Download Guión de oración de Cáritas para la Comunidad Parroquial

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
ORORACIÓN
ORACIÓN
Diciembre 2012
ORAORAACIÓN
nombre VOCACIONAL
Guión de oración
Llamadas por tu
Ambientación del lugar
La oración estará presidida por un icono de Jesús sobre una mesita y unas
velas alrededor.
Se entregará fotocopiada la hoja que hay en este guión con los textos para
meditar.
Se pondrá música de fondo para crear clima de recogimiento.
DESARROLLO de la ORACIÓN
(lector 1:)
Bienvenidas a este espacio de oración que animamos desde Pastoral
Vocacional. Os invitamos a unirnos en oración, y hablarle desde el
corazón a nuestro Padre- Madre Dios.
Hagamos silencio interior, sintamos su presencia en nosotras, y
dejémonos llevar por él.
Para centrarnos en sólo él, os invito a cada una de vosotras a hacer este
ejercicio de interiorización:
En estos mismos momentos, si prestas atención en tu silencio… Jesús
está pronunciando tu nombre. Te está llamando desde el corazón…
Imagínate a Jesús, el Señor, llamándote por tu nombre… Visualiza con
calma esta escena…
Imagina el tono de su voz al decir tu nombre…
Imagina tu nombre pronunciado con cariño varias veces, una y otra vez,
en boca de Jesús…
Imagina su mirada hacia ti…
Imagina su postura corporal…
Imagina el efecto que produce en ti el escuchar tu nombre por su boca…
Imagina cómo sería tu mirada hacia él…
Imagina lo que harías ante él…
Imagina lo que le responderías…
Fíjate en todos los detalles de esta escena.
Dejamos ahora un tiempo sin prisa, para que cada una haga este
ejercicio de interiorización.
(Se dejará música suave de fondo)
(Pasados unos 12 minutos la lectora 2 leerá el texto evangélico de Mc 3,13-18
que todas tienen fotocopiado en la hoja.)
1
(lectora 1:)
Al igual que Jesús llamó por su nombre a los discípulos, ahora nos llama
por nuestro nombre a cada una de nosotros para ser sus apóstoles, para
anunciar con nuestras vidas la buena noticia del Evangelio.
Ahora os invito a que cada uno diga su nombre en voz alta, una detrás
de otra, como si fuera la continuación de la lectura que acabamos de
proclamar, en la que se dicen los nombres de los apóstoles de Jesús.
Hoy nosotras somos sus apóstoles.
(Después de que digan sus nombres, la lectora 1 dirá:)
Al igual que a los apóstoles, Jesús nos envía al mundo en el que
vivimos, a la pequeña parcela de la sociedad en la que estamos y
podemos influir, con esta misión: “Id y anunciad que el Reino de Dios
está ya cerca.” (Mc 10,7)
Ahora leeremos a dos coros la oración “Anunciadores del Reino”.
(Tras la proclamación de la oración, la lectora 1 dirá:)
Dejamos ahora unos 12 ó 14 minutos para releer con calma esta
oración, hacerla nuestra y meditarla desde el corazón. Y la que quiera
podrá añadirle otra estrofa a esta oración, es decir, continuarla con sus
palabras.
(Pasados 12 ó 14 minutos, la lectora 1 dirá:)
La que quiera, puede ahora compartir las palabras suyas que añadiría a
esta oración.
(Terminado lo anterior, la lectora 1 dirá:)

En estos momentos, si alguien quiere hacer una petición, alguna acción
de gracias, o compartir algo de lo vivido en este espacio de oración,
ahora lo puede hacer.

Para terminar vamos a rezar juntas, cogidas de la mano, la oración que
Jesús nos enseñó, y después de rezarla nos daremos un abrazo de paz:
Padre nuestro…
2
(Para fotocopiar)
Subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él,
y Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de
expulsar a los demonios.
Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y
Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego,
Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y
Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
(Mc 3,13-18)
Anunciadores del Reino
Señor Jesús, yo sé que luchaste por la paz, la justicia y la libertad;
que lo diste todo con amor y verdad;
que perdonaste y devolviste la dignidad a muchos hombres y mujeres.
Que viviste entre marginados y excluidos, asumiendo su vida.
Yo sé que proclamaste que Dios era Padre Compasivo y Misericordioso;
y que llamaste a vivir en tu Reino a todas las personas sin distinción,
para ser hermanos unos de otros, hijos de un mismo Padre-Madre Dios;
ilumina nuestros corazones para seguir construyendo tu Reino.
Infúndenos, Señor, el deseo de darnos y entregarnos,
de aprovechar el tiempo de nuestra vida
para estar siempre disponibles y al servicio
de nuestros hermanos, de nuestros prójimos más necesitados.
Señor, haznos constructores de tu vida,
propagadores de tu Reino.
Ayúdanos a poner la tienda en medio de los hombres y mujeres de hoy,
para llevarles el tesoro de tu amor que salva.
Señor, tú que animas nuestra fe
y consolidas nuestra esperanza,
haz que apostemos siempre por el bien, la justicia y la paz,
de modo que tu Reino crezca siempre.
Danos superar toda tentación
de construir este mundo y esta sociedad sin contar contigo.
Señor de la justicia,
que quieres que todos los seres humanos seamos hermanos:
sacude en nosotros la indiferencia, la farsa y la ambición.
Y haz que renazca con nuestro esfuerzo,
un mundo más humano,
un hombre más fraterno, con nuevo corazón.
Señor Jesús, tú que estás presente de corazón en cada cosa,
danos una mirada limpia para descubrirte en las cosas,
las personas y los acontecimientos.
Danos sabiduría y sensibilidad para interpretar tus signos,
escuchar tu mensaje y construir tu Reino.
3
Relee
con
calma
esta
oración,
hazla
tuya y
medítala
desde el
corazón.
Si
quieres
puedes
pensar
cómo
continuar
ías esta
oración
con
palabras
tuyas…