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LA ORACION
“ si el testimonio de los cristianos no es testimonio de oración, poco tiene que decir este testimonio al
mundo.
Es más, ¿no ha llegado la hora de decir a este mundo que el estilo nuestro es un estilo diferente, el
estilo que procede de la plegaria y se expresa no solo en el compromiso, sino además en la
contemplación?".
(J. M. Castillo)
1. ¿Qué NO es la oración?
- Pedir que Dios haga lo que queremos.
- Decirle a Dios lo que tiene que hacer, etc., etc.
2. ¿Qué ES la oración?
- Un encuentro amoroso
- Ponerse ante Dios y junto con Él.
- Pensar nuestra vida y la realidad que nos rodea.
- Mucha veces, como consecuencia de eso, nuestro corazón siente la necesidad de:
- Darle gracias
- Alabar su presencia junto a nosotros
- Expresarle nuestros deseos
- Ofrecernos a lo que Él quiere
- Sentir gozo ante su mirada benévola
- Ofrecer nuestra vida como entrega
- Reconocer delante de Él nuestro pecado
3. ¿Cómo hacer oración?
Bastaría simplemente con ponernos ante Dios, y estar así, sin tener por que hacer nada más,
perdiendo la noción del tiempo, dejándose sumergir en el Amor.
Pero como muchas veces no tenemos suficientemente preparado el corazón, conviene dejarse ayudar
de ciertos criterios sencillos, como estos:
Toda oración tiene tres pasos (muy importantes cada uno de ellos):
- La preparación
- La oración
- El examen
A) PREPARACION
Hay que seleccionar aquello que veo, me mueve el corazón (como consolación o desolación). A
veces será una frase repetitiva, otras veces las frases aisladas de un texto, una imagen (mental o
real), una idea, algo que ha ocurrido, el recuerdo de personas, una canción, una música, etc., etc.
A partir de eso que me conmueve (ya que Dios está conmigo), hare la oración.
B) DURANTE LA ORACION
a. Para empezar, se puede hacer siempre estas tres actividades:
i. calmarse: aflojar las tensiones de todo el cuerpo y mente
ii. delante de alguien: uno mismo puede pronunciar el propio nombre, como si Dios
mismo lo estuviera pronunciando, poniendo la entonación y la melodía que uno
cree que Dios pondría al pronunciarlo. Así, se puede estar todo el tiempo que se
quiera.
iii. en espera de algo: hacer un acto de confianza en el Señor, tomando conciencia
que Él tiene sorpresas para mí, en este tiempo de encuentro con Él. Pedir.
b. Nunca preocuparse por “seguir adelante” si en un sentimiento, frase o idea, me siento
unido a Dios. Lo importante es lo que decía San Ignacio: “El sentir y gustar las cosas
internamente”.
c. Distracciones
C) EL EXAMEN DE LA ORACION
a. Las señales
i. ¿Qué cosas aparecieron?, sentimientos, imágenes, deseos, proyectos,
distracciones, etc. etc. No se trata de juzgar ahora, sino simplemente detectar todo
lo que apareció.
b. El camino
i. ¿Cómo fue el proceso?
ii. ¿Cuáles aparecieron al comienzo, cuáles en el medio, cuáles a final?
c. La nube o las espaldas de Dios
i. De todo lo que apareció en el transcurso de la oración, ¿cuáles fueron las cosas
que me trajeron gozo interior (consolación) y cuáles desolación?
d. La campana
i. ¿Qué es lo que se repite?
ii. ¿Por qué en tal momento?
iii. ¿Siempre me vino consolación (o desolación)?
4. Contenido del tiempo de la oración
-
La oración no se hace… porque la oración no es una actividad sino una EXPERIENCIA. Por
ello la oración no se hace sino que es un ACONTECIMIENTO.
La actividad es o debe ser MI PREPARACION; que recursos pongo para la oración. “El
mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque sabemos orar como es debido;
pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que sondea los corazones
conoce el deseo del Espíritu y sabe que su intercesión a favor de los santos está de acuerdo
con la Voluntad de Dios.” (Rom. 8, 26-27)
Orar, una acción del Espíritu en mí, en un ámbito… EL SILENCIO.
Fr. Alberto, C.P.