…………………………………………………………. 42
Petición a nuestro Santo Padre…………………...………………………………………………………….. 44
Ideales de la Cruzada de María Inmaculada Extractos de escritos de San Maximiliano Kolbe…………...….. 45
¡Ayúdenos a difundir el Mensaje de Fátima!................................................................................................... 54
¿Por qué USTED debería convertirse en Voluntario de Nuestra Señora?.................................................... 55
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El Rosario de Nuestra Señora,
Esperanza del mundo
por el Padre Nicholas Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand.)
“Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene; que continuéis rezando el Rosario todos los días,
en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra, porque
solo Ella lo puede conseguir.”
…Nuestra Señora de Fátima, 13 de julio de 1917
Hoy el mundo y la Iglesia están en la más grave crisis de la historia de la humanidad.
El pecado está desenfrenado. El bien está afuera, el mal está adentro, aun peor que en los días de Noé y
el castigo del Diluvio.
Dios casi siempre envía profetas y advertencias antes de castigar, pero demasiados dejan de lado sus
advertencias como no aplicables a ellos mismos.
Entonces Dios permite que ocurra algún desastre o castigo significativo y muchos aún así dejan de lado
este llamado de atención como si no fuera su culpa, como no verdaderamente merecido. Alguno puede tentarse
de blasfemar contra Dios diciendo que Él no tiene compasión.
Ellos no han comprendido ni pensado suficientemente para darse cuenta que Dios permite este breve
sufrimiento para salvarnos del eterno sufrimiento en el infierno.
La humanidad, hoy, no ha aprendido su lección y repite la historia. Dios prometió que nunca habría otro
Diluvio Universal, pero profetizó por intermedio de Su Santísima Madre en Fátima, un castigo aún más grande
que va a acontecer a la humanidad.
Fue en 1917 que Nuestra Señora se apareció en Fátima a tres niños con el siguiente Mensaje:
“Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas,
Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si hicieran lo que os
voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz…
“Cuando veáis una noche alumbrada por una luz desconocida, sabed que es la grande
señal que Dios os da de que va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, del
hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
“Para impedirla, vendré a pedir la consagración de Rusia a Mi Inmaculado Corazón, y la
comunión reparadora en los Primeros Cinco Sábados.
“Si atendieran mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no esparcirá sus
errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán
martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas…
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“Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que
se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz…
“Cuando recéis el Rosario, diréis, después de cada misterio: ‘¡Oh, Jesús mío,
perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a todas las almas al Cielo, principalmente las
más necesitadas!’
Así, Dios no sólo nos advirtió, El nos dio una solución, una salida. No deberíamos sufrir a lo largo de
estos tiempos de prueba, pero sufrimos, sí, porque Su Mensaje, enviado por medio de Su Santísima Madre, ha
sido ignorado. El simple pedido que el Santo Padre, junto con los obispos católicos del mundo, en el mismo día,
consagren específicamente Rusia al Inmaculado Corazón de María TODAVÍA no ha sido cumplido. El sencillo
pedido de la Comunión de Reparación en los Cinco Primeros Sábados no ha sido ampliamente tenido en cuenta.
(Ver en página 5 este sencillo pedido.)
El mundo va en la dirección equivocada
El Papa Juan Pablo II dijo en 1982, cuando fue a Fátima, que el mundo estaba yendo en la dirección
opuesta de la indicada por Nuestra Señora, que el pecado se ha institucionalizado.
En 1917, cuando Nuestra Señora nos dijo por primera vez que estábamos en crisis – el aborto aún no
estaba siquiera legalizado en ninguna parte del mundo, ni siquiera en Rusia. Se legalizó en Rusia apenas en los
años 20. Y ya ese error de Rusia se ha difundido a lo largo del mundo para que ahora tengamos 50 millones de
bebés asesinados cada año.
Como explica Santo Tomás de Aquino, el primer fruto del error es la injusticia. Con el error que Dios y
los derechos de Dios están excluidos de nuestras leyes y de las otras instituciones sociales – tales como nuestros
hospitales, luego los falsos ‘derechos del hombre y de la mujer proclaman, “mi cuerpo es mío y yo no debo
ningún servicio a Dios”. Hoy las madres proclaman su “derecho” a asesinar legalmente a su propio hijo en sus
entrañas. Un derecho verdadero viene de Dios, y Dios no nos da el derecho de matar a nuestro prójimo.
Claramente, la humanidad se ha deteriorado progresivamente en la moral y en la espiritualidad a un
ritmo alarmante, aun después que Nuestra Señora nos advirtió de nuestra crisis en 1917. El mundo ha ido en la
dirección opuesta de la que Nuestra Señora vino a mostrarnos.
Aun así, Nuestra Señora nunca deja de darnos esperanza. Jesús mismo dijo, “Nunca será tarde para
recurrir a Jesús y a María.”
El Rosario, causa de nuestra gran esperanza
El Cielo sabía a dónde el mundo y la humanidad estaban apuntando. El Cielo sabía que su urgente
mensaje sería ignorado, distorsionado, silenciado. Así el Cielo nos envió, a aquellos que lo atendimos, un
escudo de armas, un arma para defendernos a nosotros mismos y a nuestras familias, y ayudarnos así a
transcurrir días tan azarosos.
Esa arma enviada por el Cielo, como usted leerá en esta edición de La Cruzada de Fátima, es el Rosario.
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El Rosario puede remediar los problemas de nuestros países, nuestros problemas personales, los de
nuestros hijos, nuestros temores, nuestros nervios agotados, todos nuestros problemas. La Hermana Lucía nos
dice:
“No hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el
rezo del Santo Rosario…”
Todos nosotros tenemos abundancia de problemas hoy; aun la Iglesia está siendo atacada y destrozada
desde adentro y desde afuera. Pero son las oraciones de nuestro Rosario las que nos ayudarán a permanecer en
la Iglesia por nuestra fidelidad, beneficiándonos así de la promesa de Nuestro Señor: “…tu eres Pedro, y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Mat. 16:18.
La reparación por el pecado
es necesaria para restaurar la paz
Fue al místico flamenco Pere Lamy – llamado por su obispo “el otro Cura de Ars”– a quien le dijo Dios
que la Iª Guerra Mundial “tuvo tres causas: la blasfemia, el trabajo en domingo, y la profanación del
Matrimonio”. En Fátima, la Santísima Virgen confirma esa enseñanza cuando nos dice; “la guerra es un castigo
por el pecado” y anuncia en el gran Secreto: “Pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI
comenzará otra peor”. Así, estalló la IIª Guerra Mundial.
El Mensaje de Fátima está concebido para eliminar la causa de la guerra, cual es el pecado. Justo antes
del gran milagro del 13 de octubre, Nuestra Señora había dicho:
“Es preciso que se enmienden; y que pidan perdón por sus pecados,” y luego, tomando
un aspecto más triste: “No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.
Muchos años más tarde, reflexionando sobre estas palabras, la Hermana Lucía escribió:
“De todas las palabras pronunciadas en esta aparición, las que más profundamente se
grabaron en mi corazón son las del pedido hecho por Nuestra Madre Celestial: ‘No ofendan más
a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido’.
“¡Que queja llena de amor, que tierno pedido! ¡Quien me diera hacerme eco de él a
través del mundo, para que todos los hijos de Nuestra Madre en el Cielo pudieran escuchar el
sonido de Su voz!”
Más tarde, en las apariciones de Fátima, Jesús mismo vino a decirnos que el Inmaculado Corazón de
María ha sido muy ofendido.
El 10 de diciembre de 1925, la Hermana Lucía recibió una visita de la Virgen y el Niño Jesús. La
Santísima Virgen puso Su Mano en el hombro de Lucía y le mostró un Corazón cercado de espinas que Ella
sostenía en la otra mano. En ese mismo momento, el Niño le dijo:
“Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de espinas que los
hombres ingratos continuamente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para
arrancárselas.”
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Luego la Santísima Virgen le dijo:
“Mira, hija mía, mi Corazón, cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan
continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que todos
aquellos que durante cinco meses, en el Primer Sábado se confiesen, reciban la Santa Comunión,
recen la tercera parte del Rosario y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15
Misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte
con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas.
Debemos rezar el Rosario todos los días
Nuestra Señora nos alienta continuamente a rezar el Rosario e insiste que se debe rezar el Rosario todos
los días. Ella prometió que si se reza el Rosario todos los días, no caerá en herejía. Y si ha tenido la desgracia de
caer en herejía, rezando el Rosario todos los días, Ella lo arrancará de la herejía.
En su Encíclica Jucunda semper, sobre el Rosario, León XIII enseña:
“El hecho que busquemos, mediante nuestras oraciones, el auxilio de María, se basa,
ciertamente, en el oficio que Ella constantemente desempeña cerca de Dios, de obtenernos la
gracia divina… Este oficio, empero, no está, quizás, tan manifiestamente expresado en ningún
modo de oración como en el Rosario.”
En Fátima, la Santísima Virgen confirma enfáticamente esta verdad en cada una de
Sus apariciones:
13 de mayo: “Rezad el Rosario todos los días, para alcanzar la paz para el mundo, y el fin de la guerra.”
13 de junio: “Que recéis el Rosario todos los días”.
13 de julio: “Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene; que continuéis rezando el Rosario todos los
días, en honor de Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra, porque solo
Ella lo puede conseguir.”
19 de agosto: “Quiero que sigáis yendo a la Cova da Iria el día 13; que continuéis rezando el Rosario todos los
días.”
13 de setiembre: “Continuad rezando el Rosario, para alcanzar el fin de la guerra.”
13 de octubre: “…soy la Señora del Rosario. …que continuáis rezando el Rosario todos los días.”
Nuestra Señora hizo el rezo del Rosario una condición para la entrada de Francisco al cielo:
“Y yo, ¿también voy al Cielo?
Sí, vas…
Y ¿Francisco?
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También, pero tiene que rezar muchos rosarios.”
Después de esta aparición, Francisco comenzó a rezar el Rosario 6 a 8 veces por día.
El Rosario es a menudo condición para obtener hasta favores temporales, como relata la Hermana Lucía:
“…hice algunas peticiones que no recuerdo bien cuales fueron. Lo que sí recuerdo es que
Nuestra Señora dijo que era preciso rezar el Rosario para alcanzar esas peticiones durante el
año.”
Todos nosotros tenemos que rezar y enseñar a otros a hacerlo
El Inmaculado Corazón de María guarda en reserva un torrente de gracias y favores que puede derramar
a raudales en nuestras almas, en nuestras familias, en la Cristiandad, y en todo el mundo – pero solo en
respuesta a las súplicas humildes y constantes de nuestros innumerables Rosarios.
La Hermana Lucía nos dice que es a causa de estos tiempos, que Dios ha dado mayor poder al Rosario
que en cualquier otro momento de la historia. Por eso rece el Rosario. Es su arma, es su escudo, es su garantía,
es su inmunización espiritual contra las fuerzas del mal.
Las oraciones de su Rosario pueden mover montañas, salvar países, salvar almas. ¡Qué privilegio! ¡Y tan
poca tarea! Es tan fácil, que su milagroso poder es deslucido con escepticismo. Su poder milagroso estupendo
es muy a menudo sepultado por temores y dudas.
Cuántos milagros más veríamos si humilde y confiadamente nos volviéramos a Nuestra Señora del
Rosario. Cuántos rezan el Rosario y piden la ayuda de Nuestra Señora con sus angustias, pero luego continúan
atormentándose y volviendo sobre sus problemas como si no creyeran verdaderamente que sus oraciones
pudieran ser correspondidas.
El Rosario puede traer la paz a nuestros corazones agitados. Y esa paz puede propagarse a otros, y
finalmente, esa paz puede ayudar a cambiar el mundo. La paz, tranquilidad y santidad que viene del Rosario es
lo que necesitamos ahora.
Este pequeño opúsculo sobre el Rosario, si se pone en manos de gente suficiente, puede ayudar a salvar
al mundo. Yo ruego que cada uno que lo lea lo transmita o pida un ejemplar extra para 10, 20, o hasta 100
amigos y familiares. Sólo piense en todas las gracias que podrían fluir de esta sola tentativa.
En Austria, solo el 10% (¡el diez por ciento!) de la población rezó el Rosario y salvó su país de la
opresión del Comunismo. Lea en esta edición el testimonio personal de un soldado que estuvo presente allí y lo
atestigua.
Sí, podemos hacer esto. Tenemos que hacerlo.
Estoy determinado a imprimir un millón de estos libritos del Rosario, solo para empezar. Y con su
ayuda, podemos transformar este esfuerzo en decenas de millones.
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También lancé una campaña de 25 millones de Rosarios por la Paz. Eso es más o menos un 5% de la
población mundial. Es un buen principio. Si Austria pudo hacerlo, juntos nosotros podemos hacerlo. ¡Ustedes
pueden hacer esto en sus hogares, en su trabajo, en la escuela, en todas partes!
¿Cómo podemos no aceptar el llamado de la Santísima Virgen a rezarle a Ella, especialmente con Su
Santísimo Rosario? ¿Cómo no poder dar apenas unos pocos minutos de nuestro tiempo para salvar el mundo?
Sé que cuando usted haya leído esta edición especial de The Crusader desde el principio hasta fin, ya no
tendré que pedir su ayuda. Usted estará tan rebosante de amor por la Santísima Virgen María que querrá situarse
en Su corazón como San Maximiliano Kolbe lo hizo (ver página 45) y servirla, y junto con Ella servir a Jesús
en Su Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia. Y ese amor, ese servicio a los Corazones de Jesús y de María
ganará gracias para que el Santo Padre y los obispos finalmente atiendan Su urgente Mensaje de Fátima y
traigan al mundo la paz verdadera, duradera. Y aún más importante, cuanto más pronto alcancemos ese triunfo
del Inmaculado Corazón de María, muchas más almas se salvarán.
En los Corazones de Jesús y de María, me alegro con el pensamiento de servirlos junto con usted.
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¡Haga su parte para ayudar
a Nuestra Señora y al mundo!
25 MILLONES DE ROSARIOS
PARA OBTENER LA PAZ MUNDIAL
Y DETENER EL TERRORISMO
El 16 de octubre de 2002, el Santo Padre declaró el año 2003 (el
vigésimo quinto de su pontificado) como el Año del Santísimo Rosario. Siga estas directivas y
ayúdenos a reunir 25.000.000 de Rosarios.
Use la fórmula de compromiso de rezar el Rosario aquí incluido, para reunir tantos Rosarios
como usted pueda. Envíenoslas y le haremos llegar un obsequio gratuito para quienes
completaron cada fórmula.
“Por medio del Rosario los fieles reciben abundantes
gracias, como desde las mismas manos del la Madre
del Redentor.”
… Papa Juan Pablo II
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El Papa Juan Pablo II proclama
el 2003 el Año del Rosario
Los siguientes son extractos de la nueva Encíclica
del Santo Padre sobre el Rosario
El Rosario de la Virgen María, difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo la inspiración del
Espíritu de Dios, es una oración querida por numerosos Santos y fomentada por el Magisterio. Simple y a la vez
profunda, sigue siendo en este tercer Milenio recién iniciado una oración de gran significado, destinada a
cosechar frutos de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de la vida cristiana que, después de dos
mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por el Espíritu de Dios a
«remar mar adentro» (duc in altum!), para anunciar, más aún, para proclamar ante el mundo que Jesucristo es
Señor y Salvador, “el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14, 6), la “meta de la historia humana, el punto en el
que se unen los deseos de la historia y de la civilización”.
El Rosario, en efecto, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración cristocéntrica. En la
sobriedad de sus elementos, tiene en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual puede decirse que
es un compendio. Es un eco de la oración de María, su perenne Magníficat por la obra de la Encarnación
redentora que comenzó en su seno virginal. Con el Rosario, el pueblo cristiano aprende de María y es llevado a
contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de Su amor. Por medio del Rosario,
el fiel obtiene abundantes gracias, como de las propias manos de la Madre del Redentor.
Los Papas y el Rosario
Numerosos predecesores míos han atribuido gran importancia a esta oración. Digno de especial mención
a este respecto es el Papa León XIII quien, el 1 de septiembre de 1883, promulgó la Encíclica Supremi
Apostolatus Officio, un documento de gran entidad, la primera de sus muchas declaraciones sobre esta oración,
en la que propone el Rosario como arma espiritual efectiva contra los males que afligen a la sociedad.
