Download Las olas de los océanos y otras fuentes generan un ruido

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Las olas de los océanos y otras fuentes generan un ruido sísmico ambiental que se puede
utilizar para conocer las características del manto terrestre. Así lo ha demostrado un equipo de
investigadores europeos mediante una red de sensores instalada en Finlandia. El estudio se
publica esta semana en la revista Science.
Cada vez que una ola del mar rompe en la costa, se generan pequeñas ondas sísmicas. La suma
de todas las de los océanos –junto a otros factores como la lluvia, el viento o incluso la ruidosa
actividad humana– produce un ‘ruido sísmico ambiental’. Este zumbido colectivo de la Tierra
es imperceptible para el oído humano pero se puede registrar con sensores.
Gracias a ello científicos de la Universidad de Grenoble (CNRS, Francia) han desarrollado una
nueva técnica para sondear el interior de nuestro planeta. Los detalles los publican en Science.
En la misma revista el investigador Germán Prieto, de la Universidad de los Andes (Colombia),
también hace una valoración de este estudio.
Los investigadores han registrado el ‘ruido sísmico ambiental’ desde 42 estaciones en Finlandia.
(Imagen: Poli et al.)
“La técnica es similar a una
ecografía”, explica Prieto a
SINC. “En una ecografía se
manda un ‘eco’, un pulso de
sonido agudo que atraviesa el
cuerpo humano. Parte de la
señal se devuelve cuando
encuentra un hueso, por
ejemplo, y un aparato lo
registra. De forma similar, las
‘imágenes’ del interior de la
Tierra se pueden obtener a
partir de las ondas sísmicas
que generan los terremotos”.
“El inconveniente –prosigue el investigador– es que los terremotos no se pueden controlar, no
sabemos de antemano ni el lugar ni la hora a la que se van a producir. El ruido sísmico
ambiental, sin embargo, ofrece la gran ventaja de que está activo las 24 horas y que su fuente
principal sean los océanos”.
Para detectar estas señales, el equipo dispuso de 42 estaciones de registro sísmico en el norte
de Finlandia. También utilizaron una técnica matemática de correlación para comparar los
datos de cada estación y obtener información sobre la propagación de las ondas sísmicas. Esta
información revela propiedades físicas del interior de la Tierra, como la composición,
temperatura y presión de las rocas.
En concreto, los autores han localizado y recreado la imagen de dos discontinuidades o
cambios abruptos a 410 y 660 km de profundidad, que delimitan la zona de transición que hay
entre el manto superior e inferior terrestre. Hasta ahora el método de las ondas sísmicas no
era capaz de profundizar más de 100 km.
Como el ruido ambiental está en todas partes, los autores confían en poder extender esta
técnica a otros lugares del mundo para conocer mejor el manto e incluso zonas más interiores.
“Entre los 700 km de profundidad y el núcleo de la Tierra –a 6371 km de la superficie– todavía
no conocemos discontinuidades pronunciadas, por lo que el siguiente nivel que se podría
estudiar es la interfaz manto-núcleo”, sugiere Prieto, que pronto se incorporará al Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU). (Fuente: SINC)