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Virus Influenza A(H1N1)pdm09, ¿qué debemos saber de ella?
Virus Influenza A(H1N1)pdm09,
¿qué debemos saber de ella?
Alejandro Martínez García1. Rafael Martínez Nogueras2. Lina Lucía Martín Hita2
1
UGC de Anestesia. 2UCG de Enfermedades Infecciosas, Microbiología Clínica y Medicina Preventiva Interniveles.
Complejo Hospitalario de Jaén.
RESUMEN
ABSTRACT
La infección por virus Influenza A(H1N1)
pdm09 se asocia con una morbilidad importante principalmente en niños y adultos jóvenes.
Aunque la mayoría de los pacientes presentan
cuadros clínicos autolimitados de gravedad moderada y sin complicaciones significativas, algunos desarrollan cuadros clínicos muy severos,
caracterizados en su mayoría por neumonías,
exacerbaciones de enfermedad pulmonar crónica o necesidad de ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos, y que pueden tener un desenlace fatal. El objetivo de este manuscrito es realizar una revisión de la literatura especializada y
aportar una visión actualizada de la infección y
sus características epidemiológicas.
Influenza A(H1N1) pdm09virus is associated with important morbidity in children and
young adults. Although most patients have
self-limited moderate symptoms without significant complications, some of them develop
severe clinical conditions characterized by
pneumonia, exacerbation of Chronic Lung Disease, ICU admission, and in worst cases result
in death. The aim of this manuscript is to review the recent literature about this pathology.
PALABRAS CLAVE
KEY WORDS
Influenza A, H1N1, Flu, Epidemiology.
Influenza A, H1N1, gripe, epidemiología
1. INTRODUCCIÓN:
Las epidemias de gripe son responsables
cada año de un incremento significativo en las
tasas de hospitalización y de la mortalidad asociada a todas las causas durante los meses de
otoño-invierno. Clásicamente consideramos
especialmente vulnerables a los individuos mayores de 65 años, y a aquéllos menores de esa
edad con alguna condición clínica especial que
los predisponga a padecer una gripe complicada1. Se estima que anualmente 500 millones de
personas en todo el mundo enferman de gripe,
de las cuales 3 a 5 millones se complican, causando entre 250.000 y 500.000 muertes2.
La variabilidad interanual de la cepa virus
Influenza predominante, marcará el devenir
epidemiológico y su morbi-mortalidad asociadas3.
El objetivo de manuscrito es realizar una
revisión de la literatura acerca de los orígenes
epidemiológicos del virus Influenza A(H1N1)
pdm09, su clínica, diagnóstico, tratamiento y
prevención.
2. EPIDEMIOLOGÍA
El virus pandémico Influenza A/H1N1 2009
o A(H1N1)pdm09, fue identificado por primera
vez en humanos en Marzo de ese año en Méxi-
marzo 2015 · p. 3
INTERNET
co. El 17 de Abril de 2009, los Centros para el
Control y Prevención de Enfermedades (CDC)
de EE.UU confirmaron los 2 primeros casos de
infección humana por esta nueva cepa de virus
Influenza A/H1-N1 en 2 pacientes pediátricos
residentes en California4. Para Junio de 2009, la
infección ya había mostrado una rápida transmisión persona-persona y virulencia en más de
70 países en todo el mundo. Todo ello provocó
que el 11 de Julio de ese mismo año la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevara su alerta al nivel más alto, declarando la fase 6 o fase
de pandemia, informando acerca de la amplia
transmisión comunitaria en al menos dos continentes5.
En España, de acuerdo con las recomendaciones del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades, el Sistema de Vigilancia
de Gripe mantuvo su actividad durante el verano de 2009. La circulación del nuevo virus
Influenza A(H1N1)pdm09 se detectó por primera vez en la semana del 24 al 30 de mayo de
2009 por la Red de Médicos Centinela de la Comunidad Autónoma de Madrid y 2 semanas
después por la Red de Médicos Centinela de
Navarra, propagándose posteriormente al resto del territorio nacional en poco tiempo6.
En total, en España se confirmaron 757,820
casos de Influenza A(H1N1)09 durante el año
2009; lo cual se tradujo en términos económicos en un coste sanitario estimado en
144.773.577 € 13.