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Entre los Papas más recientes que, desde el tiempo del Concilio Vaticano Segundo se han distinguido en
la promoción del Rosario, debería mencionar al Beato Juan XXIII y, sobre todo al Papa PabloVI, quien en la
Exhortación Apostólica Marialis Cultus, enfatizó, en el espíritu del Concilio Vaticano II, el carácter evangélico
del Rosario y su orientación cristocéntrica. Yo mismo, he exhortado a menudo a la frecuente recitación del
Rosario. Desde mis años juveniles esta oración ha tenido un lugar importante en mi vida espiritual. Me lo ha
recordado vigorosamente mi reciente viaje a Polonia, y en particular la visita al Santuario de Kalwaria. El
Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de dificultad. A él he confiado gran número de
preocupaciones; en él siempre encontré consuelo. Hace veinticuatro años, el 29 de octubre de 1978, apenas
semanas después mi la elección a la Sede de Pedro, reconocí con gratitud: “El Rosario es mi oración predilecta.
¡Oración maravillosa! Maravillosa en su simplicidad y en su profundidad. [...] Puede decirse que el Rosario es,
en cierto sentido, un comentario-oración sobre el capítulo final de la Constitución Lumen gentium del Vaticano
II, capítulo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Ante
el trasfondo de las palabras del Avemaría pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de
Jesucristo. Estos toman forma en la serie completa de los Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos, y nos
ponen en comunión viviente con Jesús a través –podríamos decir – del Corazón de su Madre. Al mismo tiempo
nuestro corazón puede abarcar en las decenas del Rosario todos los hechos que constituyen la vida de los
individuos, las familias, las naciones, la Iglesia y la humanidad; todos nuestros asuntos personales y los de
nuestro prójimo, especialmente los de aquellos que están más cercanos a nosotros o los que nos son más
queridos. De esta manera la sencilla plegaria del Rosario marca el ritmo de la vida humana”.
Con estas palabras, queridos Hermanos y Hermanas, ponía el primer año de mi Pontificado en el ritmo
cotidiano del Rosario.
Hoy, cuando comienzo el vigésimo quinto año de mi servicio como Sucesor de Pedro, deseo hacer lo
mismo. ¡Cuántas gracias de la Santísima Virgen he recibido en estos años a través del Rosario: Magnificat
anima mea Dominum! Deseo elevar mi agradecimiento al Señor con las palabras de su Santísima Madre, bajo
cuya protección he puesto mi ministerio petrino: Totus tuus!
El Rosario, una oración contemplativa
“El Rosario, precisamente porque comienza con la propia experiencia de María, es una oración
exquisitamente contemplativa… Por su naturaleza, el rezo del Rosario llama a un ritmo calmo y de pacífica
quietud, que ayuda al individuo a meditar en los misterios de la vida del Señor vistos a través de los ojos de Ella
que estuvo más cerca del Señor. De esta forma se descubre la riqueza insondable de estos misterios.”
LLAME AHORA a 1-716-853-1822 para registrar su promesa de rezar 5 decenas del Rosario diariamente por las
gracias necesarias al Santo Padre y a los obispos para consagrar Rusia al Inmaculado Corazón de María.
Su prenda de compromiso será puesta en el altar ante la estatua de la Virgen Peregrina bendecida por el Papa
Pablo VI.
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El Santo Rosario de María,
flagelo de satanás
por el Padre Gino Burresi
El Padre Gino Burresi vivió cerca de Roma, en San Vittorino, donde se le apareció Nuestra Señora de Fátima. Ella le
pidió que construyera una capilla en Su honor. El Padre Gino lleva en su cuerpo las cinco llagas de Cristo como el Santo Padre
Pío antes que él. Han sido muchos los milagros ocurridos en San Vittorino por la intercesión de Nuestra Señora de Fátima.
Nuestra Señora es la Madre de Dios, nuestra Madre, y Ella es la Madre de la Iglesia. Pero Ella ha sido
apartada de nuestros corazones, y frecuentemente también de nuestras iglesias, empujada a un vestíbulo o
relegada a un jardín. ¡Ni en sueños, tendría nunca el coraje de sacar el único recuerdo que queda de mi madre,
su fotografía, y tirarla por allí!
Sin embargo, la devoción a Nuestra Señora y la oración que Ella más instantemente nos pidió, el
Rosario, ha sido socavada. Y tal vez alguno de nosotros que usamos el hábito religioso, quiera el Señor
perdonarnos, hemos sido los primeros en decirle a usted que el Rosario es una práctica pasada de moda, una
repetición aburrida de palabras.
Pero yo sé que alguien que ama verdaderamente a otro no se cansa nunca de decir a la persona que ama,
“te amo”. En el Rosario tenemos la Biblia, los Profetas, la vida de Jesús y de María, la vida de los cristianos y la
de los religiosos. Por lo tanto, puedo llamar al Rosario “el flagelo de satanás”. Sea esta nuestra resolución:
tengamos más amor por los Sacramentos, por el Papa, y por la Santísima Virgen.
Cristo.
Si rechazamos apenas uno de estos hitos fundamentales de nuestra Fe nos ponemos fuera de la Iglesia de
Cuatro ayudas para asistirnos
en nuestro camino hacia Dios
La oración, los Sacramentos de la Comunión y la Confesión; la penitencia, y la santificación de los
domingos y días santos son las cuatro ayudas para asistirnos a lo largo de nuestro camino hacia Dios. Tal como
un automóvil se mueve más eficientemente con el apoyo de cuatro, más que solo de tres neumáticos, igualmente
nos movemos más eficientemente a lo largo del camino recto cuando usamos el cuarto neumático - el domingo
cuando tenemos que ir a Misa.
La santificación del domingo es un acto muy razonable de gratitud hacia Dios. En nuestros días no
habría hombre que trabajara para un empleador quien luego le negara su salario el fin de semana. El insiste
sobre su orden de pago, y si ésta no viene a tiempo o si no es pagada íntegramente, él riñe por sus derechos, lo
cual es totalmente justificable.
Pero tenemos tendencia a olvidar que tenemos un Padre en el Cielo y el padre de una familia también
tiene ciertos derechos sobre sus hijos. El puede decirles,” ¡ustedes siempre vienen a pedirme alguna cosa, pero
nunca me dan nada!” Hemos vivido otros siete días. ¿No es justo que los domingos nos quitemos nuestros
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sombreros y digamos al Señor, “Estoy aquí para darte las gracias por los siete días que Tú me diste?”
¡Verdaderamente, Dios está satisfecho con tan poco!
La oración
Nuestra Señora, en su gran amor, nos señaló los medios más eficientes para convertirnos en buenos
cristianos. El primero es la oración; conversar con Dios y permanecer en unión con El. Nuestros hermanos los
Santos, quienes caminaron esta tierra como nosotros, comprendieron su valor y se volvieron grandes hombres
de oración. Apenas recientemente, un colega que pensaba que estaba verdaderamente “al día” me dijo muy
seriamente que la oración es una pérdida de tiempo y que después de todo, hoy todo es una oración. Bien, esa es
sólo una idea extravagante para no rezar. Y le aseguro que desde ese día, he estado diciendo a Nuestro Señor,
“¡Dios mío, cuando doblo mi rodilla ante Ti, quítame cualquier pensamiento de que pudiera estar perdiendo mi
tiempo!”
Nuestra Señora ha insistido tantas veces en la recitación del Santo Rosario como una oración. ¡La
situación del mundo hoy es tan triste! El amor es difícil de encontrar, y la caridad, la bondad, y la justicia están
laxas, la dignidad de la persona humana se está desvaneciendo rápidamente. Hoy la gente sólo habla de
derechos, de dinero, de bienestar; e ignora los valores espirituales.
Queridos jóvenes, ¿qué podemos hacer para cambiar esta triste situación? Nuestra Señora de Fátima nos
muestra el camino de salvación en Su Mensaje. Las armas de la violencia deben enfrentarse con las armas de la
oración. Nuestra Señora nos invita a rezar el Rosario, pensando y meditando en los Misterios, que contienen
todo el Evangelio. Necesitamos rezar el Rosario muchas veces, y necesitamos rezarlo bien.
No preste ninguna atención a aquella gente, aun si son sacerdotes, que le hablan de otra manera. Dígales
en lugar de eso, que le enseñen como rezar bien el Rosario. Nuestra Señora vino del Cielo a prevenirnos y a
mostrarnos el camino para salvarnos. Ella se apareció en Fátima para arrancar de raíz el fariseísmo de nuestra
época.
Volvamos al Santo Rosario
¡Es urgente para nosotros aferrarnos al manto de María, tener nuevamente el Rosario en las manos! Pero
si los pastores no toman las cuentas en sus manos, no lo harán las ovejas.
Queridos sacerdotes, no veo más el Rosario en sus manos. Y las familias en sus parroquias tampoco lo
tienen. Y ustedes ven en lo que se están convirtiendo. El Rosario de María ya no se encuentra en las familias,
pero encontramos divorcio, separaciones y discordia. No hay más oración y su ausencia mantiene esta gente
lejos de los Sacramentos. A la gente sin oración y sin Sacramentos le falta todo, se lo aseguro. Y así también la
familia se disgrega.
Hasta que tengamos el Rosario otra vez en nuestras manos…
Nuestra época consterna, pues hemos perdido a Dios. Y miren, no hay otra salida. Si queremos ser
salvos hay sólo un camino: María Santísima y Su Inmaculado Corazón. Pero hasta que Su bendito Rosario esté
en nuestras manos, no veo mucha esperanza; escaparse será una ilusión.
Si el Rosario vuelve, entonces podremos pensar un poco más seriamente en nuestra vida cristiana,
apreciar más las virtudes cristianas, y mucho de nuestra maldad desaparecerá cuando crezcamos en virtud.
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Tendremos más caridad, seremos menos egoístas, y nos apartaremos de tantas cosas materiales que sólo nos
mantienen constantemente inquietos. También guardaremos más escrupulosamente los Mandamientos para
seguir más fielmente a la Iglesia fundada por Jesucristo par ser la luz que guía a todos los hombres quienes son
todos nuestros hermanos.
Un cuarto de hora para María: el Rosario diario
Consagrar un cuarto de hora por día para el Rosario de María Santísima. Ofrecerle estos quince minutos
de tal modo que usted rece verdaderamente los Misterios.
En el Santo Rosario, encuentro toda la Biblia, simplificada. Los cuatro Evangelios están contenidos en
él. Allí encuentro la venida de Cristo, mi redención, mi vida cristiana y mi vida religiosa – porque en los
Misterios del Rosario vemos la humildad, la imparcialidad hacia las cosas de la tierra y la caridad en el trato con
nuestros prójimos. ¡Todo está en el Rosario!
Y luego comienzo a pensar. ¿Me comporto correctamente? ¿Obro como lo pide el Evangelio, como
enseña el Rosario? ¿Pienso en lo que estoy realmente diciendo en el Padrenuestro?
El valor del Rosario
La oración que la Santísima Virgen particularmente más desea es el Santísimo Rosario. Sabemos eso de
Sus apariciones en Fátima. Hoy esta oración es amargamente objetada y aquellos que son contrarios a ella se
llaman a sí mismos “sabios”. Ellos la han abandonado porque para ellos es una oración que no dice nada, una
repetición inútil de palabras. Verdaderamente, siento pena por ellos.
En el Rosario contemplamos la vida de Jesús, la vida de María, y nuestra propia vida cristiana. Por lo
tanto es la más digna de consideración. ¿Por qué el Cielo insiste tanto en la recitación del Rosario? Porque en
los Misterios encontramos todo el Evangelio. Desafortunadamente el Santo Evangelio es poco conocido,
raramente meditado, y consecuentemente pobremente vivido. Es por medio del rezo del Rosario que volvemos
al Evangelio y nos volvemos verdaderos discípulos de Cristo.
María es una persona viva, no una memoria. Hablamos y conversamos con ella cuando le rezamos,
especialmente en el Rosario, porque allí meditamos y pedimos su ayuda para poner en práctica lo que
meditamos en él. Cuando el obispo estaba por decidir la ordenación del futuro Cura de Ars, dudó porque San
Juan María Vianney tenía poca aptitud en sus estudios. Pero entonces el obispo le preguntó, ¿usted sabe rezar el
Rosario?” “oh, sí, muy bien,” respondió. Y luego el obispo dijo, “lo ordenaremos. Será un buen sacerdote.”
Cuando un postulante, un religioso o un seminarista no gusta del Rosario, envíelo a su casa porque tal
persona nunca sería un buen sacerdote, o una buena monja.
El Rosario en familia
Ya hemos recitado el Rosario, pero ¿se preguntó usted alguna vez por qué Dios no puede entrar en
tantos hogares? Es porque tantas familias ya no rezan más; no se acercan a los Sacramentos y así gradualmente
resultan infectados con el materialismo, el cual ahoga y ciega y termina por dejarlos en las tinieblas.
En tiempos pasados en que era una alegría tan grande ser parte de aquellas familias, reunidas frente a un
cuadro de Nuestra Señora, aun los pequeños, y los padres les podían enseñar el “Padrenuestro” y el “Avemaría”
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y entonces todos rezaban el Rosario. Pero ahora hemos perdido el Rosario; nuestros hijos no saben siquiera lo
que es.
Queridos padres, si no ponemos el Rosario en manos de nuestros pequeños, ¿que llevarán sus hijos
cuando tengan dieciocho? ¿Pasarán su adolescencia en vano? Si no encuentran las “armas de amor”, podrán
algún día encontrarlos portando revólveres, las armas del odio, ¿y sus padres no serán en parte culpables?
O el Rosario o una pistola
Tenemos que tomar el Rosario en nuestras manos otra vez, porque necesitamos aferrarnos a algo. Si no
eligen las cuentas que hablan de amor, tal vez arrebate una pistola que habla de odio. Vemos esto mismo todos
los días.
No encontramos gente que rece el Rosario volviéndose para disparar contra alguien. No, han aprendido
que hay misterios de amor en el Rosario; hay una Biblia de amor; hay profetas del amor; y hay también una
vida de amor, nuestra propia vida cristiana.
Volvamos a nuestras rodillas y recemos al Señor para que el Divino Niño y Su Santísima Madre nos den
a cada uno de nosotros la fortaleza para estar contentos con lo que la Santa Voluntad de Dios nos envía cada
día, y que nunca estemos aferrados a las cosas del mundo, que nunca pueden hacernos verdaderamente felices.
Cuando nuestras necesidades están satisfechas, eso debería ser suficiente para satisfacernos. Si todo lo que usted
necesita es un pequeño automóvil, ¿para qué romperse el lomo para tener uno grande?
Hoy el mundo está insatisfecho y no conoce la paz. Hasta ese “otro mundo”, nuestro interior, está
inquieto. ¿Por qué? Porque dejamos que el materialismo nos arrastre lejos. Y donde el materialismo domina,
Cristo, el autor de la paz, no entra.
Las Santas Comuniones de Reparación
en los Cinco Primeros Sábados
El segundo medio para ser buenos católicos, pedido por Nuestra Señora de Fátima, está signado por la
recepción frecuente de los Sacramentos de la Penitencia y de la Sagrada Eucaristía. Acercarse a la Santa
Comunión a menudo, especialmente para hacer “la devoción reparadora (en cinco primeros sábados) que Dios
mismo y la Santísima Virgen se dignaron pedir... para, debido a esta pequeña devoción, dar la gracia del perdón
a las almas que han tenido la desgracia de ofender el Inmaculado Corazón de María”.
Desafortunadamente, debemos admitir que Ella, nuestra grande y Santísima Madre es, de todas las
mujeres, la más maltratada y ofendida. Hagamos reparación por el dolor causado a ese Corazón por nosotros y
por otros. Vivamos verdaderamente nuestra vida sacramental, particularmente la Confesión y la Comunión; de
esa manera siempre tendremos luz en nuestro corazón; para no pecar más, sino para amar; no palabras sino
hechos; para responder adecuadamente al amor.
