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P. Camilo Macías
Eudista
San Juan Eudes
(1601
-
1680)
Padre, Doctor y Apóstol del culto litúrgico a los Sagrados Corazones
(Bula de Canonización)
Tercera Edición
1980
Nihil Obstat
Bernardus Hurtado, C.J.M. Cens. Dep.
Imprimi potest
Bogotae, die 11 Novembris 1947
Leo Nicolas, C.J. M. Praep. Prov.
Imprimatur
Bogotae, die 13 novembris 1947
Ludovicus Perez Hernandez
Epp. Aux. V.G.
INDICE
INFANCIA. . ..... .....- - - ....- - - . ......... . . 3
EL DEVOTO EUDES .. ......... . . ............... .....5
HACIA EL SACERDOCIO ..................« ..........7
MISIONERO INFATIGABLE ..........................1 0
LOS SEMINARIOS..... ........ . . ........................ .13
La Congregación de Jesús y María. . ............1 5
EL MILAGRO DE LA CARIDAD:
Nuestra Señora de la Caridad del Refugio . . . . 17
A LA CONQUISTA DEL MUNDO:
Nuestra Señora de la Caridad de¡ Buen Pastor. .19
RELIGIOSAS EN EL MUNDO .................. .....2 1
LOS SAGRADOS CORAZONES ................. ..... 25
LOS U LTIMOS AÑOS .................................. 29
EL ESCRITOR ....... ....... ................... ........3 1
ELSANTO ....................................... ............3 3
LOS EUDISTAS:
Después de la Revolución ..........................3 6
En América Latina .....................................3 9
EPILOGO. . . . . » ... ................ ....... .......... 4 2
INFANCIA
Entre los numerosos y grandes Santos del siglo XVII fue San Juan Eudes, según lo reveló el
proceso de Canonización, y lo decía ya su contemporáneo el señor Olier, fundador de San Sulpicio: «La
maravilla de su siglo».
En su «Memorial de los beneficios de Dios "dejó escrito el Santo: «Diosme concedió el favor de
unos padres llenos de su santo temor, aunque no muy ricos en bienes de este mundo". Fueron ellos
Isaac Eudes, cirujano de profesión, cristiano serio, severo, hombre de oración hasta recitar el Oficio
como un clérigo; y Marta Corvin, mujer de energía excepcional. De ella sin duda la heredó nuestro
Santo.
Tres años habían transcurrido desde su matrimonio y en su hogar no brillaban infantiles
sonrisas. "Madre del Salvador, decían los buenos esposos, alcanzadnos del Señor el don de un hijo e
iremos a postrarnos a vuestros pies en vuestro Santuario de La Recouvrance". La Virgen escuchó la
súplica.
Y en Ri, pueblecito de Normandía, nació Juan el miércoles 14 de noviembre de 1601. Dos días
después, en la Fuente Bautismal de la humilde Parroquia nacía aquel "hijo de Dios"que con la gracia y
una colaboración sin desmayos subiría años después al honor de los Altares: SAN JUAN EUDES.
Para él, como para el Papa Pío XI, « eldía más glorioso de su vida, el más feliz» fue aquel de su
bautismo.
3-
El DEVOTO
EUDES
Este privilegiado de María dio desde la infancia señales de piedad profunda, rara virtud y
devoción tierna a Jesús y a María.
Cuando inquieta por la ausencia lo buscaba su madre, era el templo a donde dirigía sus pasos y
allí ante el tabernáculo a los pies de la celestial Señora, arrobado en oración estaba el niño. Muy
pequeño aún, dio ejemplo de virtud heroica. ¿No se le vio acaso postrarse de hinojos ante el atrevido
rapaz que le abofeteó y decirle: « anda, dame en la otra»? ...
El sacerdote Jaime Blanette se encargó de la primera educación del niño. Con los conocimientos
profanos cayó también la ciencia de Dios en el alma del pequeñuelo, que pudo recibir al Señor
Sacramentado en la fiesta de Pentecostés del año 1613. Sólo catorce años contaba cuando se consagró
enteramente a Dios por el voto de castidad.
Enviado un año más tarde al colegio de los Jesuítas en Caen, brilló como alumno por su
inteligencia y no menos por su piedad; sus compañeros le llamaban con cariñoso respeto: «el devoto
Eudes».
5-
HACIA EL
SACERDOCIO
Terminadas las Humanidades, Retórica y Filosofía, Juan regresa al hogar clavado muy hondo en
su alma el propósito de consagrarse al Señor. Ningún esfuerzo perdonó para lograr las luces de¡
Espíritu divino: oraciones, visitas al Santísimo, sacrificios... y también el consejo de prudente
Director. «ElSeñor lo quiere en su santo servicio» había sido la respuesta definitiva de¡ buen Padre
Robin, su confesor y director de años en el Colegio.