3. CLÍNICA:
3.1 Incubación y contagio:
El periodo de incubación de la infección
por Influenza A(H1N1)pdm09 es aproximadamente de entre 1,4 y 4 días, siendo similar al de
la gripe estacional descrito entre 1 – 2,4 días 3644
.
El periodo de contagio generalmente aparece desde un día antes del inicio de los síntomas y dura al menos hasta que se resuelven los
últimos síntomas. El pico de carga viral ocurre
en la mayoría de los casos el mismo día en que
comienzan los síntomas, y gradualmente va
disminuyendo desde entonces. En total, se trata de un periodo comprendido en adultos entre
p. 4 · marzo 2015
4 y 8,5 días como señalan estudios como el de
Zhou et al39, Winzer et al45 o Feng et al46 en
2010. Sin embargo, en niños y adultos jóvenes
puede ser de 10 o más días de duración47, 48 y en
inmunodeprimidos puede llegar hasta varias
semanas49.
3.2 Afectados
Si la comparamos con los grupos de población más afectados clásicamente por la gripe
estacional, la infección por Influenza A(H1N1)
pdm09 registró mayores tasas de ataque en
niños menores de 15 años y adultos jóvenes7-10.
Hay estudios descritos donde más del 60% de
los casos informados se produjeron entre personas de 10 a 29 años, y sólo un 1% en mayores
de 65 años8. Estas tasas tan bajas de infección
en mayores de 60 años han sido estudiadas por
varios grupos de investigación que ofrecen como posible explicación la falta de reactividad
de los anticuerpos al nuevo virus, que sí existe
en personas más jóvenes 50-52, sin poder establecer mayores conclusiones.
Estudios sobre el sexo del afectado, no
han evidenciado diferencias estadísticamente
significativas en cuanto a sintomatología, severidad de la enfermedad, pronóstico o tasas de
hospitalización entre los individuos enfermos 5357
.
3.3 Espectro clínico
La infección gripal por virus Influenza A
(H1N1)pdm09 presenta una variabilidad clínica
interpersonal muy importante. En la mayoría de
los casos, la enfermedad se presenta en forma
de cuadros benignos y autolimitados, caracterizados por la aparición abrupta de fiebre y de
síntomas respiratorios tales como rinitis, tos o
congestión nasal. Por tanto, en los primeros
estadios de la infección, resulta indistinguible
de una enfermedad respiratoria viral común 56,
60-63
.
Los síntomas más comunes en las series
consultadas fueron la fiebre y la tos. La severidad de los síntomas tiende a ser más alta en los
primeros 4 días, con un pico al segundo; pero
éstos se resuelven rápidamente con terapia
con oseltamivir en la mayoría de los casos. Las
Virus Influenza A(H1N1)pdm09, ¿qué debemos saber de ella?
infecciones respiratorias de menor gravedad se
resuelven sin tratamiento en un periodo de
aproximadamente dos semanas64. De acuerdo
con la revisión sistemática de la literatura de
Khandaker y cols sobre la características clínicas del virus Influenza A/H1N1 basada en los
criterios de enfermedad influenza-like establecidos por el Centro de Control y Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos, la tos y la
fiebre fueron los síntomas más prevalentes,
documentándose en más del 80% de los casos
recogidos. En esta revisión, tos (84,9%), fiebre
(84,7%), dolor de cabeza (66,5%), rinorrea
(60,1%), y mialgias (58,1%) fueron los síntomas
más comunes en los casos de infección por Influenza A/H1N1 8.
Los síntomas gastrointestinales, especialmente la diarrea, se presentaron en mayor número en infectados por virus A(H1N1)pdm09 si
lo comparamos con la gripe estacional. Estos
hallazgos pueden reflejar una mayor tasa de
replicación viral local o un daño indirecto al
tracto digestivo 71-73. Sin embargo, en la revisión
sistemática de Khandaker et al8, la prevalencia
de diarrea entre los casos de infección por A
(H1N1) fue del 13%, lo cual es comparable a lo
publicado sobre la gripe estacional (13% y 14%
para influenza A y B, respectivamente, y 10%
para A(H1N1)pdm09 en el mismo estudio de
Hawkes et al. 69)
No obstante, existe un número nada despreciable de casos que presentan como principal complicación severas neumonías virales que
asocian cuadros de insuficiencia respiratoria de
muy rápida e impredecible evolución, y que
pueden comprometer seriamente la vida del
paciente. Durante la primera ola de enfermedad por A(H1N1)pdm09 en EEUU, las tasas de
hospitalización fueron aproximadamente de un
8,3% de todos los casos confirmados. Adem|s,
de dichos casos hospitalizados hay series que
indican desde un 3,4- 44% de ingresos en UCI, y
un 0,5-21,4% de muertes 65-68.