¡Cuántos santos alcanzaron en nuestros tiempos las alturas de la perfección a causa del Rosario y de la
Santa Comunión! ¡Cuántos santos pasaron toda la noche en la iglesia, de rodillas ante el Santísimo Sacramento!
Hoy Jesús es dejado sólo en nuestras iglesias – pero los hombres también permanecen solos hoy, porque
cuando perdemos a Jesús, perdemos todo.
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Un don del Cielo
por el Padre Stefano Manelli, S.T.D.
En Lourdes y en Fátima Nuestra Señora se apareció particularmente para recomendarnos la recitación
del Rosario. En Lourdes Ella misma sostenía un hermoso Rosario mientras Bernardette recitaba las Avemarías.
En Fátima, en todas las apariciones, Ella recomendó la recitación del Rosario, especialmente durante la última
aparición, cuando se presentó como la “Señora del Rosario”.
Es verdaderamente de gran importancia que Nuestra Señora nos diera el Rosario. Cuando Ella habló en
Fátima de la salvación de los pecadores, de la ruina de las almas en el infierno, de las guerras y del futuro de
nuestra época, Nuestra Señora indicó y recomendó el Rosario como la oración que salva.
La Hermana Lucía de Fátima nos dice en suma que “la Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en
que estamos viviendo, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay
problema, por más difícil que sea, sea temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada
uno de nosotros … o a la vida de los pueblos y naciones … que no podamos resolver ahora con el rezo del
Santo Rosario.”
Salva y santifica
Una mañana, mientras paseaba por las calles de Turín, San José Cafasso encontró a una mujer anciana,
pobre y encorvada, que recitaba el Rosario en voz baja mientras caminaba.
“¿Por qué tanta prisa, buena señora?” le preguntó el santo.
“Oh, Reverendo, ¡camino para limpiar las calles!”
“¿Para limpiar las calles…? ¿Qué quiere usted decir?”
“Vea, anoche fue carnaval y la gente cometió muchos pecados. Ahora, estoy diciendo las Avemarías
para purificar estos lugares del pecado.”
El Rosario limpia el alma de pecado y la adorna con la gracia. El Rosario salva almas. San Maximiliano
Kolbe escribió en su agenda, “Muchos Rosarios, muchas almas salvadas”. ¿Qué pensamos de eso? Salvaremos
muchas almas rezando el Rosario. ¡Qué caridad de valor inestimable sería esta!
¿Qué podemos decir de la conversión de los pecadores por el Rosario? Tendríamos que hablar de Santo
Domingo, de San Luis de Montfort, del Santo Cura de Ars, de San José Cafasso, del Santo Padre Pío, etc.
El Rosario hace bien a todos – pecadores, hombres de buena voluntad, y santos.
Cuando a San Felipe Neri se le preguntaba que oración elegir, respondía inmediatamente, sin vacilación,
“Rece el Rosario, y récelo a menudo”.
Aun cuando al Padre Pío se le preguntaba que oración prefería sobre todas, él contestaba casi
abruptamente, “el Rosario.”
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Los santos, sobre todo, han mostrado la gracia eficaz del Rosario. Muchos santos fueron verdaderos
apóstoles del Rosario – San Pedro Canisio, San Carlos Borromeo, San Camilo de Lellis, San Antonio María
Gianelli, San Juan Bosco, etc.
Tal vez entre los más grandes y más notables ejemplos estaba el Santo Padre Pío. El es el más
prestigioso de toda la humanidad. Durante muchos años él rezaba diariamente más de cien Rosarios. Un modelo
gigantesco que garantizaba la fecundidad del Rosario para su santificación y la salvación de las almas.
“Cuantos miles de almas fueron misteriosamente atraídas a ese sacerdote, quien durante horas y horas,
día y noche, con las manos inflamadas y sangrantes, rezaba el Rosario mientras permanecía al pie de la estatua
de Nuestra Señora. Ha mostrado verdaderamente que el Rosario es la cadena de salvación que adorna las manos
de Nuestro Salvador y Su Santísima Madre y que señala la fuente de todas las gracias que descienden a
nosotros, y a donde debe dirigirse nuestra propia esperanza”. (Papa Pablo VI)
“Enviaré una lluvia de pétalos de Rosas desde el Cielo”
Santa Teresita
Usted también puede enviar Rosas desde el Cielo
Usted puede ayudar a difundir el Mensaje urgente de esperanza y de paz de Nuestra Señora de
Fátima en el mundo entero, aun después que Dios lo llame para su eterna recompensa. Millones de
almas se perderán si los pedidos de Nuestra Santísima Madre no son atendidos y la Consagración
de Rusia no se hace como ella lo pidió. Por el bien de esas almas, tanto por el de la suya propia
como el de las almas de sus hijos, le rogamos que recuerde el Apostolado de Nuestra Señora en su
legado.
Por los hijos e hijas difuntos de Nuestra Santísima Madre, rezamos todos los días con gratitud, y
ofrecemos la Santa Misa por el reposo de sus almas.
Hacer un legado para esta importante obra es fácil. Sólo llame a nuestros representantes al 1-800845-3047 o escríbanos a la dirección de la página 54. No hay ninguna obligación.
La humildad
“¡Canalla!” gritó el diablo al Santo Cura de Ars mientras lo golpeaba duramente contra la pared de la
habitación. “Tú ya me has robado ochenta mil almas en lo que va de este año, y si hubiera cuatro curas como tú,
ya seguramente hubiera terminado mi reinado sobre la tierra…” El Santo reconoció que para él, ser sacerdote
era un don especial de Nuestra Señora, porque sabía cómo rezar bien el Rosario, manteniéndose siempre en su
humildad, consciente de ser indigno en todos los aspectos. Sobre todo, pensaba en la oración y en hacer
penitencia con todas sus fuerzas. El resto Dios lo hizo por él. Esas fueron las cosas que humillaron
completamente al infierno, y lo hicieron incapaz de enfrentar a este humilde sacerdote.
Es la verdad de la palabra de Dios, “Así es que cualquiera que se ensalza, será humillado; y quien se
humilla, será ensalzado”. (Lc.14:11) Y también, “…porque Dios resiste a los soberbios, pero a los humildes les
da su gracia”. (I Pedro 5:5)
Si ahora pensamos en la grandeza sin igual de Nuestra Señora, comprenderemos inmediatamente la
humildad que tiene que haber en Ella “Exaltada sobre todos los coros de Ángeles”.
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La humildad de Nuestra Señora está resaltada en las primeras páginas de los Evangelios, “He aquí la
esclava del Señor”. (Lc. 1:38) Eso es manifiesto en la Visitación a Santa Isabel, quien justamente exclamó,
“¿De dónde a mí tanto bien que venga la madre de mi Señor a visitarme? (Lc. 1:43) Eso quedó patentizado en el
nacimiento de Jesús, que ocurrió en un pobre establo “porque no hubo lugar para ellos en el mesón”. (Lc. 2:7)
También es evidente por el profundo silencio y vida retirada durante treinta años en Nazaret. Es manifiesto por
el oprobio y la ignominia en el Calvario, donde Nuestra Señora estaba presente como Madre del Condenado.
La humildad de Nuestra Señora es más o menos proporcional a Su Soberanía Suprema. Ella fue
altamente exaltada porque fue humilde en grado sumo.
Debemos aprender humildad de esa escuela.
El Rosario todos los días
Todas las oraciones, conocimiento y amor de Santa Bernardette parecieron consistir en el Rosario. Su
hermana Antonietta dijo, “Bernardette no hacía nada sino rezar y no sabía que otra cosa rezar sino el Rosario”.
El Rosario es una oración evangélica, cristológica y contemplativa en compañía de Nuestra Señora
(Marialis Cultus, 44-47) La alabanza y súplica que constituye el Avemaría impulsa a la mente hacia la
contemplación de cada misterio del Rosario.
El Rosario puede rezarse igualmente bien en la calle como al pie del altar. Si las mentes están
recoletamente vueltas a María, agrada a Nuestra Señora si se lo reza en la iglesia o en el tren, mientras se
camina o se vuela en un avión.
¿Es posible que no podamos encontrar siquiera un cuarto de hora diario para ofrecer un Rosario a
Nuestra Señora? El Rosario puede decirse en cualquier lugar y tiempo, acompañado con quienquiera que sea,
sin libros o ceremonias, en voz alta o en silencio.
Pensemos en los Rosarios rezados en las crujías de los hospitales por San Camilo de Lellis y Santa
Bertilla Boscardin; en el camino hacia Roma por San Vicente Palotti; en un tren o a bordo de un barco por
Santa Francisca Cabrini; en el desierto del Sahara por el Hermano Carlos de Foucauld; en palacios reales por la
Venerable María Cristina de Saboya; en campos de concentración y en la celda de la muerte por San
Maximiliano Kolbe; sobre todo en familia por la Beata Anna María Tiagi, por los padres de Santa Teresa y por
la madre de Santa María Goretti. No derrochemos tiempo en cosas triviales o nocivas cuando tenemos un
precioso tesoro como el Rosario. Recémoslo y prometamos a Nuestra Señora terminar el mes de María con él.
“¡Todos los días un Rosario para Ti, Oh María!”
En el Inmaculado Corazón
En Fátima, el Rosario fue el regalo del Inmaculado Corazón de María. Queremos concluir el Mes de
María poniendo nuestro Rosario en el Inmaculado Corazón de María con el compromiso de rezarlo diariamente.
El Rosario y el Inmaculado Corazón de María marcan el triunfo final del Reino de Dios para esta época.
La verdadera devoción al Rosario y al Inmaculado Corazón de María garantiza la salvación. Nuestra
Señora dice además que las almas devotas al Rosario y a Su Inmaculado Corazón serán elegidas de Dios “como
flores puestas por Mí para adornar Su trono”.
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Nuestra Señora quiere encender y conservar ardiente en nosotros el amor por el Rosario y por Su
Inmaculado Corazón.
Actúe
Rece el Rosario en acción de gracias.
Ofrezca una Misa y Comunión en acción de gracias.
Conságrese al Inmaculado Corazón de María.
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Ninguna espada como él
por el Padre Lawrence Underdonk, C.Ss.R.
David se introdujo en el templo oscuro y miró a su alrededor. “Necesito comida,” murmuró al sumo
sacerdote. “Puedes tomar los santos panes; es todo lo que hay aquí.” “Tiene usted aquí una lanza o una espada?”
agregó David. “Aquí está la espada de Goliat, el filisteo que tú mataste con tu honda. Si tú la tomas, tómala,
pues no tenemos otra cosa”. David sonrió y dijo: “Démela”.
Esta narrativa del Antiguo Testamento es a veces interpretada como aplicable al Rosario. Como el joven
David, huyendo por su vida de Saúl, los hombres están huyendo, no de un rey y su ejército, sino de un enemigo
aún más mortal, de satanás y sus tentaciones. Verdaderamente las palabras de David se aplican a nosotros, que
corremos a la Iglesia y gritamos: ¿Tiene usted aquí una lanza o una espada”?
Y Ella contesta: “He aquí el Rosario, la espada de la Mujer que aplastará con su talón la cabeza de
satanás”. Y bien podemos sonreír y decir con David: “No hay espada como él, démela.”
Es la plegaria más poderosa a Nuestra Señora que verdaderamente ganó el título de “espada”. Pues no es
sólo un arma poderosa en manos de Sus hijos espirituales contra los ataques del infierno, pues proporcionó la
ventaja en muchos campos de batalla en que ejércitos cristianos estuvieron empeñados en conflictos mortales
con los infieles.
La Hermana Lucía habla sobre el Rosario
Respecto al Santo Rosario, la Hermana Lucía, hablando con el Padre Fuentes en la auténtica entrevista
del 26 de diciembre de 1957, dijo:
“Mire, Padre, La Santísima Virgen, en estos últimos tiempos en que estamos viviendo, ha dado una
nueva eficacia al rezo del Santo Rosario. De tal manera que ahora no hay problema, por más difícil que sea, sea
temporal o sobre todo espiritual, que se refiera a la vida personal de cada uno de nosotros; o a la vida de
nuestras familias sean familias del mundo o Comunidades Religiosas; o a la vida de los pueblos y naciones; no
hay problema, repito, por más difícil que sea, que no podamos resolver ahora con el rezo del Santo Rosario.
Con el Santo Rosario nos salvaremos, nos santificaremos, consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la
salvación de muchas almas.”
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Brazo de Paz
por el Padre P. Leite, S.J.
El artículo siguiente, escrito por el Padre Leite, S.J., fue publicado en Christ to the World con el imprimátur del Vicariato de
Roma. Es sumamente apropiado hoy, considerando los muchos e inminentes peligros morales y físicos que nos amenazan a
cada uno de nosotros.
El apelativo eminente del Rosario es bien expresado por San Antonio María Claret quien escribe: “Los antiguos pueblos del
Este tenían la práctica de ofrecer guirnaldas de rosas para ser llevadas como coronas a las personas distinguidas; y los
verdaderos cristianos tienen la práctica loable de ofrecer cada día, con gran devoción, la corona de rosas marianas a su
querida Madre, la Santísima Virgen. Tal fue la práctica de San Luis, Rey de Francia, de San Vicente de Paul, de San Carlos
Borromeo, del gran Bossuet, Fenelón, San Francisco de Sales, San Francisco Javier, y otros. Desde el año 1208, durante el cual
el glorioso Santo Domingo enseñó a la gente a rezarlo diariamente, no ha habido ninguna persona distinguida por su erudición
y virtud, ni una comunidad religiosa observante, ni seminario bien dirigido, que no haya tenido la devoción al Rosario.”
(Tomado de San Antonio María Claret de El Colegial instruido, Barcelona, 1865, 1:25).
Nuestra Señora promovió el Rosario
seis veces en Fátima
Nuestra Señora apareció seis veces en Fátima. Durante cada una de esas apariciones Ella pidió que no
dejáramos pasar un día sin rezar el Rosario. Tres veces Ella señaló que el rezo del Rosario es una condición
necesaria para obtener la paz:
1917)
“Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra” (13 de mayo de
Ella quiso que todos siguieran “rezando el Rosario todos los días en honor de Nuestra Señora del
Rosario, para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra”, porque dijo que “Sólo Ella lo puede conseguir”.
(13 de julio de 1917).
“Continuad rezando el Rosario para alcanzar el fin de la Guerra.” (13 de setiembre de 1917).
paz.
Los hechos – los antiguos como los nuevos – muestran que el Rosario es verdaderamente el arma de la
Venció a la herejía albigense
En el siglo XIII, un peligro terrible amenazaba a la Iglesia Católica, especialmente en el sur de Francia:
la herejía albigense. Los albigenses eran más peligrosos que los moros, declaró el Papa Inocencio II.
A pedido del Papa, los cristianos del norte de Francia organizaron una cruzada para la defensa de la Fe,
pero los acontecimientos en principio no estuvieron a favor de ellos. Santo Domingo propagó el Rosario, y la
victoria no hubo de esperarse largo tiempo. La batalla de Muret, cerca de Toulouse, tuvo lugar el 12 de
setiembre de 1213. Allí 2.000 soldados cristianos vencieron a 100.000 hombres del ejército albigense.
¿A quién se atribuyó esta resonante victoria sobre la herejía?
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
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Simón de Montfort, jefe del ejército de los Cruzados, no dudó en atribuirla a Nuestra Señora del Rosario.
Por lo tanto, erigió en el mismo lugar de la victoria una capilla bajo el nombre de Nuestra Señora del Rosario.
El 29 de setiembre de 1937, el Papa Pío XI escribió: “Por eso deseamos asaz vivamente, Venerables
Hermanos, que en modo especial, en el próximo mes de octubre sea rezado el Santo Rosario con crecida
devoción tanto en las iglesias como en las casas privadas… Que la Virgen Santa, que un día ahuyentó victoriosa
de los países cristianos la terrible secta de los albigenses, ahora invocada fervorosamente por Nosotros, haga
retroceder los nuevos errores, especialmente los del Comunismo, que recuerdan por muchos motivos y por sus
muchas fechorías a los antiguos. Y así como en los tiempos de las Cruzadas se elevaba por toda Europa una sola
voz, y por los pueblos una sola súplica; así también hoy, en todo el mundo, en las ciudades y en las aldeas aún
más pequeñas, unidos de corazón y de fuerza, con filial y constante insistencia, tratase de obtener de la gran
Madre de Dios que sean vencidos los enemigos de la civilización cristiana y humana, haciendo así resplandecer
ante los hombres cansados y desviados la verdadera paz.” (Encíclica Ingravescentibus malis).