Otros pensamientos revolvía su padre. Quería establecerlo en Ri, y hasta había pensado ya en
cierta joven rica y bella. "Cuán incomparablemente más bella, más rica y más virtuosa es la esposa
que he escogido- pensaba Juan; y tras ruda lucha triunfó de los obstáculos.
lsaac Eudes había admitido penosamente para su hijo mayor la idea de¡ Sacerdocio, y en Séez el
19 de septiembre de 1621 había recibido Juan las Ordenes Menores y continuaba en Caen la Teología.
Allí nueva gracia de¡ Señor y lucha más acerba en el hogar! Su Sacerdocio sería en Religión, en
el Oratorio. Dejar su tierra, su hogar, trasladarse a París y luego a donde la Obediencia lo enviara!
Esta vez la separacion fue dramática. Luchas más intensas, desgarramientos mas profundos.
Pero Juan no desmayó ni ante la resistencia de su padre ni ante las lágrimas de su madre. Seguro de¡
llamado de¡ Señor, lo había decidido, y una mañana ensilla un caballo y parte ... Pero no fue lejos; el
7-
En el Oratorio relievó Juan su personalidad por una continua vida de oración, una unión íntima
con Cristo cuyos misterios quiso imitar y reproducir en todas sus acciones.
Recibió el Subdiaconado el 21 de diciembre de 1624; el Diaconado, el 30 de mayo de 1625, y
después de una santa y prolongada preparación, en París el 20 de diciembre de¡ mismo año, la unción
sacerdotal. Podemos imaginar su fervor, su felicidad al celebrar su Primera Misa el 25 en la Noche
de Navidad...
Escuchando la voz ardiente de su celo hubiera querido lanzarse en seguida a la conquista del
mundo; Oero una larga enfermedad le clavó al lecho durante dos años que pasó en el silencio, el estudio
y la oración. La peste castigaba entonces inmisericorde la ciudad de Caen. Con permiso de sus
Superiores voló allí el Santo y entre los enfermos desplegó toda la abnegación de su celo sacerdotal, y
para no contaminar a sus compañeros del Oratorio, pasaba las noches a la pampa en un tonel. Con el
nombre de---E1 Prado del Santo- se designó mucho tiempo el lugar aquel. Milagrosamente perdonado
del flagelo, la fatiga sinembargo le ocasionó violenta fiebre que por mucho tiempo inspiro a conocidos
y amigos las más serias inquietudes. Curó al fin por bondad de Dios.
9-
MISIONERO
INFATIGABLE
¡Las almas... la salvación de las almas le apremiaba! Por entonces la ignorancia religiosa
cundía por doquier y con ésta el desenfreno en las costumbres. La herejía de Calvino y las guerras
civiles habían perturbado todas las capas de la sociedad, al clero mismo alcanzaba la descomposición
general. Para llevar algún remedio a tanto mal ciertos sacerdotes organizaban misiones.
En 1632 acompañado de un grupo de misioneros del Oratorio el Padre Eudes recorrió la
Normandía en gira misional. Tan copiosos fueron los éxitos que tres años más tarde era superior del
grupo de misioneros y ya en 1642 lo era de todos los misioneros de la arquidiócesis de Rouen.
Dios le había dotado de aptitudes y talentos extraordinarios para este apostolado. De ahí los
efectos sorprendentes de su predicación. Su continente noble, agradable y poderosa voz, imaginación
rica, clara y ardiente dicción dominaban la multitud.
Por otra parte, su vida de oración y de íntima unión con Cristo y con María habían
desarrollado en él un intenso amor de Dios, una simpatía sin límites por los pecadores. No era pues
raro tal ascendiente sobre las multitudes, que se rendían a su palabra con facilidad tal que cosa
semejante no se veía desde tiempo de S. Vicente Ferrer.
Las más grandes iglesias se tornaban pequeñas para sus auditorios y a menudo eran las plazas
públicas las que
1 0-
pero no se cura; se deshijan las malas hierbas, pero no se arrancan de cuajo; se hace ruido pero no se
saca ningún provecho».
Sus enseñanzas eran la pura doctrina evangélica, adaptada a su auditorio. Predicaba a Cristo
solamente. Por eso las multitudes exclamaban: "No podemos resistir a la verdad que se nos da con
tanta sencillez, con tanta santidad y con tanta fuerza! ". Y Bossuet, la majestuosa águila de Meaux,
dejó escapar este grito de admiración: «Así deberíamos predicar todos»...
Por más de cuarenta años el Santo vivió esta vida de apóstol misionero. Más de ciento doce
misiones a lo largo y ancho de Normandía y de Bretaña y a esto hay que añadir, retiros, advientos y
cuaresmas...
Hasta París llegó el eco de su fama y luego su palabra. En el palacio mismo de Versalles, ante la
Reina, tuvo el valor de denunciar los abusos y desenfrenos de la corte.
Setenta y cuatro años tenía cuando predicó su última misión en la plaza pública de Saint Ló,
ante una inmensa multitud. Veinte confesores no bastaron para atender a la muchedumbre tocada por
la última palabra de¡ gran predicador...
