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Mensaje de Navidad 2011 del Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati
Hoy es Navidad. El Hijo de Dios ha venido a caminar con nosotros, en el corazón de
nuestra historia. En esta fiesta tan significativa para quienes seguimos a Jesucristo,
deseo llegar al hogar de cada uno de Ustedes y desearles la sobreabundante bendición
que brota del corazón de Dios. Feliz Navidad quiere decir, alégrate, llénate de
esperanza, para ti brilla una gran luz, luz que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo, luz de misericordia y de benevolencia, luz de vida y de esperanza, luz que no
conocerá la oscuridad de la noche, la luz que es Cristo el Señor, nacido en Belén.
Al entrar a sus hogares saludo a todos, de manera especial, a los ancianos, a los
enfermos, a quienes sufren o han perdido la esperanza. Para todos, el nacimiento de
Jesús sea fuente de esperanza y de vida, sea consuelo y bálsamo del alma, sea gracia que
renueva e invita a la bondad.
Saludo a los niños y los invito a acercarse al pesebre. Allí verán al Niño Jesús envuelto
en pañales y recostado en la paja de un establo. Es el Hijo de Dios que, al nacer, no
encontró espacio en ninguna posada de Belén. Solo una gruta de pastores brindó amparo
al Rey del mundo que nacía. Jesús, queridos niños, los invita a ser como Él, a crecer en
edad, en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres. En el pesebre verán
también a María, la Madre de Jesús y a San José su custodio. Contemplándolos podrán
pedir por sus padres, por su hogar para que sea un nido de amor y un santuario de la
vida. ¡Cuanto gozo en los rostros de María y José, cuanto amor en su corazón! Es el
gozo y el amor que Ustedes necesitan para crecer.
Saludo a los jóvenes, de manera especial, a los protagonistas de la “Misión Joven”, que
expresan su ardiente deseo de encontrar el rostro del Dios vivo, de contemplarlo y de
darlo a conocer a sus coetáneos… Queridos jóvenes, Ustedes saben que Jesús es el
rostro del Padre, del Dios vivo. Él les dice: “Quien me ve a mi, ve al Padre”, “Yo y el
Padre somos una sola cosa”… Acérquense a Él con la fe sencilla y generosa de los
pastores y con la inteligente sabiduría de los sabios de Oriente: en la sencillez del Niño
de Belén encontrarán el rostro de Dios, el don más grande al que pueden aspirar y que
da sentido a todos sus anhelos de libertad, de amor, de fiesta, de verdad y solidaridad.
Me complace saludar a los trabajadores que con su esfuerzo diario buscan acopiar lo
necesario para la vida de la familia. Sé, apreciados amigos, de sus dificultades y de sus
aspiraciones. Sé que buscan dignificar, más y más, su trabajo y las condiciones que
permitan hacerlo más humano y un valioso aporte al bienestar de todos. A Ustedes
también los invito a acercarse a la cuna de Jesús: es el “Hijo de Dios”, hecho “hijo del
carpintero”, que trabajando con sus manos, se ha hecho solidario con cada obrero, con
sus fatigas, su cansancio y sus esperanzas.
Con humildad y respeto, deseo entrar en el hogar de los más pobres. Conozco
sus esfuerzos, sus sufrimientos y desesperanzas. Les quiero anunciar la Buena Noticia
que para Ustedes ha nacido el Salvador que, siendo rico, nació en la pobreza de un
establo y vivió en la humildad de Nazaret. Para Ustedes imploro tiempos de mayor
justicia, equidad y solidaridad.
Finalmente, con mi saludo de bendición deseo llegar a todas y a todos quienes habitan
en la Arquidiócesis de Santiago: a las autoridades que nos gobiernan, a los empresarios
y comerciantes, a los educadores, comunicadores sociales y servidores públicos. Para
todos, feliz Navidad, especialmente para los miembros de las comunidades cristianas. El
Señor llene sus vidas, y la de sus familias, de abundantes bendiciones; les traiga paz al
corazón y afiance su compromiso de servicio generoso al bien común, especialmente de
los más marginados.
Para todos, la invitación de volver el corazón hacia el Señor de la Vida: la buena noticia
de su nacimiento en Belén, nos renueve el alma para vivir en la fe, en la esperanza y en
el amor.
Les deseo una Feliz Navidad y un nuevo año 2012, bendecido por el amor del Padre
Dios.
+ Ricardo Ezzati Andrello
Arzobispo de Santiago
Santiago, Navidad de 2011.