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Lo que
el corazón
quiere
contemplar
LO QUE EL CORAZÓN QUIERE CONTEMPLAR:
Cómo jugar a soñar y, en ese sueño, jugar a despertar
Pepa Arcay
Editado por:
PUNTO ROJO LIBROS, S.L.
Cuesta del Rosario, 8
Sevilla 41004
España
902.918.997
[email protected]
Impreso en España
ISBN: 978-84-15833-92-5
Maquetación, diseño y producción: Punto Rojo Libros
© 2013 Pepa Arcay
© 2013 Punto Rojo Libros, de esta edición
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización por escrito de los titulares del copyright, bajo las
sanciones establecidas por las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de
ejemplares de esta edición mediante alquiler o préstamos públicos.
Lo que
el corazón
quiere
contemplar
Pepa Arcay
Cómo jugar a soñar y, en ese sueño,
jugar a despertar
A mi hija Amaia, por su sonrisa, siempre un arco iris
A mi hijo Manuel, por el dulce canto de su corazón
A mi hijo Noel, por su fortaleza y su pasión
A todos mis nietos, por ayudarme a recordar
que la vida sigue teniendo ganas de jugar
Y a Juan, niño travieso,
con quien tanto me gusta compartir este recreo
A todos ellos, con amor y gratitud
Índice
Presentación. Jugar a ser ...................................................................... 11
Capítulo 1
Por pequeño que sea, todo sueña .......................................................... 13
InspirAcción: La canción de la caracola marina ................................ 17
Capítulo 2
Descendiendo por el arco iris ................................................................ 21
InspirAcción: El sueño del despertar .................................................. 23
Capítulo 3
Diminuta Máxima busca unos mapas................................................... 27
InspirAcción: Encontrar la brújula ...................................................... 33
Capítulo 4
Bota Rebotada o como calzar los sueños ............................................. 39
InspirAcción: La horma de una estrella .............................................. 45
Capítulo 5
Los dictados de mi corazón ................................................................... 49
InspirAcción: El alma que te anima .................................................... 55
Capítulo 6
Perico Periscopio divisa una maravilla ................................................. 59
InspirAcción: Altura de miras ............................................................. 67
Capítulo 7
Dragona Candela, dragona encendida .................................................. 73
InspirAcción: Energía, empatía y cauces de acción ........................... 79
Capítulo 8
Sirena Serena, Ogro Logro y las caracolas cantantes .......................... 85
InspirAcción: Adentrándote en aguas profundas ............................... 91
Capítulo 9
El lago que quería seguir siendo laguna ............................................... 97
InspirAcción: Paisaje interior ............................................................ 103
Capítulo 10
Emma, driada del árbol roble .............................................................. 109
InspirAcción: Círculos de amor y espiral de evolución .................. 117
Capítulo 11
Estrella y el baúl de la abundancia...................................................... 123
InspirAcción: Atuendos radiantes ..................................................... 127
Capítulo 12
Serafín y Teo, ángel y duende en colaboración .................................... 133
InspirAcción: La alas y los alientos .................................................. 143
Capítulo 13
Todo encuentra su sitio, su valor y su función...................................... 151
InspirAcción: Todos a una................................................................. 161
Capítulo 14
Una singular celebración ..................................................................... 173
InspirAcción: Celebrando la luz naciente......................................... 181
Capítulo 15
El sueño en el que somos una ............................................................. 189
InspirAcción: Crónica de tu propia travesía ..................................... 199
Capítulo 16
Vivir en Sintonía .................................................................................. 205
InspirAcción: Jugando en el recreo................................................... 207
Agradecimientos ................................................................................ 209
Presentación
Jugar a ser
La creación de algo nuevo no se logra con el intelecto sino
con el instinto lúdico que actúa desde una necesidad interior.
La mente creativa juega con los objetos que ama.
C. G. Jung
Este libro te invita a jugar y te propone imaginar y experimentar.
Su intención es promover el encuentro con el alma niña, guardiana
de todos los sueños que el corazón alberga. Honrarla, cuidarla e,
integrando su inocencia, su creatividad y su alegría, jugar con ella.
Jugar a ser, de alguna soñada manera.
En cuanto a su estructura, el libro presenta dos niveles de lectura.
Por una parte, al leerlo, te introduces en un relato. Por otro lado, te
encuentras con la posibilidad de utilizar ese relato como mapa para un
viaje interior.
Respecto al contenido, en primer lugar, el cuento aspira a inspirar,
presentando en forma de metáfora la expansión que se produce en la
conciencia al abrazar la vida sin prejuicios y amar todos sus sueños. En
segundo lugar, e integrado en cada capítulo del relato, el apartado
denominado InspirAcción te propone preguntas, reflexiones, juegos y
actividades para sintonizar con la sabiduría de tu corazón, ampliar tu
11
Lo que el corazón quiere contemplar
percepción, vislumbrar la conciencia de unidad, asumir tu poder
creador y, desde la libertad de ser, apoyar a tus sueños en el viaje hacia
su más feliz realización.
He escrito este libro pensando en los niños y niñas que, tengamos
la edad que tengamos, aún podemos ser. Intuyendo que en el fondo de
la vida siempre queda mucha espontánea alegría y mucha inocencia
por nacer.
Espero que su lectura te resulte útil e inspiradora, y que disfrutes
jugando en este recreo.
12
Capítulo 1
Por pequeño que sea, todo sueña
Un recuerdo amorosamente fundado nos limpia los pulmones (…)
nos aviva la sangre, nos sacude el otoño (…)
nos renueva la piel y a veces convoca lo mejor que tenemos
el trocito de hazaña que nos toca cumplir.
Mario Benedetti
La marea de cada día deja en la playa inesperados tesoros. A
veces son restos de nuestros sucesivos naufragios, y podemos
transformarlos en material útil para nuevas travesías. Ola a ola…
caracola. He encontrado estas frases en un viejo cuaderno y me han
parecido como si estuvieran escritas para leerlas en un día como hoy.
Un día en el que creo posible volver y, a la vez, volver a empezar.
Aquí estoy. Sentada sobre las arenas de una playa. Frente al mar.
Aquí venía en mi infancia. Y si algo en mí aún está esperando a ser,
aquí debe encontrarse. Aquí y en alguna estantería, con los tebeos, los
cuentos de hadas, las vidas de algunos santos y todos los libros de mi
vida.
Me sorprende comprobar que todavía conservo, casi intactos,
además de los viejos apuntes, algunos recuerdos. Como por ejemplo,
ese en el que, allá por los años cincuenta, soy una niña esperando que
llegue al kiosco el extra de Navidad de un tebeo llamado TBO.
13
Lo que el corazón quiere contemplar
Recuerdo una parte de ese extra que me gustaba especialmente. Era
una viñeta a la que volvía una y otra vez. Se trataba de la ruleta del
destino para el Año Nuevo. Básica, literal, lineal, inocente y
prehistórica si la comparamos con el más sencillo juego infantil actual.
Un simple ramillete de dibujos ordenados en círculo ante el que el
lector tenía que poner todo de su parte para encontrar, todo también,
dentro de su imaginación.
Las instrucciones eran escuetas. Y yo, como si de un esotérico
ritual se tratara, las seguía a rajatabla. Había que poner un dedo justo
encima del centro de la circunferencia, cerrar los ojos y pensar en tus
deseos. Luego se iban haciendo círculos sobre el papel hasta que se
intuyera que era el momento de parar. Entonces ya podías mirar; y el
dibujo sobre el que había quedado posado el dedo, representaba el
regalo que te llegaría con el Año Nuevo. Teniendo en cuenta la
iconografía de la época, es posible que hubiera un pavo, un billete de
lotería y seguro que también un corazón.
Cuando abría los ojos pensaba que aquello era sólo un juego. Ese
pensamiento venía como una chispa de racionalidad; pero, casi al
mismo tiempo, emergía la esperanza de que ese juego, como cada cosa
en la vida, guardara en su interior una ley universal; una ecuación
creadora que se iba a poner en marcha independientemente de la
comprensión del jugador, pero en directa relación con su fe y su
entrega incondicional al juego.
Ahora también creo que la vida extiende su poder creador a quien
la abraza sin prejuicios. Ahora comparto la esperanzada certidumbre
de aquella niña. Y ahora, además, ante la infinita abundancia de la
rueda de la vida, en mi interior emerge claro un anhelo que al
expresarlo en palabras me suena a encantamiento: Por pequeño que
sea, todo sueña; y siguiendo el sueño que canta en su corazón, todo
encuentra su sitio, su valor y su función en otro sueño aún mayor,
14
Capítulo 1
donde vibrando en sintonía, todo despierta latiendo con un solo
corazón.
Me entusiasma esta visión. A ella vuelvo una y otra vez como a un
puerto seguro en los días de tormenta, cuando baja la marea, y hasta
cuando hay nieve sobre la arena de mis días. Me abrazo a la inocencia
de este sueño y me dejo reconfortar por la profunda alegría que me
inspira.
En medio de este impulso de reencuentro y renovación llevo un
tiempo reorganizando mi biblioteca, pero no he encontrado ningún
ejemplar de esos extras de Navidad del TBO. Sin embargo, he intuido
que sigue estando ahí la niña de las secretas certezas. Sigue ahí y,
siguiendo los dictados de mi corazón, le he escrito una carta para que
ella también me sienta. Me la imagino alma y también un poco artista,
queriendo ser protagonista. No estoy segura si he venido a buscarla o si
es su mano la que me lleva, pero sé que quiero estar aquí y ahora,
presente para ella.
También, dentro de un ajado cartapacio, he encontrado el borrador
de un relato que hace tiempo dejé inacabado. Anotaciones que ahora
me llaman y me piden continuación. Como respuesta, he dejado la
carta dentro de la carpeta y he recogido esos apuntes que, de partida,
he decidido considerar un cuento de encuentro.
Digo de partida porque conforme voy perseverando en este
empeño, algo se está movilizando en mi interior, como si esos folios
me quisieran llevar muy lejos; pero no sólo más allá, sino también más
adentro. Y digo de encuentro porque esos apuntes, los recuerdos, mis
deseos y la niña protagonista se van entrelazando como los restos de
sucesivos naufragios, material útil para nuevas travesías.
Ola a ola… caracola.
15
Capítulo 1 - Inspiracción
InspirAcción
La canción de la caracola marina
Vuelvo de buen talante y buena gana.
Se fueron las arrugas de mi ceño.
Por fin puedo creer en lo que sueño.
Estoy en mi ventana.
Mario Benedetti
Querido lector, si quieres participar en este recreo, te
doy la bienvenida.
Juego a encontrarme con todo aquello que, en mí
conciencia de ser, se está queriendo manifestar. Cuando lo
encuentro juego a soñar que ya está presente y lo ayudo en
su evolución, afirmándome en la intención de colaborar
con la vida en su creativa expansión.
Es un juego al que siempre se puede volver para
volver a empezar, apoyando cada aspecto de la vida que,
por pequeño que sea, sueña.
Juego con mi alma niña, guardiana de todos los sueños
que, sabiéndose felices, esperan ser elegidos. Como en su
inocencia, todo cabe y todo brilla, dejo que sea ella la que
marque el rumbo en este lúdico periplo sin distancia.
17
Lo que el corazón quiere contemplar
Para jugar tú también, te sugiero comenzar recordando
cómo jugabas de niño. Mejor aún, además de recordar, en
los próximos días, date la oportunidad de jugar a esos
juegos que, entonces, eran tus preferidos. Y si es posible,
juega con niños.
Mientras juegas, fácilmente te encontrarás
imaginando, sin prejuicios, que todo es posible. Te
divertirás experimentando y disfrutarás dando rienda suelta
a tu creatividad. Además, entrarás en contacto con el niño
que hay en ti. Por todo ello, será una estupenda
oportunidad para preguntarle despacito: En nuestra vida,
¿qué es lo que está esperando a ser? ¿Qué es lo que sueña
con ser de otra manera? ¿Qué es lo que nuestro corazón
quiere contemplar?
Asegúrate que al hacer estas preguntas, tienes el
propósito de atender todo aquello que aparezca en forma
de respuesta; sea un proyecto postergado, una ilusión
adormecida o cualquier tipo de semilla que en el territorio
de tu experiencia quiere verse florecida. Tenga la forma
que tenga, siempre es vida queriendo ser vida expandida.
Para favorecer aún más este diálogo interior, si tienes
cerca una playa, te recomiendo un paseo con los pies
descalzos, sobre la arena y cerca de la orilla. Pero
igualmente, si te resulta más fácil, puedes caminar por la
montaña, seguir el cauce de un río, acercarte andando a la
plaza de la esquina o, hasta nos serviría, simplemente
bailar un rato o hacer un poco de gimnasia.
Sea como sea, después de un tiempo de mantener tu
cuerpo en movimiento, busca un lugar tranquilo: siéntate,
18
Capítulo 1 - Inspiracción
quédate en silencio, cierra los ojos e imagina que estás en
alguna escondida cala observando la marea de tu vida.
Toma conciencia del ritmo de tu respiración y sigue su
compás visualizando con cada inspiración y expiración,
olas que vienen y van. Olas que dejan en la orilla de tu
atención aspectos valiosos de tu experiencia vital, como
cualidades, aprendizajes, recursos, afectos y todo tipo de
tesoros; incluidos restos de sucesivos naufragios, que te
animo a contemplar como material útil para nuevas
travesías.
Después de un rato valorando esos elementos de tu
presente, vuélvete a preguntar por todo aquello que en ti
quiere crecer y evolucionar. Escucha las respuestas sin
prejuicios, acoge esos sueños con ternura y, a una con la
inocencia de tu alma niña, juega a visualizar que en esa
playa de tu paisaje interior descubres, recoges y escuchas,
una caracola marina.
Caracola que al cantarte lo que canta el fondo del mar,
imaginas que, desde su áurea proporción, está cantando a
coro con la vida, que tiene ganas de jugar. Así dice ese
cantar que, como final de este momento de introspección, te
invito a recitar: Por pequeño que sea, todo sueña; y
siguiendo el sueño que canta en su corazón, todo encuentra
su sitio, su valor y su función en un sueño aún mayor, donde
vibrando en sintonía, todo despierta latiendo con un solo
corazón.
Creo que este estribillo representa el sueño que canta
el corazón de la vida, y al cantarlo, apoya todos los sueños
que están latiendo en su seno. Así que también puede ser
19
Lo que el corazón quiere contemplar
hechizante canción de juego para todos esos anhelos que se
han presentado ante ti, queriendo llegar a ser de alguna
soñada manera.
No obstante, tienes que saber que, para que este
estribillo adquiera poder de encantamiento, has de recitarlo
confiando en que dentro de este juego de la vida, todo
guarda en su interior una ley universal; una ecuación
creadora que se pone en marcha independientemente de la
comprensión del jugador, pero en directa relación con su
fe y su entrega incondicional al juego.
Al poner en práctica estas sugerencias, das comienzo a
esta experiencia lúdica que denomino InspirAcción y juega
contigo tu niño interior. Si quieres intuir mejor su
presencia puedes buscar algunas fotos de tu infancia y,
mientras las contemplas, empezar a pensar en los ánimos
que quieres transmitir a tu alma niña ahora qué juntos vais
a jugar a ser; apoyando todo aquello que, en vuestra vida,
expandiendo su potencial, quiere ser más allá.
Y además de todo esto, para seguir con lo que viene a
continuación, tienes que ir más lejos; pero no sólo más allá,
sino también más adentro. Cosa que mejor que en una
playa, se hace dentro de un cuento. Y eso nos viene
fenomenal, pues, como ya te he explicado, he recuperado
un relato inacabado al que voy a incorporar un final feliz y,
como parte de este juego, contigo lo quiero compartir.
Ahora tienes la oportunidad de seguir en este recreo,
jugando a entrar en un cuento que está yendo a tu
encuentro.
20
Capítulo 2
Descendiendo por el arco iris
Cuando el alma desea experimentar algo,
arroja una imagen de su experiencia ante sí y
penetra en su propia imagen.
Meister Eckart
Esto es un cuento de encuentro y la crónica de una travesía.
Somos un clan y yo, Hada Letrada, he sido nombrada portavoz del
grupo. Me encargaré de escribir sobre todos nosotros, sobre nuestras
particulares historias, la trama de nuestros encuentros, el viaje y la
alegría de una celebración en la que participan extraños niños y niñas,
ogros, enanas, duendes, hadas, dríadas, dragonas, ángeles, sirenas,
brujas, un árbol gigante y roble, y hasta un lago que llama y llama a
sintonía, pues quiere pasar a la historia siendo una laguna en cuyo
alrededor todos cantan a una.
Para ir por orden voy a hablarte, en primer lugar, de un prodigio
llamado Todo lo que es y de una maravilla denominada Totalidad,
pues son también nuestro comienzo y lo que motiva este cuento y este
encuentro.
Totalidad admira Todo lo que Es; es decir, se admira, pues como
su nombre indica y por ser una maravilla, Totalidad es Todo lo que es,
21
Lo que el corazón quiere contemplar
y lo que más le divierte es lo que ella denomina “el juego de sentirse
encantada de la vida”.
Tal entretenimiento consiste en concebir, cada vez, una nueva
combinación de Todo lo que Es, también denominada Sueño Feliz, y
vivirla dentro de un patio de recreo llamado “conciencia”, donde
aparece, como Onda Encantada de la Vida en su proceso de ser,
instante a instante y parte a parte. Es decir, teniendo en cuenta las
dimensiones del tiempo y el espacio, pero manteniéndose como fiel
reflejo del sueño que el corazón de Totalidad ha elegido contemplar.
Todo lo que es en un Sueño Feliz de Totalidad, lo es; permitiendo
y colaborando a que todo lo demás también lo sea.
Y además, siempre hay un momento dentro de este juego en el que
se cumple otro requisito, expresado en un estribillo, que a Totalidad le
encanta canturrear, y que dice así: Por pequeño que sea, todo sueña; y
siguiendo el sueño que canta en su corazón, todo encuentra su sitio, su
valor y su función en otro sueño aún mayor, donde vibrando en
sintonía, todo despierta latiendo con un solo corazón.
De esta manera, juega tranquila sabiendo que tarde o temprano
todos los elementos de su Onda Encantada de la Vida van a ayudarse a
descubrir lo que son, y vibrando en esa sintonía, despertarán en el
enigmático reino de Todo lo que Es, sabiéndose Totalidad, jugando en
su recreo.
Este relato es la crónica de un Sueño Feliz. Leerla es entrar en una
Onda Encantada de la Vida que comienza con un fantástico evento:
Invisible pero presente está Totalidad en el reino de Todo lo que Es, y
a la vez se contempla apareciendo en el campo de la conciencia, en
preciosas y vibrantes maneras, radiante y majestuoso arco iris que se
despliega como un colorido tobogán.
22
Capítulo 2 - Inspiracción
InspirAcción
El sueño del despertar
El ser humano forma parte de una totalidad,
llamada por nosotros universo,
una parte limitada en el espacio y en el tiempo.
Y nos experimentamos como algo separado
del resto en una especie de ilusión óptica de la conciencia.
Albert Einstein
Ahora que estás leyendo este cuento, salimos a tu
encuentro. Y yo, Hada Letrada, como portavoz de nuestro
clan, te doy la bienvenida.
Para empezar esta aventura compartida te sugiero
jugar a ser el comienzo. Es decir, te invito a considerarte
Totalidad, y a tu particular universo, el prodigioso reino de
Todo lo que Es.
Imagina, además, que cuentas con tu propio patio de
recreo, espacio de tu conciencia en el que puedes observar
lo que está queriendo jugar a ser y contemplarlo también,
apareciendo radiante, sabiéndose colaborador y
participante de una Onda Encantada de la Vida.
Para jugar de esta manera puedes comenzar por
recortar una tarjeta de doble faz. En una cara escribe todo
23
Lo que el corazón quiere contemplar
lo que has ido descubriendo que, en tu experiencia vital, se
está queriendo manifestar. Y en el revés del tarjetón copia
el estribillo que tanto le gusta canturrear a Totalidad, al
cual denominamos “la canción de la caracola marina”.
También te sugiero una visualización: Siéntate en un
lugar tranquilo, toma conciencia de tu respiración e
imagina que con cada expiración entras más y más dentro
de ti, hasta llegar al lugar donde esperan las semillas de los
sueños que, en tu vida, quieren florecer. Son todos los
deseos que has escrito en el tarjetón y has decidido apoyar
en el viaje hacia su realización.
Imagina, además, que cual Totalidad dispones de un
arco iris sin principio ni final y que estés en las
circunstancias que estés, ese arco iris es capaz de llevarte
más lejos de lo que puedas pensar.
Después, vuelve a poner la atención en tu respiración.
Con cada inspiración, imagina que recoges uno de los
deseos del fondo de tu ser. Y con cada expiración, lo dejas
deslizar por la pendiente de tu arco iris, comenzando así la
expedición hacia su manifestación más feliz.
Cuando hayas puesto en camino a todos tus anhelos,
visualiza esos sueños hechos realidad. Recréate en los
detalles y disfruta contemplando tu participación en tan
felices escenas.
Para finalizar abre los ojos y recita, con confianza y
convicción, la canción de la caracola marina;
afirmándote, una vez más, en tu intención de colaborar con
la vida en su creativa expansión.
24
Capítulo 2 - Inspiracción
Por otra parte, para familiarizarte con la doble
perspectiva de lo individual y lo total, te animo a completar
un puzle. Fíjate, mientras juegas, en la importancia de cada
pieza para lograr la visión global; y considera, a la vez, el
sentido que otorga el conjunto a esa aportación particular.
Con esta misma intención también te puede ayudar hacer
deporte en equipo, cantar a coro o pararte un rato a
observar cada aspecto de tu cuerpo haciendo su labor, a la
vez que te contemplas como una totalidad en la que cada
elemento tiene su sitio, su valor y su función.
Y además de estas propuestas, para jugar con nosotros
te sugiero dar un paso más, pues estamos dentro de un
cuento y por ello, todo cuenta y tiene que ser contado. Así
que te invito a elegir un cuaderno o una carpeta llena de
hojas en blanco, donde irás tomando apuntes.
Cuando escribas ahí, yo, Hada Letrada, estaré jugando
contigo, pues entre cuadernos, bolígrafos y letras, siempre
estoy muy contenta. Juntos realizaremos la crónica de tu
propia travesía. Puedes estrenarte en esta actividad
poniendo por escrito lo que has visto cuando te imaginabas
protagonizando tu soñada realidad. ¿Qué sucedía, qué
experimentabas y qué sentías cuando en tu visualización ya
se estaba manifestando lo que tu corazón quiere
contemplar? Describe, desde el entusiasmo y la gratitud,
una visión detallada para cada uno de los deseos reflejados
en tu tarjeta de doble faz.
Y ahora llega el momento, que llega siempre al
organizar un viaje o un nuevo juego, en el que nos damos
cuenta que están todos los preparativos hechos y sólo nos
queda lanzarnos a jugar, emprender el camino y disfrutar.
25
Capítulo 3
Diminuta Máxima busca unos mapas
El deseo de cuestionar la vida viene de la propia vida,
de esa parte de la vida que todavía está escondida.
La vida nos incita a preguntarnos.
Quiere ser admirada.
En tanto que no lo sea, la pregunta permanece.
Jean Klein
Diminuta Máxima forma parte de nuestro clan, habiendo
descendido por el color rojo del arco iris junto a unas enormes botas.
Ha olvidado este aterrizaje. Sin embargo, se recuerda, desde siempre,
estando entre gente grande, siendo ella gente pequeña. No es que sea
insignificante, pero es diminuta aunque le llaman Máxima.
Haciendo honor a su nombre, le encanta memorizar frases
célebres. Sabe proverbios para organizarse, adagios para calmarse,
sentencias útiles para disciplinarse, dichos que le divierten, refranes
para prevenir, aforismos para predecir, preceptos para convivir, y hasta
algún axioma para ser feliz. Pero aún con todo, Diminuta Máxima
todavía no ha encontrado respuestas para algunos cómos, dóndes y
paraqués. Y esas interrogantes han terminado sacándole de sus casillas,
hasta el punto de estar pensando en irse de viaje. Es decir, dejar su
casilla o razón social.
27
Lo que el corazón quiere contemplar
Este espíritu viajero comenzó hace tiempo, cuando leyendo
algunos libros sentíase muy ligera, diríase que volátil. Como si las
páginas le sirvieran de alas y sus pensamientos fueran cálidas
corrientes de aire por las que ascender, en este caso no a los cielos,
pero sí hasta el techo de su imaginación. Claro que, una vez terminada
la lectura, era como si sus alas se cerrasen; y caía en picado, no ya al
suelo, que hubiera sido un desastre, sino al colchón; pues, tomando
precauciones, leía tumbada en la cama y así se aseguraba un blandito
aunque forzoso aterrizaje.
Quizás fue por estas experiencias que Diminuta Máxima se
propuso buscar algunos mapas, pues quería comprobar si existía un
camino que le llevara a algún lugar, ya que en estos vuelos iba de abajo
a arriba y de arriba a abajo, sin llegar a ninguna parte. Además,
también decidió buscar alguna cartografía de su propia identidad,
mapas que le ayudasen en el caso de que, por ser tan minúscula, los
demás no le vieran y ella tuviera dificultades para encontrarse.
En su afán de localizar tales cartas geográficas estuvo revolviendo
cajones, removiendo pilas de documentos, empujando libros que
terminaban cayendo de los estantes, arrastrando manuscritos, y en fin,
desorganizando la biblioteca, como si hubiera tomado por misión
secreta descolocarlo todo aparentando una búsqueda concreta.
Y fue en medio de esta frenética actividad cuando empezó a sentir
el desánimo que estaba cundiendo entre algunos libros que le
confesaron sentirse olvidados, el desasosiego de bastantes folios que
con el desgaste del tiempo estaban viendo desaparecer sus textos, la
intranquilidad de unas carpetas que contenían un relato inacabado que
quería saberse terminado, la inquietud de un deseo plasmado en un
tarjetón por temer ser olvidado, y, como fondo de tanto desaliento, los
crujidos en forma de lamentos de un gran armario de roble, recordando
una sombría leyenda de los árboles de su especie.
28
Capítulo 3
Tiene que ser triste ser un libro y estar olvidado en una estantería.
Debe ser frustrante para un manuscrito no tener más remedio que
mantener su potencial guardado en una carpeta, por muy decorativa
que esta sea. Y qué decir del deseo olvidado, viéndose aprisionado en
una tarjeta cuando su vocación es la de ser un deseo realizado. Estas
eran algunas de las cavilaciones de Diminuta Máxima mientras
buscaba los mapas.
Así discurría el flujo de sus pensamientos hasta que desembocó en
una decisión: ayudaría a todo lo que se sentía frustrado en los estantes,
cajones y los archivos de su biblioteca, a realizar su sueño. Ayudaría a
cada libro, a cada texto y a cada documento, a cumplir su función y a
encontrar su puesto; ese en el que tienes la oportunidad de ser todo lo
que eres, y compartiéndolo, en vez de quedarte con menos, te llenas
más, te sientes más pleno.
Todo esto pensaba Diminuta Máxima en los últimos días mientras
recorría la biblioteca en la que ya nada parecía estar en su sitio, y lo
que aún se mantenía en su lugar también iba tomando semblanza de
trajín y de mudanza. Y entretanto iba repitiendo, casi canturreando, el
deseo supuestamente olvidado que había encontrado escrito en el viejo
tarjetón y que así decía: Por pequeño que sea, todo sueña; y siguiendo
el sueño que canta en su corazón, todo encuentra su sitio, su valor y su
función en otro sueño aún mayor, donde vibrando en sintonía, todo
despierta latiendo con un solo corazón.
Cantó y cantó, hasta que le encantó; hasta que notó que además de
tal cantinela estaba escuchando, latiendo muy fuerte, su propio
corazón. ¿Tendría esa frase algún poder de encantamiento? Para
Diminuta Máxima esta experiencia fue todo un acontecimiento, diríase
que una revelación, pues comprendió que escuchar su corazón podía
ser un camino seguro para, aun siendo diminuta, volver a encontrarse
en el caso de perderse. ¿Y cómo hacer para que su corazón se oyese?
29
Lo que el corazón quiere contemplar
Quizás bastaba, como ahora, con entusiasmarse, concentrando la
atención en una intención que le apasionase. Recordando una visión
que le encantase; es decir, que le ayudara a sentirse encantada de la
vida, encantada de tener la oportunidad de encontrar aquello que su
corazón quería contemplar. Ahora, el tarjetón y ella tenían un interés
común que consistía en conservar ese deseo vivo y cuidarlo hasta que
se convirtiera en realidad.
¡Manteniéndose en esa sintonía, aun siendo diminuta, siempre se
encontraría! Todavía no había hallado ningún mapa; pero consideró
que con este descubrimiento podía decir que ya tenía brújula.
Esta confianza que desde ese momento albergó Diminuta Máxima
aceleró sus planes. No sabía mucho de sí misma, pero ya no temía
perderse, y los siguientes días se dedicó a escuchar las penas y los
lamentos de los elementos insatisfechos en sus estanterías. Por
pequeño que sea, todo sueña, les recordaba Diminuta Máxima,
animándoles a expresarse. Y teniendo en cuenta los matices de los
deseos que le comunicaron, fueron imaginando juntos formas de salir
de su descontento.
Acordaron que en los folios descoloridos se volverían a escribir
inspiradoras máximas, luego se doblarían convenientemente según el
arte de la papiroflexia, y una vez habiéndole dado a cada trozo de
papel una preciosa forma y un exquisito contenido, Diminuta Máxima
las colocaría entre los volúmenes más solicitados, a modo de puntos de
lectura.
Respecto a los libros que le dijeron sentirse contrariados por estar
olvidados, decidieron comenzar la aventura de buscar nuevos lectores;
y para encontrarlos, Diminuta Máxima se comprometió a colocarlos en
bancos de parques, mesas de tabernas y otros lugares en los que
podrían ver si lograban establecerse como libro de texto, libro de
30
Capítulo 3
bolsillo, libro de cabecera o, al menos, libros abiertos, que era lo
mínimo a lo que aspiraban aquellos libros y no lo estaban
consiguiendo, permaneciendo cerrados en las estanterías.
Por último, respecto a los cartapacios llenos de apuntes, decidieron
en primer lugar examinar el contenido y leer el relato inacabado. Pero
cuando ya estaba dispuesta a empezar con esta tarea, resultó que en el
interior de tales portafolios, en vez de apuntes encontró únicamente
una carta dentro de un sobre. ¿Quizás es que con tanto cambio había
puesto esos papeles en otros estantes? No obstante, a pesar de esa
ausencia, las carpetas parecían muy contentas ahora, pues decían que
ya habían conseguido que se tuviera en cuenta su interior además de su
apariencia. De manera que, como ya tenía entre manos mucho trabajo,
Diminuta Máxima decidió no dar al asunto más importancia, guardar
la carta para leerla más tarde y atender ahora al armario, pues sus
crujidos ya resultaban alarmantes.
Tal armario era ese que llevaba un tiempo melancólico,
recordando historias de los árboles de su especie, por lo que pensó que
estaría bien escucharle mientras masajeaba su madera con suave cera.
Pero primero, teniendo en cuenta lo sucedido con las carpetas, quiso
abrir el armario y prestar consideración a lo que había quedado
guardado en su interior. Cuando lo hizo, lo primero que vio fueron sus
botas. Sus queridas y enormes botas. ¡Cuántos recuerdos preciosos
despertaron en su memoria!
31
Capítulo 3 - Inspiracción
InspirAcción
Encontrar la brújula
Acude a tu regazo. Pide audiencia.
Y pregúntale a tu corazón qué es lo que sabe.
William Shakespeare
Te va a ser fácil jugar a ser Diminuta Máxima, pues ya
es así tu alma niña, la que te ha traído de la mano a
participar en este cuento, la que sueña y la que guarda
intacta tu inocencia.
Para empezar a dar vida en tu vida a esta enana
inquieta y soñadora, tienes que adoptar su perspectiva. Ella
observa y atiende sus pensamientos, sus emociones y sus
sensaciones. Y haciéndolo toma conciencia de lo que
entusiasma su corazón. Ella, además, se hace responsable
de la coherencia de sus acciones con esa visión y esa
misión que va cuajando en su interior.
Así que para jugar aquí y ahora a vibrar en su misma
frecuencia, te sugiero que con la excusa de encontrar tus
propias metas, remuevas aún más tu “biblioteca”, es decir,
avances en la tarea de tener en cuenta todo lo que en tu
vida está aparcado, sintiéndose descontento y todo lo que
sueña con ser de otra manera. Atiende todo lo que en ti aún
33
Lo que el corazón quiere contemplar
no ha encontrado su sitio, su valor y su función;
comprometiéndote a acompañarlo en su evolución que es
también el viaje hacia tu conciencia de realización en
creativa expansión.
En este empeño, te pueden ayudar estas preguntas
cuyas respuestas puedes escribir en tu cuaderno de
apuntes:
¿Qué es lo que en tu vida reclama ser tenido en
cuenta? ¿Proyectos inacabados? ¿Deseos insatisfechos?
¿Heridas del pasado buscando sanación? ¿Conocimiento
que espera ser compartido? ¿Talentos por desarrollar?
¿Aprendizajes que piden ser aplicados? ¿Nuevas ideas a
poner en práctica? ¿Afectos sin cauces de expresión?
¿Situaciones estancadas anhelando fluir? ¿Sueños que
quieren hacerse realidad?
Quizás es el momento en el que vibrando en la
frecuencia de Diminuta Máxima, aunque te creas
insignificante, te des permiso para sentirte colosal. Eso
supone crecer. Apoyar el despliegue de la vida que, en tu
conciencia de ser, quiere expandirse para ser admirada,
honrada y celebrada.
