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PATIENT EDUCATI
N
The American College of
Obstetricians and Gynecologists
WOMEN’S HEALTH CARE PHYSICIANS
La Salud de la Mujer • SP125
Cómo protegerse contra la
hepatitis B y hepatitis C
L
a hepatitis B y hepatitis C son infecciones graves que afectan al
hígado. Ambas enfermedades son contagiosas y se producen a causa
de un virus. Además, ambas pueden dar lugar a una enfermedad
grave y crónica. Aunque no hay cura para la infección de hepatitis
B, es posible tratarla. También hay una vacuna disponible para
prevenir la infección de hepatitis B. Los tratamientos más recientes
ofrecen la posibilidad de curar una infección de la hepatitis C en la
mayoría de las personas y prevenir las complicaciones a largo plazo.
Este folleto explica
•cómo los virus afectan al cuerpo
•cómo se transmiten los virus
•los factores de riesgo y las pruebas
•el tratamiento y la prevención
Cómo la hepatitis afecta al cuerpo
El hígado lleva a cabo muchas de las funciones del
cuerpo. Todos los nutrientes en los alimentos que consume pasan primero por el hígado donde se filtran las
sustancias dañinas de los mismos. El hígado ayuda a
combatir infecciones. Produce además muchas proteínas que usa el cuerpo, como los factores que permiten
que la sangre se coagule después de una lesión. El hígado
contiene una forma de glucosa que se libera cuando
el cuerpo necesita energía. El hígado también produce
bilis, que contribuye a la digestión de los alimentos.
Las infecciones a causa del virus de la hepatitis B o
hepatitis C pueden ser agudas o crónicas. Una infección aguda es una enfermedad que dura poco tiempo y
que ocurre durante los 6 primeros meses de contraerla.
Las infecciones agudas pueden causar solo síntomas
leves o ningún síntoma en absoluto. Cuando ocurren
El sistema digestivo
Esófago
Hígado
Estómago
Intestino
grueso
Intestino
delgado
Recto
Los virus de hepatitis B y hepatitis C afectan adversamente
el hígado.
bebé puede infectarse durante el parto si la madre
está infectada con el virus de hepatitis B. El virus de
hepatitis B también se puede transmitir si vive con
una persona infectada y comparte algunos artículos
del hogar que pueden entrar en contacto con líquidos
corporales, como cepillos de diente o afeitadoras. El
virus de hepatitis B no se transmite por contacto casual
con otra gente y objetos. El contacto casual consiste en
saludar con la mano, compartir alimentos o bebidas,
toser y estornudar. La hepatitis B tampoco se transmite
durante la lactancia.
Esta infección puede desaparecer completamente al
cabo de unas semanas sin tratamiento. Las personas
que logran eliminarla adquieren inmunidad al virus.
Esto es, no pueden contraer el virus nuevamente. Sin
embargo, una cantidad pequeña de adultos y muchos
niños menores de 5 años nunca se curan del virus de
hepatitis B. Esto se llama tener una infección crónica.
Estas personas viven con el virus durante toda la vida
y se les denomina portadores.
La mayoría de los portadores no presentan síntomas. En un grupo pequeño de portadores, la infección
crónica puede producir una enfermedad grave del
hígado y causar muerte prematura. Al menos 2 millones de personas en Estados Unidos son portadoras
crónicas del virus de hepatitis B.
Pruebas para detectar la hepatitis B
• Náuseas y vómito
Hay diferentes análisis de sangre para detectar el virus
de hepatitis B. Las pruebas de detección del virus de
hepatitis B pueden indicar si contrajo esta infección
recientemente o si es portadora de la misma. También
pueden indicar si contrajo el virus de hepatitis B en
algún momento en el pasado y en la actualidad es
inmune a dicho virus, o si se ha vacunado contra la
hepatitis B. Se recomienda que las siguientes personas se
hagan una prueba de detección del virus de hepatitis B:
• Ictericia (color amarillento en la piel y los ojos)
• Las mujeres embarazadas
• Dolor estomacal
• Los bebés que nacen de madres infectadas
• Dolor en los músculos y las articulaciones
• Las parejas sexuales de una persona infectada y las
personas que viven con dicha persona
síntomas de ambas infecciones, estos son, entre otros,
los siguientes:
•Cansancio
• Falta de apetito
Puede ocurrir una infección crónica si el virus
permanece en el cuerpo. Las infecciones crónicas con
ambos virus pueden causar una enfermedad grave del
hígado que dura mucho tiempo, como cirrosis. En esta
enfermedad, las células del hígado mueren y se reemplazan con tejido cicatrizante. Con el tiempo, el hígado deja de funcionar. En algunos casos, una infección
crónica de hepatitis puede causar cáncer del hígado.