12LOS SEMINARIOS
Si la sal se hace insípida, para qué sirve? ...
Pudo comprobar San Juan Eudes que los maravillosos frutos logrados en las misiones, no
duraban porque los sacerdotes habían decaído de su condición y no guardaban ya la grey. La sal andaba
desabrida, la luz pronta a extinguirse! ...
Y si tal estado de cosas no se disculpa, se explica. No había seminarios. Los jóvenes destinados
al sacerdocio, no recibían preparación alguna. Urgía la obra de los seminarios. Las guerras civiles,'
el protestantismo, la preponderancia de lo profano sobre lo religioso, habían ahogado en los clérigos
toda disciplina, todo celo por las almas, todo espíritu eclesiástico.
El Padre Eudes, el Señor Olier y Vicente de Paúl no veían sino un remedio: los Seminarios. Por
otra parte, era el deseo de¡ Concilio de Trento y el voto de la Asamblea de¡ Clero de Francia.
San Juan Eudes había entrado en el Oratorio «para trabajar en la restauración del espíritu
sacerdotal». Esta era su vocacion, éste su ideal, Pidió pues a sus Superiores la autorización para
abrir un seminario en Caen, 'pero obtuvo rotunda negativa. Entonces, después de reflexionar,
consultar y orar llegó a la dolorosa conclusión de que para cumplir su misión en bien de la Iglesia,
debía abandonar el Oratorio.
1 3-
« nada importa más a la gloria de Dios, al bien de la Iglesia y a la salvación de las almas-; de que es
ella la Obra de las obras porque, como les repetía el Santo: -dedicarse a formar sacerdotes es salvar a
los salvadores, dirigir a los directores, adoctrinar a los doctores».
Los Seminarios llegaron a ser lo que soñara S. Juan Eudes: «Escuelasde santidad, parajes de
retiro donde el Espíritu Santo habla al corazón, soledades donde las rocas más duras se convierten en
manantiales; talleres donde se labran las piedras de¡ santuario; cenáculos donde los apóstoles son
fortalecidos»...
LA CONGREGACION DE JESUS Y MARIA
Al fundar su Congregación el 25 de marzo de 1643 el mas ardiente deseo de¡ Santo era
desarrollar en ella un espíritu verdaderamente sacerdotal. Con su ejemplo más que con sus palabras
inspiró a sus hijos el amor a las virtudes que caracterizan al verdadero ministro de Cristo. Con este
fin redactó las Reglas, suma de las virtudes y deberes del Eudista, que no son otros que los del
Sacerdote Santo, compendio maravilloso de vida cristiana y sacerdotal extraído en su totalidad de los
Libros Santos. Más tarde, aleccionado por la experiencia y la reflexión, redactó las Constituciones que
determinan la manera de cumplir las Reglas. De éstas dijo el Cardenal Pitra: «No conozco Reglas que
conduzcan a una mayor abnegación y a una más perfecta vida sacerdotal».
Venciendo 'toda clase de dificultades la 'Tequeña Congregación" prosperó, y a la muerte del
Fundador dirigía en Francia seis Seminarios.
En 1791 cuando fue segada por la racha revolucionaria, contaba con diez y ocho, y todo
desapareció, empurpurada sí la Obra con la sangre de los Mártires!
15Timbre de gloria ha sido para la Congregación de Jesús y María su adhesión indefectible a la
Santa Sede, y por eso en la Revolución Francesa, además de aquellos que sufrieron en las prisiones o
murieron en las aguas turbias de La Rochelle, cuatro Eudistas fueron sacrificados en París los días
dos y tres de septiembre de 1792. Uno de ellos, el P. Francisco Luis Hebert, Coadjutor de¡ Superior
General, confesor y espiritual apoyo de Luis XVI a quien inspiró el célebre Voto al Sagrado Corazón de
Jesús, voto que cristalizó más tarde en el monumental Santuario de Montmartre.
El 17 de octubre de 1926 en brillante ceremonia en la Basílica de San Pedro beatificaban a los
ciento ochenta martires de aquellos dos nefandos días. Entre ellos a los Padres Francisco Luis Hebert,
Francisco Lefranc, Pedro Claudio Pottier y Carlos Jeremías Beraud du Perou, corona gloriosa para la
Congregación y para el Santo Fundador, canonizado un año antes, en 1925.
Después de la Revolución, en 1826, los pocos miembros sobrevivientes se agruparon en torno
al P. Blanchard, y más tarde, siendo Superior General el P. Angel Le Doré, gracias a su dinamismo, la
Congregación -tomó nuevo y vigoroso impulso.
1 6EL MILAGRO DE LA CARIDAD
(NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD DEL REFUGI0 Caen, 1641)
Muchas almas descarriadas habían vuelto al redil gracias a la predicación del P. Eudes. Pero
cómo protegerlas contra su debilidad, contra el influjo del medio que las ahogaba? ... Pensó entonces
el Santo en una Comunidad encargada de la rehabilitación de las almas caídas.