Si te pones en esa disposición, ya estarás siendo
Diminuta Máxima a punto de comenzar tu viaje. Y como
ella, antes de salir, necesitas encontrar tu brújula para no
perderte.
Para avanzar en ese objetivo, juega a promover que tu
corazón se sienta contento. Juega a entusiasmarte. Te
34
Capítulo 3 - Inspiracción
sugiero que comiences por repasar la lista de deseos escrita
en tu tarjetón. Asegúrate que en esa lista, tales deseos están
expresados de forma que, al leerlos, puedas imaginarlos
realizados. Repasa también las felices escenas ya descritas
en tu cuaderno de apuntes.
Luego quédate en silencio, intuyendo la presencia de
tu niño interior, guardián de todos los sueños que alberga
tu corazón. Dile a ese niño que es posible, que sois capaces
y que merecéis que vuestros sueños se hagan realidad.
Imagínate que lo abrazas confiando en que la vida que sois,
os guiará. Y dile también que cuentas con su inocencia y
su alegría para disfrutar de cada paso en este viaje.
Piensa, además, en todo lo que a tu alrededor, por
pequeño que sea, también sueña; y afírmate en la intención
de interesarte por sus anhelos y las posibilidades de mutua
colaboración.
Después, recita una y otra vez la canción de la
caracola marina, con el propósito de sentir más confianza,
entusiasmo y esperanza. Hazlo así hasta comprobar que,
tener la oportunidad de hacer los sueños realidad, abriendo
tu conciencia al despliegue de la vida en su infinito
potencial, te encanta.
Jugando de esta forma encuentras tu brújula; es decir,
entras en contacto con tu corazón, de dónde te viene
sabiduría y orientación.
Después, al estilo de Diminuta Máxima, y teniendo en
cuenta tus deseos, abre una nueva sección en tu cuaderno y
35
Lo que el corazón quiere contemplar
titúlala: “Primeros pasos”. Luego, planea y describe ahí las
primeras acciones que vas a llevar a cabo para apoyar el
logro de tus objetivos. Comienza por las actividades más
fáciles de realizar, las que tengas más a mano y te puedan
ayudar a ir más allá del descontento y rumbo a la felicidad.
Entendiendo por tal, el libre e inocente movimiento de la
vida, surgiendo en ti, en medio de una espontánea alegría y
creatividad.
Para abordar esta tarea, contempla el horizonte de tus
sueños y observa también tu situación actual. ¿Qué está en
tu mano hacer para avanzar un paso más hacia esa soñada
realidad?
Teniendo en cuenta cada uno de los deseos de tu lista,
escribe en el cuaderno todas las respuestas que se te
ocurran a las siguientes interrogantes: ¿Qué haría si supiera
que va a salir bien? ¿Qué me gustaría hacer? ¿Qué
acciones intuyo que son las más adecuadas? ¿Qué creo que
debe hacerse? ¿Qué imagino que harían en esta situación
las tres personas que más admiro? ¿De qué dispongo en
este momento y en qué me puedo apoyar para progresar
hacia mis objetivos?
Recrea en tu imaginación toda posibilidad hasta
visualizar cauces para desarrollar su potencial. Separa lo
que decidas hacer en pequeños pasos. Elabora una lista de
tareas especificando, al lado de cada acción, el propósito
por el que quieres llevarla a cabo junto con los resultados
que esperas obtener. Planea su realización lo más
concretamente que puedas, con fecha y hora cercana. Y
36
Capítulo 3 - Inspiracción
modifica tu agenda hasta encontrar espacio para desarrollar
toda esta nueva actividad, anulando todo aquello que no
sea realmente prioritario para ti.
Ordena tus papeles, despeja tus cajones y tus armarios,
regala lo que no usas, despréndete de lo que no necesitas.
Delega, pide ayuda y completa los asuntos pendientes que
consideras importantes. Juega de todas las maneras que se
te ocurran a soltar lastre, a promover fluidez y a crear
espacios para dar la bienvenida a todo lo que en ti está
queriendo ser.
Prueba a compartir lo que sabes, lo que sientes, lo que
tienes y lo que eres, para tomar conciencia de tu
colaboración en la realización de los sueños de los que
tienes alrededor.
Deja también que tu cuerpo te guíe en esta experiencia.
Date un masaje para reconocer tensiones y promover
flexibilidad. Atiende las zonas de insensibilidad o dolor; e
imagina, mientras respiras conscientemente, que toda tu
energía encuentra saludables cauces de expresión.
Mantén la intención de facilitar que todo pueda ser de
alguna nueva y soñada manera. Y hazlo, sobre todo,
cuando estés acariciando lo que más bloqueado se muestra,
lo que más se lamenta y lo que lleva más tiempo esperando
tu atención. Sueños que van a necesitar calzarse con la más
enorme inocencia, con la más pura fe, con la horma de una
vida que quiere sentirse útil y colaborar en la
manifestación de lo que el corazón quiere contemplar.
37
Lo que el corazón quiere contemplar
¡Alégrate al comprobar que ya estás participando en tarea
tan fenomenal!
Y así como Diminuta Máxima, al atender los
lastimosos crujidos de su armario, decidió mirar en su
interior y encontró sus queridas botas. Ahora también te
invitamos, todos los miembros del clan, a ponerte el
calzado que te permita moverte entre tus sueños y, al
hacerlo, calzar también una feliz realidad.
38
Capítulo 4
Bota Rebotada o como calzar los sueños
En el centro de la dificultad yace la oportunidad.
Albert Einstein
Antes de entrar a formar parte de nuestro clan, Bota Rebotada tuvo
también su propio recorrido individual. Es sabido que descendió por el
color rojo del arco iris y comenzó su periplo como un singular calzado
de material fuerte y resistente, con una gruesa suela en su base y el
cuerpo lleno de hebillas y cordones. El color de su piel se parecía a las
piedras del suelo, a las arenas del desierto y al polvo de los caminos.
Formaba parte de la familia de los zapatos y su tamaño era el más
grande de su especie. Pero de aquel primer tiempo lo que quiero que
sepas es que era una bota que se avergonzaba de sí misma.
Sus comienzos no le ayudaron mucho a mantener su autoestima,
pues en la primera zapatería en donde la expusieron fue colocada en un
rincón del escaparate, dado que si la ponían en primera fila, por su gran
tamaño, tapaba todo lo demás. A su lado y por delante colocaron unas
finas sandalias, esbeltos mocasines de ante, exquisitas babuchas de
seda, unas livianas zapatillas de ballet y hasta unos diminutos botines
para bebés llenos de colores y encanto. Nadie se interesó por ella y a
las pocas semanas la volvieron a meter en su caja. Bota Rebotada
pensó que no servía para nada, que quizás estaba mal hecha y que se
quedaría sin saber lo que era ser calzada, cuidada, considerada con
39
Lo que el corazón quiere contemplar
aprecio y llevada por el mundo a descubrir nuevos caminos. Pensó que
pasaría su vida encerrada o en la esquina de algún escaparate, sintiendo
envidia hacia los zapatos que eran escogidos.
Pero sucedió que la zapatería fue asaltada por unos ladrones y
Bota Rebotada formó parte del botín. Así empezó una época muy
dolorosa para ella porque se la quedó un muchacho para quien su
tamaño no era el adecuado y se le hicieron ampollas en los pies. —¡No
servís para nada!, —le oía gritar. —Sois duras y bastas, y sólo sabéis
producir heridas. Escuchándole, Bota Rebotada, se encontraba cada
vez más confundida. Se sentía culpable pero no sabía por qué, pues no
estaba en su horma la intención de hacer daño. ¿Por qué nadie
reconocía su capacidad para proteger, para abrigar y para colaborar a
mantener el equilibrio? Fue una época en la que hasta dudó de su
identidad, pues su propietario, siempre metidos en peleas, más que
como calzado la utilizaba como arma arrojadiza.
Finalmente fue vendida a una tienda de calzado usado. Y allí
ocurrió el milagro. Ese que vas a ver que siempre llega en la vida de
todos los componentes de nuestro clan, pues al ser partes de un Sueño
Feliz de Totalidad, hay siempre un momento en que algo cambia, y
todo adquiere un brillo que luce a medias entre un encantamiento y una
maravilla.
Un día, cuando más estaba sintiendo la vergüenza de ser mostrada
con su precio totalmente devaluado, como si lo único que quisieran
fuera quitársela de encima a cualquier coste, entró en la tienda una niña
con ojos inocentes y sonrisa entusiasmada que pidió le acercaran el
enorme calzado expuesto en el escaparate. Examinó la bota de cerca y
dijo estar muy contenta de que en su interior cupieran dos o tres pies
como los suyos, y quizás también sus manos.
40
Capítulo 4
—¿Es un regalo que quieres hacer a tu papá?, —preguntó el
vendedor, que no entendía el interés que podía tener la niña en esa
compra. —No, no…, —respondió la pequeña, —no es para hacer un
regalo, es para recibir muchos regalos. Y continuó la explicación: —
Me han dicho que hemos de poner nuestros zapatos en la chimenea de
forma que se vean bien. Todos en mi familia son altos y tienen unos
enormes pies, así que he pensado que necesito unas botas muy
grandes, no sea que mis minúsculos zapatos pasen desapercibidos.
Estas serán las botas que utilizaré cada Navidad y las mantendré
limpias y bien cuidadas porque tienen una importante misión que
cumplir.
Al escucharle Bota Rebotada se sintió emocionada y deseosa de
comenzar esta nueva etapa de su vida. En ese momento comprendió
que todo lo que le había sucedido anteriormente había facilitado este
encuentro, y sonrió aliviada porque comprendió que estaba en buenas
manos; aunque siempre había pensado que se sentiría bien cuando
estuviera en buenos pies.
Y ahí estaba ahora Diminuta Máxima, delante de esas botas que
habían quedado olvidadas dentro de su armario de roble, sintiendo que
su corazón latía aceleradamente, como en aquellos tiempos en los que
al amanecer las encontraba repletas de juguetes. Pero, ¿qué era ese
objeto envuelto en papel de seda que estaba dentro de su bota
izquierda? ¡La estrella del árbol de Navidad! Esa que entonces veía
brillar en lo más alto, viéndola ella desde la altura más bajita.
Se podría decir que con la visión de la colocación de esa estrella
en la copa del árbol nació en Diminuta Máxima el deseo de llegar muy
lejos hacia arriba. Y ahora resulta que era la estrella la que dormía a ras
de tierra, en el fondo de unas botas destinadas a calzar sueños; pero
que, en la actualidad, ejercían de calzado jubilado de quimeras. Y ya
no había ningún árbol luminoso, sino un deslustrado y quejumbroso
41
Lo que el corazón quiere contemplar
armario de madera. Realmente nada parecía estar siendo lo que quería
ser.
—Quiero que todos sepan —oyó decir entonces al gran armario—
que hubo una época en la que el árbol roble era considerado sagrado,
el rey de los árboles del bosque y el guardián de sabios conocimientos.
Era fuente de inspiración, símbolo de fortaleza, y era también sabido
que los robles eran imponentes en cuanto a su porte pero también
acogedores; siendo su corteza hogar y alimento de diminutos seres, y
sus alrededores lugar elegido para los más coloristas festivales, como
los del solsticio, en los que las gentes acudían al bosque, le llevaban
ofrendas y le dedicaban canciones. Pero según cuenta la leyenda,
existió un hombre llamado Bonifacio, que quiso convencer a los
pobladores de esos bosques de que el roble no era sagrado y que no
era merecedor de esos honores. No se sabe cómo lo consiguió, pero el
caso es que en el momento en que daba tal discurso, un roble cayó y
arrasó todo lo que se interpuso en su caída. Todo menos un árbol
abeto, que el tal Bonifacio consideró un árbol divino por haber
quedado intacto junto al roble caído.
—Desde entonces —crujió el gran armario de roble, —en el
corazón de algunos de nuestra especie canta un sueño que aún no ha
quedado cumplido.
El deseo del gran armario, según confesó a Diminuta Máxima, era
ver si alguno de sus descendientes podía recuperar la tradición de antes
del incidente; aquella según la cual se reunía alrededor del roble mucha
gente, y celebraban juntos la luz naciente. Había sabido que,
posteriormente, las gentes tomaron por costumbre adornar los abetos y
colocar en su copa una brillante estrella. Pues bien, el gran armario
deseaba que algún joven roble lograse pasar de la categoría de roble
estrellado contra el suelo a la de roble estrellado mirando al cielo, por
42
Capítulo 4
coronado en su copa con una estrella, mientras seguía siendo un
imponente roble bien enraizado en la tierra.
Después de escuchar al gran armario, Diminuta Máxima se sentó
para hacer un repaso de todos los sueños que le estaban siendo
confiados. Estaba el sueño de los libros olvidados, el del manuscrito
inacabado, y ahora también extraviado, el de los folios descoloridos, el
del tarjetón, el de las botas, el de la estrella, y el del gran armario, que
era en realidad un sueño pendiente de toda su arbórea especie. Y otra
vez sintió latir su corazón muy fuerte. Otra vez estaba entusiasmada,
aunque también un poco asustada, pues llegaba el momento de ponerse
en marcha; pero aún no había encontrado los mapas.
En ese momento recordó la carta que había descubierto dentro de
la carpeta. Era un abultado sobre en el que estaba escrito lo que parecía
ser la descripción de su contenido: “Carta de reconocimiento,
coordenadas de situación y orientaciones sobre giros y bifurcaciones”.
—¿No estabas buscando mapas?, —se dijo a sí misma. —Las
cartas de reconocimiento también son como mapas, pues dan fe de que
algo ha sido contemplado y valorado hasta el punto de querer dejar
constancia de que eso existe, —siguió explicándose como si necesitara
alguna justificación para considerar que, una vez más, como en
aquellas mágicas y antiguas noches, al ver sus botas veía también lo
que tanto había deseado.
Finalmente, abrió la carta, la desplegó y la leyó despacito y con
mucha atención.
43
Capítulo 4 - Inspiracción
InspirAcción
La horma de una estrella
Puede que haya nacido en un cuchitril,
pero estoy determinada a viajar con el viento
y las estrellas
Jacqueline Cochran, aviadora
Despertar a la frecuencia de vibración de Bota
Rebotada significa jugar a tomar conciencia, con
inocencia, asombro y confianza, de la vida que eres, aquí y
ahora, incluyendo materia y forma, capacidad y sentido,
sueños y esperanzas.
Significa jugar a hacerlo aunque ahora, o en algún otro
momento, hayas sentido vergüenza al comparar tu vida con
la forma de otras vidas, te hayas confrontado con la pena
de creer que a nadie le interesas, te hayas sentido inútil o
con miedo a no encontrar lugar donde brillar entre todo lo
demás.
Supone, aún sintiendo todo eso, jugar a seguir ahí,
siendo lo que eres y siendo a la vez todo lo que quieres
llegar a ser. Es decir, se trata de jugar a contemplar tu
existencia, tenga la forma que tenga, como vehículo útil, el
punto de encuentro entre los sueños y la tierra firme de la
vida.
45
Lo que el corazón quiere contemplar
Vibrar con Bota Rebotada implica vibrar en la
confianza de que, en algún giro del camino, podrás percibir
el sentido de todo lo vivido, que en medio de las
dificultades está la oportunidad, que hay siempre un
momento en que algo cambia y todo adquiere un brillo que
luce a medias entre un encantamiento y una maravilla, y
que, aunque lleguen en formas insospechadas, es posible
contemplar tus sueños hechos realidad.
Si dejas que ella tome vida en tu vida, Bota Rebotada
te va a enseñar que más allá de los juicios basados en las
apariencias, todos tenemos un sitio, un valor y una función;
y desde alguna perspectiva todo puede ser admirado, si a tu
mirada le pones inocencia y corazón.
Diminuta Máxima considera a Bota Rebotada como
un precioso tesoro y para alcanzar esa frecuencia de
vibración, tendrás que comenzar por contemplar tu vida, tu
bota rebotada, con esa misma consideración.
Para ello, vuelve a tu cuaderno de apuntes y anota todo
lo que descubras que, formando parte de tu experiencia,
está colaborando a que puedas avanzar en tu camino y
disfrutar de esa vivencia. Juega a bendecir todo elemento
incluido en esa trama existencial; es decir, nómbralo con
estimación y hónralo dándole reconocimiento en tus
anotaciones. Hazlo así hasta sentir que estás abrazando tu
presente con entusiasmo y gratitud. Y vuelve a esta
actividad cada vez que tu atención solo esté teniendo en
cuenta algún tipo de carencia o insatisfacción.
Deja que tu alma niña visualice vuestra vida y la vea
como fuente de dones, encanto y abundancia. No sabe
46
Capítulo 4 - Inspiracción
cómo pero sabe que así quiere que sea. Diminuta Máxima
escribía sus deseos y confiaba en despertar contemplando
sus botas llenas de regalos. El niño que hay en ti, ya tiene
su carta escrita. ¿Recuerdas tu tarjetón de doble faz?
Repasa tu lista de sueños y luego busca una cartulina del
color de las piedras del suelo, las arenas del desierto o el
polvo de los caminos, recorta el contorno de unas enormes
botas, y en su interior realiza un collage que incluya tu foto
sonriente y otras imágenes que para ti representen tu vida,
calzando esa feliz y soñada realidad. Coloca ese collage en
un lugar bien visible para que te ayude a recordar lo que,
en tu experiencia, tu corazón quiere contemplar.
Después, imagínate que cual bota rebotada eres tu
propia vida, y que estás deseosa de ser útil y contenta de
formar parte de esta aventura. Más allá de tu apariencia y
logros actuales, al estilo del armario de roble de Diminuta
Máxima, confías en que en tu naturaleza está la sabiduría y
los recursos para desplegar todo tu potencial. Para
afirmarte en esa frecuencia de vibración, con convicción,
recita la siguiente aseveración: Soy parte de la vida. Aquí y
ahora tomo conciencia de su abundancia y poder creador.
Juega a recitar esta frase cada mañana cuando te despiertas,
al momento de poner tus pies sobre el suelo. Y hazlo
sabiéndote vida en su infinita aventura de expansión.
Además, en esta etapa del juego, te sugiero elaborar el
símbolo de tu estrella personal. Puedes buscar un mándala
o diagrama concéntrico ya dibujado, o perfilarlo tú mismo
organizando los trazos en forma armoniosa alrededor de un
punto central. Mientras lo coloreas imagina que en ese
espacio quedan integrados cada uno de tus sueños en su
más feliz realización. Guarda esa estrella en algún bolsillo
47
Lo que el corazón quiere contemplar
de tu camisa y del alma, siempre bien cerca del corazón.
Simboliza tu misión y tu visión. Representa tu radiante
expansión. Va a ser para ti, fuente de entusiasmo y
motivación.
Y también es el momento de poner por escrito los
ánimos que quieres transmitir a tu niño interior al
comenzar este viaje compartido. Para inspirarte te invito a
acompañar a Diminuta Máxima en la lectura de la carta
que ella se encontró.
48
Capítulo 5
Los dictados de mi corazón
Pasamos los primeros años de nuestra vida
decidiendo qué partes de nosotros metemos en el saco,
y ocupamos el resto tratando de vaciarlo.
Robert Bly
La carta se titulaba Los dictados de mi corazón, y eso le gustó a
Diminuta Máxima, pues pensó que debía de haberla escrito alguien
que, como ella en esos momentos, gustaba de escuchar a su corazón.
Así que se dispuso a seguir leyendo con mucha curiosidad…
Querida, desde que sé de tu existencia me he sentido embargada,
más que nunca, por una energía mezcla de entusiasmo, creatividad y
alegría de ser. Quizás sea cosa de las estrellas, los biorritmos o las
corrientes telúricas; pero yo lo asocio contigo y me sonrío pensando
que si algunos científicos han llegado a afirmar que el aleteo de una
mariposa es capaz de producir un terremoto en la otra punta del
mundo, ¿por qué no iban a ser causa de este estremecimiento vital
tierno y poderoso que me conmueve los recién escuchados latidos de
tu corazón? Me gusta pensar que tú respiras y yo lo celebro en la
forma que mejor me sale, que es abrazando la vida con todos sus
anhelos, incluyendo también los sueños proscritos y los deseos
olvidados.
49
Lo que el corazón quiere contemplar
También este párrafo fue motivo de entusiasmo para Diminuta
Máxima porque hablaba de tener en cuenta las ilusiones postergadas, y
ese era ahora el centro de sus empeños. No sabía quién escribía esa
carta pero entendía lo que sentía. Así que continuó leyendo aún con
más interés….
Ahora que empiezas a aventurarte por los caminos de la vida creo
que será interesante que recuerdes que las opiniones que los demás
tienen de ti no te definen, les definen a ellos. Definen su mirada, la
forma en que ellos son capaces de contemplarte. Con el tiempo he
descubierto que se puede mirar con el corazón y entonces se tiene una
visión doble pero paradójicamente más exacta. Se ve con respeto,
aceptación, compasión y ternura lo que cada uno está siendo aquí y
ahora; pero se ve también con confianza, esperanza y entusiasmo lo
que esa persona es capaz de ser.
—¡Oh, sí, sí! Ella también sabía lo que era mirar así, —pensó
Diminuta Máxima. En realidad eso era lo que estaba motivando su
viaje. Observar lo que aún todo podía y quería ser, y pensar al
contemplarlo, como decía una de sus máximas preferidas: Hoy es
siempre todavía. Y prosiguió la lectura sintiéndose muy contenta…
No te preocupes demasiado por las apariencias. Más allá de lo
que somos capaces de entender es posible intuir una belleza, una
armonía y unos órdenes del amor que hablan de plenitud, paz y
alegría. Cuando te desorientes busca esos vislumbres. Confía en que
los encontrarás. Te voy a contar algunos que a mí me han maravillado
y rescatado siempre: Escucha cantar a un coro; date cuenta de cómo
son capaces de hacerse uno con sus voces. Abraza a otro ser humano,
si puede ser a un niño; observa cómo eres capaz de entenderle aunque
su idioma y su cultura te sean extraños. Párate en un verso; el baile de
sus palabras te trasportará a una comprensión más allá de los signos.
Contempla un cuadro al óleo, fija tu mirada en una pincelada y dile
50
Capítulo 5
“existes y te veo”; luego observa el cuadro en su totalidad pero sin
perder de vista ese trazo particular.
Podrás comprender que cada cosa, por insignificante que
parezca, tiene su lugar y su valor. Sólo es necesario adoptar la
perspectiva adecuada al contemplarla.
Este párrafo le pareció muy importante porque incluía
instrucciones para el caso de desorientarse. Llegado a este punto,
Diminuta Máxima ya estaba considerando que era una carta que podía
serle muy útil para su viaje, de manera que continuó leyendo,
concentrando toda su atención…
Quisiera, además, que siempre recordases que por pertenecer a la
vida podrás contar, en todo momento, con la fuerza de tu espíritu. Es
una cualidad que si confiamos en ella todos podemos manifestar. Y
consiste en saber encontrar algo que dar cuando parece que ya nada
nos queda; y dándolo, encontrar una puerta de salida al drama y a la
adversidad. Suele ser hermosa la manera en que toma forma y
presencia este poder, pues todo empieza con una pequeña decisión, un
primer paso, algo sencillo pero que finalmente resulta ser la entrada a
la alegría de vivir, porque la propia vida ha encontrado su rumbo
verdadero. En esos momentos también podemos aprender que, para
comprender la vida, primero hay que amarla. Y que hay que creer
para ver, pues con fe los ojos nos mostrarán lo que nuestro corazón
quiere contemplar.
Y ahora, la carta hablaba de un recurso que ella también conocía
aunque no le había puesto nombre. ¿Acaso no era eso lo que le estaba
sucediendo al ofrecer su apoyo a los elementos frustrados de su
biblioteca, aun cuando todavía ni siquiera había encontrado sus mapas
y lo que más claro veía era su pequeñez? Así iba reflexionando
Diminuta Máxima. ¡Le estaba encantando leer esta misiva!
51
Lo que el corazón quiere contemplar
También quiero contarte que además de los senderos que recorras
dentro de tus zapatos, la vida te ofrecerá la posibilidad de descubrir
espacios que únicamente podrás transitar de la mano de unos cuantos
sentimientos. Para embarcarse en ese tipo de aventura hay que
ponerse de acuerdo para obtener un billete compartido. De ahí que
sea necesaria la compañía de otro; aunque, al adquirir ese billete y
emprender juntos el periplo, sucede, en algunas benditas ocasiones,
que uno no sabe si el impulso del propio paso viene de tu corazón, del
corazón del compañero o del mismo latir de la vida que se ha quedado
enredada en tan prometedora aventura. No es que sea un solo
caminar, pero es sentirse unido en un único aliento, en busca de un
común sentimiento.
Para hacerse con un billete así y poder emprender este tipo de
excursiones hay que hacer acopio de una buena disposición de ánimo,
de forma tal que puedas sentir los intereses de otro como tus propios
intereses. Y que al sentirlo, sientas también que por sentirlo vibras
feliz y que tal sentimiento es compartido. Como si el mundo de
fronteras, clases, culturas y lenguajes se hubiera diluido y sólo
quedase un campo despejado de tierra solidaria que quiere ser
recorrido. Son lugares donde no importa mucho el paisaje, sino el
amor que se respira.
—¿Habrá un lugar así? ¿Un lugar en el que se tengan en cuentan
los sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido ser?
¿Podré encontrar a otros que quieran conmigo ensayar a remontar los
vuelos y avivar las brasas del alma cuando se te ha quedado el
corazón muy frío? Mientras se hacía estas preguntas, Diminuta
Máxima pensó que si no existía un lugar así, valdría la pena crearlo; y
eso aún le animaba más a ponerse de viaje.
Asimismo quiero decirte que para avanzar por la vida tendrás que
tener en cuenta la tierra que pisas, pero también el sol que te ilumina,
52
Capítulo 5
el aire que respiras y las estrellas que en la noche te orientan. Pero
sobre todo tendrás que escuchar tu corazón. De su mano, podrás
reconocer y agradecer el camino que te lleva, el sueño que te eleva y
el alma que te anima.
Desde hace algún tiempo, yo tengo claro lo que quiere contemplar
mi corazón, lo tengo resumido en unas frases que también quiero
compartir contigo: Por pequeño que sea, todo sueña; y siguiendo el
sueño que canta en su corazón, todo encuentra su sitio, su valor y su
función en otro sueño aún mayor, donde vibrando en sintonía, todo
despierta latiendo con un solo corazón.
Espero que en mi sueño feliz, tu sueño feliz se alcance y por eso he
querido escribirte, pues aunque tú no me veas y yo sólo te adivine,
creo que respiramos juntas y hay un mismo entusiasmo que nos guía.
Y por último, unas palabras más, un estribillo para repetirlo
cuando el camino presente giros arriesgados, confusas bifurcaciones,
abismos o pendientes: Si me pierdo, recordaré que mi rumbo está
escrito en mi corazón. Y que aún en el sueño del olvido, todo a coro
cantará a mi oído la canción de mi alma, la que aprendí de niño, la
que canta el sueño que aún no se ha cumplido. Y cantarán así, hasta
cantar conmigo en un común despertar agradecido.
¡Feliz viaje!
Diminuta Máxima supuso que quien había escrito la carta también
era quien había escrito el deseo en el tarjetón encontrado en su
biblioteca. ¿Sería también quien había recogido el manuscrito
inacabado? ¿Podría ser que hubiera intercambiado carta por apuntes?
Si fuera así, dado que decía estar ocupándose de anhelos postergados,
esperaba que tuviera en cuenta el deseo de ese manuscrito inacabado y
que dispusiera su ánimo para finalizarlo.
53
Lo que el corazón quiere contemplar
Aunque parezca extraño, Diminuta Máxima no se asombró de que
alguien estuviera por ahí y ella no pudiera verle. Estaba desde siempre
acostumbrada a que los demás, como decía quien escribía la carta, más
que verle le adivinasen, y consideraba con naturalidad que eso es lo
que suele pasar cuando una es diminuta y se encuentra entre gente de
otras dimensiones.
Fuera como fuera, pensó Diminuta Máxima, si seguía
manteniendo su visión en el sueño expresado en el tarjetón, todo
apoyaría a todo y todo quedaría encantado cumpliendo su particular
misión. ¡La vida toda sería una celebración! Eso le entusiasmaba, así
que se puso en pie de un salto, metió la estrella de cristal envuelta en
papel de seda en el bolsillo izquierdo de su camiseta, sacó sus botas del
armario y les dijo sonriente: —¡Nos vamos de viaje! Luego miró a su
alrededor, y con una mirada cómplice afirmó: —Por pequeño que sea,
todo sueña; y vamos a seguir el sueño que canta nuestro corazón.
¡Veremos dónde nos lleva!
54
Capítulo 5 - Inspiracción
InspirAcción
El alma que te anima
Sigue tu dicha y se abrirán puertas allí dónde antes no las
había.
Joseph Campbell
Ha llegado el momento de jugar a sentarte en un lugar
tranquilo y, en tu cuaderno de apuntes, escribir una carta de
aliento a tu alma niña. Hazle saber que camináis juntos y
que juntos vais a poder ver hecho realidad lo que vuestro
común corazón quiere contemplar.
Recuérdale todos los desafíos que habéis afrontado en
vuestra vida y cómo los habéis transformado en
oportunidades de aprender y crecer. Agradécele la energía
que te aporta, transmítele entusiasmo y confianza. Dile que
en este viaje interior vais a poder integrar todos los
aspectos de vuestro ser cuya energía aún no ha encontrado
forma de expresión. Y asegúrale que, con frecuencia,
pararás tu paso y te quedarás en silencio hasta intuir su
presencia y sintonizar con su inocencia.
Y para que te sienta cerca juega a hacerlo así una vez
acabes la redacción de tu mensaje. Te doy una sugerencia
para este momento de encuentro y meditación: Busca un
lugar tranquilo y asegúrate de que no te van a interrumpir.
55
Lo que el corazón quiere contemplar
Siéntate manteniendo tu espalda erguida, cierra los ojos y
comienza por tomar conciencia del ritmo de tu respiración.
Con cada expiración imagina que estás yendo más y más
adentro, queriendo alcanzar el centro de tu ser, tu hogar
interior. Después de unos minutos respirando así, imagina
que ya has llegado y que ahí, en medio de una gran paz
habita tu alma niña, guardando toda la creatividad que
vuestros sueños necesitan respirar para hacerse realidad.
Teniendo en cuenta este pensamiento sigue poniendo
atención al ritmo de tu respiración. Ahora, al inspirar,
imaginas que abrazas al alma que te anima, y, al expirar, te
visualizas llenándote de su radiante energía. Hazlo así
hasta sentirte lleno de vitalidad y vuelve a ese hogar cada
vez que el desánimo aparezca en tu experiencia o cada vez
que quieras recordar tu esencia más espiritual.
También, como reconstituyente para el ánimo, cuando
te encuentres vacío o creas que ya nada te queda, recuerda
preguntarte: ¿qué es lo que yo puedo dar? Y entrega
aquello que aparezca como respuesta. Confía en que
haciéndolo pasarás de sentirte victima a saberte
protagonista movido por la fuerza de tu espíritu, leal
militante de la vida. Con esta actitud también cultivas esa
disposición de ánimo desde la que puedes contemplar los
intereses de otros como tus propios intereses, y sentir el
sosiego y la paz interior que proviene de la mutua
colaboración.
Además, recuerda a menudo que cual Totalidad estás
en un universo de recreo y eso significa que toda acción
lleva incluida una lúdica intención. Para promover esta
disposición, planea e incluye en tu agenda momentos de
diversión que puedas compartir con tu niño interior.
56
Capítulo 5 - Inspiracción
Confecciona una lista de lugares, personas y eventos
que te ayudan a conectar con tu optimismo y alegría de
vivir, y tenla en cuenta cuando el aburrimiento te empiece
a hacer cosquillas en los pies.
Visita lugares y realiza actividades que despierten tu
interés y apoyen el despliegue de tu creatividad. Permítete
asombrarte. Como sabe tu alma niña, aunque todo parezca
igual, a cada instante, todo es diferente; y así visto, el
presente resulta apasionante.
Y ahora, repasa otra vez tu lista de deseos y las
descripciones de tus visiones, revisa las primeras acciones
que ya estás promoviendo para apoyarlos, recita la frase
escrita en el tarjetón hasta que tu corazón lata contento,
acaricia tu estrella, contempla el collage de tu vida soñada,
y con una mirada cómplice hacia todo lo que quiere llegar
más lejos, afirma: ¡Nos vamos de viaje! Por pequeño que
sea, todo sueña y vamos a seguir el sueño que canta
nuestro corazón. ¡Veremos dónde nos lleva!
57
Capítulo 6
Perico Periscopio divisa una maravilla
El ser humano no puede aprender nada,
a no ser que vaya de lo conocido a lo desconocido.
Claude Bernard
Diminuta Máxima consideró que debía ponerse cuanto antes en
marcha para encontrar un joven árbol roble que cumpliese el sueño de
algunos de los de su especie. Encontrarlo apoyaría la posibilidad de
colocar su estrella en el lugar más alto de ese roble. Pero antes había
que ayudar a los libros abandonados y los folios descoloridos según el
plan que habían elaborado juntos.