3.4 Población infantil
En menores de 2 años, la infección por Influenza A(H1N1) se ha relacionado con un alto
riesgo de deshidrataciones severas, shock, coinfecciones bacterianas, y complicaciones neu-
rológicas tales como la encefalopatía o la encefalitis. La media de duración de la fiebre por
A(H1N1)pdm 09 en esta población se estimó
en 3 días, resolviéndose generalmente en 8
días en el 95% de los pacientes39, 69. Aquellos
que presentaron alguna complicación neurológica generalmente se recuperaron por completo, pero se han informado casos de síndromes
convulsivos residuales y déficits cognitivos significativo, sobre todo en aquellos que padecieron encefalitis necrotizantes, que afectaron a
los ganglios basales70.
Los síntomas respiratorios agudos son los
que aparecen con mayor frecuencia y los que
tardan más en resolverse, presentado disnea o
taquipnea un 31,2% de los casos, siendo más
común en hospitalizados (51,6%) y en ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos
(61,5%). Por otro lado, también presentaron
con cierta frecuencia conjuntivitis, epistaxis u
otitis media8.
La neumonitis viral difusa con hipoxemia y
síndrome de distress respiratorio agudo (4972%) fueron las condiciones clínicas m|s comunes que llevaron a los enfermos pediátricos a
ingresar en la UCI 66.
3.5 Otras manifestaciones:
En la literatura científica consultada también aparecen publicados casos esporádicos
de manifestaciones atípicas incluyendo aquellas con complicaciones neurológicas tales como convulsiones, encefalitis, encefalopatía,
hemiplejia, cuadraparesia, mielopatía aguda, y
ataxia13, 53, 70, 72-67.
Otras complicaciones informadas fueron
miocarditis51, insuficiencia cardiaca62, 58, linfohistiocitosishemofagocítica55-54, Síndrome de
Guillain-Barré62, miositis y rabdomiolisis59.
4. HALLAZGOS DE LABORATORIO
En la mayoría de los casos reportados en
la revisión de Cao et al 43, los pacientes afectados por el A(H1N1)pdm09 presentan niveles
normales e incluso bajos de leucocitos. Por
otro lado, dicha linfopenia se presenta tanto
en adultos (68,1%) como en niños (92,3%), y
marzo 2015 · p. 5
INTERNET
típicamente ocurren en el segundo día de infección, resolviéndose aproximadamente en el
séptimo43.
Los hallazgos radiológicos en los casos
de neumonía por Influenza A/H1N1 no siguen
ningún patrón específico e incluye en su mayoría un patrón intersticial, alveolar o mixto difuso61, 42,41.
La tomografía computerizada de tórax
parece ser más sensible en la detección de consolidaciones neumónicas, especialmente en
pacientes inmunocomprometidos40, donde se
encuentran con frecuencia áreas en vidrio deslustrado, signos del broncograma aéreo, engrosamientos peribronquiales38, y consolidaciones
alveolares40, 37.
Detección de ARN viral en un extracto de
muestra clínica respiratoria.
Detección de antígenos virales en muestra clínica respiratoria, (inmunofluorescencia directa o inmunocromatografía).
Respuesta específica de anticuerpos
frente a los diferentes tipos y subtipos
virales: Aumento de cuatro veces en el
título de anticuerpos neutralizantes frente a virus de la gripe. Este criterio supone
la necesidad de tomar y ensayar en paralelo una muestra de suero cuya extracción coincidirá con la fase aguda de la
enfermedad y una segunda muestra de
suero en la fase convaleciente de la enfermedad estimada a partir de 10-15 días
desde el inicio de síntomas.
