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ortodoncia 06 IADR 2010 - Barcelona, 14 al 17 de julio OSAP premia al Dr. Acosta Gío por Dr. Acosta Gío Awarded by OSAP for su labor en el control de infecciones his Work in Infection Control Por Javier Martínez de Pisón By Javier Martínez de Pisón TAMPA, Florida, USA E l especialista mexicano en control de infecciones Dr. Enrique Acosta Gío recibió un importante premio durante el reciente simposio de OSAP, en Tampa (Florida), por sus contribuciones a la seguridad de profesionales y pacientes de la salud bucal, entre las que destaca su labor durante la epidemia de gripe H1N1 en México. La Organización para la Seguridad, la Asepsia y la Prevención (OSAP) otorgó el “James J. Crawford Award” al especialista mexicano, prestigioso galardón con el que previamente se ha distinguido la labor de académicos como John Molinari y William Rutala, e investigadores como Walter Bond y Donald Marianos, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, entre otros líderes profesionales. “Esta distinción es una muestra más de la relevancia que tienen las investigaciones realizadas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en particular un reconocimiento internacional de los programas académicos que ofrece la Facultad de Odontología”, declaró el Dr. Acosta Gío, el primer investigador en recibir este galardón que no reside en Estados Unidos. El reconocimiento le fue entregado por el Dr. John Molinari, quien mencionó las numerosas publicaciones científicas y divulgativas, conferencias y cursos con los que el Dr. Acosta Gío ha contribuido a hacer más seguros los consultorios dentales. En particular, la junta directiva de OSAP reconoció la iniciativa del Dr. Acosta Gío para integrar a la OSAP en la Alianza Global para la Seguridad de los Pacientes, liderada por la Organización Mundial de la Salud. El Dr. Acosta Gío, quien es también Editor Internacional de la revista de la Asociación Dental Americana JADA, destacó que enaltecen a la profesión aquellos dentistas que realizan esfuerzos para proteger al personal que trabaja en los consultorios, y prevenir la posible transmisión de enfermedades infecciosas hacia y entre los pacientes. La labor del Dr. Acosta Gío fue clave durante el brote de la gripe H1N1 en México, la cual se expandió a nivel internacional. Muchas de las medidas de seguridad instauradas por el gobierno mexicano a raíz de la epidemia se debieron a la asesoría médica y odontológica de especialistas en control de infecciones como Acosta Gío. La pandemia del H1N1, un año después Un año después del brote de la influenza H1N1 en México que provocó una pandemia mundial y pánico generalizado, el jefe de control de infecciones de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Dr. Enrique Acosta-Gio, dijo a Dental Tribune Latinoamérica que el mundo tuvo suerte de que el virus no fuera tan agresivo como se creyó inicialmente. El Dr. Acosta-Gio agregó que las medidas adoptadas por los funcionarios de salud de México seguirán siendo analizadas como un ejemplo a seguir para combatir futuros brotes de influenza y de otras enfermedades infecciosas. Un reconocido especialista en control de infecciones, Acosta-Gio fue parte del equipo científico de la UNAM encargado de responder al brote de la gripe en abril de 2009. Después del brote de SRAS/SARS en 2003 y la amenaza de la gripe aviar H5N1, las autoridades de salud de todo el mundo prepararon planes de contingencia. Pero mientras los expertos analizaban la posibilidad de que surgieran nuevos brotes en Asia, el virus H1N1 apareció sorpresivamente en México. Un virus desconocido La tercera semana de abril de 2009, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Esta- www.fdi2010.com dos Unidos confirmaron al Secretario de Salud de México que se trataba de un nuevo virus. Cualquier demora en adoptar medidas pondría en peligro muchas vidas y el gobierno no dudó ni improvisó: inmediatamente se adoptaron medidas de aislamiento social y se cerraron la mayoría de los lugares públicos. “Ahora sabemos que, afortunadamente, no se trataba de un virus altamente agresivo”, manifestó el Dr. Acosta-Gio, “lo cual ofreció a la comunidad una valiosa oportunidad para mejorar una serie de medidas higiénicas como lavarse las manos, no toser cerca de otros e inmunizarse contra la gripe estacional. Estas medidas han sido eficaces para mantener la seguridad”. El Dr. Enrique Acosta “Hace un año respon- Gió en el congreso de dimos a una enfer- OSAP con el premio “Jamedad entonces des- mes J. Crawford 2010”. conocida”, comenta el Dr. Acosta-Gio. “Si se hubiera tratado de un virus altamente contagioso, habría causado una gran mortandad y una crisis económica aún más grave. El experto señala que las medidas adoptadas se basaron en la información disponible en ese momento. A posteriori, algunos críticos afirman que las medidas de la OMS y de muchos gobiernos fueron excesivas. Pero Acosta-Gio explica que cuando se dieron los primeros casos de H1N1 en México, los epidemiólogos de todo el mundo pensaron que podía tratarse de algo tan grave como la gripe española de 1918, una pandemia (también H1N1) que causó 50 millones de muertes. Durante el distanciamiento social decretado por el gobierno, el campus donde el Dr. Acosta-Gio trabaja cerró, pero la Facultad de Odontología inició de inmediato planes para garantizar la seguridad de pacientes, profesores, personal y