En los siguientes días, Diminuta Máxima se sintió muy contenta al
realizar estas tareas y ver la sonrisa satisfecha de esos elementos antes
frustrados de su biblioteca; pero además estos primeros pasos tuvieron
otras importantes consecuencias, ya que la tarde que fue al parque a
dejar los libros en los bancos de la rosaleda, le pareció ver a un niño…
sin cabeza. ¿Será una vez más que, por mi enana estatura, sólo soy
capaz de ver parte de una persona completa?, se preguntó Diminuta
Máxima. Para comprobarlo se encaramó al banco y hasta pidió
permiso a sus libros para subirse encima y lograr una mayor
perspectiva; pero aún así seguía viendo a aquel niño con el cuello bien
estirado… y sin cabeza. Su gaznate se perdía entre las flores y las
hojas de las enredaderas, pero Diminuta Máxima no tenía nada más
59
Lo que el corazón quiere contemplar
dónde alzarse; así que finalmente, decidió acercarse y comenzar
cortésmente, levantando lo más que pudo su voz para pronunciar su
nombre. Advirtiendo, por si ese niño era muy grande, que para verle,
dada su pequeñez, quizás tendría primero que adivinarle. Por último
añadió que estaría muy contenta de saludarle.
Pero antes de relatarte este encuentro déjame que te cuente que
Perico Periscopio, el niño supuestamente sin cabeza que encontró
Diminuta Máxima en el parque, también integrante de nuestro clan,
aterrizó bajando por el color amarillo del arco iris. Ya se ha olvidado
de este aterrizaje; pero se recuerda siendo un niño cuya cerviz, en
principio, parecía diferente a todos los demás cuellos de su país. Más
que un cuello se parecía a un periscopio, y de ahí que terminaran
apodándole Perico Periscopio, porque su garganta se alargaba y se
acortaba a su gusto, siendo su preferencia, sobre todo, buscar la
claridad y el cielo abierto. Algo muy extraño en su tierra natal, que se
caracterizaba porque sus habitantes, para resguardarse del mal tiempo,
siempre permanecían bajo la protección de un paraguas, sombrilla,
toldo, cobertizo, techo, bóveda o tejado.
Era un extraño lugar en el que la población, cada día, para
comprobar qué clima hacía, en vez de abrir sus ventanas abría un libro
en cuyos textos todos creían mucho más que en lo que sus propios ojos
veían. Se trataba de un manual escrito en una época en que la región
estaba asolada por un clima muy tormentoso, huracanado, ventoso,
oscuro y borrascoso, y tal documento tenía como objetivo prevenir de
los peligrosos fenómenos meteorológicos que estaban ocurriendo.
Se contaban historias que a todos asustaban sobre viajeros que se
habían quedado perdidos en la niebla y finalmente habían sido
encontrados totalmente desorientados en el fondo de un barranco, de
personas a las que casi les había partido un rayo por no resguardarse de
la tormenta, de individuos cuyas pelucas se había llevado el viento
60
Capítulo 6
huracanado, y hasta de algunas cabezas huecas que se decía habían
quedado seriamente afectadas por la fuerza del granizo.
Desde entonces, y para evitar tales desgracias, en el departamento
de Medio Ambiente de la capital, cada día, se hacía la previsión
meteorológica para el día siguiente y los datos quedaban registrados
cuidadosamente para que todos los ciudadanos pudieran hacer sus
consultas. Como tan agitado clima se mantuvo durante mucho tiempo
sin casi cambios, los encargados de las predicciones fueron dejándose
llevar por la rutina y la pereza, y en vez de realizar con esmero su
trabajo, se quedaban cómodos y calentitos en sus oficinas y copiaban
las predicciones de días, semanas, meses y años anteriores. Por su
parte, los vecinos, asustados por las trágicas historias del pasado, no se
atrevían a abrir sus ventanas y terminaron confiando ciegamente en los
especialistas. Al cabo del tiempo, ni pasaba por su cabeza la idea de
comprobar por ellos mismos si caía aguanieve o había salido el sol.
Era como si hubieran adoptado la creencia de que el presente era
simplemente una copia exacta del pasado ante el que debían
protegerse.
Así venían siendo las cosas en el lugar en el que Perico Periscopio
iba creciendo mientras sentía una fuerte atracción hacia toda claridad,
destello, fulgor o luminosidad. Un día, Perico observó que el toldo que
lo cobijaba tenía un agujero y vio también que por ese agujero entraba
un gusano. La curiosidad de Perico era más fuerte que el miedo a las
ventiscas, y esa curiosidad le llevó a seguir con su mirada a la oruga
que una vez llegó al suelo volvió a subir por el tallo de una enredadera
hasta que desapareció otra vez por el agujero del entoldado, dejando a
Perico con un gran deseo de ir tras ella.
En ese momento, Perico imaginó que era un submarino y su cuello
un periscopio y, aunque en un principio no se dio cuenta, mientras eso
imaginaba iba elevándose hasta encontrarse por encima del toldo, y
61
Lo que el corazón quiere contemplar
luego por encima de los árboles, y un poco más tarde por encima de
los nubarrones, porque después de seguir la trayectoria de la oruga, a la
que quiso comer un pájaro sin conseguirlo, Perico Periscopio siguió el
vuelo de dicho pájaro hasta que llegó muy alto, muy alto, tanto que
sintió un poco de vértigo y fue entonces cuando comprendió lo que
estaba ocurriendo.
Su cuello se estiraba conforme su mirada se alzaba. Aquello fue un
gran impacto para Perico, pues era como percibir otra realidad. Pero
cuando volvió a encoger su pescuezo y quiso compartir su experiencia,
nadie le entendió, y pensaron que era un niño muy raro y que la
característica de su cuello era peligrosa, pues en cualquier momento le
pillaría la tormenta y un rayo le partiría tan raro cogote. Por más que
Perico intentaba explicarles lo que había visto, nadie quería escuchar lo
que consideraban arriesgadas fantasías. Hasta que se le ocurrió aquello
de instalar en su garganta una liana a modo de escalera de ascenso.
Esa decisión supuso toda una revolución en la comarca. Al
principio sólo algunos niños, y a escondidas, se atrevían a agarrarse a
su cuello mientras este se alargaba. Subían cuales gusanitos por la
liana hecha de enredaderas. Y aunque eran pocos los que se atrevían,
cuando bajaban estaban deseosos de contar lo que veían cuando
estaban arriba. Al escucharles, otros niños y algunos mayores también
querían probarlo, pero el cuello de Perico no podía con tanto peso, así
que los adultos se quedaban con las ganas. A su vez, estas ganas
hicieron que desearan más ser como niños y que la voz de los
chiquillos ocupase más su atención que las historias del pasado
registradas en los textos. Además, los pintores sintieron el deseo de
reflejar en sus cuadros los paisajes que describían los niños tras el
ascenso, y los poetas ponían rima a esas experiencias, que a su vez
cantaban los trovadores, y hasta se hicieron guiñoles y obras de teatro
con la figura de Perico elevando su cuello en escenarios en los que, por
encima de las nubes, el sol seguía brillando.
62
Capítulo 6
De esta manera, y poco a poco, muchos habitantes del país
pudieron llegar a imaginarse nuevos horizontes. Y algunos hasta los
soñaban por las noches. Así que el deseo fue haciéndose general.
Todos querían poder elevar sus cabezas hasta allí donde sus
pensamientos habían llegado. Y un día tras otro ese deseo fue tomando
consistencia, y sus cabezas empezaron a chocar contra los paraguas y
los entoldados hasta que la lona de estos últimos se fue agujereando y
el cuello de algunos, para su sorpresa y regocijo, siguió elevándose
conforme más altos eran sus anhelos.
Fue entonces cuando en vez de consultar el antiguo libro de las
predicciones meteorológicas, cada mañana, sin temor, miraban por la
ventana. Los nuevos panoramas abrieron sus mentes de tal manera que
fueron aprendiendo a responder a cada necesidad con creativas
soluciones. Ya no temían los cambios meteorológicos, ni los cambios
de costumbres, ni los cambios de puntos de vista. Porque la lección
que mejor habían aprendido era que ante las dificultades podían
agarrarse con confianza a su imaginación y decir con entusiasmo,
mientras buscaban nuevos horizontes: “¡Arriba Periscopio!”
Y ahora es momento de recordar que Diminuta Máxima estaba en
el parque llamando a Perico desde abajo. Tras un primer momento de
desconcierto, Perico Periscopio saludó a Diminuta Máxima con lo que
podríamos llamar una reverencia, dado que le resultaba más rápido
inclinar su cerviz que recuperar la altura de cuello en la que, un poco
más arriba de los hombros, podemos ver la cabeza. Con ello, Diminuta
añadió una buena porción de asombro a su desconcierto; pero le
pareció divertido ese momento, y en cierta manera le alivió saber que
no estaba ante un niño sin cabeza, sino ante un niño bastante estirado;
pero que consentía con simpatía bajar a su altura y saludarle,
correspondiendo a su cortesía.
63
Lo que el corazón quiere contemplar
Después de ese saludo y de contar su historia, Perico le explicó
que en una de sus “observaciones periscópicas” había visto, muy a lo
lejos y encaramada a la copa de un roble, una encantadora bailarina. La
primera vez que contempló lo que él llamaba ahora una maravilla, lo
había confundido con un arco iris. Pero luego pudo darse cuenta que el
arco iris parecía moverse en giros y ondulaciones, cosa poco probable
en tal fenómeno atmosférico, y entonces fue cuando descubrió que se
trataba de una niña con los cabellos de todos los colores. También
entonces se dio cuenta que se sentía encantado con sus bailes y que
cuanto más la contemplaba en sus giros, más se sentía llamado a
acercarse a ese árbol y a reunirse con ella. Siguió durante un tiempo
con sus observaciones, y comprobó que la bailarina disfrutaba
haciéndose trenzas y peinados, y danzaba un baile distinto según el
color del cabello que cada día dejaba suelto.
Pero no sabía más. Todo eso le había picado su curiosidad; aunque
no como otras veces para ir más alto hacia arriba, sino para ir más
lejos, hasta encontrar el árbol en cuya copa danzaba esa niña. Por eso
se había puesto de viaje. Perico Periscopio cada día, a modo de asana
yóguica, elevaba su cuello hasta alcanzar la altura en la que se divisaba
a esa extraña bailarina; y si la iba viendo algo más cerca se sentía
tranquilo, pues consideraba entonces que su rumbo era correcto y tarde
o temprano con ese árbol se toparía.
—¿Así que estás buscando un roble? —le preguntó emocionada
Diminuta Máxima. —Sí —respondió Perico Periscopio—, estoy
seguro que se trata de un roble y que además crece solitario aunque
muy elevado, pues no veo otros árboles en ese paisaje. Pero, ¿por qué
me preguntas por el árbol roble y no sobre los bailes de la niña, que
son la verdadera maravilla?
64
Capítulo 6
Entonces Diminuta Máxima le explicó cuáles eran sus planes, sus
propósitos y sus motivaciones, y al contarle que ella también buscaba a
un joven roble, decidieron caminar juntos y hacer un mismo viaje.
Era estupendo, gracias al cuello periscópico de Perico, subir tan
alto sin desmoronarse, pensaba en esos días Diminuta Máxima. Y
además, el latido entusiasmado de su corazón resultaba una brújula
exacta que le ayudaría a no perder el norte. Pero, sin embargo, aun
siendo, por todo esto, expertos en ir más arriba y más adentro, se
quedarían bastante cortos en sus intentos de ir más allá; pues sus pasos,
una por enana y el otro por niño, eran pequeños. Lo más probable es
que irían avanzando muy despacito. Y así se lo comentó a su nuevo
compañero.
Estas preocupaciones también las escuchó Bota Rebotada y pensó
que sí, que era cierto, que los pasos de sus dos amigos eran cortitos. Si
su estatura fuera tan grande como sus sueños; es decir, si tuvieran pies
de su tamaño, ella podría llevarles rápido, y mucho más pronto llegar
muy lejos. Bota Rebotada se dio cuenta que aunque estaba encantada
de calzar sueños, ahora también le gustaría ser aún más útil sirviendo
de fuerte y seguro calzado viajero.
Uno de los días que estaban terminando con las tareas de repartir
libros y puntos de lectura en forma de figuritas de papiroflexia, se
encontraron con que en aquel parque se celebraba una fiesta, y vieron a
una enorme, aunque un poco torpe, dragona haciendo un número
espectacular de fuegos naturales sobre una alberca y encendiendo más
tarde, con un fuego pequeñito, las velas de una tarta de cumpleaños.
Aquel número les pareció fantástico y espectacular, y decidieron
conversar con la artista una vez acabado el evento.
65
Lo que el corazón quiere contemplar
¿Una dragona en el parque? ¿Fuegos naturales? ¿No se encienden
las velas con cerillas y no es lo natural que los fuegos en las fiestas
sean artificiales?
66
Capítulo 6 - Inspiracción
InspirAcción
Altura de miras
Una vez hayas aceptado tus límites, ve más allá de ellos.
Albert Einstein
Estamos en el momento en el que Diminuta Máxima
ha comenzado su viaje, dando los primeros pasos en su
plan de acción para salir del descontento y la
insatisfacción.
Tú también te has puesto en marcha con esa misma
intención, y es momento de recordar y subrayar que en este
caminar todo cuenta y con todo hay que contar. Actitud
que podrás mantener si recuerdas a menudo que estás
jugando a que tu universo es el reino de Todo lo que Es, en
el que todo lo que es posible tiene que serlo, permitiendo y
colaborando a que todo lo demás también lo sea.
Vibrando en esa primera manifestación de unidad que
es siempre la generosidad de un corazón que intuye que el
interés de otro es también su propia motivación, lograrás
que tu personal travesía sea un camino de encuentro y
celebración.
De manera que ya puedes empezar a jugar, en este
cuento de encuentro, a percibir señales de sincronicidad.
67
Lo que el corazón quiere contemplar
Es un juego divertido que consiste en observar si, a tu
alrededor, algo parece moverse con tu mismo secreto
compás. Es la manifestación de que tu corazón ya está
siendo centro de atracción para todo aquello afín a tu
misión y que, aún sin saberlo, comparte tu visión; y en tu
sueño feliz, su sueño feliz ha de encontrar culminación. Si
descubres tales signos acéptalos como una oportunidad
para ver más allá de las probabilidades establecidas y
disfrútalos, confiando en que hay variables invisibles que
están apoyando tu misma intención.
Un encuentro así fue el que reunió a Diminuta
Máxima con Perico Periscopio, ¿jugamos a que también en
tu vida se hace presente este niño y su gran altura de
miras?
Para ubicarte en su perspectiva, te propongo dedicar
un tiempo a recorrer algunas calles de tu ciudad
observando todo lo que llame tu atención. Luego, busca un
lugar elevado desde donde se pueda contemplar ese mismo
paisaje y percibe las diferencias al cambiar de punto de
vista.
Tras esta experiencia toma tus apuntes, repasa tu lista
de sueños, y contémplalos desde distintos enfoques.
Cuestiona tus percepciones. Diferencia entre hechos e
interpretaciones. Observa las diferentes emociones y
espacios de acción que se generan en tus diversas
conclusiones. Y juega a elevar tus pensamientos hasta
romper limitadas suposiciones. Describe lo que ves cuando
miras por encima de algunas circunstancias, actitudes y
creencias: ¿Qué pensarías, sentirías y harías si no te
pareciera imposible? ¿Qué acciones emprenderías si te
68
Capítulo 6 - Inspiracción
sintieses libre? ¿Qué decisiones tomarías si supieras que
vas a tener éxito?
Alimenta tu espíritu con inspiradoras influencias. Elige
lecturas, imágenes, compañías y experiencias que te
ayuden a mantener tu ánimo en un positivo enfoque y una
optimista expectativa.
Juega también a transmitir confianza y entusiasmo
apoyando el despliegue del potencial de todo lo que te
rodea. Comparte tus talentos y tu capacidad y ofrece
pensamientos “lianas” a quienes quieren jugar contigo a
elevar su perspectiva.
Estés donde estés, disfruta eligiendo la belleza como
centro de atención.
Busca claridad, confía en que tras las tormentas llegan
momentos de calma y luminosidad, y juega, como Perico
Periscopio, a seguir al osado gusanito de tu curiosidad.
¿Qué hay más allá de tu techo de seguridad?
Comienza a practicar alguna actividad que hace
tiempo estás deseando probar y hazlo por el simple hecho
de experimentar.
Encuentra tiempo para estirar tus músculos, caminar,
practicar algún deporte o bailar y mientras lo haces,
escucha a tu cuerpo. ¿Qué dicen tus movimientos sobre tus
sentimientos y actitud? Después de un rato haciendo
ejercicio imagina que algunos de tus sueños ya se han
cumplido. Visualiza esas felices escenas y permite que
surjan formas de moverte coherentes con esas visiones.
Toma conciencia de esas posturas y, en adelante, juega a
69
Lo que el corazón quiere contemplar
incorporar esos gestos y movimientos para evocar un
ánimo similar.
Además, tras tus momentos de ejercicio físico, te
sugiero sentarte en silencio y realizar la siguiente
meditación: Empieza tomando conciencia de tu respiración
y observa cómo vienen y van tus pensamientos. Cuando tu
atención se quede apegada a alguno de ellos, vuélvela a
enfocar en cada inspiración y expiración.
Sigue un rato haciéndolo así y luego imagina que, tras
esas hileras de pensamientos que llegan y se van, hay un
campo infinito de energía, de donde surge todo lo que es, y
en donde se va a engendrar el patrón de vida necesario para
manifestar lo que tu corazón quiere contemplar.
Ahora, con cada respiración te afirmas en la intención
de volverte más y más receptivo a esa fuente de inspiración
brotando en el centro de tu ser. Finaliza esta experiencia
realizando tres respiraciones profundas, en las que
expresas gratitud por el camino que te lleva, el sueño que
te eleva y el alma que te anima.
Y si te quedan ganas de jugar un poco más, imagina
que eres, a la vez, Diminuta Máxima, Bota Rebotada y
Perico Periscopio, haciendo repaso de tu situación en los
comienzos de esta expedición.
Empieza vibrando en la energía de Diminuta Máxima,
recordando que cuentas con la brújula de tu entusiasmado
corazón. Como ella, tienes un norte, confías y te sientes
formando parte del sueño de la vida, en el que todo
encuentra su sitio, su valor y su función.
70
Capítulo 6 - Inspiracción
Además, abrazado a tu experiencia, útil Bota
Rebotada, sabes que puede calzar tus sueños y llegar hasta
el confín en que se cumplan.
Y también, ahora, con Perico Periscopio latiendo en tu
interior, compruebas que puedes flexibilizar tu cuerpo y tu
percepción, y elevándote, expandir tu visión.
Tras imaginarte en estas tres perspectivas, toma tu
cuaderno de apuntes, revisa lo escrito en la sección
Primeros Pasos y amplia tu plan de acción teniendo en
cuenta los nuevos puntos de vista.
Quizás también, como a ellos en este punto les
sucedió, sientas entusiasmo, expectación y muchas ganas
de avanzar veloz, pisando firme y lleno de pasión, a la vez
que notas una cierta sensación de lentitud, resistencia o
limitación.
Si te está ocurriendo así, o si quieres asegurarte que
despliegas con eficacia tu rebosante energía, es el
momento de dar vida en tu vida a una dragona encendida.
71
Capítulo 7
Dragona Candela, dragona encendida
Simplemente tomo la energía que usaría
para enfurruñarme y escribo algún blues.
Duke Ellington
Dragona Candela estuvo muy contenta de explicar a Diminuta
Máxima y a Perico Periscopio todo lo que recordaba de su historia. Y
por mi parte te avanzo que forma parte de nuestro clan, habiendo
descendido por el color naranja del arco iris. Quizá es que en ese
aterrizaje se bebió toda la luz de esa franja de color, pero el caso es que
Dragona Candela expulsa fuego por la boca.
Ahora eso ya no es un grave problema; pero hubo un tiempo en el
que la vida de esta dragona era muy fría, paradójicamente, porque
tenía demasiado fuego en su interior. Y por ahí empezó su explicación.
Desde pequeña, les dijo Dragona Candela, siempre había
escuchado que ese fuego servía para defenderse, porque en ese tiempo
había muchos depredadores que querían instalarse en los territorios de
los dragones. Pero resultó que de mayor —y hay que precisar que
vivió muchos, muchos, muchísimos años, hasta el punto de ser la única
superviviente de su especie— se dio cuenta que no necesitaba
defenderse, pues ahora era considerada representante de una especie
protegida y se le permitía vivir en un paraje, en medio del cual había
un bosque, un parque y un estanque.
73
Lo que el corazón quiere contemplar
Había comprendido que era ella la que podía ser un peligro
público, pues un día que estaba muy acatarrada y con continuos
estornudos, salió de su garganta tal llamarada que chamuscó todo
matorral que la rodeaba. Fue un día lleno de sorpresas desagradables
porque, sin tener en cuenta su estado griposo, al poco tiempo le
ducharon sin miramientos con agua muy fría. Una vez pasado el
primer susto le explicaron que seguía siendo una especie protegida;
pero que era costumbre de unos señores llamados bomberos apagar los
fuegos con potentes surtidores de agua, denominadas mangueras. Aún
con las explicaciones y las disculpas, a partir de ese día, excepto para
comer, sentía miedo de abrir la boca. Al no querer hablar prefirió
quedarse sola; y solía andar ocultándose entre los zarzales y cerca de la
alberca, pues así podía bostezar a gusto y si acaso su boca llameaba y
algo se quemaba, tenía para apagar el incipiente incendio todo el agua
del estanque.
Un día, una niña que estaba celebrando su cumpleaños con sus
amigos y familiares visitó el lugar. Pero cuando llegó el momento de
encender las velas del pastel, se dieron cuenta que nadie se había
acordado de llevar cerillas, fósforos, ni mechero de ninguna clase.
Dragona Candela estaba detrás de unos zarzales, sin atreverse a
asomarse mucho pues tenía miedo de asustar; pero cuando vio a la
niña llorando porque no tenían ningún tipo de encendedor, pensó que
si consiguiera solamente sacar de su boca una llama chiquitina, podría
encender las velas del pastel y contener la pena de la niña.
En ese momento decidió arriesgarse. Ya estaba harta de estar
siempre escondiéndose y de sentirse avergonzada de sí misma, de lo
que era y de lo que ardía en su interior. Fue como si las lágrimas de la
niña hicieran rebosar el vaso de su propia pena. A partir de ahí, supo lo
que tenía que hacer.
74
Capítulo 7
Primero llamó la atención del grupo mostrándose totalmente, con
lo que, de momento, el disgusto por no tener cerillas se aplacó un
poco, ya que todos querían hacerle fotos y aplaudían su presencia.
Entonces empezó a dar saltos como queriendo llamar aún más su
atención y comenzó a caminar hacia el estanque. Una vez allí, echó
una bocanada de fuego muy grande sobre las aguas, con lo que resultó
un espectáculo precioso, aún más especial que los fuegos artificiales,
pues eran fuegos naturales.
Luego, como no había expulsado todo el fuego sino que se había
quedado unas llamitas, se acercó despacio a la mesa donde habían
colocado la tarta de cumpleaños y encendió las cinco velas del pastel.
Aquello fue apoteósico; los niños aplaudían a rabiar; todos le pedían
que repitiera tal espectáculo, y así fue durante un buen rato motivo de
diversión. A tal punto que se puso de moda esa nueva forma de
celebrar los aniversarios.
Y así fue, además, como la dragona encontró la manera de
transformar lo que antes le parecía terrible; es decir, su fuego interior,
convirtiéndolo en algo que podía compartir con los demás y verlos
muy contentos. También en esa época le dieron un nombre. Se lo puso
la niña del primer cumpleaños que se llamaba Candela, nombre de una
lámpara que siempre mantiene una llama ardiente. Desde entonces,
además de dragona era la candela del parque.
Tras escuchar su historia, Diminuta Máxima y Perico Periscopio le
aplaudieron mucho, pero Dragona Candela les confió que en estos
momentos estaban volviendo las dificultades; otra vez le sobraba fuego
y se estaba quedando sin agua en el estanque. Pensaba que estaría bien
buscar otros lugares donde hubiera más agua, más fiestas, o encontrar
más actividades donde poder ser útil canalizando bien toda su energía.
75
Lo que el corazón quiere contemplar
Les explicó que había intentado hacer deporte, pero dado el
tamaño de sus zancadas necesitaba tanto espacio para sus caminatas
que, sin darse cuenta, había salido del bosque sin avisar y eso había
sido, otra vez, motivo de un gran disgusto. En esta ocasión no le
habían duchado con un apabullante chorro de agua fría; pero le habían
inmovilizado con una red y luego le habían dado una medicina que le
había tenido casi una semana adormecida.
Otra vez, sus cuidadores, los que le aseguraban que seguía siendo
una especie protegida, le explicaron que todo era por su bien, y que si
estaba quietecita no volverían a sujetarla con redes. Pero cuando
intentó explicarles que necesitaba moverse para gastar energía, no
pudo evitar que saliera fuego de sus fauces y aquellos señores que le
protegían volvieron a darle la adormecedora medicina.
Desde entonces estaba pensando y pensando —hasta el punto, en
su caso muy natural, de que le ardiera la cabeza— alguna forma de
ponerse en marcha y encontrar otros lugares en los que ser una especie
protegida no significara ser una especie encerrada en un parque y
además adormecida.
—¿Y si te vienes con nosotros de viaje y tú nos llevas encima —
preguntó Diminuta Máxima. Entonces le explicaron sus planes y
también le hablaron de sus dones y sus limitaciones. Pero lo que más le
gustó a Dragona Candela era saber que aquella diminuta criatura tenía
unas enormes botas capaces de calzar todos los sueños y los más
grandes empeños.
—Si tú te pones mis botas y nos aúpas en tu espalda, avanzaremos
muy rápido —dijo convencida y entusiasmada Diminuta Máxima.
Esa misma tarde probaron si las grandes botas podían servir
también de calzado de dragona, y para regocijo de todos vieron que
eran de su medida.
76
Capítulo 7
Después de esa comprobación decidieron ponerse en marcha; pero
Dragona Candela les pidió que antes de partir le ayudaran a recoger
unas caracolas que había encontrado en el estanque.
Por la noche, cuando no quedaba nadie en el parque, Dragona
Candela había oído un rumor que, saliendo de la alberca, llamó su
atención. Y estaba convencida que esas caracolas eran las autoras de
esa vibración, que a veces parecía una llamada, a veces una canción;
pero en todo caso, escucharlas le producía una preciosa y calmada
emoción. Quería llevarse con ella esas caracolas cantantes.
Luego, el niño estirado, la enana criatura, las botas, la estrella, el
tarjetón, la carta aparecida, las caracolas cantantes y la dragona de
fuego, que calzando las enormes botas se los subió a todos a su lomo,
tan campante, se pusieron en marcha, sintiéndose llenos de alegría,
determinación y coraje, y muy felices de ser compañeros de viaje.
77
Capítulo 7 - Inspiracción
InspirAcción
Energía, empatía y cauces de acción
La pasión nace del corazón y se manifiesta
en forma de optimismo, entusiasmo,
conexión emocional, determinación.
Alimenta un impulso implacable.
Stephen Covey
Si aquí y ahora reconoces, en tu interior, energías que
no encuentran adecuados cauces de acción, te va a resultar
divertido y liberador vibrar en la frecuencia de esta
dragona encendida. Y también te será útil jugar a ser
Dragona Candela si hay cambios que quieres hacer en tu
vida y están siendo postergados porque no encuentras las
fuerzas para su realización.
Invitarle a que se haga presente supone tomar
conciencia de tu fuego interior, e invocar el amor que arde
en el centro de la vida y enciende también tu corazón.
Si quieres que ella responda más pronto a tu
invitación, hazle saber que tendrá la oportunidad de calzar
tu Bota Rebotada, en dónde ya están integrados tus más
elevados anhelos. Y dile también que compartes con ella, y
con todo el clan, la convicción de que todo sueño, si sobre
79
Lo que el corazón quiere contemplar
la tierra se quiere contemplar, en su horma debe contener,
además de una visión, un perseverante plan de acción; en
el que paso a paso abundante energía encuentre
canalización, y de ser un sueño inmovilizado en la teoría,
pueda transformarse en un sueño apasionado movido por
la fuerza del espíritu en la vida”.
Dragona Candela suele decir que le gusta contar su
historia para recordar que todos tenemos, en lo más hondo
del corazón, el deseo de reivindicar y expresar el propio
poder de realización. Y cuando, como en este juego,
permitimos conscientemente que este deseo se acreciente,
energía antes reprimida va apareciendo; y esto se puede
vivir como un proceso alarmante por lo que pueda tener de
desbordante.
Vibrar cual Dragona Candela te ayudará en ese
momento, pues ella ya aprendió cómo sentirse segura y
protegida, sin que eso signifique estar encerrada y además
adormecida. Tras esa experiencia ella enseña que hay, al
menos, dos caminos para abordar con eficacia esa
situación: Aprender a amar tu energía antes de calificarla y
empezar a mostrarla en cauces creados a partir de la
compasión, la empatía y la solidaridad.
Para avanzar por esos senderos te sugiero buscar un
lugar tranquilo y tumbarte boca arriba. Concentra tu
atención en tu respiración e imagínate que, con cada
inspiración y expiración, escuchas el sonido de las olas que
vienen y se van. Sonido que convoca ondas de energía
moviéndose por tu cuerpo con vibrante armonía.
80
Capítulo 7 - Inspiracción
No hace falta poner nombre a ese caudal de vitalidad;
sólo asómbrate y admira su intensidad. El poder que
fluyendo llega, se hace presente en tu conciencia y luego se
va. Juega a inspirar y experimentar lo que ocurre. Juega a
expirar y experimentarlo también. Juega a recorrer tu
cuerpo dejando que esas olas de vida todo lo alcancen.
Acepta sentir, sin evaluar, ese energético caudal. Deja que
se presente tal y como es; disfruta con la vibración que
podrás sentir a tu través.
Luego, levántate, ábrete aún más a ese poder y danza
con él. Te puede resultar un buen acompañamiento para
este momento, todo tipo de música de percusión, como
timbales, tambores y panderos. Suéltate a bailar
disfrutando de esa vitalidad.
Añade más fuerza a esta actividad diciendo en voz alta
tu nombre una y otra vez, como si estuvieses convocando a
reunión a toda la energía albergada en cada aspecto de tu
ser.
Hazlo así cada vez que quieras promover más fluidez
allí dónde encuentras rigidez, hasta comprobar que te
sientes más proclive a la acción, a la colaboración y a la
diversión. En este sentido también te puede ayudar dar o
tomar un masaje, nadar, moldear barro y cantar, o recitar
mientras amasas pan.
Además, al mejor estilo de Dragona Candela, procura
mantener encendida una vela de olor en tu hogar, un rato
cada día, para recordar que la vida es algo a celebrar. Para
ayudarte con esta intención, cada mañana, pregúntate: ¿En
el día de hoy qué es lo que voy a hacer motivo de
81
Lo que el corazón quiere contemplar
celebración? Elige algo distinto cada vez, entre todo
aquello que valores y esté presente en tu experiencia. Y al
llegar el anochecer comprueba que has vivido algún
momento de admiración, agradecimiento y alegría al
encontrarte con aquel aspecto de la vida que has decidido
honrar y celebrar.
También, todo el clan te sugiere un ejercicio en el que
vas a moverte con un compás que tiene algo de ritual
facilitador del avance que estás queriendo experimentar.
En el primer paso se trata de celebrar la posibilidad de
mantenerte firme sobre el suelo. Para situarte en esta
posición de estabilidad, cual enorme Bota Rebotada,
sostente erguido unos momentos, apreciando el presente,
sobre el que te apoyas, con un sentimiento de gratitud.
En el segundo movimiento, eleva bien altos tus brazos
y que les siga todo tu cuerpo, y también tu mente;
sintiéndote Perico Periscopio, celebrando sonriente la
visión de nuevos horizontes.
Después, para alcanzar la tercera posición, que es
también una disposición, cual Diminuta Máxima
escuchando su corazón, abre tus brazos, respira hondo y
deja que fluya todo el afecto que estás dando y recibiendo,
ahora que caminas consciente de lo que sientes.
Desde esta perspectiva te será fácil moverte con
determinación, pasar a la acción con pasión y decisión,
vibrando como Dragona Candela, capaz de hacer avanzar
en su caminar todo lo que la vida puede abarcar. Camina
así unos instantes recordando los pasos que ya estás dando
82
Capítulo 7 - Inspiracción
para apoyar a tus sueños en el viaje hacia su más feliz
manifestación.
Como final, quédate en silencio, escuchando el sonido
de la energía en tu interior.
Repite estos movimientos varias veces acabando con
la posición de consciente quietud, tras la cual puedes ir
jugando a preguntarte: ¿Cómo puedo usar esta energía en
acciones que, además de promover mi realización,
beneficien a los de mi alrededor? ¿Hay algo que pueda
entregar a los demás que, a su vez, me permita liberar mi
potencial? ¿Estoy teniendo una actitud curiosa y receptiva
hacia nuevas oportunidades en las que pueda tener cabida
toda mi apasionada energía? ¿En qué aspectos de mi vida
puedo actuar con más libertad, confianza y generosidad?
Deja las preguntas abiertas en tu cuaderno de apuntes
hasta que comprendas con satisfacción que no solo ya
sabes las respuestas, sino que también tienes ganas de
ampliar tu plan de acción y promover su aplicación.
Cuando sea así asegúrate que, coherentemente, modificas
tu agenda para dar concreta cabida a toda nueva actividad.
Por último, este puede ser un buen momento para
hacer una reflexión. En estos primeros pasos escuchando
más y más a tu corazón y apoyando a tus sueños en el viaje
hacia su manifestación, ¿has sentido que crecías? Ver lo
que tu corazón quiere contemplar tiene sobre todo relación
con permitirte ser y con ampliar la conciencia de esa vida
en expansión.