5. DIAGNÓSTICO
Según el documento de la Dirección General de Asistencia Sanitaria del Servicio Andaluz
de Salud para la vigilancia de casos graves confirmados de virus de la gripe en Andalucía para
la temporada 2014-15 22, se establecen los siguientes criterios:
5.1. Criterios clínicos
Se definen los casos graves hospitalizados de gripe como aquellas personas que
presentan un cuadro clínico compatible
con gripe y que requieren ingreso hospitalario por la gravedad clínica que presentan y/o por complicaciones tales como neumonía, fallo multiorgánico, shock
séptico o ingreso en UCI.
5.3 Recogida de muestras
El tipo de muestras del tracto respiratorio
superior que pueden ser recogidas son: Frotis
nasal, faríngeo o nasofaríngeo, aspirado nasofaríngeo o lavado nasal.
Los frotis y aspirados nasofaríngeos, son
las mejores muestras para el aislamiento viral o
para la detección del ARN viral mediante la RTPCR. Se pueden recoger un frotis nasal y otro
faríngeo, o uno faríngeo y otro nasofaríngeo, y
combinarlos en un mismo vial con medio de
transporte de virus (MTV). En estos pacientes
graves, se puede valorar la posibilidad de enviar muestras tracto respiratorio inferior como
BAL o broncoaspirado.
Personas que desarrollan el cuadro anterior durante su ingreso hospitalario por
otro motivo
5.2 Criterios de Laboratorio
Al menos uno de los cuatro siguientes:
Aislamiento del virus de la gripe en células MDCK (línea celular de epitelio de riñón canino o de mono, Madin-Darby) a
partir de una muestra clínica respiratoria.
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Ilustración 1. Recogida de muestras. Frotis nasal
Virus Influenza A(H1N1)pdm09, ¿qué debemos saber de ella?
1.6 FACTORES DE RIESGO
Son especialmente susceptibles de padecer un cuadro clínico grave de gripe los adultos
mayores de 65 años, o personas de cualquier
edad con una condición clínica especial que le
predisponga a padecer una gripe complicada,
tales como22, 30:
Enfermedades crónicas cardiovasculares:
sobretodo la insuficiencia cardiaca congestiva. La Hipertensión arterial ha demostrado ser un factor de riesgo independiente.
Enfermedades crónicas pulmonares: incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística, EPOC y asma.
Enfermedades metabólicas: Diabetes Mellitus.
Insuficiencia renal: Insuficiencia renal,
diálisis, trasplante renal.
Hemoglobinopatías y anemias
(sobretodo anemia falciforme).
Asplenia.
Enfermedad hepática crónica.
Enfermedades neurológicas y neuromusculares.
Inmunosupresión, incluida la originada
por la infección de VIH o por fármacos o
en los receptores de trasplantes.
Niños/as y adolescentes, menores de 18
años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye
tras la gripe.
Mujeres embarazadas: aumenta el riesgo
de hospitalización, ingreso en UCI y
muerte 182.
Obesidad (IMC>40)
Variantes D222/N o la sustitución 225G:
varios estudios citan una importante asociación entre dichas variantes y la evolución complicada de la infección por virus
A/H1N1, y otras viremias 189-199.
Coinfección bacteriana: muy importante
en población pediátrica, donde la literatu-
ra refleja que puede llegar a provocar
hasta un 43% del total de muertes 118.
1.7 MORTALIDAD:
La letalidad del virus Influenza A/H1N1en
2009 se estimó en 0,58 muertes/1.000 casos
confirmados (IC 95%, 0,52-0,64)7. Sin embargo,
dichas muertes ocurrieron principalmente en
población más joven que la afectada por gripe
estacional, suponiendo sólo el 28% del total las
defunciones en mayores de 65 años 11, 12.
Varios estudios publicados sobre la pandemia en España, han dado a conocer los factores de riesgo asociados a mayor mortalidad
en los casos de infección. La obesidad
(considerada como IMC> 40), el c|ncer, las
inmunodeficiencias y la enfermedad respiratoria crónica aparecen como los principales factores en niños y adultos hospitalizados 14, 16,17.
Otros autores también han demostrado asociación entre dichos factores, sobre todo entre
la obesidad y la enfermedad pulmonar crónica,
y el riesgo de ingreso en la UCI 15,18 - 21.