Por él, María ganó la batalla de Lepanto
En 1571, los musulmanes procuraron tomar venganza por las derrotas sufridas en el Occidente durante
los siglos precedentes, especialmente en Portugal y en España. Quisieron atacar Europa, provenientes del
cercano Oriente. La Cristiandad estaba seriamente amenazada.
Especialmente el Papa San Pío V vio el peligro. El comprendió que no era simplemente una lucha entre
naciones rivales sino una amenaza contra la Fe Católica en el Occidente. Así, trabajó por una movilización
espiritual y temporal de los fieles. En particular, el Papa pidió que el Primer Sábado de octubre del año 1571,
fuera honrado el Santo Rosario por su rezo en procesiones de cofradías, para implorar de Nuestra Señora la
ayuda que fue necesaria para los cristianos.
Al mismo tiempo una flota cristiana comandada por Juan de Austria, hijo de Carlos V y hermano de
Felipe II, puso proa al Cercano Oriente. Fue el deseo del Santo Padre que cada combatiente fuera provisto de un
Rosario y que prometiera rezarlo para obtener la protección de María.
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El sábado 7 de octubre, las flotas cristiana y turca se encontraron en el golfo de Lepanto, en las costas de
Grecia. La encarnizada batalla, que duró toda la tarde, terminó con una brillante victoria de los cristianos. Al
atardecer, en Roma, San Pío V tuvo un conocimiento claro de ese éxito. La misma tarde, las cofradías del
Rosario, particularmente en Roma habían marchado en procesión por las calles rezando el Rosario.
Esa victoria puso fin al poder naval de los turcos y salvó a la Europa Cristiana. San Pío V atribuyó esa
victoria al Rosario más que a la fuerzas armadas y ordenó que la invocación, “Auxilio de los Cristianos, ruega
por nosotros” fuera agregada a la Letanía de la Santísima Virgen. Además, estableció una fiesta bajo el título de
“Nuestra Señora de la Victoria para celebrar el 7 de octubre, todos los años, en acción de gracias por la
victoria”.
Su sucesor, Gregorio XIII, instituyó la Solemnidad del Santo Rosario, a celebrarse todos los años el
Primer Domingo del mes de octubre para recordar esta victoria.
El 10 de mayo de 1955, el Papa Pío XII dijo: “El nombre dado a Nuestra Señora, ‘Reina del Santísimo
Rosario’ nos recuerda, sin ninguna duda, no sólo una gran victoria ganada a los infieles sino aún más las
conquistas de la Fe sobre el mal y la ignorancia religiosa”.
Monseñor Francisco Rendeoriro, O.P. escribió: “Es especialmente desde la victoria de Lepanto que los
fieles en tiempos de calamidades públicas se han acostumbrado a invocar a María por medio del Santo Rosario.
Fue un instrumento de gracia para Austria
Hay en la Europa central un solo pequeño país que es íntegramente libre: Austria. Ese es un hecho
extraordinario si recordamos que Austria fue ocupada por los rusos en 1945, a fines de la Segunda Guerra
Mundial. En 1954 uno de los gobernantes supremos de Rusia aun declaró: “Lo que ocupamos nunca lo
abandonaremos”.
Pero Austria fue liberada. ¿Por qué? ¿Cómo es que los rusos lo abandonaron sin guerra y sin el uso de la
fuerza, aunque no era sino una nación pequeña, desarmada?
La respuesta debe buscarse en el poder del Rosario. Austria tiene unos diez millones de habitantes. Un
millón de ellos, con el Canciller Figl a la cabeza, prometieron rezar el Rosario todos los días. El 13 de mayo de
1955, aniversario del día de la primera aparición en Fátima, los rusos decidieron salir de Austria.
Teresa Neuman, la gran mística alemana estigmatizada, quien se nutrió durante diez años sólo por el
Santísimo Sacramento, dijo un corto tiempo antes de su muerte: “Ciertamente fueron las oraciones y los
Rosarios del pueblo austríaco lo que ameritó su liberación”. Aun hoy, la liberación imprevista después de diez
años de ocupación rusa es asombrosa.
En setiembre de 1972, un obispo austríaco, hablando ante todo el episcopado del país, y de más de
30.000 personas, en ocasión del 25º aniversario de la Reparación del Rosario, declaró: “Tal como Austria fue
liberada del yugo comunista por el rezo ferviente del Rosario, será de la misma manera por el arma del Rosario
que el mundo será liberado de los ataques del demonio y sus secuaces”. Si rezamos el Rosario, Nuestra Señora
nos dará verdadera libertad y paz.
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Por medio del Rosario,
María protegió a Brasil
En 1964 Brasil estaba en un estado muy peligroso. Un periodista escribió “La sujeción de Brasil al
Comunismo pareció inminente. Sin embargo no ocurrió, gracias a la fuerza del Rosario”.
Esto es lo que sucedió. Toda la vida pública del país estaba dirigida abiertamente hacia el Marxismo por
las autoridades, y eso tanto en lo político como en la economía y en la instrucción pública. Nada peor podía
imaginarse. Los errores del Marxismo se habían introducido aun en el clero. Entre el clero joven hay a menudo
confusiones de naturaleza ideológica. Fue ese clero confuso el responsable de permitir a los marxistas
apoderarse del Movimiento Juvenil Católico.
Pero el pueblo permaneció sensato; reaccionó y comenzó a rezar el Rosario. En primer lugar las simples
y pías mujeres comenzaron solas. Los hombres y los jóvenes las siguieron. La televisión grabó y mostró
programas donde podía verse a las mujeres oponerse a los comunistas. Fue esto lo que salvó a Brasil en el
último momento: el rezo del Rosario.
En julio de 1964, el promotor de las Confraternidades Marianas de Brasil, Padre Valerio Alberton, fue a
Fátima a agradecer a la Santísima Virgen la liberación de su país.
Esto es lo que dijo y escribió:
“Hemos vencido, gracias a Nuestra Señora del Rosario. Es el mensaje de Fátima, vivido en Brasil el que
nos ha salvado justo a tiempo… La situación en mi país era muy seria. Todos los aspectos de la actividad
humana estaban socavados. Las posiciones claves estaban en manos de comunistas notorios, todos a favor del
Comunismo. Los sindicatos estaban en mayor parte controlados por ellos.
“Huelgas continuas, muchas de las cuales eran de naturaleza abiertamente política, provocaban
disturbios en todas partes. Las universidades mismas fueron afectadas. Yo mismo noté la seriedad de la
situación cuando viajé desde noviembre de 1963 a marzo de 1964 a todas las ciudades capitales de Brasil,
donde estuve en contacto con el ambiente universitario. A mediados de marzo finalicé mis viajes con esta
conclusión: es un hecho que la Iglesia perdió las universidades…”
La penetración en las facultades católicas era muy profunda. Aun en nuestras universidades había
células comunistas… Las asociaciones católicas no se habían exento.
Quedaba una sola esperanza: la devoción a la Santísima Virgen…
Repetidos llamados a la oración y a la penitencia, acordes con el espíritu de Fátima resucitaron la Fe, la
Fe que mueve montañas. Así, ocurrió lo imposible: el milagro de una guerra ganada sin derramar ni una gota de
sangre.
El alto comando contra-revolucionario preveía al menos tres meses de encarnizado combate. Pero una
fuerza inexplicable, humanamente hablando, hizo colapsar toda la organización militar, una organización que
había sido paciente y diabólicamente montada durante varios años colapsó, como un castillo de naipes.
La evidencia de la obra de gracia fue tal que todos quedaron convencidos que eso no podía tener ninguna
explicación humana. Los jefes militares y civiles de la contra-revolución fueron casi unánimes al atribuir esta
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victoria a una gracia especial de la Santísima Virgen. Muchos declararon que el Rosario había sido el arma
decisiva.
Enfrentados a esta peligrosa situación, las asociaciones católicas pusieron todos sus esfuerzos al servicio
de la Santísima Virgen. Doscientos mil hombres y jóvenes, enrolados en 2.000 congregaciones marianas, habían
formado un verdadero ejército pacificador en la lucha por la libertad.
Las mujeres habían dado el ejemplo por su coraje y confianza en Nuestra Señora. Contribuyeron
enormemente al fracaso de la Revolución Marxista de 1964. Ellas y sus hijos distribuyeron miles de volantes
con esta súplica: “Madre de Dios, protégenos y líbranos de nuevos sufrimientos…”
Las mujeres recorrían las calles rezando el Rosario en voz alta y cantando himnos. El 17 de marzo de
1964, se organizó la “Marcha de la Familia por la Libertad con la ayuda de Dios”. Todas las semanas, el
Cardenal Arzobispo de Río de Janeiro ponía a los católicos en guardia, pidiéndoles oración y penitencia de
acuerdo al espíritu de Fátima, para obtener la misericordia de Dios por la intercesión de Nuestra Señora.
Mientras que es cierto que muchos problemas subsisten en ese gran país, es igualmente cierto que el 31
de marzo de 1964, sin conflicto armado y sin ninguna efusión de sangre, sonó la hora de la paz y de la libertad.
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Yo presencié el Milagro del Rosario
por Stephen Wells
Estimado Padre Gruner,
Estamos tan inundados de opiniones, historias, evaluaciones de expertos, modificaciones, enmiendas,
supresiones y adiciones, que siendo meros mortales estamos tentados a imitar al avestruz (ocultando nuestras
cabezas en la arena) y esperar que todo esto pase.
¡Desafortunadamente, las arenas del tiempo se están agotando rápidamente y no quedará pronto arena
para ocultar nuestras cabezas en ella!
Puedo entender por qué hay oposición a su obra. El Mensaje de Fátima es dramáticamente opuesto a las
percepciones populares del presente. Vivimos en una época de permisividad, cuando no hay penalización
aparente por el incumplimiento de nuestro deber – en algunos casos nuestros deberes juramentados. Como
observación puramente de un laico, sentí en el tiempo que el Concilio Vaticano II hizo cambios demasiado
radicales y rápidos y en un mal momento de la historia – la remoción de algunas de las disciplinas aumentaron
la permisividad de la época – verbigracia ayunar desde la medianoche hasta recibir la Santa Comunión la
mañana siguiente confirió peso considerable a la solemnidad de la ocasión – más que la de hoy en día.
¿Rezamos verdaderamente en forma más ferviente hoy en nuestra propia lengua que cuando lo hacíamos
en latín? Por lo menos no había lugar para interpretaciones privadas como hay ahora.
A respecto de su trabajo, estoy asombrado de cuantos de nuestros feligreses no saben por qué el
sacerdote rece las tres Avemarías (específicamente por la conversión de Rusia) al pié del altar al finalizar la
Misa.
Seré muy franco con usted – de no haber sido por mi experiencia en el Ejército Inglés en Austria al fin
de la guerra, yo pudiera haber tenido dificultad para aceptar muchos de sus artículos. Brevemente, mientras
servía en Austria en el Ejército de Ocupación, observé una procesión semanal (pienso que todos los viernes)
rezando el Rosario mientras visitaba los santuarios de la ciudad. Eso ocurría en toda Austria.
Frente a esto, los rusos, dándose cuenta que sus doctrinas nunca tendrían adhesión en tal atmósfera, se
retiraron – ¡y cuando ellos hicieron las maletas, también las hicimos nosotros!
La retirada rusa fue particularmente notable, cuando se considera la importancia estratégica de Austria –
tanto Napoleón como Hitler sostuvieron el punto de vista que “quien ocupa Viena, tiene la llave de Europa”.
¡Necesitamos alguien como usted para mantener encendida la luz de la fe objetiva! Y trataré de no dejar
de apoyarlo. Pasé 26 años como consejero del Servicio de Empleo y sé cuan duro es lograr que la gente vea los
hechos y los enfrente.
Continúe la buena obra.
Dios lo bendiga.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
25
La recitación del Rosario ante
el Santísimo Sacramento, aprobada
Se han hecho objeciones de que no es propio recitar el Rosario ante el Santísimo Sacramento. En primer
lugar, el Papa León XIII ya en 1883 había ordenado que se rezara el Rosario ante el Santísimo Sacramento
expuesto durante todo el mes de octubre. Y eso se hizo hasta años muy recientes, durante unos cien años.
¿Vamos a decir que el gran Papa estaba equivocado, y los supuestos ‘modernizadores’ de la Iglesia han
descubierto la verdad?
¡Es definitivamente un error (alguno ha dicho, un ‘error satánico’) condenar esta práctica hoy! … El
presente Papa, Juan Pablo II, quien comenzó una adoración eucarística diaria en la Basílica de San Pedro, en
Roma, ha aprobado esta recitación, prescrita a las Hermanas Discípulas del Divino Maestro, cuyo fundador
impuso la recitación de las 15 decenas del Rosario ante el Santísimo Sacramento expuesto como una de las
principales prácticas de Adoración Eucarística diaria.
CAMPAÑA DEL ROSARIO
Querida Santísima Señora de Fátima,
Estoy dispuesto a ofrecer ( ) decenas del Rosario diariamente con la intención de ganar para el Santo
Padre las gracias que necesitará para consagrar solemne y públicamente Rusia con todos los obispos de la
Iglesia en forma específica al Inmaculado Corazón de María.
Firma……………………………………
Por favor, copie y envíe esta promesa a Jesús y María al Padre Nicholas Gruner a The Fatima Crusader
(ver la dirección en la página 54) para que pueda ponerla en el altar al pie de la estatua de la Virgen Peregrina,
bendecida solemnemente por el Papa Pablo VI.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
26
Las Oraciones del Rosario
La Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.
Credo de los Apóstoles: Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en
Jesucristo su único hijo, Nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los Cielos, está sentado a la diestra de Dios, Padre
Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa
Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y en la vida
eterna. Amén.
Padre Nuestro: Padre Nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea Tu nombre. Venga a nosotros Tu
reino. Hágase Tu voluntad así en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y no nos dejes caer en tentación,
más líbranos del mal. Amén.
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27
Ave María: Dios te salve María. Llena eres de Gracia; El Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
El Gloria al Padre: Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
La oración de Fátima después de cada Decena: Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno. Lleva a todas las santas almas al cielo, especialmente las más necesitadas.
La Salve Regina: Dios Te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios Te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros Tus ojos misericordiosos, y después de este
destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa!¡Oh dulce Virgen
María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oremos: Oh Dios, cuyo Unigénito nos granjeó con su vida, con su muerte y resurrección el premio de la
salvación eterna, os suplicamos nos concedáis que, venerando los misterios del Santísimo Rosario de la
bienaventurada Virgen María, imitemos sus enseñanzas y alcancemos las promesas que contienen. Por el mismo
J.C.S.N. Amén
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28
Novena del Rosario de 54 días
“Durante trece meses, Fortuna Agrelli, hija del Comendador Agrelli, había soportado sufrimientos
horribles y calambres torturantes; ella había sido desahuciada por los médicos más celebres. El 16 de febrero de
1884, la niña afligida y sus familiares comenzaron una novena de Rosarios. En Nápoles, en la casa del
Comendador, la Reina del Santo Rosario la favoreció con una aparición el 3 de marzo. La Santísima Virgen
María, sentada en un alto trono, rodeada por figuras luminosas, sostenía al Divino Niño en su regazo, y en Su
mano un Rosario.
“María miró a la sufriente con ternura maternal y la paciente la saludó con estas palabras: ‘¡Reina del
Santo Rosario, sé misericordiosa conmigo, restáurame la salud! Ya Te he rezado una novena, Oh María, pero
aún no he experimentado Tu ayuda. ¡Estoy tan ansiosa de ser curada!’
“ ‘Hija’, respondió la Santísima Virgen, ‘tú Me has invocado por varios títulos y siempre has obtenido
mis favores. Ahora, desde que tú Me has llamado por ese título que Me es tan agradable, ‘Reina del Santo
Rosario’, ya no puedo rechazar el favor que me has pedido; pues ese nombre es muy preciado y querido por Mí.
Haz tres novenas y lo obtendrás todo.’