Para fomentar esta disposición, a lo largo del día repite
con frecuencia, en el silencio de tu corazón, la canción de
83
Lo que el corazón quiere contemplar
la caracola marina, mientras imaginas que la recitas a coro
con unas caracolas cantantes. Caracolas que suenan así
para recordarte que hay más vida con ganas de jugar. Al
hacerlo de esta manera, afírmate en la intención de abrir
más y más tu conciencia de ser a cada aspecto de la vida
que quiere manifestarse a tu través.
84
Capítulo 8
Sirena Serena, Ogro Logro y las caracolas cantantes
La mejor tierra para sembrar y hacer crecer algo nuevo otra vez está en
el fondo. En ese sentido, tocar fondo, aunque extremadamente doloroso,
es también el terreno de siembra.
Clarissa Pínkola Estes
¿Caracolas cantantes? Creo que es el momento de hablarte de otro
miembro de nuestro clan que, habiendo descendido por el color verde
del arco iris, tiene como característica principal que su dulce voz sabe
cantar lo que canta el fondo del mar. Aún te puedo decir más: su voz
sabe entonar lo que escucha en el fondo de todo lo demás. Canta lo que
canta el fondo de una mirada cuando, más que mirar, admira. Canta lo
que canta el fondo de la risa, cuando el reír no tiene prisa. Y canta lo
que canta el corazón cuando no hay condición que frene su canción. Le
llamamos Sirena Serena y como era de esperar, cuando esta sirena
canta, el alma de todo se calma y se serena.
Es una fabulosa criatura que desde siempre se recuerda cuidando
de las aguas en lagos, ríos o estanques. No tiene muy claro cuál es su
genealogía, pero sabe que no es sirena seductora ni ninfa consejera. Lo
suyo es llegar al fondo de todo y luego cantarlo. Cantar aquello que
quiere ser oído pero aún no se ha escuchado. Ella suele decir que canta
lo que canta el fondo de la vida y que lo canta porque le encanta, ya
que eso siempre suena de maravilla.
85
Lo que el corazón quiere contemplar
Un día, Sirena Serena cayó en la cuenta que tenía el don de llegar
hasta el fondo de los llamados problemas; no sólo en ríos, mares o
albercas, sino también en todo lo que un alma alienta. Y desde
entonces es capaz, te lo puedo asegurar, de escuchar en esos fondos la
alegría taponada, el entusiasmo enfangado o la fortaleza arrinconada.
Y cantando su melodía, ayudarles a encontrar caminos para liberarse y
volver a vibrar en armonía.
Claro que ese descubrimiento fue todo un logro, y pudo acontecer
porque en la vida de esta sirena se cruzó un ogro, que en honor a ese
suceso, responde al nombre de Ogro Logro, también componente de
nuestro clan, habiendo necesitado para su descenso el camino naranja,
el rojo y parte del amarillo.
Su encuentro sucedió en una época en que Sirena Serena estaba
terminando de arreglar la cuenca de un arroyo en un poblado que vivía
aterrorizado, según le contaron sus habitantes, por el explosivo carácter
de un enorme personaje que se guarecía en una mina de la montaña.
Podía tratarse de un ogro que tenía muy mal genio o, quizás, era un
genio que tenía tan mala cara que parecía un ogro. Los rumores no lo
aclaraban. El caso es que, según contaban, tal criatura gruñía, bufaba,
resoplaba, saltaba y pataleaba cuando cerca de su cueva escuchaba
cualquier clase de ruido, por suave que este fuera. Se alteraba hasta con
las risas de los niños, las músicas de las fiestas o el bullir de la sopa
hirviendo en un puchero.
En cierta ocasión, una niña que se sentía muy triste, asustada y
enfadada porque en uno de sus arrebatos el ogro había destrozado los
naranjos y limoneros de su familia, se fue al arroyo a contar sus penas
a las aguas y se quedó dormida. Cuando se despertó contó a los demás
que, en sueños, una sirena que dijo llamarse Serena le había explicado
que para calmar al ogro, mejor dicho, a su temido mal genio, debía
86
Capítulo 8
recoger unas caracolas que le había dejado preparadas en la orilla y
colocarlas junto a la cueva dónde vivía tan rabioso personaje.
Como nada arriesgaban ni perdían, entre todos recogieron las
conchas e hicieron lo que tal sirena decía. Y una vez estuvieron
dispuestas las caracolas, se pusieron a reír y a jugar hasta que lograron
que el ogro saliera refunfuñando de su guarida. Entonces sucedió lo
que estaban esperando; pero no por esperarlo, les pareció menos
extraordinario. El ogro cogió las caracolas y conforme se las acercó a
su oído, su rostro se fue relajando y su ánimo calmando. Al ratito de
estar escuchando, las recogió todas, entró en su cueva y, antes de que
nadie tuviera tiempo de salir del pasmo y la estupefacción, el ogro
volvió a aparecer.
Ahora llevaba puesta una sonrisa, y sus grandes manos estaban
llenas de preciosas piedras que los joyeros del pueblo aseguraron
después que, además de preciosas piedras, eran piedras preciosas; o
sea, verdaderas gemas, que esparció por el suelo antes de volver a
meterse en su cueva. Pasada la conmoción, a la niña que creía haber
soñado con una sirena se le ocurrió que quizás el ogro había tomado
las caracolas como un regalo y las gemas se las entregaba en
correspondencia. Así que las recogieron agradecidos y volvieron a sus
casas dándose pellizcos y preguntándose si no sería que en el sueño de
esa niña aún todos seguían dormidos.
¿Qué estaba pasando? Aquí es cuando he de explicarte el papel tan
formidable que en esta historia tienen asignado las caracolas cantantes.
Mientras Sirena Serena estuvo arreglando los fondos de las aguas de
ese poblado, encontró unas caracolas que, cuando ella cantaba, el eco
de su canto guardaban. No hacían como las demás, que sólo guardaban
el canto del fondo del mar. Esas caracolas tenían vocación de
cantantes; y canción que Sirena Serena componía, canción que las
87
Lo que el corazón quiere contemplar
caracolas repetían, añadiendo además el sonido orquestal de todo el
fondo del mar.
También en esos días, moviéndose por corrientes subterráneas,
Sirena Serena había podido llegar hasta la cueva del ogro: y en el
silencio de esa gruta, pudo escuchar su honda pena. No es que tuviera
mal genio; no es que el ruido aborreciera, sino que ese ogro, aunque
fuera de apariencia enorme y su voz pareciera un trueno —cosas
propias de los de su especie—, en su corazón era un niño. Un niño que
se aburría en los bajos fondos de las cuevas e intentaba hacer amigos
en la superficie.
En los días que Sirena Serena le estuvo observando, pudo saber
que este gigante tenía una forma de hablar balbuceante, torpes
movimientos y seguramente una visión deficiente. Pero también
comprobó que era un minero excelente, que sus brazos tenían una
fuerza imponente y que era un genio construyendo corredores, túneles
y galerías que permitían dirigir aguas y extraer minerales. Quizás
parecía algo inconsciente, pero era un trabajador muy eficiente y tenía
un corazón gigante e inocente. Y en ese tiempo sentía la pena de un
niño que queriendo jugar y pasarlo bien con otros niños, comprueba
que los demás, cuando le ven llegar, se asustan y escapan por más que
les persiga pidiéndoles, en su hablar gritón y balbuceante, que se
queden y sean sus amigos.
Eso era lo que sucedía todas las veces que el ogro escuchaba algún
ruido. Salía corriendo pensando que era una oportunidad de jugar con
otros niños: pero quien fuera que estuviera afuera, al verle, huía
despavorido. Por eso fue creciendo su pena, la que sólo logró escuchar
Sirena Serena. Y fue entonces cuando compuso para él una canción
que alivió su tristeza e invocó su paz y su paciencia. La grabó en las
caracolas cantantes y se le ocurrió la idea de que los niños las
colocaran en la puerta de su cueva para que él lo tomara como una
88
Capítulo 8
forma de juego, como cuando los niños cambian sus cromos y otras
pertenencias.
Después de estos acontecimientos, todo en el pueblo se
transformó. Se hicieron famosos por su yacimiento, que el ogro
terminó regalando al ayuntamiento. Y fueron también muy apreciados
sus tratamientos de aguas, todos basados en una prodigiosa colección
de caracolas cantantes que, según contaban las leyendas, fueron
entregadas en un sueño por una sirena a una de sus habitantes.
Mientras tanto, Sirena Serena consideró que todo lo ocurrido había
sido un gran logro, y por eso denominó así a quién ya para entonces
era su amigo, su socio y su protegido.
A partir de ese día, Sirena Serena y Ogro Logro han viajado juntos
y se encargan de repartir caracolas cantantes allí donde, en su fondo,
puede escucharse algo triste, algo enfadado, o algo por algún miedo
aprisionado.
Pero aún hay algo más que te tengo que contar. Y tiene que ver
con el fondo de un lago, las raíces de un roble y una dríada danzante.
Hacia allí se están dirigiendo, respondiendo a un pedido de ayuda, la
sirena y el ogro.
89
Capítulo 8 - Inspiracción
InspirAcción
Adentrándote en aguas profundas
Detrás de todo comportamiento
hay una intención positiva.
Tras cualquier conducta, pensamiento,
fantasía o acción, se esconde siempre
algún propósito universalmente aceptable y
aplaudible, que pugna por transportarnos
a un lugar de inocencia universal.
Robert Dilts
En este viaje, todo avance ha venido precedido de un
gesto de recogimiento en el que, respondiendo a una
llamada interior, has ofrecido apoyo y consideración a
aquello que quería ponerse en circulación. Con ese gesto
has posibilitado la expansión de tu conciencia de ser,
liberando e integrando aspectos de ti cuya energía aún no
había encontrado forma de expresión. Aquí y ahora, en
este recodo del sendero, también te invitamos a
evolucionar así.
Al recitar con frecuencia la canción de la caracola
marina ya has estado despertando a tu Sirena Serena. Y
habiendo aprendido con Dragona Candela a contemplar tu
energía con cordialidad, has encontrado una actitud
91
Lo que el corazón quiere contemplar
fenomenal para bucear con más tranquilidad en las aguas
profundas de tu mar emocional.
Sirena Serena suele decir que canta lo que canta el
fondo de la vida y que lo canta porque le encanta, ya que
eso siempre suena de maravilla. Canta lo que canta el
fondo de una mirada cuando más que mirar, admira.
Canta lo que canta el fondo de la risa, cuando el reír no
tiene prisa. Y canta lo que canta el corazón cuando no hay
condición que frene su canción.
Si en tu vida hay poca admiración, mucha prisa y
demasiado freno al intentar moverte al compás de tu
apasionado corazón, ha llegado el momento de aprender a
vibrar en la frecuencia de esta sirena y entrar en fructífera
asociación con el descomunal, inocente, eficiente y algo
inconsciente ogro, que permanece escondido en tu interior.
Dejando que la sirena y el ogro nazcan en tu
conciencia conseguirás, en medio de una gran serenidad,
un gran logro. Aunque en apariencia solo parezca que te
has quedado atascado en el fondo de un conflicto o evento
catalogado como problema, esa apariencia solo será el
preámbulo de un magnífico acontecimiento: algo que en ti
parece sombrío e inconsciente, algo que permanece oculto
y que al mostrarse inquieta, va a ser, a la luz de tu serena
compasión, bien acogido, y por amado, comprendido.
Un pedido de amor va a ser atendido y con ese logro,
lo que hay de ogro en ti, va a encontrar formas de
manifestación; sacando a la luz, en ese movimiento vital y
sanador, las riquezas que junto a su desilusión quedaban
encerradas en su cueva interior.
92
Capítulo 8 - Inspiracción
¿Dispuesto a moverte en esta dirección? Te sugiero
empezar escribiendo en tu cuaderno de apuntes algunas
preguntas, que también dejarás caer al fondo más hondo de
tu mente:
¿Qué aspectos de ese tú mismo que presientes no
terminas de permitir que se hagan presentes? ¿Qué parte
apartada de ti no te atreves a amar abiertamente? ¿Con qué
ámbitos de la vida no logras una relación cordial? ¿Qué es
lo que aún debe ser amado para que no tenga que llamar tu
atención disfrazado de conflicto y de dolor? ¿Qué es lo que
aún no encuentra un lugar en tu corazón? ¿Cómo influyen
estas resistencias en la manifestación de tu soñada
realidad?
Tras este tiempo de reflexión escribiendo sobre tu
experiencia te propongo un rato de meditación. Busca un
lugar tranquilo, siéntate, cierra los ojos y comienza a
respirar sin pausa, como se mueven las olas al compás de
la marea. Inspira y expira imaginando que con cada
respiración, cual Sirena Serena, vas descendiendo a lo más
hondo, a tu cueva interior, con la intención de escuchar lo
que aún, y muy a su pesar, está esperando a ser en libertad.
Escuchar lo que está frustrado pues, sin entender la
razón, en su intento de movimiento, solo consigue generar
rechazo. Y por lo tanto, queda sin comprensión su positiva
intención. Ahí sigue esperando inocente vida que tiene
ganas de jugar. Aspectos de ti cuya energía busca
aceptación e integración en tu conciencia de ser.
Mantente durante un buen rato en silencio y quietud,
inspirando y expirando sin pausa y en disposición de
permitir, sin enjuiciar, que se muestre la frustración, la
rabia, la impotencia, la pena, la indignación o cualquier
93
Lo que el corazón quiere contemplar
otra emoción palpitando en tu interior. Cuando empieces a
percibir esa energía juega a seguir su rastro. ¿Cómo la
sientes? ¿En qué parte de tu cuerpo se hace presente?
Juega a observarla. A permitirle ser a su manera. Y cuando
estés sintiéndola más claramente, pregúntale: ¿cuál es tu
positiva intención? ¿Qué estás queriendo aportar a nuestra
vida? ¿Qué es lo que deseas expresar? ¿Qué valor estás
queriendo preservar?
No busques respuestas; simplemente sigue consciente
de tu respiración y mantente receptivo a la experiencia.
Permanecer con esa energía, sin juzgarla, puede abrirte a
algún tipo de intuitiva comprensión sobre cuál fue la
interpretación que te llevó a bloquear su desarrollo e
impedir su manifestación. Desde esta compasiva
perspectiva contempla ese aspecto de ti en la luz de lo que
es y afírmate en la confianza de encontrar saludables
cauces de expresión para resolver su agitación.
Con esa intención, vibrando cual Sirena Serena, te
propongo recitar una canción que le ayude a actuar con
otra cadencia y otro compás y así, en su manifestación, no
asustar. Esto es lo que para finalizar esta meditación tienes
que entonar y hacerlo desde el amoroso silencio de tu
corazón:
Confío en tu positiva intención. Te doy permiso y
bendición para tu movimiento y expansión. Tienes tu sitio
y tu función en este espacio de silencio y conciliación pues
lo que tu das tiene infinito valor para todo lo demás.
En el canto de la vida todo tiene un ritmo y vibra en la
frecuencia del amor incondicional; en un perfecto
equilibrio entre recibir y dar, como en equilibrio también
94
Capítulo 8 - Inspiracción
están, en medio del silencio, las notas que forman el
cantar.
Esto es lo que en tus caracolas cantantes puedes
grabar. Esta es la serenata que tu ogro necesita escuchar.
Juega a hacerlo así, a modo de meditación, como si
estuvieras buceando cual sirena en el fondo del mar. Juega,
si quieres, a entonar esta canción mientras te das un baño
templado, en agua con sal. Lo más importante es que
mantengas la intención de promover que algo se abra
camino en ti, al compás de tu compasiva atención; y que en
el fondo de tu ser, nuevos recursos empiecen a florecer,
dónde antes sólo había resistencia, incomodidad y
frustración.
Además conviene que, con regularidad, vuelvas a tu
lista de deseos para evaluar y celebrar tus avances. Y que
repases, una vez más, la sección de tu cuaderno
denominada “Primeros pasos” para comprobar si tus
energías están encontrando mejores cauces de expresión y
si están siendo más fructíferos tus planes de acción.
Ahora que has aprendido a ir muy adentro para
disolver resistencias y que disfrutas buscando la intención
positiva que está en la raíz de todo movimiento vital,
puedes jugar, con frecuencia, a descender a tu cueva
interior para preguntar: ¿qué queda por honrar? Y si como
respuesta puede escucharse algo triste, algo enfadado, o
algo por algún miedo aprisionado, te sugiero perseverar en
la práctica de la meditación de tu cueva interior.
Haciéndolo así, a lo más profundo en ti vas a llegar y,
en ese fondo, te está esperando todo tu potencial en forma
de laguna y de árbol ancestral.
95
Capítulo 9
El lago que quería seguir siendo laguna
A veces, primero tenemos que sanar nuestra propias heridas
para alcanzar algún bienestar interior pero, finalmente,
experimentamos un movimiento natural de servicio,
un anhelo para devolver al mundo.
Jack Khornfield
Sirena Serena y Ogro Logro se están dirigiendo a un territorio que,
teniendo a un lago como centro, ha vivido un pasado que se recuerda
como glorioso; es decir, digno de honor y alabanza, y relativo a la
gloria que allí resplandecía.
En concreto, las aguas del lago eran famosas porque, en su calma
y su transparencia, su fondo relucía y daba gloria verse en el espejo de
su superficie. En su infancia, antes de la devastadora crecida que
marcó un brusco cambio en su vida, el lago era laguna; es decir,
depósito natural de agua más pequeño que un lago. En esa época era
también lugar de continuados encuentros, celebraciones y fiestas. Y
con frecuencia, coros de niños y aladas criaturas, rodeando el círculo
que formaban sus orillas, cantaban todos a una, invitando a quienes allí
concurrían a vibrar en sintonía. Cosa que conseguían, y por eso a esta
laguna por ese nombre se le conocía, dado que todo su paisaje emitía
una frecuencia tan bienaventurada que hasta las sombras gloriosas se
sentían, recordándose testigos de la luz del día.
97
Lo que el corazón quiere contemplar
Esto era lo que, por aquellos tiempos, en este paraíso denominado
Sintonía acontecía. Y quiero añadir que hasta en el cielo la gloria se
veía, pues al despuntar la primera luz de la mañana, la más alta
montaña de este paraje proyectaba su sombra por encima de las nubes,
y se contemplaban en el cielo danzantes anillos multicolores que
fueron denominados glorias matinales. Ya ves que tengo razones para
calificar de gloriosa la historia de estos lugares.
Claro que también tengo que recordarte que todo esto sucedía
antes de la inundación que transformó en lago a la laguna. Tras el
desbordamiento, en su frondoso contorno sólo un árbol resistió. Fue el
único que pudo aguantar los rayos y soportar lluvias, nieves, granizos y
tormentas sin sufrir graves consecuencias.
Ese árbol es un roble y forma parte de nuestro clan, habiendo
descendido por el color naranja del arco iris. Aunque también hay que
añadir que, dado su imponente tamaño, en ese descenso parecía ocupar
todas las franjas de colores.
Llegó unido a la laguna, apoyado en sus orillas y con algunas de
sus raíces hundidas en su fondo, de tal forma que nunca se ha sabido
quien abrazaba a quien, aunque estaba claro que se querían. La laguna
disfrutaba viendo crecer al árbol mientras mantenía la humedad en sus
contornos, y el árbol se iba elevando fuerte y entusiasmado sabiéndose
bien cuidado. A su vez, el roble merced a sus largas y profundas raíces,
favorecía el drenaje hacia el subsuelo y el campo entero se lo
agradecía. Hacían un buen equipo.
Este árbol, además de roble, y al igual que la laguna, era de un
talante sociable y acogedor. Esa actitud les unía y disfrutaban juntos
ofreciendo a quienes les visitaban riqueza, cobijo e inspiración.
Además, por la calma que mostraba el lago y la suave sombra del
roble, sus alrededores eran visitados por magos, hadas y duendes que
98
Capítulo 9
recogían hojas, hongos, bayas, ramas, muérdago y cantos rodados para
utilizarlos en bellas ceremonias y mágicas celebraciones. Los dos eran
buenos anfitriones y era tan apreciado el lugar que las gentes los
protegían con círculos de piedras y cintas de colores.
Antes de la riada, periódicamente, las montañas cercanas ofrecían
a la laguna, como alimento exquisito, las nieves de sus cumbres,
haciéndoselas llegar poco a poco a través de un río que confluía en sus
orillas. La laguna, agradecida, disfrutaba viendo cómo parte de su
contenido jugaba a evaporarse, y montando en alguna nube veraniega
refrescaba las laderas de los montes. Daban y recibían en armonía y en
ese lugar sólo rebosaba la alegría. Este era aún el tiempo en el que en
las tranquilas aguas de la laguna se veían reflejadas las glorias que
brillaban en los cielos.
Pero llegaron gentes de otro lugar que compraron el bosque entero,
pusieron puertas al río, dejaron desnudas de árboles las colinas y
permitieron que todo el territorio enfermara de sequía. La laguna,
entonces, al ver que empequeñecía, cada noche temiendo su
desaparición, lloraba y gemía, y hasta un llorar seco tenía, pues no
estaba para perder ni una gota de agua. Las montañas que tanto la
querían, para no verle agonizar, convocaron a todo tipo de nubes en
sus cumbres. Y respondiendo a ese pedido de auxilio fueron llegando
blancos y filamentosos cirros, espesos y abundantes cúmulos, estratos
y nimboestratos acompañados de nieblas y ventiscas. Todos, como un
escuadrón de salvamento, dispuestos a precipitarse en forma de
chubascos y lloviznas.
La consigna era llover de tal manera que no hubiera compuerta
que impidiera que el agua llegase a la laguna, y ésta otra vez plena se
sintiera. Pero fue tan grande su aportación que la laguna no sólo se
sintió llena sino rebosante, y eso significó desbordamiento e
inundación. Las nubes, con su afán de ayudar, no pusieron límite a su
99
Lo que el corazón quiere contemplar
desprendimiento, y en su frenético movimiento chocaron entre ellas,
produciendo tormentas acompañadas de granizos y pedriscos. Se
produjeron derrumbamientos, preciosas cuevas quedaron ocultas, y el
valle se convirtió en un páramo inhóspito, que a golpe de lluvias
torrenciales pasó de paraíso a valle de lágrimas. Aquello tuvo atisbos
de diluvio, y si ya con la sequía y la deforestación a la laguna casi
nadie acudía; después, con los campos anegados por la riada y los
temores de aluvión, el lugar aún más solitario aparecía.
No obstante, los temporales terminaron amainando y las aguas
volvieron a su cauce, pero quedó mucho miedo atascado en el fondo
del lago, y aunque estaba contento de sentirse pleno, a la vez también
estaba muy triste. Si antes le preocupaba su empequeñecimiento, luego
le angustiaba su posible crecida. Tratando de encontrar una solución, el
lago se propuso volver a ser laguna, que según escuchó un día decir a
una ninfa poeta, es un lago pequeñito a cuyo alrededor todos cantan a
una.
Para lograrlo, pidió ayuda a los vientos, convocando a los más
fríos, y decidió mantener sus aguas muy quietas hasta conseguir
quedarse congelado. De esta manera consideraba que podía tener
controlado su posible desbordamiento y esperaba que con la llegada de
la primavera parte de su contenido, cansado de estar tanto tiempo
quieto, decidiera evaporarse y subirse a los trenes de nubes que en esa
estación del año solían moverse rápidas como las aves. Sin embargo,
algo debió de calcular mal porque la primavera ha llegado, el sol
calienta, viajan veloces las nubes; pero el lago sigue congelado y las
raíces del roble de su orilla, entumecidas, se quejan. Y ahora sus
alrededores nadie visita. Únicamente, en las últimas semanas, en la
copa del roble, una dríada se divisa.
Pero antes de hablarte de ella, déjame subrayar que el lago, a pesar
de todo, sigue manteniendo vivo su deseo de transformarse en laguna y
100
Capítulo 9
que a su alrededor todos canten a una para contribuir a que el roble
siga creciendo, vuelva a ser venerado e irradie su luminosa energía. El
roble no sabe cómo explicarlo, pero también intuye que no ha crecido
para estar solo y entumecido, sino para ser, como en otros tiempos,
roble que crece mirando al cielo; y por serlo, ayudar a otros a elevarse
hasta alcanzar la gloria, ese círculo irisado que se vislumbra cuando,
estando en lo más alto y rodeado de luz, te atreves también a
contemplar tu sombra con la misma ternura que el halo que te alumbra.
Por eso Sirena Serena y Ogro Logro se han puesto en marcha
rumbo al lago, ya que han captado la llamada a Sintonía que emite su
fondo. Allí, una dríada, utilizando su hechizante baile al modo de los
derviches giróvagos, gira y gira sobre sí misma en la alta copa del
roble, expandiendo curiosas y sonoras estelas de colores que convocan
a una reunión de urgencia, como en otros tiempos y en otras tierras se
hiciera con señales de humo, silbidos o txalapartas.
101
Capítulo 9 - Inspiracción
InspirAcción
Paisaje interior
En tu propio pecho llevas tu cielo, tu tierra y
todo lo que tus ojos contemplan;
y si parece que no hay nada, es porque está dentro.
William Blake
Seguimos jugando a ser. Favoreciendo el gozoso
movimiento vital que vibra con inocencia y en libertad,
con la única intención de ser y siendo, permitir y colaborar
a que todo lo demás también lo sea. Esa es la entonación
con la que canta tu corazón convocando a armónica
reunión.
Es el momento de regresar al centro. A esa laguna
interior que convoca al equilibrio, al encuentro y a la
celebración. Desde ese centro puedes jugar a integrar,
posibilitando que todo encuentre su sitio, su valor y su
función, en la circular asamblea de tu corazón.
Enraizado en el fondo de esa laguna, cual semilla de
plenitud queriendo florecer, también está presente tu árbol
interior. Conocimiento intuitivo, voluntad y poder creador
nutriéndose en la compasión, la confianza y el amor todo
abarcador.
103
Lo que el corazón quiere contemplar
Es el momento de jugar a activar tales dones y
bendiciones, coordenadas del mapa energético de tu
esencial potencial y atributos del roble y la laguna que, en
ti, están empezando a despertar.
Y jugar así, sobre todo, si en tu paisaje interior sientes
desolación; o si ancestrales creencias de carencia, culpa e
inadecuación mantienen entumecida, en alguna medida, tu
voluntad de realización.
Es tiempo de entrar en sintonía y, dando vida en tu
vida a territorio tan singular, tus frecuencias de vibración,
equilibrar y armonizar.
En coherencia con esta intención, te propongo
comenzar escribiendo en tu cuaderno de apuntes las
respuestas a las siguientes consideraciones: ¿Qué miedos
sin gestionar te mantienen alerta en un tenso intento de
control? ¿Temes verte desbordado? ¿Hay emociones que
mantienes congeladas? ¿En qué área queda limitada tu
vida, en contradicción con un reconocible impulso de
expansión? ¿Se te hace difícil darte permiso para
desarrollar todo tu potencial? ¿En qué asuntos entran en
conflicto una excesiva autoprotección con un claro deseo
de evolución? ¿Qué creencias están relacionadas con estas
vivencias?
Después, siéntate en un lugar tranquilo, coloca tu
atención en el centro energético de tu corazón y observa tu
respiración. Imagina este centro como una laguna en
calma. Con cada inspiración las aguas se aquietan más y
con cada exhalación se vuelven más transparentes.
104
Capítulo 9 - Inspiracción
Cuando hayan pasado algunos minutos haciéndolo así,
afírmate en tu intención de dar la bienvenida, sin
prejuicios, a todo lo que se manifieste en esta experiencia.
Confía en que toda turbulencia, en forma de distorsionante
memoria inconsciente, queda desactivada; y todo puede
verse reflejado tal como es, encontrando su sitio, su valor y
su función, en las aguas, ahora calmas y transparentes, de
tu laguna interior.
Vibrando con esta confianza y esta cordial intención,
al inspirar abre tus brazos como si la vida entera quisieras
abrazar; mientras que al expirar, contemplando aquello que
se haya hecho presente en el campo de tu atención,
completa el abrazo dejando tus manos cruzadas sobre tu
pecho. En ese momento, con tu mejor voluntad, entona los
versos que vienen a continuación:
Te doy la bienvenida a este espacio conciliador en el
que guiados por la inteligencia del corazón podemos
vibrar en sintonía. Gracias por estar aquí, ayudándome a
reflejar en mi conciencia el glorioso círculo espiritual que
a todo integra en una armoniosa totalidad.
Hazlo así una y otra vez con todos los aspectos de la
vida que, a los dos lados de tu piel, respondan a la llamada
a sintonía que emites desde el centro de tu ser. Y hazlo
consciente de que para experimentar plenitud, ha de llegar
antes la integración.
Jugar a entonarte con esta redentora vibración significa
reconocer que todo lo que está presente en tu vida, en
esencia, es digno de amor; y hacerlo, hasta que te
encuentres vibrando en sintonía, territorio del que se decía
105
Lo que el corazón quiere contemplar
que todo su paisaje emitía una frecuencia tan
bienaventurada que hasta las sombras gloriosas se
sentían, recordándose testigos de la luz del día.
Si miras el camino que has ido dejando atrás,
comprenderás que infinitos son los elementos que han
posibilitado tal caminar. Infinito el caudal de energía
desplegándose en luces y sombras, dimensiones, rumbos y
geometrías. Infinita vida haciéndose y deshaciéndose para
ir tejiendo la singular trama de tu laberinto vital.
Tras esta contemplación puedes entender que desde la
puntual e individual perspectiva no hay suficiente visión
para determinar qué es digno de amor y qué no merece tal
distinción. Así puedes llegar a comprender que para seguir
creciendo tienes que confiar en la inteligencia de tu
corazón, que es potente energía que convoca a la
integración.
Con este ánimo, cada vez que te sientas en conflicto o
te resulte difícil asumir con serenidad una situación,
ubícate en ese círculo cordial y convoca su vibración para
expandir tu percepción de la situación, recitando la
siguiente afirmación:
Confío en la inteligencia de mi corazón donde
encuentro conocimiento y efectiva disposición para, aquí y
ahora, vibrar en sintonía con todo lo que es y construir
creativos cauces de acción desde la paz y la libertad de
ser.
Además, repasa tu lista de sueños, revisa la sección
“Primeros pasos” y, allí dónde observes que se está
produciendo alguna resistencia o dificultad para fluir con
106
Capítulo 9 - Inspiracción
alegría de ser y voluntad de realización, practica aplicando
esta misma declaración.
Vibrando con estos sentimientos, las aguas de tu mar
emocional se calman, de la turbulencia pasan a la
transparencia, y cada aspecto que en ellas se refleja
encuentra su lugar, su valor y su función en un armonioso
orden de amor. Del rechazo pasas a la integración,
quedando todo convocado en su positiva intención,
posibilitando el cantar todos a una, y reflejar la gloria de la
plenitud que es silencio y sombra, además de canción y
luz.
Desde ese patrón de frecuencia en el que canta tu
corazón, equilibras y elevas tu vibración hasta alcanzar la
conexión con una gran riqueza de información,
conocimiento e intuición. Dicha energía, inteligencia
espiritual reinando en lo más elevado de tu árbol interior,
tiene todos los recursos y un plan de acción para asumir la
responsabilidad del despliegue de todo tu potencial, y así
poder reconocer la inmensidad de tu verdadera identidad,
contemplándola desde la conciencia de unidad con todo lo
demás.
Es el momento de dar vida en tu vida a una driada
danzante.
107
Capítulo 10
Emma, driada del árbol roble
Como el viento que busca
y eleva las plumas
del cuello de los gorriones,
o alza las hojas en remolinos
sobre los campos de flores,
no encuentro un lugar
donde pueda decir:
aquí mi ser concluye.
Colin Oliver
Emma, dríada del árbol roble, forma parte de nuestro clan
habiendo descendido por el color violeta del arco iris, aunque si nos
fijamos en su melena multicolor, parece que todas las tonalidades
hayan querido quedarse con ella. Todas las tonalidades y las
Maribrujillas, que como son varias, brujillas, muy juguetonas y de
todos los colores, gustan de camuflarse entre los ondulantes cabellos
de Emma, columpiarse en sus rizos, deslizarse por el tobogán de sus
trenzas o utilizar de liana sus tirabuzones. Emma y las Maribrujillas
son inseparables, y no sabría decirte dónde empieza una y dónde
acaban las otras, pero juntas llegan a todas partes.
Ahora, dríada Emma y las Maribrujillas son famosas en valles,
bosques y florestas por sus infusiones, sus esencias florales y sobre
109
Lo que el corazón quiere contemplar
todo por sus peculiares bailes, sus originales conciertos y los singulares
juegos de sus fiestas, en los que siempre se buscan y se encuentran, en
medio de coloridos diagramas concéntricos, amorosos órdenes
alrededor de un centro. Al final de esos eventos, dentro y fuera de cada
participante, parece reinar un equilibrio basado en nuevos cauces
estabilizadores de energías, en fluidas corrientes de dignidad y respeto,
y en un fondo de amor que abarca en un único abrazo, diversidad y
acuerdo, libertad y pertenencia.
Pero no siempre ha sido así. Emma y las Maribrujillas se
recuerdan en sus principios habitando un territorio en el que cuando los
bebés comenzaban a caminar, se les enseñaba a moverse sin distraerse,
siguiendo los caminos ya marcados para acercarse a cualquier cosa que
les interesase. Entendiendo además que no cabía en ninguna sensata
cabeza que pudiera quererse hacer algo que no supusiera ir paso a paso
y avanzando en línea recta. Aprendían a ir hacia adelante o hacia atrás,
cambiando de dirección en riguroso ángulo recto y siempre por las
sendas que los adultos ya habían señalado anteriormente. Cualquier
movimiento improvisado, cualquier dirección desconocida, era
considerado en ese entorno como un desplazamiento potencialmente
incorrecto y peligroso. Además, el ritmo siempre quedaba marcado por
el tictac de los relojes que a su vez recordaba que no había que perder
tiempo.