En el estudio de corte epidemiológico de
Pebody, McLean y cols publicado en 2010 sobre la pandemia de gripe A en Reino Unido 13, 29
y los factores de riesgo de mortalidad asociados, se recogieron un total de 440 defunciones entre Abril de 2009 y Marzo de 2010. Estos
casos se presentaron sobre todo en adultos
jóvenes con una mediana de edad de 43 años
(85% menores de 64 años). Adem|s, el 77% de
estos pacientes tenía algún factor de riesgo de
infección gripal de mala evolución. En el grupo
de edad entre los 6 meses y los 64 años, se
halló un riesgo relativo 18 veces superior de
desenlace fatal en aquellos que además presentaran patologías graves subyacentes.
La distribución de los factores de riesgo
de los casos fatales en Reino Unido fueron en
primer lugar las enfermedades neurológicas
crónicas en un 22% (Parálisis cerebral/retraso
del desarrollo, enfermedades neuromusculares, síndrome de Down y epilepsia),las enfermedades respiratorias crónica en un 20%
(EPOC, asma); la inmunosupresión en un 20%,
(leucemia/linfoma, mieloma, tumores sólidos,
trasplante de médula ósea o de órgano sóli-
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INTERNET
do), las enfermedades cardiacas crónicas en un
11% (sobretodo cardiopatías congénita), la diabetes en un 8%, la enfermedad renal crónica en
un 7%, la enfermedad hepática alcohólica en
una 6%, la obesidad en un 6% y el embarazo en
un 3% 13, 29.
8. TRATAMIENTO
En la mayoría de los casos de infección
gripal por Influenza A/H1N1 los pacientes se
recuperaron sin necesidad de terapia antiviral.
En cuanto al tratamiento con antivirales una
vez confirmado el diagnóstico con PCR de los
casos graves ingresados, estudios como los de
Garnacho-Montero y cols 23 con 148 pacientes
mayores de 65 años ingresados en UCI por Gripe A, o los de Viasus. D y cols 35, coinciden en
que la instauración temprana de oseltamivir
150 mg/12h se asocia con una duración menor
del ingreso y un mejor pronóstico.
Es indiscutible que un tratamiento empírico rápido y adecuado de cualquier cuadro infeccioso define la evolución del paciente. De
acuerdo con las Guías Internacionales de manejo de la sepsis severa y el shock séptico de 2008
20
, los pacientes con neumonía grave por virus
de la gripe se consideran con diagnóstico de
neumonía grave adquirida en la Comunidad
(NAC) de origen bacteriano y viral y deben ser
tratados con antibióticos y antivirales. Los que
requieren ingreso en la Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI) son aquellos que presentan
una evolución grave de su NAC hacia la insuficiencia respiratoria grave y empeoramiento del
estado metabólico y hemodinámico. Por ello,
requieren una monitorización estricta de sus
constantes vitales y parámetros respiratorios,
al presentar una alta probabilidad de requerir
ventilación mecánica (VM) con urgencia. Muchos de estos pacientes ingresan a UCI ya con
VM, y otros son intubados y colocados en VM a
su ingreso a la unidad.
8.1 Tratamiento Antibiótico Empírico:
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nos autores sugieren cubrirlo en el empírico inicial debido al riesgo de infección por S aureus sobre añadida a la infección vírica 19.
8.2 Tratamiento Antiviral
Se suma al tratamiento antibiótico empírico.
Se debe iniciar lo más rápidamente posible, y no retrasar su administración si se
retrasa la toma del frotis nasofaríngeo.
Se ha demostrado que es más efectivo
si se administra dentro de las 48 horas
del inicio de los síntomas, cuando la carga viral es máxima.
De acuerdo a la evidencia descrita anteriormente, el uso combinado de inhibidores de la neuraminidasa y adamantanos y las distintas pautas de dosis y duración de oseltamivir, dependerán del
comportamiento viral local y de la estrategia de tratamiento adoptada por cada
institución.
Si de acuerdo al resultado de la rt-PCR
se descarta influenza A estacional, no
habría indicación para el uso de la
amantadina.