Una cristiana verdadera, la Señorita Larny ayudole a la realización del proyecto. Su casa vino
a ser el primer asilo de convertidas. En 1641, adquirió el Santo una casa propia para la obra y la
confió esta vez a los cuidados de Margarita Morín, ayudada por algunas abnegadas compañeras. Pero
las cruces no se hicieron esperar y en 1644 directora y compañeras abandonaron la obra quedando
sólo la Srta. Taillefer y una sobrina del Santo, María Herson, niña de trece años.
Acudió el P. Eudes al monasterio de la Visitación que le envió dos religiosas con la Madre Patín
como Superiora. Bajo la hábil dirección de ésta el nuevo Instituto prosperó y con el nombre de
Nuestra Señora de la Caridad empezó a realizar este'milagro de amor que es la rehabilitación de las
almas caídas.
En 1663 la Srta. Taillefer, primera profesa del Instituto, pronunció sus votos y tomó el
nombre de Sor María de la Asunción. La sobrina del Santo llegó a ser la segunda Superiora de la Orden
con el nombre de María de la Natividad. Ya para entonces tenía el santo preparadas las constituciones
y tocó a su sobrina recibirlas de sus manos.
17-
A LA CONQUISTA DEL MUNDO
NUESTRA SEÑORA DE LACAM DAD DEL BUEN PASTOR (1835)
La Madre Patin, la enérgica visitandina que guiada por San Juan Eudes y compartiendo con él
las cruces salvó la incipiente Obra de¡ Refugio, debió tener en el lecho de muerte la visión del
magnífico desarrollo que con el correr de los años tendría la Obra, cuando exclamó: «Prodigio, sobre
esta pequeña casa de Caridad! ...»Prodigiosa en realidad ha sido la dilatación por el mundo de la Obra de
Nuestra Señora de la Caridad.
Gracia especial fue ya que la Institución escapara a la sana revolucionaria y que pasada ésta, la
obra se encontrara con sus casas tan bien organizadas como antes.
Una de estas funcionaba en la ciudad de Tours y Dios había enriquecido su Comunidad con una
vocación extraordinaria. Se llamaba María de Santa Eufrasia, en el mundo Rosa Virginia Pelletier.
Había ingresado a la Comunidad el 20 de Octubre de 1814 cuando sólo contaba diez y ocho años. M u j e r
de energía excepcional, de clara inteligencia, de fe viva y de ardiente celo, estaba destinada por la
Providencia a una obra de proyecciones gigantescas.
Muy joven fue nombrada Superiora de la Casa de Tours y siéndolo recibió la invitación de
tomar con su Comunidad la dirección de una Obra de rehabilitación existente ya en Angers y que
llevaba el nombre profético de «BUEN PASTOR» ... Aceptó y con un grupo de Hermanas se trasladó a l l í
como Superiora... y empezó el milagro!
19-
RELIGIOSAS EN
EL MUNDO
Antes que el Papa Pío XII instituyera canónicamente en la Iglesia la forma de vida consagrada
que se llama: 1nstitutos Seculares- (1947), y antes que Pío XI lanzara a los simples laicos a intenso
apostolado por la Organización de la Acción Católica, ya el celo de San Juan Eudes había pensado en
provocar en variadas formas en los simples fieles el espíritu de colaboración en el apostolado, el
interés por la dilatación de¡ Reino de Cristo, esto que después del Concilio ha venido a ser
característico del bautizado: La Evangelización! Sobre todo cristiano, dice el Concilio e insisten los
Papas, pesa la grave obligación de Evangelizar!
Preocupación grande y constante del santo y celoso Misionero fue interesar a sus dirigidos en
el progreso espiritual, en la búsqueda de la perfección y en la salvación de sus hermanos. Con este f i n
empezó a organizar en las parroquias que evangelizaba, una piadosa Asociación que llamó Cofradía
apostólica de los Sagrados Corazones, cuyo fin era honrar a éstos, propagar su devoción y orar por las
vocaciones sacerdotales.
El primer centro de la Cofradía lo estableció el Santo en la catedral de Autun el 8 DE FEBRERO
DE 1648 con motivo de la primera, pública y solemne celebración de la fiesta del Purísimo Corazón
de María.
Entre los cofrades encontró San Juan
vida perfecta, pero que impedidas por una u
vivir en el mundo. A éstas las reunió en otra
Fue una de las primeras socias la célebre
Coutances».
21-
Eudes almas de selección que realmente aspiraban a la
otra causa para entrar en la vida religiosa, habían de
Sociedad que llamó del Corazón de la Madre Admirable.
dirigida del Santo, María de los Valles, la «Santade
LOS SAGRADOS CORAZONES
DE JESIJS Y DE MARIA
San Juan Eudes fue el primero en cantar las grandezas y excelencias de¡ Corazón Inmaculado de
María; nadie se lo niega. Y fue igualmente el primero en establecer el culto litúrgico al Divino
Corazón. Así lo reconoció León XIII cuando lo proclamó: «Padre,Doctor y Apóstol de¡ culto litúrgico a
los Sagrados Corazones».