“Una vez más la Reina del Santo Rosario se le apareció y le dijo, ‘Quienquiera desee obtener favores de
Mi, deberá hacer tres novenas de las oraciones del Rosario en petición, y tres novenas en acción de gracias.’
“Este milagro del Rosario produjo una muy profunda impresión en el Papa León XIII, y contribuyó
grandemente al hecho que en tantas Encíclicas él urgiera a todos los cristianos a amar el Rosario y a rezarlo
fervientemente.”
La novena consiste en 5 decenas del Rosario en petición, cada día durante 27 días; y luego,
inmediatamente, 5 decenas en acción de gracias, cada día durante 27 días, o haya sido otorgado el pedido o no.
En el 1er. día meditar los Misterios Gozosos; en el 2do. los Misterios Dolorosos; en el 3er. día los
Misterios Gloriosos; el 4to. día meditar nuevamente en los Misterios Gozosos; y así sucesivamente.
He aquí una tabla para ayudarlo a rezar la Novena del Rosario de 54 días
En petición
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
10
11
12
13
14
15
16
17
18
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
19
20
21
22
23
24
25
26
27
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
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29
En acción de gracias
28
29
30
31
32
33
34
35
36
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
37
38
39
40
41
42
43
44
45
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
46
47
48
49
50
51
52
53
54
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go
D
Gl
Go: Los Misterios Gozosos se rezan en ese día en su novena.
D: Los Misterios Dolorosos se rezan en ese día.
Gl: Los Misterios Gloriosos se rezan en ese día.
Es una novena laboriosa, pero una Novena de Amor. Quien tiene sincera voluntad, no encontrará en ella
demasiada dificultad, si verdaderamente desea obtener su pedido.
Si usted no hubiera obtenido el favor que desea, esté seguro que la Reina del Rosario, quien conoce lo
que cada uno de nosotros más necesita, ha escuchado su oración. No habrá rezado en vano porque ninguna
oración fue jamás desoída. Y de Nuestra Santísima Señora nunca se supo que haya dejado de escucharlas.
Considere cada Avemaría como una fina y hermosa rosa que coloca a los pies de María.
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30
Los Misterios del Rosario
Nuestra Señora enseñó al Beato Alano de la Roche, y le dijo en una visión:
“Cuando la gente reza ciento cincuenta Avemarías, es muy provechosa para ellos y un tributo muy
agradable a Mí.
“Pero lo harán mejor y me agradarán aún más si rezan esas Avemarías mientras meditan en la
vida, muerte y pasión de Jesucristo – pues la meditación es el alma de esta oración.”
Los cinco Misterios Gozosos
1. La Anunciación:
Y habiendo entrado el
ángel a donde ella
estaba, le dijo: Dios te
salve, ¡oh llena de
gracia!, el Señor es
contigo; bendita tú eres
entre todas las mujeres.”
Lucas 1, 28
La Visitación: Y
2.
Elisabet se sintió llena
del Espíritu Santo, y
exclamando en alta voz,
dijo a María: ¡Bendita
Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el
fruto de Tu vientre!
3. El Nacimiento de
Jesús: Y parió a Su
hijo primogénito, y
envolvióle en pañales, y
recostóle en un pasebre,
porque no hubo lugar
para ellos en el mesón.
Lucas 2, 7
Lucas, 1, 41-42
4. La Presentación:
Complido asimismo el
tiempo de la purificación de la madre, según
la ley de Moisés,
llevaron al niño a
Jerusalén, para presentarle al Señor, como está
escrito en la ley del
Señor.
Lucas 2, 22
5. Jesús encontrado
en el Templo: Y al
cabo de tres días de
haberle perdido, Le
hallaron en el templo,
sentado en medio de los
doctores, que ora les
escuchaba, ora les
preguntaba. Lucas 2, 46
Los cinco Misterios Dolorosos
1. La agonía en el
Huerto: Y vínole un
sudor como de gotas de
sangre, que chorreaba
hasta el suelo. Y levantándose de la oración, y
viniendo a sus discípulos, hallóles dormidos
por causa de la tristeza.
Lucas 22, 44-45
2. La flagelación:
Tomó entonces Pilatos a
Jesús y mandó azotarle.
Juan 19, 1
3. Jesús coronado de
espinas: Y desnudán-
dole, le cubrieron con
un manto de grana. Y
entretejiendo una corona
de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y
una caña en su mano
derecha. Mateo 27, 28-29
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31
4. Jesús con la cruz a
cuestas: Y llevando Él
mismo a cuestas Su
cruz, fue caminando
hacia el sitio llamado el
Calvario, y en hebreo
Gólgota.
Juan 19, 17
5. La Crucifixión:
Entonces Jesús
clamando con una voz
muy grande, dijo: Padre,
en tus manos
encomiendo mi espíritu.
Y diciendo esto, expiró.
Lucas 23, 46
Los cinco Misterios Gloriosos
1. La Resurrección:
Ya resucitó, no está
aquí. Mirad el lugar
donde lo pusieron.
Marcos 16, 6
2. La Ascensión: Así,
el Señor Jesús, después
de haberles hablado fue
elevado al cielo y está
sentado a la diestra de
Dios.
Marcos 16, 19
3. La venida del
Espíritu Santo: De
repente sobrevino del
cielo un ruido, como de
viento impetuoso que
soplaba, y llenó toda la
casa donde estaban.
Hechos 2, 2
4. La Asunción de la 5. La coronación de
Santísima Virgen: Tú la Santísima Virgen
eres la gloria de
como reina del Cielo
Jerusalén…te has
y de la tierra: En esto
portado con varonil
esfuerzo…y por lo
mismo serás bendita
para siempre. Judith 15,
10-11
apareció un gran
prodigio en el cielo, una
Mujer vestida del sol, y
la luna debajo de sus
pies, y en su cabeza una
corona de doce estrellas.
Apocalipsis 12, 1
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32
15 Promesas por el rezo del Santísimo Rosario
1. Los que fielmente Me sirven mediante el rezo del Santo Rosario, recibirán insignes gracias.
2. Yo prometo Mi protección especial, y las más notables gracias a todos los que recitasen el Santo
Rosario.
3. El Rosario será la defensa más poderosa contra las fuerzas del infierno. Se destruirá el vicio, se
disminuirá el pecado y se vencerá a todas las herejías.
4. Por el rezo del Santo Rosario, florecerán las virtudes y también las buenas obras. Las almas obtendrán la
misericordia de Dios en abundancia. Se apartarán los corazones del amor al mundo y sus vanidades y
serán elevados a desear los bienes eternos. Ojalá que las almas hiciesen el propósito de santificarse por
este medio.
5. El alma que se recomienda a Mí por el rezo del Santo Rosario, no perecerá jamás.
6. El que recitase el Rosario devotamente, aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido
por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. Y si es
justo, permanecerá en la gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.
7. El que conserva una verdadera devoción al Rosario, no morirá sin los sacramentos de la Iglesia.
8. Los que fielmente rezan el Santo Rosario, tendrán en la vida y en la muerte, la Luz de Dios y la plenitud
de Su gracia. En la hora de la muerte, participarán de los méritos de los santos en el Paraíso.
9. Yo libraré del Purgatorio a los que han acostumbrado el rezo del Santo Rosario.
10. Los que permanecen fieles hijos del Santo Rosario, merecerán un grado elevado de gloria en el Cielo.
11. Se obtendrá todo lo que se Me pidiere mediante la recitación del Santo Rosario.
12. Todos los que propagan el Santo Rosario recibirán Mi auxilio en sus necesidades.
13. Para los devotos del Santo Rosario, he obtenido de Mi Divino Hijo, la intercesión de toda la Corte
Celestial durante la vida y en la hora de la muerte.
14. Todos los que rezan el Santo Rosario son hijos Míos, y hermanos de Mi único Hijo, Jesucristo.
15. La devoción al Santo Rosario es gran señal de la predestinación.
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33
El Rosario por manzanas
¡Usted puede hacerlo!
Se puede hacerlos tan grandes o tan pequeños como quiera.
Mire los frutos admirables de la recitación del Rosario por grupos de familias.
En Nigeria, un movimiento de apostolado laico se está difundiendo espontáneamente y con rapidez
fenomenal entre la masa de los fieles, y particularmente entre los jóvenes. Es el “Movimiento del Rosario por
manzanas”, el cual reúne individuos y familias por manzanas de casas para rezar el Rosario junto todas las
tardes. Es esencialmente un movimiento de oración que comprende himnos y otras oraciones además del
Rosario, y a menudo lecturas bíblicas e instrucción religiosa. Es un movimiento notable que bien puede
convertirse en un nuevo instrumento de evangelización en vista de su espíritu y entusiasmo.
¿No podría lanzarse y desarrollarse este movimiento en muchas otras misiones africanas y asiáticas?
Sería especialmente útil en países amenazados por la persecución, para asegurar una vida intensa de fe y oración
en comunidades cristianas que tal vez pronto se vean privadas de sacerdotes.
En las Filipinas, un movimiento similar, llamado con el mismo nombre “Movimiento del Rosario por
manzanas” está despertando el mismo entusiasmo allí entre los laicos, desarrollándose con la misma rapidez y
produciendo frutos abundantes. Unos 80 grupos de 30 familias y aún más, se reúnen durante media hora todas
las tardes durante el mes de octubre para rezar junto el Rosario, cantar himnos y asistir a una lectura bíblica con
comentario. Además, la devoción a María ha sido renovada y mucha gente ha retomado el hábito de la oración
en familia, el espíritu de buena vecindad se ha incrementado, y las asociaciones parroquiales tienen nueva vida.
Tan exitoso movimiento verdaderamente merece la atención de todos, especialmente de los sacerdotes, y
rezamos para que pueda desarrollarse en todo el mundo, especialmente en países de misión, por la gran ventaja
de la evangelización de los no-cristianos y los descristianizados aquí en Norteamérica.
El Movimiento del Rosario por manzanas es más que el rezo del Rosario en privado. El Movimiento
del Rosario por manzanas comprende a un grupo de familias que viven en el mismo distrito. Ellas se ponen de
acuerdo para ir y rezar alrededor de una estatua de la Santísima Virgen en o frente a la casa de alguna de ellas.
Todas las tardes, después de la reunión de oración, la que dura una media hora, la estatua es llevada a la casa
siguiente en una procesión de candelas y por el acompañamiento del canto. La gente está muy deseosa de tener
la estatua “vigilando en su casa”. Así ellos tienen todo el día para invitar a los vecinos a venir al atardecer para
rezar con ellos. De esta forma, la “oración familiar” se vuelve “oración vecinal”.
La ceremonia del Rosario viviente. Los participantes toman sus lugares en forma de un Rosario
viviente en la calle o en una plaza; cada cuenta del Rosario es un adulto con una vela representando a su familia.
Cuando llega su turno de rezar por el micrófono, cada uno toma lumbre de su vecino, para que al fin de la
oración todas las candelas estén encendidas. En el centro del Rosario viviente, los hijos u otros miembros de las
familias representan los misterios.
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34
“Algún día, por el Rosario y el Escapulario, salvaré al mundo.”
…Nuestra Señora a Santo Domingo
Promesas de Nuestra Señora a aquellos que tengan impuesto
el Escapulario del Monte Carmelo y lo usen continuamente
1. Aquellos que mueran llevando este Escapulario no sufrirán el fuego eterno. Será un signo de salvación, una
protección en el peligro, y una prenda de paz.
2. Quienquiera que use devotamente el Escapulario del Monte Carmelo, observe la castidad de acuerdo a su
estado en la vida y rece diariamente cinco decenas del Rosario (cuando sea concedido, en substitución el
Rosario en lugar del Pequeño Oficio*) será librado de las penas del purgatorio en el primer sábado después
de su muerte)
Del Papa Pablo VI
“…siempre tengo en gran estima las prácticas y ejercicios de devoción a la Santísima Virgen que han sido
recomendados durante siglos por el Magisterio de la Iglesia. Y entre los cuales juzgamos bien recordar
especialmente el Rosario mariano y el uso religioso del Escapulario del Monte Carmelo.”
* Nota: Todos los católicos que tengan impuesto el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo pueden recibir el beneficio de
substituir las 5 decenas del Rosario diariamente en lugar del Pequeño Oficio de Nuestra Señora, llenando el compromiso de la
Cruzada de Fátima pidiendo este beneficio, y enviándonos la fórmula a la Sede del Centro de Fátima.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
35
¿Está protegida su familia?
por Mary Michele
Con todo lo que está ocurriendo en la Iglesia y en el mundo, mucha gente cree que estamos viviendo en
el fin de los tiempos. Vemos a aquellos que pretenden ser “religiosos” burlarse de Dios y usar sus posiciones
para llevar a cabo actos impensables contra Dios, el Estado y la humanidad. Vemos verdaderos hombres de la
Iglesia y laicos repudiados y perseguidos. Nuestra Santísima Madre, Nuestra Señora de Fátima nos advirtió de
lo que está viniendo y de cómo prepararnos. Si el Vaticano nunca revela el Tercer Secreto de Fátima o si el
Nuevo Orden Mundial cierra todas las iglesias y santuarios católicos en todo el mundo, nuestra maravillosa y
hermosa Madre nos ha dado todo lo que necesitamos para sobrevivir a lo que está por venir. Esa Gloriosa Mujer
nos dijo: “Por fin, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!”
¿Cómo podemos preparar? ¿Cómo sobreviviremos? ¿Como protegeremos a nuestras familias? Nuestra
Santísima Madre prometió a Santo Domingo y al Beato Alano, “El que recitase el Rosario devotamente,
aplicándose a meditar los Sagrados Misterios, no será vencido por la mala fortuna. En Su justo juicio, Dios no
lo castigará. No sufrirá la muerte improvisa. . Los pecadores se convertirán; Y si es justo, permanecerá en la
gracia de Dios, y será digno de alcanzar la vida eterna.”. (Una de las quince promesas de la Santísima Virgen
María)
En Fátima, Ella dijo a los tres niños pastores, “Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los
pobres pecadores…van muchas almas al infierno por no tener quien se sacrifique y pida por ellas”, y Nuestra
Señora prometió a Santo Domingo: “Con el Rosario y el Escapulario marrón salvaré al mundo.”
Efectivamente no importa cuando venga el fin, solo importa cuando venga su fin. ¿Está usted listo? ¿Será salvo?
¿Participará en el plan de paz de Nuestra Señora? ¿Puede rechazar a la Madre de Dios?
He aquí como se está preparando mi familia: tengo el privilegio de rezar el Rosario con mis familiares
extensas todos los jueves por la tarde. A menudo estamos un poco apretados, pero a ninguno parece importarle.
Nos ponemos por pares, un adulto y al menos un niño. En nuestra familia tenemos más adultos que niños. Los
niños se mueven entre adulto y adulto, no esperando que nadie deba decir su decena solo. Todos tenemos
nuestras intenciones especiales, y si alguno de nosotros tiene un lapsus de memoria, alguno siempre nos
recordará la intención olvidada. Hemos tenido algunos miembros de la familia que vienen y otros que se van. El
núcleo del grupo permanece. Los niños nunca olvidan rezar por aquellos que no vienen más o por las
intenciones de esa gente. Note, digo que los niños nunca olvidan, nosotros los adultos somos creaturas
olvidadizas.
Eso ha sido muy edificante para todos. Cuando comenzamos, hace varios años, los más jóvenes ofrecían
sus intenciones por Mami y Papi, la Abue y el Abue, el tío Paka y la tía Gebeka. Cuando fueron creciendo,
pasaron a corregir la pronunciación de los nombres de tías y tíos y a rezar por los amigos de la escuela y los
maestros. Hoy se han graduado y rezan por la Santa Madre Iglesia, por Nuestro Santo Padre, por las almas del
Purgatorio, por aquellos que no tienen a nadie que rece por ellos y por los que están en los hospitales. La
primera vez que escuché a una de mis jóvenes primas sugerir rezar por “los que están en el hospital”, supe que
iba a ayudar a muchas almas.
