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Guías de Lectio Divina
“Señor, ¿a quién iremos?”
www.abcdelasemana.com
Entronización de la BJniblia
1, 1-18
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ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
- CON LECTIO DIVINAEN LA ENTRADA O EN LA PARTE DE ATRÁS
DEL LUGAR CON LA BIBLIA
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canto:
Escuchar tu Palabra, es inicio de fe en ti, Señor.
Meditar tu Palabra, es captar tu mensaje de amor.
Proclamar tu Palabra, Señor, es estar embebido de ti.
Proclamar tu Palabra, Señor, es ya dar testimonio de ti, mi Dios.
GUIA: ¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
TODOS: Cumpliendo tus palabras. Sal 119,9. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda
de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor y medita su ley día y
noche. Sal 1,1-2.
GUIA: Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? Sal 120,1
TODOS: La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el
precepto del Señor es fiel e instruye a los ignorantes. Los
mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpida y da luz a los ojos. Sal 19, 8-9.
GUIA: Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna”
(Jn 6,68)
TODOS: Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado,
porque esperan encontrar en ellas la vida eterna; sin embargo, aunque las Escrituras dan testimonio de mí, ustedes no
quieren venir a mí para tener esa vida” (Jn 5,37-40).
Guías de Lectio Divina
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GUIA: Señor, tú que lo sabes todo, ¡acuérdate de mí y ven en mi ayuda!
TODOS: Cuando me hablabas, yo devoraba tus palabras; ellas
eran la dicha y la alegría de mi corazón, porque yo te pertenezco, Señor y Dios todopoderoso. Yo he evitado juntarme
con los que solo piensan en divertirse. -Si evitas el hablar
por hablar y dices solo cosas que valgan la pena, tú serás
quien hable de mi parte- (Jr 15,15ª. 16.17ª 19b).
GUIA: Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos, y lo seguiré puntualmente;
TODOS: Enséñame a cumplir tu ley y a guardarla de todo corazón; guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es
mi gozo. Inclina mi corazón a tus preceptos, y no al interés;
aparta mis ojos de la vanidades, dame vida con tu palabra;
cumple a tu siervo la promesa para que se mantenga tu temor. Sal 119,33-38.
GUIA: ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales: va entrar
la Palabra divina.
TODOS: “Porque la palabra de Dios tiene vida y poder. Es más
cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta
lo más profundo del alma y del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona; y somete a juicio los pensamientos y las
intenciones del corazón. Nada de lo que Dios ha creado
puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante
aquel a quien tenemos que rendir cuentas” (Heb 4,12-13).
SE CAMINA HACIA AL FRENTE DEL LUGAR
CON LA BIBLIA EN ALTO
Canto:
TU PALABRA ME DA VIDA,
CONFIO EN TI, SEÑOR.
TU PALABRA ES ETERNA,
EN ELLA ESPERARE.
Entronización de la biblia
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Dicho el que con vida intachable camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.
Postrada en el polvo está mi alma,
devuélveme la vida tu palabra.
Mi alma está llena de tristeza,
consuélame, Señor, con tus promesas.
Escogí el camino verdadero y he tenido presentes tus decretos.
Correré por el camino del Señor,
cuando me hayas ensanchado el corazón.
Este es mi consuelo en la tristeza,
sentir que tu palabra me da vida;
Por las noches me acuerdo de tu nombre,
recorriendo tu camino dame vida.
AL FRENTE MOSTRANDO LA BIBLIA
CORO 1: “¡Cuánto amo tu ley! todo el día la estoy meditando.
Tus mandamientos son míos para siempre; me han hecho más sabio que mis
enemigos. Entiendo más que todos mis maestros porque pienso mucho en tus
mandatos. Entiendo más que los ancianos porque obedezco tus preceptos.”
(Sal 119,97-100).
CORO 2:“Estos son los mandamientos, leyes y decretos que el Señor su Dios me ha
ordenado enseñarles, para que los pongan en práctica en el país del cual van a
tomar posesión. ‘Oye, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas’”
(Dt 6, 1.4-5).
CORO 1: “Grábate en la mente todas las cosas que hoy te he dicho, y enséñaselas
continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el
camino, y cuanto te acuestes y cuando te levantes. Lleva estos mandamientos
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atados en tu mano y en tu frente como señales, y escríbelos también en los
postes y en las puertas de tu casa” (Dt 6, 6-9).
CORO 2: “Atiende a mis palabras, hijo mío; préstales atención. Jamás las pierdas
de vista, ¡grábatelas en la mente! Ellas dan vida y salud a todo el que las
halla. Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de
vida. Evita el decir cosas falsas; apártate de la mentira. Mira siempre adelante, mira siempre de frente. Fíjate bien en dónde pones los pies, y siempre
pisará terreno firme. No te desvíes de tu camino; evita el andar en malos
pasos” (Prov 4,20-27).