Inflamado en amor a estos divinos Corazones, que él unía en su homenaje y sus plegarias,
compuso el Santo una Misa y un Oficio que fueron cantados en la Catedral de Autun el 8 de febrero de
1648, en los que celebraba las prerrogativas de ambos Corazones.
Esto no bastó a su piedad ardiente y en vez de una f ¡esta, quiso celebrar dos. Más tarde fijó la
de¡ Corazón de Jesús para el 20 de octubre componiendo también oficio y misa para ésta. En dichos
días las celebran aún los hijos e hijas de¡ Santo.
EL 8 DE FEBRERO DE 1648 SE CELEBRO PUES POR VEZ PRIMERA EN EL MUNDO LA FIESTA
DEL INMACULADO CORAZON DE LA MADRE DE DIOS, y a partir de ese día esta suavísima devoción ha
seguido una trayectoria ascensional a través de los siglos y merced a ciertos hechos providenciales
que han venido a darle nuevo impulso: Son éstos: la Fundación de los Misioneros de¡ Inmaculado
Corazón de María por San Antonio María Claret que con su continua predicación y sus múltiples
publicaciones han propagado por doquiera el culto al Corazón de María; las apariciones de la
Santísima Virgen en Fátima y sus palabras a la pequeña vidente Lucía el 13 de junio de 1917: Jesús
quiere servirse de tí para hacerme conocer y amar. QUIERE ESTABLECER EN EL MUNDO LA DEVOCION
A Mi INMACULADO CORAZON; el hecho culminante del 8 de diciembre de 1942 cuando la
2 5-
Santidad de Pío XII consagró solemnemente el mundo en la Basílica de San Pedro al Inmaculado Corazón
de la Santísima Virgen, y ello a petición de su humilde mensajera, Lucía. "A tí, decía el Papa, a t u
Corazón Inmaculado,
Nos como Padre común de la gran Familia cristiana, en esta hora trágica de la historia humana,
confiamos, ofrecemos y consagramos no sólo la santa Iglesia, Cuerpo místico de Jesús, sino también el
mundo entero desgarrado por feroces discordia, ardiendo en incendio de odios, víctima de la propia
iniquidad..."
La íntima conexión entre San Juan Eudes y Fátima fue reconocida y expresada cuando el 13 de
octubre de 1957, cuadragésimo año de las apariciones, la Estatua de¡ Santo fue solemnemente
bendecida y expuesta a la veneración de los fieles en el grandioso Santuario de la Virgen.
Nuevo impulso recibió el culto al Inmaculado Corazón de María cuando la Santidad de Paulo Vi
honró con su presencia en Fátima la fecha gloriosa de¡ cincuentenario de la primera aparición. 13 de
mayo de 1967, y con aquel gesto magnífico de sacar a Lucía de su Monasterio de Coimbra y
presentarla a su lado ante la inmensa multitud que colmaba la explanada.
Y si el Papa Montini creía en Fátima y confiaba en el Corazón de María lo dice bien el hecho de
que casi reducido por la enfermedad quiso hacerse representar allí al celebrarse los sesenta años de
las apariciones, 13 de mayo de 1977, enviando un «LegadoPontificio», como se usa en los grandes
Congresos, en la persona de¡ Arzobispo de Boston, Cardenal Umberto Medeiros.
Todas estas circunstancias han hecho que la devoción al Inmaculado Corazón de María, iniciada
por San Juan Eudes el 8 de febrero de 1 6 4 8 , cunda más y más en el Pueblo de Dios para gloria de su
Hijo y bien de las almas.
Por lo que hace al Divino Corazón de Jesús, su primera Fiesta se celebró en la Capilla de¡
Seminario de Rennes el 31 de agosto de 1670, festividad trasladada poco después
2 7al 20 de Octubre y celebrada ese día en los Seminarios dirigidos por los Eudistas, seis en total; y en
seguida en varias otras Diócesis de Francia. También para esta Fiesta compuso el Santo Misa y Oficio
propios. Curioso que de esta Misa y Oficio se sirvieran las Visitandinas para su primera Fiesta en
honor de¡ Divino Corazón en su Monasterio de Dijon.
También el culto y la devoción al Sagrado Corazón han recibido poderoso impulso gracias a la
intervención de los Soberanos Pontífices.
Tal ocurrió cuando el 9 de junio de 1899 León XIII, a petición del Señor mistno, que esta vez
se sirvió de la hoy Beata Sor María del Divino Corazón, Religiosa del Buen Pastor, pronunció en San
Pedro de Roma la Fórmula de Consagración del pueblo cristiano y el mundo al Sacrati , simo Corazón
de Jesús. Es la que año tras año renueva la Iglesia entera en la Fiesta de Cristo Rey.