Es cierto que había adultos en ese lugar que habían logrado elevar
su paso y habían llegado a ser equilibristas, caminando con mucho
tiento y una gran pértiga sobre cuerdas suspendidas entre balcones, por
ejemplo. Pero siempre esos caminos elevados seguían las mismas
líneas rectas que estaban marcadas en el suelo, con profusión de
carteles indicativos que tenían la intención de que nadie se
confundiera, se desorientase o perdiera el tiempo “dando vueltas” por
las calles; o como hacía la extraña criatura de los cabellos de todos los
colores, girando sobre sí misma.
110
Capítulo 10
A veces Emma, con su melena recogida y las Maribrujillas
sesteando en su coleta, también disfrutaba avanzando paso a paso,
como hacían las personas del lugar, sobre todo cuando en los días más
festivos algunos habitantes jugaban a caminar en línea recta haciendo
todos idéntico paso al mismo tiempo. En esos días hacían sonar muy
fuerte todos los relojes y su tictac marcaba el ritmo de su avance. Se
sentían muy orgullosos de funcionar como un reloj; es decir, como una
maquinaria precisa. Pero al final, Emma se aburría, las Maribrujillas
comenzaban a dar vueltas en su cabeza y, para disgusto de todos,
terminaba bailando, girando sobre sí misma.
En ese tiempo y en ese lugar, Emma era considerada un torbellino,
y nadie comprendía por qué no se divertía como todos los demás. Y las
Maribrujillas literalmente tenían a sus vecinos hasta la coronilla, dado
que cuando éstas se mostraban más traviesas, jugaban a lanzarse como
trapecistas cambiando de columpio, desde los tirabuzones de Emma
hasta los mechones de cualquier otra melena, notando entonces el
dueño de esa cabeza tirones y enredos en su sesera.
Pero te puedo asegurar que la intención de las Maribrujillas sólo
era hacerles cosquillas; a ver si así, además del cuero cabelludo,
también les picaba la curiosidad, y al ritmo de tal desazón cambiaban
el paso y probaban otra experiencia. Porque sucedía que tanto Emma
como las Maribrujillas sólo se conformaban con todo y les encantaba
encontrar nuevos matices, hacer extrañas combinaciones, buscar
insospechadas asociaciones, desarrollar inesperados inventos, y
descubrir nuevos significados y funciones. Y sobre todo, a diferencia
de las gentes de aquel lugar, ellas amaban los círculos abiertos que cual
espirales expansivas todo lo abarcaban, en vez de las líneas fijas que
como fronteras cerradas todo lo separaban.
Así que se encontraban más a gusto jugando en los campos y en
las arboledas de los alrededores que en las cuadriculadas avenidas del
111
Lo que el corazón quiere contemplar
pueblo. Disfrutaban en los huertos, en las rosaledas, durmiendo sobre
los tréboles y jugando al escondite con otros seres del bosque. Y así
fue como terminaron siendo alumnas de las hadas y los elfos,
estudiantes en una escuela de duendes, discípulas de famosas ninfas,
oyentes en misteriosas reuniones en donde seres de todas formas y
colores compartían sus saberes y se ponían de acuerdo para ocuparse
de los problemas en valles, montañas, claros y bosques, caminos, ríos,
lagos y estanques. De esta forma fueron aprendiendo y desarrollando
sus particulares artes y, como te decía antes, hasta se hicieron famosas
sus especialidades.
Y llegó un día que en una de esos cónclaves fueron requeridas sus
habilidades y se les encomendó una especial misión, para lo que
tuvieron que trasladarse a otro territorio donde entumecido gemía un
roble y donde una laguna congelada temía quedarse helada para
siempre. En esa asamblea les explicaron que había sido escuchada una
llamada a Sintonía, nombre de un territorio que en otro tiempo era
considerado un paraíso, pero que ahora era un páramo frío y solitario,
aun cuando allí había echado raíces un noble roble que soñaba con ser
un roble estrellado.
Nadie en esta reunión sabía explicar con claridad en qué consistía
concretamente el extraño sueño de ese roble, pero era función de las
dríadas ayudar a los jóvenes árboles a desarrollarse en todas sus
dimensiones, incluidas sus ilusiones. Así que sería labor de dríada
Emma cuidar a este roble, y tarea de las Maribrujillas apoyar al lago
que desde su pálpito más hondo y seguro, que por el frío tiritando,
pedía auxilio y llamaba al encuentro en Sintonía.
Cuando Emma y las Maribrujillas llegaron al territorio habitado
por el roble y la laguna, se encontraron con un lugar que parecía
dormido, pero pronto se dieron cuenta que lo que allí sucedía era que
todo estaba bloqueado; es decir, todo estaba como un bloque helado y
112
Capítulo 10
la vida interior apenas se percibía. Ellas, sin embargo, expertas en
vislumbrar sutiles energías, descubrieron pronto la vida que en el
interior de aquel páramo latía, así que se pusieron manos a la obra y
elaboraron un plan de emergencia cuyo primer objetivo era hacer notar
su presencia respondiendo a la llamada de auxilio recibida, revitalizar
todo tipo de energías y promover un espontáneo movimiento de vida,
que equilibrando flujos y cauces facilitase el florecimiento de todo lo
que allí existía.
En teoría, y dados sus particulares talentos, su misión no parecía
difícil, pero pronto descubrieron que solas nunca lo conseguirían. Por
eso se sintieron contentas y mucho más tranquilas cuando al lugar
llegaron no sólo el Ogro Logro y la Sirena Serena, sino también un
ángel, un duende y una famosa costurera.
Pero antes de hablar de ese encuentro, de cómo están empezando a
trabajar en equipo, y de contarte parte del pasado de la costurera, el
ángel y el duende, quiero explicarte algo más del roble y de la historia
de Emma.
Ya te dije que en el bosque donde se hizo el cónclave se
comentaba que el deseo más grande de este árbol, al menos antes de
entumecerse con las heladas, era ser roble estrellado. Sin embargo, ese
deseo a todos los de su alrededor confundía, pues justamente eso era lo
que ese roble ya era. Es decir, dentro de la especie roble, era uno
conocido como Quercus stellata, denominación que significa roble
estrellado. Todos se preguntaban por qué ese árbol mantenía tal deseo
si ese anhelo ya era un deseo realizado.
Ese asunto era un misterio y se encargó su resolución a Emma,
nombrándole dríada reina, pues además de sus particulares dones
apropiados para ayudar al árbol en este trance, sabían que Emma
poseía una corona propia de dama soberana en cuyo centro faltaba una
113
Lo que el corazón quiere contemplar
joya, y ese espacio vacío representaba la forma de una estrella. Quizás
es que además, los magos, los duendes, las hadas y las ondinas
astrólogas del cónclave sabían que estaba avanzando por los caminos
una Diminuta Máxima que guardaba una estrella en su bolsillo, un
deseo en su corazón y, en su memoria, una leyenda maldita referida a
los robles; y que al confluir todos esos elementos se comprendería el
misterio y se podría apoyar su resolución.
El caso es que mientras esperaban refuerzos, Emma y las
Maribrujillas comenzaron a llevar a cabo sus primeras labores de
auxilio. Dentro de esas tareas, las Maribrujillas se concentraron en dar
respuesta a la llamada a Sintonía que emitía el fondo del lago. Para ello
utilizaron unas gigantescas calabazas que, tras haber vaciado y
limpiado con esmero, colocaron invertidas sobre las aguas siguiendo el
círculo que formaban sus orillas, turnándose para repicar en el
cascarón con sus manos. Con esa forma de tañer las calabazas,
conseguían un sonido profundo y seco que se parecía mucho al latido
de un corazón, y pretendían decirle al lago que le habían escuchado y
estaban presentes, comprendiendo sus sentimientos y dispuestas a
apoyarle en su intención.
Y eran sinceras al emitir este mensaje, pues cuando estaban
realizando los preparativos para acudir a este paraje y cumplir su
misión, una ninfa poeta les explicó que en otra época estuvo pasando
un tiempo en las orillas del lago, recitando a las aguas sus versos, y de
esos días recordaba una conversación que quizás pudiera serles útil en
su tarea. Resultó que uniendo verso y broma, al lago, que le confesó
que quería volver a ser laguna, la ninfa poeta respondió que ser laguna
era ser lago más pequeñito en cuyo alrededor todos cantan a una. Y vio
que el lago sonreía, como si esa definición le hubiera llegado al fondo,
allí donde la memoria de su corazón guardaba el recuerdo de lo que, en
otro tiempo, sucediera en ese territorio.
114
Capítulo 10
¿Podría ser que todavía esa fuera su ilusión? Las Maribrujillas
agradecieron esta información y decidieron empezar a responder con
un concierto alrededor del lago, confiando además en que, con ese
retumbe, quedase invocado el corazón de todo lo que en los
alrededores se encontrase y así pronto llegar a ser una orquesta
completa en el repique, y cantar todos a una, como decía el verso de la
ninfa poeta, que era propio de una laguna.
Por su parte, y siguiendo con el programa de urgencia, Dríada
Emma, que como ya es sabido tiene el cabello de todos los colores,
comenzó bailando según el día, al ritmo de una tonalidad, sucediendo
que en su onda de baile todo vibraba en sintonía con la frecuencia de
esa coloración. De esta manera, y además danzando cada día en una
altura distinta del árbol, lograba comunicar, desarrollar y equilibrar
todos sus centros de energía.
De forma especial, Dríada Emma trabajaba subiendo a la copa del
roble y convocando con sus giros a todo lo que pudiera ayudar al árbol
a cumplir su sueño, porque Emma temía que al estar el lugar tan gélido
y solitario, bastante desnudas sus ramas y vacías hasta las agallas de su
corteza, el corazón de su roble se estuviera quedando tan frío que el
sueño que albergaba, y a ella había sido confiado, muriera congelado.
Quería poder abrigar a su roble, hacerle un traje adecuado que diera
calor a su tronco, a sus ramas, a sus raíces, y también arropara su alma
y resguardara todos sus sueños.
Por suerte, los sabios que organizaron el cónclave en el bosque ya
pensaron en este asunto y dieron aviso a una original modista, muy
famosa entre las hadas, las magas y los elfos, y especialista en trajes de
luz. Emma, que ya fue informada de esta visita, espera ilusionada a tan
delicada costurera.
115
Capítulo 10 - Inspiracción
InspirAcción
Círculos de amor y espiral de evolución
En todo caos hay un cosmos,
en todo desorden un orden secreto.
Carl Jung
Vibrando con Diminuta Máxima comenzaste este viaje
escuchando, con emoción, los felices sueños que canta tu
corazón. Y decidiste jugar a caminar hasta alcanzar el
horizonte en el que, esos sueños, pudieran contemplarse
hechos realidad.
Territorio que es un estado de ser, en el que puede ser
en libertad, toda la vida que quiere manifestarse a tu través.
Caminar que supone recorrer la vertical que va, desde
la semilla de plenitud en el fondo de tu ser, hasta el
máximo despliegue de tal potencial. Incluyendo, además,
tomar consciencia de tu aportación vital, la luz de tu
estrella personal, a la totalidad en la que tu vida inmersa
está.
Recorrido que implica confiar en la inteligencia de tu
corazón, potente energía que convoca a la integración en tu
conciencia de ser. Energía que cual transparente y calmada
117
Lo que el corazón quiere contemplar
laguna interior, en la entonación del amor incondicional,
sirve de nutrición al roble que hay en ti.
¿Dispuesto a ser el roble que logre pasar de la
categoría de roble estrellado contra el suelo a la de roble
estrellado mirando al cielo, por coronado en su copa con
una estrella, mientras sigue siendo un imponente roble
bien enraizado en la tierra?
Eso significa sentirte un ser humano, hombre o mujer,
con todas tus energías encendidas, luciendo radiante en la
frecuencia de vibración que simboliza tu estrella personal,
y habiéndote sobrepuesto a cualquier negativa creencia o
maldición, culpa o sensación de no merecimiento,
palpitando en tu memoria ancestral.
Jugando a enfocarte en tu crecimiento interior,
habiendo activado el centro de tu ser y bien anclado en la
abundancia de la vida y en su poder creador, has
posibilitado la activación de tu más elevada, integradora y
creativa energía, que responde a la frecuencia de vibración
que emite tu corazón, llamando al encuentro en sintonía.
Has despertado en ti a tu driada reina.
Tal activación significa haber sintonizado con tu
inteligencia más espiritual, capaz de ir más allá de las
dualidades que separan y fragmentan, a la vez que amar la
posibilidad de contraste y diversidad que ellas potencian,
para experimentar no solo el poder creador sino también la
belleza de la creación. Capaz de salir, en creativa espiral,
de los círculos cerrados de miedo y limitación y de
encontrar armonías entre diversas frecuencias de vibración,
118
Capítulo 10 - Inspiracción
permitiendo que en tu conciencia el sonido de la vida
dibuje más luz, color, movimiento y geometría.
Jugar a dar vida en tu vida a Emma y las Maribrujillas
significa jugar a experimentar con nuevas formas de ser
porque ellas sólo se conforman con todo y les encanta
encontrar nuevos matices, hacer extrañas combinaciones,
buscar
insospechadas
asociaciones,
desarrollar
inesperados inventos, y descubrir nuevos significados y
funciones.
Jugar así implica, por ejemplo, salir a dar un paseo y
moverte diferente. Cambiar algún ingrediente al elaborar tu
preferido pastel. Poner más atención al tono de la voz en
vez de al contenido de una conversación. Sorprenderte
haciendo algo al revés o saboreando el vacío que aparece
al no hacer algo que estés habituado a hacer. Por un día,
imaginar que acabas de nacer. Experimentar con alguna
nueva afición. Ponerte en contacto con quien jamás
hubieras pensado conversar. Atreverte a darte eso que
nunca te das. Calzar tu ánimo en otra mentalidad e
investigar cómo se siente la vida en ese caminar. Probar a
expresarte con los gestos y sin hablar. Hablar de tu
experiencia imaginando que eres únicamente el dedo gordo
de tu pie. Cantar cuando toca comer y retozar cuando
esperabas descansar. Cambiar el paso a la rutina y, por el
simple deseo de jugar, probar nuevas experiencias más allá
de lo habitual.
Para seguir promoviendo el juego en sintonía con
Emma y las Maribrujillas, te sugiero trazar un círculo,
símbolo de tu laguna interior; y, enraizado en su orilla,
119
Lo que el corazón quiere contemplar
dibujar el árbol que hay en ti. Hazlo en una enorme hoja de
papel sobre la que puedas colocarte después.
En otras cartulinas, recorta formas o figuras
geométricas que representen tus sueños, tus intereses, tus
actividades, tus relaciones y todo aquello a lo que estás
prestando atención porque has comprendido que quiere
jugar a ser. Antes de hacerlo, contempla una vez más el
collage que elaboraste y repasa tu plan de acción.
A continuación, dentro de esas siluetas, escribe la
meta, el sueño por alcanzar en cada una de ellas y, además,
mientras recitas la canción de la caracola marina, ponles
color. Después coloca estás imágenes sobre la cartulina en
la que has dibujado tu paisaje interior, buscando una
composición que refleje el actual estado de la situación.
Luego, observa ese mapa, tu mandala existencial,
desde distintas perspectivas. Incluye colocarte descalzo
sobre cada figura, sentir su energía y, en recogida quietud,
preguntarte: ¿Quiere esta área hacerse mayor, más pequeña
o colocarse dentro del dibujo general en una distinta
dirección o una nueva posición? ¿Está ocupando, este
aspecto de mi paisaje vital, su sitio y su función? ¿Está
considerado su valor? ¿Se me ocurre otra opción que
favorezca más el despliegue de su potencial en relación
con todo lo demás?
Haz los cambios necesarios hasta encontrar una
disposición que te parezca lograr un mejor equilibrio,
belleza y armonización. Una vez lo hayas conseguido,
descubre qué modificaciones necesitarás hacer en tu plan
de acción para que esa representación pueda llevarse a
120
Capítulo 10 - Inspiracción
cabo facilitando la fluidez de nuevas formas de ser y
alternativos cauces de manifestación.
Como final de esta experiencia te propongo una
meditación: Colócate de pie, con las piernas ligeramente
separadas, y cierra los ojos. Toma conciencia del ritmo de
tu respiración e imagínate siendo tu árbol interior.
Con cada inspiración recoges una espiral multicolor de
energía que, viniendo desde el corazón del sol que te
ilumina y entrando por tu cabeza, llega hasta tu corazón.
Con cada expiración, esa energía va descendiendo y sale
por tus pies hasta alcanzar el corazón de la tierra en la que
te apoyas. Imagina además que esa energía inunda tu ser y
despierta todo tu potencial de sabiduría y poder creador.
Después de un rato haciéndolo así, imagina que con
cada inspiración recoges una espiral multicolor de energía
que, viniendo desde el corazón de la tierra que te sustenta y
entrando por tus pies, llega hasta tu corazón. Con cada
expiración, esa energía va ascendiendo, despertando en tu
árbol interior toda la fortaleza y vitalidad que te permite
expandirte y fructificar.
Luego deja de poner atención a tu respiración y,
mientras imaginas que esa espiral de energía fluye libre
dentro y fuera de ti, recita, con convicción y
determinación, la siguiente afirmación: Todo tipo de
recursos fluyen a mi vida con facilidad y abundancia, y me
siento feliz compartiendo este caudal de prosperidad.
Hazlo de esta manera hasta que te sientas lleno de
confianza, vitalidad y deseoso de colaborar en la expansión
de la vida en su totalidad.
121
Lo que el corazón quiere contemplar
Puedes realizar estas actividades acompañándote de
sonidos de cuencos, cantos de mantras, aromas u otros
elementos rituales; según tu afición, tu sensibilidad,
experiencia e información. Lo importante es que te
mantengas en tu intención de sintonizar con el espíritu de
la vida danzando en tu interior.
Amor, poder creador y sabiduría dan como
consecuencia la habilidad para crear y disfrutar un mundo
de belleza, equilibrio y armonía. En ese proceso estás,
realización creativa de tu destino personal. Ahora, dentro
de este cuento de encuentro, hemos llegado al momento en
que driada Emma Quería poder abrigar a su roble,
hacerle un traje adecuado que diera calor a su tronco, a
sus ramas, a sus raíces, y también arropara su alma y
resguardara todos sus sueños.
Y tú, en tu personal travesía, ¿con qué traje de luz vas
a vestir al árbol que hay en ti? Es hora de llamar a la artista
de la modistería, capaz de tejer, con hilos de luminosa
vida, atuendos acordes con tu propósito vital y adecuados
para lucir en tu misión de servir, dentro de la totalidad, en
el feliz sueño del despertar.
122
Capítulo 11
Estrella y el baúl de la abundancia
Lo que dejamos atrás y lo que nos espera
más adelante son minucias comparadas
con lo que nos espera en nuestro interior.
Ralph Waldo Emerson
Como quizás ya supones, esa famosa modista que tanto gusta en el
bosque también forma parte de nuestro clan, habiendo descendido por
el color índigo del arco iris y habiendo traído consigo un gran amor por
la luz, sea cuando luce blanca o de todos los colores. Ha olvidado este
aterrizaje, sin embargo; se recuerda desde siempre creyendo ser una
niña cuya luz nadie veía. Ya en ese tiempo la llamaban Estrella, y
haciendo honor a su nombre deseaba brillar intensamente; pero dudaba
de su resplandor, pues su familia, muy aficionada a la televisión, sólo
parecía mirar, escuchar y aplaudir lo que aparecía brillando en pantalla.
En un principio creyó que la solución sería convertirse en una
estrella televisiva. Con esa esperanza y ese objetivo fue pasando el
tiempo hasta que un día su madre le anunció que venía a visitarles tía
Telesfora, afamada actriz de telenovelas, lo que a Estrella le pareció
una estupenda posibilidad para aprender todo lo que se ha de saber si
se quiere triunfar en televisión. Sin embargo, con la llegada de tía
Telesfora aparecieron cosas muy importantes en su vida, pero no las
123
Lo que el corazón quiere contemplar
respuestas que esperaba. En realidad, lo más destacado que se presentó
fueron una desilusión y un antiguo y precioso arcón.
En cuanto al baúl, pronto comprobó que estaba lleno de ropa. Tía
Telesfora había supuesto que a Estrella le gustaría recibir como regalo
algunos de los vestidos que había lucido en sus películas. Y lo cierto es
que poniéndose esos trajes logró la admiración familiar durante
algunos ratos, aunque también se dio cuenta y aquí vino la desilusión,
que no la veían a ella sino a los personajes que representaban esos
disfraces. Además, conforme pasó el tiempo, los ropajes se fueron
ajando y junto a ese desgaste también se le fueron quitando a Estrella
las ganas de ser una estrella televisiva.
Pero sucedió algo que cambió el rumbo de esta historia. Vacío de
ropas el baúl y colocado bajo la ventana de su habituación, Estrella
había comenzado a usarlo como espacio para acurrucarse; y una noche,
admirando el estrellado firmamento, se preguntó una vez más: ¿cómo
brillo yo?, ¿qué tipo de estrella soy? Ante esas preguntas se sintió
incómoda y empezó a revolverse dentro del cofre, pues aún no tenía
respuestas. Al así moverse descubrió un doble fondo en su baúl y, al
abrirlo, encontró en su interior un libro de tapas doradas con una
inscripción que decía: Trajes de luz con los que el alma se hace visible
y brilla como una estrella.
Aquel título le pareció muy misterioso, y también le resultaron
muy sorprendentes los nombres de los capítulos que describían cosas
como: Traje de amor incondicional, Vestido de gala modelo serena
simpatía, Pijama a rayas de inocencia, Conjunto de invierno línea
perseverante determinación, etc. Y una sección final en la que había
dibujos de originales complementos como volantes de alegría, bolsillos
de valor, botones de ternura o corpiños de bondad.
124
Capítulo 11
Estrella sabía que el arcón había pertenecido a su bisabuela Feli,
reconocida modista en otros tiempos, así que pensó que quizás ese
libro era un álbum de recuerdos de trajes realmente distinguidos y,
mientras lo hojeaba, pensó cómo sería vestirse así. Se visualizó con un
precioso traje de alegre confianza al que le añadió uno broche de fe, un
chaleco de paciencia y un pañuelo de esperanza. Luego siguió con un
vaporoso vestido tejido a base de divertidos pensamientos y
centelleantes flecos de risas. Y al jugar de esta manera descubrió que
no solo conseguía imaginarse con esa sutil apariencia sino, lo más
importante, sentirse así. Comprendió que ese misterioso libro describía
lo que cada cual puede encontrar en el baúl de su corazón y las
variopintas formas de vestirse de felicidad que puede crear a partir de
ese infinito material.
Después de esta experiencia, Estrella también comenzó a
imaginar, detrás de las apariencias más grises de los demás, destellos
de brillantes atuendos. Logró ver unas preciosas mangas de coraje y
valentía en su padre, dónde antes sólo veía arrugas de cansancio. Y
también descubrió un elegante cinturón de plata con incrustaciones de
paciencia y perseverancia alrededor del talle de su madre, donde antes
había visto únicamente pliegues de aburrida rutina. Le encantó
adivinar el divertido sombrero de fieltro del novio de su hermana —
hecho de optimismo y buen humor—, el delantal de diligencia y
generosidad de su maestra, o la suave corbata de certera intuición de su
hermano mayor.
Comprobó que le resultaba muy divertido vislumbrar los trajes de
luz con que se mostraba vestida el alma de los demás, cuando ella les
contemplaba desde el corazón. Y desde esta disposición, cuando veía a
alguien triste o desanimado, hablando de todo lo que le faltaba para
poder ser feliz, Estrella buscaba en su interior sentimientos de
compasión y solidaridad; y vestida así, le enseñaba el libro dorado y, si
125
Lo que el corazón quiere contemplar
se lo permitía, le ayudaba a encontrar el doble fondo de su propio baúl
donde descubría los recursos necesarios para vestirse de plenitud.
Le fue resultando tan apasionante esta actividad que consideró que
había descubierto su vocación: enseñar a confeccionar luminosos
ropajes para las almas que quieren mostrarse brillando como lo que
son, estrellas llenas de luz, aunque no salgan en la televisión. Inspirada
actividad que a su vez le ayudó a comprobar con satisfacción que su
propio resplandor, lo vieran o no los demás, siempre estaba ahí. Como
sucedía con las estrellas que contemplaba con admiración desde la
ventana de su habitación.
Con estos antecedentes, no te extrañará que el cónclave del bosque
avisara a Estrella para vestir al roble, ya que, sabiendo que su sueño
era ser roble estrellado, supusieron que quizás su alma quisiera un traje
de luz, vestido propio de los astros o cuerpos celestes. Con ello podría
hacer honor a su nombre y mostrarse como un iluminado árbol, roble y
estrellado.
126
Capítulo 11 - Inspiracción
InspirAcción
Atuendos radiantes
Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Salomón, rey bíblico de Israel, en Proverbios 23:7
Jugar a ser al modo de la Estrella de nuestro clan,
supone la oportunidad de alcanzar la frecuencia de
vibración que está en sintonía con tu particular misión. Es
jugar a ser, aquí y ahora, el primer elemento coherente con
ese sueño feliz que tu corazón quiere ver convertido en
realidad.
Si has de formar parte de esa gozosa manifestación
tienes que mantenerte en su entonación. Con ese propósito,
contemplando el collage de tu soñada realidad, te invito a
ampliar las descripciones que ya tienes escritas en tu
cuaderno de apuntes, respondiendo a las siguientes
interrogantes: ¿En esas felices escenas qué experimento?
¿Qué recibo? ¿Qué doy? ¿Con qué disfruto? ¿En qué
aspectos se despliega mi potencial? ¿Qué talentos
desarrollo? ¿Qué cualidades manifiesto? ¿Cómo vibro en
la realización del sueño que canta mi corazón?
Después, con los ojos cerrados, visualízate una vez
más protagonizando alguna de esas escenas; capta el
sentimiento asociado a tu deseo realizado y, cuando tengas
127
Lo que el corazón quiere contemplar
clara esa visión y estés vibrando en su más intensa luz,
estrecha en tus manos la estrella que, desde el comienzo de
este juego, es símbolo de tu radiante y expansiva
realización.
Haz ese gesto con la profunda intención de anclar en tu
conciencia ese sentimiento de realización en los matices
que para ti tenga tal frecuencia de vibración.
Si tienes dificultad para actualizar algún aspecto que
forma parte de tu feliz visión, empieza por preguntarte:
¿En algún momento de mi vida lucí tal atuendo? Juega a
recordar cuando te sentiste así y evoca ese recuerdo hasta
que te des cuenta que, aquí y ahora, te estás sintiendo igual.
Además, abraza tu estrella, y que el bienestar que inspira
esa feliz evocación quede anclado también en ella. Hazlo
así con toda sensación que quieras recuperar.
Después estrena una nueva sección en tu cuaderno y,
consciente de estar tratando asuntos de alta costura vital,
titúlala: Trajes de luz con los que el alma se hace visible y
brilla como una estrella. Describe en este espacio los
momentos más inspiradores de tu vida y los matices de luz
que transmitías siendo protagonista de esas experiencias.
Juega a repasar esas vivencias y a abrazar tu estrella cada
vez que notes alguna resistencia a permitir que un
profundo bienestar fluya a tu través.
También, cada vez que escribas en esa sección de tu
cuaderno, toma conciencia de cuanta vida ha participado
en la manifestación de tan dichosos episodios; siente todo
el poder acumulado en esa pasión existencial; y honra, con
128
Capítulo 11 - Inspiracción
un sentimiento de celebración, el avance de la vida, en
colaboración, hacia más elevadas frecuencias de vibración.
Desde ese sentimiento puedes jugar a imaginar todo
aquello que abarca tu experiencia, vestido de luz, habiendo
encontrado, su sueño, feliz culminación. Lo podrás
contemplar de esta manera si tu atención queda enfocada
en las costuras de inocencia y en la etiqueta de respeto y
dignidad que, por derecho de nacimiento, cada cual lleva
en su interior.
Para ayudarte en este empeño, nunca olvides añadir a
tu ánimo un flexible cinturón hecho de cintas de confianza
espiritual y un anillo de fe, que los demás advertirán
cuando te observen señalándoles, no por el potencial que
aún no han llegado a desplegar sino porque adivinas el
brillo de su alma jugando a manifestar su luz.
Esta disposición resulta fenomenal para jugar a volver
al centro. Juego que, además de esta actitud interior,
implica realizar la siguiente meditación: Busca un lugar
tranquilo, cierra los ojos y toma conciencia del ritmo de tu
respiración. Luego lleva tu atención al centro energético de
tu corazón, y con cada respiración imagina que entras en
sintonía con la amorosa vibración de ese círculo cordial.
Después de un rato haciéndolo así, recita en silencio, y
con convicción, la siguiente intención dedicada a todo lo
que quiere jugar a ser en tu experiencia vital:
Tomo conciencia de lo que soy y, en el espacio y el
tiempo, mis movimientos lo manifiestan.
129
Lo que el corazón quiere contemplar
Entro en sintonía con lo que mi corazón quiere
contemplar y en coherencia total, mi huella dibuja el
mandala de mi propósito vital.
Danzando así, en mi conciencia de ser, se reflejan tres
círculos de plenitud: el círculo espiritual, el círculo del
corazón y el círculo vital. En el primero, brillo en paz; en
el segundo, alumbro con amor; y en el tercero, ilumino
desde la alegría, la gratitud y el ánimo de celebración.
Después, haz lo que tengas que hacer manteniéndote
en la vibración de esos tres círculos. Empieza buscando, en
la circunstancia que afrontes, algún motivo de celebración
y, por pequeño que sea, siente gratitud. Luego disponte a
vivir esa situación con alegría de ser; afrontándola, en la
medida que te sea posible, con ternura, sencillez y sentido
del humor. Abraza esa experiencia con todo el amor que
logres sentir y siéntete en paz por haber puesto en este
momento tu mejor voluntad.
Te sugiero poner en práctica esta meditación cada vez
que adviertas incoherencia y desarmonía en tu interior o a
tu alrededor.
Estés donde estés y hagas lo que hagas, durante tu
jornada, honra tu existencia y agradece el camino que te
lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima.
Contempla con consideración lo que a tu alrededor, por
pequeño que sea, también sueña, y juega a transmitir
confianza, compromiso y esperanza,
Teniendo en cuenta esta manera de confeccionar tu
particular traje de luz, aprendes a transformar en adecuados
130
Capítulo 11 - Inspiracción
atuendos vitales los vibrantes patrones de los sueños que
quieres protagonizar.
Entendiendo, además, que las radiantes tonalidades de
ese ropaje existencial también han de incluir matices de
menor luminosidad, que habrá sido necesario experimentar
para, en el contraste, como sucede con algunos astros en la
oscuridad de la noche, identificar el brillo de tu estrella
personal.
Para facilitar esta percepción, te propongo salir de
paseo. Busca un lugar tranquilo; y camina un rato
observando todos tus movimientos y comprobando que al
caminar das un paso en el vacío mientras con el otro te
afirmas más.
Sería imposible andar si no aceptaras experimentar esa
porción de vacío o si lo quisieras eliminar de tu camino,
consiguiendo con ello únicamente bloquear tu avance.
Jugando a ser Estrella aprendes que es necesario el
vacío para manifestar la forma, que también la oscuridad
sirve para que la luz pueda resplandecer más, y disfrutas
activando las energías más acordes con tu propósito vital.
Y si esa misión personal aún no aparece clara en tu
conciencia, o no ves la relación de tu propósito con el
propósito de todo lo demás, es un momento ideal para
aprender al sintonizar con el ángel y el duende que están
esperando vibrar en ti. Ellos son los únicos miembros del
clan que aún te quedan por conocer, y con ellos se abre la
posibilidad de completa reunión y profundo avance en la
tarea de recordar tu esencial identidad y el sentido de tu
caminar.
131
Capítulo 12
Serafín y Teo, ángel y duende en colaboración
Conocer nuestra misión personal aumenta aún
más el flujo de coincidencias misteriosas al tiempo
que somos guiados hacia nuestros destinos.
Primero tenemos una pregunta, y luego los sueños,
los ensueños y las intuiciones nos conducen hacia
las respuestas, que en general nos son dadas en forma
sincrónica por la sabiduría de otro ser humano.
James Redfield y Carol Adrienne
¿Quiénes eran ese ángel y ese duende que llegaron acompañando
al ogro y la sirena? Ni Emma ni las Maribrujillas les esperaban, pero
en cuanto supieron su historia, se pusieron contentas, dándose cuenta
que poco a poco todo iba volviendo a entrar en Sintonía. Fue como si
de pronto tuvieran un recuerdo vago de una dulce canción olvidada
que sonaba a reencuentro y armonía.
Había sucedido que en el trayecto hasta Sintonía, Sirena Serena y
Ogro Logro iban parándose a descansar en ríos, lagos y marismas, y
para agradecer el buen recibimiento que esos lugares les ofrecían,
dejaban en sus orillas algunas de sus relajantes caracolas cantantes.
Al mismo tiempo, a uno de esos parajes llegó de una forma un
tanto singular un ser llamado Serafín, que por su condición y actividad
133
Lo que el corazón quiere contemplar
vivía en las nubes, pero a la vez sentía una irresistible curiosidad por
observar lo que estaba sucediendo por debajo de ellas. Esta criatura,
algo miope y torpe de oído, gustaba de contemplarlo todo muy de
cerca para no perderse detalle. Como consecuencia, un día, de tanto
querer acercarse a lo que atraía su mirada en tierra, perdió el equilibrio
y se cayó en las aguas de un estanque. Semejante hecho no hubiera
tenido mayor trascendencia de no haber sido porque tal criatura había
aprendido muy bien a volar pero nunca le habían enseñado a nadar,
algo habitual, por otra parte, en el sistema educativo de los ángeles,
especie a la que pertenecía.