Hepatitis B
Se calcula que 1–2 millones de personas en Estados
Unidos están infectadas con el virus de hepatitis
B. Muchas ni siquiera saben que están infectadas.
Este virus puede transmitirse por medio del contacto directo con líquidos corporales (sangre, semen
o líquidos vaginales) de una persona infectada. Esto
puede suceder al tener relaciones sexuales sin protección o al compartir agujas para inyectarse drogas. Un
•Las personas con la infección del virus de
inmunodeficiencia humana (VIH) o del virus de
hepatitis C
• Las personas que usan drogas ilegales inyectables
• Los hombres que tienen relaciones sexuales con
otros hombres
• Las personas expuestas al contacto con sangre u
otros líquidos corporales (por ejemplo, cuando una
persona que trabaja en el campo de la atención
médica se pincha con una aguja)
• Las personas que nacen en países con una alta
incidencia de la infección del virus de hepatitis B
o las personas con padres que nacieron en dichos
países
• Las personas que reciben diálisis, tratamientos para
el cáncer o tratamientos con medicamentos que
suprimen el sistema inmunitario
Tratamiento y prevención de la hepatitis B
Quiénes deben vacunarse contra la
hepatitis B
Aunque no hay cura para las infecciones del virus de
hepatitis B, es posible tratar los síntomas. Hay tratamiento disponible para algunas de las enfermedades
del hígado que produce esta infección.
La mejor protección contra el virus de hepatitis B es
mediante una vacuna. Esta vacuna promueve la actividad del sistema inmunitario del cuerpo para combatir el virus cuando se expone a este. Generalmente
se administra en tres dosis durante un período de
6 meses. Todos los bebés reciben la vacuna cuando
nacen y deben recibir todas las vacunas contra la
hepatitis B para cuando tengan de 6–18 meses de edad.
Los niños deben vacunarse si no recibieron la vacuna
cuando eran bebés. Esta vacuna también se recomienda a los adultos que corren el riesgo de contraer la
infección del virus de hepatitis B. Si no se vacunó anteriormente, aún puede hacerlo incluso si no presenta
factores de riesgo (consulte el cuadro). Las mujeres
embarazadas que corren el riesgo de contraer la infección de la hepatitis B también pueden vacunarse.
A las personas recién expuestas al virus de hepatitis B, que no se hayan vacunado, generalmente se
les administra la vacuna junto con una inyección
de inmunoglobulina contra la hepatitis B (HBIG).
Esta sustancia contiene anticuerpos contra el virus.
También puede ofrecer una mayor protección contra
la infección en ciertas situaciones.
Aunque vacunarse es la mejor manera de prevenir
una infección del virus de hepatitis B, evitar ciertos
comportamientos arriesgados puede también ayudarla
a no contraer esta infección y otras enfermedades
como el VIH:
• Todos los bebés
• Todos los niños menores de 19 años que no se
han vacunado anteriormente
• Las parejas sexuales de personas infectadas con
el virus de hepatitis B
• Los hombres que tienen relaciones sexuales
con otros hombres
• Las personas que se inyectan drogas ilegales
• Las personas que tienen más de una pareja
sexual
• Las personas que acuden para recibir tratamiento por una infección de transmisión
sexual
• Las personas cuyos trabajos las exponen a
entrar en contacto con la sangre humana
(como las que prestan servicios de atención
médica)
• Las personas que viven con alguien infectado
con el virus de hepatitis B
• Los residentes y el personal en instituciones
que tratan a personas con discapacidades del
desarrollo
• Los pacientes de diálisis
•Las personas con enfermedades crónicas
(prolongadas) del hígado, diabetes, enfermedades renales (de los riñones) o con la infección
del VIH
• Use un condón (profiláctico) de látex durante las
relaciones sexuales.
• Las personas que viajan a países donde el virus
de hepatitis B es común
• Esté al tanto del historial sexual de su pareja y tenga
solo una pareja sexual.