El ‘patriarca’ de nuestra familia comienza el Rosario y siempre tiene alguna lección breve para nosotros,
tal vez sólo un versículo de la Biblia o un recordatorio de alguna cosa que la Santísima Madre nos ha
prometido. El siempre usa hechos corrientes para mostrar lo que el demonio está haciendo y como Dios juzga a
las naciones que permiten que sean asesinados los bebés antes de que puedan ver la luz del día. Podemos ver
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
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como las cosas están cayendo por la pendiente resbaladiza. Tengo solo cuarenta y cinco años y hace apenas
unos pocos años, el asesinato era una cosa rara en nuestra área. Hoy es un suceso que ocurre casi todos los días,
sin contar los abortuarios de los municipios vecinos.
Nuestro Rosario familiar es un Rosario viajero. Nos gusta propagar la riqueza de la gracia a nuestro
alrededor. Si es una fecha especial, como el aniversario de tener el Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón
entronizados, un cumpleaños, un nuevo adherente o sólo por sentir la necesidad de tener un estímulo espiritual,
llevamos el Rosario a esa casa particular. Llevamos el Rosario familiar a los hogares de los amigos. Amigos
nuestros, una pareja de casados, tiene un santuario al aire libre levantado en honor de la Santísima Madre;
fuimos y rezamos el Rosario allí este verano. Fue maravilloso compartir las bendiciones y las gracias con
nuestros amigos.
El Rosario es todo lo que quedará para nosotros en el futuro. Se está acercando el tiempo en que no
podremos asistir al Santo Sacrificio de la Misa. Excepciones hechas el Bautismo y el Matrimonio, tendremos
negado el acceso a todos los Sacramentos. El Rosario es un hábito lleno de gracias que necesita ser formado
hoy. Es el único camino por el que podremos conservar viva la Fe. Recordemos que Nuestro Señor y Salvador,
Jesucristo dijo, “Donde dos o tres se hallan congregados en mi nombre, allí me hallo yo en medio de ellos.
(Mat. 18:20)
Si no se ha tomado el tiempo en el pasado para rezar el Rosario con su familia, comience hoy. Con
horarios y estilos de vida agitados es difícil hacerse un lugar al mismo tiempo, pero puede hacerse. Requiere
compromiso. Elija un día de la semana y sujétese a él. No todos podrán hacerlo todas las semanas. A veces
usted podrá tener que cambiar el día, con tal que al menos dos o más estén reunidos. Si están separados de la
familia extensa, invite a un par de amigos íntimos. Invite amigos a unirse a su Rosario familiar y aliéntelos a
comenzar su propio Rosario familiar. Quedará asombrado del crecimiento espiritual de los niños. Quedará
asombrado de su propio crecimiento espiritual.
Esto no incluye las indulgencias parciales y plenarias que pueden ganarse por el rezo del Rosario, por la
vocalización de los nombres de Jesús y de María, o por rezar el Padrenuestro, el Avemaría, el Gloria al Padre, el
Credo de los Apóstoles o por hacer la Señal de la Cruz. Con todo esto para ganar para usted mismo y/o para
“aquellos que no tienen nadie que rece por ellos”, ¿no debería comenzar esta semana? ¡Comience aun hoy! “No
queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra, donde el orín y la polilla los consumen, y donde los
ladrones los desentierran y roban.” (Mat. 6:19)
Una palabra de advertencia: el demonio odia el Rosario. Pondrá toda clase de distracciones e
impedimentos en el camino una vez que se haga el compromiso de comenzar este esfuerzo. Pequeñas
trivialidades serán ampliadas a mayores perturbaciones de gran proporción. No deje que esas cosas alteren su
paz o resolución de rezar el Rosario Familiar. Una vez más, puede tener que cambiar el día, la hora o el lugar, o
tal vez sólo un par de almas del grupo puedan reunirse. Eso ya lo preve, sólo persevere y verá lo que la Gran
Madre de Dios puede hacer realmente por usted y su familia.
¡Rece el Rosario todos los días!
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37
¡Ayude a traer la verdadera paz a
nuestro mundo!
Usted puede ayudar al Apostolado de Nuestra Señora a ilustrar a
aquellos que están asustados, o reacios, o que ignoran la necesidad
de sacrificarse y rezar, no dándose cuenta que su libertad, hogares,
bienes económicos y hasta sus vidas pueden perderse si el
Mensaje de Nuestra Señora de Fátima no es escuchado y
obedecido.
Por sus oraciones y su compromiso mensual de donaciones al club
de los Apóstoles del Rosario, usted puede asistir al Apostolado de
Nuestra Señora de Fátima en su misión de promover la santa
devoción del Rosario a todos los católicos y otros de buena
voluntad por medio de proyectos y planes de acción destinados a
alcanzar el poder y la protección del Rosario, tanto para niños
como para adultos.
UNASE A LOS
APOSTOLES DEL ROSARIO,
¡HOY!
Los Apóstoles miembros gozan de muchos beneficios especiales, incluyendo
Misas especiales, descuentos en libros, boletines informativos, estampas y
más. Vea el formulario de respuesta incluido o llámenos a 1-716-853-1822
para conocer como puede convertirse hoy mismo en un
miembro de Los Apóstoles del Rosario.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
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Las intenciones del Rosario
San Luis María Grignion de Montfort nos dice:
“Tenga gran cuidado de evitar las trampas en las que cae mucha gente durante el Rosario… el peligro de no pedir
ninguna gracia, de manera que si a alguna persona se le preguntaría cual era su intención en el Rosario no supiera
que decir. Así, cada vez que usted rece su Rosario, esté seguro de pedir alguna gracia especial.”
por Joseph Cain
Misterios gozosos
Por esa gracia que la Santísima Virgen pide para mí. Por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María y
por la paz mundial. Por la Consagración colegial de Rusia al Inmaculado Corazón de María, por la total
revelación del Tercer Secreto, por la institución universal de los Cinco Primeros Sábados, por el Padre Gruner,
por el Apostolado de Fátima, por los benefactores de Nuestra Señora, por los colaboradores de Nuestra Señora,
por todas las intenciones del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.
La Anunciación: Humildad y la gracia de estar satisfecho y contento con mi estado en la vida.
La Visitación: Caridad fraternal y la gracia de una feliz y amable disposición.
El Nacimiento de Nuestro Señor: Amor a la pobreza y la gracia de despreciar las riquezas. Confianza en Dios.
La Presentación del Niño Jesús en el Templo: Pureza de cuerpo, de mente, de corazón y de voluntad, y la gracia
de honrar y reverenciar a mis padres, mayores y superiores.
El Niño Jesús hallado en el Templo: Sabiduría y la gracia de seguir las mociones de la Divina Providencia.
Misterios Dolorosos
Por esa gracia que la Santísima Virgen pide para mí. Por el Papa, por su salud espiritual, física y mental
y su bienestar; por su ilustración espiritual respecto a Fátima, respecto a la Tradición. Las mismas intenciones
por el próximo Papa; las mismas intenciones por el Papa – quienquiera sea él – que consagrará Rusia. Por un
aumento en el amor a María.
La Agonía en el Huerto: Contrición por mis pecados y la gracia de perdonar a los otros.
La Flagelación de Nuestro Señor: La gracia de mortificar mis sentidos.
La Coronación de Espinas: Mortificación de mi orgullo y amor propio y la gracia de despreciar el mundo; de
estar en el mundo pero no ser de él.
Jesús con la Cruz a cuestas: Paciencia en la tribulación y la gracia de reconocer y aceptar las pruebas diarias
como bendiciones venidas de Dios.
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39
La Crucifixión: El espíritu de ofrecer pequeños sacrificios diarios, en acción de gracias por la Crucifixión
Redentora de Cristo, que El sufrió por nuestros pecados.
Misterios Gloriosos
Por esa gracia que la Santísima Virgen pide para mí. Por todos aquellos que me han pedido mis
oraciones, por las que prometí a otros rezar, por todos aquellos que no tienen nadie que pida por ellos. (Luego
sigue cualquier persona en especial por quien pedir por su nombre).
La Resurrección: La gracia de una Fe viva, amor a Dios y celo en Su servicio.
La Ascensión: La gracia de un gran anhelo por el Cielo, mi verdadero hogar y la gracia de la Virtud de la
Esperanza.
La Venida del Espíritu Santo: Todos los dones y gracias conferidas a los Apóstoles y a la Santísima Madre en
Pentecostés: la gracia de la caridad y el deseo de la santificación.
La Asunción de la Santísima Virgen: La gracia de una tierna devoción por tan buena Madre y la gracia de una
muerte feliz.
La Coronación: Perseverancia en la gracia y una corona de Gloria en la próxima vida; verdadera devoción a la
Santísima Virgen María y la gracia de amar a Dios tanto como Nuestra Señora quiere que lo haga.
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Nuestra Señora!
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40
Querida María, yo te amo
El siguiente poema fue enviado por una de nuestras lectoras, quien claramente está llena de amor y devoción por la
Santísima Madre.
al ver como los Tus hijos
se han olvidado de Ti;
Y por mi mente sólo
un pensamiento ha fluir.
Un Rosario cotidiano
Es mi forma de decir,
“Querida María, yo te amo tanto.”
* * * *
* * * *
Cada Misterio de Gozo,
cuando nos diste Tu Niño,
¡hace a mi amor infinito,
constantemente crecer!
Señora, apura la hora,
de usar Tu Divino Poder,
para aplastar para siempre la cabeza de satanás.
* * * *
* * * *
Por cada Misterio Gozoso
Tu pureza me enseña
a aceptar alegre, libremente
la Voluntad de mi Dios
Y continuando mi Rosario,
me esforzaré… para todos suplicar
de Dios la Misericordia.
* * * *
* * * *
Y como así continúo,
en cada cuenta rogando,
mi muy Querida María,
no me dejes extraviar.
Y ahora cuando recito
los Misterios de la Gloria,
ya me debo concentrar
en las victorias,
de Nuestro Querido Señor.
* * * *
* * * *
La mayor de todas fue,
Su grande Resurrección,
y fue Tu victoria, oh Madre,
Tu Celestial Asunción.
Solo déjame mostrarte,
en todo lo que yo haga,
mi deseo constante de rezar.
* * * *
* * * *
Y cuando así continúo
en mi Rosario rezando
los Misterios Dolorosos,
ahora debo decir,
con corazón dolorido
y lágrimas en los ojos,
¡Jesús mío, tu sufriste tanto!
Oh Madre tan Majestuosa,
junto a Jesús, mi hermano,
Te ofrezco lo que es mío, todo.
Y al cabo de mi Rosario,
espero haberte agradado;
Oh Madre mía Querida,
yo te ruego tuya ser.
* * * *
Y Tú, Madre querida María,
cuan dolida debe estar
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…Josephine
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Los fieles abandonados
________________________________________________________por el Padre Nicholas Gruner, S.T.L., S.T.D. (Cand)
Los católicos perplejos deben recordar que Nuestra Señora dijo: “¡Por fin, Mi Inmaculado Corazón
triunfará!
Muchos católicos verdaderos de estos días, entre los laicos y en el sacerdocio, en Canadá, los Estados
Unidos y en el extranjero, se ven cada vez más sin ayuda y sin ninguna solución aparente. Es una situación
desconcertante para todos ellos, porque ven muchos dignatarios de la Iglesia y organizaciones e individuos
católicos cayendo al borde del camino por el espíritu del mundo. La apostasía parece haber invadido a los
dignatarios de la Iglesia, feligreses y las oficinas de las cancillerías.
Ya muchos de nuestros hermanos verdaderamente católicos no recurren a sus obispos y a sus pastores en
busca de ayuda en la angustia que sienten y el hambre que experimentan del puro, simple catolicismo que
esperan encontrar proclamado, enseñado y practicado en el nivel parroquial, en los catecismos, en la vida de
liturgia y oración de la parroquia, en los libros y los sermones que les son ofrecidos dentro de la comunidad
católica, y en las vidas ejemplares católicas para las que han sido enseñados a observar en la profesión pública
del aconsejar evangélico.
Como el Padre Paul Crane, S.J., editor de Christian Order, plantea tan apropiadamente: “No es
meramente el caso de una oveja hambrienta buscando y no siendo alimentada. Hoy en día las ovejas
hambrientas ya no se molestan en buscar, tan ciertas están que no serán alimentadas. Experientia docet, ellas
saben por experiencia amarga que no vale la pena hacerlo”.
Y más adelante el Padre Crane explica: “Es grandemente a su favor, enormemente así, que a pesar de la
frustración que los domina, ellos se han aferrado a la Fe de sus Padres, la Fe por la cual murieron los mártires
ingleses. En mi forma de pensar, los católicos contemporáneos que se aferran tan firmemente a su Fe, a menudo
contra fuerzas superiores, son los verdaderos mártires de nuestro tiempo. Dios quiera bendecirlos por eso.”
Es un gran mérito para los católicos de conducta ortodoxa que ellos se hayan aferrado a la Fe, a pesar del
mal ejemplo, de la enseñanza herética, de la heteropraxis de las parroquias “católicas modernas”.
¿Qué puede hacer cualquier
católico verdadero y leal?
Debemos rezar. En Fátima, Nuestra Señora insistió en el Rosario, al menos cinco decenas del Rosario
cada día. Debemos rezar porque es por la oración que salvaremos nuestras almas. “El que reza será salvo. El
que no reza será condenado” dijo San Alfonso de Ligorio. Eso es especialmente cierto en nuestros tiempos
porque estamos viviendo en un tiempo de apostasía, la Gran Apostasía predicha en la Sagrada Escritura cuando
aun los elegidos serían engañados, si eso fuera posible.
Nuestra Señora prometió a Santo Domingo de Guzmán y al Beato Alano que si rezábamos el Rosario
todos los días no caeríamos en la herejía. Y si alguno ya hubiera caído en herejía, eso es, hubiera sido engañado
por el diablo y sus seguidores al negar un artículo de la Fe, y pudiera ser llevado al infierno de persistir en ese
error, Nuestra Señora prometió que si rezaba el Rosario, no estaría en herejía por mucho tiempo. La oración,
especialmente el Rosario, es más importante para todos nosotros hoy más que nunca.
Es cierto que unos pocos, un remanente de los fieles, permanecerán aun en el tiempo del total azote de la
apostasía y la conquista mundial por el Anticristo, lo cual ciertamente ocurrirá si el Papa no da pronto la orden
de consagrar Rusia.
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42
Todo lo que el Papa necesita hacer es dar la orden, bajo pena de excomunión, a todos los obispos
católicos, de consagrar Rusia el mismo día en una ceremonia pública y solemne.
Si alguno de los obispos no concuerda, su cooperación no sería necesaria porque sería excomulgado y ya
no sería obispo católico.
Y parece que sólo es necesario para el Papa dar la orden a los obispos de conformarse al pedido de
Nuestra Señora para que la consagración de Rusia tenga lugar y la paz sea dada al mundo. Por supuesto que él
mismo debe cumplir esa orden de Nuestra Señora.
La Hermana Lucía no sugirió que el Papa debía esperar hasta tener el consentimiento de los obispos
antes de pedirla formalmente, sino que ella dijo que el Papa debía dar la orden. Esa orden dada, más la propia
obediencia del Papa, es todo lo necesario, y cito de su carta del 29 de mayo de 1930 al Padre Gonçalves, su
confesor.
“Nuestro buen Dios promete terminar la persecución en Rusia, si el Santo Padre se digna hacer, y
ordenar que lo hagan igualmente los Obispos del mundo católico, un solemne y público acto de reparación y
consagración de Rusia a los Santísimos Corazones de Jesús y María, prometiendo Su Santidad, por medio de la
cesación de esta persecución, aprobar y recomendar la práctica de la ya indicada devoción reparadora (es decir
Los Cinco Primeros Sábados).
Así, debemos rezar por el Papa, debemos rezar especialmente el Rosario por él porque el primer triunfo
de Nuestra Señora será la obediencia del Papa. Y el Papa ahora vacila porque es perseguido.
Como el Mensaje de Fátima nos dice que el Papa sería perseguido, debemos librarlo de sus persecutores
como los primeros cristianos libraron a San Pedro rezando por él; y él fue liberado de la prisión de Herodes por
un ángel, por causa de sus oraciones incesantes.
Ayude a organizar un Encuentro del Rosario
en su área por la paz mundial
El Padre Gruner alienta a los fieles a aferrarse a su Fe. El da respuestas que la gente está
buscando desesperadamente. El da soluciones concretas, fáciles de implementar, para la
presente crisis dentro de la Iglesia y del mundo de hoy.