En el momento de la caída del ángel Serafín, el otro protagonista
de estos sucesos se encontraba en el borde de esa alberca escuchando
el sonido de unas caracolas cantantes. Se trataba de un duende llamado
Teo, perteneciente a una curiosa tribu cuyos miembros sólo lograban
identificarse (es decir, saber quién era cada cual), no por su nombre y
apellidos, ni por su lugar de nacimiento, ni por su porte o sus
costumbres, ni por ser hincha de un determinado equipo deportivo, ni
por hablar un idioma concreto, o tener cierto ascendente astrológico o
linaje aristocrático, sino porque cada uno tenía un don, que únicamente
podía descubrir al compartirlo. Teo aún no había hecho ese
descubrimiento y, por tal motivo, ese día se encontraba en la orilla del
estanque, bastante pensativo.
Los duendes de su etnia, cuando lograban reconocerse
compartiendo su don, sentían como si hubieran encontrado su sitio en
la comunidad. Y a la persona que les había inspirado para
manifestarlo, se le consideraba de forma especial, guardándole un
infinito agradecimiento que expresaban con atenciones, regalos y todo
tipo de honores.
Ese asunto era lo que había llevado a Teo hasta esas orillas, en
donde viendo su impaciente desánimo, la Sirena Serena le había
134
Capítulo 12
regalado para calmarse una colección de caracolas, no fuera que se
dejase llevar por la tristeza y sus lágrimas produjeran un
desbordamiento del estanque. Y no pienses que Sirena Serena estaba
exagerando al pensar así, sino que la apariencia de Teo era bastante
descomunal y resultaba razonable pensar que, si todo en él era de la
misma medida, sus lloreras podían ser torrenciales.
Teo era un duende que siempre había querido volar, pero al no
tener alas, volaba y volaba y volaba aún más con su imaginación. Este
tipo de vuelo lo lograba escuchando cuentos que relataban otras
personas, viendo películas, leyendo libros, e interesándose por todo
tipo de anécdotas y sucesos. Todos sabían su gusto por escuchar y
siempre acudían a él con chismes, de manera que Teo se “hinchaba” de
oír narraciones, noticias, dimes y diretes.
Pero la pasión de Teo no era sólo escuchar, sino también, y sobre
todo, inventar finales felices para las historias que acababan mal,
haciendo que los personajes secundarios brillaran como protagonistas,
los que habían perdido se convirtieran en ganadores, y los que no
habían podido alcanzar sus sueños lograsen realizarlos. Todo esto le
gustaba mucho a Teo y había ido creciendo en tamaño de forma
paralela a cómo se llenaba su memoria de datos. Sin embargo, a Teo se
le veía triste porque no lograba reconocer su don.
En este punto estaban las vidas de Serafín y Teo cuando se
encontraron. El ángel hundiéndose en el estanque y el duende
observando pensativo su reflejo en las aguas mientras escuchaba la
música de las caracolas cantantes. Y fue precisamente Sirena Serena
quien facilitó su encuentro, pues viendo los apuros de Serafín para
mantenerse a flote, le impulsó con su cola hacia la parte de la orilla
dónde se encontraba el duende. Imaginaros la sorpresa de Teo cuando,
en vez de su propio reflejo en la superficie del embalse, apareció el
ángel. No obstante, a pesar del susto, logró sacarle del agua y a partir
135
Lo que el corazón quiere contemplar
de ese momento es cuando empezó a ocurrir lo más emocionante de
este evento.
Sucedió que Serafín, tras la caída, no lograba recordar nada, ni
siquiera que era un ángel y que podía volar. Además, sus alas,
totalmente inundadas, le pesaban tanto que en vez de deseos de
elevarse sentía una gran necesidad de tumbarse a descansar. Por otra
parte, Serafín se encontraba muy inquieto porque sabía muy poco del
mundo en el que había caído ya que, aunque hubiese logrado recordar,
desde las alturas en las que él lo solía contemplar, no lograba enterarse
ni comprender bien los sucesos que ocurrían más abajo de sus nubes.
De manera que la primera tarea que tuvo que realizar Teo fue
tranquilizarle explicándole todo lo maravilloso que se le ocurría sobre
el lugar en el que se encontraban y relatarle todas las historias y
sucesos de seres alados que recordaba. Llevado por el deseo de ser útil,
Teo comenzó a contar historia tras historia, y luego relatos y poemas,
anécdotas y chismes, crónicas y sucesos, argumentos de películas y
hasta letras de canciones que pudieran ayudar a Serafín a tener
confianza en el mundo en el que había caído y a recordar su angélica
identidad.
Y mientras eso hacía, ocurrió algo más, pues el aliento de Teo al
hablar fue secando, cual suave brisa, las alas de Serafín. El miedo que
le empapaba por dentro se fue evaporando con la calidez de las
historias que escuchaba; historias todas en las que sus personajes, si se
habían perdido, finalmente encontraban el rumbo; si se habían caído,
tarde o temprano volvían a levantarse; si desconocían su don, se
encontraban con alguien que les ayudaba a descubrirlo; si se sentían
sin afecto, de una u otra manera lograban darlo y recibirlo; y si se
habían equivocado, encontraban a través de los errores nuevos
aprendizajes.
136
Capítulo 12
Siempre eran historias felices porque Teo era experto en encontrar
soluciones, avistar nuevas alternativas y descubrir finales en los que,
más allá de las aparentes perdidas, tropiezos y dificultades, todos salían
ganando. Y eran tantas las historias que guardaba Teo en su interior,
que no paró de hablar y hablar hasta que su aliento evaporó toda el
agua acumulada en las alas del ángel y su ánimo quedó reconfortado
con tantos relatos alentadores.
Así fue como Serafín percibió que era un ser alado y recordó cómo
era aquello de volar, pues casi sin esfuerzo sus alas se desplegaron y
empezó a planear alrededor de Teo. También fue en ese momento
cuando Teo comprendió cuál era su don, el cual sin darse cuenta había
estado compartiendo con Serafín. Él era un estupendo contador de
historias y un duende alentador, pues sus palabras de aliento ayudaban
a elevar el ánimo de los demás.
Digamos que Teo entendió, tras socorrer al ángel Serafín, que con
su don podía ayudar a las personas que se encontrasen “hundidas”.
Seres con capacidad de volar muy alto en sus vidas, pero que se
hubieran caído en el mar de las penas, y se les hubieran quedado las
alas de sus anhelos tan mojadas y arrugaditas que no sabían cómo
remontar el vuelo.
De esta manera, el ángel Serafín se convirtió en el padrino de Teo,
pues fue quien le ayudó a descubrir su don. Y además de su padrino,
fue su socio, ya que aprendió a realizar excelentes vuelos rasantes para
enterarse bien de todo lo que sucedía, e informar a Teo de nuevas
historias o de quienes pudieran estar necesitando sus palabras de
aliento.
Pero además quiero contarte que Teo y Serafín forman parte de
nuestro clan, habiendo descendido por el color azul turquesa del arco
137
Lo que el corazón quiere contemplar
iris; aunque también hay que añadir que el ángel recogió en sus alas
algunas pizcas de luz añil y varios haces del tono violeta.
En esos días del chapuzón de Serafín y las historias alentadoras de
Teo, Sirena Serena y Ogro Logro, que habían sido testigos de tan
beneficioso encuentro, compartieron la historia del lago y el árbol
roble; y, como era de esperar, a Teo le interesaron mucho esas
crónicas. Quiso saber más detalles de tales circunstancias, dándose
cuenta que los implicados en esos acontecimientos podía decirse que
estaban desalentados y quizás pudiera ofrecerles su don, ahora que lo
tenía recién descubierto y estrenado.
Por eso fue que todos juntos llegaron a Sintonía y allí pronto
congeniaron con Estrella, Emma y las Maribrujillas, quienes se
sintieron felices al ver que su llamada empezaba a ser respondida. Y
aún más felices estuvieron cuando supieron de los dones y los talentos
que los recién llegados habían desarrollado, pues podrían ser de gran
ayuda.
Para ponerse todos de acuerdo y aunar esfuerzos, convocaron una
asamblea en la que Dríada Emma expuso el plan que había elaborado,
y a Serafín se le encomendó salir cuanto antes en vuelo rasante a
buscar más ayudas expertas para todas las tareas que, aun haciendo
bien su labor todos los presentes, quedarían pendientes.
Mientras esos apoyos llegaban, Emma propuso además comenzar
labores de auxilio y asistencia por las raíces, por lo que está más al
fondo y por el suelo que se pisa. Para ello, les explicó, había elaborado
el programa rojo con el que tratarían de armonizarse con la fuerza de la
vida que se ancla en la tierra, con su barro y con su arcilla, base
necesaria para cualquier roble estrellado que quiera crecer muy alto y,
haciendo honor a su nombre, llegar hasta alguna estrella.
138
Capítulo 12
Todos quisieron ponerse manos a la obra cuanto antes, y dado el
color de esta etapa del plan, puedo decirte que aquello se puso pronto
al rojo vivo, pues rojos fueron los hilos de estabilidad, valor y vitalidad
con los que Estrella empezó a tejer sus diseños. Y rojo fue el mechón
del cabello que Emma dejó sin trenzar y que, en sus bailes, volaba al
viento, soltando pensamientos de escasez, carencia y descontento.
Rojas de coraje y pasión le salieron a Teo las palabras al recordar al
roble que en la tierra en la que reposaban sus raíces se encontraban
todos los recursos necesarios para seguir creciendo con fundamento. Y
rojas fueron la vitalidad, la paciencia y la confianza con las que el
ángel Serafín comenzó su vuelo rasante.
Y como no es de extrañar, rojo fue también el chichón que salió en
su frente cuando chocó con una extraña columna situada entre las
nubes, cosa que nunca había visto y tampoco nunca habría adivinado,
ya que, cuando estás en esas alturas, generalmente todo lo que se
espera encontrar suele ser vaporos y poco consistente.
Pero aunque el ángel Serafín aún no lo sabía, el cogote de Perico
Periscopio es firme y resistente; así que la colisión, para su sorpresa,
fue bastante contundente. Más todavía cuando al caer vio que
descendía a un pantano no envuelto en nieblas como suele ser lo
habitual en ese tipo de hondonadas, sino envuelto en llamas, cosa
bastante preocupante. No obstante, al momento en que se iba a
producir el amerizaje, a punto ya de chamuscarse, fue elevado otra vez
hacia el cielo y, como si en vez de un ángel se tratara de un cordero,
fue posado con cautela en un prado, al lado mismo del pantano y justo
en frente de una enana criatura y de un niño… sin cabeza.
Y como ya te puedes imaginar, no quedó ahí la sorpresa, pues en
seguida vio venir desde la orilla del embalse a una dragona calzando
unas enormes botas y, cuando quiso preguntar por la cabeza del niño,
vio descender su cuello como un periscopio hasta quedar sus ojos al
139
Lo que el corazón quiere contemplar
nivel de los suyos, que a esas alturas no sabían si estaban dormidos o
despiertos.
Por los antecedentes que ya conoces, lo primero que pensó Serafín
es que otra vez había perdido la conciencia y estaba en un mundo que
desconocía. Pero muy pronto quienes le rodeaban empezaron a darle
explicaciones, a pedirle disculpas, y una vez se dieron cuenta de su
estado de confusión, comenzaron a repetir una frase que al ángel le
supo a gloria y le invocó a Sintonía, cosa que le ayudó a recordar su
misión y a darse cuenta que estaba en buena compañía.
La frase, que amablemente esas extrañas criaturas le repetían,
decía así: Que en mi sueño feliz, tu sueño feliz se alcance. Y cuando ya
todos se tranquilizaron, le explicaron que era su saludo preferido y,
como viajeros en camino, con un sueño feliz cantando en su corazón,
era lo que a todos con los que se cruzaban deseaban, pues no
concebían que feliz fuera su sueño a no ser que quienes en él estaban
su sueño feliz también realizaran. Y uniendo una explicación con otra,
ligando preguntas y respuestas e hilvanando confidencias, comenzaron
a darse cuenta que sus caminos estaban unidos, no sólo porque
confluían en un mismo territorio, sino porque hermanados estaban sus
anhelos.
Así que decidieron reunirse cuanto antes con el grupo que ya
estaba en el lago para colaborar con sus especiales habilidades en el
plan de ayuda que allí se estaba organizando. Y todos sintieron esa
noche, cuando se acostaron al raso, que al igual que la estrellas forman
constelaciones, ellos también estaban siendo unidos por
sincronicidades, como si se tratase de la reunión de un clan, hubiera un
mapa que representase los caminos de sus sueños, y esos caminos
confluyesen en un mismo lugar.
140
Capítulo 12
Y soñaron, ahora con los ojos cerrados y algún ronquido, que igual
que el firmamento abarcaba a todas las estrellas y éstas, expandiendo
su luz, iluminaban la bóveda celeste, también a todas las criaturas, en
una red de luz, un principio de amor sustentaba hasta que ellas mismas
se transformaban en manantial de amor y más red de luminosa vida
creaban.
Eso fue lo que soñaron todos y, aunque cada uno recordó el sueño
a su manera, despertaron contentos, sintiéndose viajeros y compañeros
a punto de llegar al lugar que quizás también fuera su hogar, donde en
hermandad y poniéndose al servicio de los demás, cada cual pudiera
hacer su propio sueño realidad.
141
Capítulo 12 - Inspiracción
InspirAcción
La alas y los alientos
Si ayudo a una sola persona a tener
esperanza, no habré vivido en vano.
Martin Luther King
Aprender a vibrar con el ángel y el duende de nuestro
clan te puede sentar fenomenal si tienes propensión a estar
en las nubes, a la vez que sientes una gran atracción por
todo lo terrenal, teniendo aún alguna dificultad para
mantenerte a flote en lo más emocional.
Es decir, si te resulta complicado encontrar coherencia
entre tus ideales y tu forma de vivir, y en ese desequilibrio
te hundes, a veces, en el desánimo, que no es otra cuestión
que perder de vista el alma en alguna situación.
Igualmente te será muy útil su compañía si no sabes
qué aportas a los demás, si no terminas de encontrar tu sitio
y tu función, y si empiezas a dudar de que tu vida, a la vida
toda, le esté siendo de alguna utilidad.
Para ir entrando más en su frecuencia de vibración, te
propongo empezar jugando a registrar, en tu cuaderno de
apuntes, las respuestas que se presenten al formular las
siguientes preguntas: ¿Te resulta difícil encontrar
143
Lo que el corazón quiere contemplar
coherencia entre tus valores y tu forma de actuar? ¿Te
asustan algunas circunstancias que tienes que afrontar? ¿En
qué áreas de tu vida te sientes desalentado o confundido?
¿Para qué haces lo que haces? ¿Disfrutas mientras lo
haces? ¿Qué es lo que promueve que algo, para ti, tenga
sentido? ¿Con qué estás realmente comprometido? ¿De
qué te sientes orgulloso? ¿A qué estás agradecido? ¿Con
qué sientes entusiasmo? ¿Qué te asombra y te maravilla?
¿Qué te apasiona? ¿Qué sabes de tus dones? ¿Qué estás
compartiendo con los que contigo van? ¿En qué aspectos
logras sentirte de utilidad? ¿Por qué quieres que te
recuerden los demás?
Para Teo y Serafín, encontrarse, aunque sucedió en un
momento con apariencia de desastre, resultó cuestión muy
importante, y también a ti te puede sentar fenomenal
activar su presencia cuando más alicaído o desalentado
estás.
Para ello te sugiero empezar por cuestionarte todo lo
que te cuentas en tu diálogo interior, pues Teo solo tiene
memoria para historias que alientan y reconfortan. Es
cierto que acepta considerar hundimientos, estancamientos,
confusiones, sombras, vacíos y desorientaciones, pues ahí
es donde más sentido adquiere su don, pero sólo como el
paso necesario para construir algo mejor. Una vez tenida
en cuenta la insatisfacción, se concentra en lo que puede
ser la solución, el aprendizaje y la superación.
Además, mantenerte en la onda de tu duende alentador
también significa confiar en que todo tiene vocación de
contribuir y que en ese servicio encuentra forma de brillar,
evolucionar y sonreír.
144
Capítulo 12 - Inspiracción
Desde estas perspectivas y para empezar a vibrar así,
te propongo una meditación: Busca un lugar tranquilo,
siéntate con la espalda recta, los ojos cerrados y las manos
apoyadas en tu regazo, y toma conciencia de tu respiración.
Imagina que estás sentado a la orilla de tu laguna interior y
que, con cada inspiración y expiración, aumenta la quietud,
el silencio y la calma dentro de ti y a tu alrededor. Deja que
pensamientos, emociones y sensaciones vayan apareciendo
y desapareciendo sin juzgarlos ni dejar que focalicen tu
atención. Si te distraes, vuelve una y otra vez a tomar
conciencia del ritmo de tu respiración, y afírmate en tu
actitud de escucha y observación.
Después de un rato meditando así, pregúntate: ¿Qué
aspecto de mi ser necesita aliento y orientación? Repite
varias veces esta pregunta y luego, para favorecer que esa
energía se haga presente, repite de corazón: Que en mi
sueño feliz, tu sueño feliz alcance culminación.
Cuando te hagas consciente de una respuesta, abre los
ojos, toma tu cuaderno de apuntes y, sintiéndote duende
alentador, ayuda a esta energía a contemplar su situación y
a verla como una oportunidad para crecer y evolucionar.
A tal fin, invítale a ser protagonista de una historia con
final feliz que tú mismo le ayudarás a imaginar y en la que
se podrá manifestar tal cómo está queriendo ser. El
cuestionario que viene a continuación te será muy útil en
esta situación:
¿Cómo es ese aspecto de ti? ¿A qué área de tu vida
está asociada esta energía? ¿Con qué anhelo soñado está
relacionado? ¿Qué quiere? ¿Con qué apoyos cuenta y qué
145
Lo que el corazón quiere contemplar
recursos tiene para lograr lo que quiere? ¿Qué tipo de
obstáculos está viendo en su camino? ¿Si los vence, que
aprendizaje obtendrá y en qué forma crecerá? ¿Cómo
puede transformarse ese impedimento en la posibilidad de
expansión de su potencial? ¿Qué visión feliz es posible tras
la superación de esa dificultad? ¿Qué sentimientos están
asociados a esa visión?
Ayúdale a imaginar la trayectoria de esa
transformación, tratándole con la consideración de lo que
es único, original y siempre digno de amor, hasta que
pueda verse siendo protagonista de ese sueño en su más
plena realización. Hazlo salpicando de esperanza vuestra
conversación. Recordándole que es posible percibir un
obstáculo como una posibilidad de superación personal.
Aportándole ejemplos de vuestra vida o de las vidas de
otros en las que, en medio de la más espesa confusión, se
ha terminado viendo clara la posibilidad de solución.
Acompáñale en la tarea de transformar cada enfoque
negativo en un pensamiento constructivo, que reconozca y
valore algún aspecto presente con el que pueda contar para
progresar en sus objetivos. Graba esos pensamientos para,
cuales caracolas cantantes, escucharlos con frecuencia y así
vibrar más en sintonía con la frecuencia de su sentir al
visualizar su deseo realizado.
Y anímale también a compartir lo que ya es, más allá
de la forma en la que quiera evolucionar, como una forma
de salir del estancamiento, entrar en acción y así tener la
oportunidad de reconocer el valor de su aportación.
146
Capítulo 12 - Inspiracción
Además, puedes jugar a ser duende alentador con todo
lo que, a tu alrededor, parezca desmoralizado y te pida
colaboración. Puede que ellos sean tu ángel Serafín
dándote la oportunidad de descubrir tu don particular.
¿Qué es aquello que de ti puedes dar que a otros puede
ayudar, y que además, al darlo tú, descubres que sigues
teniendo más y que parece infinito ese potencial? Juega
ahora a buscar la respuesta a esta cuestión y juega también,
en esa dirección, a pasar a la acción haciendo las
modificaciones necesarias en tu agenda.
Ese don suele ser una forma de amor, y puedes
descubrirlo si te colocas en disposición de ser útil a la vida
y a quien contigo va. Solo se trata de dar aquello que hay
en ti y que tanta satisfacción te produce compartir. Eso ya
es vocación, es decir, profunda inspiración que te invita a
desplegar tu potencial y a compartir ese caudal para
facilitar la evolución de todo lo demás.
Teo te enseña que encontrar sentido a tu caminar tiene
que ver con dar y con estar agradecido a la vida por esa
posibilidad. En toda ocasión puedes elegir jugar a ver tu
vida como una oportunidad para compartir los dones que,
de forma única, tú puedes aportar.
Dejar que Teo y Serafín tomen vida en tu vida te
puede ayudar también a mantener una elevada percepción
de tu experiencia. Teo, contando sus positivas historias, le
recuerda a Serafín, cuando más hundido está, lo más
espiritual de su esencial identidad. Y elevándose a esa
perspectiva, Serafín puede tomar conciencia de nuevos
cauces de acción coherentes con su más alto propósito
147
Lo que el corazón quiere contemplar
vital. Mirada que facilita y acelera el encuentro en sintonía
de todo aquello que es necesario integrar porque forma
parte de una misma misión y comparte una común visión.
Para vibrar así puedes empezar, de cualquier día, al
amanecer. Y si puede ser, desde tu ubicación, comenzar
por contemplar con tranquilidad cómo despunta el alba,
cómo va surgiendo la luz dejando atrás la oscuridad.
Tras esa observación, juega a imaginar la vida desde
ópticas espirituales. A continuación te sugiero unas cuantas
visiones con las que puedes experimentar. Lee la primera y
cierra los ojos dejando que aparezcan imágenes,
pensamientos, sensaciones y emociones que tengan alguna
relación con tu forma de entender ese panorama. Después
haz lo mismo con las demás sugerencias jugando a
sembrar nuevos puntos de vista en el territorio de tu
percepción personal:
Imagina que todos somos extensiones de un infinito
campo de inteligente, amorosa y creativa energía. Hebras
de vida conectadas con todo lo demás y con la fuente de tal
flujo vital.
Imagina que eres una pieza del puzle de la vida y has
encontrado tu sitio, comprobando con satisfacción que con
tu singular aportación colaboras a la creación del puzle
total y colaboras también a que los demás puedan
encontrar su propio lugar.
Imagina que todos somos distintos puntos de vista de
una misma consciencia cósmica y por ello, al contemplar
la vida, estamos contemplando infinitas formas de nuestra
esencial identidad.
148
Capítulo 12 - Inspiracción
E imagina también, como vienes haciendo con
frecuencia en este cuento de encuentro, que eres Totalidad
jugando en su recreo. Y que juegas tranquila, sabiendo que
tarde o temprano todos los elementos de tu Onda
Encantada de la Vida van a ayudarse a descubrir lo que
son, y vibrando en esa sintonía, despertarán en el
enigmático reino de Todo lo que Es, sabiéndose Totalidad,
jugando a descubrirse, reconocerse y considerarse con
estima.
Después, a lo largo del día, juega a ubicarte en alguna
de estas perspectivas al ocuparte de tus asuntos y elegir
respuestas a tus circunstancias.
Igualmente, si cual ángel Serafín te sientes cansado de
afrontar obstáculos o te parece que se te están acabando las
ideas, sigue manteniendo tus visiones y confía. Da un salto
de fe y confía aún más. Es el mejor momento para recordar
una frase que Diminuta Máxima leyó en la primera carta
que recibió. Un estribillo para repetirlo cuando el camino
presente giros arriesgados, confusas bifurcaciones, abismos
o pendientes: Si me pierdo, recordaré que mi rumbo está
escrito en mi corazón. Y que aún en el sueño del olvido,
todo a coro cantará a mi oído la canción de mi alma, la
que aprendí de niño, la que canta el sueño que aún no se
ha cumplido. Y cantarán así, hasta cantar conmigo en un
común despertar agradecido. Recita este párrafo en voz
alta, confía y mantente a la escucha.
Además, para continuar activando la perspectiva de tu
ángel interior, al terminar tu jornada, párate a repasar todo
lo que has vivido en ese día, desde la confianza en que los
acontecimientos empiezan a responder a tu disposición de
149
Lo que el corazón quiere contemplar
apoyar tu expansión y colaborar así en la evolución de la
vida en su más plena manifestación.
Mira el collage que representa lo que tu corazón quiere
contemplar y piensa en la intrincada danza de
coincidencias tejiendo la trama de tu soñada realidad.
Juega a descubrir encuentros fortuitos, giros del destino y
tramos del camino que, de forma imprevista, han tomado
una nueva dirección y están apoyándote en tus objetivos.
Percibe la colaboración en la que toda la vida está inmersa
incluyendo también tu aportación. Procúrate un rato de
tranquilidad para anotar tus descubrimientos de
sincronicidad.
Juegas dentro de este cuento asumiendo la condición
del reino de Todo lo que Es, por la que todo es posible,
permitiendo y colaborando a que todo lo demás también lo
sea.
Juegas dejando que tu alma niña sea la protagonista, y
ella, inocente, soñadora y creativa, confía.
Juegas en su frecuencia, sin prejuicios, como si aún
nadie te hubiera dicho como debe manifestarse tu mundo
y, por lo tanto, permitiéndote imaginar la más feliz
realidad.
Como ella, no sabes cómo pero sabes que así quieres
que sea.
Juegas con confianza, pasión y libertad.
Y ahora que has dado vida en tu vida a todos los
miembros del clan, es momento de reunión en sintonía.
150
Capítulo 13
Todo encuentra su sitio, su valor y su función
Algún día cuando los hombres hayan conquistado
los vientos, las olas, las mareas y la gravedad,
reuniremos para Dios las energías del amor y
entonces, por segunda vez en la historia del
mundo, el hombre habrá descubierto el fuego.
Pierre Teilhard de Chardin
Una vez todos reunidos en Sintonía, en el paisaje sucedió algo
especial. Y es que en medio de una lluvia fina, como si el mismo cielo
apoyara los planes multicolores de la dríada reina, apareció un arco iris
a juego con la melena de Emma.
Y resultó que habiendo visto que los lazos de la vida les reunían,
un interés común les movía, y en ese interés sus particulares sueños se
entretejían, se sintieron comunidad, y aunque un vínculo familiar no
les unía, decidieron que iban a considerarse un clan y, como tal, un
nombre requería. Ese era el asunto a dilucidar en el momento en que
en el cielo vieron brillar un arco iris. Y por haberse dado este evento,
Clan del Arco Iris decidieron otorgarse como nombramiento. Así que
se había formado un clan, con un nombre, una misión y un plan
multicolor, y ahora te voy a desvelar cómo todo se resolvió y, cómo en
consecuencia, en Sintonía la gloria resplandeció y en una Onda
Encantada de la Vida todo vibró.
151
Lo que el corazón quiere contemplar
En esa reunión, Teo mostró su interés en encontrar pronta solución
al enigma que presentaba el deseo del árbol. Ese empeño fue apoyado
por dríada reina, pues Emma veía que las raíces del roble se volvían a
despertar y sus ramas a poblar, y quería tener algunas respuestas para
el momento en que el corazón del árbol volviera a recordar su extraño
anhelo. Y fueron las palabras que en esa reunión expresó Diminuta
Máxima las que pusieron remedio a esa preocupación.
—¿Por qué un roble estrellado que ya lo es iba a sentirse
insatisfecho por no haber alcanzado el anhelo de ser un roble
estrellado? —se preguntaban todos, confusos ante tal paradoja.
—Quizás —respondió Diminuta Máxima— es que para este
árbol, ser roble estrellado significa algo diferente. Y creo que yo tengo
la respuesta, pues si he llegado hasta aquí es porque confío en que hay
un roble en alguna parte, que como roble estrellado tiene una especial
misión que cumplir para todos los de su especie.
Fue entonces cuando Diminuta Máxima explicó la leyenda que tú
ya sabes sobre el roble caído, y terminó repitiendo los deseos que el
armario le había expresado en su momento:
—Pues bien —les dijo a todos Diminuta Máxima—, quizás este
sea el joven roble que logre pasar de la categoría de roble estrellado
contra el suelo a la de roble estrellado mirando al cielo, por coronado
en su copa con una estrella, mientras sigue siendo un imponente roble
bien enraizado en la tierra. Quizás sea este el momento de volver a
celebrar juntos la luz naciente. Ahora sabemos esta leyenda, nuestro
roble está bien cuidado por la dríada reina, y yo tengo en mi bolsillo
una estrella. ¡Aún estamos a tiempo de organizar nuestra particular
fiesta!
En ese momento todos los participantes en la reunión rompieron
en aplausos, pues comprendieron que esa podía ser la respuesta al
152
Capítulo 13
enigma y el final feliz que también coronara su labor en Sintonía. Así
que hicieron recuento de todos sus dones y anhelos y en función de
todos ellos redondearon el programa de acción.
Siguiendo estos acuerdos, Dragona Candela comenzó realizando
dos funciones diarias de fuegos naturales sobre el lago, con el fin de
templar su helada superficie y también con la intención de atraer
curiosos y visitantes, y así colaborar a dar al lugar un aire de fiesta, tal
como se contaba que antaño pasaba, cuando allí se reunían a celebrar
el paso de las estaciones y a honrar la tierra y todo lo que en ella
floreciera.
Dado su inagotable fuego interior, el clan tuvo a bien nombrarla
guardiana del fuego sagrado, que quisieron siempre estuviera prendido
en medio de ese territorio. Tal título tenía una tarea práctica de
mantenimiento de la hoguera, pero sobre todo tenía un valor simbólico
cuya transmisión también se encomendaba a Dragona Candela al
nombrarla centinela de esa lumbre. Y es que era sagrada esa fogata
porque evocaba el poderoso amor que en el centro de la vida ardía y el
corazón de toda alma encendía.
Pero además de estas funciones, que formaban parte del programa
naranja y amarillo, dentro del programa rojo, del que ya un poco te he
explicado antes, también Dragona Candela había de colaborar con
Ogro Logro abriendo acequias, sacando tierra acumulada en los pozos,
y en otras descomunales tareas que estas dos enormes criaturas
realizaban con fortaleza, firmeza y fundamento, siendo que poco a
poco comenzó a verse alguna zanja mojada, algún reguero de agua y
alguna rana contenta bañándose en una charca.
También quiero subrayar que Dragona Candela seguía calzando a
las cariñosamente apodadas Botas Rebotadas, y eso para todo el clan
significaba que en todo momento habían de recordar que todo sueño, si
153
Lo que el corazón quiere contemplar
sobre la tierra lo querían contemplar, en su horma debía contener,
además de una visión, un perseverante plan de acción en el que paso a
paso abundante energía encontrase canalización y, de ser un sueño
inmovilizado en la teoría, pudiera transformarse en un sueño
apasionado movido por la fuerza del espíritu en la vida.
En este sentido, cada amanecer todos se reunían descalzos
alrededor del lago y se mantenían en quietud y silencio observando el
creativo vacío en su interior, tal como queda todo calzado cuando aún
no es ocupado por ningún pie, ni se le ha confiado la misión de
avanzar hacia un objetivo. Esos momentos formaban parte del plan
verde, y era misión de Sirena Serena y las Maribrujillas acompañar los
comienzos y los finales de esas meditaciones con sonidos y cantos que
ayudasen a todos a descender al fondo de sus sentimientos hasta
sentarse en la propia paz que es el amable y espacioso sentimiento del
fondo.
Diminuta Máxima también quiso poner su granito de arena en este
punto y lo hizo compartiendo su tarjetón, ese que, como sabemos, lleva
inscrito un deseo que quiere convertirse en deseo realizado. Tal anhelo
fue aceptado y honrado como deseo del clan en su totalidad, pues
como ya antes Diminuta Máxima había pensado, apoyando ese sueño
se respaldaban todos los demás. De manera que en la meditación del
amanecer, tras un primer tiempo de quietud y silencio, su deseo grupal
con entusiasmo y fervor repetían. Y en ese territorio todo sonreía al
escuchar al clan afirmar: Por pequeño que sea, todo sueña; y siguiendo
el sueño que canta en su corazón, todo encuentra su sitio, su valor y su
función en otro sueño aún mayor, donde vibrando en sintonía, todo
despierta latiendo con un solo corazón. Y entonces parecía que desde
las piedras del camino hasta las nieves en las cimas promovían un eco
confiado que repetía: Esto es lo que quiere contemplar mi corazón.
154
Capítulo 13
Luego honraban, otra vez, el silencio, el vacío y la quietud que es
la nada que está en el fondo de toda creación; y como final de este
ritual, todos leían y recordaban para sus adentros sus anhelos
particulares, esas piezas del puzzle que cada cual debía colocar en su
lugar para que el puzzle completo se pudiera realizar.
En relación al apoyo de los deseos individuales, tomaban mucha
importancia las labores desarrolladas por Teo y Estrella, dentro de las
tonalidades índigo y turquesa del plan multicolor. Teo se iba reuniendo
con cada miembro del clan y le ayudaba, no sólo a recordar su
particular sueño, sino a imaginárselo hecho realidad y viviendo ya tal
felicidad. En esos momentos era tal el aliento que Teo ponía en sus
palabras de acompañamiento, que muy pronto quien le escuchaba
vibraba en sintonía.