8.3 Pacientes que no requieren ventilación mecánica
Oseltamivir 75 mg c/12 horas + amantadina 100 mg c/12 hs durante al menos 5
días
Si es posible, repetir la rt-PCR al 5º día
de tratamiento: si sigue siendo positiva,
se debería prolongar al menos 5 días
más y repetir nuevamente la rt-PCR; si
ésta es negativa se puede suspender el
tratamiento.
Si no es posible repetir la rt-PCR, se debería considerar prolongar el tratamiento más allá de los 5 días si la evolución
clínica es desfavorable.
Neumococo: ampicilina/sulbactam + macrólido o Levofloxacino, o el esquema
habitual de cada Hospital.
8.4 Pacientes que requieren ventilación
mecánica
S. aureus adquirido en la comunidad: no
hay definiciones sobre este punto. Algu-
Oseltamivir 150 mg c/12 horas + amantadina 100 mg c/12 horas durante al menos 10
días
Virus Influenza A(H1N1)pdm09, ¿qué debemos saber de ella?
Se podría seguir igual conducta que en el
punto anterior para decidir la duración del tratamiento.
8.5 Embarazadas, obesos (IMC >30) e inmunocomprometidos
Se consideran población de alto riesgo, que pueden seguir una evolución tórpida y
más grave, por ello se considera lo siguiente:
Sin ventilación mecánica: oseltamivir 75
mg c/12 horas + amantadina 100 mg c/12
horas durante al menos 10 días
En ventilación mecánica: oseltamivir 150
mg C/12 horas + amantadina 100 mg c/12
hs durante al menos 10 días
En las embarazadas se aconseja la maduración fetal y la extracción del feto lo más pronto
posible dada la toxicidad farmacológica.
Se podría seguir igual conducta que en el
punto 1 (PCR seriados) para decidir la duración
del tratamiento.
8.6 Dosis en Pediatría
El uso de oseltamivir está aprobado por
la FDA para el tratamiento en niños de 2 semanas o más y para la quimioprofilaxis de la influenza en niños de 1 año en adelante. Si bien el
uso de oseltamivir oral para el tratamiento de la
influenza en niños con menos de 14 días de vida
y para la quimioprofilaxis en bebés de 3 meses
a 1 años no forma parte de las indicaciones
aprobadas por la FDA, es recomendado por los
CDC y la Academia Estadounidense de Pediatría. Se recomienda que los bebés menores de 3
meses reciban una dosis de 3 mg/kg por vía oral
dos veces al día a modo de tratamiento. Sin
embargo, no se recomienda la quimioprofilaxis
en este grupo etario, a menos que la situación
de exposición sea considerada crítica ya que no
existe evidencia suficiente sobre su seguridad.
La dosis recomendada para el tratamiento en
niños menores de 1 año es de 3mg/kg, dos veces al día. Las dosis recomendadas para el tratamiento en niños mayores de 1 años varían
según el peso: 30 mg dos veces al día para niños que pesan 15 kg o menos, 45 mg dos veces
al día para niños que pesan más de 15 kg y hasta
23 kg, 60 mg dos veces al día para niños que
pesan más de 23 kg y hasta 40 kg, y 75 mg dos
veces al día para niños que pesan más de 40 kg.
Habitualmente la duración de tratamiento es
de cinco días. Las dosis para la quimioprofilaxis
son las mismas para cada grupo de peso, pero
las dosis se administran solo una vez por día.
8.7 Indicaciones del zanamivir
Se puede indicar en cualquiera de las situaciones anteriormente descritas, o como
alternativa del oseltamivir. Su dosis es de 10
mg inhalado cada 12 horas. Se podría considerar cambiar tratamiento a zanamivir en pacientes con mala evolución con oseltamivir o si la
rt-PCR persiste positiva al 5º día. El zanamivir
está aprobado por la FDA para el tratamiento
de la influenza en niños de 7 años en adelante
y como profilaxis en niños de 5 años en adelante. La dosis y frecuencia de tratamiento y quimioprofilaxis son las mismas para niños y adultos.