El explica como sabemos que la Consagración de Rusia no ha sido hecha aún y por qué sólo la
Consagración de Rusia puede traer la paz verdadera al mundo entero.
Un día o una tarde de la enseñanza católica pura es graciosamente acompañada por la
presencia de la estatua de la Virgen Peregrina y el rezo del Santísimo Rosario
Por más información sobre como USTED puede unirse
a nosotros y ayudarnos a organizar un Encuentro del Rosario en su área
llame a: 1-716-853-1822
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43
¿Funcionan las peticiones?
De acuerdo al Papa Pío XII, fue también a causa de las peticiones de los fieles que finalmente se definió
infaliblemente la Asunción de María en la Santa Iglesia Católica. Pocas cosas debilitan más a los enemigos de Nuestra
Señora que el conocimiento que millones de fieles católicos están unidos en esta santa misión de peticionar la
consagración de Rusia.
Petición a Nuestro Santo Padre
Beatísimo Padre,
El Concilio Vaticano II afirma que los fieles tienen la obligación y el derecho de hacer conocer a sus
pastores cuáles son sus necesidades espirituales (Const. sobre la Iglesia, parr. 37). Ha sido solemnemente
definido por el Vaticano I (Denzinger 1830) y el Segundo Concilio de Lyons (Denzinger 466) que tenemos el
derecho de recurrir a Su Santidad en materias que pertenezcan a la jurisdicción eclesiástica.
Beatísimo Padre, el tiempo se está agotando. Al tiempo de la misericordia va a seguir el día de la ira.
Nuestra Señora de Fátima reveló precisamente lo que debe hacerse para evitar el castigo terrible que amenaza
nuestras vidas y nuestras almas.
La Hermana Lucía de Fátima nos lo dijo públicamente: “la Santísima Virgen, repetidas veces, tanto a
mis primos Francisco y Jacinta, como a mí, nos dijo; Que muchas naciones de la tierra desaparecerán sobre la
faz de la misma, que Rusia sería el instrumento del castigo del Cielo para todo el mundo, si antes no
alcanzábamos la conversión de ese pobrecita Nación”.
Para evitar ese castigo, Nuestra Señora dijo que vendría a pedir la Consagración de Rusia. Es solo “por
ese medio” que Rusia será convertida y la paz vendrá al mundo.
Santo Padre, no sea ganado por “propuestas de paz”. El Comunismo y sus líderes son enemigos
declarados de nuestra Santa Iglesia Católica. Nuestra Señora nos advirtió de la maldad intrínseca del
Comunismo y nos dio la única solución.
Le suplicamos no demorar más. Los peligros que amenazan nuestra Fe y nuestras vidas se vuelven más
grandes con cada día que pasa mientras los pedidos de Nuestra Señora permanecen incumplidos.
Firma ______________________________________ Nombre____________________________________________________
Dirección___________________________________
Apartado de Correo nº________________________________________
Ciudad _____________________________________
Estado/ Prov.____________________ Zip/Cod.Postal ______________
___________________________________________________________________________________________________________
Copie por favor esta página y reúna peticiones,
o llame solicitando el kit de petición gratuito.
Cada kit contiene información básica sobre la Consagración, estampas y peticiones para distribución entre amigos,
familiares y miembros de su parroquia. Vea la dirección y el número de teléfono en la página 54 o llame a la línea de los
Voluntarios: 1-800-845-3047.
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44
Ideales de la Cruzada de María Inmaculada
Introducción por el mismo San Maximiliano Kolbe
¿Cómo leer? Cuando se acerca al tiempo de leer sobre María Inmaculada, siempre recuerde que está
entrando en contacto con una persona viviente, amorosa, con alguien que es Pura, sin ninguna mancha de
pecado – la Santísima Virgen María.
Recuerde que las palabras que está leyendo no son totalmente capaces de expresar quien es Ella,
porque esas palabras son solamente humanas, tomadas del lenguaje terrenal, palabras que representan cosas
con forma humana. María Inmaculada es el ser perteneciente a Dios por completo, por lo tanto podemos decir
que supera en forma infinita, por así decirlo, todo lo que nos rodea. Ella se revelará por las frases que lee, y lo
inspirará con pensamientos, convicciones, y sentimientos, que el mismo autor no podría pensar en el momento
en que las escribió.
Concéntrese, mientras lee, en purificar su conciencia. Cuanto más frecuentemente purifique su alma por
el Sacramento de la Penitencia, más cerca estarán sus pensamientos de la verdad con respecto a María
Inmaculada. Reconozca sinceramente que sin Su ayuda, será incapaz de conocer algo sobre Ella, y en
consecuencia sería incapaz de amarla. Dese cuenta que solo Ella debe iluminar su mente y fortificar su
corazón con amor y atraerlo a Ella misma. Por esa razón, recuerde también, que todo el fruto de su lectura
depende de la oración a Ella.
No comience a leer hasta que haya dicho una oración a Nuestra Señora. No intente leer mucho, sino,
más bien, trate de entretejer su lectura con aspiraciones mentales de su corazón hacia Ella, especialmente
cuando algunas distracciones estén apareciendo en su corazón. Cuando haya finalizado su lectura, dé a Ella
libertad para allegar todos los efectos, que de allí, Ella puede producir los mejores frutos.
Todo libro sobre Nuestra Señora debería leerse, no en espíritu de curiosidad, sino más bien, lenta y
cuidadosamente. Todo lo que hayamos leído debería ser puesto en práctica.
La abundancia de pensamientos es tan hermosa y abre nuestra mente a tantas reflexiones, y al mismo
tiempo, crea admirablemente un sentimiento de felicidad que lleva nuestras mentes a la más frecuente
renovación de buenas intenciones dirigidas a María Inmaculada.
Es suficiente ofrecer solamente cinco minutos de lectura espiritual cotidiana, pero deberíamos ser
constantes en esto y dedicar totalmente estos pocos minutos a la lectura. Eso será para nosotros una garantía
de progreso en la vida de nuestras almas. También será un alimento saludable para nuestras almas, porque nos
dará cada vez más nobles aspiraciones en nuestro viaje a las alturas de la santidad, y a una mayor unión con
María Inmaculada.
Extractos de los escritos de San Maximiliano María Kolbe
Por María Inmaculada, nosotros podemos convertirnos en grandes santos, y eso, de manera muy fácil.
María Inmaculada, Mediadora de todas las gracias, puede obtener la gracia de conversión y santificación
en todos los tiempos y en todo lugar. Ella quiere regenerar el alma de cada uno en el universo. Quiere regenerar
también nuestro orden.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
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¿Cual es el sentido de la conversión y santificación a través de María Inmaculada? Eso significa que las
gracias de conversión y santificación son obtenidas a través de Ella.
“Puedo hacer todas las cosas en Él que me fortalece” por intermedio de María Inmaculada. ¿Y por qué a
través de ella? La Iglesia nos dice en las palabras de una larga lista de Papas que el Reino de Dios está dividido,
por así decirlo, en dos partes. El ha retenido para sí mismo la función de administrar justicia, pero a la Santísima
Virgen El le ha asignado la función de conceder misericordia.
Y como Dios, en Su infinita bondad, no quiere castigarnos por nuestras transgresiones, nos ha dado a la
Santísima Madre para ejercer Su Misericordia hacia nosotros. Una vez más tenemos el derecho de agregar la
frase “a través de María Inmaculada” porque todo lo que conduce a la salvación, a la santificación, brota del
obrar de la Gracia de Dios en el alma y la Madre de Dios es la Mediadora de todas las gracias – tal como
Jesucristo es nuestro Mediador.
Ofrecemos nuestros dones a Jesús a través de María Inmaculada para que ella pueda hacerlos sin mancha
y aceptables, y a través de Él, los ofrecemos a Dios Padre – que ellos, unidos con el sacrificio de Jesucristo,
pueden ser de valor infinito y dignos de la majestad de Dios.
Todo lo que María da a Jesucristo es inmaculado, y todo lo que Nuestro Señor da a Dios Padre es
infinito. Por lo tanto, el honor que rendimos a Dios a través de María y de Jesús es Inmaculado e Infinito.
Nuestra vida debería ser una continuación de la vida de Jesucristo en este mundo a través de María. Con
la ayuda de María Inmaculada, podemos hacerlo todo. Cuanto más próximos estemos de María Inmaculada,
más santos nos volvemos.
Dios.
La Madre de Dios es la Mediadora de todas las gracias, y la santidad es la obra perfecta de la Gracia de
El diablo sabe que cuanto más cercanos estemos a María Inmaculada, más gracias obtendremos de Sus
Manos. Por esa razón, él trata a toda costa de alejar las almas de la Santísima Madre, aun bajo la apariencia de
devoción a Jesucristo. El diablo sabe que Dios quiere obrar a través de María Inmaculada; sabe que cuando un
alma se aparta de Ella, no obtendrá tanta gracia como antes.
Para nosotros, por lo tanto, es muy vital que viviéramos por Ella, con Ella y en Ella.
Si somos atraídos hacia este camino de gracia o no; si estamos en la luz o en las tinieblas, siempre
vamos adelante si nos conservamos próximos a Nuestra Madre Inmaculada.
María Inmaculada es la escala por la que subimos al Sagrado Corazón de Jesús. Si esa escala se nos
quita, no alcanzaremos nuestro objetivo – caeremos al suelo. Creemos firmemente que Ella nos guía a
Jesucristo. Si alguien enseña lo contrario a eso, sea anatema, sea condenado.
Si queremos amar a Jesucristo con el Corazón de María Inmaculada, recibirlo con Su Corazón, amarlo
con Sus aspiraciones, hacer actos de reparación y acción de gracias a través de Ella, entonces – si
comprendemos o sentimos lo que está ocurriendo – En verdad acercaremos a Jesús a través de Su Corazón; o
mejor, Ella adorará y amará a Jesús por medio de nosotros para que nos convirtamos en Sus instrumentos.
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El amor de María Inmaculada
El amor de María Inmaculada es el amor más perfecto con el cual una criatura puede nunca amar a Dios.
Con Su Corazón tratemos de amar más y más el Sagrado Corazón de Jesús. Ese debería ser nuestro mayor
esfuerzo.
Tratemos de ganar, no meramente muchas almas sino tantas como sea posible, y a través de Ella
unámoslas tan estrechamente como sea posible al Sagrado Corazón de Jesús.
Ese es el programa: conquistar primero nuestro propio corazón y luego los corazones de los otros….
Cada simple pensamiento, acción y sufrimiento de María Inmaculada fue el ‘acto más perfecto’ del amor
a Dios, del amor a Jesús.
Debemos decir a todas las almas que existen y existirán hasta el fin de los tiempos, por medio del buen
ejemplo, de palabras, escritos, impresos, radio, pintura, escultura, etc., lo que María Inmaculada pensaría, diría
y haría en las situaciones prácticas de la vida cotidiana de los hombres, en cada profesión, para que el más
perfecto, el supremo amor que Ella profesa hacia el Corazón de Dios pueda inflamar la tierra.
La esencia del amor de Dios consiste exclusivamente en el cumplimiento de la Voluntad de Dios en cada
momento. Cuanta más contrariedad nos cause esa dificultad, aversión o repulsión, mayor será la manifestación
de amor. Pero hasta esas dificultades no pertenecen a la esencia de ese amor que puede existir sin ellas. Ellas
sirven solamente para manifestar ese amor.
Emulémonos unos a otros en el crecimiento de nuestro amor por María Inmaculada, y al hacerlo
llevaremos a otros a amarla más. ¡Nuestros corazones son tan pequeños y tan débiles! Nunca podremos
devolver dignamente ese amor con el que Ella nos ama.
Tratemos todos de intensificar más y aún más nuestro amor por María Inmaculada y recurrir siempre a
Ella, como hijos a su madre.
Un acto de amor perfecto regenera el alma. Hagamos uso a menudo de esos medios. Eso no es tan difícil
en la práctica, pues la esencia de ese acto es el amor al sacrificio: un esfuerzo a través del sacrificio de sí mismo
para dar placer a María Inmaculada, dejando de lado el motivo de recompensa o castigo.
La esencia del amor a Dios no consiste en sentimientos ni en palabras conmovedoras de dulzura, sino
que se encuentra exclusivamente en la voluntad. Por lo tanto, si el alma está determinada con su voluntad a
perseverar en el camino de la santidad, y el amor a Dios, aunque los sentimientos del corazón no están avivados,
puede estar cierta que está haciendo progresos constantes y subiendo más alto de modo estable.
El amor, que es ‘el vínculo de perfección’, se nutre y anima a la acción sólo por el sufrimiento, el
sacrificio y la cruz.
Amando a otros por motivo de amor para con Ella, damos a María Inmaculada la mayor prueba de
nuestro amor.
más.
¿Cómo podemos probar que María Inmaculada nos ama? Si la amamos, entonces Ella nos ama lejos
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
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¿Qué se quiere significar por el amor ilimitado de María Inmaculada? María Inmaculada está tan unida a
Dios por amor que Ella está elevada no sólo sobre todos los santos, sino también sobre los ángeles y arcángeles,
sobre los querubines y serafines. Por lo tanto, cuanto más ilimitado es nuestro amor por María Inmaculada, más
nos eleva hacia Ella y nos une a Ella por amor, elevándonos, también sobre los coros de ángeles.
¿Qué se quiere significar por el amor ilimitado de María Inmaculada? Que Ella está lo más cercana a
Dios y estamos nosotros lo más cercanos a Ella, y, por lo tanto, por Ella a Dios mismo. Dios nos dio esa escala
blanca para que podamos alcanzarlo a través de Ella. Para usar otra analogía, Ella nos abraza a Su corazón de
madre y nos da a Dios mismo.
Pero esas son meramente pinturas, similitudes, analogías diferentes. La realidad es incomparablemente
más hermosa, más elevada, más divina.
“He aquí a tu Madre”
En cuanto a ti, hijo mío:
[a] Amala como tu madre, hasta el punto del sacrificio. Ella te amó hasta el punto de sacrificar a Su
propio Hijo Divino. En la Anunciación, Ella te recibió libremente como Su hijo.
[b] Ella te hará como Ella misma; Ella te purificará cada vez más, y te alimentará con la leche de Su
gracia. Solo déjala guiarte libremente y formarte. Vigila la pureza de tu alma, purifícala en Su amor. No te
entregues al desaliento, aun si cayeras frecuentemente en pecado mortal. Un acto de amor perfecto te purificará.
[c] Déjala hacer de ti lo que Ella quiera, para que Ella no sea de ninguna manera restringida en el
ejercicio de Sus deberes maternales hacia Sus hijos. Sé Su propiedad, que Ella pueda usar de ti de acuerdo con
Su voluntad para cualquier propósito, sin limitación.
Tú perteneces absolutamente a Ella, tu Señora y tu Reina… Un siervo vende su trabajo. Tú ofrece tu
trabajo y tus sufrimientos y todo tu ser, como un don.
Pídele que ignore tus deseos, y siempre trate contigo libremente de acuerdo a “Su” voluntad. Sé Su hijo,
Su siervo, Su esclavo de amor, en todas las formas que alguien haya descripto o que alguien, en algún lugar,
haya alguna vez logrado describir. En una palabra – sé Suyo hasta que seas Su Cruzado verdadero – que otros
puedan volverse más suyos, como tú lo seas, y aun más que tú. Así todos los que hoy viven y que vivirán a lo
largo del mundo puedan cooperar con Ella en la batalla con la serpiente.
La nuestra es una gran misión – mostrar en nuestra vida de todos los días lo que un Cruzado de María
Inmaculada es.
Yo estoy listo para ir en cualquier momento a las misiones en cualquier lugar, en santa obediencia, si
María Inmaculada me manifestara su deseo de que lo hiciera…
Somos Cruzados de María Inmaculada, listos para cualquier expedición, a cualquier parte, en cualquier
tiempo, como un Cruzado, ¡a sufrir, a trabajar y a morir… para sellar su amor por María Inmaculada! Y así en
estilo de cruzado, a derramar su sangre hasta la última gota para apresurar para Ella la victoria sobre todo el
mundo.
http://www.fatima.org/span/crusader/spcr72bk/spcr72rosary.pdf
48
Somos llamados Sus ‘Cruzados’ porque quienquiera pertenece a Ella, no se limita a la consagración de
sí mismo a la Inmaculada, sino procura también ofrecerle los corazones de otros, como ofreció el suyo propio: y
en esa forma ganar tantos corazones como sea posible para Ella, los corazones de todos aquellos que hoy
existen, o que existirán, aun hasta el fin del mundo.