Y entonces era cuando Estrella les ayudaba a diseñar las mejores
galas acordes con las bendiciones que ese sueño llevaba en su
naturaleza manifestar. Trajes de luz para el alma que ya desde ese
instante todos gustaban vestir para así atraer hacia sí todo aquello que
dichosamente le fuera afín. Y cada quién se calzaba después su propia
babucha, alpargata o chanclo, recordando mientras lo hacía que sus
pasos en ese día habían de ir en la dirección de sus sueños para así
contribuir al sueño de todos. Y recordaban también que para que sus
zapatos pudieran mantenerse firmes en la tierra de sus sueños, habrían
de poner en ellos toda su energía; es decir, toda su sabiduría, todo su
amor, e inspiradas y disciplinadas porciones de acción.
Hecho esto, se intercambiaban abrazos repitiéndose con alegría el
estribillo que, ya no sólo las caracolas cantantes, sino hasta los
caracoles que en lenta procesión empezaban a aparecer por las orillas
del lago, repetían: ¡Que en mi sueño feliz, tu sueño feliz alcance
culminación!. Y créeme que aún antes de que Dragona Candela una
155
Lo que el corazón quiere contemplar
llamarada matutina a su hoguera añadiera, el corazón de todo el clan
ardía en llamas de todos los colores.
De esa misma tonalidad fue el cartel que, para informar a quien
allí llegara, colocaron a la entrada del lugar. Ese rótulo decía así: Estás
entrando en Sintonía. ¡Qué en el sueño feliz de este lugar, tu sueño
feliz se alcance! Esto es lo que desea contemplar nuestro corazón. Te
damos la bienvenida.
Y siguiendo con la explicación del plan multicolor, en el que todos
encontraban su sitio, su valor y su función, también quiero contarte que
dentro del programa azafranado, Ogro Logro se encargó de distribuir
entre los pasadizos y las cuevas de debajo del lago, y cerca de las
raíces del roble, un puñado de caracolas cantantes grabadas
especialmente por Sirena Serena para recordar la dulzura y la
delicadeza que, aunque congeladas, se mantenían latentes en esos
fondos. Esas canciones invitaban a la asustada laguna a volver a fluir
con respeto y equilibrio, dejándose llevar con naturalidad por el
jubiloso sentimiento de estar viva.
Por su parte, las Maribrujillas, en estas tareas naranjas,
acompañaban los cantos de las caracolas con unos sonidos que
arrancaban de unas misteriosas palanganas llenas de agua, frotando
con las palmas de las manos sus dos asas. Y en ese concierto, no sólo
parecía que esos cuencos cantaran, sino que lograban que el agua en su
interior vibrara y así al lago invitaban a bailar, pues el líquido en las
palanganas bullía como si el espíritu de la vida danzara en su interior.
Una danza como la que realizaba Dríada Emma alrededor del
roble, baile con el que quería invitar a brotar a los tréboles, a las setas,
a los hongos y hasta a los champiñones, pues tenía confianza en que
pronto llegarían amigos del duende Teo: elfos, gnomos y genios que
156
Capítulo 13
necesitarían asiento y alimento para escuchar, dentro del programa
turquesa, sus alentadores cuentos.
A su vez, Estrella, para estas tareas azules y anaranjadas, les
confeccionó cálidas capas de confianza y estabilidad además de
algunos sombreros con lazos carmesí de júbilo y prosperidad, siendo
que todos ellos, al ponerse tales atuendos, lo hacían con la intención de
despertar en su interior sentimientos con esa misma vibración.
Y ahora me toca explicarte algo del plan amarillo, en el que Perico
Periscopio tenía una especial función, que consistía en animar al roble
a seguir creciendo, y trataba también de ayudar a todo el clan y a quien
llegaba al lugar a mantener elevados pensamientos y una visión de
conjunto en la que encontrara sentido cada particular actividad. Perico,
apoyándose en el tronco del roble y dejándose llevar, todo hay que
decirlo, por su ferviente deseo de estar cerca de la dríada reina y
admirarla mientras bailaba, estiraba su cuello; y por él subían de uno
en uno todos los demás para contemplar desde ahí arriba el territorio al
completo y, como un todo, las acciones que se estaban desarrollando
según el plan.
En esa ascensión eran acompañados por los serenos cantos de la
sirena, que había colgado también en las ramas sus caracolas cantantes.
Además, una vez en la altura de la copa del roble, las Maribrujillas les
hacían cosquillas en sus seseras con la intención (que ya conoces y en
ellas es habitual) de que les picase su curiosidad y así estuvieran
dispuestos a observar más allá del horizonte habitual.
Desde esa perspectiva fácilmente comprendían cómo sus esfuerzos
se entretejían y, al descender, decían sentir una gran tranquilidad, pues
creían que además de su plan un orden mayor debía de funcionar, ya
que estaba coincidiendo todo tan bien que ni la dríada reina lo hubiera
podido de antemano planear así.
157
Lo que el corazón quiere contemplar
Mientras tanto, Emma, en la cima del roble y trabajando en el plan
púrpura, bailaba en círculos, habiéndose puesto el vestido de los mil
pétalos violetas que para ella Estrella había diseñado con suaves telas y
tules de honestidad, ecuanimidad y presencia. Cuando bailaba así, se la
veía muy feliz; y su ropaje parecía recoger las más amables y
poderosas energías circundantes que luego radiaba en forma de
espirales de colores que fructificaban todo aquello que alcanzaran en
su vuelo.
Y esa experiencia de dejarse mojar por esa lluvia radiante, el clan
coincidió en describir como el momento de abrir el tesoro que está en
el interior de todo lo que es para, con entendimiento, disfrutarlo,
compartirlo y multiplicarlo. Eran instantes en los que su alma sentían
plena y su ánimo bien dispuesto para honrar la vida y todos sus
misterios.
En momentos así, y por obra y gracia de Ogro Logro, brillantes
esferas de todos los colores salían de las caracolas colgadas en las
ramas del roble, y se deslizaban juguetonas por las cintas que
adornaban su tronco hasta posarse mostrando ser preciosas gemas en
las manos, en las cabelleras, en los bolsillos y en los zapatos de todos
los presentes, que eran los que de corazón estaban queriendo colaborar,
reconociendo lo que su alma podía aportar, y con conciencia de unidad
vibrar, para que la vida toda pudiera fructificar y en su abundancia a
todos beneficiar.
De esta guisa es como se iba desarrollando el plan multicolor, con
tareas variadas rojas, naranjas, amarillas, verdes, turquesas, añiles y
violetas; es decir, de todo el espectro del arco iris, teniendo en cuenta
que unas labores y otras quedaban relacionadas dando infinitos matices
de colores, energías y sutiles geometrías. Y conforme el plan se iba
desplegando, más potente se hacía la llamada a sintonía y más
respuesta tenía, siendo que pronto lo que parecía un desértico páramo
158
Capítulo 13
ya iba apuntando maneras de fértil edén, y lo que en principio era un
clan tomó forma de una gran comunidad, por lo que se sintieron
preparados para organizar la singular fiesta que, recuperando el espíritu
de la antigua tradición, honrase la luz naciente.
159
Capítulo 13 - Inspiracción
InspirAcción
Todos a una
Hoy es siempre todavía.
Antonio Machado
Viajando con tus sueños hacia el horizonte de su
realización, estás ampliando tu conciencia de ser y, en tu
paisaje existencial, nueva fuerza vital va encontrando
cauces de acción para su expansión. Ver lo que tu corazón
quiere contemplar tiene relación con permitirte ser y con
ampliar la conciencia de esa vida creciendo a tu través.
¿Se ha encaminado tu trayectoria en alguna nueva
dirección? ¿Contemplas tu experiencia desde más amplias
perspectivas? ¿Estás experimentando más sentido de
rumbo y propósito? ¿Has logrado superar alguna antigua
limitación? ¿Te sientes más presente, más auténtico y más
vital? ¿Te diviertes más? ¿Has encontrado nuevos motivos
de gratitud? ¿Ha surgido un mayor sentido de aportación?
Ahora, con nuevas energías activadas y reunidas en
sintonía, puedes apoyar el despliegue de tu más elevada
expresión, tu estrella personal, brillando en la frecuencia
del sentir de tu corazón.
161
Lo que el corazón quiere contemplar
Es el momento de aplicar, en tu territorio personal, el
“plan multicolor” para promover un mayor sentido de
autorrealización, contribución y conciencia de unidad. Y
hacerlo, imaginando al estilo de la driada reina, que el
camino de la vida no traza un estático círculo cerrado, sino
círculos abiertos e integrados en otros círculos mayores
que, al incluir la dimensión vertical, se muestran como
armoniosas espirales, en cuyo transitar todo lo que es
puede evolucionar particularmente y como totalidad.
Este programa de acción se apoya en todo lo aprendido
al dar vida en tu vida a cada uno de los miembros del clan
y añade un valor complementario al entrelazar esas
enseñanzas en un sistema de mutua colaboración. Por lo
cual, te puede ser muy útil, mientras vas perseverando en
las pautas que te especifico a continuación, repasar y
practicar todo aquello que, sugerido anteriormente,
consideres especialmente adecuado para este momento de
tu travesía personal:
Al modo de Dragona Candela, recuerda ser consciente
y responsable centinela del fuego de la vida ardiendo en tu
interior. Al comenzar el día, mira el brillo de tus ojos en un
espejo y, mientras lo haces, recita varias veces, con
respetuoso reconocimiento, la siguiente declaración:
Honro tu presencia, pues perteneces a la vida y, con tu
singular aportación, colaboras en su infinita expansión.
Hazlo como si, confiando en su positiva intención,
estuvieses convocando a lúdica reunión a toda la energía
albergada en cada aspecto de tu ser.
162
Capítulo 13 - Inspiracción
También, cada mañana, procúrate un tiempo de
silencio y quietud. Busca un lugar tranquilo, siéntate, cierra
los ojos y, respirando conscientemente, coloca tu atención
en el espacio físico de tu corazón. Imagina este centro
energético como tu laguna interior. Con cada inspiración,
las aguas se aquietan más y, con cada exhalación, se
vuelven más transparentes.
Mantén unos minutos esta visualización y, después,
vibrando como Sirena Serena, imagina que con cada
respiración vas descendiendo a lo más hondo hasta
sentarte en la propia paz que es el amable y espacioso
sentimiento del fondo. En esa paz, entras en contacto con
un infinito campo de energía, un vacío creativo de donde
surge el patrón de vida necesario, para desplegar todo tu
potencial. Con cada respiración te vuelves más y más
receptivo a ese poder creador y a su sabia inspiración.
Luego ponte de pie, con las piernas ligeramente
separadas, y, en la frecuencia de Emma, tu driada reina,
imagina que al inspirar reúnes fuerza vital y una espiral de
energía multicolor asciende desde la tierra de tu
experiencia personal hasta lo más alto de tu árbol interior.
Al expirar llevas todo el amor que sientes hasta dónde
alcance tu aliento vital. Repite esta secuencia hasta que
notes, en tu interior, un juguetón impulso que te invita a
ponerte en acción.
Entonces será un buen momento para que, dejando que
la Diminuta Máxima que hay en ti dirija la situación,
reafirmes tu apoyo a los sueños del alma latiendo en tu
apasionado corazón. Con ese ánimo, recita la canción de la
caracola marina, repasa la lista de deseos escrita en tu
163
Lo que el corazón quiere contemplar
tarjetón, contempla el collage y, abrazando la estrella que
simboliza tu visión y tu misión, exclama con confianza y
convicción: Esto es lo que quiere contemplar mi corazón.
Exprésalo con la profunda intención de apoyar el
despliegue de la vida que, en ti, quiere expandirse para ser
admirada, honrada y celebrada.
También, dentro de esta práctica matinal, te será útil
recordar que para que tus pasos puedan mantenerse firmes
en la tierra de tus sueños, habrás de poner en ellos toda tu
energía; es decir, toda tu sabiduría, todo tu amor, e
inspiradas y disciplinadas porciones de acción.
Desde esta perspectiva, para asegurarte concentración
en tu visión, repasa la sección “Primeros Pasos” de tu
cuaderno de apuntes; agenda todas las acciones que, en
apoyo de tu soñada realidad, decidas realizar; y afírmate en
la intención de contemplar todo tipo de actividad, quehacer
o responsabilidad que afrontes durante el día, como una
valiosa oportunidad para crecer, evolucionar y contribuir.
En línea con esta disposición de pasar a la acción, sean
cuales sean tus circunstancias, cual Dragona Candela en
sus espectáculos de fuegos naturales, y más allá de la
forma en la que quieras evolucionar, empieza por
compartir lo que ya eres, lo que sabes, lo que sientes y lo
que tienes.
Para apoyar esta intención y como reconstituyente para
el ánimo, cuando te encuentres vacío o creas que ya nada
te queda, recuerda preguntarte: ¿qué es lo que yo puedo
dar? Y organízate para entregar aquello que aparezca como
respuesta. Confía en que haciéndolo pasarás de sentirte
164
Capítulo 13 - Inspiracción
victima a saberte protagonista movido por la fuerza de tu
espíritu, leal militante de la vida. Con esta actitud también
estarás cultivando esa disposición de ánimo desde la que se
puede contemplar los intereses de otros como tus propios
intereses, y sentir el sosiego y la paz interior que proviene
de la mutua colaboración.
Además, para favorecer tu voluntad de realización,
cual Ogro Logro abriendo acequias y sacando tierra
acumulada en los pozos, persevera en las tareas de apertura
emocional. A tal fin, confiando sea desactivada todo tipo
de distorsionante memoria inconsciente y transformada tu
percepción, cuando observes que estás sintiendo alguna
dificultad para fluir con alegría de ser y determinación,
recita la siguiente afirmación:
Guiado por la inteligencia de mi corazón encuentro
conocimiento y efectiva disposición para, aquí y ahora,
vibrar en sintonía con todo lo que es y construir creativos
cauces de acción desde la paz y la libertad de ser.
Con esta misma actitud, cada vez que, haciendo tu
diario caminar, te sientas confundido, desmotivado o falto
de sentido, practica el juego de volver al centro que
aprendiste con Estrella, y en medio de ese círculo cordial,
entona con convicción, la siguiente intención:
Tomo conciencia de lo que soy y, en el espacio y el
tiempo, mis movimientos lo manifiestan.
Entro en sintonía con lo que mi corazón quiere
contemplar y, en coherencia total, mi huella dibuja el
mandala de mi propósito vital.
165
Lo que el corazón quiere contemplar
Danzando así, en mi conciencia de ser se reflejan tres
círculos de plenitud: el círculo espiritual, el círculo del
corazón y el círculo vital. En el primero, brillo en paz; en
el segundo, alumbro con amor; y en el tercero, ilumino
desde la alegría, la gratitud y el ánimo de celebración.
Después, haz lo que tengas que hacer manteniéndote
en la vibración de esos tres círculos. Empieza buscando,
en la circunstancia que afrontes, algún motivo de
celebración y, por pequeño que sea, siente gratitud. Luego,
disponte a vivir esa situación con alegría de ser,
afrontándola, en la medida que te sea posible, con ternura,
sencillez y sentido del humor. Abraza esa experiencia con
todo el amor que logres sentir y siéntete en paz por haber
puesto en este momento tu mejor voluntad.
Estés donde estés y hagas lo que hagas, durante tu
jornada, honra tu existencia y agradece el camino que te
lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima.
Contempla con consideración lo que a tu alrededor, por
pequeño que sea, también sueña; y juega a transmitir
confianza, compromiso y esperanza, Para apoyar estos
propósitos, sintiéndote Diminuta Máxima abrazando a
Bota Rebotada, busca un rato cada día para tomar tu
cuaderno de apuntes y anotar, al menos, una docena de
recursos, personas, situaciones, cualidades o aspectos de tu
experiencia que en alguna forma te ayudan a avanzar en tu
camino y disfrutar de esa vivencia. Bendice cada uno de
esos elementos presentes en tu trama existencial; es decir,
nómbralos con estimación en tus anotaciones y hónralos,
en tu corazón, con un sentimiento de apreciación.
166
Capítulo 13 - Inspiracción
Juega a realizar este ejercicio con la intención de
abrazar tu presente con entusiasmo y gratitud, y con el
ánimo de celebrar el avance de la vida, en colaboración,
hacia más elevadas frecuencias de vibración. Repasa estos
apuntes siempre que tu atención solo esté teniendo en
cuenta algún tipo de carencia o insatisfacción.
También, cual duende alentador, cada vez que
intercambias saludos, bienvenidas o abrazos en el silencio
de tu corazón, exclama: ¡Que en mi sueño feliz, tu sueño
feliz encuentre culminación! Que ese deseo, desde la
disposición a la mutua colaboración, esté bien claro en el
dintel de tu mirada, en la puerta de entrada de toda relación
y en la ventana de cada tarea en cooperación. Que sea el
lema que todos intuyan en tu saludar, que sea la firma de tu
sonrisa y el sello de tu amabilidad.
Procura hacer de tu movimiento vital una llamada al
encuentro en sintonía y una continua invitación a que la
energía del corazón vuelva a fluir con respeto y equilibrio,
dejándose llevar con naturalidad por el jubiloso
sentimiento de estar viva.
Practica con actividades que potencien esa naturalidad.
Encuentra las formas de expresión más adecuadas a tu
proceso personal, procurando espacio para la inocencia, la
espontaneidad y la creatividad. En la frecuencia de las
Maribrujillas, y por el simple deseo de jugar, prueba
nuevas experiencias más allá de lo habitual. Y permítete
asombrarte. Como sabe tu alma niña, aunque todo
parezca igual, a cada instante, todo es diferente; y así
visto, el presente resulta apasionante.
167
Lo que el corazón quiere contemplar
Como Estrella, muévete con el ánimo vestido de
júbilo, confianza y sentido de abundancia, pues esta
convocación la emites desde el corazón y, ahí, la carencia
no tiene lugar como tal, y si aparece, se le invita a
mostrarse como oportunidad de mejorar, aprender y
colaborar.
Para apoyar esta disposición, a lo largo de la jornada,
cada vez que cambies de actividad, cierra los ojos y recita
con convicción: Soy parte de la vida y, aquí y ahora, tomo
conciencia de su abundancia y su poder creador.
Además, cuando, para atender tus asuntos, decidas
caminar un rato, hazlo observando tus movimientos. Así
podrás comprobar que al andar das un paso en el vacío
mientras con el otro te afirmas más. Y entenderás que
sería imposible avanzar si no aceptaras experimentar esa
porción de vacío. Toma conciencia, entonces, de que
también en tu recorrido vital, la incertidumbre y la
inestabilidad forman parte de tu proceso de evolución.
Vibrando con Perico Periscopio y ángel Serafín, ante
los retos más desafiantes y los más grandes obstáculos,
eleva tu ánimo recordando tus ideales, tus valores y el
sentido de tu caminar. Alimenta tu espíritu con
inspiradoras influencias. Elige lecturas, imágenes,
compañías y experiencias que te ayuden a mantener un
positivo enfoque y una optimista expectativa.
En correspondencia, juega a conseguir que, en tu
compañía, todos se sientan grandes al recordarles la
grandeza de la vida que canta en su corazón. Ofrece
pensamientos “lianas” a quienes quieren jugar contigo a
168
Capítulo 13 - Inspiracción
elevar su perspectiva. Comparte tu visión más expandida
para que otros sientan curiosidad y quieran ver lo que
pueden contemplar, elevándose hasta su más alto
propósito vital.
Cultiva un constructivo y alentador diálogo interior.
Graba tu propia voz pronunciando motivadoras
afirmaciones y, como si fueran caracolas cantantes,
escúchalas en momentos de relajación o cuando te vayas a
dormir.
Contando con tu duende alentador, dedica un tiempo
cada día a visualizar escenas en las que seas el protagonista
de tus sueños en su más feliz manifestación. Mientras lo
haces, abraza tu estrella con la intención de anclar el
sentimiento asociado a esas visiones. Y repite este gesto
cada vez que quieras evocar ese tono vital y conseguir así
ser elemento coherente, en el presente, con tan deseada
manifestación, y atraer desde esa vibración a todo lo que es
afín.
Activando estas frecuencias, todo lo que esté buscando
esa misma luz, te verá centellear; te reconocerá y sabrá que
está dónde quiere estar, pues en esa vibración sentirá un
gran bienestar; reconocerá su sitio, su valor y su función, y
se sabrá colaborador en un sueño común.
Cada anochecer procúrate un tiempo de tranquilidad
para repasar las experiencias del día. Al estilo más inocente
y generoso de Ogro Logro, disponte a reconocer y apreciar
todo lo recibido, y también a valorar honestamente tu
contribución. Las siguientes preguntas te pueden resultar
útiles en esa recopilación: ¿Qué has aprendido? ¿Qué has
169
Lo que el corazón quiere contemplar
compartido? ¿Se han encaminado tus acciones en la
dirección de tus sueños? ¿Has apoyado los sueños de los
demás? ¿Te has permitido ser con más libertad? ¿Te has
sentido útil? ¿Qué aspectos de tu experiencia has honrado
hoy? ¿Has expresado agradecimiento? ¿A quién has
cuidado? ¿Te has reído? ¿En qué formas has expresado
afecto? ¿Has compartido respeto y reconocimiento?
Este momento de reflexión también es una buena
oportunidad de renovar tu compromiso de ser, permitiendo
y colaborando a que todo lo demás también lo sea, y que,
así, la vida toda pueda fructificar y en su abundancia a
todos beneficiar.
Y para apoyar esa intención, procura que, antes de
quedarte dormido, tu mente se enfoque en esta visión:
Igual que el firmamento abarca a todas las estrellas y
éstas, expandiendo su luz, iluminan la bóveda celeste,
también a todas las criaturas, en una red de luz, un
principio de amor sustenta hasta que ellas mismas se
transformaban en manantial de amor y más red de
luminosa vida crean.
Déjate llevar por el sueño confiando en que, en los
matices de tu particular luz, la infinita y creativa
inteligencia de la vida que eres está sincronizando todos
los acontecimientos que han de suceder en ese proceso,
para que tu estrella brille en todo su potencial.
Conforme vas practicando con el plan, vas tomando
más consciencia y responsabilidad de tu propósito vital;
diriges la transformación de tu frecuencia de vibración; y,
cuanto más se va descongelando tu laguna interior, más
170
Capítulo 13 - Inspiracción
irradias amor incondicional convocando a conciencia de
unidad. Todo esto, según el clan, es asunto a celebrar.
Así que te sugiero, dentro de este programa de acción,
incluir, de tanto en tanto, un festivo alto en el camino para
conmemorar los objetivos logrados y valorar el tramo
recorrido.
171
Capítulo 14
Una singular celebración
Más allá del cuerpo, del sol y de las estrellas; más allá de todo lo que
ves, y, sin embargo, en cierta forma familiar para ti, hay un arco de luz
dorada que al contemplarlo se extiende hasta volverse un círculo
enorme y luminoso. El círculo se llena de luz ante tus ojos, sus bordes
desaparecen y lo que había dentro deja de estar contenido. Su luz se
expande y lo envuelve todo extendiéndose hasta el infinito y brillando
eternamente sin interrupción ni límites de ninguna clase. Dentro de
ella todo está unido en una continuidad perfecta. Es imposible
imaginar que puede haber algo que no está dentro de ella pues no hay
lugar del que esta luz esté ausente.
Un Curso de Milagros
Ahora es cuando llega el momento en el que todo va tomando
conciencia de su propia labor en esa obra maestra que es el tapiz de la
vida, emergiendo en hilos de luminosa existencia, lo que felizmente ya
canta como realidad en el corazón de Totalidad.
Y así es mi misión contarlo para dejar constancia del juego de la
infinita creación en su gloriosa expansión. También es aquí donde el
clan se da cuenta de mi presencia y de que se están uniendo a la
comunidad y colaborando en su misión seres de todas las dimensiones,
y no únicamente en referencia a sus distintos tamaños, sino a sus
inesperados lugares de procedencia.
173
Lo que el corazón quiere contemplar
No se hubieran dado cuenta de estas afluencias e influencias si la
peculiar celebración que estaban organizando no hubiera constado de
un movimiento de reconocimiento, agradecimiento y apreciación. Tal
fiesta, que decidieron seguir denominando, como antaño, la
Celebración de la Luz Naciente, quiso el clan que se realizara
especialmente en honor del roble y la laguna, ya que su llamada de
auxilio había propiciado su encuentro y su hermanamiento en Sintonía.
Por eso también querían que esa fiesta incluyera dos momentos
especiales: uno en el que todos cantaran a una alrededor de la laguna y
otro en el que el roble fuera coronado con una estrella en el momento
de la aparición de las primeras luces del alba. Y, además, el clan quería
que en esa celebración se honrasen también los sueños, que paso a
paso se estaban viendo cumplidos, y se tuvieran en cuenta, con
gratitud, los beneficios de estar perseverando en tales empeños.
Como ya sabes, dentro del plan multicolor el deseo del tarjetón era
recitado cada amanecer por todo el clan a modo de meditación, y
también ese texto fue el estribillo que eligieron para cantar todos a una,
alrededor del lago que ya estaba volviendo a ser laguna, mientras
agradecían todo lo que esas palabras representaban para los que en ese
coro participaban. Tal concierto, ya desde el momento de los ensayos,
además de un precioso evento que reunía en Sintonía a participantes de
todo tipo y condición, estaba siendo una bendición, pues esas voces
unidas ayudaron al lago a modificar su frecuencia de vibración hasta
sintonizar con la paz que en su fondo cantaba y que Sirena Serena
había sabido escuchar.
Y, así, al extenderse por fuentes, afluentes y cañerías, agua
sanadora demostró ser, pues quien la bebía entraba en sintonía con esa
armonía y su mente se volvía receptiva a la conexión con todo lo
demás. De forma que todos pudieron constatar y celebrar que la
laguna, en su intención de ayudar al roble en su crecimiento y
potencialidad, se ayudó a sí misma encontrando su más pura sonoridad
174
Capítulo 14
y, al extenderse, ayudó a entrar en sintonía a todo lo que la recibía.
Además, siendo que las aguas del lago llegaban a lo más profundo del
subsuelo a la vez que, envueltas en nubes, alcanzaban las más altas
cumbres, se puede decir que todo quedó bajo la influencia de su
frecuencia, incluyendo aspectos de la vida que la retina no logra
percibir pero el corazón presiente y con agradecimiento su influencia
acepta sonriente.
También tengo que subrayar que cuando en la asamblea se habló
de organizar tal celebración, las Maribrujillas se pusieron
especialmente contentas, ya que se sabían expertas organizando fiestas.
En sus convites no sólo hacían las delicias del paladar de los
participantes con sus variopintas y concéntricas tartas y tortas de frutas
y especias, sino que, sobre todo, animaban; es decir, evocaban el alma
de la comunidad con la sonoridad de sus cuencos y ayudaban a
encontrar nuevos órdenes, equilibrios, acuerdos y concordias en los
círculos de afecto, camaradería y amistad que con sus melodías
promovían. Además, como gustaban de asentarse en la cabellera de
Emma, y esta bailaba en las ramas de todas las alturas del árbol roble,
las Maribrujillas, con sus mágicas frecuencias de vibración y sus
masajes en forma de cosquillas, invitaban a participar a seres de todas
las dimensiones.
Por eso, en esta particular fiesta, igual que gemas de todos los
colores colgaban de las ramas del roble y tiras de brillantes dones lo
adornaban con lazos y rosetones, también pudo adivinarse, a veces
verse, en algunas ocasiones intuirse y en los momentos de más
armonía sentirse, una gran variedad de radiantes y sabias energías.
Almas ascendidas, maestros y maestras de reconocidas escuelas
espirituales, criaturas de noble intención y real distinción, arcángeles y
seres alados de todo tipo formando parte de la celebración, como
forma parte el silencio de una canción, o el espacio en blanco rodeando
175
Lo que el corazón quiere contemplar
las palabras de una narración, o el vacío necesario para que se teja con
hilos de realidad uno de los felices sueños de Totalidad.
Además, has de saber que cuando Roble Estrellado escuchó el
anhelo del armario de Diminuta Máxima comprendió lo que sus
antepasados representaban, y esta comprensión le revitalizó y dio un
sentido tal a ese anhelo suyo de ser roble estrellado que sus raíces, su
tronco, sus ramas, sus frutos y hasta sus sombras se pusieron manos a
la obra, llegando al punto de sudar tinta en el empeño y, como
consecuencia, de las agallas de su corteza brotaron sustancias que
permitieron que las letras de esta historia se escribieran y pudiera ahora
yo decirte que sé de buena tinta todos estos detalles.
Y en ese afán por pasar de la categoría de roble estrellado contra el
suelo a la de roble estrellado mirando al cielo, por coronado en su copa
con una estrella, mientras seguía siendo un imponente roble bien
enraizado en la tierra, consiguió no sólo a sus antepasados honrar y a
toda la grandeza de su especie reivindicar, sino que al sentirse digno de
realizar su misión, muchos a su alrededor en ese mismo objetivo
pudieron colaborar, aportar sus dones y, por lo tanto, desarrollar sus
cualidades más especiales.
En este punto es importante explicar que, por unanimidad, el clan
decidió que fuera Diminuta Máxima la que en el momento principal de
la fiesta subiera hasta la copa del roble para colocar la estrella en la
corona de la dríada reina, ya que esa inocencia que Diminuta Máxima
había guardado en su corazón, además de su estrella, era la que había
convertido esta aventura en un camino de jubiloso encuentro. La
inocencia y esa primera manifestación de unidad que es siempre la
generosidad de un corazón que intuye que el interés de otro es también
su propia motivación.
176
Capítulo 14
Además, en ese bendito instante en el que la más bajita alcanzaba
la altura máxima, todos los que en esta fiesta participaban sintieron que
ascendían con ella, pues Diminuta Máxima a lo más alto llegaba
gracias a que todos estaban en Sintonía, manteniéndose en su sitio y
cumpliendo su función. Esa frecuencia de vibración era un eco del
deseo de amistad que Ogro Logro entendía como una forma de amable
desprendimiento y divertida solidaridad, donde todo contaba
encontrando su valor en la combinación con todo lo demás. Como
consecuencia, fluyeron nuevos canales de abundancia y, en
correspondencia, cada miembro del clan aprendió a considerar digno
de estimación lo que aún no comprendía pero su corazón intuía que
tenía en alguna dimensión su particular contribución.
Por otra parte, puedo decirte que Emma logró cumplir su sueño de
bailar en medio de la luz blanca que abarca todos los colores, pues
como colofón del singular ritual, como antaño se contaba que sucedía,
se pudo divisar una gloria en el cielo brillar. Un círculo blanco y
dorado que los meteorólogos explicaban como fenómeno atmosférico
denominado “gloria matinal”, pero que el corazón de quien lo
admiraba en ese momento y lugar interpretaba como vislumbre de
totalidad en el que, al igual que todos los colores, los sueños de todos y
el sueño de la comunidad encontraban posibilidad.
Y el circular arco iris que formaba parte de esa gloria,
confundiéndose con los tirabuzones de Emma, se veía como camino de
realización para todos sus anhelos; es decir, portentoso plan de acción
que a todos servía de inspiración. Ese momento quedaba enmarcado en
tan preciosa luminosidad que parecía un feliz vislumbre de eternidad.
Así que al punto de esa celebración, todo en Sintonía parecía ya
funcionar teniendo en cuenta la condición que al principio de esta
177
Lo que el corazón quiere contemplar
narración te contaba que sucedía en el prodigioso reino de Todo lo que
Es. Esa condición que al entrar en Sintonía ya se percibía y que decía:
todo lo que es posible tiene que serlo, permitiendo y colaborando a
que todo lo demás también lo sea.
Posiblemente, por estar vibrando así fue que Diminuta Máxima en
los días en los que preparaban la fiesta comenzó a recordar un anhelo
que, según a sus compañeros de clan explicó, no sabía que se hubiera
realizado y ni tan siquiera había podido ayudar en su resolución. Se
trataba del anhelo de los apuntes que querían convertirse en un relato
con final feliz; a decir de esos apuntes, un cuento que acaba bien y, ya
de paso, un cuento bien acabado.
Diminuta Máxima les explicó que en el tiempo en el que empezó a
escuchar los deseos de los elementos insatisfechos de su biblioteca, al
querer apoyar el anhelo de esos apuntes, no pudo hacerlo, pues dentro
de la carpeta donde se suponía que estaban contenidos, en vez de los
apuntes encontró la carta que todos ya conocían. También Diminuta
Máxima les mencionó que tal asunto había recordado al ver al árbol
roble sudar tinta, no al estilo de un calamar, pero sí emitiendo
sustancias que algunos entendidos en artes gráficas coincidían en
considerar estupenda materia prima que, tras adecuados tratamientos,
se podría utilizar para escribir.
¿Quizás el árbol roble, ahora que conocía su misión y que estaba
dispuesto a protagonizar el sueño de algunos de los de su especie,
quería que toda esta experiencia se pudiera inmortalizar en las páginas
de un relato? Si encontrara esos apuntes, podría ofrecerles ser el
manuscrito de esta historia y, además, participar en un final que
aseguraba ser colorín colorado, haciendo alusión al plan multicolor, y
también estar lleno de compartida felicidad.
178
Capítulo 14
Diminuta Máxima les confesó, además, que cuando encontró la
carta pensó que quien la había escrito posiblemente habría cogido tales
notas y, dado que era quien había escrito el deseo del tarjetón, quizás
también tendría en cuenta y apoyaría el sueño de esos apuntes.
179
Capítulo 14 - Inspiracción
InspirAcción
Celebrando la luz naciente
¡Por mi amor y esperanza te insto a que
no repudies el héroe que hay en tu alma!
¡Permanece fiel a tu más elevada esperanza!
Fredrich Nietzsche
Comenzaste este lúdico recorrido preguntando a tu
alma niña: ¿Qué es lo que, en nuestra vida, aún está
esperando a ser? Y has ido dando la bienvenida a todo lo
que en este recreo ha querido participar, afirmándote en la
intención de apoyar el despliegue de la vida en todo su
potencial.