Y no menor influjo tuvo en el pueblo fiel la magistral Encíclica «Aurietis aquas" en que el 1 5
de mayo de 1956 Pío XI 1, basado en las Escrituras y en la Tradición, expuso con profundidad digna
del gran Pontífice, el sentido altísimo del Amor de Cristo, simbolizado en su divino Corazón.
Para concluir pensemos en la maravillosa armonía creada por S. Juan Eudes entre las dos
devociones, guardadas perfectamente las proporciones entre sus dos objetos:
Amor hqmano-divino del Hombre Dios; amor humanoespiritual de su bendita Madre. Fue lo que
artísticamente expresó Franciosi en el magnífico Cuadro que adornó la Gloria del Bernini el 31 de
mayo de 1925, día de la Canonización del Santo. Todo queda dicho en la expresión: «Per Cor Mariae ad
Cor Jesu-POR EL CORAZON DE MARIA AL CORAZON DE JESUS
28LOS ULTIMOS AÑOS
Fue ante todo San Juan Eudes un hombre de Acción, conjugada con la más intensa vida in terior.
En medio de un absorbente apostolado encontró tiempo para derramar ésta en libros de una piedad
ardiente y conquistadora.
Cuando escribía la última página de su obra: «El Corazón Admirable de la Madre de Dios»,
primera obra teológica sobre la devoción a los Sagrados Corazonescontrajo la fiebre que le sería fatal.
Sus últimos años fueron un verdadero martirio, menos por los quebrantos físicos que por los
ataques acerbos de sus enemigos y en primera línea los Jansenistas que no podían sufrir que. así
predicara el amor de Cristo y de María.
Sintiendo próximo su fin, convocó una Asamblea General de su Congregación e hizo elegir en su
lugar al P. de Camilly. Viose entonces una escena conmovedora, al Santo anciano prosternado, en gesto
de humilde sumisión, ante el Superior elegido.
Los retiros anuales que siguieron y que él sabía eran los últimos, fueron su preparación
inmediata para la muerte. Oh la muerte! ... El la amaba! ... la esperaba ansioso pues ella le traería el
abrazo eterno con aquellos Corazones por quienes trabajó, vivió y padeció! ...
Rendido por la enfermedad pidió los últimos sacramentos y cuando el sacerdote llegó con el
Santo Viático se hizo levantar y de rodillas pidió perdón a los presentes
29
EL ESCRITOR
Los Santos sobreviven en sus obras y en sus escritos. En éstos hablan a las almas, las exhortan
al bien, a la virtud
Doce gruesos volúmenes comprende la obra literaria de San Juan Eudes. En medio de sus
trabajos de misionero y fundador encontró tiempo para componerlos y colocarse así entre los grandes
autores espirituales de¡ siglo XVII.
De¡ Cardenal Pitra, miembro de la Congregación de Ritos, son estas palabras: «EL P. Eudes por
sus escritos es una de las lumbreras de la Iglesia y uno de los escritores que mejor han 'hecho
florecer la doctrina de¡ evangelio-». «Su doctrina, dijo el P. Le Doré, no solamente irradia luz, sino
que engendrá verdadera piedad y santidad».
Muchas de sus obras se han perdido y es gran desgracia; pero las que conservamos constituyen
una suma completa de teología ascética y pastoral. Tratan sus obras de la perfección cristiana y
sacerdotal, de las obligaciones de¡ ministerio pastoral, de la manera de cumplirlas y de la devoción a
los Sagrados Corazones.
Su libro Vida y Reino de Jesús en las almas, que contiene su doctrina espiritual, El Memorial
de la vida eclesiástica, El buen Confesor y El Contrato de¡ hombre con Dios por el Santo Bautismo son
grandemente apetecidos. Su obra principal es su tratado de la devoción a los Sagrados Corazones
titulado El Corazón Admirable de la
31-
EL SANTO
«Jesum volo, nihil amplius! Quiero a Jesús, su reino, su gloria y nada más! »He aquí el resumen de
la vida del Padre Eudes. Un hálito de santidad se desprende de su persona, de sus palabras, de sus
obras.
Sus hijos y cuantos fueron testigos de sus trabajos apostólicos y de su virtud, lo miraban como
a un santo, muerto al mundo, al pecado, y a sí mismo. Encontraba amable la humildad y provechosas
para el alma la m o r t ificación y la cruz. En su fe encendida y práctica encontró un guía seguro para
justipreciar las personas y las cosas, para fundamentar su confianza en la misericordia infinita del
Señor. Pero su característica es el amor, la caridad activa, ardiente, devoradora hacia Jesús y María.
Este amor abrasado le inspiraba protestas inflamadas que no podemos leer sin que su calor encienda
nuestro pecho.
Tal caridad explica su lucha denodada contra el jansenismo que helaba las almas sembrando en
ellas el temor y la desconfianza.
Asemejarse a Jesús Sacerdote, a Jesús Hostia fue su esfuerzo de siempre. Esta conformidad
entre el Soberano Sacerdote y su ministro no escapó a la Iglesia que lo proclamó Bienaventurado en
1909 y en unión del humilde Cura de Ars lo elevó a los Altares el 31 de mayo de 1925, Solemnidad de
Pentecostés.