CORO 1: “Obedece mis palabras, hijo mío; guarda en tu mente mis mandamientos. Obedece mis mandamientos y enseñanzas; cuídalos como a las niñas
de tus ojos, y vivirás. Átalos a tus dedos, grábatelos en la mente. Haz de la
sabiduría tu hermana, haz de la inteligencia tu amiga” (Prov 7,1-4)
CORO 2: “Que el mensaje de Cristo permanezca siempre en ustedes con todas sus
riquezas. Instrúyanse y amonéstense unos a otros con toda sabiduría. Con
corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos espirituales.Y todo
lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a
Dios el Padre por medio de él” (Col 3,16-17).
ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
LECTURA:
LECTOR: “En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió
entre nosotros.Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por
ser su Hijo único, abundante en amor y verdad. A Dios nadie lo ha visto
jamás: lo ha contado el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre.”
(Jn 1,1.14.18).
Entronización de la biblia
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Breve explicación:
El texto completo del prólogo es Jn 1,1-18. Aquí hemos leído
tres versículos de particular importancia. Los explicamos de
manera muy breve:
Palabra preexistente (1,1): “En el principio” evoca el Génesis.
Es la palabra creadora. Fundamento de todo cuánto existe.
Ahora, en Jesucristo se inicia una nueva creación. Es la Palabra de Dios que nos mantiene en la existencia.
Palabra encarnada (1,14): “Carne” es el ser humano entero
en su condición débil, en su debilidad connatural a su ser
creatura de Dios. Jesucristo en su situación histórica, plenamente humano.
Palabra revelada (1,18): “lo ha contado”. Jesucristo es el hijo
de Dios, único que puede revelar quién es Dios- Padre y
cuál es su voluntad para la humanidad. Quién ve al hijo ve
al Padre (Cfr. Jn 14,9).
“…el evangelista Juan, en el Prólogo, contempla al Verbo desde
su estar junto a Dios hasta su hacerse carne y su vuelta al
seno del Padre, llevando consigo nuestra misma humanidad, que Él ha asumido para siempre. En este salir del Padre
y volver a Él (cf. Jn 13,3; 16,28; 17,8.10), el Verbo se presente ante nosotros como “Narrador” de Dios (cf. Jn 1,18).
En efecto, dice san Ireneo de Lyon, el Hijo es el “Revelador
del Padre”. Jesús de Nazaret, por decirlo así, es el “exegeta”
de Dios que “nadie ha visto jamás”.” (VD 90).
El prólogo funciona como arranque de todo el Evangelio de
Juan. Empuja al lector a entrar a la lectura atenta de todo el
Evangelio que tratara sobre La Palabra de Dios, Jesucristo,
que da a conocer a Dios.
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MEDITACIÓN:
Preguntémonos: ¿Leemos habitualmente el Evangelio para conocer más a Jesús, Palabra del Padre? ¿somos conscientes de
que estamos al servicio de Jesucristo, palabra que revela al
Padre, y de que sólo somos mediadores?
Continuamos nuestra oración.
HOMBRES: Dichoso el que con vida intachable camina en la ley
del Señor Sal 119,1
MUJERES: Dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de
todo corazón. Sal 119,2
HOMBRES: Te alabaré con sincero corazón cuando aprenda tus
justos mandamientos Sal 119,7
MUJERES: Si tu ley no fuera mi delicia, ya habría perecido en
mi desgracia. Sal 119,92
HOMBRES: ¡Qué dulce al paladar tu promesa: más que miel en
la boca! Sal 119,103
MUJERES: Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Sal 119,105
HOMBRES: Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría
de mi corazón. Sal 119,111
MUJERES: Yo amo tus mandatos más que el oro purísimo. Sal
119,127
HOMBRES: De mis labios brota la alabanza, porque me enseñaste tus decretos. Sal 119,171
MUJERES: Mi lengua canta tu promesa, porque todos tus preceptos son justos. Sal 119,172
Entronización de la biblia
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HOMBRES: Que mi alma viva para alabarte escuchando tu Palabra.
MUJERES: Que mi alma viva para alabarte escuchando tu Palabra. Cf. Sal 119,175
CONTEMPLACIÓN-ACCIÓN:
Preguntémonos ahora:
Estamos llamados a ser “reflejo” de la Luz que es Jesucristo, a
ser “eco” de la Palabra que es Jesucristo, a ser “facilitadores”
del encuentro con Jesucristo, Palabra del Padre.
¿Cómo vamos a asumir estas nuestras tareas como discípulos
misioneros?
Elaborada por:
María del Socorro Becerra Molina
Antonino Cepeda Salazar
Guías de Lectio Divina