estudiantes, reforzando las medidas para el control de infecciones. Un año después, su cumplimiento sigue siendo alto, lo cual es siempre un reto. Futuros brotes La pandemia de la influenza ha sido una gran lección para todos, y ello es especialmente importante porque, como señala Acosta-Gio, “tuvimos mucha suerte con el H1N1, pero sabemos que en el futuro surgirán otros brotes”. El experto comenta que vivimos en un mundo en el que todos estamos interconectados y puso como ejemplo la reciente erupción del volcán de Islandia, que tuvo un impacto mundial y volvió a plantear la polémica entre la adopción de medidas preventivas y los efectos económicos que causan. T TAMPA, Florida, USA he Mexican professor and infection control specialist Dr. Enrique Acosta Gío received the prestigious “James J. Crawford 2010 Award” during the recent OSAP symposium in Tampa, Florida for his contributions to occupational and dental health patient safety. The Organization for Safety and Asepsis and Prevention (OSAP) awarded to the Mexican expert the “James J. Crawford Award”, which was previously received by prestigious academic such as John Molinari and William Rutala, and researchers such as Walter Bond and Donald Marianos, of the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) in United States, among other professional leaders. “This award is another example of the research level conducted at Universidad Nacional Autonoma de Mexico (UNAM), and particularly an internatiorecognition Dr. Enrique Acosta Gió nal en el congreso de OSAP of the academic con el premio “James programs offered J. Crawford 2010”. at the Dentistry School,” said Dr. Acosta Gío, the first researcher not based in United States to receive the award. Dr. Acosta Gío received the award from Dr. John Molinari, who mentioned the numerous scientific and educational publications, conferences and courses by Dr. Acosta that have contributed to dental safety. In particular, the OSAP board mentioned Dr. Acosta Gío’s role in making OSAP a member of the Global Alliance for Patient Safety, led by the World Health Organization. Dr. Acosta Gío, who is also International Editor of JADA, praised researchers who work to improve dental safery in clinics, and to prevent the transmission of infectious diseases. At the OSAP symposium in Tampa, Acosta Gío participated in a panel with Ami Collins from CDC and John Hunt of United Kingdom on �The H1N1 Pandemic One Year After.� The H1N1 Pandemic, One-Year After One year after the outbreak in Mexico of the H1N1 influenza, which caused a worldwide pandemic and widespread panic, the head of infection control at the National University of Mexico’s Dental School, Dr. Enrique Acosta-Gio, said to Dental Tribune Latin America that we all are fortunate that the virus was not as aggressive as initially thought. Dr. Acosta-Gio added that the measures adopted by Mexican Health officers will continue to be analyzed as text book examples for future outbreaks of influenza and other emerging infectious diseases. An internationally renowned infection control specialist, Dr. Acosta-Gio served on UNAM’s scientific team responding to the outbreak in April 2009. In hindsight, some critics have said that responses by WHO and many governments to the H1N1 virus were too extreme. After the outbreak of SARS in 2003 and the threat of avian H5N1 influenza, preparedness and response plans were in place the world over. Everybody was looking at China and South East Asia when H1N1 struck in Mexico. Uncertain Virus The expert said that when the first cases of H1N1 were reported in Mexico, epidemiologists all over the world were reminded of the 1918 Spanish Flu, a pandemic of influenza virus (also H1N1) that caused around 50 million deaths. “A year ago we were responding to an emerging disease that we didn’t know”, Dr. Acosta-Gio said. “Had it been a highly contagious killing virus, it would have caused great human damage and economic turmoil.” The infectious control expert pointed out that decisions were based on the information available at the time. The third week in April 2009, the Mexican Secretary for Health received confirmation from CDC that a previously unseen virus had emerged. Any delay in responding would unjustifiably put lives at risk. There was no time to hesitate or improvise. Social distancing measures were implemented swiftly, and most public venues were closed. “What we see looking back,” Dr. AcostaGio said, “is that fortunately this was not a particularly aggressive virus, which offered the community a valuable opportunity to improve their compliance with handwashing, cough etiquette, and seasonal flu immunization. These infection control measures have been effective in keeping people safe.” During social distancing, the campus where Dr. Acosta-Gio works was closed, but the Dental School immediately started planning for the safe return of patients, faculty, staff and students. Infection control measures were reinforced. One year after, compliance remains high, “this is a continuing challenge in dental education.” Future Outbreak “We were very fortunate with the H1N1,” he said, “but we know that sometime in the future another outbreak will happen.” There are many lessons to be learned from the H1N1 pandemic, Dr. Acosta-Gio points out. “Globally we’re interconnected: the recent volcano eruption in Iceland had immediate global impact and the safe vs. disproportionate argument surfaces again.”