9. PREVENCIÓN:
La vacunación continúa siendo el arma
más efectiva de la que se dispone 22. La OMS
publicó en febrero de 2014 las recomendaciones para la composición de la vacuna antigripal
trivalente a utilizar en la temporada 2014-15 en
el hemisferio norte. Con respecto a la vacuna
trivalente estacional 2014-15 se ha producido
un cambio, en el componente A(H3N2):
Cepa análoga
(H1N1)pdm09.
a
A/California/7/2009
Cepa análoga a A/Texas/50/2012 (H3N2).
Cepa análoga a B/Massachusetts/2/2012
(linaje Yamagata).
Sin embargo, numerosos estudios como
el multicéntrico de Rondi y cols 24, con centros
de Francia, Italia y España (Navarra y Valencia);
el de Martínez-Baz y cols de 2010/2011 25 o el
Castilla y cols sobre la efectividad de la vacuna
tetravalente en Navarra en las temporadas
2011/2012 26 y 2012/2013 27, arrojan resultados
dispares en cuanto a la efectividad de la vacuna en función de la temporada, pero todos
coinciden en que la tasa de vacunación es extremadamente baja incluso en los grupos de
riesgo.
De acuerdo con los datos del Instituto
Nacional de Estadística, se aprecia un claro
marzo 2015 · p. 9
INTERNET
descenso de la cobertura nacional de vacunación antigripal en población ≥ 65 años desde las
temporadas 2005-2006 a la 2012-2013 reflejado
en la siguiente figura 28.
Temporada
Cobertura
2005-2006
70,1
2006-2007
67,5
2007-2008
62,3
2008-2009
65,4
2009-2010
65,7
2010-2011
56,9
2011-2012
57,7
2012-2013
57,0
Ilustración 2. Cobertura nacional de vacunación
antigripal en mayores de 65 años. Años 20052013.
Concretamente, en Andalucía, se vacunaron 759.919 personas mayores de 65 años en
2012, o lo que es lo mismo un 59,2% de la población de la comunidad autónoma, muy lejos aún
del 90% de cobertura que se pretende en estos
grupos 28.
De acuerdo con la revisión sistemática de la
literatura llevada a cabo por Baxter y cols en
2010 que incluyó 25 estudios con casi 60.000
sujetos, la eficacia de las vacunas inactivadas
parenterales en adultos sanos para evitar casos
confirmados serológicamente de gripe fue del
70% (IC 95%; 56-80%); sin embargo, en pacientes
de edad más avanzada se ha podido comprobar
que la eficacia vacunal disminuye 31. Estos mismo autores estimaron la eficacia vacunal para
personas entre 50-64 años en un 12,4% (IC 95%;
1,6-22,0) y para mayores de 65 años en un 8,5%
(IC 95%, 3,3-13,5%%). En cambio, en el grupo etario de 50-64 años, Herrera y cols. encontraron
una eficacia vacunal frente a gripe del 60% en
pacientes sin factores de riesgo y del 48% en
pacientes con dichos factores, respectivamente. La eficacia frente a hospitalización fue del
90% y 36%, respectivamente 32. No obstante, la
última revisión sistemática de la base Cochrane
sobre la eficacia en mayores de 65 años no pudo interpretar los resultados por la baja calidad
de los datos de los 75 estudios incluidos, aunque se describen reducciones de hospitalización por neumonía y gripe del 27-33% 33.
El Instituto Nacional de Medicina de EE.UU.
publicó en el año 2012 una compilación de sus
informes de revisión sobre evidencias y causalidad de acontecimientos adversos tras la vacunación. Para la vacuna antigripal trivalente y
tetravalente se han evaluado exhaustivamente
hasta 27 patologías sin encontrar asociación
causal alguna entre la vacuna y 25 de ellas. Tan
solo se encontraron evidencias de asociación
con la anafilaxia en pacientes alérgicos al huevo
y con el síndrome oculorespiratorio en 2 vacunas concretas utilizadas durante 3 años en
Canadá 34.
Varios estudios, como los publicados por
Santos-Sancho y cols en 2013, para comparar la
cobertura vacunal en España en población asmática mayor de 16 años del año 2006 con la
del año 2009, reveló que las tasas de vacunación para asmáticos fue del 35% ese año, con
respecto al mismo grupo de edad no asmático
que era del 22,1%. Estos pobres resultados arrojan que son necesarias estrategias urgentes
para incrementar esas tasas.
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