• Cualquier persona que desea protegerse contra
la infección del virus de hepatitis B
• Si se inyecta drogas, pida ayuda y trate de dejar ese
hábito. Si no puede dejarlo, no comparta las agujas.
Virus de hepatitis B
Cómo funciona la vacuna contra la hepatitis B
Fuera del cuerpo
Vacuna
Anticuerpos
Anticuerpos
t
Vacuna
t
Antibodies
Dentro del cuerpo
Dentro del cuerpo
1. Se inyecta la vacuna contra la hepatitis B.
2. La vacuna estimula la producción de
anticuerpos.
3. Cuando una persona está expuesta al virus de
hepatitis B, los anticuerpos previenen la infección.
Hepatitis C
Tratamiento y prevención de la hepatitis C
El virus de hepatitis C se transmite por contacto
directo con sangre infectada. Esta transmisión puede
ocurrir al compartir agujas o artículos del hogar que
entran en contacto con la sangre. Un bebé puede infectarse durante el parto si la madre está infectada con el
virus de hepatitis C. También se puede transmitir al
tener relaciones sexuales sin protección, aunque es
más difícil transmitir el virus de esta manera. El virus
de la hepatitis C no se transmite por contacto casual.
La mayoría de los adultos—aproximadamente
75–85%—infectados con el virus de hepatitis C se
convierten en portadores crónicos. Se estima que casi
3 millones de personas en Estados Unidos son portadoras crónicas del virus de hepatitis C. Además, aproximadamente dos de cada tres portadores de la hepatitis
C desarrollan posteriormente una enfermedad crónica
del hígado.
Haber contraído una infección con el virus de
hepatitis C no quiere decir que sea imposible contraer
esta enfermedad otra vez. Hay varios tipos del virus de
hepatitis C. Estos diferentes tipos se denominan cepas.
Es posible volver a infectarse en el futuro con una cepa
diferente o infectarse a la misma vez con más de una
cepa.
Para tratar el virus de hepatitis C, se usa una combinación de medicamentos antivíricos. Con los recientes
avances en las estrategias de tratamientos, es posible
curar a la mayoría de las personas con una infección
crónica de hepatitis C. El tratamiento también reduce
el riesgo de complicaciones a largo plazo de la enfermedad.
No hay una vacuna disponible para prevenir una
infección del virus de hepatitis C. Puede ayudar a
prevenir esta infección evitando comportamientos
arriesgados que puedan transmitir el virus:
Pruebas para la hepatitis C
Las pruebas para detectar la hepatitis C indican si está
infectada con este virus. Si el resultado de la prueba es
positivo, otro tipo de prueba puede indicar si el virus
todavía está en la sangre y de ser así, determinar la
cantidad de virus presente. Las personas que tienen un
alto riesgo de contraer esta infección deben hacerse la
prueba de detección del virus de hepatitis C. Las que
tienen un riesgo mayor de contraer una infección de
la hepatitis C son las siguientes:
• Todos los adultos que nacieron entre 1945 y 1965
• Las personas que usan o han usado drogas ilegales
inyectadas
• Las personas que recibieron factores de coagulación
antes de 1987
• Los pacientes que reciben o han recibido tratamiento
de diálisis
• Las personas con la infección del VIH
• Las personas con resultados anormales en las
pruebas de enzimas del hígado
• Las personas que recibieron sangre o tuvieron un
trasplante de órgano antes de 1992
• Las personas que recibieron sangre de alguien que
posteriormente tuvo un resultado positivo en una
prueba de la hepatitis C
• Las personas que trabajan en el campo de la atención
médica que podrían haber estado expuestas a sangre
contaminada con hepatitis C (por ejemplo, si se
han pinchado con una aguja de alguien infectado
con este virus)
• Los niños que nacen de mujeres infectadas con
hepatitis C
• Use un condón (profiláctico) de látex durante las
relaciones sexuales.
• Esté al tanto del historial sexual de su pareja y tenga
solo una pareja sexual.
• Si se inyecta drogas, pida ayuda y trate de dejar ese
hábito. Si no puede dejarlo, no comparta las agujas.
Consideraciones especiales en las mujeres
embarazadas
Los virus de hepatitis B y hepatitis C pueden presentar
riesgos graves para la salud de una mujer embarazada.
También existe la posibilidad de que una mujer
embarazada infectada con cualquiera de estos virus
se lo transmita al bebé durante el trabajo de parto y
el parto.