Un alma que pertenece a la Cruzada de María Inmaculada deja de preocuparse aun por su salvación. El
reconoce que nada depende de su propia voluntad, sino de la mano de Dios a través de María Inmaculada, y, de
su parte, trata de hacer todo lo que puede para conocer más perfectamente la voluntad de María Inmaculada y
cumplirla más fielmente, aunque sea al costo de mucho sufrimiento, aun hasta el derramamiento de su sangre.
El Cruzado de María Inmaculada no es indiferente a la difusión del mal, sino que odia el mal con todo su
corazón, y combate en toda ocasión esos males que envenenan las almas humanas en todo momento y en todo
lugar.
No hay heroísmo que un alma no pueda alcanzar con la ayuda de María Inmaculada.
Sufrir, obrar y morir sólo por Dios, a través de María Inmaculada y como un instrumento en Sus manos;
ese es un ideal digno del Cruzado de María Inmaculada.
El Cruzado de María Inmaculada sabe que el camino más rápido y más fácil de pertenecer a Jesús y a
Dios está en María Inmaculada y por medio de María Inmaculada. El sabe que Ella amará a Jesús en él y a
través de él incomparablemente más de lo que podría por él mismo, aunque lo tratara de todas las formas
posibles.
El sabe que toda gracia que entra al alma viene de Dios Padre por intermedio de Jesús y de María, y de
ninguna otra manera. Así, por Jesús y María viene toda respuesta a esa gracia, toda recompensa, amor por amor,
que es posible de alcanzar de Dios Padre. Sabe que ese es el único camino a la más fácil y más alta santidad y a
la mayor gloria de Dios.
Cuanto más un alma se convierte en propiedad de María Inmaculada, hasta el punto de ganar un mayor
número de almas, y convertirse a través de la Inmaculada más y más en propiedad de Jesucristo, y por El en la
más perfecta propiedad de Dios Padre en el Cielo, más esa alma se vuelve Cruzado de María Inmaculada y más
profundamente penetra en la esencia de la Cruzada.
No es suficiente tratar de ser en todo sentido propiedad de María Inmaculada, sino que deseamos
difundirla para atraer a Ella otras almas, no sólo las almas de los vivos, sino también todas aquellas por nacer,
sin ninguna limitación. En una palabra, ¡queremos ser cada vez más Suyos hasta que nos convirtamos en
Cruzados listos para el sacrificio total hasta la última gota de nuestra sangre para conquistar todo el mundo y
toda alma individual para Ella – tan pronto sea posible!
Aquel que ha conocido y amado a María Inmaculada y que se ha dado a sí mismo a Ella tan
completamente que nada ha dejado reservado para sí mismo, que quiere convertirse en más y más suyo en todo
sentido, que desea, en su solicitud por el Reino de las almas, que otras almas deberían darse más completamente
a Ella; quien hace todo lo posible para ese fin, y que trata de no perder ninguna oportunidad, aunque deba
sacrificarse mucho, hasta sellando ese ideal con su sangre, quien verdaderamente considera esto como la mayor
felicidad, la culminación de su deseo de sacrificar su propia vida para ganar almas para Ella – todas las almas,
dondequiera que pudieran estar, sin distinción de nacionalidad o raza, si ellas viven ahora o en el futuro… ese
es el perfecto Cruzado de la Inmaculada.
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Su Voluntad, no la mía
No estemos siempre deseosos de sentir esa dulzura de nuestra devoción a María Inmaculada porque eso
sería avaricia espiritual. Dejémonos ser dirigidos por Ella de acuerdo a Su propia voluntad y no como
quisiéramos nosotros. No siempre hay tiempo para caricias, por santas que fueran: también necesitamos
protección, sequedad, abandono, etc. Dejémosla, entonces, emplearlas como Ella lo desee, como medio para
nuestra santificación. Sólo una cosa debe ser continuamente profundizada y ese es el deseo de permitirnos ser
dirigidos por Ella para darnos cada vez más perfectamente a Ella y para mostrar obediencia a Su voluntad por
Santa Obediencia.
Aquel que en su vida trata de evitar las cruces tanto como sea posible y no practica la mortificación en
nada, ni siquiera conoce el sentido de la felicidad. Aquel que sufre mucho por amor puede gozar la profundidad
del amor.
Tal como para el campesino la cosecha es el período de mayor esfuerzo, reuniendo los frutos en los
graneros y en las ensiladoras, así para el alma hay una cosecha espiritual laboriosa durante la cual puede
colectar tantos favores como sea posible, pero hay momentos erizados de sufrimientos y cruces.
Cuando Dios nos envía dolores y sufrimientos y las almas andan en camino espinoso, es tiempo de
alegrarse de que Dios lo ha destinado para mayor perfección.
Dios muestra amor especial hacia aquellos que castiga en este mundo porque en el Purgatorio el castigo
es largo y duro, pero la libre sumisión a las cruces aquí, nos hace capaces de merecer mayor gloria en el Cielo.
De allí el proverbio ‘A quien Dios ama, lo azota’.
Cargue su Cruz
Cuanto más fuerte se vuelve un alma con la ayuda de la Gracia de Dios, más grande es la cruz que pone
en sus hombros y en esto él puede reflejar la vida de Crucificado.
Ganaremos más gracias: en las tinieblas exteriores e interiores, llenos de pesares, abrumados de trajines,
sufriendo sin consuelo, perseguidos por todas partes, rodeados de infortunios, ridiculizados por todos, solos –
como Jesucristo abandonado en la Cruz – si luego rezamos por todos, y por todos los medios posibles
procuramos atraer a todos a Dios y por intermedio de María Inmaculada conducirlos a estar más estrechamente
unidos a Él.
Un marinero que quiere llevar el timón contra la corriente debe remar continuamente, de otra manera la
corriente lo forzará a volver otra vez atrás. Cuando nos sentimos cansados, cuando encontramos dificultades,
vayamos a la Madre de Dios con más confianza, que Ella puede ayudarnos. Y una y otra vez sigamos adelante
para cumplir mejor la voluntad de María Inmaculada.
amor.
El sufrimiento y el sacrificio son lo mejor del amor, aunque el sufrimiento sólo no es la esencia del
No hay amor sin sacrificio: el sacrificio a través de la mortificación de los sentidos, tales como el gusto,
el oído y especialmente la vista. Esto se aplica más particularmente cuando uno está entre gente mundana.
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En caso de dificultades, déjeselas todas a María Inmaculada, que Ella pueda disponer de ellas de acuerdo
a Su voluntad – apartarlas, disminuirlas, aumentarlas o dejarlas sin cambio.
Aun las más grandes dificultades no deberían desalentarnos sino más bien fortificarnos y consolidar
nuestra voluntad para vencer estas dificultades.
Cuando muchas tentaciones y dificultades diferentes agobien nuestra alma, cuando ésta se sienta
entregada y abandonada en las tinieblas espirituales, por así decirlo, cuando estamos clavados a la cruz sin
ningún alivio o consuelo como Jesús Crucificado, y aún a pesar de eso aceptemos y carguemos con calma y
alegría esa cruz por largo tiempo; esa es la perfección verdadera. El alma no se da cuenta hasta qué altura se
está elevando y la gran gloria que Dios está preparando para ella en el Cielo.
Cuando el amor penetra y se derrama dentro de nosotros entonces el sacrificio se vuelve una necesidad
para nuestra alma. Desde el sacrificio se origina la alegría espiritual.
El sufrimiento es la escuela del amor
Recordemos que el amor vive y se nutre por los sacrificios. Estemos agradecidos a María Inmaculada
por la paz interior, por ser elevados por amor, pero no olvidemos que aun todo lo que es bueno y hermoso no es
la esencia del amor. Independiente de este amor, de su existencia permanente, la propia cumbre de esto fue
cuando Jesucristo dijo en la cruz “¿Dios mío, Dios mío, por qué Me abandonaste?”
Muy a menudo, las tempestades braman y rugen a nuestro alrededor; pero si estamos consagrados a
María Inmaculada sin reserva, podremos estar seguros que ningún daño nos ocurrirá a menos que Nuestra
Madre Amada lo permita, y a pesar de nuestro trabajo y sufrimiento cuando son por la salvación de las almas,
encontraremos dulce reposo. Y otra vez, cuando las cruces nos agobien, la Gracia de Dios encenderá nuestros
corazones y los inflamará con tal amor que seremos abrasados con una sed por sufrimiento sin límites y sed por
ser humillados y burlados y aun abandonados para mostrar cuanto amamos a Nuestro Padre, y mejor amigo
Jesucristo, y Su amada madre María Inmaculada. El sufrimiento es la escuela del amor.
Que felicidad nos llenará en nuestro lecho de muerte cuando nos demos cuenta de cuánto nos hemos
agotado y sufrido por María Inmaculada.
La llama de amor
El amor no permanece ocioso, sino que se difunde como fuego que atrae todo hacia sí. Y nosotros
también, miembros de la Cruzada de María Inmaculada, debemos procurar que nosotros mismos seamos
transformados por esas llamas de amor – y luego que el mismo fuego pueda transformar a todas las almas que
están y que siempre estén en el mundo.
Recemos y soportemos nuestras cruces, amemos sinceramente las almas de todos nuestros vecinos, sean
amigos o enemigos, y esperemos con un fin en vista: que Ella pueda convertirse en la Reina de cada una y de
todas las almas en el mundo tan rápidamente como sea posible.
Cada vez que seamos vistos en público, cada vez que vayamos a la ciudad o a cualquier otro lado,
prediquemos un sermón y cuantos más santos seamos, más eficaz será nuestro apostolado, el cual debería fluir
de la plenitud de nuestra gracia interior.
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El camino más simple para asegurar la salvación de un alma es urgirla a hacer y a sufrir cada pequeña
cosa – de acuerdo a la voluntad del Dios Todopoderoso – por María Inmaculada, la más graciosa Reina del
Cielo y de la tierra.
María Inmaculada nos hace crecer en amor por Ella hasta que estemos listos para ser completamente
sacrificados por Su causa. Ella quiere que ganemos más y más almas para Ella, para ayudar a todas las almas a
conocerla y a amarla, para que esas almas puedan llegar, a través de ella, cada vez más cerca del Divino
Corazón de Jesús, Quien nos amó tanto que eligió ser clavado a la cruz y permanecer en el tabernáculo por
nosotros.
Pero, ¿cómo podríamos ser apostólicos si el ardor de nuestro amor, en lugar de crecer, fuera a enfriarse?
Recemos a menudo y fervientemente por cada individuo, y cada individuo por todos, para que María
Inmaculada pueda salvarnos de tal infortunio.
¡Debemos llevar a todas las almas al pié de María Inmaculada! Pues es necesario gran esfuerzo y
sacrificio para llegar tan rápidamente como sea posible a nuestro fin luminoso y glorioso – ‘el triunfo de María
Inmaculada sobre todo el mundo, y a través de Ella, el del Sagrado Corazón de Jesús. Por lo tanto, ¡al ataque, a
la conquista!’
Cuanto más una persona difunde la gloria y el amor de María Inmaculada y el mayor número de almas
este amor gana para Ella y a través de Ella para el amor del Sagrado Corazón de Jesús (Quien nos amó aun
hasta la muerte de la Cruz), tal persona muestra ‘el más grande de los amores’ porque es un ‘amor activo’ hacia
el Sacratísimo Corazón, y estará más estrechamente unido con El.
Recordemos que María Inmaculada recompensará generosamente por aun la menor prueba de honor
dada a Ella. Si aquellos entre quienes estamos difundiendo Su Reino hacen algo por Ella, Ella nunca lo olvidará.
Nunca dejemos de ganar corazones para María Inmaculada en nuestro apostolado. Recemos por la
difusión de su reino en las almas; ofrezcamos, por ese propósito nuestras preocupaciones y nuestros problemas,
y tratemos, sobre todo, de que Ella esté completamente satisfecha con nosotros. Alcanzaremos eso cuando
nuestras almas sean siempre puras.
Al trabajar por las almas debemos superarnos a nosotros mismos, para que el vaso de nuestro celo
apostólico pueda derramarse de gracia sobre otras almas.
Si el mal no demora sino que obra rápidamente y de acuerdo a un plan, entonces nosotros, en esta
Cruzada de María Inmaculada no debemos dejar de trabajar. Es una cuestión de la salvación de las almas; de
ganar a todo el mundo y a cada alma individual para María Inmaculada. Estamos trabajando por la santificación
de todas las almas a través de María Inmaculada hasta el fin del mundo. Sería una desgracia el fracasar de ganar
aun un solo alma.
No podemos hacer nada por nosotros mismos, pero con la ayuda de María Inmaculada convertiremos el
mundo entero, y llevaremos a todo el mundo a Sus pies. Seamos Suyos, íntegramente y sin límites.
Vivamos por el amor de María Inmaculada; trabajemos por amor a Ella – y pueda ese amor radiarse de
nosotros a otros.
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Es seguramente la Voluntad de Dios ganar a todas las almas a través de María Inmaculada – y que
ofrezcamos todos nuestros problemas, preocupaciones y sufrimientos para que Ella pueda conquistar el mundo.
No debe discutirse si este o aquel hizo más por María Inmaculada, sino sólo si cada uno ha hecho tanto
como le fue posible para instaurar Su reinado en todas las almas tan rápida y perfectamente como le fue posible;
que cada uno pueda vivir en Ella y trabajar en Ella; y en Ella amar el Corazón del mismo Dios. Ese es lo
esencial y concierne al amor intensificado y sin límites de la creatura por el Creador.
¿Por qué entra el desaliento en tu corazón, oh tú, de poca fe? Enciende el amor y la confianza en María
Inmaculada dondequiera que estés, y pronto verás lágrimas fluir de los ojos de los más endurecidos pecadores,
las prisiones serán vaciadas, los trabajadores honestos se unirán, las familias desbordarán de virtud, y la paz y la
felicidad reinarán y toda discordia y dolor se desvanecerán pues será entonces la ‘Nueva Era’…
Amamos a nuestro vecino que está próximo a nosotros, ¿pero tenemos un lugar en nuestro corazón para
las pobres almas que permanecen en las cadenas de la herejía o del cisma? Abramos nuestros corazones a ellas
y esforcémonos por hacer conocer a María Inmaculada a esas pobres almas para que Ella pueda llevarlas a Dios,
fuente de verdadera felicidad.
Aunque todo el infierno esté en
su contra, usted vencerá
En las misiones, también, encontrará no sólo dificultades externas, sino que Nuestro Señor permitirá
para Su Gloria y para la manifestación de la bondad y el poder de María Inmaculada, que deba pasar a través del
desaliento y la ansiedad, etc. Pero si usted no pone ninguna confianza en sí mismo y pone toda su confianza en
la Mediadora de todas las gracias, Nuestra Madre Inmaculada, ciertamente ganará aunque todo el infierno esté
en contra.
No solo no cederá sino que encontrará que tiene fortaleza suficiente para consolar a otros y confortar sus
almas, recordándoles a donde deberían ir en busca de luz y fortaleza.
Fortifique su invasión del Cielo con un incremento de la oración por la causa de Nuestra Señora. Quiera
que María Inmaculada pueda reinar siempre…
Nota del editor: Los ideales que San Maximiliano pone ante nuestra atención en el artículo precedente
deberían ayudarnos a crecer en nuestro amor por Nuestra Señora y a mostrarnos como ser más fervientes y
efectivos en cada uno de nuestros esfuerzos para ser mejores Cruzados de Nuestra Señora de Fátima. Si quisiera
que publiquemos algunos otros extractos en una edición posterior, por favor, háganoslo saber.
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Editor: Coralie Graham. Directores: Padre Nicholas Gruner, Padre Michael Jarecki, Leonard Cecere, Coralie Graham,
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