Convocando en ti, a cada uno de los miembros del
clan, has activado nuevas frecuencias de vibración acordes
con tu personal evolución. Y jugando a desarrollar con
confianza, paciencia y perseverancia el plan multicolor,
estás promoviendo que tu paisaje existencial sea una
espiral de energía que vibra más en sintonía con la visión
de tu soñada realidad.
Es tiempo de celebrar y agradecer. De todo lo que tu
corazón quiere ver, ¿qué es lo que ya estás pudiendo
contemplar? ¿Qué es lo que ha empezado a fructificar?
¿Qué hay de nuevo para honrar y admirar? ¿Algo en ti,
181
Lo que el corazón quiere contemplar
antes desorientado, ha encontrado su sitio, su valor y su
función? ¿Has logrado desarrollar alguna capacidad hasta
ahora sin emplear? ¿En qué aspectos eres ya el cambio que
en tu mundo quieres ver? ¿Percibes tú vida en continua
expansión? ¿Qué sueños se están haciendo realidad?
Si tienes respuesta positiva para alguna de estas
cuestiones, eso ya es motivo de celebración, pues quiere
decir que más vida ha salido a la luz; y organizar una fiesta
al estilo del clan tiene por objeto celebrar la vida naciente,
que siempre es luz cuando la conciencia la contempla,
vibrando al compás del corazón.
Una buena forma de comenzar tu particular fiesta es
detallando en tu cuaderno de apuntes los motivos del
evento; es decir, todos y cada uno de los aspectos de tu
soñada realidad que ya se están empezando a manifestar.
Sea un proyecto postergado que está siendo realizado, una
situación estancada fluyendo en libertad, una cualidad que
se empieza a desarrollar o, en general, todo aquello que, en
tu conciencia de ser, estás pudiendo ver crecer y
evolucionar.
Anota, además, todo lo que consideras que ha
colaborado en la manifestación de esos deseos. Incluye en
este repaso lo visible y lo invisible, lo que te resulte obvio
y también todo aquello que únicamente creas adivinar. Con
esta percepción te pones en la vibración del clan que
aprendió a considerar digno de estimación lo que aún no
comprendía pero su corazón intuía que tenía en alguna
dimensión su particular contribución.
182
Capítulo 14 - Inspiracción
Aprecia igualmente todo lo aprendido al dar vida en tu
vida a cada uno de los miembros del clan, aspectos de ti
cuyas energías, en el camino hacia la realización de tus
sueños, has sabido reunir, armonizar y compartir.
Y destaca también, en tus apuntes, tu apoyo y
aportación a la consecución de los sueños de los demás.
Que en el conjunto de esta evocación quede
representada la abundancia de la vida en su trama de
colaboración, donde todo cuenta encontrando su valor en
la combinación con todo lo demás.
Tras esta reflexión te sugiero continuar con la
siguiente meditación, a realizar, si es posible, frente a una
ventana, al despuntar las primeras luces del alba:
Siéntate con la espalda erguida, los pies firmemente
apoyados en el suelo y los ojos cerrados. Lleva tu atención
al ritmo de tu respiración y sigue su compás mientras
mantienes la intención de ir llegando al fondo de tu ser.
Después de unos minutos haciéndolo así, imagínate el
árbol y la laguna de tu paisaje interior. Ese árbol hunde sus
raíces hasta llegar al corazón de la madre tierra, que le
ofrece sus recursos incondicionalmente. Ese roble también
eleva sus ramas contemplando el corazón del padre sol,
que le ofrece su luz sin condición. Y a imagen y semejanza
de la tierra y el sol, las cristalinas aguas de tu laguna
interior, vibrando en amor incondicional, convocan al
encuentro en sintonía para apoyar el crecimiento y la
evolución en mutua colaboración.
183
Lo que el corazón quiere contemplar
Tras un rato sosteniendo esa visión, mientras sigues
consciente de tu respiración, comienza a recordar uno a
uno tus motivos de celebración.
Después imagina que colocas tu estrella en lo más alto
de tu árbol roble simbolizando así que esos aspectos de tu
experiencia que estaban esperando a ser, ahora, con plena
conciencia de realización, entonan un agradecido “Yo
soy”. Recuerda cuanta vida ha participado en la
manifestación de tan dichosas experiencias, siente todo el
poder acumulado en esa pasión existencial y honra, con un
sentimiento de celebración, el avance de la vida en
colaboración hacia más elevadas frecuencias de
vibración.
De la mano de tu alma niña, trocitos de sueños han
logrado alcanzar su más elevada expresión y en tu
conciencia de ser nueva vida puede ser honrada, admirada
y celebrada. La intención de ese movimiento siempre es
amor por la vida, amor por su expansión, amor por el
proceso de creación, amor por la canción que canta cada
corazón y por el canto común, canto en unión, al
comprobar que todo puede ser permitiendo y colaborando
a que todo lo demás también lo sea.
Así, tu estrella del alma encuentra su natural
ubicación, dándole a tu árbol interior la posibilidad de
saber qué sentido tiene ser lo que es. Para apoyar esa
comprensión puedes recitar en silencio la siguiente
afirmación: Igual que el firmamento abarca a todas las
estrellas y éstas, expandiendo su luz, iluminan la bóveda
celeste, también a todas las criaturas, en una red de luz, un
principio de amor sustenta hasta que ellas mismas se
184
Capítulo 14 - Inspiracción
transforman en manantial de amor y más red de luminosa
vida crean.
Como final de esta meditación, abre los ojos, quédate
un rato contemplando el amanecer, aprecia toda la belleza
de la creación y pon tu ánimo en disposición de disfrutar
de tu fiesta de la luz naciente.
Planifica el día a tu manera, según tus gustos y tus
circunstancias, procurando que queden incluidas
actividades en las que puedas honrar y agradecer, y
momentos en los que compartas lo que sabes, lo que
sientes, lo que tienes y lo que eres.
En este sentido te sugerimos elaborar un pastel. Elige
tu tarta preferida pero antes de comenzar a cocinarla, para
ubicarte en la perspectiva que te ayude a vibrar en alegría,
gratitud y celebración, lee la siguiente reflexión como
introducción a tu receta particular:
Mantener jubilosamente la visión del pastel que se
quiere cocinar mientras se rompen algunos huevos, se
baten juntos con la miel y se van machacando almendras
en el almirez.
No habría motivación para realizar estas acciones si
no tuviéramos clara la visión del deseado pastel, pero
tampoco no se podría manifestar ese objetivo final si
quisiéramos que, en el proceso, todo se mantuviera igual.
Para disfrutar del delicioso resultado, hay que apoyar
en su transformación a todo aquello que quiere participar
en esta lúdica misión, sea una clara de huevo deseando
experimentarse a punto de nieve, sea un cacillo de miel
185
Lo que el corazón quiere contemplar
queriendo desaparecer como tal y mostrarse únicamente
como aroma en el pastel o sea una almendra, que unida a
muchas almendras más, quiere ser masa fina junto a las
yemas y la miel.
Cambios que facilitan que, a su alrededor, algo
encuentre nuevas formas de ser y con esa expansión se
apoye el avance, desde la creatividad y la colaboración,
hasta la plena manifestación de la soñada visión.
Después, cocina la tarta que prefieras, compártela,
cómete una buena porción, agradece todo lo que ha
colaborado a llevar a buen término este delicioso momento
y siente como en ti la vida toda, incluido ese pastel, sigue
su evolución.
Recuerda, además, jugar a “animar”, es decir, a
invocar el alma de la comunidad. Hacerlo significa
encontrar armonía, paz, entusiasmo y alegría en tu interior,
y transmitir esa frecuencia hasta convocar en los demás la
misma vibración.
Al igual que en tu interior has ido permitiendo que se
hagan presentes nuevas energías en la forma de tu
particular clan, afírmate en tu intención de que esta fiesta
sea un círculo abierto de camaradería que celebre la
expansión de la trama de la vida en su totalidad.
Recuerda recordar que, en tu conciencia de ser, a los
dos lados de tu piel todo está en camino jugando a
manifestar su máximo potencial.
186
Capítulo 14 - Inspiracción
Asegúrate, además, de mantenerte en disposición de
disfrutar y abierto a recibir el presente que guarda cada
instante.
Y así como desde el amanecer te has dedicado a
conmemorar la vida expandida a tu través, te sugiero, en
este día de fiesta, reservar un espacio al anochecer para
revisar el tramo de camino recorrido y, observando las
huellas de ese sendero, encontrar más profundo sentido a
todo lo vivido.
187
Capítulo 15
El sueño en el que somos una
Nuestra presencia interior es un poder que no conoce dificultad
alguna,. Pero nos toca a nosotros ejercer ese poder mediante la
dirección consciente de nuestra atención y nuestra intención.
Michael Brown
Cuando Diminuta Máxima compartió con los demás sus
cavilaciones sobre los apuntes extraviados, Teo les habló de mí.
—Quiero proponer al clan —les dijo— que Ángel Serafín vuelva
a salir en vuelo rasante con el objetivo de encontrar letras, palabras,
frases, párrafos o cualquier rastro de relato con apariencia de estar
perdido o inacabado. También pudiera ser que directamente
encuentre a Hada Letrada entre las nubes, y entonces podemos
solicitar su ayuda, pues muchos de los que me han contado preciosas
historias aseguraban haber notado su inspiradora presencia al
redactar. Y me puedo imaginar que, si quien escribió la carta está
intentando completar el relato, Hada Letrada se mantendrá cerca y
estará encantada de colaborar en esta misión.
Todo el clan aplaudió la idea, pero Ángel Serafín, antes de
despegar, quiso saber algo más del hada con quien se tendría que
encontrar.
189
Lo que el corazón quiere contemplar
—Dame algunos datos más —pidió el ángel al duende—, y así
antes la podré localizar.
—Hada Letrada, según algunas crónicas relatan, es un ser que no
tiene los pies en el suelo —comenzó explicando Teo y continuó—.
Tiene los pies en los sueños y la cabeza en las nubes, excepto los días
en que el sol lo ilumina todo y sus cabellos se confunden con los rayos
de luz. Esos días, Hada Letrada tiene su cabeza en el mismo cielo. En
esas jornadas de iluminación clara y radiante, juega a recoger
palabras al vuelo, y con ellas carga sus mágicas herramientas que no
son otra cosa que todo tipo de lápices, bolígrafos y plumas
estilográficas, algunas de las cuales gustan de chupar tinta, quizás del
tipo de la que suda el roble.
Ella se encarga de reunir las letras, agruparlas por palabras,
asentarlas en forma de pensamientos, hilvanarlas en historias y
finalmente transportarlas en sus herramientas, con el consentimiento
del alma de escritores y artistas, a los folios, blocs, libretas y
cuadernos, en donde, en principio, toman forma de notas y apuntes.
Claro que para llevar a buen término esta labor, Hada Letrada tiene
que entusiasmar a las letras que encuentra por ahí, dándoles un
motivo para embarcarse con ella en tal viaje, y lo logra aportándoles
un propósito común que siempre les resulta interesante: formar parte
de un relato apasionante.
En alguna ocasión, Hada Letrada encuentra letras que vagan
juntas pero no unidas, pues no se les ocurre qué pueden lograr
asociándose. Creen que no tienen nada que ofrecerse las unas a las
otras hasta que Hada Letrada pasa junto a ellas y les invita a subirse
en sus herramientas. Allí les da una primera alegría al presentarles a
otras letras que aún tampoco han encontrado un lugar en el mundo de
las palabras. Luego el hada les informa que van a poner manos a la
obra porque alguna mano artista ha pedido su inspiración; y les dice
190
Capítulo 15
también que están a punto de nacer y hacer historia, literalmente
hablando, que por otra parte es la única forma de hablar que utiliza
Hada Letrada.
En ese momento es cuando les indica que han de reunirse
formando grupos y, en este punto, a veces llegan los problemas porque
hay palabras que tienen mucho prestigio y todas las letras quieren
formar parte de ellas; pero también hay palabras sobre las que pesa
muy mala prensa y con ellas no hay vocal o consonante que quiera
involucrarse. Como consecuencia, al oponer las letras resistencia, el
bolígrafo no logra escribir nada, y este parón resulta muy frustrante
hasta para las hojas de papel que anhelan pasar pronto de la anónima
identidad de folio a la prestigiosa de manuscrito.
Entonces Hada Letrada tiene que pedir a las letras amotinadas
que tengan confianza, un poco de paciencia y que no juzguen cada
palabra por separado, sino que esperen a verla en su lugar dentro del
relato del que va a formar parte. “¡Al final todas terminaréis
comprendiendo que sois importantes y significativas!”, les asegura, y
así suele insistir hasta conseguir que la mano del artista logre escribir.
Al escuchar esta explicación de Teo, todo el clan sintió mucha
emoción y ayudaron a preparar el viaje al ángel Serafín para tener
cuanto antes noticias de mí, de frases errantes o de quien pudiera tener
en su mano los inacabados apuntes.
Y siendo que tú estás leyendo este cuento, ha tenido que suceder
también que alguien lo escribiera y, sí, ¡este relato es en lo que se han
convertido aquellos folios perdidos!, pues en esa búsqueda de letras y
mano escritora que forma parte de mis tareas como hada letrada
encontré a quien en la biblioteca de Diminuta Máxima cambió carta
por apuntes.
191
Lo que el corazón quiere contemplar
En esa dimensión en la que se unen anhelos, intenciones e
inspiraciones—y es también donde toman sustento las raíces de todas
las acciones y donde, por ser ya territorio de la maravilla llamada
Totalidad, no se puede trazar una línea clara entre lo que se piensa, lo
que se siente y lo que se experimenta, pues ahí todo se aúna— fue
naciendo este misterio que estoy relatando y que dentro de la espiral
del tiempo aparece como Onda Encantada de la Vida. Una onda en la
que ya nada es lo que parece sino lo que aparece cuando todo se
encuentra y se reconoce en la onda más grande de la vida.
Y así llegamos al momento en que, por fin, Ángel Serafín volvió
radiante de su última misión, pues en sus manos llevaba un manuscrito
que la historia de todo el clan relataba, y además una carta que les iba a
ayudar a darse cuenta de que todo cuenta en esa celebración que es la
vida, aunque sólo así se perciba cuando se ha descubierto que cada
particular latido es la pulsación de un sólo corazón que palpita en el
centro de Todo lo que Es.
Dicha carta, como en el primer mensaje recibido por Diminuta
Máxima, venía encabezada con el título Los dictados de mi corazón y
comenzaba haciendo alusión a aquella primera misiva. Tal relación a
nadie del clan extrañó, pues tras la lectura de los apuntes ya finalizados
y en la historia del clan transformados, todos sabían que estaban
participando en una Onda Encantada de la Vida y eso significa tomar
conciencia de las infinitas dimensiones de toda creación y ahí, aún
cuando mucho no se comprenda, se le da espacio en el corazón. Ahora
que la carta vas a leerla tú, te pido también la misma disposición:
Querida, como te expliqué en mi primera carta, desde que sé de tu
existencia me he sentido embargada, más que nunca, de una energía
mezcla de entusiasmo, creatividad y alegría de ser. Y me sigue
gustando pensar que tú respiras mientras yo celebro ese aliento
192
Capítulo 15
abrazando la vida con todos sus anhelos; especialmente, como te
explicaba entonces, los sueños olvidados o proscritos.
Siguiendo la estela de esa intención he ayudado a unos viejos
apuntes a transformarse en el relato que has leído y, como has
comprobado, lo he podido hacer porque he estado contigo,
permitiéndote vivir la vida que has elegido, y que a su vez me ha
permitido a mí encontrar mi camino y atender un deseo que sólo
contando contigo ha encontrado sentido.
Yo también, como tú, algunas dimensiones de la existencia sólo
llego a intuirlas, pero las aprecio y cuento con ellas como cuento con
el aire que respiro o la sangre de mis venas. Tú estás en una de esas
frecuencias que no llego a ver pero, por estimarla tanto, puedo
imaginar y sentir. Y aún más, por esa estimación puedo armonizar con
esa vibración y, entrando en sintonía, a la vez que estoy aquí estar
también ahí.
Como ya te dije anteriormente, aunque tú no me veas y yo sólo te
adivine, creo que respiramos juntas y hay un mismo entusiasmo que
nos guía. Por eso quiero contarte lo que ahora voy a explicarte, ya
que quiero que te des cuenta que como tu nombre indica, por pequeño
que sea, todo sueña; y al despertar siendo una totalidad comprende
que lo diminuto también es máximo, aunque para reconocerse haya
tenido que soñar que era algo insignificante que buscaba encontrar su
sitio, su valor y su función; y ese viaje de búsqueda le permite
comprobar que hasta soñar y despertar forman parte de una misma
jubilosa experiencia de Totalidad.
Como decía Benedetti, un poeta que admiro mucho, en uno de sus
versos: “la fundación de un recuerdo… no es como fundar una
ciudad,… sino más bien como fundar un sueño", y creo saber en qué
recuerdo tú y yo fundamos un mismo anhelo.
193
Lo que el corazón quiere contemplar
Y es que he encontrado un momento en mi memoria en el que
aparece una niña de siete años entusiasmada por los libros, los
cuadernos, los lápices y las tareas que significasen leer, escribir e
imaginar. Está sentada apoyada sobre la mesa de una cocina y trata
de convertir un cuaderno con las hojas en blanco en un libro o, mejor
dicho, en el comienzo, el marco, el preámbulo de un libro, ya que tiene
la idea de que aquellas primeras hojas son lo más importante y, si se
consigue ese primer paso, lo demás irá sobre ruedas. No tiene ni
siquiera pensado un argumento, ni piensa si aquello va a ser un
cuento, una novela o una biografía… Su idea es conseguir que las dos
primeras hojas de ese cuaderno presenten el mismo aspecto que las de
un libro; es decir, que aparezca un título, un autor y los datos de
fechas, ciudad o país en el que se ha realizado esa obra.
Está emocionada porque ha copiado de otro libro todo lo
referente a explicaciones sobre edición, derechos de autor y también
ha escrito correctamente su nombre y apellidos. Está viviendo ese
momento como algo extremadamente excitante. Le apasiona lo que
está haciendo. Entonces, en ese recuerdo y en el marco de la puerta de
la cocina, aparecen otras dos personas que identifico como la madre y
la abuela de esa niña, a quienes entusiasmada enseña todo lo que ha
preparado.
Y en ese momento, ante las risas y los comentarios que no llega a
entender, la niña siente confusión y la respuesta de esas personas la
vive como angustiosamente frustrante. Se siente sola y avergonzada de
haber mostrado su sueño.
Durante años he creído que ese episodio dejó en mí una huella
negativa, mellando mi confianza en aquellos impulsos profundos que
te mueven a la acción con la fuerza de un deseo, de una pasión o de
194
Capítulo 15
una vocación. Ahora, sin embargo, he comprendido que justamente
partir de aquel momento nuestro camino quedó consolidado aunque tú
y yo ahí nos separamos.
Tú te quedaste guardando el sueño y toda la energía que íbamos a
necesitar para volver a encontrarnos, retomar esos apuntes y,
acompañándote, escribir en ellos la crónica de tu periplo. Yo tuve que
recorrer el camino que me permitió transformarme en la mujer adulta
que pudiera dar apoyo y desarrollo al sueño en el que somos una.
En la época de ese recuerdo, al menos en el ambiente en el que
crecía esa niña, no se tomaban muy en serio los deseos. No había
tiempo para atender sino aquello que era útil para un chato bienestar
y, más allá de ese límite, el miedo a ser diferente y ser juzgado por ello
hacía estragos.
Por eso quizás quedó grabado con más fuerza y determinación el
anhelo que tú y yo compartimos: escuchar a quien tenga un sueño,
ofrecerle una mirada comprensiva, lúcida y amorosa, y ayudarle a
encontrar en sí mismo las habilidades y capacidades necesarias para
hacer realidad ese deseo. Porque aún demasiada gente no encuentra
con quien compartir sin miedo su visión. Demasiada gente no tiene
aún a su lado a quien sabe ver la grandeza de su alma, más allá de sus
aparentes errores o aciertos.
Quizás entonces ya decidimos, aunque nos costó un tiempo
descubrirlo, que íbamos a ayudar a otros a escribir esa primera
página en la que se pone el título y el autor y uno se permite sentirse
sereno protagonista de su propia vida.
Ahora sé que estamos juntas en ese intento, y eso también me une
a quien encuentro por el camino, pues tras ese impulso que es un
195
Lo que el corazón quiere contemplar
sentimiento humano y solidario, está siempre ese niño que todos
somos y que aún sueña, como si quisiera colaborar en la tarea de dar
forma a todos los sueños y que todos pudieran ver el suyo. Otra vez en
palabras de Benedetti: “con una mirada que no se avergüence de su
reveladora, efímera, insustituible luz”.
Tú me has enseñado que eso es posible y en tu honor he dado
forma de libro a los olvidados apuntes. Libro que al acabarlo lo veo
como un mapa de un estado de ser, cartografía de un territorio donde
siempre puedo encontrarte. Así que podemos decir que ahora ya tienes
esos mapas que fueron el primer motivo de tu búsqueda; y yo me
quedo con la certeza de que tú, vestida de inocencia y plenitud, estás
siempre presente en Todo lo que Es, vibrando en una jubilosa llamada
a Sintonía.
No sé cuánto duró el silencio emocionado en el que todo el clan
nos sentimos unidos tras escuchar el contenido de este mensaje, pero
ese silencio acabó con una sonrisa multicolor que abarcó todo lo que
vibraba en Sintonía.
Y así es como esta historia termina, aunque también es como
eternamente puede comenzar desde lo más diminuto, que es lo que
contemplamos como individual, hasta lo máximo que reconocemos en
comunidad, pues siempre estamos dentro del enigmático reino de Todo
lo que Es, siendo Totalidad jugando a descubrirse, reconocerse y
considerarse con estima.
Como ya te expliqué al comienzo, este es un cuento que está
yendo a tu encuentro, pues en cada quien que se reconoce dando vida a
este clan está esa alma niña que quiere, por fin, ser protagonista. Y está
el árbol de la vida y el territorio del corazón que, llamando a sintonía,
anhela que todos a su alrededor canten a una.
196
Capítulo 15
Siendo que, además, aun en el sueño del olvido todo a coro
cantará a tu oído la canción de tu alma, la que aprendiste de niño, la
que canta el sueño que aún no se ha cumplido. Y cantaremos así hasta
cantar contigo en un común despertar agradecido.
197
Capítulo 15 - Inspiracción
InspirAcción
Crónica de tu propia travesía
Un anciano peregrino recorría su camino hacia las
montañas en lo más crudo del invierno.
De pronto, se puso a llover.
Un posadero le preguntó: ¿Cómo has conseguido llegar
hasta aquí con este tiempo de perros, buen hombre?
Y el anciano respondió alegremente: Mi corazón llegó
primero, y al resto de mí le ha sido fácil seguirle.
Anthony De Mello
¿Habrá un lugar así?, se preguntó un día Diminuta
Máxima, ¿Un lugar en el que se tengan en cuentan los
sueños no cumplidos y todo el amor que aún no ha podido
ser? ¿Podré encontrar a otros que quieran conmigo
ensayar a remontar los vuelos y avivar las brasas del alma
cuando se te ha quedado el corazón muy frío? Y mientras
se hacía estas preguntas, Diminuta Máxima pensó que si
no existía un lugar así valdría la pena crearlo, y eso aún le
animó más a ponerse de viaje.
En tu vida, y en cada vida, este tipo de movimiento
existencial suscitado por una pasión y una visión marca un
propósito vital con el que expandes tu potencial mientras
que colaboras con todo lo demás.
199
Lo que el corazón quiere contemplar
Jugando dentro de este cuento y siguiendo ese
transitar, en tu experiencia, lo más profundo se ha
encontrado con lo más alto y lo más denso con lo más
excelso, habiéndose promovido esta unión por el deseo de
expansión que implica un anterior paso de amorosa
integración y la percepción de nuevas formas de
interrelación.
Círculos abiertos e integrados en otros círculos
mayores que, al incluir la dimensión vertical, se muestran
como armoniosas espirales en cuyo transitar todo lo que es
puede evolucionar particularmente y como totalidad.
Itinerario que configura el mapa de un estado de ser
que cada cual con su propia paleta de coloridos dones lo ha
de pintar, dentro de su propia armonía lo hace sonar y en el
dibujo de su personal mandala existencial lo puede
reconocer, al avanzar por el territorio del amor
incondicional en sintonía con la vida en su totalidad.
Con la intención de ir vislumbrando la estela de tu
personal movimiento vital, te sugiero que, para finalizar tu
fiesta de la luz naciente, te reserves un rato al anochecer en
el que revisando tus apuntes puedas visualizar como se ha
ido tejiendo la trama de tu vida, en relación a la realización
de tus sueños, desde el comienzo de este juego. A tal fin te
propongo abrir una nueva sección en tu cuaderno con el
título “Crónica resumen de un tramo del camino”. Escribir
ahí, compartiendo mi frecuencia de Hada Letrada,
significará permitirte reflexionar sobre el sentido que va
adquiriendo tu trayectoria al contemplar unidos, en una
mirada retrospectiva, los significativos giros de tu
recorrido personal.
200
Capítulo 15 - Inspiracción
Para realizar esta recapitulación conviene que te
ubiques en la disposición de poner luz allí donde hasta
ahora sólo veías oscuridad; es decir, partir de una mirada
compasiva capaz de encontrar a cada situación su sitio, su
valor y su función en el camino de tu evolución. Se trata,
igual que yo hago con las palabras, de reunir situaciones
que por separado no parezcan determinantes, pero que al
contemplarlas juntas, dentro de tu trayectoria vital, puedan
descubrirse importantes y significativas.
A continuación te propongo algunas preguntas cuyas
respuestas te ayudarán a visualizar el sentido del camino
que te lleva, el sueño que te eleva y el alma que te anima:
¿Qué has aprendido? ¿En qué aspectos te has expandido?
¿Has percibido situaciones aparentemente negativas que
finalmente han facilitado tu evolución? ¿Te has
reconciliado con algún capítulo antes rechazado de tu
vida? ¿Qué te ha sorprendido? ¿Qué aspectos imprevistos
han sido beneficiosos? ¿Qué retos has afrontado? ¿Se han
transformado o desvanecido algunos sueños? ¿Han surgido
nuevos deseos? ¿Qué maravillas has presenciado? ¿Quién
te ha enseñado y en qué forma lo ha hecho? ¿Qué ha
quedado liberado? ¿En qué has colaborado? ¿Qué tipo de
huellas has dejado en tu camino?
Jugar a contemplar desde esta perspectiva el tramo
recorrido es una manera de ir descubriendo los contornos
de ese misterio que es tu Onda Encantada de la Vida. Una
onda en la que ya nada es lo que parece sino lo que
aparece cuando todo se encuentra y se reconoce en la
onda más grande de la vida.
201
Lo que el corazón quiere contemplar
Después, esta crónica de tu propia travesía, episodio
del despliegue de la vida a tu través, podrá cumplir su
vocación de ser relato inspirador que apoye tu voluntad de
realización ante nuevos retos, ya que este es un cuento de
nunca acabar en el que, siempre que tengas ganas de jugar,
podrás volver a empezar. Y jugando así sentirte unido a
quien encuentras por el camino, pues podrás compartir tu
recreo con ese niño que todos somos y que aún sueña,
como si quisiera colaborar en la tarea de dar forma a
todos los sueños.
Desde esa perspectiva, te sugiero completar esa
crónica personal redactando una segunda carta a tu alma
niña en la que le muestres valoración y reconocimiento por
su aportación. De su mano, trocitos de sueños han logrado
alcanzar su más elevada expresión y en tu conciencia de
ser nueva vida puede ser honrada, admirada y celebrada.
Exprésale agradecimiento por darte la posibilidad de
comprender que todo cuenta en esta celebración que es la
vida, y que eso implica tomar conciencia de las infinitas
dimensiones de toda situación y, aún cuando mucho no se
comprenda, darle espacio en el corazón.
Al escribirle recuerda con ella que lo diminuto también
es máximo, aunque para reconocerse haya tenido que
soñar que es algo insignificante que busca encontrar su
sitio, su valor y su función, y en ese viaje comprobar que
hasta soñar y despertar forman parte de una misma
jubilosa experiencia de Totalidad.
Para afirmarte en esa intención y como última
actividad en tu día de celebración de la luz naciente, te
propongo realizar la siguiente meditación: Inspira
202
Capítulo 15 - Inspiracción
profundamente y mantente unos segundos conteniendo la
respiración mientras te imaginas, en paz, siendo pura luz
blanca. Y a continuación expira tranquilamente,
visualizándote, en alegría de ser, siendo un radiante arco
iris que acaba de nacer.
Y haciéndolo así, juega a recordar que eres Totalidad y
cuentas con una mágica chistera, espacio de tu conciencia
en el que puedes observar lo que está queriendo ser y
contemplarlo también, saliendo sonriente, sabiéndose
colaborador y participante de una Onda Encantada de la
Vida, brillante sueño en viaje hacia su manifestación más
feliz.
Después de un rato sosteniendo esta visión, vete a
dormir y deja que el sueño te embargue manteniendo en tu
corazón la intención de despertar sabiéndote la vida entera,
jugando a ser, en infinitas formas de manifestación.
Y ahora, a modo de colorín colorado, desde este
cuento de encuentro, como portavoz del clan, te comparto
nuestro deseo cordial: Que en este sueño feliz, tu sueño
feliz alcance culminación.
203
Capítulo 16
Vivir en Sintonía
A veces, por supuesto, usted sonríe. Y no importa
lo linda, o lo fea, lo vieja, o lo joven, lo mucho,
o lo poco, que usted realmente sea. Sonríe.
Cual si fuese una revelación (…) Sonríe.
Y usted nace. Asume el mundo.
Mira. Sin mirar. Indefensa. Desnuda.
Transparente. Y a lo mejor. Si la sonrisa viene de muy,
de muy adentro, usted puede llorar. Sencillamente (…)
Entonces su sonrisa. Si todavía existe. Se vuelve un arco iris.
Mario Benedetti
Una vez más, aquí estoy, frente al mar y sobre las arenas de mi
vida. Como la marea de cada nuevo día, ha sido posible volver y
volver a empezar.
A veces, por supuesto, sonrío. Y no importa lo linda o lo fea, lo
joven o vieja, lo mucho o lo poco que en apariencia sea. Sonrío al
contemplar cómo, sincrónicamente, algunos aspectos de mi vida se van
entrelazando como los restos de sucesivos naufragios, material útil
para nuevas travesías.
Esta vez ha sido la niña de las secretas certezas la que ha marcado
el rumbo, y yo he estado, en cada paso, presente a su lado. Hemos
205
Lo que el corazón quiere contemplar
entrado en sintonía y en esa frecuencia de vibración quiero
mantenerme recordando siempre su inocencia, en la que todo cabe y
todo brilla, naciendo transparente. Así, quizás y a lo mejor, como les
sucedió a todos los miembros del clan en el relato para el que ya he
encontrado feliz culminación, un día de estos, si mi sonrisa aún existe
y sale de muy adentro, se vuelva un arco iris. Ola a ola… caracola.
206
Capítulo 16 - Inspiracción
InspirAcción
Jugando en el recreo
… al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.
Gloria Fuertes
Jugando a ser, en este recreo compartido, has ido hacia
dentro, has llegado más allá, has vuelto al centro, has
descendido hasta el fondo y has subido a lo más alto.
Incluso has ido más atrás y te has marchado muy lejos. Has
sido en toda dimensión, pues es así como suele suceder
cuando jugamos a ser, como las olas y el mar.
Siendo ola hay que ser océano a la vez. Y ¿quién sabe
dónde empieza cada uno a ser lo que es?, ¿quién puede
decir cuánto tiempo tarda cada cual en dejar esa forma de
ser? Ola y océano son, sin contar con el tiempo y la
distancia entre ellos dos. Por eso te convoqué a jugar
conmigo en la playa. Para aprender de las olas y de las
caracolas.
Creo que la vida, como el mar a las olas, extiende su
poder creador a quien la abraza sin prejuicios y así abraza
207
Lo que el corazón quiere contemplar
tu alma niña, la de las secretas certezas. En ese abrazo todo
cabe, todo brilla y todo se recrea.
Sea cual sea el tiempo y el lugar en el que estés, con
ella puedes contar para jugar a ser.
Empieza escuchando una caracola marina. Caracola
que al cantarte lo que canta el fondo del mar, imaginas
que, desde su aurea proporción, está cantando a coro con
la vida, que sigue teniendo ganas de jugar.
Y así, consciente de este lúdico y cósmico trajín, juega
a soñar y en ese sueño, juega a despertar.
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Agradecimientos
Decía Carlos Castaneda que hay en el universo una fuerza
inconmensurable, indescriptible, que los chamanes llaman "propósito"
y absolutamente todo lo que existe en el cosmos está ligado al
propósito por un vínculo de conexión.
En mi experiencia y especialmente durante el desarrollo de este
proyecto, así lo he sentido. Ha sido como dejar cantar al corazón e
intuir que ese canto formaba parte de un coro que entonaba un jubiloso
himno.
Este libro es mi canción pero la he escrito ayudada por todo y por
todos. Os entrego esta obra, con gratitud y esperando seros también de
ayuda en la elaboración de vuestra propia melodía. Para que la vida
toda siga sonando y en el ritmo de su misterioso propósito, con la
aportación de todos, nos suene a maravilla.
Para contactar con la autora
www.loqueelcorazonquierecontemplar.com
http://olaaolacaracola.blogspot.com.es/
[email protected]
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