En los recién nacidos, la infección de hepatitis B
puede causar una enfermedad grave. Los recién nacidos infectados tienen un 90% de probabilidad de convertirse en portadores, y una probabilidad de un 25%
de presentar una enfermedad grave del hígado posteriormente en la vida. A todas las mujeres embarazadas se
les hace una prueba de hepatitis B. Si está embarazada
y no ha contraído el virus de hepatitis B, su bebé debe
recibir la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis
B antes de salir del hospital. Si no es posible vacunarlo
en ese momento, entonces se debe hacer dentro de
un plazo de dos meses de nacido. Las dosis restantes
se administran en el siguiente período de 6–18 meses.
Si ha contraído el virus, se tomarán medidas para
evitar que el bebé se convierta en portador. En las
primeras horas de su nacimiento, su bebé recibirá
la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B.
También se le administrará una inyección de inmunoglobulina contra la hepatitis B. Posteriormente,
recibirá dos dosis más de la vacuna dentro de un plazo
de 6 meses.
Si no se ha hecho la prueba de detección del virus
de hepatitis B, su bebé debe recibir la primera dosis
de la vacuna y luego usted se debe hacer la prueba. El
resto del tratamiento del bebé depende de los resultados suyos.
Solo alrededor de 6 de cada 100 mujeres (6%)
infectadas con el virus de hepatitis C transmitirán el
virus a sus bebés. El riesgo está relacionado con la cantidad de virus que tenga una mujer y si está infectada
también con el VIH. Si presenta factores de riesgo para
la infección, debe hacerse una prueba de detección del
virus durante el embarazo. Si tiene el virus, necesitará
recibir cuidados especiales durante el embarazo para
asegurarse de que se mantenga sana. Actualmente no
es posible administrar tratamientos durante el embarazo que eviten la transmisión del virus al feto.
Por último…
La hepatitis B y hepatitis C son infecciones graves.
Acuda a su profesional de atención médica para hablar
sobre la vacuna contra la hepatitis B, si aún no ha recibido esta vacuna. Si está embarazada, debe hacerse la
prueba de detección del virus de hepatitis B. También
le podrían hacer la prueba de detección del virus de
hepatitis C si presenta factores de riesgo.
Glosario
Anticuerpos: Proteínas en la sangre que se producen
debido a la reacción que ocurre ante una sustancia
extraña, como bacterias o virus que causan infecciones.
Células: Las unidades más pequeñas en las estructuras del cuerpo; los componentes básicos de todas las
partes del cuerpo.
Cirrosis: Enfermedad que se produce debido a la
pérdida de células hepáticas (del hígado), las cuales
se reemplazan por tejido cicatrizante causando un
deterioro de la función hepática.
Glucosa: Azúcar que está presente en la sangre y
representa la fuente principal de combustible del
cuerpo.
Inmunoglobulina contra la hepatitis B (HBIG): Sustancia
que se administra para proteger temporalmente contra la infección del virus de hepatitis B.
Portadores: Personas infectadas con el organismo de
una enfermedad sin presentar síntomas pero que
pueden transmitir la enfermedad a otras personas.
Virus de inmunodeficiencia humana (VIH): Virus que
ataca a ciertas células del sistema inmunitario y
causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA).
Este Folleto Educativo para Pacientes fue elaborado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and
Gynecologists). Diseñado para ayudar a los pacientes, presenta información actualizada y opiniones sobre temas relacionados con la salud de las mujeres.
El nivel de dificultad de lectura de la serie, basado en la fórmula Fry, corresponde al grado escolar 6to a 8vo. El instrumento de Evaluación de Idoneidad de
Materiales (Suitability Assessment of Materials [SAM]) asigna a los folletos la calificación “superior”. Para asegurar que la información es actualizada y
correcta, los folletos se revisan cada 18 meses. La información descrita en este folleto no indica un curso exclusivo de tratamiento o procedimiento que
deba seguirse, y no debe interpretarse como excluyente de otros métodos o prácticas aceptables. Puede ser apropiado considerar variaciones según las
necesidades específicas del paciente, los recursos y las limitaciones particulares de la institución o tipo de práctica.
Derechos de autor octubre del 2016 por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Todos
los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse, almacenarse en un sistema de extracción, publicarse en Internet, ni transmitirse de ninguna forma ni por ningún método, sea electrónico, mecánico, de fotocopiado, grabación o de cualquier otro modo, sin obtener previamente
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