«Parahonor de la Santa e indivisible Trinidad, decía Pío XI desde su Cátedra de Doctor y Jefe de
la Iglesia Universia, para exaltación de la Fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, por
la Autoridad de Nuestro
3 3-
LOS EUDISTAS
DESPUES DE LA REVOLUCION
Ya lo dijimos: La gran Revolución Montó sus baterías, enfocó SUS furias todas contra el Clero y
los Religiosos. De la Congregación de Jesús y María -Eudistas- nada quedó .... sino la gloria de¡
martirio en sus miembros (1792) particularmente en los cuatro Beatificados de¡ 17 de octubre de
1926.
Pasada la borrasca, en 1826, bajo la dirección de¡ Padre Blanchard, como de las cenizas
empezó a revivir la Pequeña Congregación. Para entonces se hizo imposible tomar de nuevo
seminarios y el incipiente Instituto hubo de contentarse por años con la obra educativa en Colegios.
Sólo tomó fuerza gracias al dinamismo de¡ Padre Angel Le Doré, Superior General cerca de cincuenta
años (1879-1919), y a quien el Señor en sus designios concedió la gracia -por él muy deseada -de
enrutar de nuevo la Congregación por los caminos de «La obra de las obras» los Seminarios.
La Obediencia a una intervención directa de León XIII ante el P. Le Doré para que aceptara la
apremiante petición de¡ santo Obispo de Cartagena, Mgr. Eugenio Biffi, que con lágrimas le pedía
encargarse de la dirección de su Seminario, hizo que los Eudistas llegaran a América Latina y que a l l í
por años realizaran el anhelo de¡ Fundador: « salvar a los salvadores, dirigir a los directores,
adoctrinar a los doctores»...
Durante el Generalato del P. Le Doré pasaron también los Eudistas al Canadá (1890),
para continuar como
3 6-
pero
EN AMERICA LATINA
lo de Diciembre de 1883 y de¡ trasatlántico «La Fayette» desciende, toca.tierra colombiana en
Cartagena y pasa el viejo portalón de¡ Convento de Santo Domingo el Padre TEODORO HAMON, el santo
Eudista que vino a ser piedra angular de nuestra Provincia latinoamericana. El Centenario está a las
puertas!
Sólido el fundamento de la Obra que nacía: a las oraciones y lágrimas y humildes peticiones del
santo Obispo de Cartagena, Mgr. Eugenio Biffi; a la insistencia del Cardenal Ledóchowski, conocedor de
las circunstancias del País por haber sido «LegadoPontificio» ante nuestro Gobierno por los años 5 0 ,
y también del espíritu Eudístico como Promotor de la causa de Beatificación del P. Eudes; a las
especiales bendiciones de León XIII, a todo esto se sumaba el hecho de llegar el primero, como piedra
básica, fundador, de la Obra un Hombre de la Talla del Padre Hamon.
Primer Asistente de la Congregación, Vicario General, Escritor de nota, relacionado en su País
con hombres como Louis Veuillot y como él rodeado de la estimación general y llega a Cartagena, a la
Diócesis de Cartagena « elmuerto que en expresión del Primado de entonces Mgr. Vicente Arbeláez, le
confiaran a Mgr. Biffi para que lo resucitara», y llega con sus cincuenta y siete años de edad y la
ignorancia total del español... es heroico con heroísmo de Santo! Con razón en Cartagena y en Santa Fe
de Antíoquia en donde trabajó hasta su muerte en 1901, se le llamó siempre el Santo Padre Hamón...
Sobre ese fundamento y otros semejantes heroísmos de muchos Padres franceses que lo
siguieron, surgió lozana la Obra bendecida por León X111, y por cien anos la Congregación de Jesús y
María ha formado en numerosas regiones «Sacerdotes según el corazón de Dios».
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EPILOGO
Querrá quizás algún admirador del «Padre, Doctor y Apóstol del culto litúrgico a los Sagrados
Corazones» , encontrar asía la mano alguna página del Santo. Para complacerlo, le brindamos la
bell(sima que la Comisión episcopal española de Liturgia, con gran benevolencia en verdad, al
preparar "La Liturgia de las Horas" para su Iglesia, se sirvió ponerla como SEGUNDA LECTURA, y
nada menos que en la Fiesta del Sacratísimo Corazón de Jesús. El Autor lo agradece de corazón.
La página está tomada del libro doce de la extensa obra del Santo que lleva por Título: «El Corazón
admirable de la Madre de Dios».(En las Obras completas, tomo VIII).
AMOR DEL CORAZON DE JESUS
El Corazón de Jesús es un horno de amor hacia su Padre Divino, hacia su Santa Madre, hacia su
Iglesia y hacia cada uno de nosotros individualmente.
Qué espíritu sería capaz de concebir y qué lengua podría expresar lo que es la chispa más
insignificante de este horno ardiente del Amor Divino, que abrasa al Corazón del Hijo de Dios hacia su
Padre? Es un amor digno de tal Padre y de tal Hijo. Se trata de un Hijo infinitamente amante que ama a
un Padre infinitamente amable. Un Dios que ama a un Dios. Un amor esencial que ama a un amor
eterno. Un amor inmenso, incomprensible, infinito que ama a un amor inmenso, incomprensible e
infinito!
El Corazón de Jesús es un horno de amor hacia su Santa Madre, y las gracias inconcebibles de
que la ha colmado, nos hacen comprender que se trata de un amor sin medida.
42El Corazón de Jesús es un horno de amor hacia la Iglesia triunfante, purgante y militante; para
con la militante en particular, cuyos Sacramentos - especialmente la Eucaristía, compendio de todas
las maravillas de la bondad de Dios son otras tantas fuentes inagotables de gracia y de santidad cuyo
manantial se encuentra en el inmenso océano del Corazón de nuestro Salvador.
El Corazón de Jesús es un horno de amor hacia cada uno de nosotros. Considerad el exceso de su
bondad y las liberalidades de su amor en nuestro favor. Nos da el sér y la vida. Nos da este inmenso
mundo, rebosante de una multitud tan enorme y de una diversidad tan grande de cosas para nuestro uso
y necesidades, y hasta para nuestras diversiones. A todos nos da sus Angeles como protectores. Nos da a
todos sus Santos como intercesores ante la Majestad Divina. Nos da a su Santísima Madre como nuestra
mejor Madre ... Nos da a su Iglesia para que sea nuestra segunda Madre, Nos da los Sacramentos y
todos los Misterios de su Iglesia para nuestra santificación y salvación. Nos da a su Padre como
nuestro verdadero Padre. Nos da a su Espíritu Santo para ser nuestra luz y la orientación de nuestra
conducta. Nos da todos sus pensamientos, sus palabras, sus acciones, sus misterios, todos sus
sufrimientos y toda su vida empleada y sacrificada enteramente por nosotros hasta la última gota de
su sangre.
Pero además de todo esto, nos da su Corazón, principio y origen de todos los demás dones ...
Pues fue su Corazón Divino el que le hizo salir del seno adorable de su Padre, el que le impulsó a
venir a la tierra para concedernos todas sus gracias; y ha sido su Corazón, humanamente divino y
divinamente humano, el que nos las ha merecido y adquirido mediante todos los dolores y angustias
sobrellevados por El durante su vida en este mundo.
Después de todo esto, qué vamos a dar en retorno a nuestro Redentor? Devolvámosle amor por
amor y corazon por Corazón.
43-
SALUTACION A LOS SAGRADOS CORAZONES
Según la aoctrina de San Juan Eudes, Jesús vive y reina de tal manera en María que
verdaderamente es el alma de su alma, el espíritu de su espíritu y el corazón de su corazón, de tal
suerte que hablando propiamente, el Corazón de María es Jesús. Esto explica la expresión Te
adoramos que pudiera extrañar, en su salutación.
Te saludamos, Corazón Santísimo.
Corazón Dulcísimo,
Corazón. Humildísimo,
Te saludamos, Corazón Purísimo,
Corazón Devotísimo,
Corazón Sapientísimo,
Te saludamos, Corazón Pacientísimo,
Corazón Obendientísimo,
Corazón Vigilantísimo,
Te saludamos, Corazón Fidelísimo,
Corazón Felicísimo
Corazón lleno de misericordia,
Te saludamos, Corazón amantísimo de Jesús y María. Te adoramos, te alabamos, Te glorificamos, te
damos gracias Te amamos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas
nuestras fuerzas.
Te ofrecemos nuestro corazón, te lo damos, Te lo consagramos, te lo sacrificamos; Recíbelo y poséelo
todo entero; Purifícalo, ilumínalo, santifícalo. Vive y reina en él, ahora, siempre y por todos los
siglos. Amén.
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INDICE
INFANCIA. . ..... .....- - - ....- - - . ......... . . 3
EL DEVOTO EUDES .. ......... . . ............... .....5
HACIA EL SACERDOCIO ..................« ..........7
MISIONERO INFATIGABLE ..........................1 0
LOS SEMINARIOS..... ........ . . ........................ .13
La Congregación de Jesús y María. . ............1 5
EL MILAGRO DE LA CARIDAD:
Nuestra Señora de la Caridad del Refugio . . . . 17
A LA CONQUISTA DEL MUNDO:
Nuestra Señora de la Caridad de¡ Buen Pastor. .19
RELIGIOSAS EN EL MUNDO .................. .....2 1
LOS SAGRADOS CORAZONES ................. ..... 25
LOS U LTIMOS AÑOS .................................. 29
EL ESCRITOR ....... ....... ................... ........3 1
ELSANTO ....................................... ............3 3
LOS EUDISTAS:
Después de la Revolución ..........................3 6
En América Latina .....................................3 9
EPILOGO. . . . . » ... ................ ....... .......... 4 2
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